~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


sábado, 23 de marzo de 2013

EL SECRETO DE LA ORACIÓN (Neville - 6 de octubre de 1967)

Neville Goddard (6 de octubre de 1967)


EL SECRETO DE LA ORACIÓN



El secreto de la oración bíblica, según se dijo en forma de parábola, es orar sin desfallecer. Tal parábola habla de una viuda, la cual persistía en venir a un juez pidiendo reparación. Al principio él no respondió, luego se dijo: “Aunque yo ni temo a Dios ni respeto al hombre, sin embargo yo la exoneraré, porque por sus muchas venidas, me cansa.” Las parábolas, como los sueños, contienen un solo flujo de verdad. Esta parábola insta a la persistencia en dominar el arte de la oración. Una vez que lo has dominado, vivirás en el estado de acción de gracias, y durante todo el día te dirás una y otra vez a tí mismo: “¡Gracias, Padre!”

Una oración de lo más eficaz se encuentra en el capítulo 11 del Libro de Juan, como: “Padre, te doy gracias porque me has escuchado, pues tú siempre me escuchas.” En este capítulo, se cuenta la historia de alguien que ha muerto y aparentemente se ha ido de este mundo. Pero la verdad es que nadie está muerto para tí, cuando tú sabes cómo orar. Ya no puedes tocar, ver u oír a aquellos que amas con tus sentidos mortales, pero si sabes cómo dar gracias, puedes moverte de tu cuerpo de oscuridad al mundo de la luz y encontrar a tus seres queridos ahí. Por lo tanto, el que aprenda cómo orar descubrirá el gran secreto de una vida plena y feliz.

En el capítulo 33 del Libro del Génesis, Jerusalén es llamada “Sichem”. Se dice que “Jacob vino a salvo a la ciudad de Sichem, que está en la tierra de Canaán. Allí erigió un altar y lo llamó El Elohey Israel, que significa 'el Dios de Israel'. Orientándose hacia Sichem (la verdadera dirección) Jacob permaneció en El Elohey Israel, que significa 'seguro en mente, cuerpo o bienes'.”

Se nos dice que Daniel se orientó a una ventana abierta, donde miró hacia Jerusalén. Y los del mundo musulmán rezan mirando hacia lo que ellos llaman la Meca. Pero debido a que el cristianismo tiene lugar dentro, las Escrituras están hablando de la Jerusalén dentro, y no en el exterior en absoluto. Cuando ores no te postres en el suelo y mires hacia algún lugar del este en el espacio, sino ajústate mentalmente a tu deseo cumplido. Aunque esta técnica es simple, se necesita práctica para llegar a dominarla. Tu verdadera dirección es hacia el conocimiento de lo que quieres. Conociendo tu deseo, apúntate directamente frente a él pensando desde su cumplimiento. Silencia todo pensamiento y permite que las puertas de tu mente se abran. Luego entra en tu deseo. Quédate con tu imaginación como tu compañera. Empieza pensando en tu imaginación como algo distinto de tí mismo, y finalmente sabrás que tú eres lo que anteriormente llamabas tu imaginación. Es posible amputar una mano, una pierna o varias partes del cuerpo – pero la imaginación no puede ser amputada ¡pues es tu Yo eterno!

Déjame mostrarte lo que quiero decir. Mientras estoy aquí en Los Ángeles, puedo desear estar en otra parte. El tiempo y las finanzas pueden no permitirlo, pero en mi imaginación yo puedo asumir que ya estoy allí. Ahora, por un mero acto de asunción de mi parte, Dios sale de este cuerpo. Si asumo que estoy en Nueva York, cualquier persona de Los Ángeles en que yo piense debe estar a 4.800 kilómetros de distancia. Ya no puedo pensar en ellos como si estuvieran en la misma calle o en las colinas al oeste de mí. Esa es mi prueba.

La palabra “oración” significa “movimiento hacia, acceso a, hacia o en la vecindad de”. Orientándome hacia Nueva York, he hecho un movimiento, un acceso a. Cuando actúo en la vecindad de, veo a mis amigos respectivos de New York. Habiendo hecho esto, he de tener plena confianza en mi imaginación, sabiendo que Él es el ser que hace el movimiento. Las palabras de Blake son ciertas: “El hombre es todo Imaginación, y Dios es el hombre y existe en nosotros y nosotros en Él. El cuerpo inmortal del hombre es la Imaginación, y eso es Dios mismo.”

Tú no sólo puedes moverte en el espacio, sino también en el tiempo y cumplir cada uno de tus deseos. La oración no tiene que estar limitada a lo que una persona llama “uno mismo”. Tú puedes orar por otro, sintiendo que ellos ya tienen lo que anteriormente querían, pues sentir es un movimiento. El primer acto creativo recogido en las Escrituras es el movimiento: “Dios se movía sobre la faz de las aguas.”

Un amigo recientemente tuvo una visión fantástica, durante la cual se preguntaba: “¿Aprendí algo?” y yo respondí: “Sí, aprendiste cómo moverte.” Entonces todo se transformó, mientras el conflicto se extinguía, una casucha se convirtió en un castillo, el campo de batalla en un mar de trigo maduro, y él fue escoltado a su hogar eterno. La oración es movimiento. Es aprender cómo moverse hacia un cambio en tu cuenta bancaria, tu estatus marital, o el mundo social. Aprende a dominar el arte del movimiento; pues después de moverte, el cambio comienza a surgir de lo profundo. La técnica de la oración es dominar tu movimiento interno. Si estás viendo cosas que te gustaría cambiar, muévete en tu imaginación a la posición que ocuparías después de que el cambio tuviera lugar.

Cada cosa y cada uno en tu mundo eres tú mismo exteriorizado. Cualquier petición de otro – oída por ti – no debería ser ignorada, ¡pues viene de ti mismo! Descendiste de un mundo de luz para confinarte a este cuerpo de oscuridad. Ahora siendo una chispa de un mundo infinito de luz, un día tú recordarás ese mundo y despertarás, pero mientras tanto debes aprender a ejercitar el poder de tu mente. Habiendo recordado el mundo infinito de luz, ahora yo sé que todo soy yo mismo, ya que todas las cosas están contenidas dentro de mí.

