~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


lunes, 24 de septiembre de 2012

APACIENTA MIS OVEJAS (Neville - 1 de julio de 1956)

Neville Goddard (1 de julio de 1956)


APACIENTA MIS OVEJAS



El tema de esta mañana es “Apacienta mis ovejas”. Esto es simplemente decir: practica las verdades que has oído, pues significa pastorear los pensamientos de la mente. Para la mayoría de nosotros, nuestros pensamientos son como ovejas descarriadas que no tienen pastor. Se nos llama ahora a gobernar los pensamientos, a gobernar la mente.

Como sabéis, el reino de los cielos es como un hombre que parte a un país lejano, y él llama junto a él a sus sirvientes y les da sus propiedades, sus bienes. A uno le da cinco talentos, a otro le da dos y a otro le da uno – “a cada uno conforme a su respectiva capacidad.” Y cuando regresó pidió un ajuste de cuentas. El que tenía cinco comerció y produjo otros cinco. Él fue muy elogiado y se le dijo que como él fue fiel en lo poco, ahora sería gobernador sobre mucho. El que tenía dos, también comerció y produjo cuatro, y él también fue muy elogiado y se le dijo que entraba en el gozo del Señor. Pero el que tenía uno tuvo miedo porque su amo – así pensó él – era un hombre duro, y así enterró su talento en la tierra y no lo acrecentó. Pero creo que conoces la historia. Fue condenado por su mal uso del talento. Le fue quitado y dado al que tenía más; el que tenía diez.

Bueno, ahora vosotros habéis recibido talentos en los últimos días o semanas, cada uno según su capacidad. Algunos de nosotros llegamos con más prejuicios que superar, con más superstición, algunos con otras creencias que no coincidían demasiado con lo que escuchamos desde el estrado, y muchos de nosotros tuvimos que superar ciertas cosas antes de poder aceptar otras. Así, algunos obtuvimos un talento, algunos dos, algunos cinco, algunos tal vez más. Ahora, un talento que no se ejercita, como un músculo que no se ejercita, al final se duerme, y en lo que a nosotros respecta, se atrofia. No muere realmente, pero se queda tan profundamente dormido que sería como si no fuera parte de nosotros. Debemos practicar lo que hemos oído, pues sin la práctica, el entendimiento más profundo del mundo no producirá los resultados deseados. Así que un pequeño talento (llámalo un talento ahora) si realmente lo acrecientas, si lo ejercitas, será mucho más aprovechable que muchos talentos que no ejercitas.

Esta mañana solamente tomaremos uno o dos de los talentos que os ofrecemos. No puedo imponéroslos – “os los ofrecemos.” Aquí hay una afirmación del Libro de Amós: “Voy a tamizar la casa de Israel entre todas las naciones, como el maiz se tamiza en una criba, y ni el menor grano caerá en la tierra.” La tamizaré y la dispersaré por todas las naciones del mundo, pero ni el menor grano caerá sobre la tierra. ¿Sabes quién es Israel? ¿Quién es este Jacob? El significado de Israel es “Es Real.” No puedes encontrarlo en la tierra – no lo busques en la tierra, y sin embargo, debes encontrarlo, pues “lo formé en la matriz para ser mi siervo y para traer a Jacob – que es Israel – otra vez a mí.” [Isaías 49:5] Así que tú y yo fuimos formados en la matriz para ser el siervo y traer a Jacob al Señor. Está disperso por todo el mundo pero no lo encontrarás – no, ni el más pequeño grano – en la tierra. Pero lo encontrarás dentro de ti mismo, pues la pista se da en Jacob. Jacob es el muchacho de piel lisa. Él no es como su hermano Esaú, que tiene pelo, lo que significa algo externo. Así que el Israel que estás buscando hoy día es lo que quieres realizar en el mundo. No mires hacia fuera y esperes encontrarlo o incluso que seas animado a que lo encontrarás, juzgando según las apariencias de las cosas. ¿Buscas salud para un amigo? Eso es Israel esparcido, pero no en la tierra. En todas las naciones del mundo yo he dispersado la casa de Israel, pero no busques en los ojos de un médico esperanza. No busques en los ojos del paciente esperanza de su recuperación, porque no la encontrarás en la tierra. Ni el menor grano ha caído sobre la tierra.

Entonces, ¿sabes tú lo que quieres en este mundo? Si sabes exactamente lo que quieres, ¿dónde lo ves? Lo ves en la mente de uno mismo. Así que cuando sabes lo que quieres, aquí hay una parte de Israel disperso, y no lo verás en la tierra. Lo viste en el reino dentro de ti, pues el Reino de Dios está dentro. Así que viste un trozo de Israel, ahora ve a traerlo. Yo te formé de la matriz para ser mi siervo y traer a Jacob de nuevo a mí. Tú tomas eso que has visto en el ojo de la mente, que para hacerlo práctico pensaremos que es un amigo necesitado. Puede ser necesidad física, tal vez él no se siente bien, o podría ser que necesite un trabajo. Bueno, ahora tú eres el que decidirá qué parte de Israel traerás al Señor y demostrarás al Señor que eres un siervo perfecto. Porque la promesa es que cuando demuestres que eres el siervo perfecto, entonces ya no serás llamado siervo; él te llamará su amigo. “Ya no te llamo siervo pues ahora te llamo amigo, pues haces todo lo que yo te mando y, por lo tanto, si tú haces lo que yo te mando, ya no eres mi siervo, eres mi amigo.” Y ahora comulgaremos como un hombre con un amigo, cara a cara. Otro “tú” ha tenido esta asociación por un tiempo, pues ese es el propósito de esto: pasar del siervo al amigo; y después nos convertimos en el amigo de Dios por un tiempo, luego nos volvemos el Hijo. Ya no somos el amigo. Nos convertimos en su Hijo, pero no podemos reconocer la condición de Hijo de Dios hasta que primero nos demostremos como un siervo. Así que el siervo está para traer Israel, es decir, imaginar amorosamente y creer en tu actividad imaginativa.

Ahora, volvamos al amigo necesitado. Represéntatelo como si él ahora encarnara el estado que tú quieres que realice en este mundo. Si es un trabajo, vélo con un empleo bien remunerado, toma tu mano imaginaria, que es la mano de Jacob, y ponla en su mano imaginaria. Déjala en ese estado imaginado hasta que tome tonos de realidad. Cuando te parezca real, que efectivamente le estás tocando, vístelo con toda la realidad del mundo externo. Así Jacob se vistió con la piel de Esaú para engañar a su padre en la creencia de que él, Jacob, era Esaú. Así, toma al Jacob dentro de ti, que es el muchacho de piel lisa, que ahora es simplemente el deseo.

Tú quieres felicitarlo. Quieres oír su voz. Quieres oírle decirte que nunca ha sido tan feliz en un trabajo en su vida, que él nunca ha tenido un empleo tan bien remunerado, que le encanta ir a trabajar, que simplemente le encanta todo sobre su trabajo. Realmente le oyes como si lo oyeras. Ahora lo vistes con todos los tonos de la realidad. Si tienes dos talentos, dale dos; si tienes cinco, dale cinco. Empieza a hacerlo cada vez más real. Llegará el día, tal vez hoy, que vestirás a tu Israel con la piel de Esaú, para que puedas realmente traerlo como un hecho objetivo a tu Padre y demostrar que eres un siervo. Porque él te formó de la matriz para que realmente fueras su siervo. ¿Y qué tiene que hacer el siervo? Traer a Jacob a mí de nuevo. Así que aquí está Jacob, disperso – perdido en todas las mentes de los hombres. No vas a encontrarlo en la tierra. Sólo lo encontrarás si sabes dónde mirar. Ahora, para probar que sabes dónde mirar, demuestra que eres un buen siervo, ve a traerme a Jacob. Así que cuando traes a Jacob, traes a Jacob vestido con tu propio ojo mental como si oyeras lo que quieres oír, como si le tocaras y fueras testigo de lo que te gustaría tocar y ver en este mundo. Y cuando permaneces fiel a tu visión, la visión hará por sí misma ese cuerpo perfecto en el que permanecer. Luego verás un hecho objetivo correspondiente, pero no está ahí. Todo está dentro de tu propia mente. Es ahí donde él lo dispersó; es ahí donde él lo mantiene. Él simplemente lo proyectará para ti en la pantalla del espacio para que puedas tener evidencia tangible de que sabes cómo encontrar y traer a Jacob. Si yo sé cómo ir a buscar mi Israel, si sé cómo ir a buscarlo y cómo vestirlo y darle la apariencia de realidad y no lo hago, entonces no soy el buen siervo que tomó los cinco talentos y los acrecentó; soy el que los enterró.

Ahora, algunos de nosotros casi tenemos miedo de comprobarlo porque nos consuela si podemos creer esto sin llegar a ponerlo bastante a prueba; pues si lo ponemos a prueba y fracasamos, entonces no tenemos fe. No podemos volver a la comodidad anterior que disfrutábamos, digamos, en una reunión más ortodoxa. Pensamos que lo encontraríamos aquí, y si no lo pongo a prueba y lo demuestro a mi propia satisfacción, entonces no tengo ni la antigua comodidad del concepto ortodoxo ni la comodidad que disfruté aquí, pues no lo comprobé. Así que te invito a intentar, si quieres, refutarlo. No puedes refutarlo, pero si sales sabiendo dónde buscar tu Israel, sabiendo por qué eres formado desde el vientre para ser un siervo, esa es la primera etapa. Hasta que lo compruebes por ti mismo, hasta que demuestres que puedes hacerlo, no eres un siervo; no un siervo del Señor. Pero cuando te conviertas en un siervo del Señor, él te hará su amigo. Entonces la relación será en un nivel más alto. Te comunicarás con tu Padre como un hombre hace con un amigo, cara a cara. No lo verás como un objeto en el espacio, sino que realmente sabrás cómo producir un estado mental deseado – producirlo a voluntad. Cuando puedes producir un estado mental deseado, tú has hecho de la profundidad – que es tu Padre – un amigo, y conocerás realmente ese compañerismo entre la profundidad del ser y tú, el ser que es realmente una maravillosa imaginación. Luego llegará el día, habiendo sido un maravilloso amigo de Dios, en que el sello se romperá y serás revelado como el ser que realmente eres, que es el Hijo de Dios y el Padre. Cada persona en el mundo es el hijo de Dios creyéndose ser un hombre nacido de hombre.

He intentado en las dos semanas anteriores convencerte de que tu origen es Dios. No es lo que el mundo te diría – un bichito. Porque si fueras un bichito, un pequeño espermatozoide, aunque parezcas encarnarte y expandirte en la forma de un hombre, tu fin será un pequeño espermatozoide, pues todo termina según sus orígenes. Así que cualquiera que sea el origen, se puede determinar el fin. Yo te digo que tu origen es Dios, por lo tanto, tu fin es Dios. Pero para llegar a ese fin, pasas por las etapas del siervo, luego el amigo, luego Dios, que es el Hijo de Dios. Pues yo y mi Padre somos uno, sin embargo mi Padre es más grande que yo. Sí, yo no proclamo que esta unión, esta unidad, me faculte para el mismo sentimiento idéntico de ser el Padre. Yo y mi Padre somos uno, pero mi Padre es más grande que yo. Pues lo simbolizado que testimonia este estado no visto no es realmente tan grande como eso que simboliza. Así que somos uno y lo sabré, y veré a mi Padre y veré que él y yo nos parecemos, sin embargo estamos en relación Padre e Hijo. Pero antes de que pueda lograr acercarme a él, tengo que demostrar que soy un buen siervo.

