~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


miércoles, 14 de diciembre de 2011

NAVIDAD: EL NACIMIENTO DEL HOMBRE COMO DIOS (Neville - 13 de diciembre de 1968)

Neville (13 de diciembre de 1968)


NAVIDAD: EL NACIMIENTO DEL HOMBRE COMO DIOS



“En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios y la Palabra era Dios. La Palabra se hizo carne y habita en nosotros.” (Juan,1) Nuestro nacimiento físico es la encarnación de Dios, pues encarnación significa la asunción por un ser divino de la forma humana o animal. Cuando tú naciste tu pequeña forma humana fue asumida por Dios. La Navidad marca la partida de la encarnación de Dios y tu nacimiento como Dios.

Hay dos nacimientos: uno cuando Dios asume tu forma humana y el otro cuando tú asumes la forma divina ¡como Dios! El primer nacimiento es desde abajo, mientras el segundo nacimiento – llamado Navidad – es desde arriba. Cada niño nacido de mujer es Dios encarnado, o el niño no podría ser consciente de que él es. Su conciencia es la encarnación de Dios. El mundo, no sabiendo esto, celebra el evento equivocado; pues la Navidad es cuando el hombre se hace consciente de ser Dios.

Hay unas cuantas paradojas que perturban a mucha gente. Todas ellas son citas efectivas o interpretaciones de una cita:

“Ya no os hablaré en imágenes, sino os hablaré abiertamente del Padre.”
“Salí del Padre y vine al mundo. De nuevo dejo el mundo y voy al Padre.”
“Yo y mi Padre somos uno.”
“Yo voy al Padre, pues el Padre es más grande que Yo.”
“Cuando me veis, habéis visto al Padre.”
“Aquel que llamáis Dios, es mi Padre, pero yo conozco a mi Padre y vosotros no conocéis a vuestro Dios.”
“Muéstranos al Padre. Si me conociérais no lo pediríais, pues nadie puede conocerme en el verdadero sentido y no conocer a Dios, pues Él y yo somos inseparables.”

¿Quién es el padre que es uno con su hijo, y sin embargo es mayor que él? ¿Puede ser él el hijo de Dios y sin embargo Dios Padre? ¿Y cómo puedo yo saber que yo y mi Padre somos uno? Tratemos de resolver estas extrañas contradicciones.

En el último capítulo del Libro de la Revelación, Dios dice: “Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana.” Dios es la raíz, la fuente, la causa de toda vida. Él es el padre de David, ¡y sin embargo su descendencia!

Como la fuente, Dios es el padre de David, llamado Jesse o YO SOY. Como la descendencia, David es llamado el hijo de Dios. El profeta Samuel habló a David diciendo: “Dios declaró que cuando tus días se hayan cumplido y yazcas con tus padres, yo resucitaré a tu hijo detrás de tí que saldrá de tu cuerpo. Yo seré su padre y él será mi hijo.” (Samuel II,7)

Aquí vemos que la raíz y la descendencia son una. Yo (la raíz de David) soy la causa de toda vida. A pesar de eso yo vengo de David, le reconozco y digo: “Tú eres mi hijo, hoy te he engendrado.”

Como Dios Padre, asumo las limitaciones de la carne; y utilizando uno que es un hombre según mi corazón y hará toda mi voluntad, me vuelvo consciente de ser un hombre rico, un hombre pobre, un mendigo y un ladrón, hasta que David me revele como su padre. “Yo vine a hacer la voluntad de mi Padre, sin embargo yo soy el Padre, pues Dios Padre y el Hijo de Dios es un solo YO SOY.”

Sólo hay Dios en el mundo. Como el Padre, Dios creó una obra perfecta. Como el Hijo, Dios hace todos los papeles. Como el Hijo, Dios está restringido en sus actividades. Pero cuando el drama haya terminado, Dios deja el mundo del César – grandemente expandido – y regresa a sí mismo, al Padre.

Como el Hijo, Dios sufre. Pregunta a una persona quién está sufriendo y él responderá: ¡Yo soy! Ese es el Padre, que se ha encarnado asumiendo la forma humana. Cuando la representación se termine para él, Dios dejará el mundo como el Hijo, para regresar al reino de los cielos como el Padre. En nuestro misterio este acontecimiento es llamado Navidad. Tu entrada en este mundo es la encarnación de Dios. Su partida ocurre cuando su promesa a sí mismo esté cumplida en tí y tú experimentes una maravillosa serie de acontecimientos místicos.

Como Pablo, yo rezo para que aquellos que creen en mi mensaje de salvación sepan que es verdadero; que el nombre que yo les di para Dios no es mera poesía, sino un hecho – que tú eres el Padre. Os he dicho qué sucedió en mí. Les aseguro saber que es verdad. Estoy seguro de que mi partida acelerará la marcha para aquellos que han oído, aceptado y creído en mis palabras.

Ahora, un caballero escribió diciendo: “Me quedé dormido y soñé que estaba leyendo el periódico, mirando un anuncio a toda página de Wester Airlines. Estaban anunciando su nuevo sistema P.D., que eliminaría toda la congestión de pasajeros cuando aborden el avión. Súbitamente la página se volvió animada y yo estoy en la imagen, sonriendo de oreja a oreja mientras despierto.” En su carta se preguntaba por qué las iniciales P.D. Él pensaba que la D podría ser de “departure” (partida), pero no podía entender la P, aunque él utilizaba la palabra “plan” a lo largo de toda su carta.

Todo contiene dentro de sí mismo la capacidad de significación simbólica. Este caballero está en publicidad tan naturalmente que en el sueño está mirando un anuncio. En este mundo moderno tenemos aeroplanos que llevan al hombre desde la tierra a los cielos y los traen de vuelta de nuevo. Pero este es un plan de transporte.

En el Libro de Efesios leemos: “Él nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad en toda sabiduría y penetración de acuerdo con su propósito que él establece como un plan en Cristo por la plenitud del tiempo para unir todas las cosas en él, las cosas en el cielo y las cosas en la tierra.”

Mi amigo lo llamó partida. Esto no significa necesariamente que él se vaya esta noche o en los próximos cuarenta años. Para mí como intérprete del sueño, significa que él ha terminado el viaje. Como Pablo, el tiempo para su partida ha llegado. Él ha luchado bien. Ha terminado la carrera y conservado la fe. Desde entonces está preparada para él la corona de la justicia.

Esta corona no es algo lleno de joyas, sino la corona de la victoria. Sólo cuando uno ha terminado la carrera le puede ser dada la corona. Él ha luchado su propia batalla consigo mismo, y ha vencido. Su vuelo a los cielos es un plan que irrumpirá, haciéndole partir de este mundo del César para experimentar personalmente la Navidad.

La Navidad no es la encarnación de Dios, sino la partida del hombre como Dios; pues Dios se convirtió en Hombre para que el Hombre pueda convertirse en Dios. En el sueño de mi amigo, él tomó las imágenes del siglo veinte, y puesto que todo contiene dentro de sí la capacidad de significado simbólico, un aeroplano simboliza lo que lleva hacia los cielos. Está destinado a subir por encima de la tierra. La “P” es el plan de partida que comienza con un nacimiento espiritual, seguido por la revelación de la verdadera identidad del hombre.

No hay modo de saber quién eres tú realmente hasta que el Hijo de Dios lo revela, pues “Nadie sabe quién es el Hijo excepto el Padre, y nadie sabe quién es el Padre excepto el Hijo y aquel a quien el Hijo elije revelársele.” El Hijo debe elegir revelarse a tí, pues sólo entonces tú sabes que eres Dios Padre.

Yo soy el camino. Yo soy la verdad. Yo soy la luz. Nadie llega a la conciencia de ser el Padre excepto por el plan de Dios. La dieta no lo hará. Vestir ciertas ropas, invernar en algún lugar llamado sagrado, o ser un sacerdote y subir de rango no lo hará. Hay sólo un camino al Padre, y ¡Yo – todo imaginación – soy el camino!

Mi amigo es un hombre felizmente casado con tres hijos, sin embargo está tan hambriento de la verdad; así que yo digo: Padre, deja que la verdad de mis palabras sea conocida, que él y todos aquellos que creen en mis palabras sepan que el amor con el que Tú me has amado, puede estar en ellos, y yo en ellos.

Un día tú descubrirás que Dios – el Padre que se convirtió en tí – ha completado su obra. Y debido a que él era Dios cuando se convirtió en tí, cuando su obra esté completada, tú te volverás consciente de que eres Dios. Hay sólo un camino para saber esto como un hecho, y es cuando el hijo de Dios, David, está ante tí y te revela como su padre. Entonces el templo del Dios Vivo – que es espíritu – es dividido en dos, y tú asciendes al cielo como una serpiente incandescente. Y finalmente, el símbolo del Espíritu Santo en forma de una paloma desciende, y – vistiéndote con Él mismo – una vez más te envía de nuevo a este mundo, para contar tu historia a aquellos que escuchen.

Este caballero tuvo un maravilloso sueño. Él puede algún día diseñar un plan que Wester Airlines utilice para facilitar la congestión de abordaje, pero ese no fue el mensaje del sueño. Él está partiendo de este mundo del César. Habiendo ya tenido estas experiencias, las ha olvidado. Pero recordará y sabrá que cuando llegue el momento para que él parta de esta pequeña sección de tiempo, no será restituído a la vida, sino que entrará en la Nueva Era. Siendo uno con el cuerpo de Dios, no conocerá restricciones, sólo la completa libertad de ser Dios Padre.

Habiendo entrado en el mundo, Dios el Padre de toda vida se encarnó en tu cuerpo de carne y hueso como el Hijo. Cuando la obra de Dios esté completa, Él partirá de este cuerpo y regresará a su cuerpo celestial como el Padre, redimiéndote. Este es el camino a la redención, y no hay otro camino.

Aunque las palabras “Yo y mi Padre somos uno, sin embargo mi Padre es más grande que Yo” parecen ser contradictorias, son verdad. Cuando Yo – la conciencia – asumo la limitación de la carne, soy consciente de la limitación. Encontrándome en la forma de un esclavo, me vuelvo obediente hasta la muerte en la cruz llamada Hombre, donde permanezco como Dios, restringido por mi encarnación. Entonces un plan predeterminado irrumpe y me libera de mi auto-encarcelamiento, y regreso al ser que yo era – pero ahora mejorado a causa de mi auto-impuesta restricción. Entonces yo puedo decir con Pablo: “He luchado bien. He finalizado la carrera. He conservado la fe. Ahora está preparada para mí la hoja de laurel – la corona de la justicia.”

Recuerdo una historia contada de Charles William Eliot, a quien – cuando se retiró como presidente de la Universidad de Harvard – le fue dado un regalo por un viejo amigo de Boston, que él atesoraba en gran medida. Su amigo le envió un envoltorio que contenía una sola hoja de laurel. Su mensaje era claro. Se le estaba diciendo que fue victorioso. Cada uno finalmente recibirá esa corona de la justicia, como la misma corona le es dada a todos los que llegan al final del viaje.

Saliendo de la conciencia de ser Dios Padre, tú vienes al mundo, haciéndote consciente de ser Hombre. Estás predestinado a regresar a la conciencia de ser Dios Padre una vez más. Ésta es la historia del Hombre.

