Neville
Goddard (6 de marzo de 1964)
NUESTRAS
VERDADERAS CREENCIAS
El tema de hoy es: “Nuestras verdaderas creencias.” Realmente quiero que esta serie sea la más productiva de todas las que hemos tenido. Con esto, quiero decir que quiero que todos los aquí presentes tengan un verdadero objetivo, un objetivo noble, y que lo realicen, que lo realicen antes de que cerremos en Mayo. Déjenme que les diga que sí pueden realizarlo, y esto lo digo en serio. Así que, ¿a qué me refiero con nuestras verdaderas creencias? Nuestras verdaderas creencias son aquellas por las que vivimos. La verdadera creencia, y saber, son uno. Cuando un hombre verdaderamente cree, es igual a decir que él sabe, es equivalente a saber. Pero les digo, la creencia – yo la llamo fe, la llamo creencia – no es completa hasta que no se convierte en experiencia. Uno debe experimentarla, y luego saberla. Ahora, escucharán lo mismo esta noche. Todos los aquí presentes escucharán exactamente lo mismo, pero no habrá dos que lo escuchen con la misma profundidad. Algunos lo escucharán por la superficie, otros lo escucharán apenas debajo de la superficie, y otros lo escucharán por lo más bajo, desde lo más profundo de su propio ser. Es donde tú vives. Como se nos dijo: “Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como también a ellos; pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó, por no ir acompañada por la fe en los que la oyeron.” (Hebreos 4:2). Ellos la escucharon y la rechazaron, pero ellos la escucharon. Entró y salió. No recibió aceptación de aquellos que la escucharon, así que instantáneamente la rechazaron. Esta noche, espero que ustedes no rechacen lo que les voy a decir. Pero esa es su elección. Tú eres libre, puedes aceptarla o rechazarla.
Pero les digo, si yo logro abrirte los ojos esta noche, y tú lo aplicas… porque tú eres el poder operante. Puedo decírtelo, pero opera por sí mismo. Si en este mismo momento te pido que pienses en un amigo, tan sólo piensa en un amigo, y ahora escúchalo decirte algo amoroso, algo amoroso sobre él mismo, o sobre un amigo en común, o sobre ti, tan sólo escúchalo. ¿Puedes creer que eso realmente sucedió? Tú podrás decir, “Bueno, yo lo imaginé pero no sucedió realmente.” Te diré, el día vendrá, y espero ahora, que cuando imagines un estado, antes de que tengas confirmación externa de ese estado, para ti es como si lo hubieses escuchado externamente, tú lo sabes: que este acto interno es igual a la confirmación externa de ese acto. Tú llegas a ese punto, porque la diferencia entre Dios y el hombre es medida solo en términos de este poder imaginativo.
Si yo ahora hablo del poder que es Dios – como se nos dice en las Escrituras, es constantemente revelado como poder, poder absoluto – Capítulo 3, versículos 4, 5 y 6 del libro de Éxodo – poder absoluto. Moisés se para en la presencia del poder, pero es poder creativo. Y la diferencia entre Dios y el hombre es medida por simplemente poder. En este nivel, si yo estoy en la superficie de mi ser, sólo esto es real, lo que mis sentidos permiten. Pero si voy a las profundidades de mi propio ser, moviéndome siempre hacia el centro de mi ser, que es Dios, entonces mi acto imaginativo se externaliza, rápidamente se externaliza, a medida que voy más y más profundo. En la superficie parece que toma un intervalo de tiempo, si yo creo. Si yo no creo, nunca vendrá en ninguna forma externalizada, nunca. Aun así, estoy viviendo en un mundo sin entenderlo, sin saber de qué se trata. Así que realmente la historia que quiero contarte, es tratar de pedirte, de implorarte que compres tu religión al por mayor. Ve al Hacedor, ve a la Fuente; no lo compres al por menor, a través de un intermediario. Nadie entre tú y la Fuente, tú vas directo hacia las profundidades y compras tu religión al por mayor al ir a la Fuente que es tu propia maravillosa imaginación humana, tu propia YOSOYdad. Eso es Dios.
La historia que les conté el martes pasado sobre uno que se llamaba Eddie… Eddie tuvo la experiencia idéntica de aquella descrita en el libro de Éxodo, cuando él escuchó: “No vengas aquí arriba.” Lean las palabras, las palabras son: “No vengas aquí arriba” – léanlo en el libro de Éxodo, versículos 4, 5 y 6 del tercer capítulo de Éxodo. Y el Señor le dijo a Moisés: “No vengas aquí arriba.” Luego Moisés escondió su cara, no por vergüenza sino por miedo. Tenía miedo de mirar a Dios. Así que Eddie vio el símbolo de Dios y él corrió, tenía miedo también… la historia es idéntica. ¿Qué escuchó? La revelación del nombre de Dios: “YO SOY.” Primero escuchó: “YO SOY”... no había nadie a la vista… luego, se repitió tan fuerte que pensó que vino de arriba. Miró hacia arriba pensando que era alguna máquina, quizás algún helicóptero con un sistema de sonido transmitiendo el nombre “YO SOY”. No había ni una cosa a la vista. Y luego lo tercero: “No vengas aquí arriba.” Él, siendo curioso, sí fue allí arriba, a la montaña para enfrentarse con una serpiente cascabel. Afortunadamente no estaba enroscada, era simplemente una serpiente de cuatro pies de largo, toda estirada, el símbolo del poder creativo de Dios. Pero lo asustó. El hombre se asusta cuando él ve lo que realmente hay dentro de sí mismo, que él es el único responsable por todo lo que está sucediendo en su mundo, ¡el único responsable! Le asusta. Es demasiado, hasta que él va más y más profundo y escucha la misma palabra de la verdad, pero la escucha en la profundidad, y luego asume completa responsabilidad por todo lo que está sucediendo dentro de él.
Esta noche, déjenme compartir con ustedes algunas historias. Varios años atrás, una señora – ella no está aquí esta noche; está en un nuevo trabajo, y se ha tenido que ir por un tiempo – pero cuando lo escuchó, que imaginar crea la realidad, se dijo a si misma: “Bueno, si eso es así, me gustaría irme a Egipto.” Ella no tenía dinero. Ella nunca ha sido una mujer con recursos, siempre trabajando, pequeñas sumas de dinero, nunca podría acumular lo que necesitaría para hacer el viaje. Y entonces, la historia de siempre, ella contó su sueño, no se lo guardó para si misma, lo contó, no hay nada malo en ello. Si realmente lo crees, lo puedes contar. Como se te dijo en las Escrituras: “Ve, y no se lo cuentes a ningún hombre, pero muéstraselo a Juan.” Muéstraselo al mundo. Bueno, si no se lo cuentas al hombre antes, ¿te creerá después de que suceda? Él podrá cuestionarte tu honestidad, pero si se lo cuentas antes de que suceda, entonces él se asegura, porque, en realidad, tienes un testigo del hecho que sí has contado antes de que suceda. Eso también está en las Escrituras, “Y ahora te lo diré antes de que pase, para que cuando suceda, tú creas.” Porque eso es coraje en las profundidades del alma, donde uno sabe que el acto imaginario es un hecho en el mismo momento del acto, aunque aún no visto por el hombre externo. Pero no todos tienen ese coraje y esa fe en el acto imaginario. Ella lo contó, y naturalmente, sus amigos la criticaron, “Es estúpido ir a ese hombre, estás desperdiciando tu dinero. No es religión. ¿Qué es? ¿Él te está diciendo que una asunción aunque falsa, si se persiste en ella se materializará en hechos? Bueno eso es estúpido; no tiene sentido.” Para ellos un verdadero juicio debe conformarse al hecho externo al que se relaciona. Así que si digo: “Bueno, ¿no es un perro amoroso?”, y no hay ningún perro para que sea testigo de mi juicio, mi juicio es falso. Eso es lo que toman de lo que ella dijo que yo estoy enseñando… toda la cosa es una locura, es estúpida.
Bueno, los años pasaron – han pasado siete años ahora – y esto es lo que sucedió la semana pasada. Ella obtuvo un trabajo. Ella es enfermera así que el trabajo se mueve por todos lados, ella va de hogar en hogar, donde se la necesite. Entonces ella se encontraba en la zona o barrio de una amiga que no había visto ni contactado en un año. Ella intercambiaba tarjetas de cumpleaños y de saludos Navideños, con una pequeña nota en la tarjeta, pero sin llamadas telefónicas ni ningún otro contacto. Encontrándose en el barrio, ella llamó a su amiga. Cuando esta amiga escuchó su voz por el cable, le dijo: “Oh, Jan, ¡tú puedes tenerlo! ¡Tú puedes tenerlo!” Ella dijo: “Está bien, está bien, lo tomaré. ¿Qué es?” Y entonces, esta es la historia. Había una fiesta, una fiesta pre-Cuaresma en el Hotel Hilton, algún Mardi Gras por la sociedad católica, la sociedad José y María. Había premios con número de entrada. El premio mayor era un viaje de 30 días en primera clase, todas las expensas pagadas, parando en cada lugar en los Hoteles Hilton en el Medio Oriente, y Egipto era parte del paquete. La señora y su familia habían pasado varios meses en el exterior el año pasado, y este año no tenían deseos de ir al exterior otra vez. De hecho ya había programado ir a Nueva York para la Feria Mundial, que abre en Abril. Así que un viaje al exterior estaba descartado. Y para más, este boleto, este boleto de premios entregado en la puerta, sólo aceptaba a una persona, no a un grupo, no a una familia. Así que eso fue lo que le dijo la amiga que le daría. Jan dijo: “¡Está bien! ¡Lo tomaré!” y luego me llamó para contarme la historia, aparentemente demorada, siete años. Ella tiene ahora el boleto si quiere ir al Medio Oriente, donde Egipto está incluido, y ella viaja en primera clase, todas las expensas pagadas, absolutamente todo pagado, porque ella creyó. Quizás en el intervalo su fe titubeó. Quizás lo justificó diciendo: “Quizás no lo quiero”, o de alguna manera extraña trató de excusarlo de alguna manera. Pero aun así, en su propio buen tiempo, vino a la superficie.
