~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


viernes, 22 de abril de 2011

LECCIÓN 3 - PENSAR CUATRIDIMENSIONALMENTE (Neville - 1948)

Neville Goddard (1948)


LECCIÓN 3 - PENSAR CUATRIDIMENSIONALMENTE



Hay dos perspectivas de hecho sobre el mundo que posee todo hombre, y los antiguos narradores de historias eran plenamente conscientes de estas dos perspectivas. Llamaron a una “la mente carnal” y a la otra “la mente de Cristo.”

Reconocemos estos dos centros de pensamiento en la declaración: “El hombre natural no percibe las cosas del Espíritu de Dios: porque son locura para él: ni las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” I Cor. 2:14

Para la mente natural, la realidad se limita al instante llamado ahora, este mismo momento parece contener la totalidad de la realidad, todo lo demás es irreal. Para la mente natural, el pasado y el futuro son puramente imaginarios. En otras palabras, mi pasado, cuando utilizo la mente natural, es sólo una imagen de la memoria de las cosas que fueron. Y para el enfoque limitado de la mente carnal o natural el futuro no existe. La mente natural no cree que podría revisitar el pasado y verlo como algo que está presente, algo que es objetivo y concreto para ella misma, tampoco cree que el futuro exista.

Para la mente de Cristo, la mente espiritual, que en nuestro lenguaje llamaremos el enfoque de la cuarta dimensión, el pasado, el presente y el futuro de la mente natural son un todo presente. Esto abarca toda la gama de impresiones sensoriales que el hombre ha encontrado, encuentra y encontrará.

La única razón por la que tú y yo estamos funcionando como lo estamos haciendo hoy, y no somos conscientes de la perspectiva mayor, es simplemente porque somos criaturas de hábito y el hábito nos vuelve totalmente ciegos a lo que, de lo contrario, deberíamos ver; pero el hábito no es ley. Actúa como si fuera la fuerza más irresistible en el mundo, sin embargo, no es una ley.

Podemos crear un nuevo acceso a la vida. Si tú y yo empleáramos unos minutos todos los días en retirar nuestra atención de la región de la sensación y concentrarla en un estado invisible y permanecer fieles a esta contemplación, sintiendo y percibiendo la realidad de un estado invisible, nos haríamos, con el tiempo, conscientes de este mundo mayor, este mundo dimensionalmente más grande. El estado contemplado es ahora una realidad concreta, desplazada en el tiempo.

Esta noche mientras volvemos a nuestra Biblia juzga tú mismo en cuanto a dónde estás en tu desenvolvimiento presente.

**************

Nuestra primera historia para esta noche es del capítulo 5º del Evangelio de Marcos. En este capítulo hay tres historias contadas como si fueran experiencias separadas de los personajes dominantes.

En la primera historia se nos dice que Jesús se encontró con un hombre loco, un hombre desnudo que vivía en el cementerio y se escondía detrás de las tumbas. Este hombre apeló a Jesús para que no expulsara a los demonios que le acosaban.

Pero Jesús le dijo: “Sal del hombre, espíritu inmundo.” Marcos 5:8

Así, Jesús expulsó a los demonios que ahora pueden destruirse, y encontramos a este hombre, por primera vez, vestido y en su sano juicio y sentado a los pies del Maestro. Captaremos el sentido psicológico de este capítulo cambiando el nombre de Jesús por el de razón iluminada o pensamiento cuatridimensional.

Cuando avanzamos en este capítulo se nos dice que Jesús ahora se encuentra con el Sumo Sacerdote cuyo nombre es Jairo, y Jairo el Sumo Sacerdote de la Sinagoga tiene una hija que se está muriendo. Ella tiene 12 años, y él apela a Jesús para que vaya y cure a la niña.

Jesús consiente, y mientras él se pone en marcha hacia la casa del Sumo Sacerdote una mujer en la plaza del mercado tocó su ropa. “Y Jesús, sabiendo inmediatamente en sí mismo que había salido virtud de él, se volvió a la presión y dijo: ¿Quién tocó mi ropa?” Marcos 5:30

La mujer que fue sanada de un flujo de sangre que había tenido durante 12 años confesó que ella le había tocado. “Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.” Marcos 5:34

Mientras continúa hacia la casa del Sumo Sacerdote le dicen que la niña ha muerto y no hay necesidad de ir a resucitarla. Ella ya no está dormida, sino que ya está muerta.

“Tan pronto como Jesús oyó la palabra que fue dicha, le dijo al jefe de la sinagoga: No temas, sólo cree.” Marcos 5:36

“Y cuando estuvo dentro, les dijo, ¿Por qué hacéis este bullicio, y lloráis? La doncella no está muerta, sino dormida.” Marcos 5:39

Con esto la multitud entera se burlaba y se reía, pero Jesús, cerrando las puertas contra la multitud burlona, llevó con él a la casa de Jairo a sus discípulos y al padre y la madre de la niña muerta.

Entraron en la habitación donde la doncella estaba tendida. “Y tomó a la doncella de la mano, y le dijo: Doncella, Yo te digo, levántate.” Marcos 5:41

“De este profundo sueño ella se despertó y se levantó y caminó, y el Sumo Sacerdote y todos los demás estaban atónitos. Y les trasmitió directamente que ninguna persona debería saberlo; y mandó que se le diera algo de comer.” Marcos 5:43

Vosotros estáis esta misma noche, mientras estáis sentados aquí, retratados en este 5º capítulo de Marcos. Un cementerio tiene un sólo propósito: es simplemente un registro de la muerte. ¿Estás tú viviendo en el pasado muerto?

Si estás viviendo entre los muertos, tus prejuicios, tus supersticiones y tus falsas creencias que mantienes tú vivas son las tumbas detrás de las que te escondes. Si te niegas a dejarlos ir, estás igual de loco que el loco de la Biblia, que suplicaba a la razón iluminada que no los expulsara. No hay ninguna diferencia. Pero la razón iluminada es incapaz de proteger a los prejuicios y a la superstición contra las incursiones de la razón.

No hay un hombre en este mundo que tenga un prejuicio, independientemente de la naturaleza del prejuicio, que pueda sostenerlo a la luz de la razón. Dime que estás en contra de una determinada nación, una determinada raza, un cierto “ismo”, un cierto algo – no importa lo que sea –, no puedes exponer esa creencia tuya a la luz de la razón y mantenerla viva. Para que pueda mantenerse viva en tu mundo debes esconderla de la razón. No puedes analizarla a la luz de la razón y mantenerla viva. Cuando este enfoque cuatridimensional viene y te muestra un nuevo acceso a la vida y expulsa de tu propia mente todas esas cosas que te acosan, tú estás entonces limpio y vestido en tu sano juicio. Y te sientas a los pies de la comprensión, llamada los pies del Maestro.

Ahora vestido y en tu sano juicio puedes resucitar a los muertos. ¿Qué muertos? La niña de la historia no es una niña. La niña es tu ambición, tu deseo, los sueños incumplidos de tu corazón. Esta es la niña alojada dentro de la mente del hombre. Pues como ya he señalado antes, todo el drama de la Biblia es psicológico. La Biblia no hace referencia alguna a ninguna persona que haya existido, o a ningún acontecimiento que haya ocurrido en la tierra. Todas las historias de la Biblia se desarrollan en la mente del hombre individual.

En esta historia Jesús es el intelecto despierto del hombre. Cuando tu mente funciona fuera del ámbito de tus sentidos presentes, cuando tu mente es sanada de todas las limitaciones anteriores, entonces tú ya no eres el hombre demente, sino que eres esta presencia personificada como Jesús, el poder que puede resucitar los anhelos del corazón del hombre.

Tú eres ahora la mujer con el flujo de sangre. ¿Qué es este flujo de sangre? Una matriz que sangra no es una matriz productiva. Ella lo mantuvo durante 12 años; fue incapaz de concebir. Ella no podía dar forma a su anhelo debido a la persistencia del flujo de sangre. Se te dice que su fe lo cortó. Cuando la matriz lo corta puede dar forma a la semilla o idea.

A medida que tu mente se limpia de tu anterior concepto de tí mismo, tú asumes que eres lo que quieres ser, y permaneciendo fiel a esa asunción, das forma a tu asunción o resucitas a tu hija. Tu eres la mujer limpiada del flujo de sangre, y avanzas hacia la casa de la niña muerta.

La niña o estado deseado por ti es ahora tu concepto fijo de tí mismo. Pero ahora, habiendo asumido que yo soy lo que anteriormente deseaba ser, no puedo continuar deseando lo que soy consciente de ser. Así que no lo comento. No le hablo a nadie respecto a lo que yo soy. Es tan obvio para mí que soy lo que yo quería ser, que camino como si lo fuera.

Caminando como si fuera lo que anteriormente quería ser, mi mundo de enfoque limitado no lo ve y piensa que ya no lo deseo. La niña está muerta dentro de su mundo; pero yo, que conozco la ley, digo, “La niña no está muerta”. La doncella no está muerta, sino sólo dormida. Yo ahora la despierto. Yo, por mi asunción, despierto y hago visible en mi mundo lo que asumo, pues las asunciones si se sostienen invariablemente despiertan lo que afirman.

Cierro la puerta. ¿Qué puerta? La puerta de mis sentidos. Simplemente excluyo completamente todo lo que mis sentidos revelan. Niego la evidencia de mis sentidos. Suspendo la limitada razón del hombre natural y camino en esta audaz afirmación de que yo soy lo que mis sentidos niegan.

Con la puerta de mis sentidos cerrada, ¿qué llevo a ese estado disciplinado? No llevo a nadie a ese estado sino a los padres de la niña y a mis discípulos. Cierro la puerta a la burlona multitud que se ríe. Ya no busco confirmación. Niego completamente la evidencia de mis sentidos, que se burlan de mi asunción, y no comento con los demás si mi asunción es posible o no.

¿Quiénes son los padres? Hemos descubierto que el padre-madre de toda creación es la YO SOYdad del hombre. La conciencia del hombre es Dios. Yo soy consciente del estado. Yo soy el padre-madre de todas mis ideas y mi mente permanece fiel a este nuevo concepto de mí mismo. Mi mente está disciplinada. Yo llevo a ese estado a los discípulos, y excluyo de ese estado todo lo que lo negaría.

Ahora la niña, sin ayuda de nadie, ha resucitado. La condición que yo deseaba y asumía que tenía, se objetiva dentro de mi mundo y da testimonio del poder de mi asunción.

Juzga tú mismo, yo no puedo juzgarte. Estás viviendo ahora en el pasado muerto, o estás viviendo como la mujer cuyo flujo de sangre ha sido detenido. ¿Podrías realmente responderme si te hago la pregunta:

“¿Crees ahora que tú, sin la ayuda de nadie, sólo necesitas asumir que eres lo que quieres ser para hacer real esa asunción dentro de tu mundo? ¿O crees que primero debes cumplir una cierta condición impuesta por el pasado, que debes ser de cierta orden, o de cierto 'algo'?”

No estoy siendo crítico de ciertas iglesias o grupos, pero hay quienes creen que nadie fuera de su iglesia o grupo aún no está salvado. Yo nací protestante. Hablas con un protestante; sólo hay un cristiano, el protestante. Hablas con un católico; ¿por qué no hay nadie en el mundo que sea cristiano más que un católico? Hablas con un judío, y los cristianos son paganos, y los judíos son los elegidos. Hablas con un musulmán; judíos y cristianos son los infieles. Hablas con alguien más y todos esos son los intocables. No importa con quién hables, ellos son siempre los elegidos.

Si crees que debes ser uno de esos para salvarte, sigues siendo aún un demente escondido detrás de esas supersticiones y esos prejuicios del pasado, y estás rogando no ser limpiado.

Algunos de vosotros me decís: “No me pidas renunciar a mi creencia en Jesús el hombre, o en Moisés el hombre, o en Pedro el hombre. Cuando me pides renunciar a mi creencia en esos personajes estás pidiendo demasiado. Déjame esas creencias porque me consuelan. Yo puedo creer que ellos vivieron en la tierra y continuar siguiendo tu interpretación psicológica de sus historias”.

Yo digo: Sal del pasado muerto. Sal de ese cementerio y camina, sabiendo que tú y tu Padre sois uno, y tu Padre, a quien los hombres llaman DIOS, es tu propia conciencia. Esa es la única ley creadora en el mundo.

¿De qué estás consciente de ser? Aunque no puedas ver tu objetivo con el enfoque limitado de tu mente tridimensional, eres ahora el que tú has asumido que eres. Camina en esa asunción y permanece fiel a ella.

El tiempo, en esta dimensión de tu ser, late lentamente y tú puedes, incluso después de objetivar tu asunción, no recordar que hubo un tiempo en que esta realidad actual no era más que una actitud mental. Debido a la lentitud del latir del tiempo aquí a menudo no ves la relación entre tu naturaleza interna y el mundo externo que da testimonio de ella.

Juzga tú mismo la posición que ahora ocupas en este 5º capítulo de Marcos. ¿Has resucitado a la niña muerta? ¿Sigues aún necesitando tener esa matriz de tu mente cerrada? ¿Está aún sangrando y por lo tanto no puede ser fértil? ¿Eres ahora el demente que vive en el pasado muerto? Sólo tú puedes juzgarlo y responder a estas preguntas.

**************

Ahora pasamos a una historia en el capítulo 5º del Evangelio de Juan. Esta te mostrará qué bellamente los narradores antiguos hablaban de las dos perspectivas distintas sobre este mundo – una, el limitado enfoque tridimensional, y la otra, el enfoque cuatridimensional.

Esta historia habla de un hombre inválido que es rápidamente sanado. Jesús viene a un lugar llamado Bethesda, que por definición significa la Casa de los Cinco Pórticos. En estos Cinco Pórticos hay innumerables inválidos – cojos, ciegos, paralíticos, atrofiados y demás. La tradición decía que en ciertas épocas del año un ángel descendía y agitaba el estanque que había cerca de esos Cinco Pórticos. Cuando el ángel agitaba el estanque, el primero en entrar era sanado siempre. Pero sólo el primero, no el segundo.

Jesús, viendo a un hombre que era cojo desde el vientre de su madre, le dijo: “¿Quieres ser sanado?” Juan 5:6

“El inválido le respondió: Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada, pues mientras yo voy, otro desciende antes que yo.” Juan 5:7

“Jesús le dijo: Levántate, toma tu cama y anda.” Juan 5:8

“E inmediatamente el hombre fue sanado, y tomó su cama y caminó, y ese mismo día era el Sabbath.” Juan 5:9

Lees esta historia y piensas que un extraño hombre que poseía poderes milagrosos de repente le dijo al paralítico: “Levántate y anda.” No puedo repetir más a menudo que la historia, incluso cuando introduce innumerables individualidades, tiene lugar dentro de la mente de cada hombre.

El estanque es tu conciencia. El ángel es una idea, llamada el mensajero de DIOS. Siendo la conciencia Dios, cuando tienes una idea estás albergando a un ángel. En el instante en que eres consciente de un deseo tu estanque ha sido agitado. El deseo agita la mente del hombre. Querer algo es ser agitado.

En el momento mismo en que tienes una ambición, o un objetivo claramente definido, el estanque ha sido agitado por el ángel, que era el deseo. Se te dice que el primero en el estanque agitado es siempre sanado.

Mis más cercanos compañeros en este mundo, mi esposa y mi hijita, son para mí, cuando me dirijo a ellas, segundos. Yo debo hablar a mi esposa como “tú eres”. Debo hablar a cualquiera, no importa lo cercanos que sean, como “Tú eres”. Y después de eso la tercera persona: “Él es”. Sólo hay una persona en este mundo con quien puedo usar la primera persona del presente y ésa es yo mismo. “Yo soy”, se puede decir sólo de mí mismo, no se puede decir de otro.

Por lo tanto, cuando estoy consciente de un deseo que yo quiero ser, pero aparentemente no soy, siendo agitado el estanque, ¿quién puede entrar en ese estanque antes que yo? Sólo yo poseo el poder de la primera persona. Yo soy ese que quiero ser. Excepto que yo crea que yo soy lo que quiero ser, permanezco como era antes y muero en esa limitación.

En esta historia tú no necesitas a nadie que te meta en el estanque cuando tu conciencia es agitada por el deseo. Todo lo que necesitas es asumir que eres ya lo que antes querías ser y estás en él, y nadie puede entrar antes que tú. ¿Qué persona puede entrar antes que tú cuando te vuelves consciente de ser lo que quieres ser? Nadie puede estar antes que tú cuando sólo tú tienes el poder para decir YO SOY.