Dios viene al mundo asumiendo la forma humana. Él se encarna en el nacimiento de un niño a fin de que respire. Mientras está aquí, Dios pasa a través de un literal infierno, porque su vida no termina con la tumba. Haciendo su salida de este mundo de muerte, Dios es devuelto a la vida para continuar el viaje; para morir y ser devuelto una vez más, una y otra vez, hasta que encuentra esta serie de acontecimientos sobrenaturales que llevan a Dios a su casa – en Navidad.

La Navidad marca el nacimiento del hombre como Dios, no el nacimiento de Dios como hombre. Hay toda la diferencia del mundo. Mateo y Lucas cuentan la historia del nacimiento, no como un niño pequeño físico, sino como una señal del nacimiento de un individuo como Dios, pues Dios ha nacido ese día en la ciudad de David.

Cuando Dios haya nacido en tí será en la ciudad de David. En ese momento tú naces como Dios. Y desde entonces crecerás en estatura. Crecerás a favor del Padre porque tú sabrás que eres uno con él. Continuarás estando encarnado, sin embargo, hasta el momento en que expreses tu último aliento. Entonces descubrirás que tú eres la vida misma, pues habrás entrado en el cuerpo único, Espíritu único, Señor único, Dios y Padre único de todo.

Una vez la individualidad se difundió en todo, como se nos dice en el Salmo 82: “Yo digo, 'Sois dioses, hijos del Altísimo, todos vosotros; no obstante, moriréis como hombres y caeréis como cualquier hombre, oh príncipes.'” Aquí está esta difusión universal del único YO SOY. Tú dices, yo soy. Yo digo, yo soy. Nosotros decimos, yo soy. Ese es el ser único que cayó, encarnándose convirtiéndose en Hombre.

No me importa qué se ha contado sobre el camino de Buda o Confucio; yo te he contado el único camino de vuelta al Padre. Mi testimonio no está basado en una teoría, sino en mi propia experiencia personal, y te digo una verdad: hay sólo un camino ¡Yo soy el camino!

Otro caballero (un artista de profesión) escribió diciendo: “Me encontraba en el fondo de un profundo pozo. Mirando hacia arriba veía un bello cielo azul con pequeños cúmulos de nubes blancas que se convirtieron en palomas, con las alas extendidas como si flotaran. Entonces me dije: 'Esto es lo que Neville enseña. La paloma realmente flota.'”

Estoy emocionado de que en el sueño de este hombre él recordara la enseñanza. En el Libro del Génesis se nos dice que cuando la inundación de la ilusión hubo terminado, la paloma apareció trayendo de vuelta la hoja de laurel [sic]: la ramita de la victoria. Y la paloma realmente flota sobre el agua cristalina.

Yo he visto esta gran inundación de la ilusión como atmósfera cristalina y ahora se que para mí, el arca, la inundación ha terminado. El hombre es o el arca de Dios o un fantasma de la tierra y el mar, ¡y él no es un fantasma! El hombre es el arca de Dios, conteniendo todo dentro de sí mismo.

Recientemente un gran médico fue preguntado sobre la gripe que se está extendiendo por todo nuestro país. Cuestionado por dónde va el microbio cuando la gripe remite, él respondió: “No va a ninguna parte. Permanece en el hombre para ser activado otra vez.” Yo digo que los estados de ánimo lo activan.

La lepra no viene de fuera. El cáncer tampoco. Todo está dentro del hombre. Lees el periódico y reaccionas. Esa reacción pone una sensación en movimiento, sea cólera, frustración o irritación. Cuando la sensación se va, ¿dónde va? Vuelve a dormir dentro de tí, pues tú contienes el mundo y todo lo que hay en él.

Dios se convirtió en tí y, conteniéndolo todo, Dios es absoluto. El mundo enseña que Dios es todo lo bueno y nunca lo malo. Pero si hay mal, y Dios no es mal, entonces Dios no es absoluto.

Si tú puedes experimentar algo que Dios no puede, entonces tú debes ser más grande que Dios, y eso no es posible. Cuando lees de un chico inocente que fue asesinado y reaccionas, activas algo dentro de tí. Ello puede ser el dolor de muela o de estómago de mañana. No sé lo que será, pero Dios no es burlado. Cuando tú siembras una reacción, recoges un acto, pues tú y Dios sois uno.

Dios realmente se hizo como tú eres en el momento en que respiraste, pues el aliento y el espíritu son una y la misma palabra en hebreo y en griego. Cuando te dieron una palmada en el trasero, tomaste una inhalación profunda y respiraste, Dios se encarnó en tí. Luego atraviesas los hornos de la experiencia para llegar al final, cuando experimentas esta serie de acontecimientos. Ningún otro acontecimiento o acontecimientos te llevarán de vuelta.

El primer acontecimiento es tu despertar y resurrección del cráneo donde Dios entró. Luego, tu nacimiento como Dios. Saliendo de tu cráneo, todo el simbolismo de las Escrituras como es descrito en Mateo y Lucas está ante tí.

Los tres testigos están ahí, así como el niño envuelto en pañales. Los testigos hablan sobre tí, pero no pueden verte, ya que ahora eres espíritu.

Entonces, a causa de que nadie ha visto nunca a Dios, sino a su único Hijo engendrado, que está en el seno del Padre, ocurre el segundo acontecimiento, cuando el Hijo de Dios está ante tí y te hace conocido para tí mismo. Entonces tú, también, dirás: “Yo soy la raíz y la descendencia de David.” Pues, saliendo del ropaje que has vestido a lo largo de tu viaje en el mundo de muerte, tú eres David, ¡el único Hijo engendrado de Dios!

No hay otro camino de vuelta al darse cuenta de ser Dios Padre, pues Él literalmente se convirtió en tí para que tú puedas convertirte en Dios. Se nos ha dicho que Jesucristo es el Hijo de Dios, sin embargo es él quien afirma: “Yo y mi Padre somos uno.” Él que me envió ha visto al Padre. Afirmar ser el Hijo que es el Padre es una paradoja; sin embargo es resuelta cuando tú te das cuenta de que el Hijo – salido del Padre – sigue siendo el Padre, pero está restringido por la encarnación.

Dios Padre toma en sí mismo la forma de un esclavo, y – convirtiéndose en el Hijo – es obediente hasta la muerte, incluso la muerte en la cruz del Hombre. Ésta la viste Dios, mientras se mueve de un estado a otro, a otro de lo que el mundo llama muerte, hasta que Dios experimenta el único plan definido para regresar a Sí mismo – el Padre. Así que la Navidad marca, no la encarnación de Dios, sino el nacimiento del hombre como Dios.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es
CHRISTMAS: MAN'S BIRTH AS GOD (Neville Goddard 12-13-1968)




martes, 13 de diciembre de 2011

ELECCIÓN –– LIBRE ALBEDRÍO - Neville Goddard

ELECCIÓN – LIBRE ALBEDRÍO

La creación está terminada y tú tienes libre albedrío para elegir el estado que vas a ocupar. Por lo tanto, es importante determinar las ideas en las que basas tu manera de pensar. Cualquier concepto que sea aceptado como verdad se exteriorizará en tu mundo externo. Elegir en lo que vas a enfocar tu atención es la única libertad que puedes ejercer. Una vez que un pensamiento es aceptado y cargado con sentimiento, el poder creativo interior procede a exteriorizarlo.

Tanto si tus asunciones son conscientes como inconscientes dirigen toda acción para su cumplimiento. Es una ilusión que, además de asumir el sentimiento del deseo cumplido, puedas hacer algo para ayudar a su realización. Tu propia maravillosa imaginación humana determina los medios que usará para llevar tus asunciones a su realización.

Cada uno de nosotros está sujeto a un mar de ideas. Escuchamos la radio, vemos las noticias en la televisión, o escuchamos algún chisme. Si lo que observamos provoca una emoción, hemos reaccionado y, con ello, plantado una semilla que germinará en algún momento futuro. Los pensamientos no se alejan hacia el pasado, sino que avanzan hacia el futuro para confrontarnos de modo que podamos ver lo que hemos plantado, ya sea con sensatez o imprudentemente.

Hay un ejercicio que merece el esfuerzo y es al levantarte por la mañana imaginarte al final de tu día, habiendo logrado todo lo que querías y sintiéndote feliz y contento. Si hay una situación que te encontrarás más adelante en el día y que es de tu interés, dedica unos momentos a imaginar el desenlace que deseas experimentar. Estas actividades imaginarias avanzarán entonces hacia tu futuro para revelar la cosecha que tan sabiamente plantaste.

~Neville Goddard



Traducido por Manu LDA
Tomado de Rare Lectures by Neville Goddard




miércoles, 7 de diciembre de 2011

EL DESEO - Neville Goddard

EL DESEO

El deseo es un regalo de Dios. Al hombre no se le pide hacer nada más que aceptar el regalo simplemente dando gracias por la realidad invisible antes de observarla en su mundo exterior. A través del deseo, Dios nos invita a elevar nuestra conciencia a niveles cada vez más altos de conciencia.

Durante nuestro viaje a través de este sueño de la vida, es necesario experimentar todos los estados posibles para que así podamos regresar como Dios, el Padre, pero mejorado por haber experimentado tanto lo bueno como lo malo. El deseo de hacer más, ser más y tener más de lo que actualmente estás expresando es el impulso para la expansión.

Puedes preguntar si un deseo de matar o herir a alguien puede ser inspirado por Dios. La respuesta es que ningún hombre desea en realidad matar o hacerle daño a otro. Él puede desear ser libre de ese aparente otro y, a través de su limitada comprensión, siente que la única manera en que puede lograr esa libertad es destruyendo al otro. El hombre no se da cuenta de que el deseo de libertad contiene en sí mismo el poder y los medios para realizarse. Debido a su falta de fe, el hombre distorsiona estos regalos de Dios. No se da cuenta de que Dios, la sabiduría y el poder en su interior, tiene caminos que él, como hombre, no conoce y esos caminos son inescrutables.

Aprende a ser agradecido por los deseos que te han sido dados. Ellos ya existen y están listos para encarnarse en tu mundo. No se te pide hacer nada para ayudar a que se realicen excepto liberar tu mente de cualquier duda en cuanto a la forma en que se producirán y aceptarlos completamente como si fueran un regalo de un ser querido.

~Neville Goddard



Traducido por Manu LDA
Tomado de Rare Lectures by Neville Goddard




viernes, 2 de diciembre de 2011

Extracto del libro “Imaginación Despierta”, pág. 14

Extracto del libro “Imaginación Despierta”, pág. 14

El mundo presenta diferentes apariencias según difieran nuestros estados de conciencia. Lo que vemos cuando estamos identificados con un estado no podemos verlo cuando ya no estamos unidos a él. Por estado se entiende todo lo que el hombre cree y acepta como verdad. Ninguna idea presentada a la mente puede realizarse a menos que la mente la acepte. Depende de la aceptación, el estado con el que estamos identificados, cómo las cosas se presentan. En la fusión de la imaginación y los estados se encuentra la formación del mundo tal como se muestra [ante nosotros]. El mundo es una revelación del estado con el que la imaginación se funde. El estado desde el que pensamos determina el mundo objetivo en el que vivimos. El hombre rico, el pobre, el bueno, el ladrón, son lo que son en virtud de los estados desde los cuales ellos ven el mundo. De la distinción entre estos estados depende la distinción entre los mundos de estos hombres. Individualmente tan diferente es este mismo mundo. No son las acciones y el comportamiento del buen hombre que deberían armonizar sino su punto de vista. Los cambios externos son inútiles si no se cambia el estado interno. El éxito no se logra por imitar las acciones externas del exitoso sino mediante correctas acciones y conversaciones internas.