La oración es movimiento psicológico. Es el arte de moverse de un problema a su solución. Cuando una amiga llama, hablando de un problema, colgamos, y me muevo del estado del problema a su solución oyendo a la misma señora diciéndome que el problema ya está resuelto.

Un amigo recientemente compartió este sueño conmigo: Estábamos en un jardín y me contó todos sus deseos, cuando yo dije: “No los desees, ¡vívelos!” Esto es cierto. Desear es pensar ¡en! Vivir es pensar ¡desde! No pases por la vida deseando. Vive tu deseo. Cree que ya se ha cumplido. Cree que es verdad; pues una suposición, aunque falsa, si se persiste en ella, se solidificará en un hecho.

Cuando estás aprendiendo el arte de la oración, la persistencia es necesaria, como se nos dijo en la historia del hombre que – viniendo de noche – dijo: “Amigo, préstame tres hogazas de pan.” Aunque su amigo contestó: “Es tarde, la puerta está cerrada, mis hijos están en la cama, y yo no puedo bajar y servirte”, debido a la inoportunidad del hombre, su amigo le dio lo que quería. La palabra inoportunidad significa audaz atrevimiento. El hombre repitió y repitió su petición, poco dispuesto a aceptar un no por respuesta. Lo mismo es cierto de la historia de la viuda. Estas son todas parábolas contadas para ilustrar la oración.

La oración del Señor enseña la unicidad de todos nosotros. Comienza: “Padre nuestro”. Si Dios es nuestro Padre, ¿no somos uno? Independientemente de nuestra raza o color de piel, si tenemos un Padre común, debemos tener una hermandad común.

Finalmente todos vamos a saber que nosotros somos el Padre; pero mientras tanto, la persistencia es la clave para un cambio de vida – más ingresos, mayor reconocimiento, o lo que el deseo pueda ser. Si tu deseo no se cumple hoy, mañana, la semana próxima o el mes próximo – persiste, pues la persistencia, compensará. Todas tus oraciones serán respondidas si tú no te rindes.

Mi viejo amigo Abdullah me dio este ejercicio. Cada día me sentaría en mi sala de estar donde no pudiera ver el teléfono del pasillo. Con los ojos cerrados, yo asumiría que estaba en la silla junto al teléfono. Luego yo me sentiría de nuevo en la sala de estar. Esto lo hice una y otra vez, mientras descubría la sensación del movimiento de cambio. Este ejercicio fue muy útil para mí. Si lo intentas, descubrirás que te vuelves muy suelto con este ejercicio.

Practica el arte del movimiento, y un día descubrirás que por el mero hecho de imaginar, eres separado de tu cuerpo físico y colocado exactamente donde tú te estás imaginando que estás – tanto es así que tú eres visto por aquellos que están allí.

Siendo todo imaginación, tú debes estar donde tú estés con la imaginación. Moviéndote en tu imaginación, estás preparando un lugar para que tus deseos se cumplan. Luego vuelves, para caminar a través de una serie de acontecimientos que te llevarán a donde te has colocado. Con la imaginación, puedo ponerme donde yo desee estar. Me muevo y veo el mundo desde ahí. Luego vuelvo aquí, confiando en que – de un modo desconocido para mí – este ser que puede hacer todo y lo sabe todo, me llevará físicamente a través de un puente de incidentes a donde yo me he colocado. Puedes moverte en la imaginación a cualquier lugar y a cualquier tiempo. Habita ahí como si fuera verdad, y habrás aprendido el secreto de la oración.

Mi esposa tuvo una visión maravillosa en la que se encontraba en un bosque de árboles. Caminando por un claro, vio gente reunida alrededor de un altar. Una señora se acercó, llevando un libro titulado, La creencia de la fe y el perdón de los pecados según el judaísmo. Al llegar al altar, ella comenzó a leerlo en voz alta. Poco después, otra señora apareció, llevando un libro titulado, La creencia de la fe y el perdón de los pecados según el cristianismo. Acercándose al altar, ella también abrió su libro y comenzó a leer. Mientras mi esposa escuchaba, se dio cuenta de que era infinitamente más difícil ser cristiano que ser judío. Ella vio que todo era psicológico. Que nada se hace en el exterior, porque todo viene de dentro.

Browning comenzó su maravilloso poema, “Día de Pascua”, con las palabras: “¡Qué difícil es ser cristiano”. Y Chapman dijo: “El cristianismo no ha sido intentado y demostrado defectuoso. Ha sido intentado y encontrado difícil y por lo tanto abandonado.” ¿Por qué? Porque un cristiano no puede escurrir el bulto y culpar a otro. El cristianismo está construido sobre la base de que todos somos uno. De que el hombre está siempre atrayendo la confirmación de lo que está haciendo dentro de sí mismo. De que tu mundo da testimonio de lo que te estás haciendo a ti mismo. Esto es difícil de aceptar, sin embargo es el cristianismo. Nadie viene a mí, salvo que mi Padre que me envió le llame. Yo y mi Padre somos uno, por lo tanto, yo invito a todos los que entran en mi vida a que me revelen lo que yo estoy haciendo en mi imaginación.

Aprende cómo orar. Domínalo y haz tu mundo conforme al ideal que tú quieres experimentar. Deja de pensar en, y empieza a pensar desde. Pensar desde el deseo cumplido es realizar lo que nunca experimentarás mientras estés pensando en él. Cuando te pones en el estado del deseo cumplido y piensas desde él, estás orando, y de un modo que tu mente racional no conoce, tu deseo se convertirá en un hecho en tu mundo. Tú puedes ser el hombre o la mujer que quieres ser, cuando sabes cómo orar. Todas las cosas son posibles para el que cree, por lo tanto aprende el arte de creer y convencerte de que es verdad. Entonces un día, ocupando espacio y tiempo en tu imaginación, serás visto por otro, que te llamará o te enviará una carta verificando tu visita. Esto lo sé por experiencia.

La Biblia no es sólo bella poesía; es la palabra inspirada de Dios. Escrita por poetas, ellos han dado sentido ampliado a las palabras normales. Cuando tú pones tu cuerpo en la cama y asumes que estás en otra parte, ¿no eres todo imaginación? En el acto de imaginar, tú partes de las oscuras cavernas de este cuerpo y apareces donde te imaginas estar, porque tú eres Dios – todo imaginación – y no puedes morir. Tú no puedes ir a la muerte eterna en eso que no puede morir, ¡y tu ser inmortal es la imaginación! Tú eres el ser central de las Escrituras – el llamado Jesucristo, que es el Señor Dios Jehová – que descendió aquí con un propósito.