Te pido que no tires tus sueños a la basura ni que los veas imposibles de realizar en este extraño y apagado mundo de hechos externos. Cada sueño puede hacerse realidad, si puedo convencerte de que tu imaginación es Dios, y que tu acto imaginario, cuando piensas en un amigo con el que tienes una conversación, es Jesucristo en acción. “Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Jesucristo está en ustedes?” (2da. Corintios 13:5) Si él está en ti, entonces, ¿Quién es él? Él es tu propio imaginar. Dios es tu imaginación; Dios en acción es imaginar; y Dios en acción es Cristo. Cristo, como se define en las Escrituras, es “el poder y la sabiduría de Dios.” (1ra. Corintios 1:24)
Así que les digo, todos pueden realizarlo si realmente creen en Cristo Jesús. Un billón dirán que creen en Cristo Jesús, y hacen la cruz ante un pedazo de madera muerta, o un pedazo de mármol o arcilla, o algo que no es el Dios viviente. El mismo ser que está arrodillándose ante estos íconos externos… aquí está el rey de Grecia que acaba de morir, y trajeron lo que consideran un ícono santo para el hombre que acaba de morir. A los ojos de Dios, un rey es igual a un sirviente, no hay diferencia. El amor hacia uno no es mayor que el amor hacia el otro. ¿Hasta qué punto han escuchado la palabra de Dios y han creído? Así que él se está muriendo para que traigan ese ícono sagrado. No funcionó. Él tan sólo vio a su pequeño ícono, y entonces hace su salida como cualquier otra persona en el mundo. Espero que todos aquí encuentren al verdadero Cristo Jesús. El verdadero Cristo Jesús es tu propio maravilloso imaginar humano; eso es Dios en acción. El verdadero Dios es tu propia maravillosa y amorosa imaginación. Cuando dices “YO SOY”, eso es Dios.
Ahora, déjenme que comparta con ustedes algo que me entregó un caballero la semana pasada, que está aquí esta noche. Él ha escrito la historia más gloriosa. Espero que continúe porque son excitantes. Las compartí con aquellos que vinieron a casa desde que recibí sus cartas, y las compartiré con ustedes esta noche. Él es guionista, escribe para la televisión. Comenzó tres años atrás en este show que ha estado en el aire por tres años, y él escribe el tercer o cuarto guión. Me dijo: “Cuando comencé, mi precio era $2,500 por guión, y en dos años mi agente logró subirlo a $3,000 por guión. Luego, un año atrás en la última Navidad, mi madre vino al Oeste, vino del Este a visitarnos, y le dije lo que recibía por guión, $3,000 por guión, y ella me dijo: ‘Bueno, siempre asumí que recibías $3,500 por guión.’” Ella no estaba impresionada para nada con los $3,000. Luego él intentó explicarle a ella que hasta donde él sabía, no había ningún guionista en el rubro, guionista independiente, que ganara más que él. Él estaba ganando $3,000 por guión; ella no estaba impresionada; no la perturbaba para nada. Aún decía que hasta donde a ella le parecía, valía $3,500 por guión.
Bueno, dos meses después el agente fue llamado por el estudio para un contrato, una renovación de contrato para el año entrante para el guionista. Antes de ir al estudio, naturalmente tendría que discutirlo con el guionista. Le explicó al guionista que no creía que deberían pedir por más. Había aumentado de $2,500 por guión, a $3,000 por guión, y no debería aumentar su precio hasta quedar fuera de la industria al pedir por más. Entonces el guionista estuvo de acuerdo. Era una agradable relación amistosa entre él y el productor, así que ¿para qué pedir más y quedarse afuera de la industria? Por lo tanto, se pusieron de acuerdo. Al mismo día siguiente, luego de este acuerdo, se hizo una conferencia para discutir las historias, una conferencia de historias. El productor le dijo al guionista, “¿Has llegado a un acuerdo con el contrato para el año próximo?” Y él dijo: “Sí, lo voy a firmar.” Él le preguntó, “¿Has pedido más dinero?” Y él respondió, “No.” Él dijo, “Pide más dinero.” Él le dijo, “Pero siempre te estás quejando sobre el presupuesto, que nunca es suficiente, y ahora me dices que pida más dinero.” Él le dijo, “Tú pide más dinero.” Otra vez, él le dice, “No quiero aumentar mi precio hasta quedarme fuera de la industria.” Él le dijo, “Tú dile a tu agente que pida más dinero.”
Así que cuando él volvió, llamó a su agente, y cuando le dijo al agente que pida más dinero, el agente pensó que había bebido demasiados cocktails en el almuerzo. Él le dijo que no, y: “Te daré la fuente de esta idea”, y le contó lo que se le había dicho a él ese mismo día en la conferencia. El agente, ahora armado con esta información de que el productor mismo había recomendado un aumento, llamó a la oficina de negocios del estudio y pidió más dinero. Ellos simplemente perdieron los estribos, gritaron; y luego muy generosamente dijeron, “Lo olvidaremos, como si nunca lo hubieses pedido, para que la buena relación entre el productor y el guionista pueda continuar como ha sido los últimos tres años.” Pero el agente, sabía que la fuente de la idea era firme, así que cuando salió de esa oficina, salió con un contrato de $3,500 por guión. Así que, dijo el guionista en su carta para mí, “Mi madre meramente asumió que yo estaba ganando $3,500 por guión, y entonces por su asunción, fue detrás de todas nuestras espaldas, de los productores, de todos, y dio fruto.” Luego dijo, “La llamé y le conté lo que estaba ganando por guión ahora. Luego ella comenzó a estudiar seriamente tus libros.” Y él dijo, “Un problema con Bertha, quien ha estado con nosotros 25 años, un problema muy estresante, el cual te contaré en algún día futuro. Pero déjame que te diga, el viernes pasado fue completamente barrido de su vida.”
“Y ahora, debo admitir una confesión. La primera vez que te escuché, no podía entenderte; luego comencé a tener miedo de que me estaba volviendo loco porque sí podía entenderte.” Y después dice: “Explicaré eso luego.” Así que estoy esperando ansiosamente esa explicación. Pero se nos dice en el libro de Juan: “Él está endemoniado, está loco. ¿Para qué hacerle caso?” Para ustedes que tienen su biblia, eso está en el capítulo 10 versículo 20 del libro de Juan. Ese es el capítulo en el que dice: “Yo y mi Padre somos uno.” Acababa de sobrevivir, en el capítulo 8, al decir: “Yo conozco a mi Padre. Mi Padre es aquél que ustedes llaman Dios. Pero yo conozco a mi Padre, y ustedes no conocen a su Dios.” (Juan 8:34,35). Y por esto lo apedrearon – lo apedrearon con los hechos literales de la vida – eso es la piedra de las Escrituras. Cuando tú le tiras los hechos a un hombre que se atreve a asumir lo que la razón niega, lo que sus sentidos niegan, entonces tú, que no te unirás a su profundidad, tú le tiras las piedras o los hechos de la vida a él para negar la realidad de lo que él está aclamando por un mero acto imaginario. Y entonces él acababa de sobrevivir, al hacer estas atrevidas declaraciones de que “Yo y mi Padre somos uno; y mi Padre es aquél que ustedes llaman Dios; pero yo conozco a mi Padre y ustedes no conocen a su Dios.”
Y entonces, esta historia… él dijo: “Yo no te entendía… y luego comencé a temer por tener algún tipo de locura porque sí podía entenderte.” Porque esta enseñanza te lleva a un mundo completamente diferente, donde la razón en esta superficie de la mente no prevalece realmente… que tú realmente crees en la realidad de lo que internamente estás haciendo, y que luego viene a la superficie. Si no lo cuentas antes y lo cuentas después, cuestionarán tu honestidad. Si los llevas a tu confianza y lo cuentas antes, si tienes suficiente fe, continúa con tus asuntos. Si no lo haces, te acosarán y te tirarán piedras. Cada vez que los veas te dirán, “¿Dónde está? Dijiste que ibas a tener cierta casa, cierto trabajo, cierta suma de dinero, ¿dónde están?” Y entonces, siempre te van a tirar piedras, que son todos los hechos de la vida.
Ahora, aquí hay otra, y escuchen atentamente. Es una carta larga, y el expone ciertos puntos que se te pueden haber escapado. Porque lo que estamos tratando de hacer aquí es descubrir todas las pequeñas facetas del secreto más grande del mundo, el secreto de imaginar. Porque como dijo Fawcett, “El secreto de imaginar es el más grande de todos los problemas a cuya solución el místico aspira, porque el supremo poder, la suprema sabiduría y el supremo deleite yacen en la solución de este remoto problema, este gran misterio.” Y lo quiso explicar. Así que, si mal no recuerdo, era una carta larga, escrita a máquina, cuatro hojas, pero les daré las partes más importantes. Él dijo: “Cuando conocí a mi productor tres años atrás, él era un caballero muy apagado, del tipo reservado.” “Reservado”, decía, “sería la palabra correcta para describirlo, muy reservado, tan diferente al volátil y entusiasta con el que había trabajado anteriormente. Él era muy reservado, de hecho, no podía expresar lo excepcional de ninguna forma. En efecto, su máximo halago era la palabra: ‘Bien.’ Tú traías un guión, y él aceptaba el guión, y su máximo halago era: ‘Bien.’”
“Bueno, yo pensé: voy a cambiar esto . Entonces me recosté sobre la cama y lo escuché a él decirme: ¡Genial, tan sólo genial! Ahora, yo todavía no había empezado el guión. Le acababa de dar un guión y él había exclamado: ‘Bueno.’ Así que estaba haciendo esto para el próximo guión, y lo escuché distintivamente. Lo escuché una y otra vez, el audio que había preparado, como si sucediera, así que lo escuché internamente pronunciar sobre el nuevo guión: ¡Genial, tan sólo Genial! Y mientras estoy recostado allí, suena el teléfono… yo no había empezado el guión… el teléfono está sonando, y es el productor. Me está diciendo que el guión por el que él anteriormente pronunció: ‘Bueno’, ahora era ¡Genial, tan sólo Genial! Bueno, me tiró una curvada, porque eso no era lo que esperaba. Era para el nuevo guión que todavía no había ni siquiera empezado. No sólo me tiró una curvada, sino que tenía las líneas cruzadas. Así que, ahí mismo, continué trabajando, ahora digamos, con una nueva línea, para que él use, y la cambié de: ¡Genial, tan sólo genial! a: ¡Tremendo! Así que aquí estoy, y sólo escuché una palabra: ¡Es tremendo! Bueno, entregué el guión, y eso es exactamente la palabra que él usó, cuando me dijo: ¡Es tremendo! y con el mismo entusiasmo que igualaba mi imaginar.”