Si nos separamos de un estado, y podemos hacerlo en cualquier momento, las condiciones y circunstancias que resultaron de esa unión se desvanecen.

Fue en el otoño de 1933 en la ciudad de Nueva York que acudí a Abdullah con un problema. Él me hizo una simple pregunta, “¿Qué es lo que quieres?” Yo le dije que me gustaría pasar el invierno en Barbados, pero que estaba arruinado. Yo, literalmente, no tenía un centavo.

“Si te imaginaras estar
en Barbados,” dijo, “pensando y viendo el mundo desde ese estado de conciencia en lugar de pensar acerca de Barbados, tú pasarías el invierno allí. No debes preocuparte por las formas y los medios para ir allí, porque el estado de conciencia de estar ya en Barbados, si es ocupado por tu imaginación, creará los medios más adecuados para su realización.”

El hombre vive comprometiéndose con estados invisibles, fusionando su imaginación con lo que él sabe que es distinto a sí mismo, y en esta unión él experimenta los resultados de esta fusión. Ningún hombre puede perder lo que ha conservado al separarse del estado donde las cosas experimentadas tienen su vida natural.

“Debes imaginarte exactamente en el estado de tu deseo cumplido,” me dijo Abdullah, “y quedarte dormido viendo el mundo desde Barbados.”

El mundo que describimos por observación tenemos que describirlo relativo a nosotros. Nuestra imaginación nos conecta con el estado deseado. Pero tenemos que usar la imaginación con maestría, no como un espectador pensando en el final, sino como un participante pensando desde el final. Tenemos que estar allí en la imaginación realmente. Si hacemos esto, nuestra experiencia subjetiva se llevará a cabo de manera objetiva.

“Esto no es mera fantasía,” dijo él, “sino una verdad que puedes probar por experiencia.”

Su apelación a
entrar en el deseo cumplido era el secreto de pensar desde el final. Cada estado ya está ahí como “mera posibilidad” siempre y cuando pienses en él, pero es tremendamente real cuando piensas desde él. Pensar desde el final es el camino de Cristo.

Empecé justo ahí y luego [comencé a] fijar mis pensamientos más allá de los límites de los sentidos, más allá de ese aspecto al que mi estado presente daba existencia, hacia la sensación de estar ya
en Barbados y ver el mundo desde ese punto de vista.

Él enfatizó la importancia del estado
desde el que el hombre ve el mundo cuando se está quedando dormido. Todos los profetas afirman que la voz de Dios se oye por el hombre principalmente en sueños.

“En un sueño, en una visión de la noche, cuando el sueño profundo cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre su lecho; entonces él abre los oídos de los hombres y sella sus instrucciones.” [Job 33:15:16]

Esa noche y durante varias noches después de eso me quedé dormido en la asunción de que yo estaba en la casa de mi padre en Barbados. Al cabo de un mes recibí una carta de mi hermano diciendo que tenía un fuerte deseo de tener a la familia junta en Navidad, y pidiéndome que usara el billete de barco adjunto para ir a Barbados. Dos días después de recibir la carta de mi hermano navegué, y pasé un invierno maravilloso en Barbados.

Esta experiencia me ha convencido de que el hombre puede ser cualquier cosa que quiera si hace habitual la concepción [de su deseo] y piensa
desde el final. También me ha demostrado que ya no puedo excusarme echándole la culpa al mundo de las cosas externas – que mi bien y mi mal sólo dependen de mí, que depende del estado desde el que veo el mundo cómo las cosas se presentan.

~Neville Goddard



Traducido por Manu LDA
Tomado del libro Awakened Imagination, pág. 14
Copyright © 1954 Neville




jueves, 1 de diciembre de 2011

LA IMAGEN PERFECTA (Neville - 11 de abril de 1969)

Neville Goddard (11 de abril de 1969)


LA IMAGEN PERFECTA



Él es nuestra paz, quien a ambos nos hará uno derribando el muro de la hostilidad, para que pueda crear en sí mismo a un nuevo hombre en lugar de los dos, trayendo así paz.” Este ser de paz es una persona, no una doctrina o filosofía. Él es una persona que derriba el muro de la hostilidad entre el tú que está sentado aquí y tu verdadera identidad, que es un hijo de Dios, uno con su Padre.

Ahora, una señora escribió diciendo: “Me vi radiantemente perfecta en una visión, sin embargo, sabía que éramos dos. Recordando las palabras 'Sed perfectos', sabía que al mismo tiempo no lo era, pero ahora mi reflejo presente es uno de perfección. Luego me desperté, salí de la cama y tropecé en la puerta, entonces perdí los estribos y les grité a mis hijos por verter jabón sobre mi bonita alfombra limpia. Así que debe haber sucedido en alguna otra dimensión de mi ser, pues desde luego yo no soy perfecta aquí.” Ella está en lo cierto. Mientras llevamos estas vestimentas de carne y sangre, perdemos la paciencia, corremos hacia las puertas y hacemos todas las cosas que la gente hace aquí. ¿No fue el perfecto, el hombre modelo, quien llamó a Herodes “ese zorro”, y a los escribas y fariseos “sepulcros blanqueados, hermosos por fuera pero llenos por dentro de hipocresía e iniquidad”? Mientras estás aquí, encerrado en tu cuerpo de carne y sangre, ciertamente perderás la paciencia. Tal vez no como lo hiciste antes de que fueras perfecto, pero sí hasta cierto grado en tanto continúes aquí.

Ahora, ¿cómo el que es nuestra paz derriba el muro de la perdición y hace de nosotros dos uno? Cumpliendo su deseo primordial, que era: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza.” Dios se quedó dormido a su verdadera conciencia y comenzó una buena obra en ti, que llevará a termino el día de Jesucristo – que es descrito como siendo la imagen perfecta de Dios, el que refleja e irradia la gloria de Dios. Cuando su buena obra esté terminada en ti, entonces tú – la imagen – serás superpuesto sobre él, y te conocerás como el Padre. Sólo hay Dios en el mundo. Habiendo tomado sobre sí la limitación del hombre (como tú eres) él está trabajándote a su imagen desde dentro. Y cuando tú – el hecho, seas tan perfecto como él – el Hacedor, surges como único hombre, mejorado a causa de la experiencia de hacer una imagen que irradia y refleja tu gloria. De modo que su visión era perfecta, basada toda en las escrituras.

Hay otra hermosa [visión]. Esta señora dijo, “Me encontré en un bosque, sentada en el suelo [con la espalda] apoyada en un árbol, cuando oí una voz llamando, 'Padre, Padre', pero no respondí, porque no quería ser descubierta. De pronto apareciste tú, vestido como un pastor, y me dijiste: '¿Por qué no me contestas? Te he estado buscando.' Y yo respondí: 'Tú estás siempre buscándome y encontrándome, a pesar del hecho de que el Buen Libro dice que puedo descansar en el Sábado.' Entonces me miraste y dibujaste la sonrisa de un padre indulgente; sin embargo, por extraño que parezca, yo – muy femenina – sentí que yo era el padre.”

En el capítulo 4 de Gálatas se dice: “Cuando hubo llegado el momento plenamente, Dios envió el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, clamando: '¡Abba! ¡Padre!'” Pero el Padre, profundamente dormido en el hombre, no quiere ser encontrado, aunque el Hijo siempre está llamando: “Despiértate, ¿por qué duermes, Oh Señor? ¡Despierta!” Y cuando aquel que es llamado el Hijo de Dios despierta a la Paternidad, es enviado al mundo para despertar a sus hermanos, pero encuentra que ellos todavía quieren posponer el día del despertar, queriendo aún aferrarse a estas pequeñas prendas de carne y sangre. Pero yo siempre te encontraré y no te dejaré descansar, pues “En verdad, en verdad os digo, que los muertos oirán la voz del hijo de Dios y los que la oigan vivirán.” Esta señora oyó la voz y la reconoció, por lo que no está lejos de despertar. Enviado como pastor, el hijo de Dios hace la voluntad del Padre llamando al Padre (en el hombre) para que despierte y se levante de entre los muertos.

Dios entró en este mundo con el único propósito de hacerte perfecto como él es perfecto. Cuando su trabajo esté terminado, él se superpondrá a esa imagen y ellos serán perfectamente uno. Esta señora supo que ella era perfecta. Recordó las palabras: “Sed perfectos.” La frase completa es: “como vuestro Padre celestial es perfecto.” Sí, sed perfectos para entonces llegar a ser uno con vuestro Hacedor; despertad de este sueño de la vida y resucitad de este mundo de muerte a un mundo de vida eterna. Sin la resurrección padecerías circuitos infinitos, repitiendo los mismos estados una y otra vez. Pero después de moverte alrededor del círculo innumerables veces, se forma la imagen perfecta, sacándote del círculo para entrar en una espiral y subir como la persona que lo creó todo.

Puedes unirte a todas las doctrinas, firmar todos los contratos entre personas y naciones; sin embargo, no conocerás la perfección hasta que Él (en ti) te encuentre perfecto y los dos en ti se conviertan en uno. Así que aquel que es tu paz te hará uno con él derribando el muro divisorio de la hostilidad. Luego, sin contárselo a los demás caminarás sabiendo quién eres en realidad. Si se lo cuentas al mundo, ellos sólo se reirán de ti porque – mientras estés en este mundo, como mi amiga que tuvo la visión – correrás hacia una puerta y perderás la paciencia. Cada uno está aquí para un propósito definido, que se desvela a través de revelaciones, dando así propósito a toda la vida. Sin propósito, ¿qué tiene el mundo que ofrecer? Si poseyeras todo lo que pudieras comprar con dinero, si tuvieras todo el dinero necesario para vivir cómodamente – y tu alma es llamada, ¿qué importaría?

El mundo puede llamarte muerto, quemar tu cuerpo y esparcir tus cenizas, pero tú eres inmortal y no puedes morir. En lugar de estar muerto, te encuentras en un mundo igual que este, caminando mentalmente por las mismas vías una y otra vez. O quizás no experimentarás las mismas situaciones, pero tu mundo será igual de sólidamente real. Volverás a [ser] una hermosa forma de veinte años de edad, a casarte y envejecer, y perderás la paciencia cuando te golpees con una puerta – hasta que tu imagen sea tan perfecta que sea superpuesta sobre su Hacedor. Luego de ti depende conocerte como el único cuerpo, el único Espíritu, el único Señor, el único Dios y Padre de todo. Ese es el gran cuerpo viviente del Señor Resucitado. Parece increíble, pero es cierto. Estás destinado a conocerte como el creador del mundo. Estás destinado a participar en la unidad de ese único cuerpo, ese único Espíritu, ese único Señor, ese único Dios y Padre de todo. Lo sé, porque lo he experimentado. Fui enviado de regreso para contar mis experiencias con la esperanza de que aquellos que están a punto de moverse al mismo cuerpo, como el mismo Espíritu, puedan oír mis palabras y ser alentados por ellas.