Esas son las dos perspectivas. Eres ahora lo que tus sentidos negarían. ¿Eres suficientemente audaz para suponer que tú eres ya lo que quieres ser? Si te atreves a asumir que eres ya lo que tu razón y tus sentidos ahora niegan, entonces estás en el estanque y, sin ayuda de nadie, tú también te levantarás y tomarás tu cama y caminarás.

Se te dijo que eso sucedió en el Sabbath. El Sabbath es sólo el sentido místico de quietud, cuando estás despreocupado, cuando no estás ansioso, cuando no estás buscando resultados, sabiendo que las señales siguen y no preceden.

El Sabbath es el día de reposo en el que no hay trabajo. Cuando tú no estás trabajando para hacerlo así estás en el Sabbath. Cuando no estás preocupado en absoluto por la opinión de los demás, cuando caminas como si tú fueras, no puedes levantar un dedo para hacerlo así, estás en el Sabbath. No puedo estar preocupado respecto a cómo será, y aún decir que yo soy consciente de serlo. Si soy consciente de ser libre, seguro, sano y feliz, mantengo esos estados de conciencia sin esfuerzo o trabajo de mi parte. Por lo tanto, estoy en el Sabbath; y debido a que era el Sabbath él se levantó y caminó.

**************

Nuestra siguiente historia es del 4º capítulo del Evangelio de Juan, y la has oído una y otra vez. Jesús llega al pozo y hay una mujer llamada la mujer de Samaria, y él le dijo: “Dame de beber.” Juan 4:7

“Entonces le dijo la mujer de Samaria, ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy mujer samaritana? Pues los judíos no se tratan con los samaritanos.” Juan 4:9

“Jesús respondió y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dijo: Dame de beber, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.” Juan 4:10

La mujer al ver que él no tiene nada con qué sacar el agua, y sabiendo que el pozo es hondo, dice: “¿Eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y del cual bebió él mismo, y sus hijos y su ganado?” Juan 4:12

“Jesús respondió y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua volvería a tener sed, mas el que bebiere del agua que yo le de, no tendrá sed jamás; pues el agua que yo le daré será en él una fuente de agua brotando para la vida eterna.” Juan 4:13,14

Entonces él le dice todo respecto a sí misma y le pide que vaya y llame a su marido. Ella respondió y dijo: “No tengo marido.” Juan 4:17

“Jesús le dijo: Bien has dicho, 'No tengo marido', pues has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es tu marido.” Juan 4:17, 18

La mujer, sabiendo que esto era cierto, va a la plaza del mercado y le dice a los demás, “He encontrado al Mesías.”

Ellos le preguntan, “¿Cómo sabes que has encontrado al Mesías?”

“Porque él me ha dicho todas las cosas que he hecho.” responde ella. Aquí hay un enfoque que entra en todo el pasado al menos, y le habla ahora respecto al futuro.

Continuando con la historia, los discípulos vienen a Jesús y dicen: “Maestro, come.” Juan 4:31

“Pero él les dijo: Yo tengo una comida para comer que vosotros no conocéis.” Juan 4:32

Cuando ellos hablan de una cosecha en cuatro meses, Jesús responde: “¿No decís: Aún faltan cuatro meses hasta que llegue la cosecha? He aquí, yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos; pues ya están blancos para la cosecha.” Juan 4:35

Él ve cosas que la gente espera para cuatro meses, o espera para cuatro años; él las ve ahora en un mundo dimensionalmente más grande, que existe ahora, que tiene lugar ahora.

Volvamos a la primera parte de la historia. La mujer de Samaria es el tú tridimensional, y Jesús en el pozo es el tú cuatridimensional. La controversia empieza entre lo que tú quieres ser, y lo que la razón te dice que eres. El tú mayor te dice que si te atrevieras a suponer que eres ya lo que quieres ser, te convertirías en ello.

El tú menor, con su enfoque limitado, te dice: “¿Por qué no tienes un cubo, no tienes una cuerda y el pozo es hondo. Cómo podrías nunca alcanzar la profundidad de ese estado sin los medios para ese fin?”

Respondes y dices, “Si sólo supieras quién te pide a tí de beber tú le pedirías a él.” Si sólo supieras qué en tí mismo está urgiéndote a encarnar el estado que ahora buscas, tú suspenderías tu corta visión y le dejarías hacerlo por tí.

Entonces él te dice que tienes cinco esposos, y tú lo niegas. Pero él sabe mucho mejor que tú que tus cinco sentidos te preñan mañana, tarde y noche con sus limitaciones. Te dicen qué hijos tendrás esta noche, mañana y los días por venir. Pues tus cinco sentidos actúan como cinco esposos que constantemente preñan tu conciencia, que es la gran matriz de DIOS, y mañana, tarde y noche te sugieren y te dictan lo que debes aceptar como verdad.

Él te dice el que te gustaría tener, pues tu esposo no es tu esposo. En otras palabras, el sexto aún no te ha preñado. Lo que te gustaría ser es negado por esos cinco, y ellos mantienen el poder, ellos dictan lo que tú aceptarás como verdadero. Lo que te gustaría aceptar aún no ha penetrado en tu mente y preñado tu mente con su realidad. El que tú llamas esposo no es realmente tu esposo. Tú no estás pariendo su semejanza. Parir su semejanza es la prueba de que tú eres su esposa; por lo menos lo has conocido íntimamente. Tú no estás pariendo la semejanza del sexto; estás pariendo sólo la semejanza de los cinco.

Entonces uno se vuelve hacia mí y me dice todo lo que siempre he sabido. Vuelvo atrás en el ojo de mi mente y la razón me dice que a lo largo de mi vida siempre he aceptado las limitaciones de mis sentidos, los he considerado siempre como un hecho, y mañana, tarde y noche he testimoniado esa aceptación.

La razón me dice que sólo he conocido esos cinco desde el momento que nací. Ahora me gustaría salir de la limitación de mis sentidos, pero aún no he encontrado dentro de mí el valor para asumir que yo soy lo que esos cinco negarían que soy. Así que aquí sigo, consciente de mi tarea, pero sin el valor de ir más allá de las limitaciones de mis sentidos, y de lo que mi razón niega.

Él le dice a estos, “Yo tengo comida que no conocéis. Yo soy el pan que cayó del cielo. Yo soy el vino.” Yo sé lo que quiero ser, y porque yo soy ese pan lo festejo. Asumo que yo soy, y en lugar de festejar el hecho de que estoy en esta habitación hablando contigo y tú me estás escuchando y que estoy en Los Ángeles, festejo el hecho de que estoy en otra parte y camino aquí como si estuviera en otra parte. Y gradualmente me convierto en lo que festejo.

**************

Dejadme contaros dos historias personales. Cuando yo era niño vivía en un entorno muy limitado, en una pequeña isla llamada Barbados. La comida para los animales era muy, muy escasa y muy cara porque teníamos que importarla. Soy de una familia de 10 hijos y mi abuela vivía con nosotros haciendo 13 a la mesa.

Una y otra vez yo puedo recordar a mi madre diciéndole a la cocinera al principio de la semana, “Quiero que apartes tres patos para la cena del domingo.” Esto significaba que tomaría de la piara del patio tres patos y los encerraría en una jaula muy pequeña y los alimentaría, los atiborraría mañana, tarde y noche con maíz y todas las cosas que ella quería a los patos para la fiesta.

Esta era una dieta totalmente diferente de la que normalmente alimentábamos a los patos, porque manteníamos a aquellas aves vivas alimentándolas con pescado. Los manteníamos vivos y gordos con pescado porque era muy barato y abundante, pero tú no podías comer un ave alimentada con pescado, no como a tí y a mi nos gusta un ave.

La cocinera tomaría tres patos, los ponía en una jaula y durante siete días los atiborraba con maíz, leche agria y todas las cosas que queríamos saborear en las aves. Luego, cuando se mataban y servían para cenar siete días después, eran deliciosas aves alimentadas con leche, alimentadas con maíz.

Pero ocasionalmente la cocinera olvidaba apartar las aves, y mi padre, sabiendo que teníamos patos, y creyendo que ella había llevado a cabo la orden, no enviaba nada más para cenar, y tres pescados llegaban a la mesa. No podías tocar esas aves pues tanto eran la encarnación de lo que comieron.

El hombre es un ser psicológico, un pensador. No es en lo que le alimenta físicamente, sino en lo que le alimenta mentalmente en lo que él se convierte. Nos convertimos en la encarnación de aquello de lo que mentalmente nos alimentamos.

Ahora aquellos patos no podían ser alimentados con maíz por la mañana y pescado por la tarde y otra cosa por la noche. Tenía que ser un cambio completo de dieta. En nuestro caso no podemos tener un poquito de meditación por la mañana, blasfemar por la tarde, y hacer otra cosa por la noche. Tenemos que seguir una dieta mental, durante una semana debemos cambiar completamente nuestro alimento mental.

“Todo lo que es verdad, todo lo que es honesto, todo lo que es justo, todo lo que es puro, todo lo que es de buena relación; si hay alguna virtud, y si hay alguna alabanza, pensad en esas cosas.” Fil. 4:8

Como un hombre piensa en su corazón así es él. Si yo pudiera ahora seleccionar el tipo de alimento mental que quiero expresar dentro de mi mundo y festejarlo, me convertiría en él.

Déjame decirte por qué estoy haciendo lo que estoy haciendo hoy. Fue en 1933 en Nueva York, y mi viejo amigo Abdullah, con quien estudié hebreo durante cinco años, fue realmente el comienzo del acabar con todas mis supersticiones. Cuando fui a él, yo estaba lleno de supersticiones. Yo no podía comer carne, no podía comer pescado, no podía comer pollo, no podía comer ninguna de esas cosas que vivían en el mundo. No bebía, no fumaba, y estaba haciendo un tremendo esfuerzo para vivir una vida de celibato.

Abdullah me dijo: “No voy a decirte 'tú estás loco' Neville, pero tú tienes que saberlo. Todas esas cosas son estúpidas.” Pero yo no podía creer que fueran estúpidas.

En noviembre de 1933, despedí a mis padres en la ciudad de Nueva York, cuando embarcaron para Barbados. Yo había estado en este país 12 años sin deseos de ver Barbados. No tenía éxito y me daba vergüenza ir a casa a ver a los miembros exitosos de mi familia. Después de 12 años en América yo era un fracaso a mis propios ojos. Yo estaba en el teatro y hacía dinero un año y lo gastaba al mes siguiente. No era lo que yo llamaría por sus criterios ni por los míos una persona de éxito.

Imaginaos, cuando me despedí de mis padres en noviembre no tenía ganas de ir a Barbados. El buque partió, y cuando estuve en la calle algo me poseyó con un deseo de ir a Barbados.

Era el año 1933, yo estaba desempleado y no tenía dónde ir, excepto una pequeña habitación en la calle 75. Me fui directamente a mi viejo amigo Abdullah y le dije: “Ab, una extraña sensación me está poseyendo. Por primera vez en 12 años quiero ir a Barbados.”

“Si quieres ir, Neville, tú has ido.” respondió.

Eso era un lenguaje muy extraño para mí. Estoy en Nueva York en la calle 72 y él me dice que he ido a Barbados. Yo le dije, “¿Qué quieres decir con 'yo he ido', Abdullah?”

Él dijo: “¿Realmente quieres ir?”

Yo respondí, “Sí.”

Él entonces me dijo: “Cuando salgas por esa puerta ahora ya no estás caminando por la calle 72, estás caminando por las calles bordeadas de palmeras y cocoteros; esto es, Barbados. No me preguntes cómo vas a ir. Tú estás en Barbados. No dices 'cómo', cuando 'estás allí'. Estás allí. Ahora camina como si estuvieras allí.”

Salí de su casa en una nube. Estoy en Barbados. No tengo dinero, no tengo trabajo, ni siquiera estoy bien vestido, y sin embargo estoy en Barbados.

Abdullah no era el tipo de persona con el que podías discutir. Dos semanas después no estaba más cerca de mi objetivo que el día que le dije que quería ir a Barbados. Yo le dije, “Ab, confío en ti implícitamente pero hace un tiempo que no puedo ver cómo esto va a funcionar. No tengo ni un centavo para mi viaje, empecé a explicar.”

¿Sabes lo que hizo? Era tan negro como el as de picas, mi viejo amigo Abdullah, con su turbante en la cabeza. Cuando me senté en el salón de su casa, se levantó de la silla y se dirigió hacia su despacho y cerró la puerta, lo que no era una invitación a seguirle. Cuando salió por la puerta me dijo: “He dicho todo lo que tengo que decir.”

El 3 de diciembre yo estaba ante Abdullah y le dije otra vez que no estaba más cerca de mi viaje. Él repitió su afirmación, “Tú estás en Barbados.”

El último barco para Barbados que podía llevarme allí por la razón que quería ir, que era estar allí para Navidad, salía a mediodía del 6 de diciembre; el viejo Nerissa.

En la mañana del 4 de diciembre, no teniendo trabajo, no teniendo a donde ir, dormí hasta tarde. Cuando me levanté había una carta de correo aéreo de Barbados debajo de mi puerta. Al abrir la carta un pequeño trozo de papel planeó hasta el suelo. Lo cogí y era un cheque por 50,00 $.

La carta era de mi hermano Víctor y decía: “No te estoy pidiendo que vengas, Neville, esto es una orden. Nunca hemos tenido una Navidad en la que todos los miembros de nuestra familia estuvieran presentes al mismo tiempo. Esta Navidad se podría hacer si tú vinieras.”

Mi hermano mayor Cecil se fue de casa antes de que el menor naciera y luego empezamos a irnos de casa en diferentes momentos, así que nunca en la historia de nuestra familia estuvimos todos juntos al mismo tiempo.

La carta continuaba: “No estás trabajando, sé que no hay ninguna razón por la que no puedas venir, por lo que debes estar aquí antes de Navidad. Los 50,00 $ incluídos son para comprar algunas camisas o un par de zapatos que puedas necesitar para el viaje. No necesitarás propinas; usa el bar si vas a beber. Iré al barco y pagaré todas tus propinas y gastos efectuados. He cablegrafiado a Furness, Withy & Co. en Nueva York y les dije que te emitieran un billete cuando aparecieras en su oficina. Los 50,00 $ son simplemente para comprar algunas cosas esenciales. Puedes inscribirte como desees a bordo del buque. Te iré a buscar y cuidaré de todos tus gastos.”

Fui a Furness, Withy & Co. con mi carta y les dejé leerla. Ellos dijeron: “Hemos recibido el cable Sr. Goddard, pero lamentablemente no nos queda ningún pasaje para la travesía del 6 de diciembre. Lo único disponible es tercera clase entre Nueva York y Santo Tomás. Cuando lleguemos a Santo Tomás tenemos unos cuantos pasajeros que bajarán. Usted puede entonces viajar en 1ª clase de Santo Tomás a Barbados. Pero entre Nueva York y Santo Tomás debe ir en tercera clase, aunque puede tener los privilegios del comedor de 1ª clase y andar por las cubiertas de la primera clase.”

Yo dije, “Aceptaré.”

Volví a mi amigo Abdullah la tarde del 4 de diciembre y dije: “Funcionó como un sueño.” Le dije lo que había hecho, pensando que estaría feliz.

¿Sabes qué me dijo? Dijo: “¿Quién te dijo que vas a ir en tercera clase? ¿Te vi en Barbados, al hombre que eres, yendo en tercera clase? Tú estás en Barbados y fuiste allí en primera clase.”

No tuve un momento para volver a verle antes de que embarcara al mediodía del 6 de diciembre. Al llegar al muelle con mi pasaporte y mis papeles para subir a bordo de ese buque, el agente me dijo: “Tenemos buenas noticias para usted, Sr. Goddard. Ha habido una cancelación y va a ir en 1ª clase.”

Abdullah me enseñó la importancia de permanecer fiel a una idea y no transigir. Yo me tambaleé, pero él se mantuvo fiel a la asunción de que yo estaba en Barbados y había viajado en primera clase.

**************

Ahora, volviendo a la importancia de nuestras dos historias de la Biblia. El pozo es hondo y no tienes cubo, no tienes cuerda. Faltan cuatro meses para la cosecha y Jesús dice: “Yo tengo una comida para comer que no conocéis. Yo soy el pan del cielo.”