“Ahora, me dije a mí mismo, dos meses después… cada guión que presenté dentro de esos dos meses era una de dos: ¡Genial, tan solo genial! o: ¡Tremendo! Él ya no volvió a decir ‘Bueno.’ Y dije, ahora voy a experimentar otra vez. Así que esta vez voy hacer que él diga: ¡Absolutamente sensacional! Así que esta vez lo escuché decir: ¡Absolutamente sensacional! Luego él me cuenta: “¡Pero qué demonios, si te estás adulando a ti mismo, por qué no recibir lo mejor! Me lo estoy haciendo a mí mismo de todas maneras, así que ¿por qué ser modesto? Estoy haciendo la cosa completa porque él tan sólo está haciendo eco. Así que dije: ¡Absolutamente sensacional! Terminé el guión, le llevé el guión a él, y él pronunció: “Bueno,” dijo él. “Casi me caí de la silla. No era el papel que había escrito para él.” Y dijo: “Tú sabes cómo los autores odiamos la improvisación.”
Yo sé lo que significa en el mundo teatral. Cuando el autor escribe una obra y algún actor piensa que sabe mejor que el autor, y cambia el guión, él está improvisando, o quizás él olvida sus líneas y si es suficientemente inteligente puede tirar algunas palabras en el acto, y así improvisa. Pero no importa qué tan inteligente se piense que es, no está haciendo quedar bien al autor. El autor cree que sabe más que cualquier actor, sobre qué es lo que debería suceder en ese momento. Él dice en su carta: “Tú sabes cómo los autores odiamos la improvisación.” Entonces, ¿Qué puedo hacer? El guión tenía que ser cortado; así que me devolvió el guión para que cortara cierta porción. Me llevé el guión a casa, hice todos los cortes, y luego se lo mandé por correo. Y se lo mandé como un niño quisquilloso. Ni siquiera revisé lo que me pidió. Pero al día siguiente, me llamó y me dijo por teléfono: ¡Es absolutamente sensacional!
Ahora, este es un punto al que quiero que le prestes estricta atención. Me dijo: “Sabes, mi experiencia con el productor me perturbó en gran manera, en gran manera me perturbó. Escuchar y ocasionalmente pensar sobre esto no es tan malo.” Y con esto él se refiere a escuchar que: “Todo lo que observas, aunque parezca estar afuera, está adentro, en tu Imaginación, de la cual este Mundo de Mortalidad no es más que una sombra.” Bueno, escuchar eso y ocasionalmente pensar al respecto no es tan malo, pero cuando se filtra hacia adentro y se enraíza en ti, y va más profundo, y ¡te das cuenta de que es verdad! Que ese productor, quien es tan importante en la producción de esta gran serie, quien está gastando tales fortunas – él tiene que gastar, tiene que permitirlo, él sabe lo que hace, él ha sido exitoso, ha continuado en el aire por tres años – y aun así, él ha tenido que expresar realmente las palabras que este guionista está escribiendo para él. Y cuando lo conoció era tan reservado que nunca usó ninguna palabra de excelencia, y nunca podría llegar al punto de usar ninguna alabanza más allá de la palabra “Bueno”. Y él lo elevó de: “Bueno”, a: “¡Genial, tan sólo genial!”; y luego a: “¡Tremendo!”; hasta llegar a: “¡Absolutamente sensacional!” Eso es un logro enorme en el vocabulario de cualquiera, teniendo en cuenta que él comenzó siendo el individuo más reservado. Así que cuando el guionista independiente ve ahora lo que hizo con un hombre, él dijo: “Sabes, me ha perturbado. Me ha perturbado por la simple razón de que tuve que rehacer mi mundo sólo al rehacerme a mí mismo; sólo a medida que pude rehacerme a mí mismo podía de alguna manera rehacer mi mundo… y ¡vaya que proyecto!” Pero dijo, “Encontré una solución. Ahora no voy a pensar en mí mismo, en X número de años en el futuro. Estoy pintando un retrato de mí mismo. Los retratos no son pintados con una sola pincelada. Así que me lo estoy tomando con calma, y comienzo con las pequeñas cosas en mi vida, las pequeñas cosas, y las cambio para hacerlas conforme al retrato del ser que estoy pintando de mí mismo.”
“Comencé con una cosa simple. Tenemos un gato, o teníamos un gato, y simplemente rasguñaba la alfombra entera. Toda la alfombra era simplemente pedazos de fieltro todo rasguñado. Así que demoramos en comprar una alfombra nueva. Realmente,” decía él, “esperábamos a que ella muriera. Después de todo, ella tenía 15 años de edad y parecía estar determinada a vivir más que Matusalén. Pero, porque ella era muy saludable y no había muerto, compramos la nueva alfombra. Enseguida ella comenzó otra vez a destruir la alfombra. Por dos días yo dije: algo tiene que hacerse en mi imaginación. Ya lo he probado con el productor. Así que puse a trabajar en mi imaginación, y vi a este gato en el patio trasero destrozando a un tapete que teníamos en el patio trasero para ese mismo propósito. Al tercer día, ella estaba afuera en el patio trasero rasguñando ese tapete, y hasta el día que murió nunca más destrozó nuestra alfombra. ¡¿Dónde está el poder destructivo del mundo salvo en la imaginación del hombre?!”
Si alguien escuchara esa historia y no la creyera, podrían tener esta noche un gato en su casa y decir, “Oh, eso fue tan sólo una coincidencia en su caso. No funcionaría aquí, así que ni lo voy a intentar. Eso bordea la locura, y nadie quiere estar loco.” De hecho, decir que has sido internado es como la lepra; no quieren eso, que una vez hayas sido internado en algún asilo. Ir a un hospital porque tenías un dolor y necesitabas una operación, eso está permitido porque hoy todos las tienen. Pero no todos son internados por algún, digamos, problema mental. Así que, en su caso, él lo hizo. La persona común lo habría escuchado; y ¿quién hubiera creído que en su propio hogar, ellos también podrían hacer que el perro o el gato o el pájaro o lo que sea, se ajuste a un acto imaginario?
Bueno, habiendo hecho esto, ahora él ve el poder dentro de él. Él ahora va a ir a por todo. Él sabe que lo hizo, tiene prueba tangible de que él lo ha hecho, y de ahora en adelante dijo que va a ser realmente fiel a lo que ha encontrado dentro de sí mismo. Él ha encontrado a Cristo. El día vendrá en que él se parará en la presencia del amor infinito. Pero antes de que nos paremos en la presencia del amor infinito, éste se presenta a sí mismo primero como infinito poder. A través de la biblia no puedes encontrar ningún fundamento que lo niegue: es poderío, es poder y autoridad. Desde el comienzo hasta el fin, cuando él se presenta a sí mismo, es absoluto poderío, absoluto poder. Hasta que un día, el hombre verá que este poder en este nivel, y en muchos niveles por debajo, se resuelve a sí mismo en amor infinito; y es el hombre, y es el ser hacia el que te estás moviendo, y es Dios Padre. Así que aquí, en su propio caso, lo asustó, o más bien lo deprimió… la cosa que tenía semejante poder estaba en el hombre. Y aun así, no está en otro lugar, está sólo en el hombre, porque el poder del cual hablamos, el poder más grandioso del mundo, realmente el único poder, es tu propia maravillosa imaginación humana.
Ahora, la señorita de quien conté la historia primero, Jan, dijo que en su trabajo actual, un pequeño niño volvió a su casa de la escuela, y los vientos altos que hemos estado teniendo tiraron abajo la antena y la aplanaron. "Todavía estaba en el piso", dijo ella. Entonces ella probó la televisión, y no había señal.
Trató y trató, y no había señal. El pequeño niño llegó a casa y ella dijo, “Oh Señor, él va a estar tan decepcionado porque volvió de la escuela y va a querer ver la televisión.” Él fue directo al televisor, lo prendió – vio la antena aplanada – luego puso sus dos manos arriba de la máquina, y solamente las puso ahí. Ella le dijo, “Sabes, no va a haber imagen.” Él dijo, “Oh sí, la habrá. Eso lo solucionará.” Ella dijo, “¿Qué cosa lo solucionará?” Él dijo, “Mi imaginación; yo acabo de imaginarlo. Funcionará.” Él volvió, se puso frente a la pantalla con Jan, y aquí vino la hermosa imagen.”
Ahora, Jan no pudo hacerlo, y aun así ella conoce este principio. Pero ella es un adulto ahora. Nos adulteramos a medida que crecemos en este mundo. El pequeño niño podía realmente creer que ese poder en sus manos era toda su imaginación: “Eso lo solucionará.” Y Jan me dijo por teléfono, porque está trabajando y no puede venir ahora, que el pequeño niño solamente puso su mano sobre él y juró que ahí vino la imagen; y la imagen volvió para el asombro de Jan pero no para el del niño. Él se sentó allí y lo miraba, y Jan sentada allí desconcertada, la misma que ahora tiene la cosa para ir a Egipto.