Pablo hace la declaración: “Me presento ante vosotros en el juicio por la esperanza en la promesa que Dios hizo a nuestros padres. Oh Rey Agripa, ¿por qué debería parecer increíble para cualquiera de vosotros que Dios resucitó a los muertos? ¿No es esta la promesa a nuestros padres?” Busca en las escrituras y encontrarás que la promesa fue hecha en el capítulo 46 del Génesis. “El Señor habló a Israel en visiones de la noche diciendo, 'Jacob, Jacob.'” (Como sabes, el nombre de Jacob fue cambiado a Israel que significa “un hombre que gobierna como Dios porque sabe que él es Dios.) Jacob responde, “Aquí estoy”, y el Señor dijo, “Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas descender a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación. Yo bajaré contigo a Egipto y también te sacaré de nuevo.” Egipto no es un pequeño lugar en el norte de África; este mundo de muerte es Egipto, donde todo aparece, crece, mengua y desaparece. He bajado a Egipto contigo y voy a cumplir mi promesa y sacarte. Cuando este mundo estaba llegando a su fin, Pablo se encadenó ante el príncipe cuyo reino estaba desapareciendo; pero no podía renunciar a él, y dijo: ¿”Por qué crees que es increíble que Dios resucite a los muertos?” y el rey no pudo responder.

Te digo: Dios literalmente asumió las debilidades y limitaciones de la carne, con el fin de conocerte y hacerte a su imagen. Y cuando esa imagen sea perfecta como Él es perfecto, no serás ya dos sino uno. Entonces despiertas del sueño de la vida y asciendes a tu verdadero ser, llamado el reino de los cielos. Nuestra comunidad está en el cielo y somos residentes en esta extraña tierra donde estamos esclavizados. Pero ten fe y pon tu esperanza completamente en ese momento del tiempo cuando la imagen sea perfecta. Entonces se desvelará dentro tuyo para revelarte como el ser que lo hizo. Aunque tú eres el hecho, eres el Hacedor; pues el Hacedor derriba el muro de hostilidad entre ti, haciéndoos a ti y a Él uno. Entonces regresas a tu estado celestial como el que descendió, pero grandemente mejorado debido a tu viaje a Egipto.

Habiéndome impuesto a propósito esta limitación sobre mí mismo, sentí como si estuviera hablando con otro, pidiéndole cosas y dándole las gracias por su cumplimiento. Ahora no tengo sentido de otro. Me siento solo como el que me formó a su semejanza; pues cuando desperté Él y yo no éramos dos nunca más, sino uno. Esta señora me vio vestido como un pastor. Ella vio correctamente; pues aunque el Padre y el hijo son uno, es el Espíritu de su hijo quien es enviado al corazón, clamando: “Padre, Padre.” Ella oyó el grito y supo que ella no era sólo Hombre, sino un padre; sin embargo en este mundo ella es una gran dama. Ella escuchó mi llamado, pero no queriendo ser molestada no respondió; pero puedo decirte, el Hijo de Dios nunca dejará descansar al Padre. Él está siempre llamando: “¡Despierta dormilón! ¿Por qué duermes, Oh Señor?” Pero el Padre en ti no puede despertar hasta que haya completado su trabajo. Él lo comenzó en ti y lo llevará a su cumplimiento en el día de Jesucristo.

Ese día, la imagen de Dios mismo es formada en ti, y te despiertas para expresar esa imagen irradiando y reflejando la gloria de Dios. Noche tras noche yo estoy clamando y clamando al Padre en todos; y aquellos que oigan mi voz empezarán a despertar del sueño de la vida y comenzarán su viaje de vuelta al ser que eran antes de que el mundo fuera, para encontrarse siendo más gloriosos, más maravillosos, de lo que eran cuando descendieron.

Esta noche algunos amigos están aquí que no me han oído hablar en muchos años. Cuando estuvieron conmigo la última vez yo estaba hablando sólo de la ley, puesto que la promesa no se había cumplido en mí. Así que por su bien dejadme decir: la promesa es la ley en un nivel más alto, y la ley es muy simple.

Hay un número infinito de estados. El estado de salud, el estado de enfermedad, el estado de riqueza, el estado de pobreza, el estado de ser conocido, el estado de ser desconocido – todos son sólo estados y todo el mundo está siempre en un estado. Todos tenemos un estado en el que nos sentimos muy cómodos, por lo que regresamos a él momento tras momento. Ese estado constituye nuestra morada. Si no es un estado agradable, siempre podemos salir de él. Cómo se hace esto es el secreto que compartiré ahora con vosotros. Todos los estados son mentales. No puedes sacarte de tu estado presente tirando de cuerdas en el exterior. Tienes que ajustar mentalmente tus pensamientos para que procedan del estado deseado, todo dentro de ti mismo. Caíste en tu estado actual ya sea de manera deliberada o involuntariamente; y porque tú eres su vida, el estado empezó a tomar vida y a crecer como un árbol, produciendo su fruto que a ti no te gusta. Su fruto puede ser el de pobreza, o angustia, pena o dolor.

Hay todo tipo de frutos desagradables. Pero tú puedes separarte de tu cosecha desagradable haciendo un ajuste en tu imaginación humana. Pregúntate lo que te gustaría cosechar. Cuando sepas lo que es, pregúntate cómo te sentirías si tu deseo estuviera listo para ser cosechado ahora mismo. Cuando conozcas el sentimiento, trata de atraparlo. En mi propio caso me resulta más fácil capturar el sentimiento imaginando que estoy con gente que conozco bien y que ellos me están viendo como lo harían si mi deseo fuera ahora un hecho. Y cuando la sensación de realidad me posee, me quedo dormido en esa asunción. En ese momento he entrado en un estado. Ahora, debo hacer ese estado tan natural como hice mi estado presente. Conscientemente debo regresar a mi nuevo estado constantemente. Debo sentir su naturalidad, como la de mi propia cama por la noche. Al principio mi nuevo estado parece poco natural, como si llevara un nuevo traje o sombrero. Aunque nadie sabe que tu traje es nuevo, eres tan consciente de él que crees que todo el mundo está mirándote. Estás consciente de su forma y de su sensación hasta que se vuelve cómodo. Lo mismo sucede con tu nuevo estado. Al principio eres consciente de su rareza; pero llevándolo regularmente, el nuevo estado se vuelve cómodo, y su naturalidad causa que tú constantemente vuelvas a él, haciéndolo así real.

Ahora bien, la mayoría de nosotros, sabiendo lo que queremos, lo construimos en nuestro ojo mental, pero nunca lo ocupamos. Nunca nos movemos al estado y permanecemos allí. Yo llamo a esto construcción perpetua, ocupación aplazada. Podría soñar con poseer una casa hermosa y esperar ir allí un día; pero si no la ocupo ahora, en mi imaginación, lo pospongo para otro día. Puedo desear que mi amigo tenga un trabajo mejor. Puedo imaginarle teniéndolo; pero si no ocupo ese estado creyendo que él ya está ahí, meramente he construido el estado para él pero no lo he ocupado. A lo largo del día puedo desear que él o ella sean diferentes, pero si no entro en el estado y les veo desde él, no ocupo el estado, por lo que permanecen en el estado desagradable relativo a mí. Este es el mundo en el que vivimos.

No puedes concebir una cosa que no sea parte de un estado, pero la vida de cualquier estado está en el individuo que lo ocupa. No puede dársele vida a un estado desde fuera, porque el nombre de Dios es “Yo soy”. No es “Tú eres” o “Ellos son”. ¡El nombre eterno de Dios es Yo Soy! Esa es la vida del mundo. Si quisieras darle vida a un estado, debes estar en él. Si estás en un estado hermoso, amable y gentil, estás viendo a los otros hermosamente, viviendo con gracia, y disfrutando la vida al máximo.

Ahora, para hacer ese estado natural, debes ver a cada uno en tu mundo como hermoso, amable y gentil. Otros pueden no verles en esa luz, pero realmente no importa lo que ellos piensen. Estoy bastante seguro de que si hiciera una encuesta sobre lo que la gente piensa de mí, no habría dos que estuviesen de acuerdo. Algunos dirían que soy un impostor, mientras que otros dirían que soy la cosa más cercana a Dios. Encontraría una gama extendiéndose desde el diablo hasta Dios, todo basado en el estado en que la persona se encuentra cuando le piden que me defina.

Puedes ser lo que quieras ser si conoces y aplicas este principio, pero tú eres el poder operante. No opera por sí mismo. Puedes conocer la ley de la A a la Z, pero conocerla no es suficiente. El conocimiento debe ser llevado a la acción. “Yo soy” es el poder operante en ti. Pon tu conciencia en el centro de tu deseo. Persiste, y tu deseo se objetivará. Aprende a usar la ley, porque hay un largo intervalo entre la ley y la promesa. Los que me han oído antes de 1959 no están familiarizados con mis experiencias desde entonces, y mis palabras pueden pareceros extrañas. No puedo negar la ley, porque no he venido a anular la ley y los profetas, sino a cumplirlos. Esto he hecho.

Os he dicho que en la resurrección, el Hombre está por encima de la organización de sexos, y ese Hombre puede cambiar su sexo a voluntad. Esta semana recibí una carta hablando de una visión que da testimonio de la verdad de esta afirmación. Este señor está casado con una chica encantadora y es en todo un hombre, sin embargo esta es su experiencia. Él decía, “Me encontré tumbado en una cama sintiéndome como si fuera una mujer. Deseando a un hombre de ascendencia oriental y piel olivácea, asumí que lo había encontrado. Al instante apareció y, aunque no se realizó ningún acto, sentí la emoción de imaginarlo y del cumplimiento instantáneo de mi acto imaginario. Entonces me desperté.” La visión de este hombre verifica lo que os he estado contando: que en la resurrección el Hombre cambia su ropaje sexual a voluntad, y estando por encima de la organización de sexos, no necesita la imagen divina de hombre/mujer para crear. Creo que su visión es maravillosa. Cuando regresó a este mundo, él estaba sorprendido por la experiencia; pero os digo a todos: estáis destinados a saber que sois cada ser del mundo, ¡sin excepción!

Al igual que esta señora que es tan femenina, respondiendo cuando un pastor la llamó “padre”. Aunque no quería responder a mi llamada, ella sabía que yo siempre la encontraría. Siempre lo haré, porque yo – la Palabra de Dios – fui enviado como el hijo de Dios, y no voy a retornar a mi padre vacío. Debo traer de vuelta ese propósito por el cual él me envió. Agité el sentimiento de la paternidad de Dios en ella, y traeré de vuelta conmigo a aquellos que mi padre me dio.

Pero mientras estés en este mundo del César es importante que domines la ley. Piensa de cada uno como representando un estado. No hay tal cosa como un hombre bueno o un hombre malo, sólo estados buenos o malos como tú los concibas que son; pero el ocupante de cada estado es Dios. Blake dijo en su “Visión del Juicio Final”: “En esto será visto que yo no considero que ni el justo ni el malvado están en un estado supremo, sino a cada uno de ellos estados del sueño en que el alma puede caer en sus sueños mortales de bien y mal cuando abandona el Paraíso siguiendo a la serpiente.” Identifícate con un estado y eres considerado por los demás bueno o malo; pero tú sólo estás en un estado. Esta noche si estás desempleado, o encuentras difícil obtener un ascenso en tu trabajo actual, recuerda: la solución a tu estado actual ¡sigue siendo un estado!

Espero haber dejado claro como moverse a estados. Se hace a través del acto de asumir con sentimiento y persistencia. Asume salud. Sitúate en su centro y vístete con su sentimiento. Persiste en reclamar un cuerpo sano y una mente sana, y tu asunción se solidificará en un hecho mientras penetras y objetivas el estado de salud.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Manu LDA
La conferencia original en inglés es THE PERFECT IMAGE (Neville 04-11-1969)




lunes, 28 de noviembre de 2011

SE OBSERVADOR - Neville Goddard

SÉ OBSERVADOR

La importancia de observar objetivamente tus pensamientos no puede ser enfatizada lo suficiente. Es fácil caer en los patrones de pensamiento que pueden dificultarnos el logro de nuestros deseos. Entonces se hace fácil culpar a otros o atribuir nuestras frustraciones a causas secundarias.