Ahora, considéralo esta mañana. Te invitamos a intentarlo para un amigo. Te pedimos intentarlo para ti mismo. Te hemos dado muchos ángulos de cómo comprobarlo, de cómo pensar en lo que quieres primero y ver con tu ojo mental Israel. Pues cuando yo sé claramente en mi ojo mental lo que quiero, estoy realmente mirando a Israel, a algo que es real. Es real, pero debo vestirlo ahora con lo que el mundo llama realidad, dándole tonos externos. Pero la cosa era real mucho antes de que se convirtiera en un hecho visible en el mundo. Yo lo veo con mi ojo mental haciendo una representación tan vívida y tan natural como sea posible de lo que vería y de lo que haría y de lo que realmente oiría si yo estuviera físicamente presente en tal situación ahora. Cuando lo veo claramente, estoy mirando a los ojos de Israel, y lo encuentro disperso en el mundo – pero no en la tierra, porque no es en la tierra donde yo lo veo. Lo veo en mi mente. Ahora estoy mirándolo, y pensando en ello, pero el secreto es pensar desde ello, para ocupar ese estado y entrar en él. Cuando entre en él lo vestiré de realidad. Puedo pensar en un lugar y luego cerrar los ojos y asumir que estoy en ese lugar. Cuando asumo que estoy en el lugar, lo estoy vistiendo con lo que el mundo llama realidad. Era real antes de que yo lo vistiera – cuando lo vi claramente esto fue Israel – pero él quiere que lo traiga, y la única manera de comprobar que puedo traerlo y demostrar que soy el siervo, es ocupar el estado. Así, yo ocupo la sensación de mi deseo cumplido. Cuando entro en la sensación del deseo cumplido y permanezco fiel a ese estado, entonces yo estoy caminando en mi visión y – como hemos dicho – si uno sólo avanzara confiadamente en la dirección de su sueño y se esforzara por vivir la vida que él ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado. Debo permanecer fiel a mi visión ocupando mi visión – no sólo verla. Él pide que yo lo traiga; que traiga a Jacob de nuevo al Señor.

Así que Jacob no es un hombre que caminó sobre la faz de la tierra hace miles de años, e Israel no es una nación ahora reunida en las costas de África. Él dispersa la casa de Israel en todas las naciones del mundo. Te podrían haber enseñado a creer que la persona que se llama a sí mismo judío, en presencia de una nación, es Israel disperso. No lo creas. Cada uno en el mundo es el que realmente contiene y sostiene Israel. Cuando piensas en algo y deseas que sea una realidad en tu mundo, estás viendo Israel. Ahora él quiere que la traigas y quiere que demuestres que puedes traerla y convertirte en el perfecto siervo del Señor. No tengas miedo de ser el siervo; conviértete en el perfecto siervo de Dios y luego conviértete en su amigo, y luego date cuenta de que eres su Hijo.

Salgamos decididos a que tomaremos las peticiones traídas aquí esta mañana. Fueron más de cien las que llegaron, pero hay muchas más. Quizás no los conoces; puedes tomarlos colectivamente. Pero puedes tomar a un amigo concreto, a un miembro de tu familia, y decidir el día de hoy que vas a llevar alguna bendición a la vida de la persona: tú lo tienes – tienes el poder de bendecir, pues el poder de conferir realidad a tu deseo para el amigo es el poder para bendecir a ese amigo. Si tu amigo no está bien y quieres que esté bien, simplemente asume que tú y él (o ella) estáis llevando a cabo una conversación desde una premisa que estableces ahora, y la premisa es que él o ella nunca se sintió mejor en su vida, y lo escuchas y lo presencias. Toma tu mano, tu mano imaginaria, y abrázalo. Diles lo que sientes por ellos; siéntelo realmente. Y luego no haces nada externamente para hacerlo así, pues las cosas que vas a ver no están hechas de cosas que aparecen. Así que no recetas nada para ellos. No cambias su dieta física. No ofreces ninguna recomendación en cuanto a lo que deberían hacer. Simplemente asumes que son ya la encarnación del estado que tú deseas para ellos, así que no empieces recetando. Deja eso completamente. Simplemente caminas fiel a tu imagen del amigo y transformas esa imagen con tu propio ojo mental.

Házlo y ve si puedes traerlo, porque si no puedes hacer eso y comprobarlo por ti mismo, aún no has demostrado que eres un siervo; por lo tanto la amistad está muy lejos de ti. Cada uno debe demostrar que es primero un siervo, como leemos en Isaías 49: “Yo te formé del vientre para ser mi siervo y traer a Jacob de nuevo a mí.” Entonces me dicen: aunque Israel no está del todo reunido yo soy bendecido. El individuo que lo hace, no tiene que traer todo el cuerpo de Israel. Si él trae a Jacob – un individuo transformado – y demuestra que él puede transformarlo, es bendecido y recibe una gloria segura mucho antes de que el cuerpo de Israel sea reunido y vuelto a traer.

Así que aquí te preguntas por qué se le llama “el rey de Israel”. ¿Por qué se le llama el rey? La gente pensaba que significaba un hombre que miraba por una pequeña nación y pensaba que era rey, o ellos pensaban que era el rey (o incluso con ironía cuando lo decían). Él no es eso. El individuo que se convierte en Hijo es verdaderamente el rey del mundo entero de Israel, o [de] las ideas que flotan en la mente del hombre. Pues él es su pastor, él es su rey. Él puede ordenar a cualquier idea que se vista con una forma. Ese es el rey de Israel. Ese es el que puede hacer real un estado que es sólo un deseo. “Es Real” es el verdadero Israel. Aquí, mucho antes de que nos convirtamos en eso – [de que seamos] levantados – debemos comenzar a disciplinar la mente para convertirnos en el siervo perfecto.

No hay mejor momento para empezar que ahora. Si tienes miedo de intentarlo, entonces yo no sabría qué decirte, porque en este lugar debes comprobarlo. Ellos no tienen una religión en la que simplemente vienes aquí y te sientas los domingos y se reúnen y forman una bonita pequeña hermandad de este modo. Esto no es ese tipo de religión en absoluto. Todo esto es para despertar la mente del hombre y hacerle un pastor, hacerle algo que gobierne. De hecho, la misma palabra traducida como “alimento” en Juan 21 es traducida muchas veces en la Biblia como “pastor”, como “gobierno”. En Mateo 2, uno vendrá de Belén; él tendrá dominio sobre Israel. Pues bien, en ese (él gobernará Israel), la palabra traducida como “gobierno” es la misma palabra traducida en Juan 21 como “alimento”. Así que no lo tomes literalmente. Significa, simplemente, tomar esta mente tuya y disciplinar la mente entera reuniendo las cosas y caminando fiel a un estado invisible, pues Jacob es invisible. Tú pensabas que era un hombre, que era un muchacho de piel lisa. Esa es la manera que el místico tiene de decirte que esto es un estado subjetivo, y que debes aprender a vestir[lo] de objetividad. Tú caminas fiel al estado subjetivo, y luego, con el tiempo toma los tonos y la apariencia de algo externo. En el momento en que despegas tu mente de ese estado – aunque en el momento del despegue tuviera alguna presencia externa correspondiente – comenzará a borrarse. Si despegas tu mente del éxito en medio del éxito, el éxito como una realidad fuera de ti se borra y desaparece de tu mundo. Y entonces en lo que pongas tu mente, lo sustituye, lo que demuestra que el éxito no estaba en el exterior en absoluto; estaba dentro de ti. Tú lo vestiste por un momento y le diste la apariencia de realidad. Pero el día en que no eres fiel a la conciencia de ser exitoso, la realidad, aparentemente sólida, de éxito desaparece de tu mundo, demostrando ser la sombra que siempre fue, y que la realidad – la luz del éxito – fue la idea en tí con la cual estabas identificado. Así que si yo asumo que soy _________ (y lo nombro) y permanezco fiel a ello, sale y se hace aparentemente real. Si dejo de asumirlo y mantenerlo, lentamente desaparece de mi mundo; y si desaparece, yo podría pensar que la realidad estaba ahí. He olvidado cómo traer a Jacob. He olvidado cómo traerlo al Señor.

Así que recordemos dónde está Israel. No está en Oriente Próximo. Israel está esparcido en todas las naciones del mundo, en tu mente – ahí es donde está. Y ahora tienes un propósito en este mundo y si realmente amas la enseñanza (ya que las palabras son: “¿Me amas?”) dices que tú eres fiel. “Pedro, ¿me amas?” Él no lo llama Pedro por cierto, él lo llama Simón. Él nunca lo llama Pedro en ninguna parte de la Biblia; se refieren a él como Pedro, pero cada vez que se dirige a él la figura central de los Evangelios, él siempre lo llama Simón, y Simón significa oír, significa escuchar. Bueno, ¿has oído, has escuchado tú realmente, Simón? Sí. ¿Entonces amas lo que tú has oído? ¿Me amas a mí, o lo que os he dicho que yo soy? Yo soy lo que enseño, así que ¿me amas? Entonces apacienta mis ovejas. Conviértete en gobernante de esta mente tuya y demuestra que realmente amas lo que me dices que has oído. Si lo has oído, entonces tú eres Simón; y si realmente lo has oído hasta el punto de aceptarlo, demuestra que lo has aceptado tomando el talento recibido y expandiéndolo. No dejes que el pastor venga y cuando te pregunte por el talento, tú digas que tenías miedo y lo enterraste. No tengamos miedo de poner a prueba realmente la verdad de los principios que tratamos de explicar aquí.

Así, todas estas son nuestras verdades que hemos aceptado. Ahora, algunos obtuvieron uno, algunos dos, algunos obtuvieron cinco. Hemos hecho todo lo posible en las dos últimas semanas para daros todo lo que pudimos en dos semanas, desarrollado de la Biblia. Os mostramos la Biblia como un misterio, que todos sus miembros están enterrados, no en un pequeño libro, sino en todos los libros. Todos ellos te están contando la historia acerca de ti mismo. Cómo Dios se convirtió en ti para que tú puedas convertirte en Dios. Cómo Dios murió para convertirse en hombre en el sentido de olvidar que él era Dios, ya que despertó como hombre. El hombre que camina por la tierra no tiene conocimiento de que él es Dios, y el individuo que se atreve a proclamar que él lo es, y te dice que tú lo eres, generalmente es condenado por aquellos que se designan a si mismos como maestros. Ese es el ciego guiando a otro ciego, y te llamarán arrogante si te atreves a demostrar incluso el poder de la mente. Y ellos te dirán que eso no está bien – le estás quitando a Dios lo que pertenece a Dios. Como ves, ellos están profundamente dormidos. No se dan cuenta de que Dios se convirtió en hombre con un propósito; que él pueda tener la compañía de los hijos de Dios. Así que el hombre debe despertar y darse cuenta de quién es realmente; y se da cuenta de eso comenzando primero como un siervo.