Ahora, volviendo a la historia del caballero, él decía: “Vi una publicidad de un tocadiscos suizo, así que fui a ver a mi vendedor de electrodomésticos y le dije que me gustaría tener uno. Él me dijo: 'No hay ninguno en el país, y probablemente pasen algunas semanas hasta que lleguen aquí, pero tenemos once pedidos hasta el momento. ¿Le gustaría encargar uno?' Él dijo: 'Si, me gustaría encargar uno.'” Así que encargó uno. Entonces, decía, a fin de mes recibió una factura por $375 por el tocadiscos. Bueno, todavía no había recibido el instrumento, entonces llamó a la oficina. Ellos se disculparon y dijeron que la chica confundió el encargo por una venta. Entonces, tenemos malas noticias para ti, dijo la chica, no llegará aquí hasta dentro de tres o cuatro meses. Pero ellos corrigieron su error. No era una factura, era simplemente un encargo que habían malinterpretado. Luego él se dijo a sí mismo, ahora voy a mirar por toda la casa, y en vez de escribir, pasaré tres días mirando en dónde iría a poner el enchufe para su máquina. Cuando decidió dónde la iba a poner, llamó al electricista para que hiciera un agujero en la pared, para poner un cable para su tocadiscos. Ahora, él dijo: “Necesitaré un mueble para el tocadiscos, así que salí a buscar un mueble. Fui a todos lados… un vendedor me dijo, ¿Qué tipo de maquina tiene, porque no le gustan estos muebles? Así que él le dijo el tipo de máquina que era, y el hombre le dijo, “Si usted tiene uno de esos, es un milagro, porque no hay ninguno en el país, y no llegarán aquí hasta dentro de tres o cuatro meses.” Lo que fue tan sólo confirmación de lo que la agencia le había dicho.
Él dijo: “Está bien, no puedo encontrar el mueble apropiado, diseñaré uno.” Entonces diseñó el mueble y lo mandó a hacer. Cuando el mueble llegó y él lo posicionó donde deseaba tenerlo, se dijo a sí mismo: “Ahora voy a mirar la máquina sobre él.” Lo que así hizo. Él dijo: “Ahora que tengo la máquina, sería justo que pague la factura”, así que se sentó y escribió un cheque y lo envió a la casa de electrodomésticos, con los $370 y pico, en completo por su tocadiscos. Dos días después de esto, lo llamaron para decirle: “Tenemos su tocadiscos.” Él se preguntó, “¿Por qué?” Había doce personas antes que él en la lista. El hombre sólo recibió cuatro en su envío, de un pedido de doce. Este amigo que me escribió la carta, me dijo: “Bueno, podría ser porque yo envié mi cheque por adelantado, porque pagué por algo que para mí estaba delante de mí en mi imaginación, podría ser por eso. Por otro lado, no estoy haciendo preguntas, por qué me dio la primera y por qué salteó a los doce para ponerme primero. Sin embargo, ya tengo la máquina. Y ahora, mi siguiente problema es este (la máquina), es una cosa muy delicada, complicada, furtiva, y difícil, así que ahora estoy tratando de imaginarme a mí mismo lo suficientemente inteligente para operarla.” Así que esta es una historia de cómo usar tu imaginación.
Yo digo que la fe… como se nos dijo, “Entendemos que por fe el mundo fue constituido por la palabra de Dios.” (Hebreos 11:3) Bueno, ahora sabes quién es Dios: tu propia maravillosa YOSOYdad, eso es Dios. Él está constituyendo su mundo, pero requiere de fe. Escucharlo sin fe, no funcionará; escucharlo junto con la fe, funcionará. Si te sientas, como él hizo – él decía, “Me recosté en la cama” – tú puedes sentarte aquí mismo y llevar esta conversación interna desde la premisa del deseo cumplido – porque el pensamiento sigue las vías ya establecidas en nuestras propias conversaciones internas. Tú controlas la naturaleza de la conversación, y te aseguras de que no sea una discusión; es simplemente desde el deseo cumplido, sin importar la naturaleza de ese deseo. Tú las llevas desde el interior. Algunos son mejores con imágenes mentales; pueden “ver” mejor que “escuchar”. Pero yo encuentro el “escuchar” algo tan pero tan fácil, y no soy un músico, así que no necesitas estar inclinado a la música para realmente escuchar. Yo aprecio la música pero no la toco. No entiendo de música, en el verdadero sentido de la palabra, yo simplemente la aprecio. Aun así, puedo escucharla vívidamente. La voz de un hombre… déjalo que hable por un segundo, déjame que capte el tono, y luego le pongo ese tono a cualquier palabra que yo quiero escuchar y la escucho como si él estuviera realmente aquí.
Ahora, cuánto tardará en suceder eso que le oí decir, no lo sé. Como se nos dice en aquella historia del libro de Habacuc 2:3: “Esta visión es para un tiempo futuro. Describe el final, y este se cumplirá. Aunque parezca que se demora en llegar, espera con paciencia, porque sin lugar a dudas sucederá. No se demorará.” Una semilla crece durante la noche, otra semilla necesita un mes, otra semilla necesita un año. Así como en el nacimiento, un niño viene a este mundo en nueve meses, pero un pollo nace en veintiún días. Así que todo tiene un intervalo de tiempo diferente entre la concepción y el nacimiento en este mundo. Entonces, ¿qué determina la naturaleza de ese intervalo? Yo no lo sé. Pero ten fe en que sin lugar a dudas sucederá, y por su propio bien no se demorará. No para su propia naturaleza se demorará. Así que el niño nace en nueve meses, no es tarde para un niño, y si un pollo nace en veintiún días, no es tarde o temprano para un pollo. Ese es el intervalo de tiempo entre el momento en que fue fertilizado y propiamente anidado, y el momento de romper el cascarón y eclosinar.
Aquí en nuestro caso, aplícalo, y en los próximos meses – yo estaré aquí por tres meses, todavía no han pasado los tres meses – tú podrás contarme las historias más fantásticas del mundo. Porque no podrías empezar con nada más que estando detrás de la bola ocho, ser un caballero conservador, que jamás ni en los más remotos sueños saldría a exclamar que algo es realmente “¡Absolutamente sensacional!”, es algo tan contrario a su naturaleza. Una cosa es buena… eso es suficientemente bueno. A ti te están pagando por eso. Tú ganas $2,500; luego ganas $3,000 por un guión; y cada tres semanas, traes uno porque es un show de media hora, sale semanalmente; así que cada tres semanas estás obteniendo un cheque por $3,000 y ahora estás obteniendo uno por $3,500. Y aun así el hombre, y de esto estoy seguro, como todos los guionistas, no fue contratado solamente para escribir, y nada más que para eso. Si él tiene tiempo extra, fuera del que usa para escribir estos guiones, hay otras ofertas para su talento como guionista. No está confinado a eso. Y por lo tanto, a este hombre que no le interesa que lo exploten, él lo hizo explotar, y le aumentó gradualmente de: “¡Genial, tan sólo genial!” a: “¡Tremendo!” y luego finalmente la explosión. Y él me dijo en su carta: “Tenemos la más cálida y amistosa relación.”
Así que les pido que hagan lo mismo. No me importa lo que sea en este mundo: Ten claro lo que quieres, concibe una escena que implique el cumplimiento de ese deseo, y luego internamente mantén estas conversaciones mentales desde la premisa del deseo cumplido. Si puedes ver al mismo tiempo que puedes escuchar, como en un set de televisión, está bien, ponlos juntos, es mejor. Pero si no puedes realmente visualizar, y no muchos pueden visualizar, encontrarás el “escuchar” muy, muy simple. Pero cuando comienzas a visualizar, déjame que te diga, es la cosa más emocionante del mundo, poder ser capaz de realmente ver. Igual a esto… estar en un sueño despierto. Es como estar en un sueño, sólo que despierto. Así que cuando lo sueltas y vuelves a este nivel donde todavía no ha sucedido, no tienes miedos, no tienes dudas. El mundo entero es una máscara. Tú sabes que lo has visto. Todavía lo estás viendo en el ojo de tu mente ahora; pero tú realmente lo has visto, y lo has escuchado, así que debe suceder. Tú lo has visto y lo has oído.
Entonces, si conoces a alguien que está atravesando un infierno absoluto, y te piden lo que sea, ellos están en tu mundo, sepáralos, y escúchalos decirte que ellos ahora tienen lo que estaban buscando, tal y como si ya lo tuvieran. Y luego déjalo ir. No levantes un dedo para hacer que suceda. No te pongas al teléfono y llames a un amigo para pedirle que interceda, para que te ayude. ¡No hagas nada! Simplemente cree en la realidad de tu acto imaginario; porque si vas al final, entonces no puedes preocuparte por los medios para alcanzar ese final. Eso negaría el final, por cualquier medio que podrías entretener, para ayudar a su nacimiento, porque tú has ido más allá del embarazo, directo al nacimiento. Así que tú lo has visto, y lo has escuchado; ahora déjalo en paz y permite que trabaje. Déjame que te diga: ¡Funcionará! Luego encontrarás a Dios. Y cuando llegues al gran final, yo diría, el último estrecho, el estrecho final, cuando ya te irás a casa, realmente te vas a casa, dejando atrás este mundo, esta era por completo; ahí vendrán una detrás de otra las experiencias místicas más fantásticas donde todo lo que se dijo de Jesucristo, tú lo experimentarás. Y tú sabrás sin ninguna duda quién es Jesucristo realmente: que él verdaderamente nace de manera sobrenatural, nace del cráneo del hombre; cómo descubre la paternidad de Dios; y cómo él asciende hacia el cielo. Todo lo que se dijo de él, te sucede a ti. Y luego sabes qué tan verdadera es la historia, qué tan completas y fantásticamente maravillosas son las Escrituras cuando uno las experimenta.
Entonces, les pido que se unan a mí en poner a pruebo este, el más grande de los misterios. Ponlo a prueba. Comienza con algo simple. La persona común que tendría un animal destructivo como un gato, no consideraría eso como un problema simple, y aún así, en 48 horas fue resuelto. Pero un punto que él hizo, cuando el hombre le dijo, él uso las palabras, “él se expresó a si mismo cuando me dijo ¡Tremendo! Se expresó con el entusiasmo que igualaba mi imaginación.” El mundo es sólo respuesta, infinita respuesta, es un eco, y el mundo entero solamente hace eco. Entonces, ¿qué eco en este caso? Cuando él dijo “¡Tremendo!” tú puedes ver que era el acto imaginario del guionista. Él realmente captó el humor que era muy enérgico, así que cuando la palabra “¡Tremendo!” salió, no era un simple: “Oh, pienso que es tremendo”, él explotó con: “¡Tremendo!”, para igualar el estado imaginario del hombre que le hizo decir: “¡Tremendo!”.
