~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


sábado, 1 de octubre de 2011

AUDAZ ATREVIMIENTO (Neville - 27 de septiembre de 1968)

Neville (27 de septiembre de 1968)


AUDAZ ATREVIMIENTO



Una nueva idea no formará parte de tu pensamiento de uso común hasta que haya sido repetida una y otra vez y empieces a vivir según ella.

Te han enseñado a creer que Dios existe fuera de tí, pero yo te digo que tú eres todo Imaginación. Ese Dios existe en nosotros y nosotros en Él. Que nuestro cuerpo eterno es la Imaginación, y que es Dios mismo. Yo entiendo cada palabra que acabo de decir, pero es un nuevo pensamiento. Hasta que esta nueva idea forme parte de tu pensamiento, cada vez que oigas la palabra “Dios”, tu mente se irá a algo que tú has concebido que Dios tiene que ser.

Cuando digo “Yo soy”, estoy hablando del Señor Jesucristo del Nuevo Testamento y del Jehová del Antiguo. Cuando te vas a la cama esta noche y pones la cabeza sobre una almohada, estás consciente de ser. ¡Esa conciencia es Dios! Quiero mostrarte cómo usar tu conciencia como audaz atrevimiento.

En el capítulo 11 de Lucas, se dice que Jesús estaba orando, cuando uno de sus discípulos dijo: “Señor, enséñanos a orar”, en cuyo momento Él les dio la Oración del Señor. Ahora bien, la Oración del Señor que tú y yo tenemos está traducida del latín, que no tiene el modo imperativo pasivo necesario para transmitir el significado de la oración. En el griego original, la oración es como un audaz atrevimiento, pues el modo imperativo pasivo es una orden permanente, algo para que se haga absolutamente y continuamente. En otras palabras, “Hágase tu voluntad” se convierte en “Tu voluntad debe ser hecha”. Y “Venga tu reino” se convierte en “Tu reino debe ser restaurado”.

Eso no es lo que se está enseñando, sin embargo, mientras Él enseñó en forma de una parábola tal como ésta: “Quién de vosotros que tenga un amigo y vaya a él a media noche y le diga, ‘Amigo, préstame tres panes, pues un amigo mío ha llegado de viaje y no tengo nada para ponerle delante’, y desde dentro él diga, ‘No me molestes; la puerta está cerrada y mis hijos en la cama. No puedo levantarme y darte nada’. Sin embargo yo te digo, ¿acaso él no se levantará por ser un amigo, aún a pesar de su inoportunidad?, se levantará y le dará cualquier cosa que necesite” (Lucas 11:5-8). La palabra “inoportunidad” significa “audaz atrevimiento”. En otras palabras, ¡él no aceptaría un “No” como respuesta!

Jesús no estaba enseñando a un discípulo cómo orar en el exterior. Él estaba diciéndote cómo ajustar tu pensamiento, de modo que no aceptes un “No” como respuesta. En la historia, el amigo sabía lo que él quería. Él asumió que lo tenía y continuó asumiendo que lo tenía hasta que su asunción tuvo la sensación de realidad y lo consiguió. Esta es la manera en que tú encuentras a Dios en tí, siendo persistente en tu asunción.

Luego, se cuenta esta historia para mostrar cómo deberías orar y no descorazonarte: “En cierta ciudad había un juez que ni temía a Dios ni respetaba al hombre. Había una viuda en esa ciudad que venía constantemente pidiéndole que la reivindicara contra sus enemigos. Al principio él rehusó, luego se dijo a sí mismo, ‘Aunque yo ni temo a Dios ni respeto al hombre, sin embargo como esta mujer me molesta, la reivindicaré antes de que me deje agotado’” (Lucas 18:2-5). Otra vez vemos la necesidad de la persistencia en la oración.

Cuando sepas cómo orar, descubrirás que cualquiera en el mundo puede ser utilizado como instrumento para ayudar al nacimiento de tu oración. Ellos pueden ser condenados en el acto y pagar el precio de la sociedad, mientras tú eres salvado; sin embargo tú eres la causa de su acción.