Festeja la idea, identifícate con la idea como si hubieras ya encarnado ese estado. Camina en la asunción de que eres lo que quieres ser. Si festejas eso y permaneces fiel a esa dieta mental, lo cristalizarás. Lo traerás a este mundo.

Cuando regresé a Nueva York en 1934, después de tres meses celestiales en Barbados, bebía, fumaba, y hacía todo lo que no había hecho en años.

Me acordé de lo que Abdullah me había dicho, “Después de haber comprobado esta ley te volverás normal, Neville. Tú saldrás de ese cementerio, saldrás de ese pasado muerto en el que piensas que estás siendo santo. Pues todo lo que realmente estás haciendo, sabes, de que estás siendo tan bueno, Neville, no sirve para nada.”

Regresé a esta tierra como una persona completamente transformada. A partir de ese día, que fue en febrero de 1934, comencé a vivir cada vez más. Honestamente, no puedo decirte que siempre he tenido éxito. Mis muchos errores en este mundo, mis muchos fracasos, me condenarían si te dijera que he dominado tan completamente los movimientos de mi atención que puedo en todo momento permanecer fiel a la idea que quiero encarnar.

Pero puedo decir con el antiguo maestro, a pesar de que parezca haber fracasado en el pasado, sigo adelante y lucho día tras día para convertirme en lo que yo quiero encarnar en este mundo. Suspende el juicio, niégate a aceptar lo que la razón y los sentidos ahora dictan, y si permaneces fiel a la nueva dieta, te convertirás en la encarnación del ideal al que permaneces fiel.

Si hay un lugar en el mundo que sea distinto a mi pequeña isla de Barbados es Nueva York. En Barbados el edificio más alto es de tres plantas, y las calles están bordeadas de palmeras y cocoteros y todo tipo de cosas tropicales. En Nueva York tienes que ir a un parque para encontrar un árbol.

Sin embargo tuve que caminar por las calles de Nueva York como si caminara por las calles de Barbados. Para la imaginación de uno, todo es posible. Caminé, sintiendo que estaba de hecho caminando por las calles de Barbados, y en la asunción de que casi podía sentir el olor de las callejuelas bordeadas de cocoteros. Empecé a crear dentro del ojo de mi mente la atmósfera que físicamente encontraría cuando estuviera en Barbados.

Mientras permanecía fiel a esta asunción, alguien canceló el pasaje y yo lo recibí. Mi hermano en Barbados, que nunca pensó que yo fuera a casa, tiene la urgencia imperiosa de escribirme una extraña carta. Nunca me había escrito, pero esta vez me escribió, y pensó que él originó la idea de mi visita.

Fui a casa y pasé tres meses celestiales, volví en 1ª clase, y traje de vuelta una buena suma de dinero en el bolsillo, un regalo. Mi viaje, si hubiera tenido que pagarlo, habría sido de 3.000 $, sin embargo lo hice sin un centavo en el bolsillo.

“Tengo caminos que no conocéis. Mis caminos son inescrutables.” El yo dimensionalmente mayor tomó mi asunción como una orden e influenció el comportamiento de mi hermano para escribir esa carta, influenció el comportamiento de alguien para cancelar el pasaje de primera clase, e hizo todas las cosas necesarias tendentes hacia la producción de la idea con la que yo estaba identificado.

Yo estaba identificado con la sensación de estar allí. Dormía como si estuviera allí, y todo el comportamiento humano fue moldeado en armonía con mi asunción. Yo no tuve necesidad de ir a Furness, Withy & Co. y rogarles un pasaje, pidiéndoles cancelar alguno de los que estaban reservados de 1ª clase. No necesité escribir a mi hermano y rogarle que me enviase algo de dinero o comprarme un pasaje. El pensó que él originó el acto. En realidad, hasta el día de hoy, él cree haber iniciado el deseo de llevarme a casa.

Mi viejo amigo Abdullah simplemente me dijo: “Tú estás en Barbados, Neville. Tú quieres estar allí; dondequiera que quieras estar, allí estás. Vive como si tú ya fueras y serás.”

Estas son las dos perspectivas sobre el mundo que posee toda persona. No importa quién eres. Todo hijo nacido de mujer, independientemente de la raza, nación o credo, posee dos perspectivas distintas sobre el mundo.

O eres el hombre natural, que no percibe las cosas del Espíritu de Dios, porque para tí en el enfoque natural son locura. O eres el hombre espiritual que percibe las cosas fuera de las limitaciones de tus sentidos, porque todas las cosas son ya realidades en un mundo dimensionalmente más grande. No es necesario de esperar cuatro meses para la cosecha.

O eres la mujer de Samaria o Jesús en el pozo. Eres el hombre esperando en los Cinco Pórticos la agitación y que alguien le introduzca, o eres el que puedes ordenarte a tí mismo levantarte y andar a pesar de que otros esperan.

¿Eres el hombre detrás de las tumbas en el cementerio esperando y rogando no ser limpio, porque no quieres ser limpiado de tus prejuicios? Una de las cosas más difíciles de dejar para el hombre son sus supersticiones, sus prejuicios. Se aferra a ellos como si fueran el tesoro de los tesoros.

Cuando te has limpiado y eres libre, entonces la matriz, tu propia mente es automáticamente sanada. Se convierte en el terreno preparado donde las semillas, tus deseos, pueden enraizar y crecer en la manifestación. El niño que ahora llevas en tu corazón es tu objetivo actual. Tu anhelo actual es un niño que es como si estuviera enfermo. Si asumes que eres ya lo que te gustaría ser, el niño por un momento se vuelve muerto porque no hay perturbación ya.

No puedes ser perturbado cuando tú sientes que eres lo que quieres ser, porque si sientes que eres lo que querías ser estás satisfecho en esa asunción. Para los demás que juzgan superficialmente tú pareces no desear ya, de modo que para ellos el deseo o doncella está muerto. Creen que has perdido tu ambición porque ya no hablas de tu ambición secreta. Te has ajustado completamente a la idea. Has asumido que eres lo que quieres ser. Ya sabes, “Ella no está muerta, ella no está sino dormida.” “Voy a despertarla.”

Camino en la asunción de que yo soy, y mientras camino, tranquilamente la despierto. Luego, cuando ella despierte, haré lo normal, lo natural; le daré de comer. No voy a alardear de ello y decírselo a los demás. Simplemente voy y no se lo digo a nadie. Alimento ese estado que ahora me gusta con mi atención. Lo mantengo vivo dentro de mi mundo volviéndome atento a él.

Las cosas a las que no estoy atento se desvanecen y se secan dentro de mi mundo, independientemente de lo que sean. No han acabado de nacer y luego permanecen sin alimentar. Les di nacimiento por el hecho de hacerme consciente de ser ellas. Cuando las incorporo dentro de mi mundo, ese no es el final. Ese es el principio. Ahora yo soy una madre que debe mantener vivo ese estado estando atento a él. El día que no estoy atento, le he retirado mi leche, y se borra de mi mundo, cuando me vuelvo atento a otra cosa en mi mundo.

Tú puedes estar atento a las limitaciones y alimentarlas y hacerlas montañas, o puedes estar atento a tus deseos; pero para volverte atento debes asumir que eres ya lo que querías ser.

Aunque hoy hablamos de un enfoque tridimensional y cuatridimensional, no pienses ni por un momento que esos maestros antiguos no eran plenamente conscientes de estos dos centros distintos de pensamiento dentro de la mente de todos los hombres. Ellos personificaron los dos, y trataron de mostrar al hombre que lo único que le priva de ser el hombre que podría ser, es el hábito. Aunque no es una ley, todos los psicólogos te dirán que el hábito es la fuerza más inhibidora del mundo. Restringe completamente al hombre y lo ata y lo hace totalmente ciego a lo que, de otro modo, él debería ser.

Comienza ahora a verte y sentirte mentalmente como el que quieres ser, y festeja esa sensación mañana, tarde y noche. He rastreado la Biblia buscando un intervalo de tiempo que sea de más de tres días y no lo he encontrado.

“Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo y en tres días lo levantaré.” Juan 2:19

“Preparad vuestras vituallas; porque dentro de tres días pasaréis el Jordán, para entrar a poseer la tierra que el Señor vuestro Dios os da para que la poseais.” Josué 1:11

Si pudiera saturar completamente mi mente con una sensación y caminara como si ya fuera un hecho, se me prometió (y no puedo encontrar ninguna negación de ello en este gran libro) que no necesito más que una dieta de tres días si permanezco fiel a ella. Pero debo ser honesto al respecto. Si cambio mi dieta en el curso del día, extiendo el intervalo de tiempo.

Tú me preguntas, “¿Pero cómo sé yo el intervalo?” Tú, tú mismo determinas el intervalo.

Tenemos hoy día en nuestro mundo moderno una pequeña palabra que confunde a la mayoría de nosotros. Sé que me confundió hasta que profundicé más. La palabra es “acción”. La acción se supone que es lo más fundamental en el mundo. No es un átomo, es más fundamental. No es parte de un átomo como un electrón, es más fundamental que eso. Lo llaman la unidad cuatridimensional. Lo más fundamental en el mundo es la acción.

Tú preguntas, “¿Qué es la acción?” Nuestros físicos nos dicen que es la energía multiplicada por el tiempo. Nos quedamos más confusos y decimos, “La energía multiplicada por el tiempo, ¿qué significa eso?” Ellos responden, “No hay respuesta a un estímulo, no importa cuán intenso sea el estímulo, a menos que perdure durante un período determinado de tiempo.” Debe haber una duración mínima para el estímulo o no hay respuesta. Por otro lado no hay respuesta al tiempo a menos que haya un grado mínimo de intensidad. Hoy lo más fundamental en el mundo se llama acción, o simplemente energía multiplicada por tiempo.

La Biblia le da como tres días; la duración es de tres días para la respuesta en este mundo. Si yo ahora asumiera que soy lo que quiero ser, y si soy fiel a ello y camino como si lo fuera, el periodo justo más largo dado para su realización es tres días.

Si hay algo esta noche que realmente quieres en este mundo, entonces experimenta en la imaginación lo que experimentarías en la carne si realizaras tu meta y cierra tus oídos, y ciega tus ojos a todo lo que niegue la realidad de tu asunción.

Si haces esto serías capaz de decirme antes de que yo deje esta ciudad de Los Ángeles que has realizado lo que era sólo un deseo cuando viniste aquí. Será mi alegría regocijarme contigo en el conocimiento de que la niña que estaba aparentemente muerta ahora está viva. Esta doncella realmente no estaba muerta, estaba sólo dormida. Tú la alimentaste en este silencio porque tienes una comida que nadie más conoce. Le diste alimento y se convirtió en una realidad viva resucitada dentro de tu mundo. Entonces puedes compartir tu alegría conmigo y yo puedo regocijarme en tu alegría.

El propósito de estas lecciones es recordarte la ley de tu propio ser, la ley de la conciencia; tú eres esa ley. Sólo que eras inconsciente de su funcionamiento. Tú alimentaste y mantuviste vivas las cosas que no deseabas expresar dentro de este mundo.

Acepta mi reto y pon esta filosofía a prueba. Si no funciona no deberías utilizarla como un consuelo. Si no es verdad, debes desecharla completamente. Yo sé que es verdadera. Tú no lo sabrás hasta que intentes probarla o refutarla.

Demasiados de nosotros se han unido a “ismos” y tenemos miedo de ponerlos a prueba, porque sentimos que podríamos fracasar; y entonces, ¿dónde estamos? No queriendo saber realmente la verdad respecto a ello, dudamos en ser lo suficientemente atrevidos para ponerlo a prueba. Dices: “Yo sé que funcionaría de alguna otra manera. No quiero realmente comprobarlo. Mientras aún no lo haya refutado, todavía puedo ser consolado por ello.”

Ahora bien, no te engañes a ti mismo, no pienses por un segundo que eres sabio.

Comprueba o refuta esta ley. Yo sé que si intentas refutarla, la comprobarás, y seré el más rico por tú comprobarla, no en dólares, no en cosas, sino porque te convertirás en el fruto viviente de lo que creo que estoy enseñando en este mundo. Es mucho mejor tenerte como una persona exitosa, satisfecha después de cinco días de enseñanza, que tenerte saliendo insatisfecho. Espero que seas lo suficientemente valiente para desafiar esta enseñanza y comprobarla o refutarla.

Ahora, antes de que entremos en el período de silencio explicaré brevemente la técnica de nuevo. Tenemos dos técnicas al aplicar esta ley. Todo el mundo aquí debe saber ya exactamente lo que quiere. Tú debes saber que si no lo obtienes esta noche todavía estarás tan deseoso mañana respecto a este objetivo.

Cuando sepas exactamente lo que quieres, construye en el ojo de tu mente un acontecimiento simple, sencillo, que implique el cumplimiento de tu deseo, un acontecimiento en el que predomines tú mismo. En lugar de sentarte y mirarte a tí mismo como si estuvieras en la pantalla, se el actor en el drama.

Restringe el evento a una sola acción. Si vas a estrechar una mano porque eso implica el cumplimiento de tu deseo, entonces haz eso y sólo eso. No estreches manos y luego vagues en tu imaginación a una cena o algún otro lugar. Restringe tu acción a simplemente estrechar manos y hazlo una y otra vez, hasta que ese apretón de manos tome la solidez y la nitidez de la realidad.

Si sientes que no puedes permanecer fiel a una acción, quiero que ahora definas tu objetivo, y luego condenses la idea, que es tu deseo, en una sola frase, una frase que implique el cumplimiento de tu deseo, alguna frase como, “¿No es maravilloso?”

O si me sentí agradecido porque pensé que alguien fue decisivo en llevar a que mi deseo pasara, yo podría decir, “Gracias”, y repetirlo con sentimiento una y otra vez, como una canción de cuna hasta que mi mente sea dominada por la sola sensación de gratitud.

Ahora nos sentaremos tranquilamente en estas sillas con la idea que implique el cumplimiento de nuestro deseo condensada en una sola frase, o en un solo acto. Nos relajaremos e inmovilizaremos nuestros cuerpos físicos. Luego experimentaremos en la imaginación la sensación que nuestra frase o acción condensada afirma.

Si te imaginas a tí mismo estrechando la mano de otra persona, no uses tu mano física, déjala inmovilizada. Sino imagina que alojada dentro de tu mano hay una mano real más sutil, que puede ser extraída de tu imaginación. Pon tu mano imaginaria en la mano imaginaria de tu amigo que está ante tí y siente el apretón. Mantén tu cuerpo físico inmovilizado incluso aunque tú te vuelvas mentalmente activo en lo que estás ahora a punto de hacer.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es
LESSON 3 - THINKING FOURTH-DIMENSIONALLY (Neville Goddard 1948)




domingo, 17 de abril de 2011

LECCIÓN 2 - LAS ASUNCIONES SE MATERIALIZAN EN HECHOS (Neville - 1948)

Neville Goddard (1948)


LECCIÓN 2 - LAS ASUNCIONES SE MATERIALIZAN EN HECHOS



Esta Biblia nuestra no tiene nada que ver con la historia. Algunos de vosotros podéis estar aún inclinados esta noche a creer eso, aunque nosotros podamos darle una interpretación psicológica, se la podría dejar aún en su forma presente y ser interpretada literalmente. No podéis hacer eso. La Biblia no hace referencia en absoluto a gente o sucesos como os han enseñado a creer. Cuanto más pronto comencéis a borrar ese cuadro mejor.

Vamos a tomar unas cuantas historias esta noche, y de nuevo os voy a recordar que debéis representar todas estas historias dentro de vuestra propia mente.

Ten en cuenta que aunque parezcan ser historias de gente totalmente despierta, el drama es realmente entre tú, el dormido, el tú más profundo y el tú consciente despierto. Son personificados como gente, pero cuando vas al punto de aplicación debes recordar la importancia del estado somnoliento.

Toda creación, como decíamos la noche anterior, tiene lugar en el estado de sueño, o en ese estado próximo al sueño – el estado somnoliento.

Dijimos la noche anterior que el primer hombre aún no ha despertado. Tú eres Adán, el primer hombre, aún en el sueño profundo. El tú creativo es el tú cuatridimensional cuyo hogar es simplemente el estado al que entras cuando los hombres te llaman dormido.