Por lo tanto, cáptalo y siéntelo, y usa tu imaginación como un gran actor lo haría. Él tiene que ponerse a sí mismo en el papel e interpretarlo. Y en el grado en que él lo sienta, él va más allá de las candilejas. Si él no se identifica con el personaje que está tratando de representar, nunca irá más allá. Él tiene que convertirse en el personaje. Así que este se convirtió en el personaje que escucha al actor a quien le escribió las líneas, y al actor se le dio una línea para que dijera: “Tú dices: ¡Tremendo!, y ahora escucha cuidadosamente, porque tú tienes que decirlo porque yo estoy dirigiéndolo; no quiero ningún pequeño tremendo, yo quiero que realmente entregues todo. Así que ahora te voy a dar el humor que quiero que adoptes.” Entonces él le da el humor, y la palabra sale exactamente para igualar su acto imaginario.
Su uso de palabras me fascina, porque no todos entienden el lenguaje del baseball, cuando él dijo: “Me tiró una curvada…" eso significa algo completamente diferente. No era lo que esperaba. Ese era el guión que él ya había leído y lo pronunció: “Bueno.” Yo no quiero eso, yo quiero que pronuncie esta nueva declaración y diga que es realmente genial, “¡Genial, tan sólo genial!” Respecto al nuevo guión. Yo ni siquiera había empezado el nuevo guión, y tú usaste mis palabras pero medio que lo has antedatado. Has ido atrás en el tiempo y lo has dicho por el otro guión.” Y luego, el hombre vuelve, y realmente lo dice, pero luego que el cambió la palabra de eso, a: “¡Tremendo!”. Eso es realmente descubrir cómo usar tu imaginación. Pero si no lo haces, y piensas que es sólo en este nivel, nunca despegarás. Quiero que todos aquí realmente lo crean y lo prueben.
Si les quito esta noche – si están aquí por primera vez – les quito o les sacudo sus creencias en un Dios personal fuera de ti mismo, un salvador personal fuera de ti mismo, no me voy a disculpar, porque yo sé que es verdad lo que les he dicho. No estoy teorizando; estoy hablando desde la experiencia. Así que cuando me subo a esta plataforma y les digo que yo conozco la realidad que es Dios, no me importa lo que el mundo entero diga al respecto. Cuando dicen, “¿No quieres decir que Dios realmente se paró delante de ti, o que tú te paraste frente a él, y has visto a la cara del hombre?” Yo digo que sí, lo hice… y es el hombre. YO SOY es Espíritu, pero necesita al hombre, su forma perfecta, para realmente expresar lo que sea en este mundo. Asume la forma del hombre. Entonces cuando ves al "YO SOY" en la forma, la forma es el hombre. Tal como la pequeña niña le dijo a su abuela, “¿Sabes qué? Anoche fui arriba en mi sueño, arriba directo al sol. ¿Y sabes qué? Él tenía una cara. ¿Y sabes qué? Él tenía manos y tenía pies. ¿Y sabes qué? El océano, el gran océano, le habló al sol. ¿Y sabes qué? El sol bajó a la tierra. ¿Y sabes qué? Él tiene piernas, y puede caminar, y caminó directo hacia mí, y me besó en la mejilla, y estaba caliente. Ahora, ¿no es un sueño muy muy tontito, abuela? Pero es verdad. No hay nada más que Dios. Y Dios es el hombre. Entonces cuando a Blake se le preguntó: “Cuando ves el sol, ¿ves a un gran genio?” Y él dijo: “¡No! Veo una multitud de ángeles cantando Santo, Santo, Santo.”
¡Él sueña como hombre! No hay nada más que el hombre, porque el hombre y Dios son uno, Dios es el hombre. Así que les pido que tomen lo que les di esta noche, y se lo lleven a casa y lo prueben. No les cuesta nada. Solo el esfuerzo y el pequeño tiempo que gastarán en hacerlo. Pero tengan en cuenta que cuando lo hagan, lo crean. Porque las palabras son: “Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como también a ellos; pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó, por no ir acompañada por la fe en los que la oyeron.” (Hebreos 4:2) Así que cuando lo hagas esta noche, hazlo, pero sabiendo que eso en sí mismo es un acto creativo, ese acto imaginario. Y se fiel a él. Ahora, la fe no le da sustancia a ese acto imaginario, a esa realidad invisible, sino que la fe es fidelidad a la realidad invisible. Tú simplemente le eres fiel. Hiciste una promesa. Muy bien, ahora eres fiel a la realidad invisible.
El tema de hoy es: “Nuestras verdaderas creencias.” Realmente quiero que esta serie sea la más productiva de todas las que hemos tenido. Con esto, quiero decir que quiero que todos los aquí presentes tengan un verdadero objetivo, un objetivo noble, y que lo realicen, que lo realicen antes de que cerremos en Mayo. Déjenme que les diga que sí pueden realizarlo, y esto lo digo en serio. Así que, ¿a qué me refiero con nuestras verdaderas creencias? Nuestras verdaderas creencias son aquellas por las que vivimos. La verdadera creencia, y saber, son uno. Cuando un hombre verdaderamente cree, es igual a decir que él sabe, es equivalente a saber. Pero les digo, la creencia – yo la llamo fe, la llamo creencia – no es completa hasta que no se convierte en experiencia. Uno debe experimentarla, y luego saberla. Ahora, escucharán lo mismo esta noche. Todos los aquí presentes escucharán exactamente lo mismo, pero no habrá dos que lo escuchen con la misma profundidad. Algunos lo escucharán por la superficie, otros lo escucharán apenas debajo de la superficie, y otros lo escucharán por lo más bajo, desde lo más profundo de su propio ser. Es donde tú vives. Como se nos dijo: “Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como también a ellos; pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó, por no ir acompañada por la fe en los que la oyeron.” (Hebreos 4:2). Ellos la escucharon y la rechazaron, pero ellos la escucharon. Entró y salió. No recibió aceptación de aquellos que la escucharon, así que instantáneamente la rechazaron. Esta noche, espero que ustedes no rechacen lo que les voy a decir. Pero esa es su elección. Tú eres libre, puedes aceptarla o rechazarla.
Pero les digo, si yo logro abrirte los ojos esta noche, y tú lo aplicas… porque tú eres el poder operante. Puedo decírtelo, pero opera por sí mismo. Si en este mismo momento te pido que pienses en un amigo, tan sólo piensa en un amigo, y ahora escúchalo decirte algo amoroso, algo amoroso sobre él mismo, o sobre un amigo en común, o sobre ti, tan sólo escúchalo. ¿Puedes creer que eso realmente sucedió? Tú podrás decir, “Bueno, yo lo imaginé pero no sucedió realmente.” Te diré, el día vendrá, y espero ahora, que cuando imagines un estado, antes de que tengas confirmación externa de ese estado, para ti es como si lo hubieses escuchado externamente, tú lo sabes: que este acto interno es igual a la confirmación externa de ese acto. Tú llegas a ese punto, porque la diferencia entre Dios y el hombre es medida solo en términos de este poder imaginativo.
Si yo ahora hablo del poder que es Dios – como se nos dice en las Escrituras, es constantemente revelado como poder, poder absoluto – Capítulo 3, versículos 4, 5 y 6 del libro de Éxodo – poder absoluto. Moisés se para en la presencia del poder, pero es poder creativo. Y la diferencia entre Dios y el hombre es medida por simplemente poder. En este nivel, si yo estoy en la superficie de mi ser, sólo esto es real, lo que mis sentidos permiten. Pero si voy a las profundidades de mi propio ser, moviéndome siempre hacia el centro de mi ser, que es Dios, entonces mi acto imaginativo se externaliza, rápidamente se externaliza, a medida que voy más y más profundo. En la superficie parece que toma un intervalo de tiempo, si yo creo. Si yo no creo, nunca vendrá en ninguna forma externalizada, nunca. Aun así, estoy viviendo en un mundo sin entenderlo, sin saber de qué se trata. Así que realmente la historia que quiero contarte, es tratar de pedirte, de implorarte que compres tu religión al por mayor. Ve al Hacedor, ve a la Fuente; no lo compres al por menor, a través de un intermediario. Nadie entre tú y la Fuente, tú vas directo hacia las profundidades y compras tu religión al por mayor al ir a la Fuente que es tu propia maravillosa imaginación humana, tu propia YOSOYdad. Eso es Dios.
La historia que les conté el martes pasado sobre uno que se llamaba Eddie… Eddie tuvo la experiencia idéntica de aquella descrita en el libro de Éxodo, cuando él escuchó: “No vengas aquí arriba.” Lean las palabras, las palabras son: “No vengas aquí arriba” – léanlo en el libro de Éxodo, versículos 4, 5 y 6 del tercer capítulo de Éxodo. Y el Señor le dijo a Moisés: “No vengas aquí arriba.” Luego Moisés escondió su cara, no por vergüenza sino por miedo. Tenía miedo de mirar a Dios. Así que Eddie vio el símbolo de Dios y él corrió, tenía miedo también… la historia es idéntica. ¿Qué escuchó? La revelación del nombre de Dios: “YO SOY.” Primero escuchó: “YO SOY”... no había nadie a la vista… luego, se repitió tan fuerte que pensó que vino de arriba. Miró hacia arriba pensando que era alguna máquina, quizás algún helicóptero con un sistema de sonido transmitiendo el nombre “YO SOY”. No había ni una cosa a la vista. Y luego lo tercero: “No vengas aquí arriba.” Él, siendo curioso, sí fue allí arriba, a la montaña para enfrentarse con una serpiente cascabel. Afortunadamente no estaba enroscada, era simplemente una serpiente de cuatro pies de largo, toda estirada, el símbolo del poder creativo de Dios. Pero lo asustó. El hombre se asusta cuando él ve lo que realmente hay dentro de sí mismo, que él es el único responsable por todo lo que está sucediendo en su mundo, ¡el único responsable! Le asusta. Es demasiado, hasta que él va más y más profundo y escucha la misma palabra de la verdad, pero la escucha en la profundidad, y luego asume completa responsabilidad por todo lo que está sucediendo dentro de él.