Mientras estés aquí, debes pagar el precio de vivir en el mundo del César. Tú puedes criticar a nuestros políticos y protestar por cualquier subida de impuestos, pero seguirás siendo gravado. Todo lo que tienes que hacer es aprender el arte de la oración y ganar más dinero.

Me acuerdo de una historia contada del difunto presidente Kennedy. Parece que su padre – que había, en una generación, hecho algo así como cuatrocientos millones de dólares – se quejaba de que sus hijos estaban gastando demasiado dinero. En un banquete, el presidente Kennedy dijo: “La única solución a este problema es que padre gane más dinero.”

Un día, una amiga me dijo que cuando era una niña, su padre decía: “Si tú no tienes más que un dólar y fuera necesario para ti gastarlo, hazlo como si fuera una hoja seca, y tú el dueño de un bosque ilimitado.” Si uno realmente sabe cómo orar, podría gastar su dólar y luego reproducirlo de nuevo. Como ves, este mundo es traído a la existencia por la imaginación del hombre, así que es muy importante aprender el secreto de la oración.

Si tú todavía estás deseando, ¡detenlo ahora mismo! Pregúntate a ti mismo cómo sería si tu deseo fuera una realidad. ¿Cómo te sentirías si fueras ya el que te gustaría ser? En el momento en que atrapas ese estado de ánimo, tú estás pensando desde él. Y el gran secreto de la oración es pensar desde, en lugar de pensar en. Anclado aquí, conoces dónde vives, tu saldo bancario, tu trabajo, acreedores, amigos y seres queridos – ya que estás pensando desde este estado. Pero tú puedes moverte a otro estado y darle la misma sensación de realidad, cuando encuentras y practicas el gran secreto de la oración.

Toma mi mensaje en serio y vive por él. Practica el arte de la oración diariamente, y entonces un día encontrarás que la oración más eficaz es: “Gracias, Padre.” Tú sentirás este ser dentro de ti como tu propio yo. Puedes hablar de él como “tú”, sin embargo sabes que es “yo”. Entonces tendrás una relación tú/yo, y te dirás a ti mismo: “Gracias, Padre.” Si quiero algo, sé que el deseo viene del Padre, porque todos los pensamientos surgen de Él. Habiéndome dado la urgencia, le doy gracias por cumplirla. Luego camino por la fe, en la confianza de que el que me la dio por medio del deseo la vestirá en forma corporal para que yo me la encuentre en carne.

No te entregues al hábito de juzgar y criticar, viendo sólo cosas desagradables. Tienes una vida – vívela noblemente. Es mucho más fácil ser noble, generoso, amoroso y amable, que ser crítico. Si los demás quieren hacerlo, déjales.

Ellos son un aspecto de ti mismo que tú no has superado todavía, pero no caigas en ese hábito. Simplemente agradece a tu Padre celestial una y otra y otra vez, porque al final, cuando caiga el telón sobre este maravilloso drama, el actor supremo se levantará de todo ello y tú sabrás que tú eres Él.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es THE SECRET OF PRAYER (Neville Goddard 10-06-1967)




sábado, 16 de marzo de 2013

¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? (Neville - 30 de octubre de 1967)

Neville Goddard (30 de octubre de 1967)


¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?



Muchas veces he oído a alguien decir: “Yo creo que imaginar crea la realidad, pero yo una vez imaginé algo y nunca llegó a pasar.” Entonces yo pregunto: “¿Qué estás haciendo, diciendo: 'Yo una vez lo imaginé' y no imaginándolo ahora?” Pues el nombre de Dios es Yo Soy, ¡no Yo Hice! Siempre pensando en Dios como alguien fuera de él mismo, al hombre le resulta difícil mantener el tiempo verbal, pero Dios es la imaginación humana y no hay otro Dios.

Cuando tú imaginas puedes incluir a los demás, pero no pienses en términos de influencia. Más bien, piensa sólo en términos de claridad de forma.

Quizás a un amigo le gustaría un mejor trabajo, más dinero y mayor responsabilidad. Antes de que imagines, tómate un momento y clarifica la forma que tu acto imaginativo tomará. ¿Estás dando tú la fiesta de celebración o es él? ¿Quién estará ahí? Llena la habitación con aquellos con los que querrías compartir la celebración. Levanta tu copa y di: “¡Por tu fabuloso nuevo trabajo, tu aumento de sueldo y el desafío de tu mayor responsabilidad!” No pienses en términos de tratar de influir al jefe del amigo, pues él podría morir o ser destituido. Simplemente ve al final. Brinda por el acontecimiento, y no pienses en influir a los demás.

La ley, para ser eficaz, necesita sensación con forma. Construye una estructura que implicaría que tu deseo está ya cumplido, y entra en su forma con la sensación. No tienes que estar preocupado por influir en los demás, ya que ellos no son la causa – ¡lo es tu acto imaginario! Aquellos que tienen mil millones de dólares no están causando tu mundo. Tú y sólo tú lo estás haciendo, ya que tus actos imaginarios influyen en la gente. Cada uno es tú mismo exteriorizado, así que cuando tú imaginas, ¡estás influyéndote tú mismo!

Sabiendo lo que quieres, coloca tu atención en su claridad de forma, y entonces observa qué estás imaginando. ¿Estás recordando cuando tú imaginaste algo mayor de lo que tienes? Si es así, estás confesando que no estás ahora imaginando tu deseo cumplido. Si imaginar crea la realidad, debes cambiar tu memoria y hacerte consciente de lo que estás imaginando ahora mismo.

Déjame ahora contarte una serie de sueños que yo recibí de una amiga. La serie comenzó una noche cuando ella se encontraba con un grupo de niños, tratando de encontrar algo que estaba perdido. Viendo una bolsa de papel marrón atada con una cuerda, ella la abrió y sacó un reloj, cuando uno de los niños dijo: “Eso es un tesoro”, y el sueño terminó.

La noche siguiente ella se encontró moviéndose como sobre ruedas, con todo lo que ella veía moviéndose con ella. Entonces ella se dijo: “Esto no es lo que yo quiero. Todo se está moviendo, mientras yo aún tengo la sensación de anhelo,” y ella despertó.