Yo te he dado, creo, una técnica perfecta para demostrar que eres un siervo. ¡Inténtala hoy! Si consigues de la forma más simple tomar un estado invisible y hacer que se convierta en una realidad, como el trabajo para un amigo o incluso el conseguir un sombrero, o incluso el hallazgo de la vivienda adecuada, o incluso el conseguir alguna pequeña cosa – lo intentas. Si perdiste algo: “'Nada se pierde en toda mi montaña sagrada', dice el Señor, 'pues no está perdido, está esparcido ahora en Israel.'” Demuestra que no está perdido. ¿Qué es lo que has perdido? Pues bien, llévalo a tu propio ojo mental y luego tócalo mentalmente y aprópiatelo mentalmente y siente que lo tienes, que es tuyo ya, y permanece fiel a esa asunción y ve si aquello vuelve. Si aquello se recupera, has demostrado que has encontrado Israel (una parte de él de todos modos) y que sabes cómo tomarlo y vestirlo con tales tonos de realidad que puedes traerlo al Señor; pues el Señor es tu propia conciencia maravillosa. Cuando tú dices: “YO SOY”, ese es el Señor. Ve a decirles que YO SOY te ha enviado. Así que cuando caminas con la sensación de “yo soy esto y aquello”, no se ve todavía, pero es algo que estás trayendo al Señor; y cuanto más sientes que es real, más natural se vuelve. Entonces, se viste de hechos externos; pero el hecho externo no es la verdad. La verdad y el hecho se oponen uno a otro. La verdad no depende del hecho. La verdad depende de la intensidad de tu imaginación. Por lo tanto, si yo realmente soy intenso sobre ello, eso es verdad. Yo mañana podría encontrar un hecho correspondiente que lo atestigüe – pero, como dije antes, en cuanto no continúe en esa asunción el hecho se desvanecerá, demostrando que no era una realidad en absoluto. La realidad estaba en mi asunción, y por tanto la verdad no depende del hecho, sino de la intensidad de la imaginación.

Entonces entenderás el drama cuando la verdad se enfrenta a lo que se llama hecho o razón, y cuando preguntada: ¿qué es la verdad? – la verdad permanece silenciosa. No respondería porque el hecho o la razón piensan que un juicio verdadero debe conformarse a la realidad externa a la que se refiere. Si yo digo: “¿No son encantadores?” y aludo a algo que ninguno de los presentes puede ver, tú dices que mi juicio no es verdad, pues no es sobre algo en el exterior. Entonces lo que yo digo no tiene realidad. Debo estar sufriendo alguna ilusión. Si persisto en ello, y no puedes verlo, entonces es una alucinación. Pero yo sé por experiencia que puedo tomar una ilusión y, por medio de una ilusión, puedo conectarme con la realidad o “Es Real” caminando fiel a lo que tú llamas mi ilusión. Yo simplemente asumo un estado sabiendo que lo he encontrado; está esparcido en las naciones del mundo y, encontrándolo en mí mismo como un estado deseable, me lo apropio. Caminando fiel a mi estado apropiado, gradualmente me convierto en él. Deshaciéndome de ese estado finalmente, dejo de serlo; pues lo que requiere un estado de conciencia para encarnarse no se puede encarnar sin tal estado de conciencia.

Cuando sé que todo depende de mi apropiación de partes de Israel, para traer a Jacob a mi Padre, entonces empezaré a hacerlo; y entonces mis talentos aumentarán de cinco a diez y a veinte; y finalmente, cuando tenga todos estos talentos, seré digno de ser un amigo. Cuando haya sido fiel en unas cuantas cosas, él me hará Señor sobre mucho. Entonces él me dirá: Ya no te llamo siervo. Te llamo amigo, pues hiciste lo que te mandé. Ahora, habiendo hecho lo que te he mandado, tú eres mi amigo de verdad. Caminaremos en esa asociación por un tiempo, en comunión con lo profundo, sabiendo que lo profundo del ser es mi ser real, que los hombres llaman Dios. Voy a verlo como otro. Comulgaré con él como si fuera otro, y él y yo hablaremos a través de ese estado invisible igual que si el hombre hablara cara a cara con un amigo. Pues después de que este estado invisible, en que comulgo con lo profundo, sea alcanzado hasta un punto de completa satisfacción, el último sello se romperá. Él romperá el sello y me revelará como su hijo; y cuando lo vea y le mire a la cara, él será igual que yo y yo seré igual que él. Entonces conocerás el misterio de la Epístola de Juan: “Amados, qué manera de amar ...”

Sólo imagina qué amor ha depositado Dios en nosotros para que debamos ser llamados Hijos de Dios. Y entonces, aunque en este momento, que lo siento desde lo profundo, yo no sé muy bien cómo soy o cómo es él, sin embargo sí sé esto: que cuando lo vea yo lo conoceré. ¿Y por qué lo conoceré? Porque seré como él. Miraré justo en el espejo de mi propio ser, y me daré cuenta de que fue para ese propósito que yo, el Padre, me encarné como hombre, esperando que finalmente él despertara y se convirtiera en un ser consciente, pasando completamente de un reflector pasivo a un cooperador consciente en mi reino. Así, el hombre gradualmente pasa del estado pasivo al estado activo, y el proceso es: el siervo, el amigo, el Hijo.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es FEED MY SHEEP (Neville Goddard 7-01-1956)




viernes, 21 de septiembre de 2012

EL CAMINO ESPIRITUAL DE NEVILLE

Para los(as) interesados(as) en ir más allá de esta experiencia terrenal (necesaria, por cierto, pues es parte del plan de Dios), o en alcanzar lo que comúnmente se conoce como “iluminación”, os comento brevemente cuál es el camino espiritual que Neville había enseñado mientras estuvo encarnado como un hombre de carne y hueso. En sus conferencia y libros habla de ello repetidas veces, pero como sé que pocos de los que siguen este blog saben inglés, os lo resumo en nuestro idioma para que os quede bien claro.

Primero de todo, Neville decía que si ya eras capaz de aceptar por completo su enseñanza significaba que estabas muy cerca de alcanzar la iluminación o el despertar de tu divinidad interior. Luego, él explicaba que si pones en práctica el arte de la revisión a diario, esto es, si usas la imaginación amorosamente para beneficio tuyo y de los demás constantemente, todos los días, progresivamente irás despertando el Ser Divino en ti, esto será acompañado por sueños y visiones reveladores además de experiencias místicas personales hasta que finalmente tú despiertes por completo como Dios.

Si no estás interesado en alcanzar ninguna iluminación, no pasa nada, igualmente puedes hacer uso de tu imaginación para realizar todos tus deseos en esta vida, pero los que tengan una inclinación fuerte hacia lo espiritual o lo místico, ahora ya saben que aquí tienen otro camino válido (si les resuena esta enseñanza) para la realización del Ser.

Por último comentar que Neville considera que la Biblia es la verdad, que todo lo que dicen las Escrituras es cierto (por eso él la utiliza como base de su enseñanza) y que el mensaje bíblico fue recibido por inspiración divina, pero la Biblia no va dirigida a la persona de carne y hueso sino a la imaginación. Ése es el error que ha cometido el hombre al interpretarla. La Biblia de principio a fin relata el viaje de la imaginación desde que cae del estado divino a este mundo de sombras y se duerme profundamente olvidándose por completo de todo, hasta que despierta y se vuelve plenamente consciente (recupera la memoria) de su verdadero Ser eterno que es amor sabiduría y poder infinitos.

Manu Anderson / Manu LDA

sábado, 15 de septiembre de 2012

TUYO PARA QUE LO TOMES (Neville - 18 de septiembre de 1967)

Neville Goddard (18 de septiembre de 1967)


TUYO PARA QUE LO TOMES



Sólo hay una causa para los fenómenos de la vida. Esa causa es Dios. Alojado en ti, Dios es una persona en el sentido más literal de la palabra. Créeme, pues yo sé esto por experiencia. Dios, el único creador, es pura imaginación obrando en la profundidad de tu alma. Dios comenzó una buena obra en ti y Él la llevará a término el día que el poder creativo de Dios se desvele en ti. El poder creativo y la sabiduría de Dios se define en las Escrituras como Cristo. Cuando Cristo se desvele en ti, sabrás que tú eres el poder de Dios y la sabiduría de Dios.

Dios, tu propia maravillosa imaginación humana, subyace en todas tus facultades, incluyendo la percepción, y fluye a tu mente superficial menos disfrazada en forma de fantasía productiva creativa. Cuando tú te preguntas qué puedes hacer para trascender tu actual limitación de vida, estás insistiendo en los medios. Dios no te pide que consideres los medios, sino que definas el fin. Hablándote por medio del deseo, Dios hace la pregunta: “¿Qué quieres tú de mí?” Entonces Él te dice que no te preocupes por las maneras y los medios, pues sus caminos son impenetrables. Son inescrutables e inalcanzables. Esta afirmación la encontrarás en el capítulo 11 del Libro de Romanos. Así que no estés preocupado por cómo Dios cumplirá el fin, sólo sabe que Él lo hará. ¿Puedes creer que tu deseo se ha cumplido? ¿Puedes creer que es verdad? Si puedes, es tuyo para que lo tomes, ya que nada es imposible para el que cree.

Ahora déjame compartirte tres historias que me llegaron durante el verano. La primera carta era de mi amigo Bennie. En ella él contaba que estaba tumbado boca abajo en su cama, con la cara hacia abajo, cuando sintió como si alguien le agarrara de los hombros; y mientras se estaba levantando escuchó las palabras: “¡Toma una posición!” Intuitivamente él sabía que tenía que tomar la decisión ahora en cuanto a si iba a creer que la imaginación crea la realidad o no creerlo.

Las Escrituras nos dicen, “El que no está conmigo, está contra mí”. No hay terreno neutral, pues “no he venido para traer paz, sino espada. Para poner al hombre contra su padre y a la hija contra su madre”. ¿Por qué? Porque los enemigos de un hombre están dentro de él. Todo el mundo debe finalmente tomar la posición de que la imaginación crea la realidad y nadar o hundirse con este concepto.

Ahora, unos días más tarde mientras estaba meditando, Bennie se sintió agarrado por la espalda por tres hombres. A medida que le levantaban, él vio salir el sol y escuchó las palabras: “¡Mira! ¡Observa!” y “¡Reconocimiento!”, y recordó un pasaje de mi libro 'Tu fe es tu fortuna': “El reconocimiento de esta verdad te transformará de alguien que trata de hacerlo así en alguien que reconoce que es así”.

Poco después de esto, un amigo le pidió a Ben que orara por él. Él quería ser el administrador de la propiedad de la compañía para la que trabajaba. A pesar de que había estado dejándolo pasar año tras año, Bennie le dijo qué hacer, e imaginó que oía al amigo decirle que el trabajo ahora era suyo. Unos meses más tarde el trabajo estuvo vacante y a su amigo se le dio el puesto junto con un aumento de sueldo y mayor responsabilidad, tal como él había imaginado. ¿Qué hizo Bennie? ¡Imaginó! ¿A quién le oró? ¡A su propia maravillosa imaginación humana! Dios, el creador de toda vida, es como pura imaginación en ti, subyaciendo en todas tus facultades – incluyendo la percepción. Él fluye en tu mente superficial menos disfrazado en forma de fantasía productiva. Bennie tomó una posición. Él oró por su amigo y creyó que su oración fue respondida. Él se puso a prueba, y las ventanas del cielo se abrieron y derramaron bendiciones para que todos las vieran. Ahora Bennie sabe que con Dios todas las cosas son posibles.