Siendo una persona bastante impaciente, por lo general estoy ansioso por llegar casa después del trabajo y en particular me desagrada tener que hacer cola. Empecé a darme cuenta que no importa qué hora elija para comprar algunos artículos en el supermercado, encontraría problemas al pasar por caja tales como las comprobaciones de precios necesarias, personas extendiendo cheques que tienen problemas para localizar su identificación, y otros varios tipos de retrasos. Me encontré temiendo estas ocasiones, y quería hacer algo sobre estas situaciones molestas.

Cuando empecé a observar mis pensamientos encontré que, mientras hacía cola, me decía a mí mismo, “Siempre tengo que esperar”. Entonces me di cuenta de que esas declaraciones hechas una y otra vez habían creado lo que yo no quería experimentar. Conscientemente cambié esa declaración a, “No importa cuándo me detengo en el supermercado, nunca tengo que esperar”. Por supuesto, esa nueva declaración ha funcionado tan bien como la negativa.

A medida que empieces a observar tus pensamientos no te desanimes si encuentras que tus conversaciones internas no armonizan con la forma en que deberías sentirte si hubieras logrado tu meta. En primer lugar debes tomar conciencia de lo que estás haciendo con tu poder creativo antes de que puedas empezar a cambiarlas.

Te pido que vayas a la “casa del alfarero” y veas lo que estás haciendo.

Si la vasija está deforme, entonces rehazla en el tipo de vasija que sería de tu agrado.

A medida que empieces a observar tus pensamientos no podrás evitar darte cuenta de que solamente tú eres la causa de todo lo que llega a tu mundo. Sólo tú puedes cambiarlo.

~Neville Goddard



Traducido por Manu LDA
Tomado de Rare Lectures by Neville Goddard




viernes, 18 de noviembre de 2011

CAMINA SOBRE EL AGUA (Neville - 20 de junio de 1968)

Neville Goddard (20 de junio de 1968)


CAMINA SOBRE EL AGUA



La Biblia está dirigida al Hombre de Imaginación, el cual es inmortal y no puede morir. “El Cuerpo Eterno del Hombre es la Imaginación, que es Dios mismo. El Cuerpo Divino, Jesús, nosotros somos sus miembros.” (William Blake)

Ted Kennedy recientemente hizo un elogio a su hermano, en el que citaba un pasaje de George Bernard Shaw. El pensamiento era este: “Algunos hombres ven las cosas como son y dicen, ¿Por qué? Yo sueño con las cosas que nunca fueron y digo, ¿Por qué no?” Cuando tú piensas en tu nacimiento en este mundo como un acto de Dios, ¿puede algo ser imposible para Dios? No sabiendo cómo o por qué estás aquí, pecas contra el Espíritu Santo cuando te atreves a poner un límite ¡al poder que te trajo aquí! No hay otro pecado contra el Espíritu Santo que la creencia del hombre en que algo es imposible ¡para su propia maravillosa imaginación humana! ¡Quiero que vayas a por todas! No pongas límite al poder creativo de Dios. Imagina lo que es inimaginable y camina sobre el agua, a través de la fe.

El agua simboliza tu aceptación de la vida como psicológica, y su drama que tiene lugar en la imaginación. Cuando dejas de excusarte a tí mismo o a cualquiera por las experiencias de la vida, y comienzas a reorganizar la estructura de tu mente para sentir que tu deseo está cumplido, estás caminando sobre el agua. Las Escrituras hablan de la piedra, el agua y el viento. Acepta los hechos de la vida y estás caminando sobre piedra. Cambia los hechos en tu imaginación, y los has convertido en verdad psicológica, la cual entonces se vuelve una experiencia espiritual. Cuando vives por este principio, estás caminando sobre el agua, hacia tu nacimiento del más allá.

Dejadme ahora compartir algunas experiencias de un amigo que practica el arte de caminar sobre el agua. En su carta él decía: “Hay una señora en mi oficina que estaba constantemente hablando sobre la ausencia de hombres elegibles decentes, declarando que eran todos chusma y nada buenos. Hace seis semanas, mientras conducía a casa desde el trabajo, revisé sus palabras. La oí decirme que estaba saliendo con un hombre maravilloso y compartiendo las cosas maravillosas que estaban haciendo. Recientemente esta señora estaba tan sombría que yo me acordé de revisar sus palabras otra vez, así que lo hice. Ayer ella estuvo veinte minutos hablándome del perfecto caballero con el que ahora está saliendo. Él debe ser tremendo, pues esta señora está ahora andando en éxtasis.”

Luego continuaba diciendo: “Un socio me pidió escribir una nueva revisión para su cliente. Recogí todo el material que podría necesitar, lo puse en una carpeta y lo coloqué en mi escritorio, que estaba con una pila alta de trabajo pendiente. Entonces un viernes mi socio dijo: 'Mi cliente quiere verme el próximo lunes a las 9:00 A.M. en su oficina', y me dí cuenta de que debía producir la nueva revisión en ese tiempo. Inmediatamente me senté e imaginé que eran las 5:00 P.M. Mi revisión fue completada, leída por mi socio y aprobada. Le oí decir: 'Esto está bien'. Satisfecho con esa escena como mi resultado final, localicé la carpeta, me senté en mi máquina de escribir y escribí cuatro páginas, como fluyendo todo sin problema. A las 5:00 de esa tarde mi socio se detuvo en mi oficina, leyó la relación y dijo las palabras exactas que yo le había oído decir en mi imaginación: 'Esto está bien.'”

Cuando realmente crees que imaginar crea la realidad, sabrás que no hay ficción. ¿Cómo puede haber ficción cuando la imaginación está siempre creando su realidad? Puedes oír algo que no te gusta, pero a causa de que imaginar crea la realidad lo que oyes fue primero imaginado, o no hubiera sucedido. Cuando revisas lo oído deteniendo la acción y reescribiendo el guión estás caminando sobre el agua, imaginando la realidad que deseas oír y que aparezca en tu mundo.

Mi amigo continuó su carta, diciendo: “Hay ciertas cosas en mi vida que yo no entiendo. El domingo pasado, mientras mi mujer, nuestro hijo más pequeño y yo estábamos plantando flores de verano, me dí cuenta de que estaba experimentando – en detalle – lo que yo había soñado sucediendo el invierno pasado. En aquel momento pensé que el sueño debía haber sido simbólico, pero no conociendo el simbolismo de las flores, lo abandoné. Ahora no entiendo la relación entre un sueño nocturno – que yo no controlaba, y el plantado del domingo pasado – que yo controlaba.”

Cada evento en la vida contiene dentro de sí mismo algo más allá de su experiencia física. Las flores simbolizan el crecimiento de los plantados. Durante el invierno, cuando nada crece, él plantó semillas, que cosechará no sólo en el mundo del César, sino también en el mundo del espíritu, como todos nosotros hacemos. Yo te insto ahora a utilizar tu imaginación y caminar sobre el agua. Planta las semillas de deseo en la profundidad de tu alma y permíteles florecer en la tierra. Si no ves su cosecha inmediatamente, cree que lo hiciste, pues vendrá lo reconozcas o no. Y no peques contra el Espíritu Santo diciendo que algo es imposible, pues Dios es tu propia maravillosa imaginación humana y nada es imposible de imaginar.

Cuando alguien te dice algo, aunque puedes negar su verdad o posibilidad, debes imaginar a fín de entender sus palabras. A menos, por supuesto, que hablen en una lengua extraña, entonces todo es un sin sentido. Como Pablo dijo: “Hablaría mejor cinco palabras con entendimiento, que diez mil palabras que no se pueden entender.”

No pienses en las razones por las que no puedes tener tu deseo; ¡simplemente piensa que ya lo tienes! Si te dices a tí mismo que no es posible, estás pecando contra el Espíritu Santo.

No conozco ninguna limitación al poder de Dios. David es descrito en el Libro de Samuel como rubio, con bellos ojos y limpia piel. Si juzgas por las apariencias, entonces ciertas razas podrían ser excluídas – pero David no es de este mundo. David es el que surge en nosotros a causa del descenso de la semilla de Dios. Seas caucásico, negro u oriental, Cristo – la semilla de Dios – desciende y se planta en tí. Y cuando la unión entre esa más alta semilla descendente y lo que es sólo un ser animado tiene lugar, eres individualmente elevado a un mundo sobrenatural, donde te conoces a tí mismo como el padre del único hijo engendrado de Dios, David.

Yo te insto a utilizar tu imaginación para todo lo que es amable y amado. No importa cuál pueda ser tu deseo – tu imaginación te lo dará, pues la imaginación humana es el cuerpo divino que el mundo llama Jesús. Porque tú puedes imaginar y yo puedo imaginar, somos miembros de ese cuerpo divino, y todas las cosas son posibles para él. No hay una cosa imposible para Dios. ¡Todo lo que necesitas hacer es imaginar su cumplimiento!

La fe es un experimento que termina como una experiencia. Experimenta creyendo que ya tienes todo lo que deseas, y tendrás la experiencia. Pruébate como mi amigo hizo. El experimentó con el pensamiento de que la señora tenía un maravilloso novio. Entonces la imaginó oyéndola hablarle sobre el nuevo hombre en su vida. Luego su experimento se convirtió en su experiencia. Eres el centro del mundo en el que vives. Un aparente otro es sólo una extensión de tí mismo, pues el centro de tu ser es protéico. Es él el que juega los papeles de todos los aparentes otros. Yo te desafío a experimentar con un nuevo o mejor trabajo, un esposo o esposa, un nuevo coche o casa. No trates de analizar tus deseos o culparte, pues en el momento en que lo haces, descubres innumerables cosas que son desagradables, y en el momento en que son pensadas, son formadas.

Nadie está sin pecado. En algún momento todo el mundo mentalmente ha codiciado o robado. Describe a un hombre en términos poco halagüeños y has robado su buen nombre. Todo el mundo es culpable; por lo tanto no te analices, pues si lo haces errarás el blanco. Preocuparte sobre lo que podías haber hecho es malgastar tu poder creativo. Recogerás la cizaña así como el trigo, ya que cada acto imaginario se cumple. Pero comienza ahora a plantar algo amable – no sólo para tí mismo, sino para tu vecino, amigo o hijo. Enamórate de la idea de que él está feliz y seguro. Siente la satisfacción que viene cuando uno reconoce su cosecha, pues si una cosecha no es reconocida, no hay satisfacción. Pero cuando haces algo conscientemente y ves tu cosecha, recibirás enorme satisfacción.

Prueba que tus pensamientos tienen poder creativo imaginando constantemente, y camina sobre el agua. No importa qué suceda en el transcurso del día, revísalo. Haz el día conforme a lo que tú quieres que sea, y estás caminando sobre el agua.

El Génesis cuenta la historia de Jacob, que vió un pozo cubierto con una piedra. Quitando la piedra, sacó agua para su rebaño. Y cuando puso la piedra otra vez, todo parecía permanecer igual que antes, de modo que nadie supo quien había corrido la piedra y sacado el agua. En el Nuevo Testamento, Jesús realizó su primer milagro llenando las jarras de piedra con agua y sacando vino.

