~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


jueves, 26 de julio de 2012

SED IMITADORES DE DIOS (Neville - 21 de octubre de 1968)

Neville Goddard (21 de octubre de 1968)


SED IMITADORES DE DIOS



“Se nos ha enseñado desde el estadío primitivo, que lo que es, fue deseado hasta que fuera.” (William Shakespeare)

Dios comenzó con un deseo, diciendo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen.” Y se nos dijo que seremos perfectos como nuestro Padre es perfecto, y santos como nuestro Padre es santo. Por lo tanto, todo lo que Dios fue, cuando su obra se completó, el hombre lo debe ser. Se nos dijo que seamos imitadores de Dios como hijos queridos, por lo que debemos descubrir cómo él se convirtió en nosotros a fin de imitarle.

Parece que Dios vive como alguien poseído por un sueño. Jeremías nos dice: “La voluntad del Señor no se volverá atrás hasta que él haya ejecutado y cumplido los intentos de su mente. En los últimos días lo entenderéis perfectamente.” Dios, negándose a volver atrás, sigue perdido en su sueño hasta que él haya ejecutado y cumplido los intentos de su mente.

Si quieres que tu sueño sea realizado, imita a Dios volviéndote totalmente poseído por tu sueño. Haz esto y tú, también, alcanzarás el cumplimiento de tu deseo, tal como Dios ha llevado – y está llevando – su sueño a completarse. Ten un deseo intenso. Vístelo con tonos de realidad e imita a Dios viviendo como alguien poseído por un sueño. Como Dios, no te hagas a un lado hasta que hayas ejecutado y cumplido los intentos de tu mente.

Dios comenzó la buena obra en ti y cuando la lleve a completarse en el día de Jesucristo, tú reflejarás la gloria de Dios y portarás la imagen expresa de su persona. Si Dios no se detiene hasta que el deseo es completamente realizado, entonces tú debes ser igualmente persistente. Independientemente de las cosas en contra, persiste hasta que tu sueño esté completamente realizado.

Ve la historia de Jesucristo como el plan de redención de Dios. Lee las instrucciones, y descubrirás que es sólo como el Cristo Resucitado que Jesús se hace manifiesto. Cuando Judas le preguntó: “¿Cómo te manifestarás a nosotros y no a los demás?”, él respondió: “Cualquier hombre que me ame, guardará mi palabra y mi Padre le amará y vendremos y haremos nuestra morada con él. El que no me ama no guarda mi palabra, pues la palabra que digo no es mía, sino del Padre que me envió.”

Las Escrituras son la palabra del Padre. Primero recogida como expresiones individuales del Señor Resucitado, cada visión es completa en sí misma. Sin nada en los párrafos que indique su orden cronológico, los escritores escribieron una historia – que parece ser historia, pero no lo es.

Tomaré un párrafo tal, ya que se ajusta a una carta que recibí recientemente. En ella decía ella: “Me quedé dormida solicitando una comprensión más profunda cuando apareciste tú como el Cristo Resucitado y me diste el número 26. He tratado de entender esto y sólo puedo llegar al número ocho.”

Si se juntan el dos y el seis tienes el número del Señor Resucitado. Fue en el octavo día (el primer día de la nueva semana) en el que Cristo resucitó; por lo tanto, el ocho siempre es asociado con la resurrección, la regeneración, y el número del Señor. ¡Pero yo le di el número 26!

Hay 22 letras en el alfabeto hebreo, de las cuales cinco se repiten y se llaman finales. Tenemos kaph como 20, pero cuando se utiliza como una final se convierte en 500. Mem es 40, cuyo valor numérico se convierte en 600 cuando se utiliza como una final. Nun es 50, y cuando se encuentra como una final es 700. Cuando peh se encuentra primero es 80, pero como una final se convierte en 800, ya que su tono no cambia. El valor simbólico de esta letra es la boca; en su forma final es la boca de Dios: “Mi palabra que sale de mi boca no volverá a mí vacía, sino que debe cumplir lo que me propuse y prosperar en aquello para lo cual la envié.”

Tú eres Cristo, la Palabra enviada desde la boca de Dios como su esperanza de gloria. Dios te está haciendo a su perfecta imagen para poseer todo lo que él posee, ya que la Palabra de Dios no puede regresar vacía. Esta es la boca que yo he dado a esta señora. Recientemente ha estado preguntándose por qué – cuando ella sabe algo intuitivamente – está dudando en hablar. Cuestionándose a sí misma, se quedó dormida y me vio como el Señor Resucitado, momento en que yo le di una voz de autoridad para hablar, independientemente de lo que otros puedan decir.

Sólo el Señor Resucitado será visto. Yo os puedo decir: he ascendido desde la tierra y entrado en el más alto cielo, pero no lo sabréis hasta que mi padre os lo revele. Cuando se les preguntó: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?”, ellos dijeron: “Algunos dicen que Juan el Bautista venido de nuevo, otros dicen que Elías, Jeremías, o uno de los profetas de la antigüedad.” Pero cuando él preguntó: “¿Quién decís vosotros que yo soy?”, Pedro respondió: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo.” El Señor Resucitado entonces respondió: “La carne y la sangre no podrían haberte dicho esto, sino mi Padre que está en el cielo, él te lo ha revelado.”

Muchos me dirán que ellos aman lo que yo enseño, pero se alejan, no creyéndolo hasta el punto de aplicarlo. Pero los que verdaderamente me aman creen y aplican mis palabras. Ellos son los que me verán como el Señor Resucitado. Ellos reconocerán a un hombre llamado Neville – no como un hombre de carne y sangre, sino como un patrón completo; pues el patrón que Dios puso dentro mí, ha erupcionado. Si amas la idea de completar tal patrón, entonces tú estás enamorado de mí. No como carne y sangre, sino del Cristo que ha resucitado dentro de mí. Cuando me manifesté a esta señora, ella sabía que yo era Neville, aunque también sabía que yo era el Cristo Resucitado, por tanto, teniendo la misma experiencia que Pedro. Habiendo oído y amado el mensaje, Pedro reconoció al Señor Resucitado – mientras otros lo oyeron, pero – no amando la narración – no tuvieron la experiencia. Esa es otorgada a través del discernimiento del amor.

Muchos proclaman amar a Cristo, pero adoran a un icono sobre la pared. Llamado la imagen de Dios, Cristo es el plan de Dios, que estaba en el comienzo con Dios, cuando dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen.” Cristo refleja la gloria de Dios y lleva la imagen expresa de su persona. Esa imagen se encuentra en el patrón. Yo he descrito esta imagen de una manera más cronológica que la recogida en la Biblia.

Conozco a los que se han enamorado de la historia que despertó dentro de mí. Uno que partió en Julio pasado me vio como el Señor. Otra señora aquí me vio como el Señor Resucitado. Ellos no me vieron como un hombre de carne y sangre, sino como espíritu. El poder y la sabiduría de Dios resucitó del mundo físico y al reino de Dios. Igual que Dios se ha ilusionado y vive como alguien poseído por un sueño para llevarlo a su cumplimiento, tú puedes imitarlo mientras esperas que su obra sea completada en ti. Y si eres igual de persistente en tu sueño, ningún poder puede impedir que llegue a su cumplimiento. Pero no te puedes desviar. No puedes volver del sueño para ver lo que los demás están haciendo, o lo que piensan sobre ello; debes estar dispuesto a perderte, a ser poseído por tu sueño.

Ningún hombre de carne y sangre es Cristo. “Si alguien dice: '¡Mira, aquí está el Cristo!' o 'Ahí está', no le creáis.” (Marcos, 13) Cuando Cristo viene, es desde dentro y su conocimiento es sin incertidumbre. Nadie puede nunca negar la verdad de lo que esta señora vio. El hombre que está ante vosotros ahora está lleno de debilidades y limitaciones de la carne. Mañana esta señora podría oír algún acontecimiento desagradable en mi vida, pero que no perturbaría lo que vio y oyó cuando – en la visión – me vio como el Señor Resucitado y le di la voz de la autoridad. A partir de ahora ella tendrá el valor de hablar cuando intuitivamente sepa que está en lo cierto.

Ahora bien, cuando tú experimentes a Cristo y le cuentes a tus amigos, el 99,99% de ellos te volverán la espalda, porque te verán como un mortal con debilidades humanas, y no les impresionarás. Pero no compartas tus experiencias para impresionar a nadie, antes bien para mostrar la verdad de la palabra de Dios. Haz eso, y habrá una parte que creerá; entonces les aparecerás como el Cristo Resucitado.

Lee las Escrituras con cuidado y descubrirás que nadie lo vio como el Cristo Resucitado hasta después de la ascensión, que ocurrió mientras vestía el cuerpo de hombre. Lo sé porque el octavo día de Abril de 1960 yo ascendí, y desde ese día todo en mí ha dado la vuelta. Aunque estoy anclado aquí durante el día, he estado apareciendo como el Señor Resucitado en Nueva York, San Francisco, y en todas partes, para aquellos que están enamorados de la palabra que han oído de mí. Aman la esperanza que he mantenido para ellos, de que en un cuerpo de carne y sangre, con todas sus debilidades, hay un plan de salvación que despertará y se desarrollará en todos. Ese plan es el Cristo que ellos aman.

Ningún hombre nacido del vientre de una mujer es Cristo. Si hay otro Cristo que no sea el que fue crucificado y enterrado dentro de ti, es falso, y falsos maestros lo enseñan como otro. Cristo es el plan de redención de Dios. “Él me ha dado a conocer el misterio de su voluntad que él ha manifestado en Cristo como un plan para la plenitud del tiempo.” Cristo es la palabra que es una con la persona que la dice.

Imita a Dios como un hijo querido, teniendo un sueño controlado. Haz una imagen compuesta de lo que tú quieres. No pidas a nadie que te ayude o si es adecuado para tí. Deseando que la vida sea plena, haz lo que Dios hace. Formula un deseo y poséelo. No gires ni a la izquierda ni a la derecha, sino persiste, igual que Dios está haciendo, y nada puede impedirte que lo expreses.

Luego, cuando hayas terminado la obra que viniste a hacer, comprenderás que los hornos por los que has tenido que pasar fueron necesarios para sacarte como una imagen que refleje la gloria de Dios y lleve la imagen expresa de su persona, pues estarás dotado de vida en tí mismo. ¡Habiéndote hecho uno con Dios, habrás heredado todo lo que Dios es!

