~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


sábado, 28 de enero de 2012

USO CONSCIENTE DE LA LEY - Neville Goddard

USO CONSCIENTE DE LA LEY

Esta vez voy a hablar sobre quién soy y qué estoy haciendo. Si esto suena a egocéntrico, lo es. Se han escrito 66 libros sobre quién yo soy. Voy a citar algunas afirmaciones de varios de esos libros. Has oído muchas de estas citas, pero no te has dado cuenta de que estaban hablando del ser que yo soy. La primera cita está tomada del Libro del Éxodo. Aquí, Moisés está hablándole a Dios y él dice, “¿Cuando vuelva con la gente, quién debo decir que me ha enviado?” La voz responde, “Diles ‘Yo Soy’ me ha enviado a vosotros. Ese es Mi Nombre para siempre y el Nombre por el que seré conocido por todas las generaciones.” Los diez mandamientos afirman, “No usarás el Nombre del Señor tu Dios en vano”. “No usarás” es una orden. “No usarás” significa que tú no debes. Significa que bajo ninguna circunstancia debes hacerlo. Ese nombre es YO SOY.

Ahora, en primer lugar, todos nosotros hemos olvidado Su Nombre. Decimos “Yo Soy” cientos de veces al día y no sabemos que estamos usando el Nombre de Dios. En segundo lugar, intentamos romper el Mandamiento a lo largo de todo el día. No prestamos atención a lo que decimos a continuación de “YO SOY”. Cuando decimos, “YO SOY” y le sigue algo que no nos gustaría en nuestro mundo, estamos usando el Nombre del Señor – pero no en vano. La Biblia afirma que no podemos usar el Nombre en vano.

Nada que digamos precedido por “YO SOY” es en vano. Ese es Su Nombre. Es Dios mismo y porque es Dios, es creativo. Dios nos dio a Él Mismo. Él es “YO SOY” y ese es quien yo soy.

Nunca puedo olvidar que yo soy. Puedo olvidar quién soy o dónde estoy, pero nunca puedo olvidar que yo existo.

Cada vez que digo “YO SOY”, YO ESTOY creando algo. Orar es creer que ya hemos recibido lo que pedimos. Cuando digo, “Yo Soy”, Yo estoy agregando mi conciencia de ser a algo. Ahora bien, tú puedes mentir y no creer en lo que estás diciendo, pero no puedes creer algo sobre “Yo Soy” y no crearlo. Estamos creando mañana, tarde y noche con nuestras afirmaciones de “Yo Soy”. Si dices, “No me siento bien” y lo crees, estás perpetuando la enfermedad en tu vida. Debes cambiar estas afirmaciones a “Me siento maravilloso”.

Se nos enseña, “Deja que el hombre débil diga, ‘Yo soy fuerte’” [Joel 3:10]. Pero no puedes decirlo como un loro.
Tenemos que orar (decir Yo Soy), creyendo que es cierto, y entonces recibiremos.

En primer lugar, debemos ser como el Vigilante en la Puerta. Debemos vigilar cada pensamiento que contenga “Yo Soy”. Si eres observador, verás que has creado cada circunstancia y experiencia de tu vida.

Otra palabra importante a vigilar es “Si”. La mente consciente es muy sutil al expresar la duda (Satanás o el Diablo). Podemos ser capaces de mantener nuestra mente enfocada en lo que queremos, usando afirmaciones positivas con “Yo”. Si no somos cuidadosos, podemos dejar que se cuele un pequeño “Si” sin reconocer su implicación. Podríamos decir, “Me siento maravilloso” pero luego continuarlo con “Si el dolor continúa, no obstante, veré a un médico el martes”. Los “Si” son siempre seguidos de algo negativo y eso es simplemente la duda arrastrándose para robar la buena semilla que hemos sembrado. Elimina la palabra “Si” de tu vocabulario, ya que no es productiva de lo que te gustaría cosechar. “Si”, lo pone todo en tiempo pasado o futuro, y yo siempre experimento lo que creo que soy. “Yo soy” no es tiempo futuro. Ponerse bien no es estar bien. Debo creer que ya soy lo que quiero ser.

Recuerda, “Cada palabra que sale de mi boca no volverá a Mí vacía” [Isaías 55:11].

¿Lo crees? “En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios”. ¿Cuál es Su Nombre? YO SOY. Así pues, comienza a seguir cada palabra (YO SOY) que digas. ¿Ves un patrón? ¿No reflejan las circunstancias de tu vida lo que has estado diciendo?

Has estado usando mal el poder creativo que es Dios (YO SOY). Ahora que eres consciente de lo que has estado haciendo, observa cada palabra y haz que se ajuste a lo que deseas traer a tu vida. Finalmente, tendrás fe en lo que estás afirmando, aunque no haya ninguna evidencia externa que lo apoye, es un hecho en la conciencia y dentro de poco se proyectará de modo que podrás experimentarlo en el exterior. Sabiendo que Dios realmente se convirtió en ti porque Él es YO SOY, debes darte cuenta de que estás usando tu poder para crear cada vez que usas ese Nombre.