Dios es tu yo más poderoso. Vaciándose de sí mismo, Dios tomó la forma de un esclavo y ahora se encuentra a semejanza de hombre. Abdicando de su poder, la Pura Imaginación (Dios) tomó sobre sí mismo las limitaciones de la carne, convirtiéndose así en humano. Es Dios quien teje cada deseo tuyo en realidad cúbica, sirviéndote eficaz y rápidamente, independientemente de si tu deseo es para mal o para bien. El que evoca pensamientos en la mente de un Hitler o un Stalin es el mismo poder que el que evoca pensamientos en la mente de un Papa o del Arzobispo de Canterbury. No hay dos Dioses. ¡Sólo hay uno!

Los capítulos 14 y 53 del Libro de los Salmos son idénticos, cada uno nos dice: “El necio dice en su corazón que no hay Dios, pero el Señor mira desde los cielos sobre los hijos de los hombres para ver si hay alguno que actúe sabiamente y busque al Señor”. Aquí encontramos que a los ojos de Dios, la sabiduría es equiparada con la búsqueda del Señor. Y si Dios es omnisciente y todopoderoso, entonces cualquier otra búsqueda que no sea la del Señor es estúpida. Tú puedes ser el matemático o científico más grande, el hombre más inteligente y honrado entre los hombres, pero si tu búsqueda no es la de Dios, eres estúpido ante Sus ojos.

Llamado a buscar la causa de la creación, ¿qué estás haciendo perdiéndote en los fenómenos de la vida? Cuando algo suceda, examina tus pensamientos y descubrirás que tu propia maravillosa imaginación humana es la causa de tu experiencia, porque Dios es una persona. En el momento presente Él está usando una máscara llamada Neville, pero el que te está hablando ahora sabe que él mismo es el Anciano de los Días. Cada ser en el mundo es una máscara usada por Dios; pues alojado en el hombre, [Dios] es la imaginación del hombre.

Un pensamiento en acción es un acto imaginativo. Piensa (imagina) un terremoto horrible y Dios te lo dará. Imagina (piensa en) una guerra y Dios te proporcionará eso, también. Imagina la paz y la tendrás. Dios te dará salud si tú quieres pero primero has de imaginarte estando sano. Imagina el éxito y lo tendrás. En el momento que tú piensas, estás alimentando a tu imaginación, que es una persona. Utilizo la palabra persona deliberadamente, ya que tú eres una persona. Tú eres la máscara que Dios está usando ahora, pues Dios se convirtió en ti para que tú puedas convertirte en Dios.

Ahora déjame compartirte otra carta. El año pasado esta señora, que vive a unas sesenta millas al norte de San Francisco, fue poseída por el deseo de venir a Los Ángeles y asistir a mi conferencia. Dejando un aviso en su oficina, ella condujo su coche hasta el aeropuerto de San Francisco, donde tomó un avión hacia Los Ángeles. Allí se encontró con una amiga e inmediatamente vino a la conferencia. Después de la conferencia ella se unió a un grupo de cuatro mujeres y un hombre para tomar café, y dijo que tenía hambre, no habiendo almorzado ni cenado ese día. El señor que estaba sentado a su lado dijo entonces, “Me gustaría invitarte a un bistec”. Y cuando ella lo miró a la cara oyó una voz dentro suya decir, “Este es tu marido”.

Ahora, esta señora se ha casado y divorciado cuatro veces, así que tuvo deseos específicos de un marido que ella sintió que debía cumplirse. Quería estar felizmente casada con un hombre que viviera por esta verdad (que siguiera las enseñanzas de Neville). Ella quería que él la amara y la respetara así como a su hijo de diecisiete años. Habiendo imaginado un hombre así en Septiembre, ella asistió a mi conferencia en Octubre, y se casó con el señor que conoció aquí en Enero del año siguiente.

El señor añadió su historia a la carta, diciendo: “Habiendo jugado con la idea de estar casado, me fui a una casa de empeños el pasado septiembre y compré un anillo de oro liso que me puse en el dedo anular de la mano izquierda. Todos los días yo llevaba puesto el anillo y todas las noches me dormía con la sensación de estar felizmente casado. (Mi amigo creyó que él no podría alcanzar la sensación de estar casado sin una ayuda física, pero no necesitas nada fuera de tu imaginación para alcanzar el estado de ánimo.)

Habiendo sido un alcohólico, este señor imaginó que su esposa nunca aludiría a su pasado; pues aunque no había probado el alcohol durante nueve años, él había pagado el precio de su búsqueda de Dios. Como puedes ver, el alcohólico está buscando la verdad. Sediento, él encuentra un falso espíritu en la forma de alcohol, mientras que los que no lo prueban – y critican a los que lo hacen – ni siquiera han comenzado su búsqueda. Pero tengo noticias para ellos. Un día ellos, también, conocerán un hambre que no se satisface con pan. Conocerán una sed tan grande que cometerán el error de vestirla en la forma de una botella. Pero debido a que será una falsa sed, la sed permanecerá. Entonces descubrirán el verdadero hambre y la verdadera sed, que es por escuchar la palabra de Dios.

Ahora, en la tercera carta un señor escribe: “Después de haber pedido un préstamo al banco, cada mes, cuando enviaba mi pago yo reducía la cantidad total en mi libro de registros. Un día, mientras estaba escribiendo mi cheque y anotando su pago, cerré los ojos y vi dos ceros debajo de la columna de saldo adeudado. Luego di un suspiro de alivio porque el crédito estaba pagado. Durante los siguientes tres meses persistí en ver esos dos ceros y alegrarme por estar libre de deudas. Entonces llegó una sorpresa inesperada. Nuestra compañía nos pagó a todos una prima de medio año que era tan grande que fui capaz de pagar todas mis facturas, incluyendo el préstamo bancario, y depositar el resto en el banco.”

Ahora pienso que este señor y yo debemos de ser dos guisantes de la misma vaina, porque el dinero parece quemarse en su bolsillo también. En vez de mantener el dinero en el banco como la mente racional haría, mi amigo empezó a pensar en cómo gastarlo, así que por supuesto encontró una manera. ¡Compró una grabadora para traerla y grabar mi mensaje!

¿A quién se volvió mi amigo cuando quiso que el préstamo bancario estuviese pagado? ¡Él se volvió a Dios! No se puso de rodillas y le pidió a algún Dios afuera [de él mismo] que lo hiciera por él. Él no fue a la iglesia y consultó a un sacerdote, rabino o ministro. No contactó con uno de esos llamados maestros de la verdad, sino que simplemente cerró los ojos a lo que era evidente y vio dos ceros en la columna de saldo adeudado. Entonces, por primera vez en la historia de su compañía se pagó [a los trabajadores] una prima de medio año. Esto le sucedió debido a su uso de la ley, y a su conocimiento de quién es Dios.

No todo el que busca a Dios le encuentra, pero hay quienes – como Felipe – que cuando le encuentran, traen a su hermano Natanael. Andrés encontró a Jesús y trajo a Pedro. Tú, también, encontrarás a Jesús cuando ejercites tu imaginación, y traerás a los que tú amas a su conciencia. Si te llegara una gran riqueza, ¿tu mujer (o marido), tus hijos, así como los de tu círculo no se beneficiarían de tu buena fortuna? ¿Y si les llegara a ellos, no te llegaría a ti? Así que nos beneficiamos mutuamente cuando descubrimos a Dios y le ponemos a prueba.

Apocalipsis nos dice que seamos o bien fríos o calientes, pero nunca tibios. Si tú no me crees hasta el punto de poner a prueba la ley, eres tibio. Pero un día, como Ben, tomarás una posición. O estarás conmigo o contra mí. Tratarás de creer que la imaginación crea la realidad, o lo rechazarás. Serás caliente o frío al respecto, y eso es mejor que ser tibio. He descubierto que los que me odiaban al principio cuando les arrebaté sus ídolos, el icono en su mente llamado Jesús, se han convertido en mis mejores alumnos. Así que muchas personas proclaman que creen en Jesús, pero no pueden definirle. Incapaces de ubicarle en el tiempo y en el espacio, desconfían cuando digo: Cristo en ti es tu esperanza de gloria. Llenos de insultos, son fríos. Algunos han sido incluso violentos. Pero un día ellos encontrarán a aquel de quien Moisés y los profetas escribieron, darán la vuelta, y serán abrazados por el Señor.

Empecé contando esta historia en la década de 1930 y aquí estamos en la de 1960. Durante estos treinta y tantos años me he encontrado con aquellos que realmente se me oponían – aquellos que fueron tan conmovidos y perturbados que estaban decididos a refutar mis palabras. Pero como no podían hacerlo, ellos también han encontrado que Dios es su propia maravillosa imaginación humana. La Biblia está dirigida sólo a la imaginación humana. En la famosa carta de Blake al Rev. Dr. Trusler él hace el siguiente comentario: “¿Por qué la Biblia es más entretenida e instructiva que cualquier otro libro? ¿No será porque se dirige a la imaginación, que es sensación espiritual, y sólo inmediatamente al entendimiento o a la razón?

La Biblia es una enseñanza imaginativa. Cuando se despliega en ti es más real que cualquier cosa aquí, sin embargo es toda imaginada, pues Dios es todo imaginación y también lo es el hombre. El cuerpo eterno del hombre es la imaginación, y eso es Dios Mismo. No hay nada más que este único cuerpo llamado Jesús, que es el Señor Dios Jehová.

Yo te digo, Dios se hizo como nosotros somos de modo que nosotros podamos llegar a ser como Él es. Nadie tomó la vida de Dios. Él mismo la dejó diciendo: “Tengo el poder para ponerla y el poder para volverla a quitar”. La caída en el espacio fragmentado fue deliberada. Y el que cayó tiene el poder para reunirnos a todos, uno por uno, en ese único cuerpo que es todo amor. Su cuerpo está por encima de la organización de sexos. En él no hay griego, ni judío, ni cautivo, ni libre, ni hombre, ni mujer. Cuando tú lo llevas puesto entiendes la declaración de Pablo: “Considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que me ha sido revelada”. En ese cuerpo tú sabes que tú mismo eres el Hombre real, y que este cuerpo carnal no es nada. Te das cuenta de que nunca fuiste hombre o mujer, sino que siempre has sido Dios.

Recuerda, todo es tuyo para que lo tomes. Si lo quieres, tómalo. Si no puedes reclamarlo por ti mismo, pídele ayuda a un amigo. Si quieres estar felizmente casado, haz lo que hicieron mis amigos. ¿Quieres saldar todas tus deudas? Cualquier cosa que desees es tuya. Todo lo que tienes que hacer es imaginar que lo tienes, ¡pues todo en la vida es tuyo para que lo tomes!

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Manu LDA
La conferencia original en inglés es YOURS FOR THE TAKING (Neville Goddard 09-18-1967)




sábado, 8 de septiembre de 2012

TODAS LAS COSAS SON POSIBLES (Neville - 12 de mayo de 1969)

Neville Goddard (12 de mayo de 1969)


TODAS LAS COSAS SON POSIBLES



En el capítulo 9 del Libro de Marcos, se dice: “Todas las cosas son posibles para el que cree”, y en el capítulo 19 del Libro de Mateo se nos dice: “Con Dios todas las cosas son posibles”. Aquí vemos a Dios equiparado con el creyente.