Los hechos ciegan el yo a la imaginación. Yo he venido a curar esta ceguera y a mostrarte cómo quitar los actos de la naturaleza. La mujer en la oficina compartió sus hechos, así como el hombre que fue regañado. Descubriendo que la imaginación es su pozo, mi amigo quitó esos hechos de piedra de su mente, y sacó la verdad que él deseaba oír de su imaginación y la colocó en otra vasija – otro hecho. Vierte agua en cualquier recipiente y no importa qué forma o tamaño la vasija pueda tener. Congela el recipiente y el agua habrá tomado su forma. Así que si quitas la piedra y sacas el agua, puedes colocarla en cualquier forma que desees y se exteriorizará.

No dejes pasar ni un día sin practicar el arte de caminar sobre el agua. Cada vez que utilizas tu imaginación amablemente en nombre de otro, estás haciendo de mediador de Dios con el aparente otro. Así mucha gente utiliza su imaginación poco amablemente, sin embargo están también haciendo de mediadores de Dios con ese otro.

Millones de personas creen que alguien ha echado una maldición sobre los Kennedy. ¿Sabes que tales poderes existen?, porque imaginar crea la realidad. William Butler Yeats una vez dijo: “Nunca estaré seguro de que no fue alguna mujer pisando en el lagar quien comenzó el sutil cambio en la mente de los hombres. O que el apresuramiento con el que tantos países fueron dados a la espada, no empezó en la mente de algún joven pastor, iluminando sus ojos por un momento antes de correr sobre su camino.” Quién sabe quien, esta noche – sintiéndose herido y traicionado por un amigo – pondrá sus pensamientos de cólera y venganza en movimiento, sin ningún pensamiento de arrepentimiento. Quizás él no conoce el arte de perdonar o no tenga el deseo de perdonar, permitiendo así a sus pensamientos moverse y construir y construir hasta que lleguen a su inevitable fín – configurándose en su vida. Pero como George Bernard Shaw dijo: “Algunos hombres ven las cosas como son y dicen, ¿Por qué? Yo veo las cosas que nunca fueron y digo, ¿Por qué no?” Yo te cuento la increíble historia de Jesucristo, el patrón que el hombre debe seguir a fin de escapar a la muerte eterna, y decir, ¿Por qué no?

¿Cómo podemos nosotros quienes nacimos físicamente por la gracia de Dios, pero no podemos hacer crecer un pelo sobre nuestra cabeza o una uña de un dedo, atrevernos a poner un límite al poder de Dios? Si la gracia de Dios nos dió nacimiento físico, ¿no puede ese mismo poder darnos nacimiento espiritual en un mundo más alto? La promesa es: “Naceréis de lo alto.” Si Dios hace tal promesa, tiene el poder para mantenerla. Y lo hace, a través de su regalo de la visión. Nacidos de la carne por un poder más allá de nosotros mismos, estamos destinados a ser nacidos en un mundo espiritual por un poder más allá de nosotros mismos, a causa de la semilla de Dios descendida y unida con nosotros. Ella fue plantada por un acto creativo, y cuando esa semilla es fertilizada, erupciona, el patrón despierta, y nos movemos a una era enteramente diferente. El patrón de Dios ha erupcionado en mí. Estoy contándoos mi historia con la esperanza de que vosotros que la oís la creáis y probéis su verdad por vosotros mismos. Os he hablado de la ley del César, enseñándoos cómo caminar sobre el agua y utilizar esta ley psicológica para cambiar vuestro mundo – no sólo para vosotros mismos, sino para los demás.

Nadie necesita permanecer detrás de la proverbial bola ocho
(1) si conoce esta verdad. No hay necesidad de mendigar o pedir a nadie nada, pues todo vive en la imaginación humana, listo para apropiárselo y ser hecho visible.

Todo el mundo nacerá de lo alto, pues todo el mundo es Dios y no hay nada sino Dios. Nadie puede fallar, pero la historia de Dios debe ser oída y creída. Así que Dios se envía a sí mismo como mensajero, eligiendo a un indivíduo e impregnándolo. La persona puede o no saber lo que está sucediendo, pero en el intervalo de tiempo perfecto el nacimiento tendrá lugar. Todo el mundo aquí es llamado con un propósito. Si no has sido unido con esta semilla – espera, pues es seguro y no será tarde. Hay quienes han sido conscientes cuando recibieron la semilla. Otros no, pero cuando el niño nace ¿importa si el momento de la concepción es recordado o no?

Es todo el cumplimiento de un plan perfecto dentro del cuerpo eterno de Dios, cada uno llenando su orden específico. Hay quienes serán el apóstol, otros el profeta, otros más el profesor, el ayudante y el sanador. Hay diferentes niveles en el cuerpo de Dios, pero no importa, porque en ese cuerpo todos somos uno.

Tómame en serio. Cuando sabes lo que quieres en la vida, construye una escena que implicaría que tu deseo está cumplido. Velo tan claramente como sea posible. Siente su naturalidad. Experimenta hasta que sepas que la escena y todo lo que implica es real. Ahora, en la medida en que creas en su realidad, tu experimento se convertirá en tu experiencia. No te detengas ahí. Sigue imaginando y comparte tus resultados con los demás. Diles cómo liberarse de esta esclavitud al César.

Cuando sabes quién eres realmente no envidiarás a nadie. ¿Cómo podrías, cuando tú sabes que eres Dios, y ellos son sólo tú mismo proyectado fuera? Si mañana, algo viene a tu vida que no está a tu gusto, no lo aceptes, pues este hecho ciega el yo a la imaginación. Elimina la ceguera preguntándote qué te gustaría, en lugar de lo que parece ser. Entra en ese pensamiento. Deléitate en ello como si fuera un hecho. Persuádete de que lo es. Cree en su realidad y se convertirá en tu experiencia.

Ahora entremos en el silencio.


(1) Se utilizaba para dar a entender que se está en una posición difícil y complicada. (Lo que pasa en el billar: si cuelas la bola 8 pierdes, y si estás detrás de ella, te bloquea el tiro y estás en situación comprometida)



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es WALK ON THE WATER (Neville 06-20-1968)




domingo, 13 de noviembre de 2011

APARIENCIAS - Neville Goddard

APARIENCIAS

Lo que ahora te está confrontando en tu mundo es el resultado de tus pensamientos, creencias, sentimientos y actividad imaginaria del pasado. Esas apariencias continuarán existiendo mientras sigas dándoles vida a través de tu atención consciente a ellas. Tienes que ignorar la evidencia de tus sentidos en lo que respecta a cualquier condición indeseable de tu vida. Tienes que imaginar y sentir que ya has logrado lo que quieres experimentar en vez de lo que no quieres que continúe existiendo. Esto puede parecer difícil, sin embargo es probable que hayas ejercido este principio inconscientemente para producir resultados negativos.

Cuando yo contaba con la edad de veintipocos me encontré en una situación que era muy desagradable para mí y quería salir de ella. Después de asistir a una conferencia de Neville esperé para hablar con él más tarde. De manera breve le hablé de mis circunstancias infelices y tenía la esperanza de que me ofreciera algunos consejos sobre como cambiarlas. Él me sonrió y dijo, “No las aceptes”.

En ese momento de mi vida no acababa de entender lo que Neville había estado enseñando. Pensé que había entendido mal mi pregunta, y yo traté de aclarar mi problema diciendo que yo ya había tomado la decisión de estar en la situación que ahora encontraba tan desagradable. Neville sonrió de nuevo y dijo, “No las aceptes”. Me alejé de su presencia muy frustrado, pensando que no había entendido mi problema.

Continué leyendo los dos libros que yo tenía de Neville. Gradualmente entendí que a pesar de las circunstancias que me rodeaban no tenía necesidad de aceptarlas como definitivas. Empecé a imaginar lo que yo quería en lugar de enfocar mis pensamientos en mi entorno negativo.

Un suceso tuvo lugar dos semanas después de que comencé mis actos imaginarios que fue instrumental para traerme cinco meses más tarde lo que era el deseo de mi corazón – un nuevo hogar.

Mientras tanto, la situación que había sido tan deprimente para mí mejoró, y pasé los siguientes cinco meses planificando lo que yo haría en mi nuevo hogar.

Piensa en alguna decepción del pasado que puedas haber tenido. Quizás te quedaste con las ganas de asistir a un evento especial con alguien. ¿En tu anticipación a él, pensaste, “Esto es demasiado bueno para ser verdad, probablemente sucederá algo que lo echará a perder”?

Y probablemente algo sucedió que creó un conflicto o causó que te lo perdieras por completo. El hombre encuentra relativamente sencillo ignorar la promesa de algo bueno pensando en todas las razones por las que no puede lograrlo.

La gente a tu alrededor puede apresurarse a señalar que estás siendo poco realista cuando hablas de un deseo que parece difícil o imposible de alcanzar. Todos deberíamos ser poco realistas delante del ejército de la duda si queremos experimentar nuestro deseo cumplido. Se nos dice que ignoremos los “hechos” que pudieran negar el logro de los deseos de nuestro corazón.

El hábito es la única cosa que mantiene a nuestros pensamientos moviéndose a lo largo de las viejas y negativas rutas familiares.

Nadie puede cambiar tus patrones de pensamiento y, por tanto, tu vida, sino tú.

Merece todo el esfuerzo que pueda requerirse para que te sea posible centrar tu atención y sentir como sería si ya tuvieras lo que quieres en lugar de mantener las cosas como son actualmente. La conciencia es la única causa y la única realidad.

Cada experiencia negativa fue producida por primero darle atención y sentimiento a esa condición. Lo que la conciencia ha hecho la conciencia lo puede deshacer. Tu responsabilidad es imprimir en tu mente el cambio que deseas expresar. Tu imaginación es el poder creativo que puede cumplir y cumplirá el fin sin esfuerzo y de una manera natural.

Las apariencias confirman nuestros antiguos patrones de pensamiento habituales. Lo que te imaginas ser hoy se proyectará en tu mundo mañana. La persistencia en asumir que eres la persona que deseas ser, a pesar de tus circunstancias presentes – [esto] es la única condición impuesta para encarnar ese ideal.

~Neville Goddard



Traducido por Manu LDA
Tomado de Rare Lectures by Neville Goddard




sábado, 5 de noviembre de 2011

CONVERSACIONES INTERNAS - Neville Goddard

CONVERSACIONES INTERNAS

Todos nosotros estamos hablando mentalmente en nuestro interior cada momento de vigilia. Nuestras conversaciones internas tienen que armonizar con el deseo cumplido si queremos realizar nuestro deseo. Si nuestro deseo es obtener un trabajo mejor y nos imaginamos siendo felicitados porque tenemos un empleo muy bien remunerado en un puesto maravilloso, también tenemos que hacer que nuestras conversaciones internas se ajusten a ese fin. Tenemos que estar seguros de que por dentro no estamos diciendo algo como, “Mi jefe no cree en ascender a la gente”, o “A mi edad es difícil encontrar empleo, y menos un trabajo mejor”, o declaraciones similares que implicarían que no tenemos lo que deseamos.

Tenemos que persistir en el sentimiento de nuestro acto imaginario haciendo que nuestras conversaciones mentales se ajusten a lo que diríamos si ya hubiésemos realizado nuestro objetivo.

Si, por ejemplo, nuestro deseo es tener un coche nuevo propio, podríamos imaginar un coche nuevo aparcado en nuestro garaje o imaginarnos conduciéndolo o imaginar a nuestros amigos admirándolo. Luego debemos hacer que nuestras conversaciones internas reflejen el tipo de conversaciones en las que estaríamos involucrados si realmente fuéramos los propietarios de un coche nuevo. Nuestras conversaciones podrían consistir en comentar sobre nuestro coche nuevo con nuestros amigos tal como hablarles del maravilloso rendimiento del combustible que está proporcionándonos, o escuchar a nuestros amigos diciéndonos lo mucho que disfrutan viajando en nuestro nuevo coche, etc.