~Neville Goddard



Traducido por Manu LDA
Tomado de Rare Lectures by Neville Goddard




sábado, 21 de enero de 2012

UN ACONTECIMIENTO DIVINO (Neville - 8 de diciembre de 1969)

Neville Goddard (8 de diciembre de 1969)


UN ACONTECIMIENTO DIVINO



Navidad es la proclamación de un acontecimiento divino al cual aspira toda la creación. Es un acontecimiento que pone una luz completamente diferente sobre la vida humana, ya que proclama que el hombre se ha salvado. Me pregunto seriamente si una enésima parte del uno por ciento de los que se llaman cristianos saben de lo que se trata este acontecimiento. Esta noche te lo contaré desde mi experiencia personal.

Pablo nos dice en su carta a los Corintios que “Nadie puede decir ‘Jesús es el Señor’ sino por el Espíritu Santo.” Ahora, el Espíritu Santo no es más que la experiencia personal del individuo sobre el evento, ya que en el Libro de Juan, el Cristo resucitado anuncia que él “enviará al Consolador, el Espíritu Santo, que te llevará a todas las cosas y traerá a tu memoria todo lo que te he dicho.” Al principio se te dijo eso que parecía increíble, y el Espíritu Santo es tu experiencia de ese acontecimiento, pues sólo entonces puedes saber que Jesús es el Señor.

Ahora, ¿quién es Jesús? Es tu conciencia, tu YOSOYdad. En el libro del Éxodo, a Moisés se le dijo que “Di a los israelitas: ‘Yo Soy te ha enviado.’ Este es mi nombre para siempre. Por este nombre seré recordado por todas las generaciones, y fuera de mí no hay otro Señor.” Jesús es el Señor, tu YOSOYdad, tu conciencia de ser. “Josué” es la forma hebrea de nuestra palabra “Jesús” y significa “Jehová es el salvador.” No hay otro Señor aparte de Yo Soy. “Nuestro Dios es un Dios de salvación. A Dios, el Señor, le pertenece el escapar de la muerte.” Dios está enterrado en la humanidad para hacer del hombre un ser viviente. Y se elevará en el individuo como su propia y maravillosa imaginación humana.

El descubrimiento del Dios interno es el gran acontecimiento divino culminante hacia el que se mueve la creación. La única resurrección de la que se habla en las escrituras es cuando él se levanta en ti, y el único nacimiento del que se habla es cuando él aparece – y eso es la Navidad. El evento parece ser único y separado de los otros eventos, pero todos ellos son parte de una compleja totalidad. Ahora nos estamos aproximando a una parte que llamamos Navidad: el nacimiento de Dios, ¡el nacimiento de Yo Soy!

¿A qué lugar podrías ir que no fueras consciente de ser? Por tanto, ¿a dónde puedes ir y no encontrar a Dios? ¿Si vivieras en el infierno no serías allí consciente de ser? Así que Dios está en el infierno. Si vivieras en éxtasis serías consciente de tu estado de éxtasis, y esa conciencia es Dios, porque Yo Soy es el único nombre de Jesús.

En su Libro llamado Hechos, Lucas dijo: “No hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, por el que podamos ser salvados.” ¿Llamar a Jesús? ¡No! ¡Ser consciente! Sin usar palabras, cuando eres consciente estás diciendo Yo Soy. Eso es Jesús, que está enterrado y se levanta en ti. Y cuando él escapa de la tumba de tu cráneo, Cristo nace. Se nos enseña que esto sucedió hace 2000 años entre personas que se han ido hace mucho tiempo del mundo, pero sé por experiencia que, cuando sucede en ti, es extrañamente contemporáneo. Sí, Cristo nació. Eso es un hecho, pero no ha terminado, ya que todavía está ocurriendo en los individuos de todo el mundo. La Navidad es ese gran acontecimiento divino culminante hacia el que se está moviendo el vasto mundo.

Si le preguntas a alguien que se define a sí mismo como cristiano, quién es Cristo, lo más probable es que te diga que Jesús es el hijo de Dios. Y si le dijeras que él debe ser Dios para saber éso, se horrorizaría y te diría que eres un blasfemo al sugerir tal cosa. Pero si vuelves a la proclamación del gran evento, encontrarás que “Nadie sabe quién es el hijo excepto el Padre.” Así que si tú sabes que el hijo de Dios es Jesucristo, entonces tú tienes que ser Dios Padre. Y, puesto que nadie sabe quién es el Padre excepto el hijo, Jesucristo debe haberte revelado a ti como su Padre. Bien, el hombre no puede racionalizar esto debido a que no ha tenido la experiencia; porque nadie puede saber que Jesús es el Señor (que es Dios Padre) sino por el Espíritu Santo, ya que es él quien te trae la experiencia del gran misterio.

Se nos dice que cuando Pablo ascendió al tercer cielo oyó palabras indescriptibles. Algunas traducciones dicen que fueron “palabras que el hombre no puede expresar”, pero no es eso. Lo que Pablo vió y escuchó era imposible de expresar en palabras. No hay palabras para expresar el cuerpo que uno viste cuando se eleva dentro de sí mismo, ya que no es un cuerpo de carne y hueso, sino una indescriptible forma divina. En su capítulo 15 de Corintios 1, Pablo dijo: “Lo que tú siembras no cobra vida a menos que muera. Y lo que tú siembras no es el cuerpo que ha de ser, porque Dios le da un cuerpo tal como él ha elegido.” Te conoceré en la eternidad, pero por toda identidad de propósito habrá una discontinuidad radical de la forma.