Sentado aquí esta noche tú crees que eres un hombre o una mujer. Crees que estás aquí, ¿pero estás dispuesto a creer que puedes ir más allá de lo que tu razón y tus sentidos dictan? Tú no tienes que limitar tu poder de creencia a lo que tu mente razonadora dicta. La elección y sus limitaciones dependen totalmente de ti, pues todas las cosas existen en la imaginación humana y es de tu imaginación que tu creencia deriva. Si vas más allá de los dictados de la razón, debe ser a través de tu imaginación, y ya que todas las cosas ya existen allí, tú puedes en cualquier momento ir más allá de lo que tu razón y tus sentidos dictan.

Acabamos de tener una erupción en el mundo cristiano en relación con los pequeños iconos que las personas han fabricado y adorado por más de mil años. El Salmo 115 los describe así: “Sus ídolos son plata y oro, la obra de las manos de los hombres. Tienen ojos pero no ven; bocas que no hablan; orejas que no oyen; manos que no sienten; pies que no caminan y ningún sonido se oye en sus gargantas. Aquellos que los fabrican son como ellos; así son todos los que confían en ellos.”

En el periódico de hoy se cuenta la historia de una actriz famosa que tuvo un accidente mientras iba en su Rolls Royce. Sufrió heridas, pero no de gravedad y atribuyó su suerte al pequeño icono que ella llamaba San Cristóbal. Ella es igual que el que lo fabricó y se lo vendió, pero no lo sabe. No juzgues a otros por sus posesiones mundanas. Las recibieron a través de la creencia, pero ellos no saben que su propio ser es el que las creó para ellos. Ella creyó que su pequeño icono de oro la salvó de un accidente fatal. Nada excepto su creencia en él la salvó. Compró y creyó en su pequeño icono porque ella no conoce a aquel en quien debería confiar.

Todas las cosas son posibles para el que cree y “con Dios todas las cosas son posibles”. Aquí vemos que Dios y el creyente son uno. Cuando salgas de aquí esta noche, esperarás encontrar tu casa donde la dejaste. Te irás a dormir allí y creerás que te despertarás en tu cama mañana por la mañana. Crees que estás vestido ahora mismo. Yo te digo: tu capacidad para creer es la imaginación humana, la cual es el único Dios. Siendo todo imaginación, te has restringido a ti mismo por el cuerpo de sensación y razón que llevas. La razón te dice que tú estás en esta sala, que tienes una cierta cantidad de dinero y que no puedes tener más a menos que hagas un esfuerzo físico para conseguirlo. Pero desearías tener más, ¿verdad?

Asume tu deseo a través de la sensación de sentir. Esa asunción, subjetivamente apropiada y creída cierta, es la fe. ¿Puedes creer en su realidad? Sabiendo que todas las cosas son posibles para el que cree, ¿puedes convencerte de que, aunque tu razón y tus sentidos lo niegan, tu asunción hará que sea así? Blake, en su maravilloso “Matrimonio del Cielo y el Infierno”, dijo: “Yo cené con Isaías y Ezequiel y pregunté: '¿Una fuerte convicción de que una cosa es así, hace que sea así?' e Isaías respondió: 'Todos los profetas lo creen, y en épocas de imaginación una firme convicción movía montañas, pero hoy muchos no son capaces de una firme convicción de nada.'” Todo aquí fue una vez sólo un deseo, creído. Este edificio, la ropa que llevas o el coche que conduces fueron primero un deseo, luego creído hasta que llegó a existir.

Sí, creo que hay un hombre llamado Neville. Él puede trabajar para ayudarte en el cumplimiento de tu deseo, si tú crees que lo tienes. Muchos hombres pueden venir y vendrán a ayudarte, aún sin saber que lo están haciendo, si tú crees. No tienes que convencer a los demás para que te ayuden; todo lo que necesitas hacer es creer que eres lo que quieres ser y luego deja que el mundo (que no es nada más que tú mismo proyectado fuera) trabaje para hacer posible tu asunción. Te lo prometo: tu deseo se cumplirá, ya que todas las cosas son posibles para el que cree.

El fallecido Robert Frost dijo: “Nuestros padres fundadores no creyeron en el futuro, creyeron el futuro en su interior”. El poder más creativo en ti es tu poder para creer una cosa en tu interior. Nuestros padres fundadores no creyeron que el paso del tiempo haría que este país fuera como ellos deseaban. Ellos querían democracia, no una monarquía, y sabían que sentarse y esperar a que llegara a suceder no lo haría – tuvieron que apropiársela, así que simplemente lo creyeron en su interior. ¿Cómo? Mediante la fe. Se apropiaron subjetivamente de su deseo.

Digamos que te gustaría estar en San Francisco ahora, pero no tienes tiempo ni dinero para hacer el viaje. ¿Qué haces? Ignoras el momento presente y subjetivamente te apropias de tu esperanza objetiva durmiendo en San Francisco esta noche. Cuando estés tumbado en tu cama, mira tu mundo a través de los ojos de alguien que está durmiendo en San Francisco. Puede que despiertes por la mañana y encuentres que todavía estás físicamente en Los Ángeles, pero mientras dormías se estuvieron llevando a cabo cambios que te obligarán a hacer el viaje. Yo te digo: tú siempre irás físicamente al estado subjetivo que te hayas apropiado.

Recuerda: todas las cosas son posibles para el que cree, y con Dios todas las cosas son posibles. El hombre cree que Dios creó el mundo y todo lo que hay en él, pero no equipara a Dios consigo mismo, el creyente. Pero la Biblia equipara a Dios, el creador de todo, con el que cree. Y la creencia no tiene que ser restringida, sino que puede ir más allá de la evidencia de los sentidos y la razón.

En el mundo tienes que recurrir a lo externo para iluminar tu camino. Puedes encender una vela, una lámpara, o usar la electricidad; pero un día te volverás al interior para descubrir que tú eres la luz del mundo. Entonces sabrás que tú eres Dios, la luz del amor infinito, del poder infinito y de la sabiduría infinita. Te expandirás en estos estados a medida que rompas las barreras de la razón y los sentidos. Te reto a que te examines. ¿Te estás manteniendo en el estado que deseas experimentar? Ponte a prueba, y al hacerlo estás probando a Cristo, pues él es el poder y la sabiduría de Dios. No cuesta nada ponerle a prueba, así que inténtalo.

Se nos dice que la imaginación nos habla por medio de los sueños y se revela en visiones. Una noche se me mostró cómo ponerme a prueba. Esa noche me encontré en una mansión enorme en la 5ta Avenida de la ciudad de Nueva York a comienzos de siglo. Todo lo que el dinero podía comprar estaba en esa mansión. A pesar de que yo era invisible para las dos generaciones que estaban presentes, podía oír todo lo que ellos decían. El señor mayor habló, diciendo: “Padre solía decir, mientras estaba parado sobre un solar vacío, 'Recuerdo cuando esto no era más que un solar vacío', entonces describía el edificio que él quería que estuviera allí como si ya fuera sólido y real.” Luego la escena cambiaba y veía el edificio, ahora completo, erigido en donde sólo un momento antes no había más que un solar vacío. El abuelo estaba ahora de pie junto a su hijo y su nieto y decía: “Recuerdo cuando esto era un solar vacío.”

Este sueño me enseñó una maravillosa lección. Yo era el abuelo, el hijo y el nieto. Dependía de mí ahora transmitir este conocimiento a otras generaciones. Mientras te encuentras en un estado baldío puedes decir: “Recuerdo cuando esto era baldío.” Si era baldío, estás dando a entender que ya no es así. Entonces puedes – mediante el ejercicio de tu sentido interno de vista, oído, gusto, olfato y tacto – ocupar el estado y permitirle que se exteriorice para ti. Te digo, no importa lo que tienes o quien eres en este mundo, todas las cosas son posibles para ti cuando crees.

Puedes creer en uno o más de los noventa extraños llamados santos que ahora han sido degradados, pero si crees, ellos han servido a su propósito. Ahora, los que antes creían en iconos en el exterior deben dar la vuelta y aprender a creer en sí mismos. Ha llevado mucho tiempo, durante más de mil años los hombres han creído estas tonterías. Tú no tienes que cubrirte la cabeza nunca más para entrar en la iglesia – por tanto, ¿fue alguna vez necesario? No tienes que creer en San Cristóbal nunca más. Nunca fue necesario; pero el hombre, en su estado infantil, no podía creer en sí mismo, así que creó con sus manos humanas algo en lo que creer y su creencia se produjo ella misma. El icono no lo hizo por el individuo. Su creencia lo hizo por él.

Todas las cosas son posibles para el que cree y con Dios todas las cosas son posibles, por tanto, ¿no es Dios uno con el creyente? Su nombre por siempre y para siempre es “Yo Soy”. ¿No sabes que tú eres? ¿Sabiendo eso, no estás diciendo: “Yo soy”? Si tu nombre es Juan, debes ser consciente de ello antes de que puedas decir: “Yo soy Juan.” Yo digo: “Yo soy Neville.” Puede que no siempre diga “Yo soy” antes de decir “Neville”, pero soy consciente de ser Neville antes de decir la palabra. Le he dado a mi consciencia de ser un nombre. Ese nombre es Neville. No tengo que repetir las palabras “Yo soy” para definir aquello de lo que soy consciente; pero mi conciencia es Dios, el creyente, y no hay otro Dios.

Ahora, todas las cosas existen en la imaginación humana – no sólo las cosas buenas, sino todas las cosas. Escucha estas palabras del capítulo 32 del Libro del Deuteronomio: “Ved que yo, y sólo yo, soy él y no hay Dios fuera de mí. Yo mato y yo hago vivir, yo hiero y yo sano, y nadie puede librarse de mi mano.” ¿Quién puede matar sino Dios? Tú puedes decir: “Yo le maté”, pero ese es el nombre de Dios. Tu propia maravillosa imaginación humana tiene el poder de matar y hacer vivir, herir y sanar y no hay nadie que pueda librarse de tu mano, pues no hay Dios fuera de tu propia maravillosa imaginación humana.

Mientras estás sentado aquí tienes la capacidad de creer. Puedes creer en algo estúpido, pero tú crees [en ello] y tu creencia hará que funcione. Ese del que hablo como Dios es tu yo más fuerte, y sin embargo tu esclavo, para sus propios fines. Él te sirve tan indiferentemente y tan rápidamente tanto cuando tu voluntad es mala como cuando es buena. Lo hace evocando imágenes de bien y de mal igual que si fueran reales. Permitiéndote imaginar todo lo que tú desees, él lo proyecta sobre esta pantalla del espacio con el fin de que tú lo experimentes. Puedes moverte hacia ello tan natural y tan fácilmente que puedes olvidar el momento irreflexivo en el que la semilla fue plantada, y por lo tanto no reconocer tu propia cosecha.

El ser que tú realmente eres es el Dios de las Escrituras que es tu propia maravillosa imaginación humana. ¿Puedes marcharte de este auditorio esta noche con la profunda convicción de que eres lo que quieres ser? ¿Estás dispuesto a asumir sus alegrías y pesares? Tu asunción es tu apropiación subjetiva de un hecho objetivo. Eso es la fe y sin fe es imposible agradarle.

Esta noche, cuando yo abandone este edificio conduciré hasta casa con mi amigo. Mientras viajamos pasaremos por ciertas calles y veremos objetos familiares porque estaremos viajando con la vista. Pero cuando camino por fe mis pasos son invisibles, pues estaré caminando en la asunción de mi deseo cumplido. Pablo nos dice que “caminemos por fe y ya no más por vista”. Todos sabemos cómo es caminar por vista, pero ahora somos llamados a romper ese hechizo y caminar por fe.