Esta noche, déjenme compartir con ustedes algunas historias. Varios años atrás, una señora – ella no está aquí esta noche; está en un nuevo trabajo, y se ha tenido que ir por un tiempo – pero cuando lo escuchó, que imaginar crea la realidad, se dijo a si misma: “Bueno, si eso es así, me gustaría irme a Egipto.” Ella no tenía dinero. Ella nunca ha sido una mujer con recursos, siempre trabajando, pequeñas sumas de dinero, nunca podría acumular lo que necesitaría para hacer el viaje. Y entonces, la historia de siempre, ella contó su sueño, no se lo guardó para si misma, lo contó, no hay nada malo en ello. Si realmente lo crees, lo puedes contar. Como se te dijo en las Escrituras: “Ve, y no se lo cuentes a ningún hombre, pero muéstraselo a Juan.” Muéstraselo al mundo. Bueno, si no se lo cuentas al hombre antes, ¿te creerá después de que suceda? Él podrá cuestionarte tu honestidad, pero si se lo cuentas antes de que suceda, entonces él se asegura, porque, en realidad, tienes un testigo del hecho que sí has contado antes de que suceda. Eso también está en las Escrituras, “Y ahora te lo diré antes de que pase, para que cuando suceda, tú creas.” Porque eso es coraje en las profundidades del alma, donde uno sabe que el acto imaginario es un hecho en el mismo momento del acto, aunque aún no visto por el hombre externo. Pero no todos tienen ese coraje y esa fe en el acto imaginario. Ella lo contó, y naturalmente, sus amigos la criticaron, “Es estúpido ir a ese hombre, estás desperdiciando tu dinero. No es religión. ¿Qué es? ¿Él te está diciendo que una asunción aunque falsa, si se persiste en ella se materializará en hechos? Bueno eso es estúpido; no tiene sentido.” Para ellos un verdadero juicio debe conformarse al hecho externo al que se relaciona. Así que si digo: “Bueno, ¿no es un perro amoroso?”, y no hay ningún perro para que sea testigo de mi juicio, mi juicio es falso. Eso es lo que toman de lo que ella dijo que yo estoy enseñando… toda la cosa es una locura, es estúpida.
Bueno, los años pasaron – han pasado siete años ahora – y esto es lo que sucedió la semana pasada. Ella obtuvo un trabajo. Ella es enfermera así que el trabajo se mueve por todos lados, ella va de hogar en hogar, donde se la necesite. Entonces ella se encontraba en la zona o barrio de una amiga que no había visto ni contactado en un año. Ella intercambiaba tarjetas de cumpleaños y de saludos Navideños, con una pequeña nota en la tarjeta, pero sin llamadas telefónicas ni ningún otro contacto. Encontrándose en el barrio, ella llamó a su amiga. Cuando esta amiga escuchó su voz por el cable, le dijo: “Oh, Jan, ¡tú puedes tenerlo! ¡Tú puedes tenerlo!” Ella dijo: “Está bien, está bien, lo tomaré. ¿Qué es?” Y entonces, esta es la historia. Había una fiesta, una fiesta pre-Cuaresma en el Hotel Hilton, algún Mardi Gras por la sociedad católica, la sociedad José y María. Había premios con número de entrada. El premio mayor era un viaje de 30 días en primera clase, todas las expensas pagadas, parando en cada lugar en los Hoteles Hilton en el Medio Oriente, y Egipto era parte del paquete. La señora y su familia habían pasado varios meses en el exterior el año pasado, y este año no tenían deseos de ir al exterior otra vez. De hecho ya había programado ir a Nueva York para la Feria Mundial, que abre en Abril. Así que un viaje al exterior estaba descartado. Y para más, este boleto, este boleto de premios entregado en la puerta, sólo aceptaba a una persona, no a un grupo, no a una familia. Así que eso fue lo que le dijo la amiga que le daría. Jan dijo: “¡Está bien! ¡Lo tomaré!” y luego me llamó para contarme la historia, aparentemente demorada, siete años. Ella tiene ahora el boleto si quiere ir al Medio Oriente, donde Egipto está incluido, y ella viaja en primera clase, todas las expensas pagadas, absolutamente todo pagado, porque ella creyó. Quizás en el intervalo su fe titubeó. Quizás lo justificó diciendo: “Quizás no lo quiero”, o de alguna manera extraña trató de excusarlo de alguna manera. Pero aun así, en su propio buen tiempo, vino a la superficie.
Te pido que no tires tus sueños a la basura ni que los veas imposibles de realizar en este extraño y apagado mundo de hechos externos. Cada sueño puede hacerse realidad, si puedo convencerte de que tu imaginación es Dios, y que tu acto imaginario, cuando piensas en un amigo con el que tienes una conversación, es Jesucristo en acción. “Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Jesucristo está en ustedes?” (2da. Corintios 13:5) Si él está en ti, entonces, ¿Quién es él? Él es tu propio imaginar. Dios es tu imaginación; Dios en acción es imaginar; y Dios en acción es Cristo. Cristo, como se define en las Escrituras, es “el poder y la sabiduría de Dios.” (1ra. Corintios 1:24)
Así que les digo, todos pueden realizarlo si realmente creen en Cristo Jesús. Un billón dirán que creen en Cristo Jesús, y hacen la cruz ante un pedazo de madera muerta, o un pedazo de mármol o arcilla, o algo que no es el Dios viviente. El mismo ser que está arrodillándose ante estos íconos externos… aquí está el rey de Grecia que acaba de morir, y trajeron lo que consideran un ícono santo para el hombre que acaba de morir. A los ojos de Dios, un rey es igual a un sirviente, no hay diferencia. El amor hacia uno no es mayor que el amor hacia el otro. ¿Hasta qué punto han escuchado la palabra de Dios y han creído? Así que él se está muriendo para que traigan ese ícono sagrado. No funcionó. Él tan sólo vio a su pequeño ícono, y entonces hace su salida como cualquier otra persona en el mundo. Espero que todos aquí encuentren al verdadero Cristo Jesús. El verdadero Cristo Jesús es tu propio maravilloso imaginar humano; eso es Dios en acción. El verdadero Dios es tu propia maravillosa y amorosa imaginación. Cuando dices “YO SOY”, eso es Dios.
Ahora, déjenme que comparta con ustedes algo que me entregó un caballero la semana pasada, que está aquí esta noche. Él ha escrito la historia más gloriosa. Espero que continúe porque son excitantes. Las compartí con aquellos que vinieron a casa desde que recibí sus cartas, y las compartiré con ustedes esta noche. Él es guionista, escribe para la televisión. Comenzó tres años atrás en este show que ha estado en el aire por tres años, y él escribe el tercer o cuarto guión. Me dijo: “Cuando comencé, mi precio era $2,500 por guión, y en dos años mi agente logró subirlo a $3,000 por guión. Luego, un año atrás en la última Navidad, mi madre vino al Oeste, vino del Este a visitarnos, y le dije lo que recibía por guión, $3,000 por guión, y ella me dijo: ‘Bueno, siempre asumí que recibías $3,500 por guión.’” Ella no estaba impresionada para nada con los $3,000. Luego él intentó explicarle a ella que hasta donde él sabía, no había ningún guionista en el rubro, guionista independiente, que ganara más que él. Él estaba ganando $3,000 por guión; ella no estaba impresionada; no la perturbaba para nada. Aún decía que hasta donde a ella le parecía, valía $3,500 por guión.
Bueno, dos meses después el agente fue llamado por el estudio para un contrato, una renovación de contrato para el año entrante para el guionista. Antes de ir al estudio, naturalmente tendría que discutirlo con el guionista. Le explicó al guionista que no creía que deberían pedir por más. Había aumentado de $2,500 por guión, a $3,000 por guión, y no debería aumentar su precio hasta quedar fuera de la industria al pedir por más. Entonces el guionista estuvo de acuerdo. Era una agradable relación amistosa entre él y el productor, así que ¿para qué pedir más y quedarse afuera de la industria? Por lo tanto, se pusieron de acuerdo. Al mismo día siguiente, luego de este acuerdo, se hizo una conferencia para discutir las historias, una conferencia de historias. El productor le dijo al guionista, “¿Has llegado a un acuerdo con el contrato para el año próximo?” Y él dijo: “Sí, lo voy a firmar.” Él le preguntó, “¿Has pedido más dinero?” Y él respondió, “No.” Él dijo, “Pide más dinero.” Él le dijo, “Pero siempre te estás quejando sobre el presupuesto, que nunca es suficiente, y ahora me dices que pida más dinero.” Él le dijo, “Tú pide más dinero.” Otra vez, él le dice, “No quiero aumentar mi precio hasta quedarme fuera de la industria.” Él le dijo, “Tú dile a tu agente que pida más dinero.”
Así que cuando él volvió, llamó a su agente, y cuando le dijo al agente que pida más dinero, el agente pensó que había bebido demasiados cocktails en el almuerzo. Él le dijo que no, y: “Te daré la fuente de esta idea”, y le contó lo que se le había dicho a él ese mismo día en la conferencia. El agente, ahora armado con esta información de que el productor mismo había recomendado un aumento, llamó a la oficina de negocios del estudio y pidió más dinero. Ellos simplemente perdieron los estribos, gritaron; y luego muy generosamente dijeron, “Lo olvidaremos, como si nunca lo hubieses pedido, para que la buena relación entre el productor y el guionista pueda continuar como ha sido los últimos tres años.” Pero el agente, sabía que la fuente de la idea era firme, así que cuando salió de esa oficina, salió con un contrato de $3,500 por guión. Así que, dijo el guionista en su carta para mí, “Mi madre meramente asumió que yo estaba ganando $3,500 por guión, y entonces por su asunción, fue detrás de todas nuestras espaldas, de los productores, de todos, y dio fruto.” Luego dijo, “La llamé y le conté lo que estaba ganando por guión ahora. Luego ella comenzó a estudiar seriamente tus libros.” Y él dijo, “Un problema con Bertha, quien ha estado con nosotros 25 años, un problema muy estresante, el cual te contaré en algún día futuro. Pero déjame que te diga, el viernes pasado fue completamente barrido de su vida.”