Nuestras conversaciones internas son tan creativas como nuestra imaginación deliberada del deseo cumplido. De hecho, si son de naturaleza opuesta pueden anular lo que hemos imaginado. Debes vigilar lo que estás diciendo internamente para asegurarte de que estas conversaciones coinciden con tu deseo cumplido. Si llegas a darte cuenta de que estas conversaciones internas contradicen lo que te gustaría lograr, modifícalas de modo que sigan a lo largo de la pista que indicaría que tú ya tienes lo que deseas o ya eres la persona que deseas ser.

~Neville Goddard



Traducido por Manu LDA
Tomado de Rare Lectures by Neville Goddard




martes, 1 de noviembre de 2011

TU HACEDOR (Neville - 7 de enero de 1969)

Neville Goddard (7 de enero de 1969)


TU HACEDOR



Tu hacedor es tu esposo, el Señor de las Huestes es su nombre. Por él todas las cosas son hechas, y aunque él es una actividad no vista dentro de tí, sin él no es hecho nada de lo que es hecho. Yo os pido, como Pablo le pidió a los corintios, que os examinéis vosotros mismos para ver si estáis manteniendo vuestra fe. Que os probéis. ¿No te das cuenta de que Jesucristo está en tí? – a menos, por supuesto, que dejes de cumplir con la prueba. Yo te digo: Jesucristo es un poder dentro de tí, que tú debes encontrar y probar. Pablo no dijo que Jesucristo hace sólo el bien, sino todo – sea bueno, malo o indiferente. Y Blake dijo: “No conozco otro cristianismo ni otro evangelio que la libertad de cuerpo y mente para ejercer las divinas artes de la imaginación. Imaginación, el real y externo mundo en el que viviremos [sic] cuando estos mortales cuerpos vegetativos no sean más. Los apóstoles no conocían otro evangelio.”

Ahora, John Mills define la causalidad como la conjunción de fenómenos, que ocurriendo, algunos otros fenómenos empiezan a aparecer en el mundo. En otras palabras, la causalidad es el conjunto de un estado imaginario que implica el cumplimiento del deseo, cuya sensación lo activará y lo producirá en el mundo.

Y H. G. Wells lo pone de este modo: “A través de las edades, la vida es nada más que una solución continuada a un problema sintético contínuo.” Como muchas veces te has dicho a tí mismo: si sólo tuviera X dólares podría vivir cómodamente, luego aparece la inflación y eres forzado a utilizar tu poder creativo para construir una solución imaginaria a tu nuevo problema.

El Webster define un cuerpo sintético como la recopilación de elementos separados que producen una nueva forma. En este mundo nunca encontrarás permanencia, pues algo penetrará en el estado que estás ocupando ahora y te forzará a concebir una nueva solución. Así es como está hecho. No juzgues el problema – más bien pregúntate cuál podría ser su solución. Supón que estuvieras en la cárcel. La solución sería estar fuera de la cárcel, perdonado y durmiendo en tu propia casa. Así, mientras aún estás enfrentándote con el problema, y durmiendo en tu catre en la cárcel, cerrarías tus ojos a la celda y sentirías que ya estás en casa, como un hombre libre. Entonces quédate dormido permitiendo al hacedor de todas las cosas crear eso que será visto de eso que no aparece.

Hace unos años una señora en mi audiencia de San Francisco se levantó y dijo: “Mi hermano está en el ejército. No sé lo que hizo para provocar su castigo, pero ha sido sentenciado a seis meses de trabajo forzado, y yo quiero que esté libre.” Después de establecer el hecho de que él iría a su apartamento si estuviera libre, la insté a imaginar que él estaba ahí ya. Esa noche esta señora imaginó que oía la campanilla de la puerta. Corriendo escaleras abajo abría la puerta para encontrar a su hermano ahí, un hombre libre. Ella ensayó esa escena una y otra vez hasta que le pareció natural. Una semana después, estando sentada en su apartamento, la campanilla de la puerta sonó. Ella corrió escaleras abajo, abrió la puerta, y abrazó a su hermano – que le dijo que estaba honorablemente liberado. Quién interpuso la acción contra él o quién le liberó no lo sé. Yo sólo sé que el hermano no se escapó del castigo, pues la señora vino a mi reunión el domingo siguiente y compartió su historia con todos los que estábamos allí. Ahora, si ella no hubiera conocido y puesto en práctica este principio, podría haber permanecido en casa enojada y frustrada durante seis meses hasta que su hermano fuera liberado.

Todas las cosas son hechas por tu imaginación, pues sin imaginar nada se hace. La imaginación no está limitada a este nivel de conciencia. Hay niveles y niveles de imaginación, como tus sueños y visiones demuestran. Este mundo está sostenido por la Imaginación Divina, que es la imaginación humana en un nivel más alto. Nuestra imaginación está con baja intensidad, pero nosotros somos llamados a ejercer este poder, a examinarnos para ver si estamos manteniendo nuestra fe. A este nivel, la fe no es completa hasta que, a través de experimentación, se convierte en experiencia. Experimenta con esta afirmación: “Lo que quiera que tú desees, cree que lo has recibido y lo habrás recibido.” (Marcos 11). Si la fe no es completa hasta que a través de experimentación se convierte en experiencia, debes tomar un objetivo no visto y colocarlo en un conjunto de estados mentales que implicarían su cumplimiento. Entonces este deseo debe ser activado entrando en su centro, sintiendo su realidad, y caminando en la fe de que sucederá. Yo te digo: de un modo que no podrías concebir, lo que tú has asumido vendrá a tu mundo.

No tienes que construir un puente de incidentes para pasar a través de él; simplemente te mueves hacia el cumplimiento de lo que ya has preparado para tí mismo. Luego cumple otro deseo del mismo modo, y cuando aparezca sabrás exactamente qué hacer cuando te enfrentes con algún problema. Tú simplemente vuélvele la espalda construyendo una escena imaginaria que implicaría el cumplimiento de su solución. Actívala y déjala que llegue a ser.

Desgraciadamente es muy fácil hacer de la aceptación del cristianismo un sustituto por el que vivir. En Nueva York sólo hay más de un millón de personas dando ayuda, y me atrevo a decir que el 90 por ciento de ellas declaran ser cristianas, sin embargo no conocen el significado del cristianismo. Cristo no está en el exterior, sino dentro de tí. Y cuando Él aparezca tú serás como él. Eso es lo que se nos ha prometido en el libro de Juan. ¿Verás a alguien en el exterior que se parezca a tí? ¡No! Cristo está en tí, y él hace todas las cosas. ¡Ponlo a prueba y descubrirás que él es tu imaginación!

Cuando era un muchacho yo vivía en Barbados. Inescolarizado, sin bagaje alguno, soñaba con venir a América. Me enamoré tanto de la idea, que a la edad de 17 mis padres me pusieron en un barco hacia América con 600 $ en el bolsillo. Ellos pensaban que yo volvería una vez que el dinero se hubiera ido, pero yo quería vivir en América por malamente que yo hubiera venido y hacerla mi hogar.

¿Estás dispuesto a enamorarte tanto de un deseo? ¿Estás dispuesto a enamorarte de su cumplimiento que imaginas que es tuyo ya? Si es así, yo te prometo que se plasmará en tu mundo. Y cuando lo haga, habrás encontrado a Cristo, o las palabras de las escrituras: “Por él todas las cosas son hechas y sin él no es hecho nada de lo que es hecho”, son falsas.

¡Cuando pongas a prueba a tu imaginación descubrirás que es Él quien produce tu deseo y el Hacedor de todas las cosas! Yo lo he comprobado innumerables veces. He enseñado este principio a otros que lo han comprobado y compartido sus experiencias conmigo. Ahora yo sé quién es realmente Jesucristo. Las palabras, “A menos que creas que yo soy él, morirás en tus pecados”, no son dichas en el exterior, sino en el interior. Ahora vistiendo un ropaje de carne, mis palabras parecen venir de fuera, y un día yo pareceré morir y convertirme en un hecho histórico. Pero yo no estoy hablando como un hombre externo. Estoy hablando como el verdadero Jesucristo, que viene a cada individuo desarrollando su historia como se recoge en las escrituras. Hay sólo una historia, y sólo un ser para interpretar el papel. Ese ser es Dios. Es él solo quien actúa y está en todas las cosas.

Cuando el Antiguo Testamento se cumpla en tí – un indivíduo – no serás un espectador observando el drama, sino el actor central. Y, sabiendo que es Dios solo quien actúa, tú sabes que eres Él. Y cuando cuentas tu historia, aquellos que te oyen verán el ropaje de carne que vistes, y pensarán que tienes un demonio y estás blasfemando el nombre de Dios. Pero sabiendo que tu padre es el que los hombres llaman Dios – tú conoces a tu padre, mientras los hombres no conocen a su Dios.

Mientras estoy vistiendo un ropaje de carne yo conozco mi origen y destino, pues las escrituras se han desarrollado en mí. Muchos de los que oyen mi confesión no están esperando este tipo de revelación, así que me excluyen como uno que blasfema el nombre de Dios. Pero las palabras de las escrituras están dichas desde dentro. Esta afirmación te la estás diciendo a tí mismo: “A menos que crea que yo soy él, moriré en mis pecados.” Pecar es perder tu deseo. Si no crees que tú eres su creador, estás errando tu blanco. ¡Debes creer para lograr! Debes asumir que ya eres la persona que tú quieres ser, a fin de llegar a serla. Aunque tu asunción es negada por la razón y tus sentidos, si persistes en tu asunción se materializará en un hecho. Así es como algo se hace de lo que no aparece.

Sabiendo lo que quieres, asume que tu deseo ya está cumplido imaginando que un círculo de amigos te están felicitando. Quédate dormido sabiendo que los que empatizarían contigo ya han atestiguado tu buena fortuna. Sabiendo que has puesto el cumplimiento de tu deseo en movimiento, camina confiado de que lo que estás asumiendo es verdad. Y cuando suceda, comparte tu experiencia con otros, con la esperanza de que ellos lo intentarán y funcionará para ellos. No me importa lo que los demás piensen, pues he descubierto que mi Padre – al que el mundo adora y llama Dios – ¡es mi propia maravillosa imaginación humana!

La gente compra imágenes de Jesús y las cuelga en la pared para postrarse ante ellas, sin embargo las imágenes son tan distintas como el artista que las pinta. Cuando Cristo aparece, tú serás como él. Esto lo sé por experiencia. Cuando Cristo apareció en mí yo era el que interpretaba su papel. Puesto que sólo Dios actúa y está en todos los hombres, Dios se pone en el papel central y desarrolla el drama eterno en cada indivíduo, que entonces sabe que él es Dios.

El año pasado dí diez conferencias en San Francisco. Justo antes de la primera reunión una señora me dijo que ella pensaba que yo era el maestro de la verdad más grande del mundo. Se lo agradecí y comencé la conferencia afirmando que el hombre es todo imaginación y Dios es el hombre. Que el cuerpo eterno del hombre es la imaginación, y que es Dios mismo. Luego conté la historia de una señora que se encontró sentada en una silla en una habitación muy grande, cuando apareció un carruaje autopropulsado. La puerta se abrió y salí yo, vistiendo una capa y llevando un maletín. Personificando el poder absoluto, yo entré en la habitación y comencé a proclamar el poder de Dios. Mientras ella me miraba, se dijo: “Ese es Neville, y sin embargo es Dios.” Sin darle ninguna señal de reconocimiento, yo terminé mi prédica, me volví y – como a petición – apareció el carruaje, yo entré en él y desapareció.