La noche siguiente, ella se sintió andando con una enorme multitud a través de campos, en carreteras y aceras. Ella subió montes y bajó escaleras, acudiendo a mis conferencias en muchos lugares. Escuchando atentamente, ella estaba emocionada al oír las revelaciones que estaban siendo compartidas. Entrando en un bello viejo edificio cubierto de hiedra, ella trataba mentalmente de recordar cada palabra que yo decía, pero cuando despertó sobre su cama, su memoria se había ido.

La noche siguiente ella entraba en una espaciosa casa blanca, que ella sabía que había construido su padre. Todas las habitaciones estaban vacías, excepto en la que yo estaba enseñando y la habitación adyacente donde estaba su padre. (No olvidar este aspecto del sueño, ya que el padre no es visto). Dirigiendo todas mis observaciones a ella, ella estaba llena de alegría. Entonces, con profunda autoridad yo anuncié: “Mi nombre es Viernes.” Reconociendo su tremendo significado, ella dijo: “¡Sí! Y eso significa, 'Oh querida mía'.” Yo sonreí, asentí y ella despertó.

Mi amiga oyó y vio correctamente, pues mi nombre es Viernes, ya que yo soy el Dios de amor. En la mitología (que es sólo visión en parte) el amor es una diosa. Pero en la visión, el amor es hombre. Habiendo sido incorporado al cuerpo del Señor Resucitado, yo soy la encarnación del amor; yo soy uno con ese único cuerpo, único Espíritu, único Señor, único Dios y Padre de todos.

La palabra “yachid” es usada sólo diez o doce veces en las Escrituras. Es definida como “Mi querido, mi único hijo”. Cualquiera que es incorporado al cuerpo de amor es “yachid”, y llamado mi querido. La palabra aparece primero en el capítulo 22 del Génesis, cuando el Señor – hablando del hijo prometido – dice a Abraham: “Tú no retuviste a tu único hijo (yachid).” Luego, en el Evangelio de Juan, cuando la crucifixión y la resurrección habían tenido lugar, es citado este pasaje de Zacarías: “Ellos le mirarán a él, a quien ellos habían traspasado, y se lamentarán por él como uno se lamenta por un hijo único (yachid).” (Juan 19 y Zacarías 12) Yo he experimentado las Escrituras. Yo ahora le cuento su verdad a aquellos que escuchen. Aquellos que crean mis palabras me encontrarán ya que enseño noche tras noche. Mi amiga no podía recordar las palabras que yo dije, pero ella recordaba mi nombre, pues mi nombre es Viernes, ya que yo soy el Dios de amor.

La primera definición dada a la palabra yachid es unidad; solo (en el sentido de ser único); el único. Cada uno incorporado a ese único cuerpo es único y el único, pues hay sólo un cuerpo; sólo un Espíritu, sólo un Señor, sólo un Dios y Padre de todos nosotros. En ese cuerpo hay una unidad, sin embargo una individualidad; y cuando tú lo vistes tú eres Viernes, el Dios de amor.

En este nivel nadie ve ese cuerpo; pero ella lo vio en espíritu y trajo de vuelta con ella la memoria de la experiencia. En las paredes cubiertas de hiedra yo enseñaba a los demás, pero en la casa blanca había sólo una puerta a la habitación ocupada por su padre no visto y donde yo le hablaba a ella sola. ¿Ves el simbolismo?

Ahora, un sueño es egocéntrico, con cada aspecto de él teniendo lugar en el individuo. Aunque el sueño se despliega en uno, ese uno lo contiene a todos. En su sueño el padre no es visto, pero se proyecta en el maestro, que le dice que su padre es el Dios de amor.

Volviendo a este nivel, las primeras palabras que nos son dadas por el que viene a revelar esta verdad – que imaginar crea la realidad – son: “Arrepiéntete y cree en el evangelio.” El arrepentimiento, que es un cambio radical de actitud, puede provocar que tu poderosa imaginación estalle a través de este mundo de muerte. Así que yo te pido arrepentirte. Poner a prueba esta maravillosa ley cambiando tu actitud hacia la vida y observando lo que sucede.

Un caballero recientemente soñó que estaba despellejando su cabeza, llevando la piel hacia abajo hasta su cuello, luego tirando de ella hacia atrás de nuevo. Mientras lo hacía, se dio cuenta de que estaba generando luz desde el interior y supo que el exterior estaba completamente oscuro. Este caballero vio la verdad. Blake lo dijo tan bellamente: “Todo lo que contemplas, aunque parece fuera está dentro, en tu imaginación de la que este mundo de mortandad no es sino una sombra.” Ahora él sabe que el mundo externo está siendo iluminado por la luz de la conciencia que viene de dentro.

Mientras escuchaba una cinta de una conferencia mía, este caballero se quedó dormido y fue despertado por dos terribles golpes en el lado derecho de su cabeza y vio el dedo índice de la mano derecha extendido. Habiendo despellejado su cabeza, él ha eliminado la piel externa de Esaú. Sabiendo que debe continuar vistiéndola mientras esté aquí, este caballero la volverá a poner de nuevo; pero ahora él sabe que el mundo se hace vivo desde el interior – y eso en si mismo es totalmente un golpe. Este hombre ha estado viniendo a oírme durante sólo un corto tiempo. Él ha aparecido a la onceava hora y está recibiendo el mismo fruto que aquellos que vinieron a primera hora. Cada uno recibe el mismo mensaje y los mismos golpes, ya que ellos son esenciales para el despertar del durmiente dentro de todos.

En su maravilloso himno, Isaac Watts dice: “Envuelto dentro del silencio de la tumba el gran redentor duerme. Granizo y muerte combinaron su fuerza para sostener a nuestro Señor, pero el gran conquistador despierta y rompe la frágil cadena.” Tu Padre celestial duerme dentro de ti como tu propia maravillosa imaginación humana. ¡Un día Él romperá la cadena y tú surgirás como Él! Pero mientras tanto, ponlo a prueba, y descubrirás que ni granizo ni muerte combinando su fuerza impedirán que tus deseos sean cumplidos.