En mi libro “Resurrección”, he compartido mis visiones en su orden cronológico. No conozco ningún otro libro, incluyendo la Biblia, que lo haya dado de esa manera. La Biblia en su forma manuscrita es una serie de párrafos. Estos párrafos fueron utilizados para contar una historia, porque los que fueron testigos oculares estaban dejando este mundo del César, y si los hechos no eran registrados, sólo habría una tradición oral y reinaría la confusión. Lucas comienza su libro diciendo: “Puesto que ya muchos han tratado de recopilar una narración de las cosas que se han llevado a cabo entre nosotros, por aquellos que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra, me ha parecido bueno también a mí escribir un ordenado relato para tí, excelentísimo Teófilo, para que puedas saber la verdad respecto a las cosas de las que has sido informado.”

La palabra Teófilo significa el que ama a Dios. Lucas está escribiendo su ordenado relato para el individuo que, amando la Palabra, entra en el estado de Teófilo y ve al Señor Resucitado.

Ahora bien, Lucas no declara hacer una presentación exacta de la fuente original, pero la presenta mejor que los que le precedieron en el relato. Él nos dice que muchos habían tratado de recopilar una narrativa, sin embargo sólo tenemos cuatro registros. Juan nos dice que debemos nacer desde arriba, pero no trae nada del simbolismo en ello. Pero debido a la narración de Lucas, el mundo ha tomado la historia como un hecho. Creyendo que Jesús nació del vientre de una mujer, creen que vino de la misma manera que todos los niños lo hacen – con una excepción, su madre no tuvo un esposo.

Lucas cuenta la historia en su estado normal, usando pastores en vez de reyes (como se recoge en Mateo). Los estudiosos de hoy en día están convencidos de que los tres reyes de los que Mateo habla fueron definitivamente introducidos. Los testigos son tres personas normales, no reyes, y el niño es sólo un signo de tu nacimiento desde arriba, que puede suceder cuando tienes cincuenta u ochenta años, y no tiene nada que ver con tu llamada aparición en este mundo. Mientras caminas por la tierra como una persona normal natural, sucede, y cuando lo hace simplemente recoges el suceso junto al pasaje paralelo en las Escrituras. Os pido ahora enamoraros de mi mensaje de salvación. Cristo resucitó en mí. El hijo de Dios apareció para revelárseme como Dios Padre. Todo es el Ser, ya que no hay otro. YO SOY el ser llamado Jesucristo. YO SOY el plan, la Palabra que no puede regresar vacía, pues tengo que cumplir aquello para lo que me enviaron.

¡Créeme! Enamórate de mi mensaje, y Cristo se desplegará en ti; y tú también lo contarás; y los que se enamoren de lo que tú dices – en la esperanza de que se desplegará en ellos – tendrán la alegría de verte como el Señor Resucitado, pues al final existe sólo Jesús.

Debido a la naturaleza de la gracia que Él otorgó, tenemos diferentes dones. Hay quienes tienen el don del apóstol, otros el don de la profecía, algunos son maestros, sanadores, u obradores de milagros. Todos serán diferentes en el reino, pero el don mismo es inmerecido. No es debido a tí y no puede ser ganado. La medida de tu don determina la naturaleza del papel que juegas en el cuerpo del Señor Resucitado. Todos los papeles son importantes y buenos, y el menor ahí es más grande que el más grande aquí.

Aquellos que ven claramente – como muchos de vosotros – son profetas y son tanto más altos en el reino. ¡Tú eres la voz de Dios mismo! Escucha lo que se está diciendo desde dentro, te está siendo dictado por el Espíritu de Cristo – que eres tú mismo. ¿Cuánto más cerca de Dios puedes llegar para ser su voz, para ser su boca? Eso es lo que el profeta es. Pero a él no se le ha concedido el derecho a interpretar lo que oye y ve. Eso pertenece a otro aspecto del ser.

Comienza ahora a imitar a Dios teniendo un glorioso sueño del hombre o la mujer que te gustaría ser. No le preguntes a nadie si es posible, pues todas las cosas son posibles para Dios. No le preguntes a nadie si deberías quererlo, simplemente reclámalo. Debido a que no hay muerte en el verdadero sentido de la palabra, si tu deseo no es cumplido aquí, será completado. Así que comienza tu sueño e imita a Dios. Podrías tener noventa años y todavía haber cosas que quieras experimentar, metas que quieras realizar. ¡Así que reclámalas ahora!

Personalmente, espero que pongas tu esperanza plenamente en la gracia que está viniendo a ti en la revelación de Jesucristo, pero si no tienes recuerdo de la afluencia, y quieres probarla aquí, vuélvete poseído por la idea y rehúsa desviarte. Cualquiera que pueda ser tu hambre, házla una parte de tu sueño.

¡Y sueña noblemente! ¡Imita a Dios como un hijo querido! Él empezó con un deseo, diciendo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen”, y Dios ha persistido en su deseo como si fuera verdad. Haz como Dios ha hecho. Toma un deseo y persiste en creer que es verdad. No te desvíes. Sólo continúa creyendo en su verdad, y al final desvelarás tu deseo. Lo proyectarás en la pantalla del espacio, igual que Dios ha desvelado su deseo como Jesucristo.

Como un hombre en quien Jesucristo se desveló, yo siempre pensé de mí que era el cuerpo de carne, no sabiendo que era ese ser glorificado que reflejaba la gloria de Dios y llevaba la impronta misma de Su naturaleza. Yo no sabía que era perfecto como mi Padre, aunque no lo había ganado. Que era tan santo como mi Padre, pero no lo había ganado. Fue todo un don, porque era el deseo de mi Padre que yo pudiera poseerlo, y lo hice.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es
BE IMITATORS OF GOD (Neville Goddard 10-21-1968)




sábado, 21 de julio de 2012

PODER QUE OBRA MARAVILLAS (Neville - 3 de febrero de 1969)

Neville Goddard (3 de febrero de 1969)


PODER QUE OBRA MARAVILLAS



¡Tú tienes en tu interior un poder que obra maravillas! Para comprender este poder, volvamos al Libro de Josué, donde se nos dice: “Donde quiera que la planta de vuestro pie pise, yo os lo he dado”. La forma hebrea de la palabra “Josué” es Yod Hey Vav Shin Hey [pronunciado Ye-ho-SHOO-ah] y significa, “Jehová salva”. Así que como ves, Josué no está prometiendo a otro, ¡sino a sí mismo!

Jehová dirige la danza de la vida. Nosotros somos sus bailarines, aunque su mismo ser; pues Dios y su nombre eterno es un único YO SOY. ¡No hay lugar donde puedas ir y no saber que tú eres! Puedes sufrir de amnesia y no saber quién eres ni dónde estás, pero sabes que tú eres; de modo que, sin expresarlo estás diciendo ¡YO SOY! Eso es Dios. No hay lugar donde Dios no esté y no hay nada que Dios no sea; pues si hay algo, ¡tiene que ser Dios!

Ahora bien, todas las cosas por una ley divina en el ser de otro se mezclan. Si tomas la idea de la penetración interna en serio, descubrirás que sus posibilidades son asombrosas. Todo en este mundo penetra en tu cerebro. Tú penetras en mi cerebro, como yo penetro en el tuyo. Mi apartamento está a varios kilómetros de aquí. Nueva York está a tres mil kilómetros, y el lugar donde nací está a cinco mil kilómetros de distancia. Sé que están ahí, pero si acepto la idea de la penetración interna, entonces creo que también están en mi cerebro.

Si yo quiero visitar mi casa en la isla de Barbados, pero no tengo los medios ni el tiempo para ir allí, puedo introducir su imagen en mi imaginación, acercándola en el carro de fuego de mi pensamiento contemplativo. Yo lo he hecho. Yo ya no uso este poder que obra maravillas a la ligera, porque sé que después de imaginar, mi deseo cumplido (aunque pueda olvidarlo) seré obligado a experimentarlo en este mundo de sombras.

Este poder que obra maravillas es para ser usado para cualquier cosa que desees. Ahora penetra en tu cerebro, y está donde quiera que tú estés. Sé que Barbados está en el mundo externo, pero también sé que yo soy todo imaginación. Yo sé que Dios es Hombre y existe en nosotros y nosotros en Él; que el cuerpo eterno del Hombre es la Imaginación, y eso es Dios mismo. Así que si yo – la imaginación – entro en una imagen que deseo ocupar, ningún poder terrenal puede impedir que esa imagen se convierta en un hecho objetivo.

¿Cuál es el secreto que hace que opere este poder que obra maravillas? ¡La sensación! La realidad es controlada por la sensación, como se nos dijo en el capítulo 27 del Génesis. El personaje central de este capítulo es el estado llamado Isaac, que tiene dos hijos – Esaú y Jacob. Esaú está vestido con la realidad objetiva, mientras que Jacob viste la realidad subjetiva, como anhelos, apetencias y deseos. Cuando Jacob se disfrazó como un hecho objetivo, Isaac dijo: “Acércate para que yo pueda sentirte para determinar si tú eres Esaú o no.” Y cuando él preguntó: “¿Eres realmente Esaú?” Jacob respondió, “Yo soy”.

Pónte en un estado subjetivo. Entonces siente la objetividad del estado, dándole vivacidad sensorial y tonos de realidad. Luego engáñate en la creencia de que la imagen en la que has entrado es ahora objetivamente real. Haz eso, y habrás entrado en el estado llamado Isaac. Y se nos dijo que cuando Isaac, una vez más vio su mundo objetivo, volvió Esaú y Jacob desapareció. Entonces se dio cuenta de que había sido autoengañado, pero no pudo recuperar la bendición dada al estado subjetivo.

Aunque tu mundo objetivo niegue la realidad de lo que has hecho en tu imaginación, lo que has asumido subjetivamente está en camino de suplantar a tu mundo objetivo y convertirse en tu Esaú. Como ves, en la vida estás haciendo el papel de Isaac con sus dos hijos: Esaú – tu mundo objetivo, y Jacob – el subjetivo. Tu mundo subjetivo puede parecer estar revestido de irrealidad; pero cuando entras en su imagen en tu imaginación y vistes esa imagen de sensación, tu deseo subjetivo toma los tonos de la realidad.