Continué diciendo a todos que la vida misma es una gloriosa obra, que fue concebida por Dios, dirigida por Dios, y cada papel está siendo interpretado por Dios. Que este mundo es como un glorioso poema, que existe no por sí mismo, sino por el que lo concibió. Habiéndose enamorado Dios del mundo que había concebido, Él quiso que todos los personajes existieran por sí mismos. Pero, no encontrando a nadie para interpretar los papeles, Dios murió a su verdadera identidad a fin de tomar sobre él la limitación de los personajes de su obra. Ahora, interpretando el papel de cada indivíduo, Dios experimenta todas las tribulaciones de ser hombre, hasta que Él despierte en el personaje que Él está interpretando. Yo sé que soy Neville, un personaje de la obra, pero también sé que soy Dios. Esta señora, que sólo unos minutos antes me había dicho que yo era el maestro de la verdad más grande del mundo, estaba tan impresionada que nunca volvió a las otras conferencias. Ella había esperado que yo me conformara a su pequeño concepto de Dios y no lo hice. En vez de eso, proclamé atrevidamente que éramos todos Dios, incluso aunque no fuéramos todos conscientes de ello. A menos que la historia contada en los evangelios respecto a Jesucristo despierte y se desarrolle en el indivíduo, ese indivíduo no sabe que él es el Cristo.

Pablo descubrió que Cristo es su imaginación humana e instó a cada uno a comprobarlo por sí mismo. Como Pablo, yo te insto a poner a prueba a tu imaginación humana. No necesitas dinero o tiempo para ir a cualquier parte en tu imaginación, sin embargo puedes ponerte ahí, igual que si hubieras hecho el viaje. Si lo haces, y tus circunstancias cambian de modo que el dinero y el tiempo aparecen, permitiéndote ir, ¿no has descubierto que Jesucristo es tu imaginación? Esto es lo que las escrituras enseñan, pero el hombre ha personificado la historia y hecho de Jesucristo un pequeño ídolo para postrarse ante él, cuando el verdadero Dios es la imaginación humana. Todas las cosas son hechas por la imaginación humana. Imagina algo que ahora no es un hecho. Persiste en tu acto imaginario, y cuando se convierta en un hecho, has encontrado a Dios. Y una vez que lo has encontrado, ¡nunca lo dejes ir!

Al final del drama se dijo que uno que conocía a Jesús le traicionó. Ahora, para traicionar a alguien, ¡debes conocer su secreto! Así que el que conoce su secreto le traiciona. ¡Ese es uno mismo! Dios es auto-revelado. A menos que Dios se te revele, ¿cómo tú le conocerías? Volviéndose a aquellos que no le conocían, Jesús dijo: “Ahora que me habéis encontrado, no me dejéis ir, pero dejad ir a todos esos.” Deja ir toda creencia en un poder en el exterior, pero no dejes ir la creencia en tu poderosa imaginación – pues la verdad está dentro de tí. Cuando encuentras al Hacedor en tí, entonces no importa qué argumentos los sacerdocios puedan dar, no les creas, pues el Cristo que buscas es la imaginación humana.

Mañana puedes olvidar y ser penetrado por rumores que perturban tu cuerpo y te hacen sufrir. Cuando esto sucede debes reestablecer tu armonía imaginando que las cosas son como tú deseas que sean. Viviendo en este maravilloso mundo, no podemos detener la penetración. Para percibir a otro, ese otro debe primero penetrar en tu cerebro; por lo tanto, él está dentro de tí como también fuera e independiente de tu percepción. Ciudades, montañas, ríos y arroyos deben primero penetrar en tu cerebro para que seas consciente de ellos. En ese momento de conciencia están dentro de tí, incluso aunque aún mantengan una cierta independencia de tu percepción y estén fuera. Intenta esta penetración interna seriamente y descubrirás que todo lo que necesitas hacer es ajustar tu pensar. Que tú eres todo imaginación y debes estar donde piensas que estás. Si quieres contactar con un amigo simplemente ajústate a su comunidad haciendo allí, “aquí” y luego, “ahora”. Visítalo en su casa haciéndola penetrar dentro de tí. Dale tu mensaje y ve sus ojos iluminarse con el placer de tus palabras.

Si Dios está en tí, ¿hay algún lugar donde Dios no esté? Y si no hay ningún lugar donde la imaginación no esté, ¿dónde irías para estar donde quieres estar? Si todo penetra en tí, entonces debes elegir qué quieres y ajustarte a la sensación de que ya estás ahí. Sabrás que has llegado cuando veas el mundo desde allí.

El movimiento puede ser detectado sólo por un cambio de posición relativo a otro objeto. Mientras estás físicamente sentado en una silla tú pareces no moverte, pero debido a que todo penetra en tí, por un ajuste mental puedes pensar desde la conciencia de ser la persona que quieres ser. ¿Cómo sabrás que has cambiado? Por la expresión de las caras de tus amigos. Si ellos ahora ven el nuevo tú, entonces te has movido. Así que déjalos mirarte hasta que sus caras te digan que están viendo eso que tú estás asumiendo que es verdad.

Debe haber siempre un marco de referencia desde el que moverte. Tu marco es tus amigos, que conocerían cualquier cambio en tu vida. Si yo muriera, el movimiento sería detectado, ya que un amigo llamaría a otro, quien llamaría a otro, y finalmente docenas de personas sabrían que Neville habría muerto. Si, por otro lado, me hago millonario, ocurriría esa misma reacción en cadena.

Después de asumir que eres ya lo que tú quieres ser, haz de tus amigos tu marco de referencia oyéndolos felicitarte. Siente la realidad de sus acciones. Relájate en la paz de saber que está hecho. Y cuando llegue a pasar, has encontrado a Cristo, pues es Él quien hace todas las cosas y sin él no es una cosa hecha que se haga. ¡Haces el cambio de tu vida descubriendo que Cristo es tu imaginación!

Yo te digo: Dios se convirtió en tí, con todas tus debilidades y limitaciones, para que tú puedas convertirte en Imaginación. Convirtiéndose en nuestra imaginación, Dios existe en nosotros y nosotros en él. Nuestro cuerpo eterno es la imaginación, y eso es Dios mismo. ¡Y Dios solo actúa! Puede actuar en el papel del loco o el rey, el pobre o el rico. Cada deseo es un estado. Muévete a tu deseo, y Dios interpretará ese papel – ¡como tú! Si deseas riquezas, pero no conoces este poder, tu permanecerás pobre porque estás buscando a un Dios en el exterior, tratando de coaccionarlo a darte riqueza adquiriendo mérito. Puedes emplear tu vida adquiriendo mérito y ser tan bueno que el mundo piense que eres maravilloso, sin embargo sigues siendo pobre. El hombre debe buscar y encontrar su verdadera identidad dentro de sí mismo, pues él y sólo él es el revelador y hacedor de todo en este mundo.

No he visto nunca a Neville hacer algo. No fuí nunca un espectador, sino el actor interpretando el papel. Ahora vistiendo este ropaje de decadencia, llamado Neville, cuando cuento mi historia la gente se sorprende. Piensan que soy un blasfemo por hacer esas atrevidas afirmaciones, sin embargo no puedo negar mis experiencias místicas como no puedo negar la evidencia más simple de mis sentidos. Sé lo que he comido esta noche, sin embargo su recuerdo no es tan vívido para mí como mis experiencias de las escrituras. Así que les digo a todos: el que hace todo es la imaginación humana. Esto puede parecer cruel para el que esté ahora experimentando dolor, pero es verdad. Yo he sufrido. Yo he conocido el dolor físico. Incluso aunque puedo decir que he cogido la gripe, yo sé que la cogí dentro de mí. Leí el periódico donde me enteré que el 50 por ciento de la gente tenía la gripe, y – convirtiéndome en una estadística – la hice el cincuenta y uno. Experimenté sus molestias y dolores, y aprendí una lección. Ahora yo sé que incluso aunque he experimentado el drama de Jesucristo, aún estoy sujeto a todo lo que el hombre está sujeto. Sé que no puedo señalar a ninguna otra causa que mi propia imaginación, pues la causa no puede venir de fuera. Si tengo dolor, la causa es mía. Se nos dijo en Gálatas que Dios – tu imaginación – no es burlado. Que como siembres, así cosecharás. “¿Ves los campos de allá? El sésamo era sésamo, el maíz era maíz, el silencio y la oscuridad conocían, y así es el destino de un hombre nacido.”

Así que repito: la causalidad es la conjunción de estados mentales, que al ocurrir producen eso que la conjunción implica. Reúne un estado mental que implique que tú eres ya lo que quieres ser. Entra en ese estado. Permanece ahí hasta que te hagas uno con él realizando actos internos como si fueran externos. Continúa haciéndolo así y observa, pues tu mundo externo cambiará a medida que esos actos internos se convierten en hechos en tu mundo. Y no pienses que encontrarás nunca un lugar donde detenerte. Ningún estado que hayas creado nunca durará inamovible, imperturbable, para siempre – porque cada momento del tiempo estás siendo penetrado. Tu idea de perfección y armonía hoy será perturbada mañana, forzándote a utilizar tu talento para construir un cambio imaginario.

Tu partida de este mundo será así sólo para aquellos que no pueden seguirte a otra sección del mismo mundo. Ahí tú continuarás imaginando hasta que la historia del evangelio se repita en tí. Lo hará, pues es la historia de Dios despertando y naciendo en el hombre. Donde Dios no está en el hombre como su imaginación humana, la historia no puede ser repetida. Pero cuando irrumpe y Cristo se despliega dentro del individuo, él deja que una sección de tiempo entre en una edad completamente nueva llamada el reino de Dios.

Tú puedes comprobar que eres todo imaginación si lo crees, pues tú vives por tus creencias. De palabra no es suficiente. La creencia debe hacerse viva. ¿Crees realmente que tu imaginación hace todas las cosas? Entonces ponte a prueba a tí mismo y ve. Cuando te enfrentes a algún problema inmediatamente construye una solución imaginaria. Entra en esa imagen y permanece en su verdad. Siempre recuerda quién es el hacedor, pues él hace las cosas de lo que no aparece. Él es como azogue(1), pero tú puedes comprobarlo mejor en un sueño despierto.

Fawcett dijo: “La imaginación divina es como la imaginación pura en nosotros mismos. Vive en la profundidad misma de nuestra alma subrayando todas nuestras facultades, incluyendo la percepción, pero fluye en la superficie de nuestra mente menos disfrazada en forma de fantasía creativa.” Todos los sueños proceden de Dios sean de día o de noche. Todo es precedido por un sueño, ¡llamado acto imaginario!

Tómame en serio y pon a prueba al hacedor en tí. “Examináos para ver si os estáis manteniendo en vuestra fe. Poneos a prueba. ¿No os dais cuenta de que Jesucristo está en vosotros? A menos que, de hecho, dejéis de someterlo a prueba.” (Corintios II, 13) ¡Espero que descubras que no has fallado!

Ahora entremos en el silencio.


(1) El nombre antiguo del elemento químico mercurio. (N.T.)



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es
YOUR MAKER (Neville 01-07-1969)