Ahora, hay una eterna hermandad y paternidad, pues cada individuo es el padre del mismo hijo. ¿Cómo podría nunca yo saber que tú y yo somos uno si no fuera por este símbolo? Dios colocó la eternidad (su único hijo, David) en la mente para que el hombre pueda saber que él es su padre. Y si tú sabes que David es tu hijo, y yo sé que yo soy su padre, ¿no somos uno? No hay otro modo de demostrar nuestra hermandad, salvo a través de nuestra común paternidad.

Si tú tuvieras un hijo y yo tuviera otro, podríamos cuestionar esta común paternidad; pero hay sólo un hijo, que es amado por todos. Todos nosotros somos uno, pero lo sabremos sólo cuando estemos reunidos en ese único cuerpo, único Espíritu, único Señor, único Dios y Padre de todos.

Piensa siempre con claridad de forma, pues cuando lo haces estás influyendo en los demás. Cuando yo quería salir de Barbados, no pensé en influir en nadie. Yo simplemente utilicé la claridad de forma y subí por la pasarela en mi imaginación. Ese acto provocó que alguien a cinco mil millas de allí cancelara su pasaje. Y aunque había cientos delante de mí esperando pasaje, el que tenía poder para distribuir los billetes nos eligió, de modo que yo no influí en los demás. Yo imaginé, y nosotros regresamos, mientras miles que nos precedían solicitando pasaje continuaron esperando su turno.

¿Sabes que en el momento en que trazas una línea abarcas energía? ¿Que sin un boceto, todo es nada? Traza tu boceto y haz tu imagen tan clara como sea posible. Quizás estás dando una fiesta para honrar a uno que está presente. Siéntate a la mesa con los amigos y levanta tu copa. Felicita a tu amigo por su nueva posición, su mayor sueldo y más responsabilidad. Pégate a ese pensamiento, y no importará para ti quién es influido.

En el momento que tú piensas en la influencia, tú reduces un milagro a magia. Toda la gente en el mundo son sólo tú mismo exteriorizado. Nadie tiene poder para retenerte o promocionarte, pues tú eres auto-promocionado o auto-restringido.

Blake nos dice que entremos en – no simplemente observar, sino entrar en – las imágenes en nuestra imaginación. Para abordarlas en el carro ardiente del pensamiento contemplativo. Hacer un amigo y compañero de cualquiera de estas imágenes de maravilla, pues si lo hacemos, nos levantaremos de la tumba y nos encontraremos con el Señor en el aire y seremos felices.

Digamos que tú estás en Los Ángeles y quieres estar en Nueva York. Tú podrías entrar en la ciudad en el carro ardiente de tu pensamiento contemplativo pensando desde ella, y no ya pensando desde Los Ángeles. Tú entras en Nueva York levantándote de tu tumba de carne y hueso en Los Ángeles y encontrándote con tu Señor (tu YO SOY) en el aire. Haz eso y serás feliz haciéndolo, pues así es cómo la realidad es creada.

Cuando entras en el estado que tú deseas expresar y crees que es verdadero, ningún poder en la tierra puede impedirle objetivarse. Y aunque tú deliberadamente no influyas en los demás, tú influencias a todo el mundo. Como Sir James [¿Frazer?] dijo: “Un hombre de este planeta no puede levantar una mano sin influir en la estrella más lejana en los cielos en su forma unificada.”

Practica el arte de imaginar, y descubrirás que puedes ir a cualquier parte y entrar en cualquier tiempo sin la ayuda de nadie. Muévete con tu imaginación, y la gente responderá a causa de tu acción. Atrévete a asumir que eres rico, y observa a todo el mundo jugar sus papeles para proporcionarte la riqueza que tú afirmas tener. Lo harán, pues ellos son sólo tú mismo exteriorizado.

El mundo sigue y sigue, como los actores – interpretando sus innumerables papeles – desean más y más cosas que se desvanecen. El hombre está siempre luchando por algo que pasa, sin embargo se le dijo: “No acumules tesoros en la tierra donde los ladrones pueden llevárselos y la polilla corromperlos, sino acumula tesoros en el cielo donde ningún hombre puede quitártelos.”

Los tesoros de la tierra pueden ser quitados en cualquier momento, pero los tesoros en las enseñanzas que yo estoy dándote ahora son para siempre. Sólo un ser fue perforado, y ése es Jesucristo, tu verdadera identidad. La crucifixión ha terminado. Tú has sido crucificado con Cristo y tu resurrección tendrá lugar en ti, a su propio maravilloso tiempo.

¡Yo te pido que pongas a prueba tu imaginación! Haz todo lo posible y cree en lo que has imaginado. No trates de influir en nadie. En cambio pon todas tus energías en la claridad de la forma.

Si cierto escritorio significa que estás ocupando un puesto deseado, ocupa ese escritorio. Entra en la imagen, y tú realizarás tu visión. Siéntate en la silla detrás de ese escritorio y ve la habitación. Persiste en pensar desde ese punto de vista. Si tú no ocupas físicamente esa silla mañana y comienzas a dudar, pregúntate: “¿Qué estoy haciendo, recordando y no imaginando?” ¡Luego regresa a tu silla detrás de ese escritorio!

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es WHAT ARE YOU DOING? (Neville Goddard 10-30-1967)




viernes, 1 de marzo de 2013

SIENTE PROFUNDAMENTE (Neville - 30 de mayo de 1969)

Neville Goddard (30 de mayo de 1969)


SIENTE PROFUNDAMENTE



Lo que tú sientes profundamente es mucho más importante que lo que estás pensando. Puedes pensar en hacer algo durante mucho tiempo y no hacerlo nunca, pero cuando sientes algo profundamente te ves impulsado a actuar – ¡y Dios actúa! Él, que es la causa de toda vida, actúa a través de la sensación de sentir. Puedes pensar en mil cosas, sin embargo no ser movido a actuar sobre una sola de ellas. Una convicción profunda – sentida, es mucho más importante que cualquier cosa que tú puedas pensar nunca.

Vayamos al primer capítulo de la epístola de Santiago: “Pide con fe, sin dudar, pues el que duda es como la ola del mar que es llevada y sacudida por el viento. Que esa persona no crea que un hombre de doble pensamiento, inestable en todos sus caminos, recibirá algo del Señor. Sino sed hacedores de la palabra y no sólo oidores, engañándoos a vosotros mismos. Pues si eres un oidor sólo y no un hacedor, eres como un hombre que observa su cara original en el espejo y luego sigue su camino, olvidando cómo es. Pero si eres un hacedor de la palabra y no sólo un oidor olvidadizo, observarás la perfecta ley de la libertad y perseverarás. Ese hombre será bendecido en todas sus obras.”