Yo te digo que es posible ser cualquier cosa que quieras ser, ya que el creyente y el Dios del universo son uno. No te divorcies de Dios, pues Él es tu Yo Soydad. Cree en tu Yo Soydad, porque si no lo haces tú nunca cumplirás tu deseo. Sólo asumiendo que ya eres la persona que te gustaría ser lo lograrás. Es tan simple como eso.

No estoy diciendo que sea fácil, pero se vuelve más fácil con la práctica. Si le diera un Stradivarius a alguien que ha dominado el violín él podría elevarme a la enésima potencia de la alegría, pero si pusiera el mismo violín en las manos de alguien que no pudiera tocarlo, rápidamente me volvería loco. Es el mismo violín, sin embargo uno produce armonía mientras que el otro produce disonancia. Tú matas y haces vivir con el mismo instrumento, que es tu propia maravillosa imaginación humana. Tú puedes crear muchas disonancias hasta que aprendes cómo tocar. Nosotros estamos aquí en este mundo de oscuridad educativa aprendiendo a tocar el instrumento que es Dios. Puede que no conozcas a nadie que te diera 10.000 dólares ahora mismo, pero si crees que todas las cosas son posibles para Dios y sabes que Dios es tu imaginación humana, tú puedes imaginar que tienes el dinero, persiste en tu creencia y lo tendrás. Cómo, no lo sé; yo sólo sé que de acuerdo a tu creencia te será hecho a ti.

¿Crees que todas las cosas son posibles para Dios? ¿Y crees que Él es tu propia maravillosa imaginación humana? Sabiendo que Dios es todo amor, y que tú eres capaz de imaginar cosas desagradables, puede que no creas que tu imaginación es Dios, pero si eso es cierto entonces Dios no es todopoderoso. Si tú puedes imaginar algo que Dios no puede, entonces tú le trasciendes. Si Dios toca sólo notas armoniosas y tú puedes tocar cuerdas que producen disonancia así como armonía, entonces tú eres más grande que Él porque tú puedes hacer algo que Él no puede. Pero yo te digo: tu propia maravillosa imaginación humana mata y hace vivir, hiere y sana, pues todas las cosas salen de la imaginación humana. Mientras estás aprendiendo a usar y creer en tu imaginación humana puedes hacer vivir eso que no quieres. Puedes herirte a ti mismo en el proceso, pero lo que tú creas en tu imaginación puedes descrearlo.

Todo puede ser resuelto, aunque mientras estés aprendiendo cometas errores horribles. No te condenes por nada que alguna vez hayas hecho, estés haciendo o puedas hacer, mientras aprendes a tocar el instrumento que es Dios mismo y tu propia maravillosa imaginación humana, ya que no hay otro poder creativo.

Lo que ahora está probado fue una vez [algo] sólo imaginado. Mi sastre usa su imaginación para confeccionar mis trajes para mí. Ellos tienen que ser imaginados primero antes de cortar la tela. Mi sastre no coge sus tijeras y empieza a cortar la tela con la esperanza de que algo saldrá [de ahí]; él lo imagina primero. Y cuando me siento en el sillón de mi barbero, él ve lo que debería tener en mi cabeza en lugar de lo que está ahí. Todo debe ser imaginado primero antes de que pueda convertirse en un hecho, y esa capacidad de imaginar es Dios.

Ahora bien, tú no observas al imaginar como haces con los objetos en el espacio, porque tú eres la realidad que se llama imaginación. Puedes observar esta sala, que fue una vez sólo imaginada, pero no puedes observar el poder creativo que la concibió. Las cosas creadas se ven, pero tú – el creador – no eres visto, y nunca sabrás que eres Él, hasta que el hijo único de Dios, David, se plante delante de ti y te llame Padre. No todo el mundo aceptará este conocimiento, porque ellos preferirán tener sus pequeños iconos. Estoy bastante seguro de que esta actriz italiana que tuvo el accidente no estaría interesada en mis palabras ni en creerlas, y ella no está sola. Hay cientos de millones esta noche que no renunciarían a sus pequeñas medallas. Yo vi donde el cardenal McIntyre había puesto su sello de aprobación en el reverso de la medallita de San Cristóbal, dándole así su bendición. En un lado hay una cara que nunca existió y en el otro, un sacerdote de la iglesia da su aprobación. Qué tontería, sin embargo las medallas funcionan porque la gente cree que lo hacen.

Es hora de que el hombre deje de creer en algo afuera y empiece a creer en su imaginación humana. Es hora de desechar todos los iconos externos. “No harás imagen tallada de mí, ni tendrás otros dioses aparte de mí.” Puede que no tengas educación, ni dinero o bagaje social, y te resulte difícil creer en ti mismo; pero debido a que todas las cosas son posibles para el que cree, y con Dios todas las cosas son posibles, puedes salir de tus sentidos y creer que cualquier cosa exista. Pon a prueba tu imaginación, y si se demuestra en la práctica, ¿qué importa lo que el mundo piense?

A través de la prueba yo he demostrado la imaginación. Le he descubierto y ahora comparto mis hallazgos con los demás. Él es llamado Felipe, el amante de los caballos, el símbolo de la mente. Sabiendo que Felipe ama aprender acerca de cómo funciona la mente, le digo que “He encontrado a aquel de quien Moisés y la ley y los profetas hablaron – Jesús, el Mesías. Yo te llevaré a él.” Tú estás aquí porque, como Felipe, deseas saber más sobre la mente y sus funciones. Yo puedo llevarte a Jesús diciéndote quién es él, pero no te lo puedo mostrar, pues él es invisible.

Tu YO SOYdad es él. Di: “Estoy seguro, soy rico, soy libre.” Esto puede no ser verdad en base a tus sentidos, pero yo simplemente te estoy pidiendo que digas las palabras, pues en el momento que lo hagas te estás apropiando subjetivamente la seguridad, la riqueza y la libertad. La razón tratará de apartar estas cosas de ti, así que te pido jugar a un pequeño juego conmigo. Sal por la puerta y camina como si fueras seguro, rico y libre. Duerme esta noche como si fuera cierto. Si lo haces, no te quedarás dormido viendo el mundo como hiciste anoche, lo verás de modo diferente. Si esta mañana alguien te dio un cheque por 20.000 dólares y lo depositaste en tu cuenta, serías 20.000 dólares más rico, por lo tanto tú no podrías dormir esta noche como lo hiciste antes. Ahora, sin esperar a que físicamente alguien te de el dinero, vete a la cama como si fuera verdad. Pon a Cristo a prueba extrema. Si todas las cosas son posibles para Dios y si todas las cosas son posibles para el que cree, ¿puedes creer? No te estoy diciendo que tendrás éxito la primera noche, ni incluso la segunda. Habiendo sido entrenado a aceptar sólo lo que tu razón y tus sentidos dictan, puede que te resulte difícil, casi imposible, creer que podrías creer – ¡pero puedes!

Esta mañana, mientras estaba regresando a este mundo me encontré con una escena de sombras de seres. El primero era ciego, incapaz de ver el mundo a su alrededor. El segundo veía, pero su visión era limitada. El tercero veía más que el segundo, y el cuarto podía ver, oír, y hacer más que el tercero. Me desperté, diciéndole a mi amigo Bob Crutcher: “Con tu talento para escribir, podrías escribir una película sobre esta serie de eventos. Si lo hicieras, recibirías 3.000 dólares por ello.”

Yo sabía que al igual que un actor me había identificado con cada ser de sombra que había visto. A pesar de las sombras, yo, el perceptor, había asumido uno detrás de otro hasta encontrarme limitado por el estado percibido. Cuando asumí el primero yo estaba totalmente ciego. Cuando asumí el segundo podía ver un poco, y en el tercero un poco más. Entonces me desperté instando a Bob a escribirlo, para mostrar cómo el hombre está restringido por lo que él está vistiendo.

Con el fin de interpretar un papel tú debes sentir el papel. Como el hombre ciego yo tenía que sentir el camino. Cuando me puse otra vestimenta yo podía ver y no tenía que sentir ya. Con cada vestimenta que llevaba, yo sentía cada vez más, y desperté instando a mi amigo a mostrar esto en forma de imagen con la esperanza de que aquellos que lo vieran entenderían que el hombre sólo está interpretando un papel. El papel no tiene por qué ser el que se le dio al nacer. Él puede escoger un papel y entrar en él en cualquier punto del tiempo.

Ahora mismo tú estás interpretando un papel. Si no te gusta puedes cambiarlo. Podrías interpretar el papel de un hombre más rico que el que tú eras hace veinticuatro horas. Es sólo un papel para que lo interpretes, si lo deseas.

Todo lo que te estoy diciendo es de la Biblia. “Yo mato y yo hago vivir. Yo hiero y yo sano, y no hay nadie que pueda librarse de mi mano. Yo, y sólo yo, soy él y no hay Dios fuera de mí. Yo soy el Señor tu Dios, el santo de Israel, tu Salvador y fuera de mí no hay salvador.” Estas son las palabras de Dios, reveladas a través de sus profetas de la antigüedad. Su profecía se cumple en el Nuevo Testamento así: “Cualquier cosa que desees, cree que la has recibido y la recibirás.” Así de fácil es como lo aplicas, pues una asunción, aunque sea falsa y negada por tus sentidos, si persistes en ella se solidificará en hechos.

Yo te lo estoy diciendo: tú eres Dios y nunca hubo otro. El ser en ti es Dios, y tú y yo somos uno, porque sólo hay un Dios. Finalmente sabrás que tú y yo somos uno, pues descubrirás que eres el padre de mi hijo, que sabrás que es tu hijo. De hecho, no será el hijo revelándote como el Padre, sino tú, el Padre, revelando a tu hijo.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Manu LDA
La conferencia original en inglés es ALL THINGS ARE POSSIBLE (Neville Goddard 05-12-1969)




sábado, 1 de septiembre de 2012

LA VERDADERA VID (Neville - 4 de abril de 1969)

Neville Goddard (4 de abril de 1969)


LA VERDADERA VID



Hoy, como sabéis, es Viernes Santo, e indudablemente millones han acudido a los servicios y oído alguna parte de las últimas Siete Palabras de Cristo. Pero me pregunto cuántos de ellos saben quién es y qué significan realmente las palabras. Yo te digo: Jesucristo es tu consciencia, tu Yo Soydad, que se hizo como tú eres para que tú pudieras ser como Él es. Yo quiero que aceptes esto literalmente, pues es verdad.

Ahora, cada una de las siete palabras de las que se habla hoy es realmente una frase, la primera de las cuales es: “Padre, perdónalos pues no saben lo que hacen”, y la última es: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Esto es sólo una parte de la cita del 5º verso del capítulo 31 del Libro de los Salmos. El pensamiento completo es este: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Tú me has redimido, Oh Señor, Dios fiel.” Aquí descubrimos que el redentor es uno con el redimido, pues hablando al Padre, él dice: “Tú me has redimido”, sin embargo él ya ha confesado: “Yo y el Padre somos uno.” Así que como ves, el redentor y el redimido son realmente uno.