“Y ahora, debo admitir una confesión. La primera vez que te escuché, no podía entenderte; luego comencé a tener miedo de que me estaba volviendo loco porque sí podía entenderte.” Y después dice: “Explicaré eso luego.” Así que estoy esperando ansiosamente esa explicación. Pero se nos dice en el libro de Juan: “Él está endemoniado, está loco. ¿Para qué hacerle caso?” Para ustedes que tienen su biblia, eso está en el capítulo 10 versículo 20 del libro de Juan. Ese es el capítulo en el que dice: “Yo y mi Padre somos uno.” Acababa de sobrevivir, en el capítulo 8, al decir: “Yo conozco a mi Padre. Mi Padre es aquél que ustedes llaman Dios. Pero yo conozco a mi Padre, y ustedes no conocen a su Dios.” (Juan 8:34,35). Y por esto lo apedrearon – lo apedrearon con los hechos literales de la vida – eso es la piedra de las Escrituras. Cuando tú le tiras los hechos a un hombre que se atreve a asumir lo que la razón niega, lo que sus sentidos niegan, entonces tú, que no te unirás a su profundidad, tú le tiras las piedras o los hechos de la vida a él para negar la realidad de lo que él está aclamando por un mero acto imaginario. Y entonces él acababa de sobrevivir, al hacer estas atrevidas declaraciones de que “Yo y mi Padre somos uno; y mi Padre es aquél que ustedes llaman Dios; pero yo conozco a mi Padre y ustedes no conocen a su Dios.”
Y entonces, esta historia… él dijo: “Yo no te entendía… y luego comencé a temer por tener algún tipo de locura porque sí podía entenderte.” Porque esta enseñanza te lleva a un mundo completamente diferente, donde la razón en esta superficie de la mente no prevalece realmente… que tú realmente crees en la realidad de lo que internamente estás haciendo, y que luego viene a la superficie. Si no lo cuentas antes y lo cuentas después, cuestionarán tu honestidad. Si los llevas a tu confianza y lo cuentas antes, si tienes suficiente fe, continúa con tus asuntos. Si no lo haces, te acosarán y te tirarán piedras. Cada vez que los veas te dirán, “¿Dónde está? Dijiste que ibas a tener cierta casa, cierto trabajo, cierta suma de dinero, ¿dónde están?” Y entonces, siempre te van a tirar piedras, que son todos los hechos de la vida.
Ahora, aquí hay otra, y escuchen atentamente. Es una carta larga, y el expone ciertos puntos que se te pueden haber escapado. Porque lo que estamos tratando de hacer aquí es descubrir todas las pequeñas facetas del secreto más grande del mundo, el secreto de imaginar. Porque como dijo Fawcett, “El secreto de imaginar es el más grande de todos los problemas a cuya solución el místico aspira, porque el supremo poder, la suprema sabiduría y el supremo deleite yacen en la solución de este remoto problema, este gran misterio.” Y lo quiso explicar. Así que, si mal no recuerdo, era una carta larga, escrita a máquina, cuatro hojas, pero les daré las partes más importantes. Él dijo: “Cuando conocí a mi productor tres años atrás, él era un caballero muy apagado, del tipo reservado.” “Reservado”, decía, “sería la palabra correcta para describirlo, muy reservado, tan diferente al volátil y entusiasta con el que había trabajado anteriormente. Él era muy reservado, de hecho, no podía expresar lo excepcional de ninguna forma. En efecto, su máximo halago era la palabra: ‘Bien.’ Tú traías un guión, y él aceptaba el guión, y su máximo halago era: ‘Bien.’”
“Bueno, yo pensé: voy a cambiar esto . Entonces me recosté sobre la cama y lo escuché a él decirme: ¡Genial, tan sólo genial! Ahora, yo todavía no había empezado el guión. Le acababa de dar un guión y él había exclamado: ‘Bueno.’ Así que estaba haciendo esto para el próximo guión, y lo escuché distintivamente. Lo escuché una y otra vez, el audio que había preparado, como si sucediera, así que lo escuché internamente pronunciar sobre el nuevo guión: ¡Genial, tan sólo Genial! Y mientras estoy recostado allí, suena el teléfono… yo no había empezado el guión… el teléfono está sonando, y es el productor. Me está diciendo que el guión por el que él anteriormente pronunció: ‘Bueno’, ahora era ¡Genial, tan sólo Genial! Bueno, me tiró una curvada, porque eso no era lo que esperaba. Era para el nuevo guión que todavía no había ni siquiera empezado. No sólo me tiró una curvada, sino que tenía las líneas cruzadas. Así que, ahí mismo, continué trabajando, ahora digamos, con una nueva línea, para que él use, y la cambié de: ¡Genial, tan sólo genial! a: ¡Tremendo! Así que aquí estoy, y sólo escuché una palabra: ¡Es tremendo! Bueno, entregué el guión, y eso es exactamente la palabra que él usó, cuando me dijo: ¡Es tremendo! y con el mismo entusiasmo que igualaba mi imaginar.”
“Ahora, me dije a mí mismo, dos meses después… cada guión que presenté dentro de esos dos meses era una de dos: ¡Genial, tan solo genial! o: ¡Tremendo! Él ya no volvió a decir ‘Bueno.’ Y dije, ahora voy a experimentar otra vez. Así que esta vez voy hacer que él diga: ¡Absolutamente sensacional! Así que esta vez lo escuché decir: ¡Absolutamente sensacional! Luego él me cuenta: “¡Pero qué demonios, si te estás adulando a ti mismo, por qué no recibir lo mejor! Me lo estoy haciendo a mí mismo de todas maneras, así que ¿por qué ser modesto? Estoy haciendo la cosa completa porque él tan sólo está haciendo eco. Así que dije: ¡Absolutamente sensacional! Terminé el guión, le llevé el guión a él, y él pronunció: “Bueno,” dijo él. “Casi me caí de la silla. No era el papel que había escrito para él.” Y dijo: “Tú sabes cómo los autores odiamos la improvisación.”
Yo sé lo que significa en el mundo teatral. Cuando el autor escribe una obra y algún actor piensa que sabe mejor que el autor, y cambia el guión, él está improvisando, o quizás él olvida sus líneas y si es suficientemente inteligente puede tirar algunas palabras en el acto, y así improvisa. Pero no importa qué tan inteligente se piense que es, no está haciendo quedar bien al autor. El autor cree que sabe más que cualquier actor, sobre qué es lo que debería suceder en ese momento. Él dice en su carta: “Tú sabes cómo los autores odiamos la improvisación.” Entonces, ¿Qué puedo hacer? El guión tenía que ser cortado; así que me devolvió el guión para que cortara cierta porción. Me llevé el guión a casa, hice todos los cortes, y luego se lo mandé por correo. Y se lo mandé como un niño quisquilloso. Ni siquiera revisé lo que me pidió. Pero al día siguiente, me llamó y me dijo por teléfono: ¡Es absolutamente sensacional!
Ahora, este es un punto al que quiero que le prestes estricta atención. Me dijo: “Sabes, mi experiencia con el productor me perturbó en gran manera, en gran manera me perturbó. Escuchar y ocasionalmente pensar sobre esto no es tan malo.” Y con esto él se refiere a escuchar que: “Todo lo que observas, aunque parezca estar afuera, está adentro, en tu Imaginación, de la cual este Mundo de Mortalidad no es más que una sombra.” Bueno, escuchar eso y ocasionalmente pensar al respecto no es tan malo, pero cuando se filtra hacia adentro y se enraíza en ti, y va más profundo, y ¡te das cuenta de que es verdad! Que ese productor, quien es tan importante en la producción de esta gran serie, quien está gastando tales fortunas – él tiene que gastar, tiene que permitirlo, él sabe lo que hace, él ha sido exitoso, ha continuado en el aire por tres años – y aun así, él ha tenido que expresar realmente las palabras que este guionista está escribiendo para él. Y cuando lo conoció era tan reservado que nunca usó ninguna palabra de excelencia, y nunca podría llegar al punto de usar ninguna alabanza más allá de la palabra “Bueno”. Y él lo elevó de: “Bueno”, a: “¡Genial, tan sólo genial!”; y luego a: “¡Tremendo!”; hasta llegar a: “¡Absolutamente sensacional!” Eso es un logro enorme en el vocabulario de cualquiera, teniendo en cuenta que él comenzó siendo el individuo más reservado. Así que cuando el guionista independiente ve ahora lo que hizo con un hombre, él dijo: “Sabes, me ha perturbado. Me ha perturbado por la simple razón de que tuve que rehacer mi mundo sólo al rehacerme a mí mismo; sólo a medida que pude rehacerme a mí mismo podía de alguna manera rehacer mi mundo… y ¡vaya que proyecto!” Pero dijo, “Encontré una solución. Ahora no voy a pensar en mí mismo, en X número de años en el futuro. Estoy pintando un retrato de mí mismo. Los retratos no son pintados con una sola pincelada. Así que me lo estoy tomando con calma, y comienzo con las pequeñas cosas en mi vida, las pequeñas cosas, y las cambio para hacerlas conforme al retrato del ser que estoy pintando de mí mismo.”
“Comencé con una cosa simple. Tenemos un gato, o teníamos un gato, y simplemente rasguñaba la alfombra entera. Toda la alfombra era simplemente pedazos de fieltro todo rasguñado. Así que demoramos en comprar una alfombra nueva. Realmente,” decía él, “esperábamos a que ella muriera. Después de todo, ella tenía 15 años de edad y parecía estar determinada a vivir más que Matusalén. Pero, porque ella era muy saludable y no había muerto, compramos la nueva alfombra. Enseguida ella comenzó otra vez a destruir la alfombra. Por dos días yo dije: algo tiene que hacerse en mi imaginación. Ya lo he probado con el productor. Así que puse a trabajar en mi imaginación, y vi a este gato en el patio trasero destrozando a un tapete que teníamos en el patio trasero para ese mismo propósito. Al tercer día, ella estaba afuera en el patio trasero rasguñando ese tapete, y hasta el día que murió nunca más destrozó nuestra alfombra. ¡¿Dónde está el poder destructivo del mundo salvo en la imaginación del hombre?!”