¿Cómo harás para ser un hacedor en lugar de un oidor? Actuando con fe. El personaje central de las Escrituras, llamado Jesús, no puso límite al amor de Dios y al poder de la fe. De hecho todas sus grandes obras eran precedidas por las palabras: “Según tu fe.” Ahora, la fe abarca la sensación. Si tienes fe, tú actuarás, y si tú actúas Dios en ti está actuando, pues Dios es tu propia maravillosa imaginación humana, cuyo nombre eterno es YO SOY. Él actúa sólo cuando tú lo sientes. Esto es verdad incluso del modo más práctico.

Si yo te digo lo que me gustaría ser y tú me dices que siga mi camino, ya que ya lo soy – y por un fugaz momento veo el mundo como lo vería si eso fuera verdad, luego me doy la vuelta y me voy, olvidando lo que el mundo parecía sólo un momento antes – yo soy un oidor olvidadizo. Pero si soy un hacedor de la palabra y no sólo un oidor, yo persevero; o – como la palabra es traducida en la Versión del Rey Jaime, yo “continúo en” el estado, pues todas las cosas son posibles para el poder de la palabra.

Mira en un espejo y verás tu cara reflejada ahí; pero tú tienes otro espejo en el que puedes mirar. Ese es el espejo de tus amigos; si ellos oyen tus buenas noticias, sus caras lo reflejarían, ¿no? Asume que tu deseo es ya un hecho. Siente su sustancia y su realidad. Luego deja que tus amigos te vean en ese estado. Ellos son tu espejo viviente.

Ahora persevera en ese estado, y no te vuelvas y olvides rápidamente cómo quieres ser. Cruza esta puerta esta noche con la asunción de que eres el hombre (o mujer) que tú quieres ser. No hay ninguna diferencia si el exterior lo niega; tú has visto la expresión de las caras de tus amigos y oído sus felicitaciones en el interior, con fe. Ahora lleva esta sensación a lo profundo y persevera. Convoca un espejo viviente de amigos y conocidos que han oído tus buenas noticias y acéptalo como permanente. Ve tu cara reflejada en las suyas. Si ellos te aman, verás empatía. Ellos se regocijarán debido a tu buena suerte. Ahora, persevera en esa conciencia y no olvides lo que has visto en tu espejo viviente. Si lo haces, serás bendecido al hacerlo, como se te dice en el primer capítulo del Libro de los Salmos: “Bendito es el hombre que se deleita en la ley del Señor, la perfecta ley de la libertad, pues en todo lo que él hace, prospera.”

¿No fuiste liberado de tu pasado cuando viste las caras de tus amigos reflejando lo que tú querías que vieran? Si hubieras dejado el estado de pobreza, enfermedad o debilidad atrás y te hubieras movido al estado de riqueza, salud o fuerza – y tus amigos lo supieran – te habrías liberado de tu limitación anterior. Así, observando la perfecta ley de la libertad y perseverando, eres bendecido en todo lo que haces.

Yo te digo desde la experiencia personal que esto funciona, pero nosotros somos el poder operante. No opera por si mismo. Tú te puedes haber enterado de esta ley de oídas y haberla leído en un libro, ¿pero sabes por experiencia que la ley funciona? ¿La has puesto a prueba? ¿La has probado? Si lo has hecho, entonces puedes hablar con autoridad, que no tenías antes de la prueba. Yo puedo decirte: a través de la utilización de esta ley, eres completamente liberado.

He estado en muchos sitios donde estuve obligado a poner a prueba este principio. Mientras estaba en la pequeña isla de Barbados, que tenía sólo dos pequeños barcos de servicio, así como las cientos de islas cercanas, yo me comprometí a dar una serie de conferencias en Milwaukee a primeros de Mayo. Cuando llamé, el agente de navegación me informó de que, debido al hecho de que el barco que zarpaba de Nueva York llevaba sólo sesenta pasajeros y el de Boston sólo cien, no había pasaje disponible antes de primero de Septiembre. Se comprometió a poner mi nombre en la lista de espera, pero no me dio esperanza ya que la lista era muy larga.

Yo colgué el teléfono y me senté en mi silla de la habitación del hotel, cerré los ojos y asumí que estaba a bordo de un barco rumbo a Nueva York. Yo asumí que ocho o diez miembros de mi familia venían abordo conmigo, y que mi hermano Victor llevaba a mi niña. Podía sentir el movimiento de la tarima. No teniendo camarote asignado, permanecí en la cubierta y coloqué mis manos mentales en la barandilla y sentí la sal del mar ahí. Luego miré atrás con nostalgia a la pequeña isla. Yo repetí esa acción una y otra vez, sintiendo cada paso que daba sobre esa pasarela. Sentía la barandilla y olía la sal del mar. Hice todo lo que pude para apoyar que esa sensación pudiera ser traída, y cuando mis acciones parecían naturales, lo interrumpí.

Al día siguiente mismo, recibí confirmación de que estaría navegando en un barco que atracaría en Nueva York una semana antes de mi compromiso en Milwaukee; lo cual hice. Cuando le pregunté al agente cómo obtuve los pasajes, dijo que tuvieron una cancelación en Nueva York y la única persona a la que él había llamado de la lista de espera sintió que el momento era inoportuno, de modo que – sabiendo que podía acomodar a mi esposa, a nuestra hija pequeña y a mí mismo en un camarote – nos admitió. Yo nunca supe por qué alguien canceló en Nueva York o por qué el que él llamó en Barbados no podía tomar el barco en ese momento, o por qué el agente no llamó a los demás de la lista de espera. Sólo sé que yo obtuve la reserva que había imaginado.

He contado esta historia antes, y alguien en la audiencia una vez dijo: “¿Hacer eso fue una actitud cristiana? Tú podías haber provocado que alguien cancelara su viaje.” Pero yo te digo, como le dije a ella: fue lo único cristiano a hacer, pues utilicé el principio cristiano de cumplir la ley de Dios. Cómo se va a cumplir no es mi preocupación. Se me dijo que todo lo que desee, si sólo creyera que lo he recibido, la habré recibido. Dios nunca crea un deseo en el corazón humano al que Él no haya proporcionado ya su satisfacción. Esto es verdad de cada deseo en este mundo, así como el más grande de todos los deseos, que es la sed de Dios.