Miremos esas palabras a través de los ojos del místico, y no con los ojos tradicionales de la iglesia: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viticultor.” Esta verdadera vid es la imaginación. Es el cuerpo eterno del hombre, que es Dios mismo. Jesús es el cuerpo divino, del cual nosotros somos sus miembros en el sentido de que él está en nosotros. Cristo no es un simple hombre, sino la humanidad. Él es nuestra propia maravillosa imaginación humana. Él es nuestro redentor; sin embargo él es el redimido.

Cuando al principio me di cuenta de esto fuí impactado, pues yo había nacido y sido educado en la tradición cristiana y no conocía otra religión. Entonces descubrí que Cristo no era alguien en el exterior a quien yo debería adorar, sino mi propia maravillosa imaginación humana, y por un tiempo mi mundo se volvió del revés. Hay un pequeño poema que encaja con esto perfectamente: “Contempla esta vid. La encontré como un árbol salvaje cuya desenfrenada fuerza se había hinchado en irregulares ramas. Pero yo podé la planta y se atemperó en su vana expansión de inútiles hojas y anudó como ves en estos racimos limpios y plenos para recompensar la mano que sabiamente la hirió.”

Tu imaginación es la verdadera vid de la que todo en tu mundo es sacado. Cualquier mal uso de tu imaginación causa deformidades en tu vida. Es un impacto, lo sé, darse cuenta de que tú eres la única causa de tu vida, y que tú tienes una responsabilidad: ¡podar esta verdadera vid de la conciencia!

Puesto que el Padre y el Hijo son uno, YO – como Padre – SOY la verdadera vid y debo podarme a mí mismo. No dándome cuenta de que un aparente otro era una rama creciendo de mí, la verdadera vid, me permití alimentar pensamientos desagradables de él. Pero yo no corté la rama, pues la poda no es de ese modo. Llamado arrepentimiento en las Escrituras, la poda es la revisión – que es un cambio radical de actitud hacia una persona o una situación. Yo revisé mis pensamientos respecto a ese aparente otro y acepté este acto imaginario invisible como una realidad. Entonces observé, y con el tiempo me hice consciente de un cambio en mi mundo respecto a esta persona o ese estado. Habiendo descubierto la verdadera vid y al Padre que la podó, sé que debo podarla cada día; pues si lo hago, anudará y se formarán esos racimos limpios y plenos para recompensar la mano del viticultor (el Padre) que la podó.

Escucha ahora cuidadosamente estas palabras de la carta de Pablo a los Filipenses: “Cristo Jesús quien – aunque estaba en forma de Dios – pensó que no era robo ser igual a Dios, se vació, tomando la forma de un esclavo, y nació a semejanza de los hombres. Y siendo encontrado en forma humana se hizo obediente a la muerte, incluso a la muerte en la cruz.” Tu cuerpo es la cruz sobre la que Jesucristo es crucificado. Y es ahí que él permanecerá hasta que transforme tu humilde cuerpo en la forma única con su glorioso cuerpo. Entonces él habrá cumplido su propósito. Yo te digo: Jesucristo efectivamente ha tomado sobre sí tu cuerpo de humildad y se hizo su esclavo alimentándolo, bañándolo, vistiéndolo, y cuidando de él de todas las maneras. Sin embargo Jesucristo no es de este mundo. Pero con el tiempo él te transformará completamente en su glorioso cuerpo, pues él es el redentor, que – habiendo asumido tu cuerpo – lo redimirá, por ello convirtiéndose en el redimido.

La verdadera vid es tu propia maravillosa imaginación humana. Cuando tú crees esto, ya no imaginas como antes lo hacías, sino que podarás tus pensamientos cada minuto de cada día. Romperás el hábito de sentirte con remordimientos, deprimido o apesadumbrado. Ya no pensarás desconsideradamente sobre otro, porque sabrás que él es efectivamente tú mismo exteriorizado, y aparecido en tu mundo porque el Padre en tí le llamó. Nadie puede venir a mí a menos que Yo, que soy uno con el Padre, le llame. Aunque él traiga veneno, lo hace porque yo se lo di para que lo trajera. Esta es la historia que es representada hoy, pero no entendida.

Ahora, se nos dijo que él tomó un ensopado (llamado 'un bocado' en algunas traducciones) y se la dio a Judas, quién rápidamente partió. El ensopado es un regalo de gran amistad. En el mundo antiguo, el ensopado era mojado en un líquido y dado al invitado honrado, que es el amigo más próximo y querido. Ese es Judas. Sólo uno que conoce el secreto mesiánico puede traicionarle. Nadie puede traicionarme que no conozca mi secreto. ¿Cómo podrías tú traicionarme si yo no te tomara en mi confianza como un amigo y compartiera mi secreto?

Así que Judas se va para contarle al mundo del Cristo real y darles una señal diciendo: “El que yo bese es el hombre; cogedle. Tomadle rápido.” No le dejéis ir, sino comed su doctrina, alimentaos de ella, bebedla. Dejad ir todo lo demás, pero no le dejéis ir a él. Cuando hayas descubierto la causa de los fenómenos de tu vida, deja ir toda otra creencia. Que la gente te inste a comer cierta comida u observar ciertos días, no les creas; pues no hay nada que tú puedas hacer en el exterior que alguna vez te encomiende a Dios. Tú eres ensuciado o purificado por lo que sale de tu corazón, no por lo que comas u observes en el exterior. ¿Estás imaginando bien o mal para tí mismo?, pues la verdadera vid es tu propia maravillosa imaginación humana, y el mundo de fuera es nada más que tus ramas.

Ahora, ¿quién es este al que Judas besa? ¡El Cristo resucitado! Esto lo sé por experiencia. Una noche yo estaba explicando la palabra de Dios a doce personas, cuando uno se levantó rápidamente y partió. Yo instantáneamente supe que él iba a decir exactamente lo que yo le había dicho respecto a la causa de los fenómenos de la vida. Luego volvió. Es el mismo ser, pero ahora está ricamente vestido y es tan importante que todos nosotros nos levantamos en atención a su entrada. Viniendo hacia mí me rompe la manga descubriendo mi brazo derecho y besa al que se dijo de él: “No le dejéis ir, sino prendedlo rápido.” (“but hold him fast.”)

La palabra “prender” (hold) como está definida en la concordancia (Bible Concordances), significa “poder supremo”, y la palabra “rápido” (fast) significa “abstenerse de todo alimento”. Aquí se nos está diciendo de abstenernos de cualquier alimento para el pensamiento que no sea nuestra propia maravillosa imaginación humana. Somos instados a deleitarnos en nuestro propio poder y sabiduría. Abstente cuando otros te insten a intentar una simple numerología, una simple astrología, o cualquier creencia en un poder fuera de tí mismo. Una de las mayores debilidades del hombre es la necesidad de tener siempre razón. Aquellos que profetizaban que California experimentaría un terremoto que mataría a millones, rezarían hasta romperse el cráneo para demostrar la justeza de su profecía; pero esto no tiene nada que ver con las Escrituras. El terremoto del que se habla en las Escrituras tiene lugar dentro, y no fuera, en absoluto.

Jesucristo es Dios mismo, quien se convirtió en tí individualmente. Tu conciencia es Él. Cuando imaginas, Dios está actuando. Él es la verdadera vid y el viticultor, pues Él es tu imaginación, imaginándote. Si tú realmente entiendes esto, empezarás a podar tus pensamientos. Si no, y continúas creyendo que Jesucristo es otro que tu Ser, persistirás en permitir que tu desenfrenada energía corra salvaje, para hincharse en irregulares ramas y llevar cosas desagradables a tu mundo.

Cuando te vuelves consciente de aquellos necesitados, aún cuando no los conoces personalmente, ¿utilizas tu imaginación para levantarlos de ese estado? Eso es lo que tú estás llamado a hacer. Si te los representas como te gustaría que fueran, y te convences de que es verdad, esa rama cambiará en tu mundo. Tú no eliminas el estado de necesidad. Permanece para cualquiera que sea consciente de él, pero tú – habiéndote levantado del estado – no lo ves más.

Poda tu vid mañana, tarde y noche, y entonces – cuando menos lo esperes – tendrás una serie de maravillosas experiencias sobrenaturales, mientras Dios se revela en ti – no como otro, sino como tu mismo Ser. Entonces dirás, por experiencia personal: “Yo soy él.”

En el capítulo 17 de Lucas, se nos advierte no hacer caso de cualquiera que pueda decir: “¡Mira, aquí está!” o “¡Ahí!”, pues el reino de Dios está dentro. Y se nos dijo en el 3er capítulo de Filipenses: “Nuestra comunidad está en el cielo, desde donde esperamos un Salvador, el Señor Jesucristo, quien rehará nuestro humilde cuerpo para ser uno con su glorioso cuerpo.” Este cuerpo de humillación será completamente transformado por el Cristo exaltado en tí. Así que no vayas a ningún lugar cuando alguien te diga que busques en alguna parte, pues sólo puedes encontrar al verdadero Dios dentro. Si nuestra comunidad está en el cielo (del que esperamos un Salvador que es el Señor Jesucristo) y el cielo está dentro, nuestro Salvador no puede venir de fuera. Y cuando Él viene, es en una serie de majestuosos actos sobrenaturales, en los que Él se desvela y surge desde dentro.

Blake expresó este pensamiento tan bellamente en la Lámina 96 de “Jerusalem” como:

“Contemplo las visiones de mi sueño mortal de seis mil años deslumbrante alrededor de mi cintura como una serpiente de piedras preciosas y oro. Yo sé que es mi Ser: Oh mi Divino Creador y Redentor.”

Yo he contemplado esas visiones. Yo he conocido la emoción de ver ese estanque de luz líquida dorada y sabiendo que es mi Ser. Y he experimentado el 3er capítulo de Juan ascendiendo al reino de Dios dentro de mí. Fui enseñado a creer en alguien afuera; sin embargo, cuando mi cuerpo espiritual fue dividido y la verdad me fue revelada, me fundí con la palpitante luz viva líquida dorada y – como una serpiente – volví al reino de los cielos dentro de mí para convertirme en una piedra viva en el templo vivo del Dios Eterno. Este conocimiento, yo lo sé, todo el mundo lo va a experimentar.

Una vez más volvamos al drama descrito hoy. La primera de las siete palabras maravillosas es ésta: “Padre, perdónalos pues ellos no saben lo que están haciendo.” Si sabes que tú eres la causa de tu pesar, ¿puedes no perdonar al que lo envió? ¿Debes condenar a una sombra, cuando tú eres su causa? Todo el que entra a tu mundo es atraído ahí por tu Padre, con quien tú eres uno. Si el que entra te insulta u ofende y tú sabes que tú eres la causa de su aparente ofensa, ¿puedes no perdonarle? ¿Puedes no decir: “Padre, perdónale pues él no sabe lo que está haciendo”? Tu mundo está lleno de esos que están bajo coacción jugando su papel a causa de lo que tú has imaginado. Puedes haber olvidado tus actos imaginativos, y puedes incluso negar que alguna vez hayas alimentado tales pensamientos, pero no podrían venir si tú no los hubieras llamado salidos de tí mismo; por lo tanto debes perdonarles, pues sólo hicieron lo que tú les pedistes que hicieran.

Ahora en el final mismo, es hecha esta afirmación: “Está terminado”. ¿Qué pide él cuando la obra que se le ha dado para hacer está terminada? “Para que retorne a mí la gloria que fue mía, la gloria que yo tenía contigo antes de que el mundo fuera.” Habiéndose vaciado de su gloria y tomado sobre él la forma de un esclavo para hacerse obediente a la muerte en la cruz del Hombre, ha redimido el estado de esclavitud haciéndose uno con él y elevándolo al nivel del Padre. Ahora él pide retornar a su anterior gloria, la gloria que conoció antes de que el mundo fuera.