**************

Nuestra primera historia para esta noche se encuentra en el Evangelio de Juan. Mientras lo oyes desarrollarse ante tí, quiero que lo compares en el ojo de tu mente con la historia que oíste la noche anterior del libro del Génesis. El primer libro de la Biblia, el libro del Génesis, afirman los historiadores que es la recopilación de sucesos que ocurrieron en la tierra unos 3000 años antes de los recogidos en el libro de Juan. Te pido que seas racional sobre esto y ver si no piensas que el mismo escritor podría haber escrito ambas historias. Juzga si el mismo hombre inspirado no podría haber contado la misma historia y contarla de manera diferente.

Esta es una historia muy conocida, la historia del juicio de Jesús. En este Evangelio de Juan se recoge que Jesús fue llevado ante Poncio Pilato y la multitud clamaba por su vida, querían a Jesús. Pilato se volvió hacia ellos y dijo:

“Pero vosotros tenéis una costumbre, que yo debería soltaros a uno en la Pascua; ¿Queréis pues que os suelte al Rey de los Judíos? Entonces gritaron todos otra vez, diciendo, a ése no, sino a Barrabás. Y Barrabás era un ladrón.” Juan 18:39, 40

Se os ha dicho que Pilato no tenía elección en la cuestión, él era sólo un juez interpretando la ley, y esa era la ley. Al pueblo se le tenía que dar al que ellos pedían. Pilato no podía soltar a Jesús contra los deseos de la multitud, y así soltó a Barrabás y les dio a Jesús para ser crucificado.

Ahora tened en cuenta que vuestra conciencia es Dios. No hay otro Dios. Y se os ha dicho que Dios tiene un hijo cuyo nombre es Jesús. Si te tomas la molestia de mirar la palabra Barrabás en tu concordancia, verás que es una contracción de dos palabras hebreas: BAR, que significa una hija o hijo – o niño, y ABBA, que significa padre. Barabbas es el hijo del gran padre. Y Jesús en la historia es llamado el Salvador, el Hijo del Padre.

Tenemos dos hijos en esta historia. Y tenemos dos hijos en la historia de Esaú y Jacob. Ten en cuenta que Isaac era ciego, y la justicia para ser verdadera debe tener los ojos vendados. Aunque en este caso Pilato no está físicamente ciego, el papel dado a Pilato implica que es ciego porque es un juez. En todos los grandes edificios de la ley del mundo vemos a la mujer o al hombre que representa a la justicia con los ojos vendados.

“Juzga no según las apariencias, sino juzga con juicio justo.” Juan 7:24.

Aquí encontramos que Pilato está haciendo el mismo papel que Isaac. Hay dos hijos. Todos los personajes como aparecen en esta historia pueden aplicarse a tu propia vida. Tú tienes un hijo que está robándote en este mismo momento lo que tú podrías ser.

Si vienes a esta reunión esta noche consciente de querer algo, deseando algo, tú andas en compañía de Barrabás.

Pero desear es confesar que ahora no posees lo que deseas, y como todas las cosas son tuyas, te robas a tí mismo por vivir en el estado de deseo. Mi salvador es mi deseo. Cuando quiero algo estoy mirando a los ojos de mi salvador. Pero si sigo queriéndolo, niego a mi Jesús, mi salvador, pues cuando yo quiero confieso que yo no soy y “excepto si creéis que YO SOY Él moriréis en vuestros pecados.” No puedo tener y seguir deseando aún lo que tengo. Puedo disfrutarlo, pero no puedo seguir queriéndolo.

He aquí la historia. Es la fiesta de la Pascua (Paso). Algo va a cambiar justo ahora, algo va a pasar. El hombre es incapaz de pasar de un estado de conciencia a otro a menos que se libere de la conciencia que tiene ahora, pues ella le ancla donde está.

Tú y yo podemos ir a las fiestas físicas año tras año cuando el sol entra en el gran signo de Aries, pero eso no significa nada para la verdadera Pascua mística. Para celebrar la fiesta de la Pascua, la fiesta psicológica, yo paso de un estado de conciencia a otro. Lo hago soltando a Barrabás, el ladrón y atracador que me roba ese estado que yo podría encarnar dentro de mi mundo.

El estado que busco encarnar es personificado en la historia como Jesús el Salvador. Si me convierto en lo que quiero ser entonces soy salvado de lo que era. Si no me convierto en ello, continúo teniendo encerrado dentro de mí un ladrón que me roba ser lo que podría ser.

Esas historias no hacen referencia a ninguna de las personas que vivían ni a ningún suceso que nunca ocurriera en la tierra. Esos personajes son personajes eternos en la mente de cada hombre en el mundo. Tú y yo mantenemos perpetuamente vivos a Barrabás o a Jesús. Tú sabes en cada momento a quién estás albergando.

No condenes a una multitud por clamar que deberían soltar a Barrabás y crucificar a Jesús. No es una multitud de gente llamados judíos. Ellos no tienen nada que ver con eso.

Si somos sabios, nosotros también deberíamos clamar por soltar ese estado de mente que nos limita ser lo que queremos ser, que nos restringe, que no nos permite convertirnos en el ideal que buscamos y nos esforzamos por alcanzar en este mundo.

No estoy diciendo que no estás esta noche encarnando a Jesús. Sólo te recuerdo que si en este mismo momento tienes una ambición insatisfecha, entonces estás manteniendo eso que niega el cumplimiento de la ambición, y eso que lo niega es Barrabás.

Para explicar la transformación mística y psicológica conocida como la Pascua, o el cruce, debes identificarte ahora con el ideal que tú querrías servir, y debes permanecer fiel al ideal. Si permaneces fiel a él, no sólo lo crucificas por tu fidelidad, sino que lo resucitas sin ayuda de nadie.

Según continúa la historia, nadie se levantaría suficientemente temprano para hacer rodar la piedra. Sin ayuda de nadie la piedra fue quitada, y el que aparentemente estaba muerto y enterrado fue resucitado sin ayuda de nadie.

Andas en la conciencia de ser lo que quieres ser, nadie lo ve aún, pero no necesitas a nadie para hacer rodar los problemas y obstáculos de la vida para expresar lo que eres consciente de ser. Ese estado tiene su propia única manera de encarnarse en este mundo, de hacerse carne que el mundo entero pueda tocarla.

Ahora puedes ver la relación entre la historia de Jesús y la historia de Isaac y sus dos hijos, donde uno sustituyó al otro, donde uno fue llamado el Suplantador del otro. ¿Por qué pensáis que los que recopilaron los sesenta y tantos libros de nuestra Biblia hicieron a Jacob el primer padre de Jesús?

Ello tomaron a Jacob, que fue llamado el Suplantador, y lo hicieron padre de doce, luego tomaron a Judas o alabanza, el quinto hijo y le hicieron el primer padre de José, quien se supone haber sido padre de alguna extraña manera de este llamado Jesús. Jesús debe suplantar a Barrabás como Jacob debe suplantar y tomar el lugar de Esaú.

Esta noche tú puedes estar sentado aquí mismo y conducir el juicio de tus dos hijos, uno de los cuales quieres soltar. Te puedes convertir en la multitud que clama por la liberación del ladrón, y el juez que voluntariamente suelta a Barrabás, y sentencia a Jesús a ocupar su lugar. El fue crucificado en el Gólgota, el lugar de la calavera, el asiento de la imaginación.

Para experimentar la Pascua o paso del viejo al nuevo concepto de tí mismo, debes soltar a Barrabás, tu presente concepto de tí mismo, el cual te roba ser el que podrías ser, y debes asumir el nuevo concepto que deseas expresar.

La mejor manera de hacer eso es concentrar tu atención en la idea de identificarte con tu ideal. Asume que eres ya lo que buscas y tu asunción, aunque falsa, si es sostenida, se materializará en hecho.

Tú sabrás cuando has conseguido soltar a Barrabás, tu viejo concepto de tí mismo, y cuando has crucificado exitosamente a Jesús, o fijado el nuevo concepto de tí mismo, simplemente mirando MENTALMENTE a la gente que conoces. Si los ves como anteriormente los veías, no has cambiado tu concepto de tí mismo, pues todo cambio de concepto de uno mismo resulta una relación modificada con tu mundo.

Siempre parecemos a los demás una encarnación del ideal que nosotros inspiramos. Por lo tanto, en la meditación, debemos imaginar que los demás nos ven como nos verían si fuéramos lo que deseamos ser.

Puedes soltar a Barrabás y crucificar y resucitar a Jesús si primero defines tu ideal. Luego relájate en un cómodo sillón, induce un estado de conciencia próximo al sueño y experimenta en la imaginación lo que experimentarías en la realidad si ya fueras lo que deseas ser.

Por este sencillo método de experimentar en la imaginación lo que experimentarías en la carne si fueras la encarnación del ideal que tú sirves, sueltas a Barrabás que te roba tu grandeza, y crucificas y resucitas a tu salvador, o el ideal que deseabas expresar.

Ahora volvamos a la historia de Jesús en el jardín de Getsemaní. Ten en cuenta que un jardín es una parcela apropiadamente preparada de tierra, no es un baldío. Tú has preparado esa tierra llamada Getsemaní viniendo aquí y estudiando y haciendo algo por tu mente. Emplea un tiempo diariamente en preparar tu mente leyendo buena literatura, oyendo buena música y entrando en conversaciones que ennoblecen.

Se nos dijo en las Epístolas, “Cualquier cosa que sea verdad, cualquier cosa que sea honesta, cualquier cosa que sea justa, cualquier cosa que sea pura, cualquier cosa que sea amable, cualquier cosa que sea de buena relación; si hay alguna virtud, y si hay alguna alabanza, piensa en esas cosas.” Fil. 4:8

Continuando con nuestra historia, como se dice en el capítulo 18 de Juan, Jesús está en el jardín y de pronto una multitud empieza a buscarle. El está allí de pie en la oscuridad y dice, “¿A quién buscáis?”

El portavoz llamado Judas responde y dice, “Buscamos a Jesús de Nazaret.”

Una voz responde, “Yo soy Él.”

En ese instante todos ellos caen a tierra, miles de ellos caídos. Esto en sí mismo debería detenerte justo aquí y hacerte saber que esto no puede ser un drama físico, porque nadie puede ser tan atrevido en su declaración de que él es el que buscan, que pueda hacer que miles de los que le buscan caigan a tierra.

Pero la historia nos dice que todos ellos cayeron a tierra. Luego, cuando recuperaron su compostura preguntaron lo mismo.

“Jesús respondió, os he dicho que yo soy Él: si me buscáis a mí por tanto, dejad a estos seguir su camino.” Juan 18:8.

“Entonces le dijo Jesús, lo que haces hazlo rápidamente.” Juan 13:27

Judas, quien tiene que hacerlo rápidamente, sale y se suicida.

Ahora al drama. Tú estás en tu jardín de Getsemaní o mente preparada si puedes, mientras estás en un estado próximo al sueño, controlas tu atención y no la dejes vagar fuera de su propósito. Si puedes hacer eso estás definitivamente en el jardín.

Muy poca gente puede sentarse tranquilamente y no entrar en una ensoñación o en un estado de pensamiento incontrolado. Cuando puedes restringir la actividad mental y permanecer fiel a tu observación, no permitiendo que tu atención vague por todo el lugar, sino manteniéndola sin esfuerzo dentro de un campo limitado de presentación para el estado que estás contemplando, entonces eres definitivamente esa presencia disciplinada en el jardín de Getsemaní.

El suicidio de Judas es nada más que cambiar tu concepto de tí mismo. Cuando tú sabes lo que quieres ser has encontrado a tu Jesús o salvador. Cuando asumes que eres lo que quieres ser has muerto a tu anterior concepto de tí mismo (Judas se ha suicidado) y estás ahora viviendo como Jesús. Tú puedes llegar a voluntad a estar despegado del mundo que te rodea, y apegado a lo que quieres encarnar dentro de tu mundo.

Ahora que me has encontrado, ahora que has encontrado al que te podría salvar de lo que eres, deja ir al que eres y todo lo que representa en el mundo. Despégate completamente de él. En otras palabras, sal y suicídate.

Completamente mueres a lo que antes expresabas en este mundo, y completamente vives ahora a lo que nadie vio como cierto de tí antes. Es como si hubieras muerto por tu propia mano, como si te hubieras suicidado. Tomaste tu propia vida habiéndote despegado en consciencia de lo que antes mantenías vivo, y has empezado a vivir a lo que has descubierto en tu jardín. Has encontrado a tu salvador.

No hay hombres caídos, ni un hombre traicionando a otro, sino tú despegando tu atención, y reenfocándola en una dirección enteramente nueva. A partir de este momento andas como si fueras el que anteriormente querías ser. Permaneciendo fiel a tu nuevo concepto de tí mismo, mueres o te suicidas. Nadie te quitó tu vida, la entregaste tú mismo.

Debes ser capaz de ver la relación de esto con la muerte de Moisés, que murió tan completamente que nadie pudo encontrar dónde fue enterrado. Debes ver la relación con la muerte de Judas. Él no es un hombre que traicionó a un hombre llamado Jesús.

La palabra Judas es alabanza; esto es Judah, alabar, dar gracias, explotar de alegría. No explotas de alegría a menos que estés identificado con el ideal que tú buscas y quieres encarnar en este mundo. Cuando consigues identificarte con el estado que contemplas no puedes reprimir tu alegría. Surge como el fragante olor descrito como Jericó en el Antiguo Testamento.

Estoy intentando demostrarte que los antiguos contaron la misma historia en todas las historias de la Biblia. Todo lo que están tratando de decirnos es cómo convertirnos en el que queremos ser. Y ello implica en cada historia que no necesitamos la ayuda de otro. Tú no necesitas a otro para convertirte ahora en lo que realmente quieres ser.

**************

Ahora pasamos a una extraña historia del Antiguo Testamento; una que muy pocos sacerdotes y rabinos serán suficientemente atrevidos para mencionarla desde sus púlpitos. Hay uno que va a recibir la promesa como tú ahora la recibes. Su nombre es Jesús, sólo que los antiguos le llamaban Josué, Jehoshua Ben Nun, o salvador, hijo del pez, el Salvador del gran abismo. Nun significa pez, y pez es el elemento del abismo, el profundo océano. Jehoshua significa Jehovah salva, y Ben significa la descendencia o hijo de. Así él fue llamado el que trajo la era del pez.

Esta historia está en el 6º libro de la Biblia, el libro de Josué. Una promesa es hecha a Josué como es hecha a Jesús en la forma anglicanizada en los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

En el evangelio de Juan, Jesús dice, “Todas las cosas que me diste son de tí.” Juan 17:7. “Y todas las mías son tuyas, y las tuyas son mías.” Juan 17:10

En el Antiguo Testamento, en el libro de Josué, es dicho con estas palabras: “Cada lugar sobre el que la planta de tu pie pise, yo os lo he dado.” Josué 1:3

No importa dónde sea; analiza la promesa y ve si puedes aceptarla literalmente. No es físicamente cierta sino psicológicamente cierta. Dondequiera que puedas estar en este mundo mentalmente tú lo puedes realizar.

Josué está obsesionado por esta promesa de que dondequiera que él pueda poner su pie (el pie es entendimiento), dondequiera que la planta de su pie pise, eso le será dado. El quiere el estado más deseable en el mundo, la fragante ciudad, el delicioso estado llamado Jericó.

Se encuentra bloqueado por los inaccesibles muros de Jericó. Él está afuera, como tú ahora estás afuera. Tú estás funcionando tridimensionalmente y pareces no poder alcanzar el mundo cuatridimensional donde tu deseo presente es ya una concreta realidad objetiva. Pareces no poder alcanzarlo porque tus sentidos te bloquean de ello. La razón te dice que eso es imposible, todas las cosas a tu alrededor te dicen que eso no es cierto.

Ahora tú empleas los servicios de una ramera y espía, y su nombre es Rahab. La palabra Rahab simplemente significa el espíritu del padre. RACE significa el aliento del espíritu, y AB el padre. De ahí encontramos que esta ramera es el espíritu del padre y el padre es la conciencia de ser consciente del hombre, la YO SOYdad del hombre, la consciencia del hombre.

Tu capacidad para sentir es el gran espíritu del padre, y esa capacidad es Rahab en esta historia. Ella tiene dos profesiones, la de espía y la de ramera.

La profesión de espía es: viajar secretamente, viajar tan discretamente que no puedas ser detectado. No hay un solo espía físico en este mundo que pueda viajar tan discretamente que no pueda ser visto en absoluto por los demás. Puede ser muy sabio en ocultar sus caminos, y puede no ser nunca verdaderamente apresado, pero a cada momento corre el riesgo de ser detectado.