Así es como yo lo hago: Cuando cierro los ojos este mundo se queda fuera, como Isaac, estoy ciego al mundo exterior. Entonces me siento en el estado de mi deseo. Con mi ojo interior lo veo todo a mi alrededor. Siento su solidez, y cuando mis cinco sentidos están despiertos en la escena imaginaria, tengo la sensación de alivio, sabiendo que está logrado. Cuando abro los ojos físicos, Esaú – mi mundo físico – vuelve y trata de convencerme de que lo que hice fue irreal. Pero habiéndolo hecho una y otra vez, sé que mi deseo está moviéndose hacia su cumplimiento objetivo.

Esto es lo que quiero decir con el poder que obra maravillas. Todo está dentro de tu propia maravillosa imaginación humana, pues eso es Dios. La promesa de Josué es la promesa de Dios a sí mismo, pues no había nadie que hiciera el papel que es tan únicamente tuyo, sino Dios. Habiendo concebido una obra que sólo existía para él, Dios, el director y el autor, se convirtió en el actor. ¡Su nombre es Yo Soy! Antes de ser conocido como Juan, Pedro, hombre o mujer – ¡yo simplemente soy! Vistiéndome con lo que me gustaría ser, soy rico, pobre, conocido o desconocido. Aunque mi mundo objetivo niegue la realidad de lo que he hecho, cuando he sentido la realidad de mi estado deseado, le he dado mi bendición y no hay vuelta atrás.

En el momento en que lo que era subjetivo se vuelve objetivamente real para tí, le has dado tu bendición y no hay vuelta atrás. Vestido con la sensación de inseguridad, tu mundo externo (Esaú) refleja ese sentimiento. Pero cuando te vistes con la sensación de ser rico, incluso aunque sea subjetiva, observa – pues como la inseguridad ya no tendrá tu bendición para seguir viva, las riquezas la suplantarán.

Cada estado de conciencia está dentro de ti, ¡pues todo es Dios hecho visible! Y todas las cosas por una ley divina se mezclan en el ser de los demás. La luna está remota en el espacio, sin embargo, penetra en tu cerebro; por lo tanto está en tu cerebro. No puedo llevarte conmigo a ver la tierra desde la luna, pero puedes ir allí tú mismo. Puedes ir a cualquier punto del espacio que puedas concebir, con sólo imaginar que ya estás allí.

Cuando yo estaba en el ejército, mi oficial al mando negó mi solicitud para la licenciación. Su palabra era definitiva en el mundo del César – pero no en el mundo de Dios, pues ese mismo día yo asumí que había sido dado de baja honorablemente y estaba viviendo en mi apartamento de Nueva York, a 2000 kilómetros de distancia.

Durmiendo en un pequeño catre en las barracas, asumí que estaba en mi propia cómoda cama. Me hice bastante claro para mí que yo no estaba de permiso, sino retirado con honores y otra vez civil. En mi imaginación, mi esposa estaba en su cama y mi hija pequeña en la suya.

Entonces me levanté de la cama, me acerqué a la ventana y contemplé una escena familiar que sólo se podía ver desde allí. Vi los Apartamentos Holly a través de la calle, así como Washington Square. Caminé por todas las habitaciones del apartamento, tocando objetos familiares, y luego regresé a mi cama para dormir en la ciudad de Nueva York como si fuera un hecho.

A la mañana siguiente temprano, vi una hoja de papel que se parecía a la solicitud que había hecho. Luego una mano sosteniendo una pluma tachó la palabra “Denegada”, ¡y decididamente escribió la palabra “Aprobada”! Y oí una voz que decía: “¡Lo que he hecho, lo he hecho! ¡No hacer nada!” Sabiendo exactamente lo que yo había hecho, sabía que me estaba dirigiendo hacia su confirmación objetiva y ningún poder en la tierra podría detenerlo. Nueve días después, ¡el hombre que denegó mi solicitud me dio una baja con honores!

Yo te digo: todo es posible para el individuo cuando él sabe quién es. Tú eres el Josué del Antiguo Testamento y el Jesús del Nuevo. Y Jesús, tu propia maravillosa imaginación humana, es Jehová. Él es tu conciencia, pero en tanto que veas a Jehová como alguien distinto a tí mismo no aplicarás este principio. Debes estar dispuesto a renunciar a todos los dioses extraños, a todos los ídolos, y volver al sólo y único Dios, ¡cuyo nombre está en ti como tu mismo ser!

Si fuiste educado en la fe cristiana, fuiste enseñado a creer que Jesús estaba en el exterior. ¿Pero cómo puedes ponerle a prueba si él es otro? Nunca hubo otro Josué o Jehová. Hay sólo Dios, el director de la gran danza de la vida cuyos bailarines son él mismo. Dios hace el papel del pordiosero y baila la danza de la pobreza. También hace el papel de un millonario y baila en la melodía de los millones, como cada papel que está siendo desempeñado por Dios.

Ahora bien, ¡todo el mundo debe actuar desde donde está! Pregúntate a ti mismo: ¿dónde estoy yo? Si yo soy Dios, ¿dónde puedo ir que Dios no esté? Si hago mi cama en el infierno, Dios está allí. Si la hago en el cielo, Dios está allí, ¡pues todo me penetra! No tengo que moverme físicamente. Simplemente ajustando mi pensamiento puedo pasar de un estado a otro.

Recuerdo una fría noche de invierno en Nueva York. Estaba dando una conferencia en una iglesia al lado de Times Square, donde la multitud habitual era de más de un millar, pero a causa del frío y la nieve sólo había alrededor de 200 asistentes. Mi primer libro acababa de salir, y esa noche tal vez se vendieron 50 copias, y puesto que había mandado a imprimir 5000 yo estaba ansioso por tener el libro en distribución.

Debido a la tormenta fuera, esa noche hablé del calor de Barbados: las palmeras y los olores de los trópicos. Y cuando me retiré, me sentí en casa de mi madre en Barbados. Escuché el movimiento de las hojas y olí la atmósfera tropical. Entonces llegó un telegrama diciendo que mi madre se estaba muriendo y yo debía volver a casa. En 24 horas mi esposa y yo embarcamos para Barbados. Me había puesto allí y tuve que cumplir mi acto imaginario, a pesar de que era un momento inoportuno para ir allí; ¡así que no trato mi poder que obra maravillas a la ligera!

Cuando te pido que te ajustes a un cierto estado, me refiero a que sientas que es real, pues la realidad es controlada por la sensación. El día vendrá en que la sensación se modificará, o incluso se anulará, y que lo que crees que son las leyes de la naturaleza y la ciencia, descubrirás que no lo son en absoluto.

Este poder que obra maravillas está todo dentro de tí, y puede ser operado conscientemente cuando tú sabes quién eres. Si te pones de rodillas y rezas a un Dios externo, no conoces este poder. Si estás en una iglesia o en un bar, Dios está allí; y donde quiera que Dios esté, ese lugar es sagrado. Un bar es tan sagrado como una iglesia, ¡cuando estás ahí sabiendo quién eres!

No importa dónde estés o qué hora sea, puedes ajustar tu mente y hacer cualquier cosa real a través de la sensación. Aunque tu mundo objetivo niegue su realidad, el estado al que has entrado subjetivamente se está moviendo hacia el cumplimiento. Siempre estamos imaginando, aunque totalmente inconscientes de lo que estamos haciendo.

Yeats dijo una vez: “Nunca estaré seguro si no fue alguna mujer pisando en el lagar la que comenzó un cambio sutil en la mente de los hombres, o que una pasión, a causa de la cual muchos países se han dado a la espada, no comenzó en la mente de algún pobre muchacho pastor, iluminando su día por un momento antes de correr a su camino.”

Alguien en la cárcel sintiéndose maltratado por la sociedad puede causar la combustión del mundo, imaginando vengarse de aquellos que lo pusieron ahí, mientras que los que pensaron que estaban seguros, no se dieron cuenta de que – aunque el hombre esté en la cárcel – él es Dios, usando su poder que obra maravillas.

Si tú sabes que existe sólo Dios, ¿a quién querrías herir? Te darías cuenta de que ningún hombre podría nunca disparar a otro, pues no hay otro. No hay nada más que Dios, la sola y única realidad. Este es el Shemá, la gran confesión de fe: “Escucha oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es uno.” Mantén esto en la mente y nunca te equivocarás.

Si Dios es uno, no puede haber otro. Yo soy el único cuerpo fragmentado para que el poema se vuelva vivo. Mientras me reúno para reconstruir el templo que fue destruido cuando yo deliberadamente me fragmenté, las piedras muertas se hacen vivas una vez más. Una por una, cada fragmentación retorna al mismo cuerpo, haciéndolo más luminoso, más transparente y más creativo, pues Dios es un ser creativo en constante expansión.

Este poder que obra maravillas está en tu propia maravillosa imaginación humana. Eso es Dios. El hombre es todo imaginación, y Dios es el hombre y existe en nosotros y nosotros en Él. El cuerpo eterno del hombre es la imaginación, y eso es Dios mismo. Un cristiano llama a la imaginación Jesús. Un judío la llama Jehová. La tradición afirma que Jesús y Jehová son ídolos – ¡pero el verdadero nombre de Dios es Yo Soy!

Cree en la imaginación humana, el único Dios verdadero, usando conscientemente tu poder que obra maravillas. ¿Dónde puedes ir que no estés imaginando? No importa dónde estés, estás imaginando (consciente de) estar ahí. Un niño recién nacido no sabe quién es, dónde está, o qué es; pero él sabe que él es. Eso es Dios. Él es tu conciencia que obra maravillas, ¡el poder de la Imaginación que obra maravillas!

Espero que me tomes en serio y aprendas a creer conscientemente en tu penetración interna. Todo penetra en tu cerebro, o no podrías ser consciente de ello – sea bueno, malo o indiferente. No tienes que tomar un tren, un barco o un coche para ir a ninguna parte. Todo lo que necesitas hacer es ajustar tu pensamiento. Afirma: “Yo lo estoy poseyendo ahora”, y persiste hasta que sientas el alivio de la posesión. Luego sigue con tus asuntos, sabiendo que de un modo que tú no sabes, ¡serás llevado al cumplimiento de lo que hiciste dentro de tí!

No tienes que determinar conscientemente la serie de acontecimientos que te encontrarás; simplemente se desarrollarán en tu mundo. Puede que conozcas a un aparentemente extraño. Otros pueden aparecer, y – después de una reflexión – puedes incluso atribuirles tu éxito; pero ellos sólo estaban desempeñando un papel, ya que todas las cosas por una ley divina en el ser de otro se mezclan.