Compartiré contigo ahora una historia muy personal. La contaré para ilustrar un principio. La sociedad culpó a esta mujer por lo que ella hizo y ella pagó el precio, pero yo fui la causa de su desgracia. Yo no voy a justificar mi historia y si no puedes aceptarla, lo siento. Cuando la conté al principio una señora se trastornó mucho y lo lamento; pero he notado que cuando alguien ha dejado recientemente el alcohol, el tabaco, la carne o el sexo, ellos invariablemente condenan ese estado. Se sienten demasiado cerca de ello para sentirse seguros. No estoy diciendo que esta señora tuvo una experiencia similar donde ella fue la víctima; sólo estoy hablando de un principio. Ahora, aquí está mi historia:

Cuando decidí casarme con la señora que ahora lleva mi nombre, yo apliqué este principio. En ese momento yo estaba terriblemente involucrado. Me había casado a los dieciocho años y me convertí en padre a los diecinueve. Nos separamos ese año, pero nunca busqué el divorcio; por tanto mi separación no era legal en el estado de Nueva York. Dieciséis años después, cuando me enamoré y quería casarme con mi actual esposa, decidí dormir como si estuviéramos casados. Mientras dormía físicamente en mi habitación de hotel, dormía imaginariamente en un apartamento, ella en una cama y yo en la otra. Mi compañera de baile no quería que me casara, así que le dijo a mi esposa que yo estaría buscando el divorcio y que se esfumara – lo cual hizo, tomando residencia en otro estado. ¡Pero yo persistí! Noche tras noche, dormí en la asunción de que yo estaba felizmente casado con la chica que amo.

A la semana recibí una llamada requiriéndome a estar en el juzgado el martes siguiente a las 10:00 de la mañana. No dándome ninguna razón por la que debía estar allí, desestimé el requerimiento, pensando que era una broma que me había gastado un amigo. Así que el martes siguiente a las 9:30 de la mañana yo estaba sin afeitar y sólo casualmente vestido, cuando sonó el teléfono y una señora dijo: “Sería a su favor, como figura pública, estar en el juzgado esta mañana, cuando su mujer esté en juicio.” ¡Qué choque! Rápidamente le di las gracias a la señora, cogí un taxi, y llegué justo cuando comenzaba el juicio. Mi esposa había sido detenida llevándose unos artículos de una tienda en Nueva York, que ella no había pagado. Pidiendo hablar en su favor, dije: “Ella es mi esposa y la madre de mi hijo. Aunque hemos estado separados dieciséis años, por lo que yo sé, ella nunca ha hecho esto antes y no creo que lo haga otra vez. Tenemos un hijo maravilloso. Por favor no haga nada con ella que repercuta de algún modo sobre nuestro hijo, que vive conmigo. Si puedo decir algo, ella es ocho años mayor que yo y puede estar pasando por cierto estado emocional que la haya llevado a hacer lo que hizo. Si usted debe sentenciarla, entonces por favor suspéndalo.” El juez me dijo entonces, “En todos mis años en la judicatura no he oído nunca una apelación como ésta. Su esposa me dijo que usted quiere el divorcio, y aquí tendría una evidencia tangible para ello, sin embargo usted aboga por su absolución.” Él entonces la sentenció a seis meses y suspendió la sentencia. Mi esposa me esperaba en la parte de atrás de la sala y dijo: “Neville, eso que has hecho fue una cosa decente. Dame la citación y la firmaré.” Tomamos un taxi juntos y yo hice lo que no era legal: le entregué mi propia citación y ella la firmó.

Ahora, ¿quién fue la causa de su desgracia? Ella vivía en otro estado, pero vino a Nueva York para hacer un acto por el cual iba a ser detenida y juzgada. Así que yo digo: cada ser en el mundo servirá a tu propósito, de modo que al final tú dirás: “Padre, perdónalos, pues no saben lo que hacen.” Ellos se moverán por compulsión para hacer tu voluntad, igual que mi esposa hizo.

Cuento esta historia para ilustrar un principio. No necesitas pedir a nadie que te ayude en respuesta a una oración, por la sencilla razón de que Dios es omnipotente y omnisciente. Él está en tí como tu propia maravillosa YOSOYdad. Cada uno afuera es tu sirviente, tu esclavo, listo y capaz para hacer tu voluntad. Todo lo que necesitas hacer es saber lo que quieres. Construye una escena que implique el cumplimiento de tu deseo. Entra en la escena y permanece ahí. Si tu consejero imaginario (tu sensación de cumplimiento) concuerda con lo que es utilizado para ilustrar tu deseo cumplido, tu fantasía lo convertirá en un hecho. Si no, empieza todo otra vez creando una nueva escena y entra en ella. ¡No te cuesta nada imaginar conscientemente!

En mi propio caso la escena era un dormitorio de un apartamento, con mi esposa en una cama y yo en la otra, denotando que ya no estaba viviendo solo en un hotel. Me quedé dormido en ese estado, y en una semana yo tenía los papeles necesarios para iniciar el trámite de divorcio.