Cuando estás sentado tranquilamente con tus pensamientos, no hay nadie en el mundo tan sabio que pueda mirarte y decirte dónde estás habitando mentalmente.

Yo puedo estar aquí y situarme en Londres. Conociendo Londres bastante bien, puedo cerrar los ojos y asumir que estoy de hecho en Londres. Si permanezco dentro de este estado el tiempo suficiente seré capaz de rodearme del entorno de Londres como si fuera un hecho objetivo concreto sólido.

Físicamente aún estoy aquí, pero mentalmente estoy a miles de millas y he hecho que el otro lugar esté aquí. No voy allí como un espía, mentalmente hago que el otro lugar esté aquí y que luego sea ahora. Tú no puedes verme habitar allí, así que piensas que sólo he ido en sueños y que aún estoy aquí en este mundo, este mundo tridimensional que es ahora San Francisco. En lo que a mí respecta físicamente, estoy aquí pero nadie puede decirme dónde estoy cuando entro en el momento de meditación.

La otra profesión de Rahab era la de ramera, que es conceder a los hombres lo que pidan de ella sin cuestionar el derecho del hombre a pedir. Si es una absoluta ramera, como su nombre implica, entonces posee todo y puede conceder todo lo que el hombre pida de ella. Ella está ahí para servir, y no para cuestionar el derecho del hombre a buscar lo que él busca de ella.

Tienes dentro de tí la capacidad para apropiarte de un estado sin saber los medios que serán empleados para realizar ese fin y tú asumes la sensación del deseo cumplido sin tener ninguno de los talentos que los hombres proclaman que debes poseer para hacer eso. Cuando te lo apropias en conciencia has empleado al espía, y porque puedes encarnar ese estado dentro de tí mismo dándotelo efectivamente a tí mismo, eres la ramera, pues la ramera satisface al hombre que la busca.

Tú puedes satisfacerte apropiándote la sensación de que eres lo que quieres ser. Y esta asunción, aunque falsa, esto es, aunque la razón y los sentidos la nieguen, si se persiste en ella, se materializará en hecho. Al encarnar realmente lo que has asumido que eres, tienes la capacidad para satisfacerte completamente. A menos que se convierta en una realidad tangible concreta no serás satisfecho; serás frustrado.

Se te dice en esta historia que cuando Rahab vino a la ciudad para conquistarla, la orden que se le dio fue entrar en el corazón de la ciudad, el corazón de la materia, el centro mismo de ella, y quedarse ahí hasta que yo llegue. No ir de casa en casa, no dejar la habitación superior de la casa en la que entras. Si dejas la casa y hay sangre sobre tu cabeza, es sobre tu cabeza. Pero si no dejas la casa y hay sangre, será sobre mi cabeza.

Rahab entra en la casa, sube al piso superior, y ahí permanece mientras los muros se derrumban. Esto es, debemos mantener un alto estado de ánimo si queremos andar con lo más alto. De una manera muy velada la historia te dice que cuando los muros se desmoronaron y Josué entró, la única que fue salvada en la ciudad fue la espía y ramera cuyo nombre era Rahab.

Esta historia cuenta lo que tú puedes hacer en este mundo. Nunca perderás la capacidad para situarte en otra parte y convertirla en aquí. Nunca perderás la capacidad de darte lo que seas suficientemente atrevido para apropiarte como verdad de tí mismo. Esto no tiene nada que ver con la mujer que interpretó ese papel.

La explicación del derrumbamiento de los muros es sencilla. Se te dice que sopló la trompeta siete veces y al séptimo toque los muros se desmoronaron y entró victoriosamente en el estado que buscaba.

Siete es una quietud, un descanso, el Sabbath. Es el estado cuando el hombre está completamente inconmovible en su convicción de que la cosa existe. Cuando puedo asumir la sensación de mi deseo cumplido e ir a dormir despreocupado, inalterado, estoy en descanso mentalmente, y estoy guardando el Sabbath o estoy tocando la trompeta siete veces. Y cuando alcanzo ese punto los muros se derrumban. Las circunstancias se alteran entonces remodelándose en armonía con mi asunción. Cuando se derrumban resucito lo que me he apropiado interiormente. Los muros, los obstáculos, los problemas, se derrumban por su propio peso si puedo alcanzar el punto de quietud dentro de mí.

El hombre que puede fijar dentro del ojo de su propia mente una idea, incluso aunque el mundo la niegue, si permanece fiel a esa idea la verá manifestada. Hay toda la diferencia del mundo entre sostener la idea y ser sostenido por una idea. Llegar a estar tan dominado por una idea que obsesiona la mente como si tú fueras ella. Entonces, independientemente de lo que los demás puedan decir, estás andando en la dirección de tu actitud mental fija. Estás andando en la dirección de la idea que domina la mente.

Como dijimos la noche pasada, tú no tienes sino un regalo que es verdaderamente tuyo para dar, y eres tú mismo. No hay otro regalo; debes sacarlo de tí mismo para apropiártelo. Está ahí dentro de tí ahora pues la creación está acabada. No hay nada que exista que no sea ahora. No hay nada para ser creado pues todas las cosas ya son tuyas, están todas acabadas.

Aunque el hombre no sea capaz de estar físicamente en un estado, puede siempre estar mentalmente en cualquier estado deseado. Por estar mentalmente quiero decir que tú puedes ahora, en este mismo momento, cerrar tus ojos y visualizar otro lugar distinto al presente, y asumir que estás efectivamente ahí. Puedes SENTIR eso tan real que al abrir tus ojos te asombre descubrir que no estás físicamente ahí.

Este viaje mental al estado deseado, con su consiguiente sensación de realidad, es todo lo necesario para llevar a cabo su cumplimiento. Tu Yo dimensionalmente más grande tiene caminos que el menor, o tú tridimensional, no conoce. Más aún, para el tú más grande todos los medios son buenos para promover el cumplimiento de tu asunción.

Permanece en el estado mental definido como tu objetivo hasta que tenga la sensación de realidad, y todas las fuerzas del cielo y la tierra se apresurarán a ayudar a su encarnación. Tu Yo más grande influirá las acciones y palabras de todos los que puedan ser utilizados para ayudar a la producción de tu actitud mental fija.

*************

Ahora pasamos al libro de Números y aquí encontramos una extraña historia. Confío en que alguno de vosotros haya tenido esta experiencia como se describe en el libro de Números. Hablan de la construcción de un tabernáculo ordenada por Dios; que Dios ordenó a Israel construirle un lugar de adoración.

Él les dio todas las especificaciones del tabernáculo. Tenía que ser un lugar de adoración móvil alargado, y tenía que estar cubierto de piel. ¿Necesitas que te digan algo más? ¿No es eso el hombre?

“¿No sabéis que sois el templo de Dios, y que el espíritu de Dios mora en vosotros?” Cor. 3:16

No hay otro templo. No un templo hecho con las manos, sino un templo eterno en los cielos. Este templo es alargado y está cubierto de piel, y se mueve a través del desierto.

“Y el día que el tabernáculo fue levantado la nube cubrió el tabernáculo, es decir, la tienda del testimonio: y por la tarde había sobre el tabernáculo como una apariencia de fuego, hasta la mañana. Así era siempre: la nube lo cubría de día, y la apariencia de fuego de noche.” Núm. 9:15, 16

La orden dada a Israel era detenerse hasta que la nube ascendía de día y el fuego de noche. “Fueran dos días, o un mes, o un año, que la nube se detuviera sobre el tabernáculo, permaneciendo ahí, los hijos de Israel moraban en sus tiendas, y no viajaban: pero cuando se levantada, ellos viajaban.” Núm. 9:22

Sabes que tú eres el tabernáculo, pero puedes preguntarte qué es la nube. En meditación muchos de vosotros debéis haberla visto. En meditación, esta nube, como las aguas subterráneas de un pozo artesiano, salta espontáneamente a tu cabeza y forma anillos dorados pulsátiles. Luego, como un suave río fluyen de tu cabeza en una corriente de anillos de oro vivos.

En un estado de ánimo meditativo bordeando el sueño la nube asciende. Es en este estado somnoliento en el que debes asumir que eres lo que deseas ser, y que tienes lo que buscas, pues la nube asumirá la forma de tu asunción y creará un mundo en armonía consigo misma. La nube es simplemente el ropaje de tu conciencia, y donde tu conciencia sea colocada, ahí estarás tú en la carne también.

Esta nube dorada viene en meditación. Hay un cierto punto cuando estás llegando al sueño en que es muy, muy espesa, muy líquida, y muy viva y pulsátil. Comienza a ascender cuando alcanzas el estado meditativo somnoliento, bordeando el sueño. No desmontes el tabernáculo, ni lo muevas hasta que la nube empiece a ascender.

La nube siempre asciende cuando el hombre se acerca a la somnolencia del sueño. Pues cuando un hombre se va a dormir, lo sepa o no, se desliza de un mundo tridimensional a un mundo cuatridimensional y lo que está ascendiendo es la consciencia de ese hombre en un enfoque más grande; es un enfoque cuatridimensional.

Lo que ahora ves ascender es tu yo más grande. Cuando empieza a ascender entras en el estado efectivo de sentir que eres lo que quieres ser. Este es el momento en que te arrullas en el estado de ánimo de ser lo que quieres ser, bien experimentando en la imaginación lo que experimentarías en realidad si fueras ya lo que quieres ser, o bien repitiendo una y otra vez la frase que implique que has hecho ya lo que querías hacer. Una frase como, “¿No es maravilloso, no es maravilloso?”, como si algo maravilloso te hubiera sucedido.

“En un sueño, en una visión de la noche, cuando el sueño profundo cae sobre los hombres, adormeciéndolos sobre el lecho. Entonces él abre los oídos de los hombres, y les señala su instrucción.” Job 33: 15, 16

Usa sabiamente el intervalo que precede al sueño. Asume la sensación del deseo cumplido y duérmete en este ánimo. De noche, en un mundo dimensionalmente más grande, cuando el sueño profundo cae sobre los hombres, ellos ven y desempeñan los papeles que después desempeñarán en la tierra. Y el drama está siempre en armonía con lo que sus yoes dimensionalmente más grandes leen y juegan a través de ellos. Nuestra ilusión de libre voluntad no es sino ignorancia de las causas que nos hacen actuar.

La sensación que domina la mente del hombre cuando cae dormido, aunque falsa, se materializará en hecho. Asumir la sensación del deseo cumplido cuando caemos dormidos es la orden para este proceso de encarnación, diciendo a nuestro estado de ánimo, “Sé efectivo”. De esta manera nos convertimos, a través de un proceso natural, en lo que deseamos ser.

Puedo contarte docenas de experiencias personales donde parecía imposible ir a otra parte pero, colocándome en otra parte mentalmente cuando estaba a punto de dormirme, las circunstancias cambiaban rápidamente, lo que me obligaba a hacer el viaje. Lo he hecho a través del agua colocándome de noche en mi cama como si estuviera durmiendo donde quería estar. Según transcurrían los días las cosas comenzaron a amoldarse en armonía con esa asunción y todas las cosas que debían suceder para obligar a mi viaje sucedían. Y yo, a pesar de mí mismo, debía estar preparado para ir a ese lugar en que asumí que estaba cuando me acerqué a la profundidad del sueño.

Cuando mi nube asciende asumo que soy ya la persona que quiero ser, o que estoy ya en el lugar que quiero visitar. Me duermo en ese lugar ahora. Entonces la vida desmonta el tabernáculo, desmonta mi entorno y reacomoda mi entorno a través de los mares o sobre la tierra y lo reacomoda a semejanza de mi asunción. Esto no tiene nada que ver con hombres caminando a través de un desierto físico. Todo el vasto mundo alrededor tuyo es un desierto.

Desde la cuna hasta la tumba tú y yo caminamos como si camináramos por el desierto. Pero tenemos un tabernáculo donde Dios habita, y es cubierto con una nube que puede ascender y de hecho lo hace cuando nos vamos a dormir o estamos en un estado próximo al sueño. No necesariamente en dos días, puede ascender en dos minutos. ¿Por qué te dieron dos días? Si yo ahora me convierto en la persona que quiero ser puedo llegar a estar descontento mañana. Debería al menos darle un día antes de decidir seguir adelante.

La Biblia dice en dos días, un mes o un año: cuando decidas seguir adelante con este tabernáculo deja ascender la nube. Mientras asciende empiezas a moverte donde está la nube. La nube es simplemente el ropaje de tu consciencia, tu asunción. Donde la conciencia es colocada tú no tienes que llevar el cuerpo físico; éste gravita ahí a pesar de tí. Las cosas suceden para obligarte a moverte en la dirección donde tú estás conscientemente habitando.

“En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no fuera así, os lo hubiera dicho. Voy a preparar un lugar para vosotros. Y si voy y preparo un lugar para vosotros, vendré de nuevo, y os recibiré en mí; que donde yo estoy ahí vosotros podáis estar también.” Juan 14:2,3

Las muchas mansiones son los innumerables estados dentro de tu mente, pues tú eres la casa de Dios. En la casa de mi Padre hay innumerables conceptos de uno mismo. No podrías en una eternidad agotar lo que tú eres capaz de ser.

Si me siento tranquilamente aquí y asumo que estoy en otra parte, he ido y preparado un lugar. Pero si abro los ojos, la bilocación que he creado se desvanece y estoy otra vez aquí en la forma física que dejé detrás de mí cuando fui a preparar un lugar. Pero preparé el lugar no obstante y con el tiempo habitaré físicamente ahí.

No tienes que preocuparte por las maneras y los medios que serán empleados para llevarte a través del espacio a ese lugar donde has ido y mentalmente has preparado. Simplemente siéntate tranquilamente, no importa dónde estés, y mentalmente efectúalo.

Pero te hago una advertencia, no lo intentes a la ligera, pues soy consciente de lo que le pasará a la gente que lo intente a la ligera. Yo lo intenté a la ligera una vez porque yo quería huir, basado sólo en la temperatura del día. Era pleno invierno en New York, y estaba tan deseoso de estar en el clima cálido de las Indias que me dormí esa noche como si durmiera bajo las palmeras. A la mañana siguiente cuando me desperté era aún pleno invierno.

Yo no tenía intenciones de ir a la Indias ese año, pero llegaron penosas noticias que me obligaron a hacer el viaje. Fue en medio de la guerra cuando los barcos estaban siendo hundidos a derecha e izquierda, pero yo zarpé de New York en un barco 48 horas después de recibir esas noticias. Era la única manera de que pudiera ir a Barbados, y llegué justo a tiempo para ver a mi madre y decirle un “Adiós” tridimensional.

A pesar del hecho de no tener intenciones de ir, el Yo más profundo observó dónde la gran nube descendió. Yo la coloqué en Barbados y este tabernáculo (mi cuerpo) tenía que ir y hacer el viaje para cumplir la orden, “Dondequiera que la planta de tu pie pise te lo daré.” Dondequiera que la nube descienda en el desierto, ahí reacomodas ese tabernáculo.

Yo zarpé de New York a medianoche en un barco sin pensar en submarinos o ninguna otra cosa. Tenía que ir. Las cosas sucedieron de una manera que yo no podía haber planeado.

Te lo advierto, no lo intentes a la ligera. No digas, “Experimentaré y me pondré en Labrador, sólo para ver si esto funcionará”. Irás a Labrador y luego te preguntarás por qué una vez viniste a esta clase. Funcionará si te atreves a asumir la sensación de tu deseo cumplido cuando te vas a dormir.

Controla tus estados de ánimo cuando te vas a dormir. No puedo encontrar una manera mejor de describir esta técnica que llamarla un “sueño despierto controlado”. En un sueño pierdes el control, pero intenta que preceda a tu sueño un sueño despierto completamente controlado, entrando en él como lo haces en el sueño, pues en un sueño tú eres siempre muy dominante, tú siempre desempeñas el papel. Tú eres siempre un actor en un sueño, y nunca la audiencia. Cuando tienes un sueño despierto controlado tú eres un actor y entras en el acto del sueño controlado. Pero no lo hagas a la ligera, porque luego debes recrearlo físicamente en un mundo tridimensional.

Ahora antes de que entremos en nuestro momento de silencio hay algo que debo poner muy claro, y es ese esfuerzo que discutimos la noche pasada. Si hay una razón en todo este vasto mundo por la que la gente fracasa es porque son inconscientes de una ley conocida hoy día por los psicólogos como la ley del esfuerzo inverso.