Los demás te penetran y tú les penetras a ellos, pues todos somos uno. Si alguien puede desempeñar el papel necesario para que tú subas ese peldaño de la escalera, entonces lo hará sin su conocimiento o consentimiento. ¡No pienses en personas, sino en lo que quieres como fin!

Da forma a tu vida sabiamente haciéndote consciente del deseo al que estás dando forma en tu mente, pues sin deseo no hay poder en la vida. Tu línea de alimentación es Yo Soy, mientras que tu deseo es la bombilla. Así como es imposible que una bombilla dé luz cuando no está conectada a la línea de alimentación, así pasa contigo. Debes conectar tu deseo a tu Yo Soy para que ilumine y se convierta en objetivo para ti.

Da amables regalos a todos los que te encuentres, pues cada uno eres tú mismo proyectado fuera. Ten un noble concepto de lo que te gustaría experimentar, y ajusta tu pensamiento a él, sintiendo que te has trasladado a su cumplimiento. Dale realidad a través de la sensación. Mira a tu mundo desde este punto, luego abre los ojos sabiendo que aunque tu mundo objetivo lo niegue, le has dado a tu deseo su derecho de nacimiento, y nada puede detener su cumplimiento.

Lee el capítulo 27 del Génesis cuidadosamente, recordando que todos los personajes de los que se habla ahí son personificaciones de estados dentro de ti. Como Isaac, tú siempre tienes dos hijos: tu mundo objetivo presente y tu mundo subjetivo presente. La historia te cuenta cómo vestirte con el deseo subjetivo, a través de la sensación, hasta que suplante a su hermano objetivo.

Así es cómo pasas de un estado a otro hasta que alcances el estado llamado Jesús. Entonces la historia recogida en los evangelios se cumplirá en ti, asignándote el papel central. Sólo esta experiencia puede salvarte de este mundo del César, pues eres redimido, desde dentro de tí mismo, al recrear la historia de Jesús el Cristo.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es
WONDER WORKING POWER (Neville Goddard 02-03-1969)




domingo, 15 de julio de 2012

RESUMEN (Neville - 29 de enero de 1963)

Neville Goddard (29 de enero de 1963)


RESUMEN



Hemos estado hablando de la ley de Dios y la promesa de Dios. La ley de Dios es condicional. No puedes estar en un estado y no sufrir las consecuencias de no estar en otro estado, y tú y yo somos libres de imaginar cualquier estado en el mundo, y al imaginar ese estado podemos ocuparlo. Al ocupar el estado lo fertilizamos; después de haberlo fertilizado tiene su propia hora señalada para cumplirse. Cada visión tiene su propia hora señalada en la que florecerá; si parece largo, espérala – es segura y no será tarde. Algunas cosas crecerán de la noche a la mañana, y algunas cosas crecerán en una semana, así como en tres semanas, así como en un mes, y algunas cosas tomarán años. Podría ser un problema sobre el que parece que no tenemos ningún control. Te hemos contado la historia aquí, en la que en una ocasión tardó cinco años, pero ¡oh! la alegría de cosechar el fruto entonces. Fue la relación de una madre y su yerno. Te he contado innumerables historias en las que [la manifestación] tomó [distintos] intervalos de tiempo, pero no importa, si aplicamos el principio.

Ahora, hoy, si lees en los titulares: “Inglaterra rechaza la unión con Europa”, puedes estar inclinado a resentirte con De Gaulle – contén tu resentimiento. Yo nací y crecí como británico, nacido bajo la bandera del Reino Unido (Union Jack). Toda mi familia continúa viviendo bajo la bandera del Reino Unido. Estoy muy orgulloso de haber nacido con ese pasado, una recia, recia mezcla de escocés, inglés e irlandés. Mis antepasados eran de Cornualles, esa recia región inglesa. No lo cambiaría por nada del mundo. Ellos eran aventureros cuando se aventuraron y reaventuraron a través de todos los mares del mundo. Nada podría ser más claro que mi pasado.

El domingo pasado en el periódico inglés, venía una pequeña nota, mantenida durante cuarenta y tres años en los archivos secretos de la Oficina Británica de Asuntos Exteriores. Estaba fechada el 1 de mayo de 1920, no hecha pública para nadie aún, pero concebida por las mentes británicas del Ministerio de Relaciones Exteriores. Ellos la concibieron y la escribieron. De Gaulle no la escribió, ningún francés la escribió – ellos la escribieron, pero no creyeron prudente hacerla pública el primero de mayo de 1920, lo que era sólo un asunto de un año después de esa horrible Primera Guerra Mundial, cuando la flor de la humanidad de Inglaterra fue masacrada en las trincheras. Las universidades estaban vacías y todos los cerebros de Inglaterra se fueron. Luego vino la Segunda Guerra Mundial y después de cuatro semanas, Francia cayó, se vino abajo como un pequeño muñeco de papel. E Inglaterra – Inglaterra sola – aguantó hasta que América entró, pero ella aguantó sola, o a día de hoy no existiría Francia. Habría únicamente una Alemania unificada bajo Hitler, eso lo sabemos. Y por eso hoy estás inclinado a juzgar con demasiada dureza, por su actitud, a la única que lo hizo posible para hoy tener una Francia.

Déjame citar ahora [parte] de este memorándum, fechado el 1 de mayo de 1920: “No debemos insistir ahora o en el futuro sobre la amistad de Francia. Nada puede alterar el hecho fundamental de que ellos no nos quieren en Francia y nunca lo harán...” Estoy citando exactamente: “y nunca lo harán, excepto por los beneficios para el pueblo francés mientras puedan extraérselos a los ingleses”. Ahora bien, un francés no escribió eso. Lo escribieron ingleses de la Oficina de Asuntos Exteriores, que es como nuestro Departamento de Estado, pues ellos determinan la política exterior. Ese fue considerado el criterio de los cerebros de la Inglaterra de 1920, y ha tardado cuarenta y tres años en salir a la luz. Así que después de haberlo leído en la prensa impresa inglesa el pasado domingo, y vuelto a leer aquí en el periódico del lunes por la mañana, sólo puedo alabar al Señor Dios de que Él sea completamente impersonal.

No importa si es un inglés, un francés, un americano o un ruso – es sólo la ley. Si eso es lo que ellos creen, eso es lo que están recogiendo: la ley de la cosecha idéntica. Ellos lo creyeron y lo mantuvieron clasificado en los archivos secretos del Ministerio de Relaciones Exteriores, y luego, cuarenta y tres años más tarde sale la oposición – cuando podría pensarse (juzgado por niveles humanos) que nada en este mundo que Francia hubiera hecho, sería darle la bienvenida con los brazos abiertos a Inglaterra, que hizo posible que aún siga habiendo una Francia en la actualidad. Pero Inglaterra plantó la semilla y la plantó firmemente y fue regada a lo largo de los años. Y luego viene uno – Dios nunca olvida, Él no puede olvidar, Él observa todo, Él ve todo; nada está oculto de Dios, Él ve exactamente lo que estás haciendo. “Hijo de hombre, ¿has visto lo que los ancianos de la casa de Israel están haciendo en la oscuridad, cada hombre en su habitación de imágenes?” (Ezequiel 8:12). Pensamos que nadie nos ve. Yo digo: nada está oculto de Dios. Si [el memorándum] no hubiera sido impreso en los periódicos ingleses del domingo, tú y yo no tendríamos conocimiento de eso que algún grupo de ingleses había plantado.

Yo soy americano por adopción (porque EEUU le concedió la nacionalidad), pero no puedo borrar mi amor por Inglaterra. Toda la sangre física que fluye por mis venas proviene de Escocia, Inglaterra e Irlanda. Una poca proviene de Holanda por parte de mi madre, pues ellos eran muy individualistas también, viviendo en diques (viviendo en el agua, realmente). Pero aunque físicamente me gustaría resentirlo, soy feliz porque lo vi. Sabía que en algún lugar la semilla había sido plantada, pues no puedes tener algo creciendo en este mundo y no tener una raíz desde la que surja. Así que te lo pido: conociendo esta ley (pues aquellos que lo hicieron, no sabían nada de esta ley que tú conoces, que es la ley de falsificación del registro – de los hechos acaecidos) – si hubieran conocido las Escrituras como tú las conoces: la historia del mayordomo injusto (Lucas 16), el guardián de los cerdos, y el cerdo es el símbolo de Cristo.

Te he contado mi visión del cerdo. Lo encontré y luego vino el crecimiento del cerdo, pero yo no lo había alimentado tan bien como debería haberlo alimentado en el intervalo de descubrimiento, y cuando vi al mismo cerdo años más tarde lo descubrí . . . ¿Qué descubrí? Descubrí que la imaginación crea la realidad, y en el intervalo de ese descubrimiento de que la imaginación crea la realidad, lo olvidé, de modo que no estaba bien alimentado. Pero siempre recordaba que la imaginación crea la realidad. No importa lo que me cuentes sobre los hechos, yo realmente los cambiaría, ya que la verdad no depende de los hechos, sino de la intensidad de la imaginación. El verdadero registro [de los hechos] es mi memoria.

Funcionando en este nivel (plano), nos lleva un poco de tiempo persuadirnos cuando la razón y nuestros sentidos niegan nuestro deseo. Si estuviéramos funcionando en niveles (planos) superiores, todo estaría inmediatamente sujeto a nuestro poder imaginativo. En este nivel se necesita un poco de tiempo, y por tanto requiere persistencia, requiere paciencia, requiere diligencia. Estas son las cosas que pagamos, el precio que pagamos por los frutos que estamos tratando de obtener en este mundo. Aquí siempre tenemos en cuenta la distinción entre los estados y el ocupante del estado. Tú eres un ser inmortal ocupando un estado. Ese estado puede ser la pobreza, la riqueza, la salud, la enfermedad; puede ser el ser conocido o desconocido en este mundo – pero son sólo estados. Tú no eres ni conocido ni desconocido – tú eres inmortal; no eres ni rico ni pobre – estos [estados] en realidad no te definen en absoluto. Puedes asumir que eres [la persona que deseas ser], y en la medida que estés persuadido (convencido) de que la eres, das el fruto de ese estado – pero tú no eres ni rico ni pobre. Eres inmortal, destinado finalmente a heredar el vasto universo entero, pues es el propósito de Dios dársete como si no hubiera otro en el mundo, tan sólo Dios y tú – y ni siquiera Dios y tú – sólo Dios, y tú eres Él. Ese es el propósito.