Ayer por la mañana cuando regresé a este nivel de mi ser, detuve el cuerpo que estaba usando para pasar unos diez o quince minutos exactamente en la superficie de mi ser. La forma está viva. Es todo energía, todo poder, todo sabiduría y todo amor. Utilizo ese cuerpo como utilizo el traje que estoy usando ahora, sólo que lo conozco como mi verdadero yo. Yo siempre tengo el control, intensificando mi energía o modificándola. En ese cuerpo observé escenas gloriosas nunca vistas en la tierra. Eran todas visiones tridimensionales en colores vivos y formas indescriptibles. Observaba detenidamente una, luego la dejaba ir para observar otra – todos los tesoros celestiales que están en mí.

Cuando tus ojos empiecen a abrirse hacia el interior en el mundo del pensamiento, en la eternidad, verás lo que ningún ojo mortal podría ver jamás. No hay imágenes en este mundo exterior para describir el mundo eterno que es imperecedero, el mundo que verás cuando estés usando el ropaje de Cristo, el Hombre Nuevo.

Este es un inefable e indescriptible misterio; ya que Dios viene a nosotros como un desconocido, pero aún así, alguien que permitirá al individuo experimentar quién es él. Cuando experimentas a Cristo, estás experimentando quien eres, porque tú eres el Jesús de las escrituras. Tú eres el Señor Dios Jehová. El evento hacia el cual te estás dirigiendo es el despertar del Señor en ti. Entonces y sólo entonces sabrás quién eres.

La Navidad es simplemente la proclamación de este acontecimiento divino culminante hacia el cual se mueve la creación. No se refiere a alguien que vivió hace mucho tiempo, sino a ti. La Biblia es muy personal. Es tu propia biografía espiritual, tu historia de salvación. Ver a los personajes de las escrituras como personajes de la historia es ver la verdad atemperada a la debilidad del alma humana. No son personajes del exterior, sino de dentro de ti, ya que el drama se desarrolla en tu imaginación. Estás enterrado en ti mismo y no lo sabes. Pero cuando alcances la plenitud de los tiempos te despertarás a la Navidad.

En la última conferencia de anoche hablé de la experiencia de una amiga que probó el poder de la era que viene. Se había encontrado, en sueños, en el hogar de personas que no habían cambiado el estilo de sus prendas exteriores durante 300 años. El segundo marido de la mujer había sido asesinado por el grupo y ella trató de convencerlos de que lo que habían hecho estaba mal, pero ellos se resistían a creerla. Llegó un grupo de hombres vestidos de negro y con ametralladoras, dispuestos a matar a todos, y cuando ella trató de persuadirlos de que eso no era correcto, no podían entender. Entonces ella comenzó a despertar en su sueño para darse cuenta de que, pese a que todos parecían ser independientes de su percepción, no eran más que aspectos de su sueño. Deteniendo su poder de percepción, todo se congeló. Ella cambió las intenciones de los hombres, liberó en ella la actividad que les permitía volver a reanimarse, y vio como el hombre dejaba su arma y con los brazos extendidos se acercaba a abrazarla.

Este es el poder del que hablo. Es un poder desconocido para los mortales, de mente racional. Creemos que el poder está en la bomba atómica, en la energía del hidrógeno, en el dinero en el banco, o en valores. Esta noche, sin duda, una docena o más de hombres muy ricos morirán y no se llevarán un centavo con ellos. Simplemente dejarán su ropaje de carne y hueso que creyeron tan real, junto con sus valores. Pero nunca puedes perder el poder del que yo hablo, ya que es eterno. Estos cuerpos mueren, y todo lo que poseen morirá con ellos, pero el poder de la imaginación es imperecedero, ya que es el poder de Dios en el hombre, llamado el Cristo. El hombre está despertando lentamente a este poder y cuando lo escuche y lo sienta, éste es el poder que ejercerá.

Ahora, en el caso de mi amiga, ella despertó en su sueño para descubrir que, aunque todo parecía estar llevándose a cabo independientemente de la percepción que ella tenía, el sueño era sólo ella misma manifestándose. Sabiendo que podía controlar el sueño, ella cambió la motivación del hombre del asesinato al amor. Luego liberó la actividad que les permitía volver a reanimarse de nuevo, y ellos obedecieron sus órdenes. Este es tu futuro, tu herencia en la que todo está bajo tu control.

Estos cuerpos de carne y hueso son sólo ropajes que Dios usa. Aún cuando se consuman en un horno (llamado cremación), los cuerpos se restauran para que otros los ocupen. El mundo se restaura, pero tú – el actor en el drama – asciendes hasta que finalmente despiertas, y eso es lo que llamamos Navidad.