Esto es lo que la Biblia enseña. Es mi libro de texto. “Lo que quiera que desees, cree que ya lo has recibido, y lo recibirás.” (Marcos 11:24)

No hay límite para el poder de la creencia o para las posibilidades de la oración, pero debes ser audazmente atrevido y no aceptar un “No” como respuesta. ¡Inténtalo! Cuando digo que eres todo imaginación, lo digo en serio. Mientras estoy aquí en el estrado, puedo, en una fracción de segundo, imaginar que estoy en el exterior, mirando este edificio. O, en otro segundo, estar en Londres y ver el mundo desde allí. ¿Tú dices que es todo alucinación? ¿Que está todo en mi imaginación? Muy bien, ahora déjame compartir contigo otra experiencia.

Yo estaba en Nueva York cuando oí que mi sobrino de diecisiete años, el hijo mayor de mi hermana, estaba en un estado de cáncer terminal. Yo sabía cómo se sentía ella y me preguntaba qué podía hacer para consolarla, – para mostrarle que el muchacho a quien ella tanto quería, no era carne y sangre, sino espíritu. De modo que, mientras estaba en Nueva York, fui a mi dormitorio, cerré la puerta y me acosté en la cama. Sabiendo que mi hermana vivía en la vieja casa familiar en Barbados, asumí que yo estaba en la cama donde yo sabía que Billy tenía que estar. Asumí que mi hermana entraba en esa habitación pero no podía ver a su hijo, sólo a su hermano, Neville. Me perdí en esa asunción hasta que mi hermana Daphne entró en la habitación. Parecía sorprendida, avanzó, se me quedó mirando, luego se volvió y se fue de la habitación. Cuando estaba satisfecho de que yo la había visto y ella me había visto a mí y no a su hijo, interrumpí la experiencia y volví a nuestro salón para estar con mi esposa y un amigo que había venido para tomar unas copas.

Diez días después recibí una carta de mi hermana en la que decía: “Nev, no puedo entenderlo.” Dando el día y la hora que coincidía con la mía en Nueva York, dijo: “Fui a la habitación de Billy y estaba sorprendida de verte ahí. Yo sabía que tú estabas en Nueva York, sin embargo no podía ver a Billy en la cama, sólo a tí. Debo confesar que estaba un poquito asustada, de modo que dejé la habitación y, cuando volví, pude volver a ver a Billy otra vez.” Ella pudo ver a Billy porque, por entonces, yo me había ido. Si yo soy todo imaginación, yo debo estar donde yo estoy en la imaginación. Cuando le di a la escena vividez sensorial, con todos los tonos de la realidad, fui visto por mi hermana a dos mil millas de distancia. No, yo no salvé a Billy. Él murió, pero mi presencia convenció a mi hermana de que su hijo no era carne y sangre. Si su hermano, en Nueva York, podía aparecerse a ella en Barbados, ella sabía que había algo que habitaba un cuerpo que no puede ir a la muerte eterna.

Yo te digo: hay un tú inmortal que no puede morir. Esa noche yo le di a mi hermana la convicción de una realidad en su hijo que sobreviviría cuando el médico dijera que él se había ido. ¿Ido a dónde? Restituido a un mundo terrestre parecido a éste, como un chico joven, para continuar un viaje que fue establecido para él en el comienzo. Y eso es para formar la imagen de Jesucristo en él. Cuando eso suceda, Billy despertará como Jesucristo, el único ser que es Dios Padre.

Practica el arte del movimiento. En Nueva York, mi teléfono estaba en el vestíbulo y mi silla en la sala de estar. Mientras estaba sentado en mi silla, yo asumía que estaba al teléfono. Luego asumía que estaba examinando la sala de estar. Yo practicaba este ejercicio hasta que descubría que podía moverme a cualquier parte en una fracción de segundo. Inténtalo y quizás, como mi hermana, alguien tendrá la extraña experiencia de verte donde tú no has estado físicamente. Házlo divertido. Yo lo hago todo el tiempo.

Una señora, pensando que yo estaba aún en Barbados, – donde ella la última vez me vio penosamente delgado y pesando sólo 138 libras – estaba esperando que me sintiera mejor, cuando yo instantáneamente aparecí en su sala de estar. Yo estaba moreno del sol de Barbados, llevando un traje gris (que yo no tenía cuando me fui de aquí, pero comprado en Nueva York), cuando yo dije: “No hay tiempo”, y me desvanecí. Bueno, ella está acostumbrada a estas cosas, así que no estaba asustada.

Te insto a no limitarte a un pequeño cuerpo de carne y sangre, pues tú eres espíritu. Carne y sangre no pueden heredar el Reino de Dios, así que un día debes dejarlo. Y el que lo deja es inmortal. Él es tu propia maravillosa imaginación humana que es Dios, el Padre de toda vida. Cuando aprendes a vivir de este modo, la vida se hace muy excitante. Tus días son plenos y no estás nunca solo. Paso todo el día en casa leyendo la Biblia y meditando. Cierro los ojos y viajo por el mundo. Es divertido y educativo. Me expande y me hace más consciente del ser infinito que realmente soy.