Escucha estas palabras: “Padre santo, guárdalos en tu nombre que me has dado, para que puedan ser uno, así como nosotros somos uno.” (Juan 17:11) El nombre que Él me dio es Su nombre, y se dirigen a Él como “Padre santo”. ¿Cómo podría darme el nombre de “padre” – “Padre santo” – a menos que al mismo tiempo me diera al Hijo que [automáticamente] me hace [un] padre? No puedo ser un padre si no tengo un hijo. Debe haber un hijo para dar testimonio de mi paternidad. Así que me da a su Hijo, su Hijo unigénito, y al hacer esto me da la paternidad. El “Padre santo, guárdalos” (a aquellos que serán traídos a ese nivel) “en tu nombre”, es el nombre que me da – el mismo nombre, tu nombre, que me das a mí. ¿Cuál es el nombre? El nombre es “padre”. Y lo hace de la manera más maravillosa: te ofrece a su hijo unigénito y nadie te dice quién es él. Tú sabes quién es él, y tú sabes que él es tu hijo, y sabes que él no es sólo tu hijo, pero él sabe que tú eres su padre. En ese mismo momento heredas la gloria que es el Padre; pero la gloria de esta herencia celestial – que es el vasto universo entero – no puede hacerse efectiva, o al menos no plenamente realizada en el individuo, en tanto él esté en esta vestimenta física. Pero cuando se la quita por última vez después de esa experiencia, automáticamente él es uno con Dios Padre: “Para que puedan ser uno, así como nosotros somos uno.” Y ese es el destino de todo niño en el mundo.

Pero pasas a través de todo tipo de pruebas y tribulaciones, y él nos da una ley – una ley por la que podemos vivir sabia y felizmente. Como se nos dice: “Bendito es el hombre que se deleita en la ley del Señor, pues en todo lo que hace prospera.” No en unas cuantas cosas pequeñas, sino que en todo lo que hace prospera – si él sabe. Si hubieras estado sentado en ese gabinete hace cuarenta y tres años cuando esta decisión fue tomada y mecanografiada y archivada, si supieras lo que sabes hoy y estuvieras sentado allí, les dirías a esos señores: “Caballeros, yo sé que estos son los hechos basados en la razón.” Ellos sienten odio al igual que tú odias al hombre que te da de comer, porque te avergüenzas de ser alimentado, de modo que después de un tiempo estás esperando la ocasión para poder vengarte. No quieres ser alimentado, y por tanto cuando él sigue alimentándote, te sientes un esclavo. Cuando un esclavo siente su poder, quiere cortarle el cuello a la persona que le daba de comer. Eso es automático.

Así que si hubieras estado allí, habrías dicho: “Señores, estos son los hechos, pero ahora vamos a modificar los hechos, vamos a falsificar el registro de lo sucedido, y a reescribir ese memorándum, y vamos a persuadirnos de que ellos nos aman, de que un día podemos llegar a ser un cuerpo unificado – todos nosotros – independientemente de las diferencias de idioma, y vamos a archivar ese informe.

Tal vez no lo habrían hecho, pero una persona en ese grupo lo habría hecho en el ojo de su mente. Pero ellos no sabían lo que tú sabes. Como se nos dice: “Los sabios de la antigüedad, los profetas y los reyes habrían dado cualquier cosa por haber oído las cosas que tú has oído y ver las cosas que tú has visto y ellos no.” Y así en nuestro Departamento de Estado – o en la Oficina de Asuntos Exteriores de Inglaterra, o en la oficina de asuntos exteriores de cualquier poder en el mundo – no están oyendo lo que tú estás oyendo. Esto no tiene sentido para ellos; ellos tienen que ser seres racionales y jugar el juego como lo jugaron durante innumerables siglos, con todos los errores y repitiendo todas las tonterías de nuevo. Te digo: No lo olvides, porque Dios no lo olvida, y nosotros creamos con nuestros actos imaginarios.

¿Qué estás imaginando esta noche? No me importa lo que sea; un día vas a estar conmocionado más allá de tus sueños más descabellados cuando veas el otro lado. Como en la historia de “Las risas de Lázaro”. Él regresa de entre los muertos y todos los valores estaban cambiados, y los ricos eran pobres, y los pobres no eran pobres. Todos los valores de este lado estaban completamente invertidos en ese lado y todo estaba cambiado cuando Lázaro regresó, y él se reía de algunas cosas que estábamos haciendo aquí. Así que te digo: no olvides la ley de Dios, ya que “Bendito es el hombre que se deleita en la ley del Señor, pues en todo lo que hace prospera.”

Ahora esta noche lo tomas (te lo apropias), aunque todo en el mundo lo niegue. La razón lo niega, tus amigos lo negarán, y tú te atreves a asumir que eres el hombre – ya el hombre, ya la mujer – que te gustaría ser, y que las cosas ya son como te gustaría que fueran. Y cuando te atreves a asumir que eres [la persona que deseas ser], y caminas en esa asunción como si fuera cierta, de una manera que nadie sabe serás dirigido a través de una serie de acontecimientos hacia el cumplimiento de esa asunción, y ningún poder en el mundo puede evitarlo si eres persistente en esa asunción. Cree que imaginar crea la realidad. “Por tanto os digo, todo lo que pidáis en oración, creed que lo recibís, y lo recibiréis.” (Marcos 11:24) Tan simple como eso – pero, ¿cómo creer que lo recibo? Si en este mismo momento creo que he recibido lo que hoy niego, miraría el mundo de manera diferente. No lo vería previo a ese cumplimiento. Miraría ahora mentalmente el mundo, y debería verlo como lo vería si fuera cierto que me he convertido en el hombre que quiero ser. Comulgaría con mi esposa, mi hija, mis amigos, desde esa asunción, y aunque ninguna cosa física en el mundo podría forzarme, yo debería persistir todavía en la creencia de que está hecho, y continuar en esa asunción, y dormir (quedarme dormido por las noches) en la creencia de que ha tenido lugar como si fuera verdad. Y si lo hago, puedo decirte: Sé por experiencia que se hará realidad en este nivel. Ya es cierto en el mismo momento que lo creo (que creo que es verdad); en ese momento es el acto creativo. Pero la memoria del hombre es muy corta y él no recuerda el acto, así que cuando recoge la cosecha niega que sea suya. No la plantó, y sin embargo tenemos una ley establecida en el mismo principio llamada la ley de “la cosecha idéntica”. “Mientras la tierra permanezca, la siembra y la cosecha, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche, no cesarán.” (Génesis 8:22) Todo dará a luz de acuerdo a su naturaleza; no puede producir otra cosa que su naturaleza.

Lo que siembres cosecharás. ¡Ved estos campos!
El sésamo fue sésamo, el maíz
Fue maíz. ¡El Silencio y la Oscuridad lo saben!
Así nace el destino del hombre.

De modo que cuando yo cosecho estas cosas en el mundo, puedo negarlo y tratar de argumentar el modo como me salió, pero lo tengo enfrente y ahí está. No habría sido traído al mundo si no hubiera sido plantado cuando fue plantado, porque ahí está, ahí está el fruto. Y así si hoy no soy querido por el mundo, en algún momento del pasado debo haber sentido mucha lástima de mí mismo y debo haberme sentido no querido. Siento que realmente deberían quererme, porque he sido muy bueno con ellos en el pasado. Después de toda mi bondad, esto es lo que hacen. Entonces siento una reacción, en ese momento me siento no querido. Eso es lo que los países hacen, las personas hacen, las familias hacen – ¡no lo hagas tú! Pon en práctica la ley de Dios. La ley de Dios no distingue personas. A Él no le importa si eres americano o ruso o chino o africano. Él hizo todo y Él está sumergido en todo y la misma ley opera en todo (en toda la creación).

Todos somos uno y, finalmente, todos despertaremos, y nuestro nombre será uno y nuestro nombre será “padre” – “Padre santo” – mirando a nuestro propio hijo amado, y su nombre es David, el hijo unigénito, y ahí está él y tú eres su padre. Y si yo soy su padre y tú eres su padre, entonces somos uno. Si el mundo entero se convierte en el padre del hijo unigénito, entonces somos uno – aunque estemos individualizados.

Puedo decirte por mis propias visiones: no tienes ni la menor idea de lo que está aguardándote – la belleza, la alegría que son tuyas. No eres esto (N.T.: Supongo que se refiere al cuerpo de carne y hueso). Si quieres algún consuelo o una ligera visión, lee los capítulos 1 y 8 de Ezequiel. Obtendrás un vislumbre de lo que está reservado para ti, pues el ser del que se habla ahí y se da a entender que es Dios – el único Dios – eres tú. Y a pesar de la identidad de tu persona, tu rostro será glorificado más allá de tus sueños más descabellados. Seremos glorificados; nada será dejado impermanente. Yo te reconoceré y tú me reconocerás. Pero – por toda esta identidad de persona, habrá una suspensión radical de la forma.

La visión de Ezequiel vio un atisbo de ello. Como él mismo lo describe: “Entonces miré, y he aquí una forma que tenía la apariencia de un hombre; desde lo que parecían ser sus lomos para abajo era fuego.” (Ezequiel 8:2) Yo lo he visto – es un fuego – una gloriosa luz líquida dorada y ardiente. “Y desde sus lomos para arriba era como la apariencia de un resplandor, como bronce reluciente.” Él está en lo cierto – no hay estómago, ni necesidad de nada de esto; tú ahora sabes, pues tú eres la vida [que hay] en ti. No necesitas ninguna cura que venga de fuera de ti mismo. Eres un ser dador de vida – un serafín [sic] – ese es tu destino. Todo el mundo está destinado a ser ese ser, aunque con cara, manos y pies humanos, pero nada más. Tú eres un ser ardiente (de fuego). Te diferencias tanto de lo que aparentas ser ahora como la mariposa de la oruga, y sin embargo de la oruga surge la mariposa. De esto surgirá el ser que estás destinado a ser, pero no hasta que seas hecho perfecto y pases por todas estas cosas por las que estamos pasando. Se necesita de todo ello para que eclosionemos, por así decirlo. Pero tú aplicas la ley.