Sólo un ser retorna. Ese ser es Dios Padre, el enviador, ahora uno con su Hijo el enviado. Entrando en este mundo de muchos, nosotros somos los dioses, hijos del Altísimo, sin embargo uno con nuestro Padre. Cuando, como el hijo, venzamos a la muerte, retornaremos con mayor brillo y traslucidez debido a nuestra victoria sobre la muerte. ¡Entonces, qué alegría la nuestra!

Si aceptaras esta verdad y no la dejaras ir, tus días cambiarían mientras te deleitas en el cuerpo de imaginación y bebes de su sangre dadora de vida. Rechaza todo lo que siempre has creído respecto a la causalidad y cree en la única causa de toda vida – sea buena, mala o indiferente – que es tu propia maravillosa imaginación humana.

Cuando viene a ti una experiencia que te produce malestar, en vez de negarla o tratar de borrarla, acepta el acontecimiento y cámbialo. ¡Embellece tu mundo! El reino de los cielos está cerca. Arrepiéntete y cree en la historia de la redención. Jesucristo no es un hombre que murió hace dos mil años. Tú y yo morimos con Cristo al comienzo. Tú has sido crucificado con Cristo y él vive en ti. Vive tu vida en la carne por la fe en el Hijo de Dios, quien tanto te amó que realmente se convirtió en ti. Su encarnación tuvo lugar cuando tú naciste. Él es un esclavo para tu cuerpo, pues tu nacimiento desde abajo es cuando la imaginación tomó en sí misma la forma de un esclavo. Él no es una persona que, esclavizando a otra, llama a esa otra su esclavo; pues el que es amo de esclavo sigue siendo un esclavo para el cuerpo que viste, cuidando de sus funciones naturales normales para él mismo.

Dios efectivamente se convirtió en el esclavo que tú eres a fin de redimirte. Una completa transformación tendrá lugar, y tú – el gusano larva – volverás a la conciencia de ser la sublime mariposa – el mismo ser que eras antes de que descendieras en poder y tomaras sobre ti la forma de un esclavo.

Yo no puedo decirte la emoción que tendrás cuando vistas esa todopoderosa vestimenta de fuego y aire. Mientras la vistas no hay nada que no puedas hacer, sin ningún esfuerzo. Puedes formar ojos que ven perfectamente y moldearlos en cuencas vacías, formar brazos, que se mueven perfectamente en sus cavidades. Con tu mágico poder puedes cambiar cuerpos encogidos por la edad en unos perfectos de veinte años. Ese poder es tuyo cuando vistes tu cuerpo llamado cielo.

Una noche, en 1946, yo vestí ese poder. Es el mismo cuerpo que yo dejé cuando tomé en mí este cuerpo de esclavo a fin de redimirlo. Esa noche, mientras estaba aún consciente de ser Neville, yo – el invisible – me convertí en un ser visible clavándome sobre esta cruz llamada Neville. Y lo vestí fielmente hasta la noche de la transfiguración. Así que yo sé la emoción que está reservada para tí cuando tu cuerpo de esclavitud sea transformado en un cuerpo de inmortalidad. Mira, el ser que realmente eres es Jesucristo y no puede morir. Tú que eras antes de que este mundo fuera, bajaste a este mundo de muerte para vencerla, para resucitar como ser único; pues tú – el redentor – sabrás que eres uno con el redimido.

Ahora bien, una de las últimas palabras en la cruz es: “Tengo sed”. Tú puedes pensar que esta es una sed de agua, pero el Libro de Amos te dice de lo que él está sediento: “Enviaré una hambruna sobre la tierra. No será un hambre de pan o una sed de agua, sino de oír la palabra de Dios.” Cada palabra tiene que ser cumplida en él. Esa es su sed. Cuando la sed venga a tí, cada palabra de Dios se desplegará en tí, asignándote el papel protagonista. Entonces tu hambre y tu sed serán satisfechas, pues habrás experimentado la Biblia entera en una experiencia en primera persona del presente del singular.

Me pregunto qué porcentaje de nuestro mundo entiende este maravilloso día de la crucifixión. En una iglesia aquí en Wilshire Boulevard, habrá siete predicadores, cada uno de los cuales hablará sobre una frase e intentará explicarla. Con el concepto tradicional de Jesucristo, ¿cómo podría la declaración: “Padre, perdónalos”, ser explicada? ¿Cómo podrías tú, personalmente, verdaderamente perdonar a alguien si no creyeras que él eras tú mismo sacado afuera? ¿Cómo podrías perdonar a uno que acaba de asesinar a un amigo o a un ser querido, sin reconocer que tú tenías que haberlo hecho?, porque eso no podría haber sucedido y tú ser consciente de ello, a menos que tu Padre lo hubiera llamado a tu atención atrayendo el acontecimiento a tu mundo, y tú y tu Padre sois uno. Sólo cuando tú sabes quién es la causa real de los fenómenos de la vida, puedes perdonar. Si la conciencia es la causa del asesinato y tú siempre eres consciente de algo, el estado de asesinato no puede ser cortado, pero tu conciencia puede ser reordenada. El acontecimiento puede ser completamente transformado por el arrepentimiento, que yo llamo revisión. Cuando tú revisas un recuerdo perturbador, te has arrepentido en el verdadero sentido de la palabra.

Cuando al principio encontré esta vid yo difícilmente podía dormir durante días y días, tan desilusionado estaba pensando en la responsabilidad que ahora tenía sobre mis hombros – responsabilidad que yo había colocado siempre sobre los hombros de otro. Pero una vez que acepté el hecho de que Jesucristo es mi imaginación humana y la causa de todo de lo que yo soy consciente, yo sabía que no podría pasar la pelota nunca más, sino que tenía que hacer algo al respecto. Así Yo, el Padre, comencé a podar la vid.

El capítulo 15 del Libro de Juan entero está dedicado a esta poda de la vid. Él empieza: “Yo soy la verdadera vid. Mi Padre es el viticultor. Cada rama mía que no lleva fruto Él la poda, para que pueda llevar más fruto.” El árbol en tu jardín puede ser agradable de mirar y te puede doler podar una determinada rama, pero tú sabes que debes hacerlo si quieres buen fruto el próximo año. Así es la vida. La conciencia (el YO SOY) es la vid eterna. Tu cuerpo eterno es la Imaginación, que es Dios mismo. Nosotros somos todos miembros del cuerpo divino – Jesús; por lo tanto la humanidad es verdaderamente el cuerpo del Señor Jesucristo. Cada hijo es parte de ese cuerpo universal, y cuando él sabe que Jesucristo es su propia maravillosa imaginación humana, está confuso de momento, hasta que la comprensión se reordena dentro de él. Entonces él se pone manos a la obra, decidido a hacer algo al respecto. Yo te digo por experiencia, si tú te pones manos a la obra y realmente crees en Cristo en tí, hasta el punto de que no te vuelvas hacia ninguna otra causa, sino que podes tus pensamientos mañana, tarde y noche, tu mundo cambiará. Se moldeará en armonía con el cambio que ha tenido lugar en tí; pues tu mundo externo está siempre reflejando tus actos imaginativos internos.

Esta es la gran historia que se cuenta hoy. Jesucristo no es un hombre que fue clavado en una cruz de madera, o colgado en un árbol en el exterior.

El árbol del que se habla en el Libro de los Hechos es el hombre mismo. El cerebro es la raíz, con las venas y arterias como el árbol y sus ramas. Este es el árbol de la vida del que se habla en el capítulo 4º de Daniel. Fue cortado pero su raíz no fue afectada de modo que el árbol pudiera recuperarse, y su poder – que había descendido en generación – pudiera ser devuelto a la regeneración.

Cuando ese hambre viene a ti, el reino de los cielos está cerca. Pero no te engañes; el reino de Dios no vendrá con señales que puedan ser observadas. No dejes que nadie te diga: “Aquí está” o “Ahí”, pues el ser que estás buscando es la causa de tu vida. Ese ser es Dios Padre, que está en su reino, y ese reino está dentro de ti. De pronto el drama llamado Jesucristo se desplegará dentro de ti y tú conocerás la alegría que viene con el cumplimiento. Cuando este plan se despliega, tú duermes de modo diferente, despiertas de modo diferente. No hay un momento en el tiempo en que no puedas cerrar los ojos y voluntariamente partir, pues sabes que la Palabra se ha desplegado en ti. Sin embargo noche tras noche las visiones continúan poseyéndote, todas basadas en las promesas de Dios como se recoge en el Antiguo Testamento.

Cada noche, cuando cierro los ojos a este mundo, yo entro en ese mundo – el mundo del Espíritu despierto – y cumplo la palabra de Dios.

Ahora, yo he recibido dos cartas esta semana refiriendo sueños de caballos. Siempre tened en cuenta que un sueño es una parábola con un sencillo punto de verdad. En el sueño de una de las señoras ella iba conduciendo por la autopista con su esposo, cuando miró hacia atrás y vio dos caballos salvajes corriendo hacia un profundo acantilado. El más joven saltó a través del acantilado a unos ricos pastos, pero el mayor cayó sobre la autopista. Aunque ella sabía que no estaba herido se sintió apenada por él, y mientras ella llegaba hasta el caballo, éste se puso de pie y vino a ella buscando consuelo. El caballo es un símbolo del entendimiento de uno. Ella no había descartado completamente al mayor, sin embargo no es igual al nuevo entendimiento de la verdad eterna, pues el joven saltó bellamente a través del acantilado. Ella no se fue a la cama esa noche para convocar caballos. Ellos vinieron a ella, pues ahora está cabalgando en un nuevo entendimiento y la verdadera palabra de Dios se está haciendo viva dentro de ella. En el capítulo 12 de Números se nos dice que Dios habla al hombre a través del lenguaje del sueño. Si Dios está hablando, tú necesitas prestar atención y extraer la sencilla corriente de verdad en lo que Él está diciendo.

Otra señora soñó con tres caballos – uno blanco, otro negro y otro gris, todos viviendo en su finca de mil acres. Unos hombres le ofrecían un fantástico precio por la finca, sin embargo ella sabía que lo que ellos querían realmente era su caballo blanco y no quería desprenderse de él. Una y otra vez ellos trataban de matarla o herirla de algún modo, sin embargo el caballo blanco siempre aparecía para redimirla de una manera humana.

En el Libro de la Revelación se nos dice que Jesucristo monta el caballo blanco. Aquí vemos que esta señora no controla completamente su entendimiento, pero lo ha encontrado y es redimida por él incluso aunque ella está aún buscándose a sí misma, porque sus enemigos son sus creencias basadas en su educación temprana, la cual vuelve para acosarla.

En su carta se preguntaba si ella había montado ya el caballo rojo del conflicto, puesto que ella no lo vio. Yo os digo a todos: no tratéis de poner algo en vuestros sueños que no esté ahí. Ella no soñó con un caballo rojo, ¿así que por qué mencionarlo? Un sueño tiene sólo una corriente central de verdad. En su caso es el caballo blanco, el símbolo del redentor, que es vuestra propia maravillosa imaginación humana.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es THE TRUE VINE (Neville Goddard 04-04-1969)