Ahora, las dos historias de las Escrituras que he compartido contigo muestran la importancia de la persistencia. Cuando ores, no te pongas de rodillas y le ores a ningún dios desconocido. En vez de eso, vete a la cama y atrévete a asumir que ya eres lo que tú quieres ser. Quédate dormido asumiendo que es verdad y estarás en el camino hacia el éxito, pues así es como las cosas son traídas a ser.

Justo ahora, imagina algo amable para otro. Ellos no necesitan nunca saber quién fue la causa de su fortuna – pero serás tú. Mi primera mujer no sabía que yo fui la causa de su acción. Si ella hubiera pensado que su acto significaría mi libertad y su desgracia, ¿crees que ella lo habría hecho? Ella se movió por compulsión, y yo era la fuerza irresistible. Cuando te das cuenta de esto, tú perdonas a todo el mundo por todo lo que han hecho alguna vez, porque tú puedes haber sido el que fue la causa de su acción.

Blake dijo: “¿Por qué estamos aquí temblando, llamando a Dios para que nos ayude y no a nosotros mismos, en quien Dios habita?” ¿Por qué llamar a ningún dios, cuando el único Dios habita dentro de tí? Él no está pretendiendo, sino que realmente se convirtió en tí. Cuando te confinas al pequeño ropaje que vistes, estás confinando a Dios, porque es él quien lo está vistiendo.

No necesitas ningún intermediario entre tú y tú mismo, que es Dios. No corras de esta ciudad a la otra con la esperanza de encontrar algo mejor, porque la única persona que vas a llevar contigo eres tú mismo; así que resuelve tu problema aquí. No transijas. Decide exactamente lo que quieres y asume que lo tienes. Si tu mundo pudiera cambiar, determina cómo sería; luego, construye una escena que implique que tú estás ahí. Si tu construcción mental se acerca a tu deseo cumplido, tu pequeño sueño despierto ¡se convertirá en un hecho! Y cuando lo haga, ¿importará lo que los demás piensen sobre tu principio? Habiéndose comprobado en la realización, comparte tu experiencia con otros, que ellos puedan compartir las suyas. Sigue compartiendo este principio, porque al final, todos somos el ser único que es el Señor Jesucristo. Un Cuerpo, un Señor, un Espíritu, un Dios y Padre de todos. No te avergüences de proclamarlo. El hombre ve al Señor Jesucristo como un pequeño ser en el exterior; pero Él está en tí, y cuando tú lo veas, ¡Él se parecerá exactamente a tí!

Una amiga recientemente compartió esta dulce visión conmigo. Ella dijo: “Vi a un hombre con una túnica blanca de pie en una colina, construyendo un dosel sobre la entrada de un templo. Cuando me acerqué, pude ver que las bandas utilizadas para el dosel eran verde transparente y observé cuán radiantemente bellas eran. El hombre se volvió a mirarme y me di cuenta que eras tú, Neville, y sin embargo tú eras Miguel Ángel. Entonces te dirigiste a mí diciendo: ‘He estado trabajando en esto durante toda la eternidad y aún permanece invisible para los demás.’ Tomando las bandas, las tejí en forma de cesta y tú me diste las gracias y dijiste: ‘Gran trabajo’ y desperté.” Ese fue un bello sueño. Yo te he estado contando la historia de la resurrección durante toda la eternidad, pero nunca había sido puesta en forma viva. Aún permanece muerta, como la Piedad de Miguel Ángel o su David, hechos de mármol.

Deja que el David viva en la mente de los demás. Da vida a la Piedad, el crucificado en el regazo de la madre. La historia es propiedad pública, ahora un código escrito muerto esperando la vida en la imaginación de los hombres. Dramatiza la historia de la salvación. Házlo en una obra o en un show de televisión y deja que la Piedad de Miguel Ángel viva. Yo he hecho vivir la historia porque la he experimentado.

Miguel Ángel, con su tremendo conocimiento práctico de la forma humana, creó las formas muertas hechas de mármol. Llegué yo, incapaz de moldear un palo, para encontrar las formas muertas tomando vida en mí. Mi esperanza es que un día esta maravillosa historia sea contada como realmente es, contra la historia que hemos oído durante más de dos mil años.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es
BRAZEN IMPUDENCE (09-27-1968)




1 comentario:

  1. Excelentes historias. No creo en las casualidades, está la mano de Dios en ellas. Hoy, que tuve un entredicho, tenía que leer tu blog para sentirme mejor. Gracias. Cariños.

    ResponderEliminar