Estuve leyendo hoy que en el día de Coolidge (que se remonta a los años veinte) hubo ocho hombres que se reunieron en Chicago. Entre los ocho sumaban una riqueza mayor que el ingreso nacional por impuestos de este país. Al cabo de ocho años, siete de ellos o bien habían muerto en la más absoluta pobreza o estaban en prisión o se suicidaron. Siete de ocho. Sus nombres no fueron mencionados, pero juntos controlaban una riqueza mayor que nuestro impuesto nacional producido y, sin embargo, al cabo de ocho años siete habían salido del mundo de modo deshonroso – suicidio, prisión y directamente en la escoria de la pobreza. ¡No hagas eso! Conoce esta ley y usa la ley de Dios sabiamente, sin dañar a nadie en el mundo, simplemente asumiendo que eres el hombre (o la mujer) que quieres ser, como si fuera cierto. Tus amigos discutirán contigo, pero tú no les discutas. Déjales discutir si quieren, pero tú persiste en la asunción de que las cosas son como deberían ser y sigue con tus asuntos, diciéndole a los demás lo que quieres. De hecho, si interiormente estás convencido de ello, no puedes refrenar el impulso de compartirlo con los demás. Como Lord Lindsley le dijo una vez a un grupo de ministros: “Ustedes, ministros, están cometiendo un error. En vuestros púlpitos estáis abogando por el cristianismo y nadie quiere escuchar vuestros argumentos. Deberíais ser testigos. ¿Funciona esto? Entonces compartidlo con el resto de nosotros.” Eso es lo que yo he estado tratando de contarte: cómo funciona.

Cuando se trata de la promesa, la comparto con mis visiones. No puedes hacer un mal uso de ella porque (la promesa) es incondicional. La ley... sí, puedes producir los resultados, porque (la ley) es condicional. Te metes en un estado, permaneces en él, y produce un resultado. Cuando se trata de la promesa de Dios no lo puedes producir; Dios te la da, es gracia, es incondicional. Y puedo decirte: todo lo que se dice en las Escrituras de Jesucristo, un día se dirá de ti. Es el modelo de todo hijo nacido de mujer – todo el mundo interpretará ese papel. No te preocupes – la crucifixión ha terminado. No pienses que te estás moviendo hacia ese desastroso final – se acabó. Escucha las palabras: “Pues si hemos sido unidos a él en una muerte como la suya, ciertamente seremos unidos a él en una resurrección como la suya.” (Romanos 6:5) Por tanto la muerte ha terminado; la resurrección tiene lugar individualmente, uno por uno. No te preocupes del final cruel – que se acabó. Deja que tu esperanza se coloque plenamente en ese regalo, entonces eres resucitado de la tumba – porque lo vas a ser, cada uno lo será. Mientras tanto juega plenamente y concédele a todo el mundo el bien que te pida, sin necesidad de meterte la mano en el bolsillo. Concédeselo mediante un acto imaginario por tu parte. Trata de ser lo más fiel posible a ese acto imaginario; cree en la creatividad de ese acto imaginario, y a medida que lo hagas, todos ellos se convertirán en la encarnación (o manifestación) de lo que te pidieron.

Ten en cuenta lo que te dije antes. Estas grandes naciones lideradas por hombres sabios no oyeron lo que tú estás escuchando, y si lo oyeron no tenían oídos para oírlo, porque no actuaron en consecuencia. Estaban convencidos de que no los querían, y luego, con el tiempo – porque todas las visiones tienen su propia hora señalada – esa visión floreció, y a día de hoy están cosechando el fruto de una semilla que ellos mismos plantaron hace cuarenta y tres años. Pero no te dejes llevar esta noche cuando leas en los titulares o escuches en la radio que el ingrato francés hizo esto y aquello; si conoces esta ley [sabrás bien que] ellos no tuvieron elección en el asunto en absoluto. Fueron empujados a jugar el papel que están interpretando porque Inglaterra sembró la semilla que plantaron. Ellos podrían plantar otra semilla esta noche, y ser tan bienvenidos mañana que simplemente los franceses se verían comprometidos a hacerles su ofrecimiento. Podría ser, si tan sólo supieran cómo plantar la semilla. Podrían plantar una semilla de ser bienvenidos y queridos en ese maravilloso cuerpo de hombres, porque son maravillosos. Todos ellos han dado tanto al mundo. Los franceses, los alemanes, los daneses – todos ellos. No hay uno en esa enorme asociación que no haya dado tanto al mundo. Y de este modo podrían con los brazos abiertos traerlos a todos, y podrían hacer un mundo más grande. Pero alguien tiene que plantar la semilla, y me alegro de que alguien publicara eso en “Los Angeles Times”. Salió solamente el día anterior en el “Times” inglés y lo cité con precisión. No sólo decía que esto no sería cambiado – era fundamental, un hecho fundamental que ellos no eran queridos ni bienvenidos – sino que siempre lo serían. Ese es un concepto estúpido. No hay nada que sea “para siempre”. La única cosa que es eterna y para siempre es que tú recibirás el regalo de Dios – que es Él Mismo.

Fuera de eso no hay nada fatalista en el mundo de Dios. La única cosa fatalista se nos da, muy claramente afirmada, en el Libro de Romanos (8:29, 30) cuando él nos llama uno por uno: “Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser conformes a la imagen de su Hijo, para que él pueda ser el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó.” De modo que somos conocidos de antemano y predestinados, predestinados y llamados, llamados y glorificados, glorificados y luego justificados. Esa es la única predestinación que puedo encontrar. Sí, hay otros pasajes, pero que no tienen nada que ver con que seas rico. No estás predestinado a ser rico ni estás predestinado a ser pobre, ni a ser conocido ni a ser desconocido – esa es tu elección. Pero cuando se trata de lo otro, ese es el regalo predestinado de Dios. Él va a dársete a ti. Dios está determinado a darse [por completo] a nosotros – a todos nosotros, como si no hubiera ningún otro en el mundo. Sólo Dios en ti y Dios en mí, y luego sólo Dios – individualizado. Y en la eternidad no seremos absorbidos en un Dios, perdiendo nuestra individualidad – nunca. Yo estoy individualizado, tú estás individualizado, y tendemos siempre hacia una individualización cada vez mayor – y sin embargo, [todos somos el único] Dios.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Manu LDA
La conferencia original en inglés es SUMMARY (Neville Goddard 01-29-1963)




domingo, 1 de julio de 2012

IMAGINACIÓN, MI ESCLAVA (Neville Goddard - 13 de febrero de 1967)

Neville Goddard (13 de febrero de 1967)


IMAGINACIÓN, MI ESCLAVA



Me gustaría hacer esta serie tan productiva y tan útil como la serie de otoño. Pues yo siento que en la serie de otoño alcanzamos un límite muy alto. No sólo en lo que hemos logrado en el mundo del César, sino en la vida espiritual. Aquí todo está orientado hacia un centro y ese centro es Dios y dónde estamos en relación con Dios.

Así, llevamos a cabo no sólo los cambios que deseamos en este mundo exterior, sino el cambio real entre la mente superficial nuestra y el yo más profundo, que es Dios. Y para lograr eso, tengo que pediros que hagáis lo que hicimos el pasado otoño: compartir conmigo vuestros sueños y vuestras visiones, y vuestras experiencias cuando aplicáis esta ley para lograr cambios en este mundo externo. Eso lo hace mucho más real, más maravilloso. Y si compartís conmigo cosas, todos nos animaremos mutuamente con la fe del otro.

Si tú tienes la fe suficiente para aplicarla – cuando tropiezas con ella, entonces cuéntame qué sucedió, para que yo pueda luego desde el estrado contárselo a los demás. Esto animará a los que están presentes a intentarlo y, por tanto, aumentará su fe. Así que comparte conmigo tus sueños. Pues Dios está hablando al hombre a través de los sueños y cuando elijo la palabra Dios, aquí, dejadme dejarlo bastante claro. Cuando utilizo la palabra Señor, Dios, Jehová, Jesús, Cristo, YO SOY, Imaginación, para mí son sinónimas e intercambiables.

Yo no tengo un Dios flotando en el espacio que difiere del que hablo como YO SOY. Cuando hablo de la imaginación, hablo de Dios, hablo de Jehová; hablo de Jesús, hablo de Cristo. Así que, estos términos, para mí, son sinónimos e intercambiables. Cuando digo que Jesucristo es mi yo más profundo, podría decir que la Imaginación es mi yo más profundo y, sin embargo, mi esclava para sus propios fines. Yo personifico la Imaginación porque yo soy una persona, y mi ser real es todo Imaginación.

Por lo tanto, la Imaginación, para mí, es una persona. Pero este yo más profundo, y para sus propios fines, él es mi esclavo. Por eso digo que él me sirve a mí, a tí, nos sirve a todos nosotros – rápidamente, impersonalmente, sin esfuerzo alguno. Cuando nuestra voluntad es mala o cuando es buena, eso no supone ninguna diferencia para lo profundo de mí mismo. Estoy en un estado y estoy pensando en cosas desagradables, pero él me sirve con la misma rapidez. Y evocará para mí imágenes de mal salidas de la nada. Déjame cambiar el estado y sentirme en un estado de amor, de bien, y la misma presencia evocará para mí, instantáneamente, imágenes de amor.

Así que él me sirve muy rápidamente, muy velozmente. No importa que yo esté en la superficie de este ser, él evoca y irradia a través de mí, sobre la pantalla del espacio, todo lo que estoy imaginando. Así que yo digo que el mundo exterior entero está solamente producido a través de imaginar. Si mi mundo externo se produce únicamente a través de imaginar, entonces no puedo cambiar el mundo exterior sin cambiar la imaginación.

¿Cuánto tiempo llevará? Tanto como me lleve a mí cambiar el estado que estoy imaginando. Así que me imagino que soy esto, aquello o lo otro. No me gusta lo que estoy viendo y odio admitir que es causado por lo que estoy imaginando. Si es causado por la imaginación, no tardará más cambiarlo de lo que tarde en cambiar lo que estoy imaginando. ¿Es cierto? Os pido que lo comprobéis. Ved si funciona... ¿si hay evidencia de ello, realmente importa lo que piense el mundo? Si esta noche tú lo compruebas, y se demuestra en la realización, ¿realmente importará lo que alguien en este mundo piense acerca de este concepto? No, si se demuestra en la realización. Así que os pido que lo comprobéis.