La Navidad es el despertar de Dios en el hombre. No es un acontecimiento ocurrido hace 2.000 años, sino que está ocurriendo por todo el mundo en aquellos que han alcanzado la plenitud de los tiempos. Cuando la plenitud de los tiempos ha llegado para ti, comienzas a moverte, a despertar de este sueño de muerte y emerges de tu cráneo, que es tu nacimiento desde lo alto. Estos dos eventos tienen lugar la misma noche. Los separamos por tres meses y medio, y luego añadimos unos pocos meses para el descubrimiento de la paternidad de Dios, luego más tiempo para la ascensión del espíritu; pero son cuatro partes de un gran evento. La primera es la resurrección. La segunda es el nacimiento. La tercera es el descubrimiento de la paternidad a través del hijo, y la cuarta es la ascensión: la ascensión del hijo del hombre (que eres tú) al cielo en forma de serpentina.

Esta noche muchos se están preparando para el gran acontecimiento y cantan en sus cabezas pensando en la mañana de Navidad. Estoy de acuerdo. Permíteles divertirse. Pero estarán cantando para alguien a quien no conocen. Cantarán sus aleluyas pensando que alguien en el tiempo y el espacio está respondiendo a sus alabanzas – pero eso no es Navidad. En el mundo, moviéndose entre ellos, caminan los que han experimentado el evento. Ellos saben que Jesús es el Señor y que él es su maravillosa imaginación humana, su YOSOYdad.

Yo Soy es el nombre de Jehová para siempre. Por este nombre seré recordado por todas las generaciones. Tú ahora eres un ser vivo porque Jehová está enterrado dentro de ti. Y estás destinado a convertirte en un espíritu dador de vida, como mi amiga descubrió que era. Interrumpiendo la actividad en ella misma, que permitía a otros estar vivos, ella cambió sus motivaciones dando una orden que estaba en conflicto con sus intenciones. Luego liberó la actividad en ella y ellos se volvieron reanimados una vez más – no para realizar sus intenciones anteriores, sino para cumplir las órdenes de ella. Ella ahora ha probado el poder de la era por venir.

En este nivel discutimos, tratando de persuadir al otro de que está equivocado cuando él sabe que está en lo correcto, y así terminamos exactamente donde estábamos. Esta es la vida en un mundo de muerte donde todo se eleva, desciende y desaparece.

Pero tú estás destinado a entrar al mundo del que hablo. Es eterno y no se puede entrar con un cuerpo de carne y hueso, sino que requiere un cuerpo nuevo. Así que a menos que muera lo que siembres, no puede ser vivificado. Y lo que siembras no es el cuerpo que será, sino que Dios (que eres tú mismo) te da una cuerpo que él ha elegido. Es un cuerpo glorioso de poder y sabiduría, llamado el cuerpo de Cristo. Se usa como si fuera una prenda de vestir, sólo que tú tienes el control de tu poder mediante tu sabiduría innata – una sabiduría en la que ninguna duda cabe. Esta proclamación no se descubre por argumento racional alguno. El evangelio no se descubre, se revela. No es algo que puedas demostrar lógicamente, sino una auto-revelación de Dios. Los eruditos pueden estudiar la vida y enseñanzas de Jesús hasta el final de los tiempos pero nunca encontrarán en su estudio quién es el Padre o el Hijo. Si lo hicieran, no manipularían la Biblia.

En el primero de todos los libros, el Libro de Marcos, se hace la declaración: “El principio del evangelio de Jesucristo, el hijo de Dios.” La frase, “el hijo de Dios”, es una adición hecha por un escriba. Los manuscritos más antiguos y mejores que tenemos, omiten la frase, “el hijo de Dios”, y dicen: “El principio del Evangelio de Jesucristo”.

La palabra “evangelio” significa “buenas noticias”. Esta es la buena noticia, que Jesús es el Señor Jehová y Cristo es su poder y sabiduría. Él está enterrado en nosotros y resucitará en nosotros. Sabrás de su resurrección porque el día que se levante en ti, las imágenes mismas de las escrituras te rodearán, y sabrás que eres aquél de quien se habla como el Señor Jesucristo. Entonces descubrirás quién es el hijo, porque no sabrás que Jesús es el Señor sino por el Espíritu Santo (por experiencia). Y sólo puedes conocer a tu hijo desde la experiencia. David, la personificación de la humanidad fundida en un único ser, está delante de ti y te llama Padre.

Se te dice al final del Viejo Testamento que “Un hijo honra a su padre. Entonces si yo soy padre, ¿dónde está mi honra?” En otras palabras, ¿dónde está mi hijo? El Nuevo Testamento comienza revelando al hijo, pero el hombre no puede entender. Él no sabe que Jesús es el Señor que es Dios Padre, hasta que tiene la experiencia del despertar y la resurrección en su cráneo. De salir de ese cráneo y sostener al Cristo niño, el signo de su resurrección, en sus propias manos. Él debe estar ante el hijo de Dios, y David debe llamarle Padre. Y puedo decirte: en ese momento no habrá duda alguna en su mente en cuanto a quién es el hijo y quién es él en relación con ese muchacho. Él sabrá que es el padre de David y David sabrá que es su hijo.

En el Libro de Samuel, leemos: “Cuando estés dormido con tus padres yo levantaré a tu hijo después de a ti, que saldrá de tu cuerpo. Yo seré su padre y él será mi hijo.” Ahora saltamos al Libro del Apocalipsis, donde el Señor habla, diciendo: “Yo soy la raíz y el linaje de David”. Yo soy la raíz, la causa que es el padre. Y yo soy la descendencia de mi hijo, David; por lo tanto yo soy uno con mi nieto. Todos los miembros de la raza humana se funden en un único ser llamado David. ¿Y qué sale de eso? La descendencia de David. Si la raíz de David es el Señor, lo que surge de David debe ser uno con su raíz, por lo cual yo soy la raíz y la descendencia. Yo soy el abuelo y el nieto y David es mi hijo. El hombre madura cuando se convierte en su abuelo, ya que el abuelo es el Señor.