Cuando asumes la sensación de tu deseo cumplido es con un mínimo esfuerzo. Debes controlar la dirección de los movimientos de tu atención. Pero debes hacerlo con el menor esfuerzo. Si hay esfuerzo en el control, y estás obligándolo en una cierta dirección no vas a obtener resultados. Obtendrás los resultados opuestos a los que podrían ser.

Por eso insistimos en establecer la base de la Biblia como Adán dormido. Ese es el primer acto creativo, y no hay registro donde él fuera nunca despertado de ese profundo sueño. Mientras el duerme la creación se detiene.

Tú cambias mejor tu futuro cuando controlas tus pensamientos mientras estás en un estado próximo al sueño, pues entonces el esfuerzo es reducido a su mínimo. Tu atención parece relajarse completamente, y entonces debes practicar mantener tu atención dentro de esa sensación, sin usar la fuerza, y sin hacer esfuerzo.

No pienses por un momento que es el poder de la voluntad lo que lo hace. Cuando sueltas a Barrabás y te identificas con Jesús, no quieres serlo tú mismo, te imaginas que lo eres. Eso es todo lo que haces.

Ahora mientras llegamos a la parte vital de la tarde, el intervalo dedicado a la oración, clarifiquemos otra vez la técnica. Sabe lo que tú quieres. Luego construye un solo evento, un evento que implique el cumplimiento de tu deseo. Restringe el evento a un solo acto.

Por ejemplo, si singularizo como un evento dar la mano a una persona, entonces eso es lo único que hago. No le doy la mano, luego enciendo un cigarrillo y hago otras mil cosas. Simplemente imagino que efectivamente estoy dando la mano y sigo con el acto una y otra y otra vez hasta que el acto imaginario tenga todo la sensación de realidad.

El evento debe siempre implicar el cumplimiento del deseo. Construye siempre un evento que creas que naturalmente encontrarías tras el cumplimiento de tu deseo. Tú eres el juez de qué evento realmente quieres realizar.

Hay otra técnica que os di la última noche. Si no puedes concentrarte en un acto, si no puedes acurrucarte en tu silla y creer que la silla está en otra parte, igual que si esa otra parte estuviera aquí, entonces haz esto: Reduce la idea, condénsala a una sola frase simple como “¿No es maravilloso?” o “Gracias” o “Está hecho” o “Se acabó”.

No deberían ser más que tres palabras. Algo que implique que el deseo ya está realizado. “¿No es maravilloso?” o “Gracias”, ciertamente implican eso. Estas no son todas las frases que podrías usar. Saca de tu propio vocabulario la frase que mejor se te adapte. Pero hazla muy, muy corta y siempre usa una frase que implique el cumplimiento de la idea.

Cuando tengas tu frase en mente, levanta la nube. Deja ascender la nube simplemente induciendo el estado que bordea el sueño. Simplemente empieza a imaginar y a sentir que estás soñoliento, y en ese estado asume la sensación del deseo cumplido. Entonces repite la frase una y otra vez como una nana. Cualquiera que sea la frase, que implique que la asunción es cierta, que es concreta, que ya es un hecho y tú lo sabes.

Sólo relájate y entra en la sensación de efectivamente ser lo que quieres ser. Cuando haces esto estás entrando en Jericó con tu espía que tiene el poder para darlo. Estás soltando a Barrabás y sentenciando a Jesús a ser crucificado y resucitado. Todas esas historias las estás recreando si ahora comienzas a dejarte llevar y entrar en la sensación de efectivamente ser lo que quieres ser. Ahora podemos ir .....

PERIODO DE SILENCIO ........

**************

Si tus manos están secas, y si tu boca está seca al final de esta meditación es una prueba positiva de que conseguiste levantar la nube. Lo que estuvieras haciendo cuando la nube fue levantada es asunto tuyo enteramente. Pero levantaste la nube si tus manos están secas.

Te daré otro fenómeno que es muy extraño y que no puedo analizar. Ocurre si tú realmente llegas a lo profundo. Encontrarás al despertar que tienes el par de riñones más activo del mundo. He discutido esto con médicos y no han podido explicarlo.

Otra cosa que puedes observar en meditación es una encantadora luz azul líquida. Lo más cercano a lo que puedo compararlo es a alcohol ardiendo. Tú sabes, cuando pones alcohol en el pastel de Navidad y le prendes fuego, la encantadora llama líquida azul que envuelve el pastel hasta que lo soplas. Esa llama es lo más cercano a la luz azul que viene a la frente de una persona en meditación.

No te incomodes. Lo sabrás cuando la veas. Es como dos tonos de azul, uno más oscuro y otro más claro en constante movimiento, exactamente igual que alcohol ardiendo, que es diferente a la llama constante de un chorro de gas. Esta llama está viva, igual que si el espíritu estuviera vivo.

Otra cosa que puede venirte como me pasó a mí. Verás manchas ante tus ojos. No son manchas del hígado como alguna gente te dirá que no saben nada de esto. Son pequeñas cosas que flotan en el espacio como una malla, pequeños círculos todos pegados. Empiezan con una sola célula y vienen en grupos en diferentes patrones geométricos, como gusanos, como estelas, y flotan por toda tu cara. Cuando cierras los ojos aún las ves, probando que no son de afuera, son de dentro.

Cuando empiezas a expandir tu consciencia vienen todas esas cosas. Pueden ser tu corriente sanguínea objetivada por algún extraño truco del hombre que el hombre no comprende suficientemente. No niego que sea tu corriente sanguínea hecha visible, pero no te angusties pensando que son manchas del hígado o alguna otra cosa tonta que la gente te dirá.

Si te vienen esos distintos fenómenos no pienses que estás haciendo algo equivocado. Es la natural y normal expansión que viene a todas las personas que se preocupan de ellas mismas y tratan de desarrollar el jardín de Getsemaní.

En el momento en que empiezas a disciplinar tu mente observando y vigilando tus pensamientos durante todo el día, te conviertes en el policía de tus pensamientos. Rechaza entrar en conversaciones desagradables, rechaza oír atentamente todo lo que destruya.

Comienza a construir dentro del ojo de tu propia mente la visión de la virgen perfecta en vez de la visión de la virgen tonta. Escucha sólo las cosas que traen alegría cuando las oyes. No prestes oídos voluntariamente a lo desagradable, que cuando lo has oído deseas no haberlo hecho. Eso es escuchar y ver cosas sin aceite en tu lámpara, o alegría en tu mente.

Hay dos tipos de vírgenes en la Biblia: cinco vírgenes tontas y cinco vírgenes sabias. En el momento en que te conviertes en la virgen sabia, o tratas de hacer un intento para hacerlo, descubrirás que suceden todas esas cosas. Verás estas cosas, y te interesarán de modo que no tienes tiempo para desarrollar la visión tonta, como mucha gente hace. Espero que nadie aquí lo haga. Porque nadie que se identifique con este gran trabajo puede encontrar gran alegría aún en una discusión de otro que sea desagradable.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es
LESSON 2 - ASSUMPTIONS HARDEN INTO FACT (Neville Goddard 1948)




miércoles, 13 de abril de 2011

LECCIÓN 1 - LA CONCIENCIA ES LA ÚNICA REALIDAD (Neville - 1948)

Neville Goddard (1948)


LECCIÓN 1 - LA CONCIENCIA ES LA ÚNICA REALIDAD



Este va a ser un curso muy práctico. Por lo tanto, espero que todo el mundo en esta clase tenga una imagen muy clara de lo que desea, porque estoy convencido de que podéis realizar vuestros deseos mediante la técnica que recibiréis esta semana en estas cinco lecciones.

Para que podáis recibir el beneficio completo de estas instrucciones, permítaseme decir ahora que la Biblia no hace referencia en absoluto a personas que hayan existido o a cualquier evento que nunca ocurriera en la tierra.

Los narradores antiguos no estaban escribiendo la historia, sino una imagen alegórica de una lección de ciertos principios básicos que ellos vistieron con el ropaje de la historia, y adaptaron estas historias a la limitada capacidad de una gente más crédula y acrítica.

A lo largo de los siglos hemos tomado erróneamente las personificaciones por personas, la alegoría por historia, el vehículo que transmite la instrucción por la instrucción, y el sentido burdo primario por el sentido último deseado.

La diferencia entre la forma de la Biblia y su sustancia es tan grande como la diferencia entre un grano de maíz y el gérmen de la vida dentro de ese grano. A medida que nuestros órganos de asimilación discriminan entre los alimentos que se pueden incorporar a nuestro sistema y los alimentos que deben ser desechados, también nuestras facultades intuitivas despiertas descubren debajo de la alegoría y la parábola, el gérmen vital psicológico de la Biblia y, alimentándonos de éste, nosotros también desechamos la forma que transmite el mensaje.

El argumento en contra de la historicidad de la Biblia es demasiado largo; en consecuencia, no es adecuado para su inclusión en esta interpretación psicológica práctica de sus historias. Por lo tanto no voy a perder tiempo en tratar de convenceros de que la Biblia no es un hecho histórico.

Esta noche voy a tomar cuatro historias y mostraros lo que los antiguos narradores intentaron que vosotros y yo viéramos en estas historias. Los maestros antiguos adjudicaron verdades psicológicas a las alegorías fálicas y solares. Ellos no sabían tanto de la estructura física del hombre como los científicos modernos, ni sabían tanto sobre los cielos como nuestros astrónomos modernos. Pero lo poco que sabían lo utilizaban sabiamente y construyeron tramas fálicas y solares a las que ligaron las grandes verdades psicológicas que habían descubierto.

En el Antiguo Testamento encontraréis mucho de la adoración fálica. Como no es útil, no voy a destacarla. Sólo os mostraré cómo interpretarlo.

Antes de llegar al primero de los dramas psicológicos que tú y yo podemos utilizar en un sentido práctico, permitidme exponer los dos nombres sobresalientes de la Biblia: el que tú y yo traducimos como DIOS o JEHOVAH, y el que llamamos su hijo, que tenemos como JESÚS.

Los antiguos escribían estos nombres usando pequeños símbolos. La antigua lengua, llamada la lengua hebrea, no era una lengua que tú usaras con la respiración. Era un lenguaje místico nunca pronunciado por el hombre. Los que lo entendían, lo entendían como los matemáticos entienden los símbolos de las matemáticas superiores. No es algo que la gente utilizaba para transmitir el pensamiento como ahora uso el idioma inglés.

Decían que el nombre de Dios era deletreado JOD HE VAU HE. Voy a tomar estos símbolos y en nuestro lenguaje normal, de la tierra, los explicaré de esta manera.

La primera letra, JOD en el nombre de Dios es una mano o una semilla, no sólo una mano, sino la mano del director. Si hay un órgano del hombre que lo diferencia y lo sitúa aparte del mundo entero de la creación es su mano. Lo que llamamos una mano en el simio antropoide no es una mano. Se utiliza sólo con el fin de llevar alimento a la boca, o para balancearse de rama en rama. La mano del hombre da forma, moldea. Realmente no puedes expresarte sin la mano. Esta es la mano del constructor, la mano del director; dirige, moldea y construye dentro de tu mundo.

Los antiguos narradores llamaron a la primera letra JOD, la mano, o la semilla absoluta de la que saldrá toda la creación.

Para la segunda letra, HE, dieron el símbolo de una ventana. Una ventana es un ojo -- la ventana es a la casa lo que el ojo es al cuerpo.

La tercera letra, VAU, la llamaron un clavo. Un clavo se utiliza con el fin de unir cosas. La conjunción “y” en la lengua hebrea no es más que la tercera letra o VAU. Si quiero decir 'el hombre y la mujer', pongo la VAU en el medio, que los une.

La cuarta y última letra, HE, es otra ventana u ojo.

En este moderno, lenguaje nuestro, de la tierra, podéis olvidaros de ojos y ventanas y manos y mirarlo de esta manera. Tú estás sentado aquí ahora. Esta primera letra, JOD, es tu YO SOYdad, tu consciencia. Tú eres consciente de ser consciente – esa es la primera letra. De esta consciencia vienen todos los estados de conciencia.

La segunda letra, HE, llamada un ojo, es tu imaginación, tu capacidad de percibir. Tú imaginas o percibes algo que parece ser distinto del Yo. Como si estuvieras perdido en un ensueño y contemplaras los estados mentales de una manera despegada, haciendo del pensador y sus pensamientos entidades separadas.

La tercera letra, VAU, es tu capacidad de sentir que eres lo que deseas ser. Cuando sientes que lo eres te vuelves consciente de serlo. Caminar como si fueras lo que quieres ser es llevar tu deseo fuera del mundo imaginario y poner la VAU sobre él. Has completado el drama de la creación. Soy consciente de algo. Entonces me vuelvo consciente de ser efectivamente eso de lo cual era consciente.

La cuarta y última letra en el nombre de Dios es otra HE, otro ojo, que significa el mundo objetivo visible que constantemente da testimonio de lo que soy consciente de ser. Tú no haces nada sobre el mundo objetivo, él siempre se amolda en armonía con lo que tú eres consciente de ser.

Te dijeron que este es el nombre por el que todas las cosas son hechas, y sin él no se hace nada de lo que se hace. El nombre es simplemente lo que tú tienes ahora mientras estás aquí sentado. Tú eres consciente de ser, ¿no? Ciertamente lo eres. Tú eres también consciente de algo que no eres tú mismo: la sala, los muebles, la gente.

Ahora, puedes ser selectivo. Tal vez no quieres ser otro que el que eres, o poseer lo que ves. Pero tienes la capacidad de sentir lo que sería ser ahora otra persona que la que eres. Cuando asumes que eres la persona que quieres ser, has completado el nombre de Dios o el JOD HE VAU HE. El resultado final, la objetivación de tu asunción, no es tu problema. Saldrá a la vista automáticamente cuando asumas la conciencia de serlo.

Ahora pasemos al nombre del Hijo, pues él da al Hijo dominio sobre el mundo. Tú eres ese Hijo, tú eres el gran Josué, o Jesús, de la Biblia. Sabes que el nombre Josué o Jehoshua lo hemos anglicanizado como Jesús.

El nombre del Hijo es casi como el nombre del Padre. Las tres primeras letras del nombre del Padre son las tres primeras letras del nombre del Hijo, JOD HE VAU, a continuación se agrega SHIN y AYIN, por lo que el nombre del Hijo se lee, JOD HE VAU SHIN AYIN.

Habéis oído que las tres primeras son: JOD HE VAU. JOD significa que tú eres consciente; HE significa que eres consciente de algo, y VAU significa que te haces consciente de ser eso de lo que eres consciente. Tú tienes dominio porque tienes la capacidad de concebir y convertirte en lo que tú concibes. Ese es el poder de creación.

¿Pero por qué hay una SHIN puesta en el nombre del Hijo? Debido a la infinita misericordia de nuestro Padre. Aunque el Padre y el Hijo son uno. Pero cuando el Padre se hace consciente de ser hombre pone dentro la condición llamada hombre que no se dio para sí mismo. Él pone una SHIN para eso, una SHIN es simbolizada por un diente.

Un diente es lo que consume, lo que devora. Debo de tener en mí el poder de consumir lo que ahora me disgusta. Yo, en mi ignorancia, doy nacimiento a ciertas cosas que ahora no me gustan y me gustaría dejar atrás. Si no tuviera dentro de mí las llamas que lo consumieran, estaría condenado para siempre a vivir en un mundo con todos mis errores. Pero hay una SHIN, o llama, en el nombre del Hijo, que permite que el Hijo se desprenda de los estados que Él anteriormente expresó dentro del mundo. El hombre es incapaz de ver algo que no sea el contenido de su propia conciencia.

Si ahora en la conciencia me despego de este cuarto volviendo mi atención fuera de él, entonces ya no soy consciente de él. Hay algo en mí que lo devora dentro de mí. Sólo puede vivir dentro de mi mundo objetivo si lo mantengo vivo dentro de mi conciencia.

Es la SHIN, o diente, en el nombre del Hijo que le da dominio absoluto. ¿Por qué esto no podría haber sido en el nombre del Padre? Por esta sencilla razón: Nada puede dejar de ser en el Padre. Incluso las cosas desagradables no pueden dejar de ser. Si yo una vez les doy expresión, siempre y para siempre permanecen encerradas dentro del Yo dimensionalmente más grande que es el Padre. Pero no me gustaría mantener vivos en mi mundo todos mis errores. Así que Yo, en mi infinita misericordia me doy a mí mismo, cuando me hago hombre, el poder para desprenderme de esas cosas a las que yo, en mi ignorancia, he dado nacimiento en mi mundo.