¿Realmente quieres una experiencia de Dios? Aplícale este principio. Haz lo que yo hice cuando quise dejar Barbados y venir a América. Observé la perfecta ley de la libertad y perseveré. Dios no te da una ley para tus deseos de este mundo y otra ley para tu búsqueda de Él. Es la misma ley. Si tú hubieras tenido la experiencia de la que hablo, ¿se la habrías contado a alguien? ¿Es un deseo irresistible, o quieres algo distinto a eso primero? Quizás quieres una casa encantadora, seguridad en el sentido de dinero en el banco que puedas tocar, o acciones y bonos que rindan dividendos. Si quieres sentirte rico, viajar y tener montones de cosas antes que tu sed de una experiencia de Cristo, es secundario; de modo que no lo intentes. Pero si una experiencia de Cristo es tu deseo irresistible, entonces no dudes en ponerlo a prueba. Pon primero las cosas primeras. Si tu primer deseo es ser reconocido en el trabajo que estás haciendo, entonces aplica este principio a eso, y deja que esa sed de Dios tome su propio tiempo adecuado para envolverte; y cuando lo haga aplica este principio a ello.

Siente en profundidad, pues lo que tú sientes profundamente es más vital que lo que piensas. Cada día puedes pensar en qué maravilloso sería si ... – y nunca actuar. Pero si cada día sintieras qué maravilloso es ya, se convertiría en verdad. Shakespeare dijo: “Asume una virtud si tú no la tienes.” Una virtud debe ser sentida para ser asumida. Abstente de la asunción esta noche y será fácil abstenerse la próxima semana y aún más fácil la siguiente. Pero si tú asumieras que tu deseo está cumplido ya y perseveraras en esa asunción a través de la sensación del sentimiento, será exteriorizado como un hecho literal en tu mundo.

Yo estoy llamando a cada uno a poner esto en práctica. Cada deseo contiene su propia satisfacción con que ser alimentado. Depende enteramente de ti. Puedes alimentar tu hambre pensando en tu deseo, o alimentar su satisfacción pensando desde su cumplimiento. Es Dios quien te da cada deseo, sea por cosas de esta era o de la era por venir – como se nos dice en el Libro de Amos: “Enviaré una hambruna sobre el mundo. No será un hambre de pan o una sed de agua, sino de oír la palabra de Dios.”

Cuando tú quieres contar la palabra de Dios, tu hambre no es de oír la palabra, sino del atractivo conectado con la enseñanza. Es el centro de atención lo que tú deseas, y para eso también se te ha provisto. Cada deseo puede ser y será satisfecho si tú observas la ley de la libertad y perseveras. Entonces serás bendecido en todo lo que hagas.

Un tío vino ayer a verme desde Nueva York. Cuando oí su petición no le dije mi reacción, pero lo que yo oiría, él lo tenía. Este tío, ahora retirado del antiguo departamento de Macy's, había estado enseñando en uno de esos
ismos de vuelta a Oriente. Entonces él empezó a mantener correspondencia con un grupo de aquí, quienes – incapaces de creer en ellos mismos – querían un líder; así que ellos le habían pedido que viniera a dirigirlos. Cuando me contó la naturaleza de su deseo me apenó que todo lo que él pudiera ver en la vida fuera el centro de atención, pero yo se lo admití. Él está cansado de tocar de tercer, cuarto o quinto violín para un líder que ha ordeñado un millón de dólares a aquellos que están comprando ladrillos en el cielo. No teniendo nada, los seguidores de este hombre están construyendo el cielo para él y dándoselo como regalo. Ellos han comprado un valioso terreno en Nueva York y construido un edificio en él. Luego él dio un banquete en un gran hotel y pagaron 50 $ por el privilegio de ver la hipoteca en la que han tirado su dinero, pero la tierra y el edificio están a su nombre.

Antes en 1943, este mismo hombre me dijo que él iba a venir a Nueva York con un solo propósito y era hacer dinero en el llamado “Movimiento del Nuevo Pensamiento”. Cuando le oí decir esto, pensé que estaba en la profesión equivocada. Si él quería hacer un montón de dinero debería irse al acero, al petróleo o al carbón. Si quieres hacer este trabajo, tú puedes vivir bien, pero no tengas ambición de millones. Bueno, él quería montones de dinero y ahora lo tiene, así como casas en el campo, un apartamento en la ciudad, y un gran edificio precioso en Nueva York – por el cual pagaron aquellos que les gusta ser ordeñados. El tío que vino a verme ayudaba a este hombre. Él había visto qué fraude había sido, pero no lo había superado completamente. Él aún quería el centro de atención y ahora tenía la oportunidad de obtenerlo. Yo oraré por su éxito – no como maestro pues él no lo es – sino por el atractivo que él recibirá por aquellos que necesitan las tonterías, ya que van a empezar por no comer carne, fumar o beber – de hecho una completa pérdida del paladar.

Su petición no ofende mi código moral, de modo que yo puedo decir fácilmente que él es exitoso; pero yo insto a los que son sinceros a intentar crear dentro de vosotros mismos un anhelo por el más profundo de todos los deseos, y ese es conocer a Dios desde la experiencia. Si puedes realmente tener sed de Dios sobre todo lo demás, entonces utiliza la misma ley de la libertad. Mira las caras de tus amigos y di con profunda convicción y sentimiento: “Yo he tenido las experiencias de las que habla Neville. La serie entera, desde la resurrección hasta el descenso de la paloma, se ha desplegado dentro de mí.” Luego persevera, pues Dios ha provisto una satisfacción para ese hambre, y tú la conocerás. Pero si ese hambre no está aún en ti, y sinceramente quieres un mejor modo de vida, que no es malo, simplemente utiliza el mismo principio de la perfecta ley de la libertad y persevera. Habiendo actuado, no te vuelvas y olvides lo que has hecho, sino duerme con esa convicción, y de un modo que tú no conoces, será tuyo.