Estamos tratando con un misterio. Si piensas que cuando lees la historia del Antiguo o Nuevo Testamento vas a llegar a la verdad por algún argumento racional, estás buscando en vano. El más sabio de los sabios no puede verlo, y como no es racional lo llaman mito. Pero yo te digo: él se da a sí mismo a quienquiera, incluso al más humilde de entre los hombres. Aquellos que tienen todos sus grados, honores, dinero y reputación están muertos pero no lo saben. No los condeno ni discuto con ellos, sino que simplemente sigo mi camino en busca de oídos dispuestos a escuchar mi historia, y por lo general son los de aquellos que no son los eruditos de la época. Aquellos que escuchan mis palabras pueden no entenderlas, pero guardan mi mensaje en sus corazones, lo meditan; y un día, creyendo como yo esperaba que lo hicieran, entrará en erupción en su interior. Luego ellos, también, sabrán que el Señor Jesús es el que el mundo llama el Dios del universo. Ellos lo sabrán porque el Espíritu Santo trae a su memoria todo lo que les he contado.

Deja que el mundo vaya a ciegas, como lo hará. La eternidad espera. No importa cuánto tiempo tome. Todos finalmente llegarán a este conocimiento. Pero nadie llegará hasta que esté hambriento, hasta que esté sediento de Dios con una sed que sólo la experiencia de Dios puede satisfacer.

El mundo, al no comprender las escrituras, piensa que Dios enviará hambre física. Oh, eso es posible, sucede en todo el mundo de todos modos. No es porque no podamos suministrar los alimentos – el problema es económico. Se nos dice que reduzcamos la producción, ya que no podemos encontrar contenedores lo suficientemente grandes para albergar nuestras provisiones. Hemos puesto un enorme peso sobre el contribuyente porque permitimos que la comida se pudra, ya que no sabemos cómo desprendernos de ella. A las personas se les paga para que no produzcan alimentos, mientras nuestro gobierno habla de ser incapaz de proveer suministro. Solamente nuestros estados del sur podrían crecer lo suficiente como para alimentar y vestir a todo el mundo, ¿pero cómo hacerlo en la economía actual? Yo no soy economista, así que no puedo decirte cómo; pero sé que no es por falta de producción, sino más bien por falta de economía.

El problema económico yo no lo puedo resolver, pero te puedo decir que Cristo en ti es tu propia y maravillosa imaginación humana, que el Dios de las escrituras y el Señor Jesucristo es tu Yo Soy. Deja que el mundo se burle. Está perfectamente bien; sólo están cumpliendo las escrituras. “Vendrán burladores profiriendo burlas: ‘¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde que los padres se quedaron dormidos, todas las cosas han continuado como estaban desde la fundación del mundo.’” Así que déjalos que se burlen, pero acepta mi mensaje y pon tu esperanza completamente en la gracia que viene a ti. Espero que erupcionará dentro de ti ahora, en un futuro no lejano; y entonces – cuando te liberes de este ropaje de carne (como debes), te vestirás en poder, te vestirás en sabiduría, te vestirás en amor.

Aquellos que no han tenido la experiencia antes de partir de este mundo son devueltos a la vida para encontrarse a sí mismos en un mundo como este. Ellos se enfrentarán con todos los problemas que no han solucionado aquí. Pueden dejar el ropaje de un millonario para encontrarse como un niño limpiabotas o uno que limpia letrinas, si eso es lo que se debe hacer para incitarlos a creer la increíble historia.

No creas que tu posición actual en la vida es algún indicador de lo que serás cuando te vayas de aquí. Si Cristo no ha despertado en ti, te encontrarás en un mundo terrestre como este, en un cuerpo como estos, nuevo y joven, pero no un bebé. Tú harás algo más adecuado para el trabajo que aún queda por hacer en ti. Hasta que despierte ese poder en ti, continuarás utilizando tu mente racional en un mundo racional igual a este.

La Navidad que ahora esperamos celebrar es un aspecto del gran acontecimiento. Hay cuatro actos definidos en el evento único, que comienzan con tu resurrección. Esto es seguido por tu nacimiento desde lo alto. Luego David revela tu paternidad, y el cuarto y último acto aparece cuando asciendes a los cielos en forma de serpentina e ingresas en él violentamente, revestido en poder.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Penchi Quirch de Troia
La conferencia original en inglés es
A DIVINE EVENT (Neville Goddard 12-08-1969)




jueves, 5 de enero de 2012

ASUNCIÓN PERSISTENTE (Neville - 18 de marzo de 1968)

Neville Goddard (18 de marzo de 1968)


ASUNCIÓN PERSISTENTE



Te digo la verdad: ¡No hay nada más grande que tu propia maravillosa imaginación humana! Es ella la que inspiró a Blake, Shakespeare y Einstein, ¡pues sólo hay un espíritu en el universo! “Escucha, Oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es Uno.” ¡Ese espíritu único es la imaginación humana! Cuando a Blake le preguntaron qué pensaba de la divinidad de Cristo él contestó: “Cristo es el único Dios, pero también lo soy yo y también lo eres tú.” No pienses en Cristo como si Él fuera alguien que es superior a ti mismo. Él es el único Dios, ¡pero también lo soy yo y también lo eres tú! No te consideres menos que Cristo, porque sólo hay Dios, que es tu propia maravillosa imaginación humana.