Estos son los dos nombres que te dan dominio. Tú tienes dominio si, cuando caminas por la tierra, sabes que tu conciencia es Dios, la sola y única realidad. Te haces consciente de algo que te gustaría expresar o poseer. Tienes la capacidad de sentir que eres y posees lo que sólo un momento antes era imaginario. El resultado final, la encarnación de tu asunción, está completamente fuera de las atribuciones de una mente tridimensional. Viene a nacer de una manera que nadie sabe.

Si estos dos nombres son claros en el ojo de tu mente, verás que son tus nombres eternos. Mientras estás aquí sentado eres ese JOD HE VAU HE; tú eres el JOD HE VAU SHIN AYIN.

Las historias de la Biblia se ocupan exclusivamente del poder de la imaginación. En realidad son dramatizaciones de la técnica de la oración, pues la oración es el secreto para cambiar el futuro. La Biblia nos revela la clave por la cual el hombre entra en un mundo dimensionalmente más grande con el fin de cambiar las condiciones del mundo menor en el que vive.

Una oración concedida implica que algo es hecho a consecuencia de la oración, que de otro modo no habría sido hecho. Por lo tanto, el hombre es la fuente de la acción, la mente dirigente y el que concede la oración.

Las historias de la Biblia contienen un poderoso reto a la capacidad de pensar del hombre. La verdad subyacente – que son dramas psicológicos y no hechos históricos – demanda reiteración, ya que es la única justificación de las historias. Con un poco de imaginación podemos trazar fácilmente el sentido psicológico en todas las historias de la Biblia.

“Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, y según nuestra semejanza; y tenga dominio sobre los peces del mar, y las aves del aire, y sobre el ganado, y sobre toda la tierra, y sobre todo lo que se arrastre sobre la tierra. Así creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó.” Génesis 1:26, 27.

Aquí, en el primer capítulo de la Biblia, los maestros antiguos sentaron las bases de que Dios y el hombre son uno, y de que el hombre tiene dominio sobre toda la tierra. Si Dios y el hombre son uno, entonces Dios no puede nunca estar demasiado lejos como tampoco estar cerca, pues cercanía implica separación.

Surge la pregunta: ¿Qué es Dios? Dios es la consciencia del hombre, su conciencia, su YO SOYdad. El drama de la vida es psicológico, en el cual nosotros traemos las circunstancias a que ocurran por nuestras actitudes y no por nuestros actos. La piedra angular en la que se basan todas las cosas es el concepto de sí mismo del hombre. Él actúa como lo hace, y tiene las experiencias que tiene, porque su concepto de sí mismo es el que es, y no por otra razón. Si tuviera un concepto diferente de sí mismo, actuaría de manera diferente y tendría diferentes experiencias.

El hombre, al asumir la sensación de su deseo cumplido, altera su futuro en armonía con su asunción, ya que, aunque las asunciones sean falsas, si se mantienen, se materializarán en hechos.

A la indisciplinada mente le resulta difícil asumir un estado que es negado por los sentidos. Pero los maestros antiguos descubrieron que el sueño, o un estado próximo al sueño, ayudaba al hombre a hacer su asunción. Por lo tanto, dramatizaron el primer acto creativo del hombre como que el hombre estaba en un sueño profundo. Esto no sólo establece el patrón para todos los actos creativos futuros, sino que nos muestra que el hombre no tiene más que una sustancia verdaderamente suya para usar en crear su mundo, y es él mismo.

“Y el Señor Dios (el hombre) provocó que un profundo sueño cayera sobre Adán y se durmió; y él tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar; y de la costilla que el Señor Dios tomó del hombre, hizo una mujer.” Génesis 2: 21, 22.

Antes de que Dios formara a esta mujer para el hombre trajo a Adán las bestias del campo y las aves del aire y Adán las nombró. “Todo lo que Adán llamó a cada criatura viviente, ese fue su nombre.”

Si tomaras una concordancia o un diccionario de la Biblia y buscaras la palabra muslo como se utiliza en esta historia verás que no tiene nada que ver con el muslo. Se define como las partes blandas que son creativas en un hombre, que cuelgan sobre el muslo de un hombre.

Los antiguos narradores utilizan este marco fálico para revelar una gran verdad psicológica. Un ángel es un mensajero de Dios. Tú eres Dios, como acabas de descubrir pues tu conciencia es Dios, y tienes una idea, un mensaje. Estás luchando con una idea, pues no sabes que ya eres lo que contemplas, ni crees que podrías llegar a serlo. Te gustaría, pero no crees que pudieras.

¿Quién lucha con el ángel? Jacob. Y la palabra Jacob, por definición, significa el suplantador. Te gustaría transformarte y convertirte en lo que la razón y tus sentidos niegan. Cuando luchas con tu ideal, tratando de sentir que lo eres, esto es lo que sucede. Cuando realmente sientes que lo eres, algo sale de ti. Puedes usar las palabras: “¿Quién me ha tocado?, pues he percibido virtud que ha salido de mí.”

Te vuelves por un momento, después de una exitosa meditación, incapaz de continuar en el acto, como si fuera un acto creativo físico. Eres igual de impotente después de haber orado con éxito como después del acto creativo físico. Cuando la satisfacción es tuya, ya no tienes hambre de ella. Si el hambre persiste, no explotó la idea dentro de ti, no conseguiste hacerte consciente efectivamente de ser lo que querías ser. Había aún esa sed cuando saliste de la profundidad.

Si puedo sentir que soy lo que hace sólo unos segundos sabía que no era, pero deseaba ser, entonces ya no estoy hambriento de serlo. Ya no estoy sediento porque me siento satisfecho en ese estado. Entonces algo se encoge dentro de mí, no físicamente sino en mi sentir, en mi conciencia, pues eso es la creatividad del hombre. Así su deseo se encoge, pierde el deseo de continuar en esta meditación. Él no se detiene físicamente, él simplemente no tiene deseo de continuar el acto meditativo.

“Cuando oréis creed que habéis recibido, y recibiréis.” Cuando el acto creativo físico se ha completado, el tendón que está sobre el hueco del muslo del hombre se encoge, y el hombre se encuentra impotente o se detiene. De la misma manera cuando un hombre ora con éxito él cree que ya es lo que desea ser, por lo tanto no puede seguir deseando ser lo que ya es consciente de ser. En el momento de satisfacción, física y psicológica, algo sale que con el tiempo da testimonio del poder creativo del hombre.

**************

Nuestra próxima historia está en el capítulo 38 del libro del Génesis. Aquí hay un Rey cuyo nombre es Judah, las tres primeras letras de su nombre también empiezan por JOD HE VAU. Tamar es su nuera.

La palabra Tamar significa palmera o la más bella, la más hermosa. Ella es graciosa y hermosa al mirarla y es llamada palmera. Una alta y majestuosa palmera florece incluso en el desierto – donde quiera que esté hay un oasis. Cuando ves la palmera en el desierto habrás encontrado lo que busca la mayoría en esa tierra reseca. No hay nada más deseable para un hombre atravesando un desierto que la vista de una palmera.

En nuestro caso, para ser práctico, nuestro objetivo es la palmera. Eso es lo majestuoso y hermoso que buscamos. Lo que sea que tú y yo queramos, lo que verdaderamente deseamos, es personificado en la historia como Tamar la bella.

Se nos dice que se viste con los velos de una prostituta y se sienta en el lugar público. Su suegro, el Rey Judá, viene junto a ella; y está tan enamorado de esa que está velada que le ofrece un cabrito para intimar con ella.

Ella dijo, “¿Qué me darás como prenda de que me darás un cabrito?”

Mirando a su alrededor dijo, “¿Qué quieres que te dé como prenda?”

Ella respondió: “Dame tu anillo, dame tus brazaletes, y dame tu bastón.”

Después de lo cual, tomó de su mano el anillo y el brazalete, y se los dio junto con su cetro. Y él entró en ella y la conoció, y ella concibió de él un hijo.

Esa es la historia; ahora la interpretación. El hombre tiene un regalo para dar que es verdaderamente suyo, y es él mismo. No tiene otro regalo, como te decían en el mismo primer acto creativo de Adán engendrando a la mujer de sí mismo. No había ninguna otra sustancia en el mundo sino él mismo con que pudiera dar forma al objeto de su deseo. De la misma manera Judá no tenía más que un regalo para dar que fuera realmente suyo -- él mismo, como el anillo, los brazaletes y el cetro simbolizaban, pues esos eran los símbolos de su realeza.

El hombre ofrece lo que no es él mismo, pero la vida exige que dé lo único que le simboliza. “Dame tu anillo, dame tu brazalete, dame tu cetro.” Éstos hacen al Rey. Cuando los da se da a sí mismo.

Tú eres el gran Rey Judá. Antes de que puedas conocer a tu Tamar y hacerla concebir tu semejanza en el mundo, debes entrar en ella y darte tú mismo. Supongamos que quiero seguridad. No la puedo conseguir conociendo a gente que la tenga. No puedo conseguirla manejando los hilos. Debo llegar a ser consciente de estar seguro.

Digamos que quiero estar sano. Las píldoras no lo harán. La dieta o el clima no lo harán. Debo llegar a ser consciente de estar sano asumiendo la sensación de estar sano.

Tal vez quiero ser elevado en este mundo. Meramente mirando a reyes y presidentes y gente noble y viviendo en su reflejo no me harán digno. Debo llegar a ser consciente de ser noble y digno y caminar como si yo fuera lo que ahora quiero ser.

Cuando camino en esa luz me doy yo mismo a la imagen que frecuentaba mi mente, y con el tiempo ella me da un hijo; lo que significa que objetivo un mundo en armonía con lo que soy consciente de ser.

Tú eres el Rey Judá y eres también Tamar. Cuando llegas a ser consciente de ser lo que quieres ser eres Tamar. Entonces cristalizas tu deseo dentro del mundo que te rodea.

No importa qué historias lees en la Biblia, no importa cuántos personajes estos antiguos narradores introdujeron en el drama, hay una cosa que tú y yo siempre debemos tener en cuenta – todos ellos tienen lugar en la mente del hombre individual. Todos los personajes viven en la mente del hombre individual.

Al leer la historia, haz que se ajuste al modelo de ti mismo. Sabe que tu consciencia es la única realidad. Luego ten claro lo que quieres ser. Luego asume la sensación de ser lo que quieres ser, y permanece fiel a tu asunción, viviendo y actuando en tu convicción. Siempre haz que se ajuste a ese patrón.

**************

Nuestra tercera interpretación es la historia de Isaac y de sus dos hijos: Esaú y Jacob. Se dibuja el cuadro de un hombre ciego que es engañado por su segundo hijo al darle la bendición que pertenecía a su primer hijo. La historia acentúa que el engaño se llevó a cabo a través del sentido del tacto.

“Entonces Isaac dijo a Jacob: Acércate, te ruego que yo pueda sentir, hijo mío, si eres tú mi verdadero hijo Esaú o no. Y se acercó Jacob a Isaac su padre; y él lo sintió.... Y aconteció, luego que Isaac acabó de bendecir a Jacob, y apenas Jacob había salido de la presencia de Isaac su padre, que Esaú su hermano volvió de cazar.” Génesis 27:21, 30.

Esta historia puede ser muy útil si la vuelves a representar ahora. Una vez más ten en cuenta que todos los personajes de la Biblia son personificaciones de ideas abstractas y deben ser realizadas en el hombre individual. Tú eres el padre ciego y ambos hijos.

Isaac es viejo y ciego, y sintiendo la proximidad de la muerte, llama a su primer hijo Esaú, un rudo muchacho velludo, y lo manda al bosque a que traiga algún venado.

El segundo hijo, Jacob, un muchacho de piel suave, escuchó por casualidad la petición de su padre. Deseando la primogenitura de su hermano, Jacob, el hijo de piel suave, sacrificó un cabrito del rebaño de su padre y lo despellejó. Luego, vestido con la piel peluda del cabrito que había sacrificado, vino a través de la sutileza y traicionó a su padre haciéndole creer que él era Esaú.

El padre dijo, “Acércate a mí hijo para que yo pueda sentirte. No puedo ver, pero ven que yo puedo sentir.” Nota el acento que se pone en sentir en esta historia.

Se acercó y el padre le dijo: “La voz es la voz de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú.” Y sintiendo esa rudeza, la realidad del hijo Esaú, pronunció la bendición y se la dio a Jacob.

Se te dice en la historia que cuando Isaac pronunció la bendición y Jacob apenas había salido de su presencia, su hermano Esaú llegó de su cacería.

Este es un versículo importante. No te sientas incómodo en nuestro acercamiento práctico a él, pues mientras estás sentado aquí tú, también, eres Isaac. Esta habitación en la que estás sentado es tu presente Esaú. Este es el rudo o sensible mundo conocido, conocido en razón de tus órganos corporales. Todos tus sentidos atestiguan el hecho de que estás aquí en esta sala. Todo te dice que estás aquí, pero tal vez no quieres estar aquí.

Puedes aplicar esto a cualquier objetivo. La habitación en la que estás sentado en cualquier momento – el entorno en el que te encuentras, este es tu mundo rudo o sensatamente conocido o el hijo que se personifica en la historia como Esaú. Lo que te gustaría, en lugar de lo que tienes o eres, es tu estado de piel suave o Jacob, el suplantador.

No envíes a tu mundo visible a cazar, como tanta gente hace, negándolo. Al decir que no existe haces que todo sea más real. En cambio, simplemente quita tu atención de la región de la sensación que en este momento es la habitación que te rodea, y concentra tu atención en lo que quieres poner en su lugar, lo que quieres hacer real.

Al concentrarte en tu objetivo, el secreto es traerlo aquí. Tú debes hacer que ese otro lugar esté aquí y entonces ahora imagina que tu objetivo está tan cerca que puedes sentirlo.

Supongamos que en este mismo momento quiero un piano aquí en esta sala. Ver en el ojo de mi mente un piano existente en otro lugar no lo hace. Pero visualizarlo en esta habitación como si estuviera aquí y poner mi mano mental sobre el piano y sentirlo sólidamente real, es tomar ese estado subjetivo personificado como mi segundo hijo Jacob, y traerlo tan cerca que pueda sentirlo.

Isaac es llamado un hombre ciego. Tú eres ciego porque no ves tu objetivo con tus órganos corporales, no puedes verlo con tus sentidos objetivos. Sólo lo percibes con la mente, pero lo traes tan cerca que puedes sentirlo como si fuera sólidamente real ahora. Cuando se hace esto y te pierdes en su realidad y lo sientes que es real, abre los ojos.

¿Al abrir los ojos que pasa? La habitación que habías dejado fuera hace solo un momento, vuelve de la caza. No bien le diste la bendición – sentir que el estado imaginario es real – el mundo objetivo, que al parecer era irreal, vuelve. Esto no se te dice con palabras como se recoge de Esaú, sino que la misma habitación que te rodea te dice con su presencia que has sido auto-engañado.

Se te dice que cuando te pierdes en la contemplación, sintiendo que eras ahora lo que querías ser, sintiendo que ahora posees lo que deseas poseer, estabas simplemente engañándote. Mira esta sala. Esto niega que estás en otra parte.

Si conoces la ley, ahora dices: “A pesar de que tu hermano vino a través de la sutileza y me traicionó y tomó tu derecho de primogenitura, le di tu bendición y no puedo retractarme.”

En otras palabras, tú sigues siendo fiel a esta realidad subjetiva y no le retiras la primogenitura. Le das la primogenitura y esto va a volverse objetivo dentro de este mundo tuyo. No hay lugar en este espacio limitado tuyo para que dos cosas ocupen el mismo espacio al mismo tiempo. Al hacer lo subjetivo real resucita dentro de tu mundo.

Toma la idea que quieres encarnar, y asume que ya lo eres. Piérdete sintiendo que esta asunción es sólidamente real. Cuando le das esta sensación de realidad le has dado la bendición que pertenece al mundo objetivo, y no tienes que ayudar a su nacimiento más de lo que tienes que ayudar al nacimiento de un hijo o de una semilla que plantas en la tierra. La semilla que plantas crece sin la ayuda de nadie, porque contiene en sí todo el poder y todos los planes necesarios para la auto-expresión.

Puedes volver esta noche a representar el drama de la bendición de Isaac a su segundo hijo y ver qué pasa en el futuro inmediato en tu mundo. Tu entorno actual se desvanece, todas las circunstancias de la vida cambian y dan paso a la venida de aquello a lo que le has dado tu vida. Cuando caminas, sabiendo que eres lo que querías ser, lo objetivas sin ayuda de otro.