Esta noche compartiré con vosotros la experiencia de un hombre. Una de sus muchas responsabilidades en su trabajo actual es publicar una revista. Es de muy alta calidad en mano de obra y es producida a cuatro colores. Antes del último número que se estaba preparando él estaba aburrido y cansado de esto y no hizo nada del contenido de la revista. Dos semanas antes de la fecha de publicación, allí estaba él sin nada y tuvo que empezar desde cero para sacar la revista en dos semanas – prácticamente imposible.

Sentado en su oficina dijo, que aunque no significaba nada para él si salía o no, significaba tanto para tanta gente, especialmente para su jefe, y que estaba siendo extremadamente egoísta. Algo sucedió en él y se volvió completamente excitado con llevarla a cabo. Decía que parecía que las historias, ilustraciones, artículos – todo – venía a través de las paredes. Escribió tres piezas cortas él mismo con mucho entusiasmo. Luego editó todos los artículos, historias, todas las cosas que iban a ser utilizadas y luego los hombres que nunca habían trabajado antes en esta publicación fueron asignados para obtenerlo todo. Los fotógrafos fueron sacados de sus puestos y enviados a las tareas y sus impresores, tipógrafos y todos los demás implicados trabajaron en tres turnos durante las dos semanas que quedaban y la sacaron.

¿Cómo empezó esto? Antes de comenzar, esto es lo que hizo. Él sabía que no podría sacar una revista a cuatro colores en dos semanas sin historias, artículos, comentario editorial, etc., así que creó una escena en la que vio a su jefe sosteniendo la revista, con la fecha puesta en ella. Su jefe tenía una expresión en la cara que implicaba completa satisfacción con lo que estaba viendo. Luego escuchó a su jefe decirle que era el mejor número que jamás habían publicado.

Durante ese intervalo de dos semanas, cuando su mente podría fallar, volvía a ese cuadro de su jefe y le oía alabarle por el trabajo que había hecho. Él lo mantuvo hasta el final. El final es donde comenzamos. El final es mi comienzo. Siempre estamos imaginando por delante de nuestros esfuerzos. Vamos hasta el final – no importa qué es lo que queramos – vamos hasta el final. Y eso llama a todo en este mundo a cumplirse.

Llegó el día en que la revista fue publicada. Su jefe le alabó como nunca lo hizo antes. Dijo que era el mejor número que habían producido nunca – tal como había imaginado. Y como él lo había imaginado, sucedió en el mundo externo de hecho. Cuando la revista estaba fuera y enviada él fue al despacho de su jefe y su jefe estaba contento pero escéptico. Su jefe dijo que le parecía que la habían enviado unos días antes de la cuenta – ¡dos semanas para sacar una revista a cuatro colores y su jefe sentía que fue enviada unos días antes!

La historia anterior y las siguientes historias están relacionadas. Su tintorero de limpieza en seco, que a él le gusta mucho, perdió los pantalones de su mejor y más caro traje. Él estaba fuera de sí y, aunque el tintorero buscó en su taller tres veces, no pudo encontrar los pantalones. El tintorero le dijo que hiciera una reclamación, pero él no quería dinero, quería sus pantalones.

Al día siguiente, conduciendo hacia y desde su trabajo, sentía la textura de esos pantalones en su pierna. También la sentía con sus dedos imaginarios. Al día siguiente el tintorero llamó a su esposa para decirle que había encontrado los pantalones prendidos a un traje que estaba listo para entregar a otra persona. Así que los pantalones fueron devueltos.

Así que he aquí el cuadro, escúchalo atentamente y aplícalo a lo que oirás esta noche. Era la época de Navidad, y se sentía muy generoso y derrochador; compró docenas de regalos y firmó docenas de cheques. Un día un comerciante llamó a su esposa para decirle que un cheque que le había dado había sido rechazado. Ella llamó y se lo contó, y él estaba fuera de sí. Sabía que tenía cientos de dólares más de lo necesario en su cuenta. Él sabía que debía haber sido un error. Pero cuando revisó su estado de cuenta bancario, que había llegado unos días antes, su cara enrojeció y se sintió humillado. Había cometido un enorme error en la resta y no había fondos.

No había lugar para que lo devolviera y el siguiente pago de cheque estaba a semanas. ¿Dónde podría acudir para obtener el dinero inmediatamente? Él luchó con el problema mucho después de irse a la cama. Pensó ir a su banco al día siguiente, y explicar lo que pasó; y entonces supo que debía tener alguna imagen imaginaria que él pudiera creer. DEBE TENER UNA IMAGEN IMAGINARIA EN LA QUE PUDIERA CREER... un acto imaginario en el que él pudiera creer.

Él dijo que podría creer en imaginar que Dios estaba llevándolo a que pasara de la mejor manera para todos los implicados: aquellos a quienes había engañado involuntariamente, aquellos a quienes él había planeado enviar regalos y ahora no podría; para todo el mundo implicado, todo saldría bien.

Así que se quedó dormido en la asunción de que Dios estaba llevando a cabo la mejor solución para todo el mundo implicado.

A la mañana siguiente cuando se levantó y se dirigió al banco, no estaba completamente seguro, por lo que volvió a esa asunción de que Dios estaba llevando a cabo la mejor solución para todos. Él fue al banco y el cajero le envió a un vicepresidente que escuchó su historia y le dijo que debería ver al ayudante del gerente, quien no le preguntó nada. Él sólo lo miró y le preguntó cuándo pensaba que podría arreglar esta situación. Él le dijo al gerente la fecha de pago de su cheque y él dijo, está bien, todos los cheques serán atendidos. ¡Él no le preguntó cuántos cheques aún no se habían atendido!

Dos días más tarde recibió una bonificación extraordinaria de su jefe de casi diez veces la cantidad de dinero debido por sus cheques, y una de las razones fue por la sobresaliente labor que había hecho en la revista. Y cuando recibió el cheque llevaba puesto el traje – ¡pantalones perdidos y todo!

Al día siguiente fue al banco e hizo un depósito y llevaba puesto el traje, y él pensó que sería lo decente detenerse y agradecer al ayudante del gerente su amabilidad. Reconoció en su cara una cierta tristeza. El gerente le dijo que era porque no habían podido hacer nada por él ya que no habían llegado nuevos cheques que ellos atendieran.

Al final de la carta él decía: yo debo decirle que imaginar crea la realidad. No hay nada que pueda hacer o decirle excepto “gracias”. Y eso sería insuficiente.

Puedo decirle, y a vosotros, que no hay nada que podáis hacer por mí más que compartir conmigo tales experiencias. Nada de lo que podáis hacer podría complacerme más. Si me hubiera enviado un cheque, lo habría gastado. He gastado siempre todo lo que he ganado o lo que me han dado, excepto lo que me dio mi padre. Y si eso no fuera el patrimonio familiar lo habría gastado hace tiempo.

Pero yo no puedo gastar las experiencias. Sólo puedo compartirlas. Puedo contarle a mis amigos de Nueva York, de Barbados, de San Francisco. Esto es como las historias de la Biblia. Esto es tomar el principio de Dios y comprobarlo. Pues su imaginación es Dios. Tu imaginación es Dios. Dejadme repetirlo. Dios, Jehová, Dios nuestro Señor, Jesús, Cristo, YO SOY, la Imaginación, todos ellos son intercambiables.

Así que yo digo que imaginar es como el poder creativo en mí. “El gran poder creativo del universo es como imaginar en mí y subyace en todas mis facultades, incluyendo mi percepción. Pero fluye a mi mente superficial menos disfrazado en la forma de fantasía productiva.”

Así que cuando él se sentó allí y no había revista, ni artículos – nada – y se sintió avergonzado y egoísta, y que él estaba defraudando a toda aquella gente que dependía de él, tomó el final. Eso es la fantasía productiva. Él vio a su jefe leyendo la revista y le oyó decir que era el mejor número hasta ahora. Encontró una escena en la que él podía creer y todos los artículos e historias, e ilustraciones acudieron. Todo avanzó hacia el cumplimiento de ese estado.

Así que, yo te digo, imaginar crea la realidad. Si quieres encontrar a Dios, deja de pensar a corto plazo. Tú sabes lo que es. Él es tu propia imaginación humana y él te está hablando momento a momento a través del deseo. Él está hablando en las profundidades de tu alma, a través de sueños y a través de visiones, y tú puedes decir a través de tus sueños y visiones en qué nivel estás con relación a Dios. Todo es con relación a Dios. No es en relación con nada en el mundo exterior, pues todo eso son sombras. Todo es en relación a Dios.

Así que ¿dónde estoy con relación a Él? Todo, el sueño más insignificante para el mundo exterior, tiene un profundo significado para tí, a quien se habla, y para Dios que te habla. Y el Dios en ti es tu propio ser. Déjame repetirlo: Jesucristo es mi yo más profundo, y sin embargo mi esclavo. Él es el esclavizado en mí para sus propios fines y él me sirve tan imparcialmente y tan rápidamente, cuando mis ideas y mis pensamientos, y mis deseos son malos, como cuando son buenos. Él evocará para mí en un abrir y cerrar de ojos, ideas de bien y de mal por la llamada de mi deseo. Aún más, dejadme desear algo y de inmediato la idea es cumplida. Ellos dirán que salió de tu maravillosa imaginación. Yo digo que es Jehová, si prefieres, en vez de Jesucristo. Yo te digo que es Dios el Señor. Es tu propia maravillosa Imaginación humana. Eso es Dios. Y cuando tú aprendes a enamorarte de él, porque él se ha esclavizado – virtiéndose – en ti, pues tú no eres realmente dos, tú eres una extensión de Sí Mismo siendo llamado de nuevo nivel por nivel por nivel hasta que finalmente eres uno; tú no eres dos.

Así que somos llamados de vuelta de una expulsión. Fue una auto-expulsión, y ahora somos llamados de vuelta a través de estos infinitos niveles de conciencia y él nos revela, a través de los sueños, el nivel en que estamos. Yo tomo las Escrituras y descubro dónde estoy por un simple sueño. Estudia las Escrituras.

Pablo dijo: “Aprende de nosotros a vivir por las Escrituras.” ¿Está ahí? ¿Es paralelo a tu sueño de algún modo? No tiene que ser exactamente lo mismo. El está siempre hablándote y llamándote de vuelta a Sí Mismo a través de capa tras capa, hasta que finalmente llegues a casa. Tú y Él sois uno.