Atrévete a asumir que todas las cosas son posibles de imaginar; pon esta realidad a prueba extrema asumiendo que eres la persona que te gustaría ser. Tu mente razonadora y tus sentidos externos pueden negarlo; pero yo te prometo: si persistes, recibirás tu asunción. Créeme, eres el mismo Dios que creó y sostiene el universo, pero [ahora, encarnado como ser humano] tienes menos intensidad; así que debes ser persistente si quieres lograr un cambio.

En el libro de Lucas se cuenta la historia de un hombre que llegó a una casa a medianoche y dijo: “Ha llegado un amigo que está hambriento. ¿Podrías dejarme tres barras de pan?” El hombre desde arriba le respondió: “Es medianoche. Mis hijos están en la cama dormidos y yo no puedo bajar y darte lo que quieres.” Entonces se hace esta declaración: “Pero debido a la inoportunidad del hombre le fue dado todo lo que deseaba.” La palabra “inoportunidad” significa “audaz atrevimiento”. Teniendo un deseo, ¡el hombre no debería aceptar un no por respuesta!

Cuando sabes lo que quieres, no le pides a Dios como si Él fuera otro; le pides a tu yo individual que te traiga lo que deseas, ¡pues tú eres Él! Y Dios – tu propia maravillosa imaginación humana – responderá cuando tú no aceptes un no por respuesta, ya que tu negación está hablando desde dentro y ahí no hay otro. Es dentro de tu propio ser que tú persistes en asumir que has recibido lo que quieres. La historia es, que a pesar de que era medianoche y la familia estaba dormida, el padre bajó y dio lo que era necesario.

El Dios de un Blake, un Shakespeare o un Einstein no difiere del Dios alojado en ti, ya que sólo hay una imaginación humana. No puede haber dos. Él no es un Dios dual. Tú y tu imaginación no sois menos que nadie, pero debes aprender a ser persistente.

Un amigo recientemente compartió una visión conmigo, en la que yo aparecía y decía: “La historia de Jesús es asunción persistente.” Si esto es cierto, y se nos dice que le imitemos como un hijo querido, debo atreverme a asumir que soy el ser que quiero ser. Debo continuar en esa asunción hasta que lo que he asumido se realice objetivamente. Y si yo soy uno con todo el mundo, ¿cómo puede nadie ser más grande que yo? No creas que alguien es más grande que tú debido a alguna afluencia del espíritu o a la validez. Tu imaginación es el único Dios, ¡y no hay otro ser más grande que Él! Proclama que eres lo que quieres ser. Persiste en esa asunción. Continúa asumiendo ese papel hasta que lo que has asumido se refleje en tu mundo.

Aunque las iglesias enseñan que otro, más grande que tú mismo, dijo: “A menos que creas que yo soy él, morirás en tus pecados” – ¡estas palabras fueron pronunciadas por la imaginación humana! Y porque la imaginación es una, y tú no puedes alejarte de esta unidad, no creas en otro. Acepta estas palabras en primera persona del tiempo presente; pues a menos que creas que ya eres lo que quieres ser, morirás en tus pecados por dejar tu deseo incumplido. Si no crees que eres todo imaginación, continuarás en tu creencia anterior, adorando a un Dios en el exterior y no dentro.

En este nivel, estamos fragmentados, pero somos todos esa única imaginación. La palabra “Elohim” es una unidad compuesta de uno hecho de otros. Aunque parecemos ser muchos, de la manera más íntima posible, ¡somos uno! En este nivel [encarnados como humanos], tú y yo tenemos poca intensidad para fines más allá de nuestros sueños más descabellados, sin embargo, estamos llamados a hacer el esfuerzo de elevarnos por encima de ello. Esto es hecho en un sentido físico, científico y artístico, a medida que empezamos a descubrir y expresar nuestra imaginación humana. Nos elevamos por encima de este nivel a través del acto de asumir; pues una asunción, aunque falsa, si se persiste en ella se solidificará en hecho. Como dijo William Blake: “Si el loco persistiera en su locura se volvería sabio.”

¡No hay nada que Dios no pueda hacer! No creas que alguien que sea fabulosamente rico tiene una afluencia de espíritu que difiere de la tuya. Él está imaginando riqueza, ya sea voluntaria o involuntariamente; pero tú puedes hacerlo a sabiendas. Si él no sabe lo que está haciendo, puede perder su riqueza y no saber cómo recuperarla. Te estoy pidiendo, independientemente de tu situación financiera, que asumas la riqueza conscientemente. Si mañana volvieras de nuevo a tu estado anterior, trae la riqueza de vuelta afirmando “Yo soy rico”, pues sólo hay un Dios. El que crea la pobreza también crea la riqueza, ya que no hay otro creador.