**************

La cuarta historia para esta noche se ha tomado del último de los libros atribuidos a Moisés. Si necesitas pruebas de que Moisés no lo escribió, lee la historia con atención. Se encuentra en el capítulo 34 del Deuteronomio. Pregunta a cualquier sacerdote o rabino, '¿quién es el autor de este libro?', y te dirán que Moisés lo escribió.

En el capítulo 34 del Deuteronomio leerás de un hombre que escribe su propio obituario, es decir, Moisés escribió este capítulo. Un hombre puede sentarse y escribir lo que le gustaría tener colocado sobre su tumba, pero aquí hay un hombre que escribe su propio obituario. Y luego muere y tan completamente se borra que él desafía a la posteridad a encontrar dónde se ha enterrado.

“Así que Moisés, el siervo del Señor, murió allí en la tierra de Moab, conforme a la palabra del Señor. Y él lo enterró en un valle en la tierra de Moab, enfrente de Bet-poer: pero nadie sabe de este sepulcro hasta hoy, Y Moisés tenía ciento veinte años cuando murió: sus ojos nunca fueron oscurecidos, ni su fuerza natural abatida.” Deut. 34:5, 6,7.

Debes esta noche – no mañana – aprender la técnica de escribir tu propio obituario y morir tan completamente a lo que eres que nadie en este mundo pueda decirte dónde enterraste al viejo hombre. Si tú estás ahora enfermo y te pones bien, y yo te conozco en razón del hecho de que estás enfermo, ¿dónde puedes señalar y decirme que enterraste al enfermo?

Si eres pobre y pides prestado de todos los amigos que tienes, y de repente te llueve la riqueza, ¿dónde enterraste al pobre? Borras tan completamente la pobreza en el ojo de tu mente que no hay nada en este mundo donde puedas señalar y declarar, ahí es donde lo dejé. Una transformación completa de la conciencia borra toda evidencia de que cualquier otra cosa distinta a esto haya existido nunca en el mundo.

La técnica más bella para la realización del objetivo del hombre se da en el primer versículo del capítulo 34 del Deuteronomio:

“Y Moisés subió desde las llanuras de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisgah, que está enfrente de Jericó. Y el Señor le mostró toda la tierra de Gilead hasta Dan.”

Tú lees ese versículo y dices: “¿Y qué?” Pero toma una concordancia y busca las palabras. La primera palabra, Moisés, significa extraer, rescatar, levantar, ir a buscar. En otras palabras, Moisés es la personificación del poder en el hombre que puede sacar del hombre lo que busca, pues todo viene de dentro, no de fuera. Tú sacas de dentro de tí lo que ahora quieres expresar como algo objetivo para tí mismo.

Tú eres Moisés que sale de las llanuras de Moab. La palabra Moab es una contracción de dos palabras hebreas, Mem y Ab, significa madre-padre. Tu consciencia es la madre-padre, no hay otra causa en el mundo. Tu YO SOYdad, tu consciencia, es este Moab o madre-padre. Siempre estás sacando algo de ella.

La siguiente palabra es Nebo. En tu concordancia Nebo se define como una profecía. Una profecía es algo subjetivo. Si digo, “Así y así será”, es una imagen en la mente; no es todavía un hecho. Debemos esperar y bien probar o desmentir esta profecía.

En nuestro lenguaje Nebo es tu voluntad, tu deseo. Es llamado una montaña porque es algo que parece difícil de ascender y de ahí aparentemente imposible de realizar. Una montaña es algo más grande que tú, se eleva sobre tí. Nebo personifica lo que quieres ser en contraste con lo que eres.

La palabra Pisgah, por definición, es contemplar. Jericó es un fragante olor. Y Gilead significa las colinas de los testigos. La última palabra es Dan el Profeta.

Ahora ponlo todo junto en un sentido práctico y ve lo que los antiguos trataron de decirnos. Mientras estoy aquí, habiendo descubierto que mi consciencia es Dios, y que puedo, simplemente sintiendo que soy lo que quiero ser, transformarme a semejanza de lo que estoy asumiendo que soy, ahora sé que yo soy todo lo que se necesita para escalar esta montaña.

Defino mi objetivo. Yo no lo llamo Nebo, yo lo llamo mi deseo. Lo que yo quiera, eso es mi Nebo, es mi gran montaña que voy a escalar. Ahora empiezo a contemplarla, pues subiré a la cumbre de Pisgah.

Debo contemplar mi objetivo, de tal manera que yo tenga la reacción que satisface. Si no tengo la reacción que gusta entonces Jericó no se ve, pues Jericó es un olor fragante. Cuando siento que soy lo que quiero ser no puedo reprimir la alegría que viene con ese sentimiento.

Siempre debo contemplar mi objetivo hasta que tenga la sensación de satisfacción personificada como Jericó. Entonces no hago nada para hacerlo visible en mi mundo; pues los montes de Gilead, que significa hombres, mujeres, niños, todo el vasto mundo a mi alrededor, vienen a dar testimonio. Ellos vienen a testificar que yo soy lo que he asumido ser, y estoy manteniendo en mi interior. Cuando mi mundo se ajusta a mi asunción la profecía está cumplida.

Si yo ahora sé lo que quiero ser, y asumo que lo soy, y camino como si lo fuera, me convierto en ello y convirtiéndome tan completamente muero a mi anterior concepto de mí mismo que no puedo señalar a ningún lugar en este mundo y decir: ahí es donde mi antiguo ser está enterrado. Yo he muerto tan completamente que desafío a la posteridad a encontrar dónde enterré a mi viejo yo.

Debe haber alguien en esta sala que se transformará a sí mismo tan completamente en este mundo que su círculo próximo de amigos no lo reconocerá.

Durante diez años yo fui bailarín, bailando en espectáculos de Broadway, en el vodevil, clubes nocturnos, y en Europa. Hubo un tiempo en mi vida que pensé que no podría vivir sin ciertos amigos en mi mundo. Nos sentábamos a una mesa todas las noches después del teatro y cenábamos bien. Pensaba que nunca podría vivir sin ellos. Ahora confieso que no podría vivir con ellos. No tenemos nada en común hoy día. Cuando nos encontramos, no nos vamos a propósito por el lado opuesto de la calle, pero es casi un frío encuentro porque no tenemos nada de lo que hablar. Tanto morí a esa vida que cuando me encuentro con esa gente ni siquiera pueden hablar de los viejos tiempos.

Pero hay personas que hoy siguen viviendo en ese estado, haciéndose cada vez más pobres. A ellos siempre les gusta hablar de los viejos tiempos. Nunca enterraron a ese hombre en absoluto, él está muy vivo dentro de su mundo.

Moisés tenía 120 años, una edad plena y maravillosa como 120 indica. Uno más dos más cero es igual a tres, el símbolo numérico de la expresión. Soy plenamente consciente de mi expresión. Mis ojos no se debilitaron y las funciones naturales de mi cuerpo no se han abatido. Soy plenamente consciente de ser lo que no quiero ser.

Pero conociendo esta ley por la cual un hombre se transforma a sí mismo, asumo que soy lo que quiero ser y camino en la asunción de que está hecho. Al convertirme en ello, el viejo hombre muere y todo lo que estaba relacionado con ese concepto antiguo de uno mismo muere con él. No puedes llevar ninguna parte del hombre viejo al hombre nuevo. No se puede poner vino nuevo en odres viejos o nuevos parches en ropa vieja. Debes ser un nuevo ser por completo.

Cuando asumes que eres lo que quieres ser, no necesitas la ayuda de otro para hacerlo. Tampoco necesitas la ayuda de nadie para enterrar al viejo hombre por ti. Deja que los muertos entierren a los muertos. Ni siquiera mires atrás, pues nadie que habiendo puesto su mano en el arado y luego mire hacia atrás es apto para el reino de los cielos.

No te preguntes cómo va a ser esto. No importa si tu razón lo niega. No importa si todo el mundo a tu alrededor lo niega. No tienes que enterrar lo viejo. “Deja que los muertos entierren a los muertos.” Enterrarás de tal modo el pasado permaneciendo fiel a tu nuevo concepto de Ti mismo que desafiarás a todo el vasto futuro a encontrar dónde lo enterraste. Hasta el día de hoy nadie en todo Israel ha descubierto el sepulcro de Moisés.

**************

Estas son las cuatro historias que os prometí esta noche. Debéis aplicarlas todos los días de vuestra vida. A pesar de que la silla en la que estás ahora sentado parezca dura y no se preste a la meditación puedes, por la imaginación, hacerla la silla más cómoda del mundo.

Permitidme ahora definir la técnica como quiero que la empleéis. Confío en que cada uno de vosotros venga aquí esta noche con una imagen clara de su deseo. No digáis que es imposible. ¿Lo queréis? No tienes que utilizar tu código moral para realizarlo. Esto está totalmente fuera del alcance de tu código.

La conciencia es la sola y única realidad. Por lo tanto, debemos formar el objeto de nuestro deseo de nuestra propia conciencia.

La gente tiene la costumbre de menospreciar la importancia de las cosas simples, y la sugestión para crear un estado próximo al sueño con el fín de ayudarte a asumir lo que la razón y tus sentidos niegan es una de las cosas simples que podrías menospreciar.

Sin embargo, esta sencilla fórmula para cambiar el futuro, que fue descubierta por los maestros antiguos y se nos da en la Biblia, puede ser probada por todos.

El primer paso para cambiar el futuro es Desear, es decir, definir tu objetivo – saber definidamente lo que quieres.

Segundo: construir un evento que creas que encontrarías SIGUIENDO al cumplimiento de tu deseo – un evento que implique el cumplimiento de tu deseo – algo que tendrá la acción del Yo predominante.

El tercer paso es inmovilizar el cuerpo físico e inducir un estado próximo al sueño. Luego, mentalmente siéntete tú mismo justo en la acción propuesta, imagina todo el tiempo que estás efectivamente realizando la acción AQUÍ Y AHORA. Tú debes participar en la acción imaginaria, no meramente estar detrás y mirar, sino SENTIR que tú estás de hecho realizando la acción, de modo que la sensación imaginaria es real para ti.

Es importante recordar siempre que la acción propuesta debe ser una que SIGA al cumplimiento de tu deseo, una que implique cumplimiento. Por ejemplo, supongamos que deseas ascenso en la oficina. Entonces ser felicitado sería un evento que encontrarías siguiendo al cumplimiento de tu deseo.

Habiendo seleccionado esta acción como la que experimentarás en la imaginación para implicar un ascenso en la oficina, inmoviliza tu cuerpo físico e induce un estado fronterizo con el sueño, un estado de somnolencia, pero en el que todavía eres capaz de controlar la dirección de tus pensamientos, un estado en el que estás atento sin esfuerzo. Luego visualiza a un amigo de pie delante de ti. Pon tu mano imaginaria en la suya. Siéntela sólida y real, y lleva a cabo una conversación imaginaria con él en armonía con la SENSACION DE HABER SIDO ASCENDIDO.

No te visualices a distancia en cuanto a espacio y a distancia en cuanto a tiempo siendo felicitado por tu buena fortuna. En lugar de eso HAZ de esa otra parte, AQUÍ y del futuro, AHORA. La diferencia entre el SENTIRTE a ti mismo en acción, aquí y ahora, y visualizarte en acción, como si estuvieras delante de una pantalla de imágenes en movimiento, es la diferencia entre el éxito y el fracaso.

La diferencia se aprecia si ahora mismo te visualizas subiendo una escalera. Entonces, con los párpados cerrados imagina que una escalera está justo en frente de ti y SIÉNTETE A TI MISMO EFECTIVAMENTE SUBIÉNDOLA.

La experiencia me ha enseñado a restringir la acción imaginaria que implica el cumplimiento del deseo, condensar la idea en un solo acto, y representarlo una y otra vez hasta que tenga la sensación de realidad. De lo contrario, tu atención vagará a lo largo de un rastro de asociaciones, y legiones de imágenes asociadas se presentarán a tu atención, y en pocos segundos te llevarán a cientos de millas de tu objetivo en cuanto al espacio y a años de distancia en cuanto al tiempo.

Si decides subir un particular tramo de escalones, porque ese es el probable evento que sigue al cumplimiento de tu deseo, entonces debes limitar la acción a subir ese tramo en particular de escalones. Si tu atención vaga, tráela de vuelta a su tarea de subir ese tramo de escalones, y sigue haciéndolo hasta que la acción imaginaria tenga toda la solidez y nitidez de la realidad.

La idea debe ser mantenida en la mente sin ningún esfuerzo sensible de tu parte. Debes, con el mínimo esfuerzo, impregnar la mente con la sensación del deseo cumplido.

La somnolencia facilita el cambio porque favorece la atención sin esfuerzo, pero no debe ser empujada al estado de sueño en el que ya no eres capaz de controlar los movimientos de tu atención; sino un grado moderado de somnolencia en el que todavía eres capaz de dirigir tus pensamientos.

Una forma más eficaz para encarnar un deseo es asumir la sensación del deseo cumplido y, a continuación, en un estado relajado y somnoliento, repetir una y otra vez, como una canción de cuna, cualquier frase corta que implique el cumplimiento de tu deseo, tal como, “Gracias, gracias, gracias” como si te dirigieras a un poder superior por haberte dado lo que deseabas.

Sé que cuando este curso llegue a su fin el viernes muchos de vosotros seréis capaces de decirme que habéis realizado vuestros objetivos. Hace dos semanas dejé el estrado y fui a la puerta para darle la mano a la audiencia. Estoy seguro al decir que al menos 35 de una clase de 135 me dijeron que lo que deseaban cuando se unieron a esta clase se había realizado ya. Esto sucedió hace apenas dos semanas. No hice nada para hacer que pasara excepto darles esta técnica de oración. No necesitáis hacer nada para hacer que pase – salvo aplicar esta técnica de oración.

Con los ojos cerrados y tu cuerpo físico inmovilizado induce un estado similar al sueño y entra en la acción como si fueras un actor que interpreta el papel. Experimenta en la imaginación lo que experimentarías en la carne si estuvieras ahora en posesión de tu objetivo. Haz que otra parte sea AQUÍ y luego AHORA. Y el tú más grande, utilizando un enfoque más amplio utilizará todos los medios que tiendan hacia la producción de lo que has asumido.

Tú eres liberado de toda responsabilidad para que así sea, porque cuando imaginas y sientes que esto es así tu yo dimensionalmente más grande determina los medios. No penséis por un momento que alguien va a ser dañado para hacerlo así, o que alguien va a ser engañado. De todos modos no es tu problema. Debo haceros entender esto. Demasiados de nosotros, educados en diferentes ámbitos de la vida, están tan preocupados por el otro.

Preguntan, “¿Si yo consigo lo que quiero no implicará daño para otro?” Hay caminos que no conoces, de modo que no te preocupes.

Cierra los ojos ahora, porque vamos a estar en un largo silencio. Pronto estarás tan perdido en la contemplación, sintiendo que eres lo que quieres ser, que serás totalmente inconsciente del hecho de que estás en esta sala con los demás.

Recibirás un choque al abrir los ojos y descubrir que estamos aquí. Debe ser un choque cuando abras los ojos y descubras que en realidad no eres lo que, un momento antes, sentías que eras, o sentías que tenías. Ahora vamos a entrar en la profundidad.

PERIODO DE SILENCIO .........

**************

No necesito recordarte que eres ahora lo que has asumido que eres. No lo discutas con nadie, ni siquiera contigo mismo. No puedes tener pensamientos en cuanto al CÓMO, cuando tú sabes que ya ERES.

Tu razonamiento tridimensional, que es un razonamiento muy limitado de hecho, no debe entrar en este drama. Él no lo conoce. Lo que acabas de sentir que es verdad, es verdad.

Que nadie te diga que no deberías tenerlo. Lo que tú sientes que tienes, lo tendrás. Y te prometo que, después de haber realizado tu objetivo, al reflexionar tendrás que admitir que esta mente racional consciente tuya nunca podría haber ideado el camino.

Eres y tienes eso que en este mismo momento te apropiaste. No lo discutas. No busques a alguien como estímulo, porque la cosa podría no venir. Ha venido. Aborda los asuntos de tu Padre haciendo todo normalmente y deja que estas cosas sucedan en tu mundo.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es LESSON 1 - CONSCIOUSNESS IS THE ONLY REALITY (Neville Goddard 1948)