Así que este hombre tenía que tener algo, no sólo para imaginar, sino algo que él pudiera creer. Yo puedo imaginar cualquier cosa. Tú puedes imaginar cualquier cosa. ¿Hay algo que no puedas imaginar? No me digas. Yo te puedo contar la historia más fantástica del mundo y tú puedes entenderme, pero puedes no creerme. Por lo tanto eso no significa nada. Así que él dijo que debía encontrar algo que él pudiera imaginar en lo que pudiera creer. Quería una escena que no pudiera causar vergüenza a nadie. Él podría creer en Dios. Él podría creer que Dios está llevando a que pasara ahora, de la mejor manera posible para todos los implicados, una solución a la situación. Él sabía que Dios lo haría de la mejor manera posible. Y así llevó a cabo su asunto al día siguiente en el estado de que Dios lo haría. No se cuestionó cómo, él sabía que Dios lo haría. Y al final recibió un cheque que era diez veces la cantidad que necesitaba para liquidar todos los cheques que había firmado.

Así que yo digo, ve hasta el final. El final es donde comenzamos. Puedes continuar proyectando sombras y tratando de cambiar las sombras, y continuarás por siempre y para siempre y nunca cambiarás lo que está en la sombra. Pero simplemente traslada el objeto, que es un estado de conciencia, fuera de la sombra, a otra luz deseable, y permanece en él hasta que proyecte una sombra.

La sombra no tardará mucho. Tú eres la luz del mundo. “Yo soy la luz del mundo.” ¿Crees que otro está hablando? Dios está hablando. Cuando digo que Dios está hablando me refiero a tu Imaginación. Tu Imaginación es la luz del mundo. Él toma la luz para iluminar el estado y el mundo exterior es sólo un reflejo. Es un acto que da testimonio del estado al que me he trasladado. Me trasladado a un estado. Permanezco en ese estado y proyecto mi sombra en la pantalla del espacio. Cuando tú dices, supón que él hace esto, o eso, estás dando todo tu poder, que justamente te pertenece, al mundo de la sombra donde no pertenece.

Así que depende totalmente de ti. Si tú lo pones a prueba esta noche se demostrará en la comprobación.

Así que por favor comparte conmigo tu carta. Pablo pide que los que lo oyeron, los que recibieron la carta, lo compartan con él, para que todos ellos pudieran animarse por la fe del otro. De modo que, si el hombre tiene fe suficiente para intentarlo, aunque mañana por la mañana sea la fecha límite, según el mundo del César, tú puedes intentarlo esta noche y cambiar a un estado diferente, así que si tú tienes un encuentro próximo con alguien por la mañana, un encuentro en que la otra persona normalmente diría “si usted no hace esto o eso o aquello”, entonces por la mañana esa persona puede no sentirse bien, o quizás él tuvo que ir a alguna parte, o tal vez sólo se ha olvidado. Las mil y una cosas que podrían suceder para impedir ese encuentro desagradable. Pero todo debe suceder basado en lo que tú estás haciendo.

Tú eres el poder causal. Pero ten en cuenta que debido a que eres el poder causal, no funciona por sí mismo. Funciona sólo porque tú eres el poder operante.

La próxima conferencia será
Recuerdo de las Cosas Futuras. Esto es cien por cien Eclesiastés, como pocos en este mundo lo aceptarán. Recuerdo de las Cosas Futuras: para mostrarte quién eres tú realmente. Te digo que eres Dios. No estoy aquí halagándote. Tú y yo somos uno. Dios es uno y aquí, fragmentado en la superficie de su sueño. Y entonces somos llamados de nuevo al núcleo. Todos somos llamados de nuevo, y somos uno. Pues volvemos uno por uno por uno. El mundo externo entero está solamente producido por la imaginación. “Todo lo que contemplas, aunque no lo parezca, está dentro, en tu Imaginación, de la cual este mundo de mortalidad no es sino una sombra.”

Y si es una sombra, entonces encontremos lo que está causando la sombra. Y la causa de la sombra es tu actividad imaginativa. Lo que estamos imaginando, eso es la causa de la sombra que creemos tan objetivamente real y tan completamente independiente de nuestra concepción de ella. Todas estas cosas parecen tan completamente independientes de nuestra concepción de ellas y todas ellas son proyectadas por nuestra propia actividad imaginativa.

Así que tú entras en un estado de riqueza o salud o el estado de ser que quieras, etc; cualquier estado, y mientras permanezcas en el estado, pueden hacer todo lo posible para borrar las sombras que tú estás proyectando, pero no pueden borrar la causa de todo ello y siempre se reproduce. El mundo entero se está reproduciendo, basado en el estado que ocupas.

De modo que no pueden borrar nada de lo que tú estás haciendo borrando las cosas que haces. No importa lo que ellos estén haciendo en el mundo externo; es lo que tú estás haciendo dentro de ti.

El hombre es todo Imaginación, y Dios es el hombre y existe en nosotros y nosotros en Él. El cuerpo eterno del hombre es la Imaginación y eso es Dios mismo, el cuerpo divino de Jesús. Y nosotros, en la superficie, somos su dueño. Todos somos miembros de este único cuerpo divino y sólo de este único cuerpo, todos reunidos en la unidad del cuerpo único, que es Dios. Llámalo Dios o Jehová o Jesucristo o YO SOY. Tú puedes decir YO SOY o Imaginación en un grupo como éste, que comprende y capta por detrás de los nombres y las superficies. Pero en el mundo externo no podría usarlo porque no lo entenderían.

Y así, si utilizaras la palabra Jehová o Jesús, ¡eso salta ahí! Pero no está viviendo en el espacio. No aparece en el tiempo, a una distancia de miles de años en el tiempo. Pero salta si tú utilizas la palabra Jehová o Jesús. Pero si utilizas la palabra YO SOY, no puede saltar. No hay sitio a donde puedas ir. Tú no puedes salir fuera del momento presente. Y si de hecho le muestras a la gente qué quieres decir con eso, que YO SOY es el poder creativo y tú creas imaginando, entonces eso tiene que estar aquí. No puedes salir afuera de este momento presente del tiempo cuando utilizas estos términos. Pero sólo puedes utilizarlos en un grupo como éste.

Estoy completamente despierto y he sido enviado para decirte lo que ahora te estoy diciendo. No le estoy hablando a otro ser, sólo me estoy hablando a mí mismo; todos son aspectos maravillosos de mí mismo. Todos. Todo ser sale de mí. Todos regresan a través de infinitos niveles de conciencia al ser único que YO SOY.

Lo que es lo más práctico en este mundo es lo más profundamente espiritual. Vincúlalos e inviértelos. Lo que es lo más profundamente espiritual es lo más práctico. Así que él es una persona práctica, sin embargo el mundo le llamaría un soñador... ahí sentado sin hacer nada, una revista a cuatro colores por hacer y sólo dos semanas antes de la fecha límite. Luego todo le es arrojado a la cara y está trabajando en tres turnos, y todo está a su disposición – todo se completa y la revista se envía “unos cuantos días antes de tiempo”.

Pero sólo imagínate la tremenda intensidad por su parte de que él obtiene un cheque de bonificación que es diez veces la cantidad de dinero que tenía que reponer en su cuenta de cheques.

Así que os pido continuar compartiendo conmigo vuestras experiencias y vuestros sueños. Ese es del único modo que podéis decir gracias.

(Neville menciona aquí que en futuras conferencias él contará las visiones de Bob Cruther y su esposa y explicará la profundidad de significado en el sueño de Jan. Él dice que hay mucho más en ello de lo que ella es consciente.)

Pregunta: Una mujer, de vez en cuando, trabaja con niños psicológicamente perturbados. Para ellos su mundo es real. ¿Cómo puede ella correlacionar el mundo real de ellos con el mundo real que ella crea para ella misma y no ser uno de ellos?

Respuesta: Nadie viene a mí excepto que yo lo llame. Y él sólo puede llamar a sí mismo. Él no puede llamar a otro. De modo que hay un disturbio en mi mundo, en algo que está despegado de mí, pidiendo ayuda. Voy a cambiar mi mundo. Voy a cambiar esa sombra. Pero realmente está reflejando algún disturbio en mí, así que voy a cambiarlo. No importa lo que el mundo externo piense, hay más modas en el mundo de la medicina de las que hay en el mundo de la ropa. El concepto más altamente difundido de gente equilibrada o desequilibrada es simplemente modificable porque es sólo una teoría. El todo está en el ojo del contemplador. Ellos vienen a tí pidiendo ayuda. No trates instantáneamente de descubrir qué lo está causando. Reorganiza el todo.

Supón que un individuo ahora ve el mundo en lo que llamaríamos de una manera natural. Convéncete de que lo hacen y si tú puedes creerlo, esa persona se conformará a la imagen. No trates la sombra desde fuera; trátala desde dentro.

¿Si el niño ha nacido ciego, quién pecó? Nadie. Ni el niño ni sus padres, sino que la voluntad de Dios se hizo manifiesta. Nadie se equivocó. La gente no puede entender eso. No pueden entender que Dios es amor, amor infinito, y Él no puede dañar a otro, pues no hay otro – sólo Él Mismo.

De modo que, en este caso, no sólo dependerá del acto imaginario, sino de la capacidad de uno para creer en la realidad del acto imaginario. La potencia del acto imaginario es su implicación, no el acto imaginario. Su potencia es su implicación. ¿Qué implica esto? Crea una escena que implique que el niño es normal y créela.

(Neville cuenta la historia de la profesora de Nueva York con una niña con problemas que iba a ser expulsada de la escuela. La profesora aplicó el recurso de imaginar contra previsiones casi imposibles y la situación se modificó completamente. La niña se graduó; no fue expulsada y todo lo desagradable que había antes desapareció.)

Si consideras a la gente en este mundo, incluyendo a todos los doctores, médicos, vegetarianos, los que beben excesivamente y comen excesivamente – todos se mantienen durante el mismo espacio de tiempo. Pocos hombre se preocupan de vivir bien, muchos de vivir mucho. Sin embargo está dentro del poder de cualquier persona vivir bien, pero no está dentro del poder de ninguna vivir mucho.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es IMAGINATION, MY SLAVE (Neville Goddard 02-13-1967)