El mundo cree en innumerables dioses, pero sólo hay uno. Este único Dios es tu propia maravillosa imaginación humana. Al poseer sólo un hijo, cuando la imaginación despierta, el único hijo engendrado por Dios te revelará como Dios. Lo mismo le sucederá a otro, luego a otro – y finalmente todos verán al mismo hijo, quien revelará al individuo como Dios Padre.

El mundo es una obra de teatro, donde la divina imaginación se convierte en la imaginación humana insertándose bajo una piel olivácea, una piel negra, una piel blanca y una piel roja. Aunque parecemos ser diferentes, todos veremos al hijo unigénito de Dios – demostrando que sólo hay un Dios. El propósito detrás de la obra es expandir el poder creativo de la imaginación. Aquí estamos fragmentados en innumerables partes, destinados a reunirnos juntos en el único Dios, el único Padre de todos.

Empieza ahora a usar tu imaginación activa y constantemente; porque a medida que compruebes su poder creativo en este nivel, estarás despertando a un nivel más alto y naciendo en el mundo del espíritu donde te conoces como Dios. Demuéstrate a ti mismo que eres Dios sintiendo que tu deseo es ahora un hecho cumplido. Escucha a tus amigos hablar de ti. ¿Se están regocijando por tu buena fortuna o están expresando envidia? Imagina que sus palabras son ciertas. Persiste en imaginar que son verdaderas. Continúa imaginando que tu deseo ya es un hecho cumplido; y cuando esté objetivamente realizado, la prueba será tuya.

Piensa en algo bonito que te gustaría darle a alguien. Luego pregúntate que si se lo dieras y no lo aceptara, ¿te gustaría conservarlo para ti? Si, por ejemplo, le dieras a un amigo un millón de dólares y no lo aceptara, ¿estarías dispuesto a conservarlo? Estoy seguro de que sí. Entonces imagínate dándole el dinero, luego dáselo a otros de la misma manera. Puede que ni siquiera tengas una cuenta bancaria, pero aún así lo puedes dar, ¡porque no hay nadie a quien dar sino a ti mismo! ¡Sólo hay Dios cuyo nombre es “YO SOY”!

Escucha, Oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es Uno.” Esta gran confesión de fe está recogida en el cuarto verso del sexto capítulo del Libro de Deuteronomio. El Señor no es dos, ni una docena – sólo uno. Si digo “Yo soy” eso es uno, pero si digo “Nosotros somos” estoy hablando de muchos.

El nombre de Jesús es “YO SOY”. Él no es algún ser superior distinto de ti mismo. Él es la inspiración para todo lo que escribas, sea trivial o profundo. La inspiración no viene de algún otro ser, porque no puede haber otro. Cuando te sientas a escribir, ¡los pensamientos vienen de tu propio ser! No tiene sentido creer que algún otro ser te está poseyendo.

Los grandes poetas – los Shakespeares, los Blakes – no tenían una gran afluencia espiritual moviéndose en ellos que fuera mayor que la afluencia espiritual en ti. No puede ser, ¡porque no hay nadie más grande que uno mismo! Cuando alguien me dice que está bajo la influencia de un poder mayor, le digo que eso no es posible. La inspiración viene de las profundidades de su propia alma. Tal vez tengas un artículo que te gustaría publicitar. Cuando pienses en lo que tu cliente necesita, la respuesta vendrá desde la profundidad de tu propia alma, y sabrás lo que es necesario decir para promocionar tu producto. No recibes una afluencia de espíritu exterior a ti mismo, ¡pues no hay nadie más grande! Sólo hay Dios, ¡y Dios es uno!

En el Libro de los Salmos, se te dice, “Comulga con tu propio ser.” Siéntate tranquilamente. Estate en paz contigo mismo y súbitamente los pensamientos comenzarán a fluir dentro de ti, desde Dios. ¡En el principio tú eras Dios! Y en el final, tú y yo y todo el vasto mundo de miles de millones seremos reunidos en el único Dios. Una imaginación cayó a este mundo fragmentado de aparentes otros, sin embargo, el todo está dentro de cada uno de nosotros. Los enemigos del hombre son aquellos de su propia casa, pues están todos dentro de él. No sabiendo esto, el hombre lucha dentro de sí mismo (lucha contra los aparentes otros*) hasta que se da cuenta de que no hay otro, sólo él mismo. Entonces le habla a los demás con la esperanza de que puede convencerse a sí mismo. Y cuando se levanta desde dentro, es llamado de regreso al ser único que él fue antes de que el mundo fuera. La caída en la división fue deliberada para la expansión de Dios en la unidad.

No había otra manera de expandir tu poder creativo que cayendo en la limitación y superándola. A medida que caías tu ser se fragmentaba. Vi esto muy claramente en una visión. Primero, apareció una roca. Luego se fragmentó y cuando se recompuso tomó la forma de un hombre sentado en la postura del loto, meditando, resplandeciendo. ¡Y supe que me estaba viendo a mí mismo! Y cuando comenzó a resplandecer como el sol, me desperté en mi apartamento de Nueva York.