Esta noche muchos de nuestros amigos no están aquí porque es el Día del Recuerdo. Pero yo os digo: ningún momento es más santo que otro y no hay lugar en la tierra más sagrado que otro. Donde tú estés es tierra sagrada porque tú estás ahí. Hoy millones están celebrando el Día del Recuerdo, recordando a los muertos y colocando flores en una tumba que sus seres queridos no ocupan. Esta mañana, justo antes de despertar, vi a mi hermano Lawrence. Él murió a la edad de sesenta y dos, pero parecía mucho más viejo debido a que había sufrido tanto antes de su partida. Esta mañana él tenía sólo unos veintitrés años de edad. Ambos estábamos completamente despiertos y él me pidió decirle a su mujer que el dinero que le había dejado era para ella, y no para guardarlo para los hijos. Yo dije: “Lawrence, tú no tienes que ir a través de mí para hablar con Doris; ella no daría un penique a nadie de todos modos. Ella nunca lo hace. ¿Tú piensas que ella cambiaría ahora? Su única preocupación es que no se lo diste todo a ella, sino que lo compartieras igualmente con tus cuatro hijos.” Pero yo estaba con Lawrence. Él era fuerte, robusto y guapo, rubio con ojos marrones. Es el mismo Lawrence, con la misma inteligencia que tenía cuando se fue de aquí. Él es más joven ahora, pero aún tiene el recuerdo de la familia que dejó atrás. El velo no es más claro para él ahí que para los de este lado. Sólo uno que esté despierto puede penetrar el velo conscientemente. Es fácil ahora para mí ir más allá del mundo del sueño y entrar en el mundo del espíritu despierto y encontrarme con mis amigos ahí.

Pero en el Día del Recuerdo los hombres piensan en los muertos, mientras yo estoy hablando de la vida eterna. “Deja que los muertos entierren a los muertos” y sígueme, pues yo me he levantado de entre los muertos y hablo de un Dios Vivo que es real. Yo no puedo ir a un cementerio y poner flores o una bandera sobre ese que no está ahí. El cuerpo puede haber sido colocado ahí, pero no el espíritu.

Tú estás enterrado en el cráneo y en ese cráneo permanecerás, soñando tu sueño de vida hasta que despiertes y nazcas por segunda vez. Y desde ahí vas a encontrar a David, quien te revela como Dios Padre. Desde ahí vas a ser escindido en dos y ascender al Santo de los Santos. Tú fuiste engendrado en ese cráneo y tú terminarás el drama ahí, para saber que tú eres uno con el solo y único Dios Vivo.

En los capítulos 25 y 27 del Libro del Génesis, se cuenta la historia de Isaac, que tenía dos hijos. El primer hijo, Esaú, estaba todo cubierto de pelo mientras el segundo hijo, Jacob, era lampiño. Siendo ciego, Isaac llama a Esaú y le pide ir a conseguir algún venado para cenar. Jacob, habiendo oído por casualidad la petición, se vistió con las pieles de su hermano Esaú y llevó el venado a su padre. Isaac, oyendo la voz de Jacob comenzó a dudar, hasta que él sintió su realidad y captó su olor. Satisfaciéndose de que el hijo era real, a Jacob le fue dada la bendición del padre. Cuando Esaú volvió de la caza Jacob desapareció, pero Isaac dijo: “Aunque tu hermano vino a través de engaño, yo le he dado tu bendición y no puedo volverla atrás.”

Después de recubrirte con la sensación, tienes que enviarla por su camino y no puedes volverla atrás; pues orar no es más que la apropiación subjetiva de una esperanza objetiva. Imaginar dando realidad objetiva a tu esperanza. El pelo es lo más objetivo en un hombre. Trae tu esperanza tan cerca que tú puedas sentir cómo sería si fuera objetiva para ti.

Vístete con esa sensación – y te has vestido con la realidad de un Esaú. El mundo no reflejará inmediatamente tu sensación, pero tú has puesto tu deseo en movimiento y no puedes volverlo atrás. Tú has dado a un estado subjetivo tu bendición, dándole realidad objetiva. Ahora debe cumplir su destino de modo que tú serás bendecido en todo lo que estás haciendo.

Si no das a tu esperanza subjetiva realidad objetiva, tú no puedes ser bendecido en su cumplimiento. Debes vestirte con la sensación de que tu deseo está cumplido. Jacob es tu deseo, esperando a ser vestido con la sensación de realidad externa. Capta la sensación, y has vestido a Jacob con la realidad externa de Esaú. Ahora engáñate a tí mismo, creyendo que tu deseo es externamente real, y dale tu bendición apropiándote subjetivamente de tu esperanza objetiva. ¿Quién es el ciego Isaac? Eres tú, pues tú no puedes ver lo que estás pidiendo en tu mundo externo. Es una esperanza y tú eres ciego a ella. Pero cuando te vistes con la sensación de su cumplimiento, estás comiendo el sentimiento de satisfacción. Festeja esta sensación mañana, tarde y noche, y de un modo que no conoces, tu deseo se volverá una realidad objetiva en tu mundo.

En esta historia vemos la importancia de la sensación. Isaac pidió a Jacob que se acercara y le besara. La palabra traducida por “beso” significa, “poner al fuego; quemar; tocar.” Eso es una emoción, un sentimiento intenso. La realidad es sentida a través del sentido del tacto. Sentir es tocar. Gustar es tocar. Las Escrituras nos dicen que Él gustó la muerte por todos nosotros. ¿Cómo gustas la muerte? Experimentándola. Jesús gustó la muerte muriendo en todos, para que todos puedan saber quién es Él.

Ahora, yo te insto a poner su enseñanza en práctica. Él te enseñó a simplemente apropiarte un estado subjetivo, que es tu esperanza objetiva, y conocido, debe exteriorizarse en tu mundo. Haz eso y lo será. Pide con fe, sin ninguna duda; pues aquellos que dudan son como la ola del mar que es llevada y sacudida por el viento. Ellos son de doble pensamiento, pues saben lo que son, mientras desean ser algo distinto. Tú debes ser de un solo pensamiento, abandonando lo que crees que eres y asumiendo que eres ya lo que deseas ser; pues tú no puedes desear algo que ya posees. Observa la maravillosa ley de la libertad que te libera, y verás tu libertad en las caras de tus amigos. Persiste en tu asunción y tiene que llegar a pasar.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es FEEL DEPLY (Neville Goddard 05-30-1969)