Te estoy contando lo que he hecho, lo que he visto y lo que he experimentado. Cada uno de nosotros tiene un ser dentro que nos está meditando. El ser en ti y el ser en todos, forma el único ser perfecto, que cayó y se fragmentó. Un día, el ser viviente de cada uno se unirá en el Dios único, que cayó y se fragmentó. ¿Sabes lo que te gustaría ser? Atrévete a asumirlo y, durante una semana, afirma: “He asumido que soy el que quiero ser. Estoy aún asumiendo que lo soy, y continuaré asumiendo que lo soy hasta que lo que he asumido esté objetivamente realizado.” Quédate dormido suponiendo que esto es verdad, y deja que ese ser viviente en ti le de vida.

Dios Padre está soñando en la profundidad de tu alma. Es Él quien comenzó una buena obra en ti, y es Él quien la llevará hasta su finalización en el día de Jesucristo. En ese día serás llevado a la misma perfección que el Padre en ti, pues Dios se está soñando en una imagen mayor de sí mismo y tú, el soñador, te estás soñando en la imagen de ti mismo.

Mientras estás aquí, puedes asumir cualquier deseo para ti mismo y aquellos que amas. Luego puedes atreverte a creer en lo que has asumido. Y si continúas con tu asunción, la expresarás. Pero debes creer, o morirás en tus pecados. Siempre hablándote a ti mismo, te estás diciendo que a menos que creas que eres la persona que quieres ser, permanecerás siendo la persona que no quieres ser, muriendo de este modo en tus pecados.

Al creer en otro – tanto si aparece como un Blake, un Shakespeare o un Einstein – tienes un falso Dios. ¡Debes creer en ti mismo o morir en tus pecados! Debes creer que Dios realmente se convirtió en ti para que tú puedas convertirte en Dios – porque Él lo hizo. Su nombre es “YO SOY” y a menos que digas dentro de ti: “YO SOY lo que quiero ser” y lo creas, permanecerás diciendo en tu interior: “Desearía que yo fuera lo que quiero ser” y morirás en tu frustración (tu pecado). Te insto a aprender a cómo creer en ti mismo. Puede parecer difícil al principio, pero no lo es cuando estás dispuesto a arriesgarte e intentarlo.

Admiro a los grandes poetas inspirados. Shakespeare es magnífico, Blake es absolutamente maravilloso, y Einstein verdaderamente grande en su campo. Estos fueron hombres inspirados, pero no tenían ninguna afluencia del espíritu que los hiciera más grandes que tu imaginación humana, pues su imaginación y tu imaginación son una única gran imaginación divina, ¡imaginando! Su trabajo no vino de algo fuera de ellos, sino de su propia imaginación, despertando. Esa misma imaginación es la tuya porque sólo hay un espíritu. El espíritu del hombre es uno con el espíritu del universo ¡y no hay otro!

Comienza ahora a capturar la sensación de ser este espíritu único. Quédate dormido en la sensación de que tú eres Dios, y cuando vuelvas rápidamente desde la profundidad de la inconsciencia hacia este nivel, tendrás innumerables pequeños sueños locos basados en esta persona a través de la que estás llegando. Les darás importancia a estos sueños, pero oh, ¡qué profundidades alcanzarás en lo que es inconsciente respecto a este nivel!

No dejes que nadie te asuste, pues tú eres un ser inmortal que no puede morir. Aunque yo he despertado a mi Divinidad antes que tú, no soy mejor porque llegué ahí primero, pues no hay tal cosa como ser primero. Todo el mundo se está moviendo hacia ese nivel, y nadie puede fallar. Y cuando todos hayan regresado, ¡qué alegría será expresada cuando formemos el único cuerpo, el único espíritu, el único Señor, el único Dios y Padre de todos! Cada uno tendrá la visión y se probará a sí mismo que él es Dios Padre.

Te insto a aplicar este principio y amortiguarte contra los golpes normales de la vida. Si tus amigos y seres queridos no pueden creer, amortígualos de todos modos; pues no importa qué les dejes aquí, no vas a detener los golpes dados por la profundidad de su propio ser. Si le dejaste a cada amigo cien mil dólares, les amortiguarías de momento; pero la profundidad de su ser continuará llevándolos a través de experiencias, a fin de que despierten al conocimiento de que ellos son el padre del único hijo engendrado de Dios, David.

El mundo está buscando la causa de los fenómenos de la vida, sin saber que es su propio ser. ¡Qué responsabilidad la tuya cuando descubres que tu conciencia es la causa de todo lo que te ha sucedido, te está sucediendo y te sucederá! Pero cuando te des cuenta de que tú estás causando todos los golpes, las penas, los dolores, que te suceden a ti, empezarás a cambiar tu pensamiento; y mientras lo haces, las Escrituras se desarrollarán en ti.

Ahora entremos en el silencio.


* N.T.: En mi opinión aquí hay un error en la transcripción. Pienso que Neville se refería a la ilusión de creer que las aparentes otras personas del exterior pueden causarnos problemas y afectar nuestro mundo de algún modo, y pensamos que combatiéndolas solucionaremos algo, cuando eso no es así en absoluto ya que no existen las causas secundarias. La conciencia o imaginación es la única causa real de todo, de modo que cualquier cosa que aparezca en tu experiencia la has atraído tú y sólo tú.



Traducido por Manu LDA
La conferencia original en inglés es PERSISTENT ASSUMPTION (Neville Goddard 03-18-1968)