Si alguien escuchara esa historia y no la creyera, podrían tener esta noche un gato en su casa y decir, “Oh, eso fue tan sólo una coincidencia en su caso. No funcionaría aquí, así que ni lo voy a intentar. Eso bordea la locura, y nadie quiere estar loco.” De hecho, decir que has sido internado es como la lepra; no quieren eso, que una vez hayas sido internado en algún asilo. Ir a un hospital porque tenías un dolor y necesitabas una operación, eso está permitido porque hoy todos las tienen. Pero no todos son internados por algún, digamos, problema mental. Así que, en su caso, él lo hizo. La persona común lo habría escuchado; y ¿quién hubiera creído que en su propio hogar, ellos también podrían hacer que el perro o el gato o el pájaro o lo que sea, se ajuste a un acto imaginario?
Bueno, habiendo hecho esto, ahora él ve el poder dentro de él. Él ahora va a ir a por todo. Él sabe que lo hizo, tiene prueba tangible de que él lo ha hecho, y de ahora en adelante dijo que va a ser realmente fiel a lo que ha encontrado dentro de sí mismo. Él ha encontrado a Cristo. El día vendrá en que él se parará en la presencia del amor infinito. Pero antes de que nos paremos en la presencia del amor infinito, éste se presenta a sí mismo primero como infinito poder. A través de la biblia no puedes encontrar ningún fundamento que lo niegue: es poderío, es poder y autoridad. Desde el comienzo hasta el fin, cuando él se presenta a sí mismo, es absoluto poderío, absoluto poder. Hasta que un día, el hombre verá que este poder en este nivel, y en muchos niveles por debajo, se resuelve a sí mismo en amor infinito; y es el hombre, y es el ser hacia el que te estás moviendo, y es Dios Padre. Así que aquí, en su propio caso, lo asustó, o más bien lo deprimió… la cosa que tenía semejante poder estaba en el hombre. Y aun así, no está en otro lugar, está sólo en el hombre, porque el poder del cual hablamos, el poder más grandioso del mundo, realmente el único poder, es tu propia maravillosa imaginación humana.
Ahora, la señorita de quien conté la historia primero, Jan, dijo que en su trabajo actual, un pequeño niño volvió a su casa de la escuela, y los vientos altos que hemos estado teniendo tiraron abajo la antena y la aplanaron. "Todavía estaba en el piso", dijo ella. Entonces ella probó la televisión, y no había señal.
Trató y trató, y no había señal. El pequeño niño llegó a casa y ella dijo, “Oh Señor, él va a estar tan decepcionado porque volvió de la escuela y va a querer ver la televisión.” Él fue directo al televisor, lo prendió – vio la antena aplanada – luego puso sus dos manos arriba de la máquina, y solamente las puso ahí. Ella le dijo, “Sabes, no va a haber imagen.” Él dijo, “Oh sí, la habrá. Eso lo solucionará.” Ella dijo, “¿Qué cosa lo solucionará?” Él dijo, “Mi imaginación; yo acabo de imaginarlo. Funcionará.” Él volvió, se puso frente a la pantalla con Jan, y aquí vino la hermosa imagen.”
Ahora, Jan no pudo hacerlo, y aun así ella conoce este principio. Pero ella es un adulto ahora. Nos adulteramos a medida que crecemos en este mundo. El pequeño niño podía realmente creer que ese poder en sus manos era toda su imaginación: “Eso lo solucionará.” Y Jan me dijo por teléfono, porque está trabajando y no puede venir ahora, que el pequeño niño solamente puso su mano sobre él y juró que ahí vino la imagen; y la imagen volvió para el asombro de Jan pero no para el del niño. Él se sentó allí y lo miraba, y Jan sentada allí desconcertada, la misma que ahora tiene la cosa para ir a Egipto.
Ahora, volviendo a la historia del caballero, él decía: “Vi una publicidad de un tocadiscos suizo, así que fui a ver a mi vendedor de electrodomésticos y le dije que me gustaría tener uno. Él me dijo: 'No hay ninguno en el país, y probablemente pasen algunas semanas hasta que lleguen aquí, pero tenemos once pedidos hasta el momento. ¿Le gustaría encargar uno?' Él dijo: 'Si, me gustaría encargar uno.'” Así que encargó uno. Entonces, decía, a fin de mes recibió una factura por $375 por el tocadiscos. Bueno, todavía no había recibido el instrumento, entonces llamó a la oficina. Ellos se disculparon y dijeron que la chica confundió el encargo por una venta. Entonces, tenemos malas noticias para ti, dijo la chica, no llegará aquí hasta dentro de tres o cuatro meses. Pero ellos corrigieron su error. No era una factura, era simplemente un encargo que habían malinterpretado. Luego él se dijo a sí mismo, ahora voy a mirar por toda la casa, y en vez de escribir, pasaré tres días mirando en dónde iría a poner el enchufe para su máquina. Cuando decidió dónde la iba a poner, llamó al electricista para que hiciera un agujero en la pared, para poner un cable para su tocadiscos. Ahora, él dijo: “Necesitaré un mueble para el tocadiscos, así que salí a buscar un mueble. Fui a todos lados… un vendedor me dijo, ¿Qué tipo de maquina tiene, porque no le gustan estos muebles? Así que él le dijo el tipo de máquina que era, y el hombre le dijo, “Si usted tiene uno de esos, es un milagro, porque no hay ninguno en el país, y no llegarán aquí hasta dentro de tres o cuatro meses.” Lo que fue tan sólo confirmación de lo que la agencia le había dicho.
Él dijo: “Está bien, no puedo encontrar el mueble apropiado, diseñaré uno.” Entonces diseñó el mueble y lo mandó a hacer. Cuando el mueble llegó y él lo posicionó donde deseaba tenerlo, se dijo a sí mismo: “Ahora voy a mirar la máquina sobre él.” Lo que así hizo. Él dijo: “Ahora que tengo la máquina, sería justo que pague la factura”, así que se sentó y escribió un cheque y lo envió a la casa de electrodomésticos, con los $370 y pico, en completo por su tocadiscos. Dos días después de esto, lo llamaron para decirle: “Tenemos su tocadiscos.” Él se preguntó, “¿Por qué?” Había doce personas antes que él en la lista. El hombre sólo recibió cuatro en su envío, de un pedido de doce. Este amigo que me escribió la carta, me dijo: “Bueno, podría ser porque yo envié mi cheque por adelantado, porque pagué por algo que para mí estaba delante de mí en mi imaginación, podría ser por eso. Por otro lado, no estoy haciendo preguntas, por qué me dio la primera y por qué salteó a los doce para ponerme primero. Sin embargo, ya tengo la máquina. Y ahora, mi siguiente problema es este (la máquina), es una cosa muy delicada, complicada, furtiva, y difícil, así que ahora estoy tratando de imaginarme a mí mismo lo suficientemente inteligente para operarla.” Así que esta es una historia de cómo usar tu imaginación.
Yo digo que la fe… como se nos dijo, “Entendemos que por fe el mundo fue constituido por la palabra de Dios.” (Hebreos 11:3) Bueno, ahora sabes quién es Dios: tu propia maravillosa YOSOYdad, eso es Dios. Él está constituyendo su mundo, pero requiere de fe. Escucharlo sin fe, no funcionará; escucharlo junto con la fe, funcionará. Si te sientas, como él hizo – él decía, “Me recosté en la cama” – tú puedes sentarte aquí mismo y llevar esta conversación interna desde la premisa del deseo cumplido – porque el pensamiento sigue las vías ya establecidas en nuestras propias conversaciones internas. Tú controlas la naturaleza de la conversación, y te aseguras de que no sea una discusión; es simplemente desde el deseo cumplido, sin importar la naturaleza de ese deseo. Tú las llevas desde el interior. Algunos son mejores con imágenes mentales; pueden “ver” mejor que “escuchar”. Pero yo encuentro el “escuchar” algo tan pero tan fácil, y no soy un músico, así que no necesitas estar inclinado a la música para realmente escuchar. Yo aprecio la música pero no la toco. No entiendo de música, en el verdadero sentido de la palabra, yo simplemente la aprecio. Aun así, puedo escucharla vívidamente. La voz de un hombre… déjalo que hable por un segundo, déjame que capte el tono, y luego le pongo ese tono a cualquier palabra que yo quiero escuchar y la escucho como si él estuviera realmente aquí.
Ahora, cuánto tardará en suceder eso que le oí decir, no lo sé. Como se nos dice en aquella historia del libro de Habacuc 2:3: “Esta visión es para un tiempo futuro. Describe el final, y este se cumplirá. Aunque parezca que se demora en llegar, espera con paciencia, porque sin lugar a dudas sucederá. No se demorará.” Una semilla crece durante la noche, otra semilla necesita un mes, otra semilla necesita un año. Así como en el nacimiento, un niño viene a este mundo en nueve meses, pero un pollo nace en veintiún días. Así que todo tiene un intervalo de tiempo diferente entre la concepción y el nacimiento en este mundo. Entonces, ¿qué determina la naturaleza de ese intervalo? Yo no lo sé. Pero ten fe en que sin lugar a dudas sucederá, y por su propio bien no se demorará. No para su propia naturaleza se demorará. Así que el niño nace en nueve meses, no es tarde para un niño, y si un pollo nace en veintiún días, no es tarde o temprano para un pollo. Ese es el intervalo de tiempo entre el momento en que fue fertilizado y propiamente anidado, y el momento de romper el cascarón y eclosinar.
Aquí en nuestro caso, aplícalo, y en los próximos meses – yo estaré aquí por tres meses, todavía no han pasado los tres meses – tú podrás contarme las historias más fantásticas del mundo. Porque no podrías empezar con nada más que estando detrás de la bola ocho, ser un caballero conservador, que jamás ni en los más remotos sueños saldría a exclamar que algo es realmente “¡Absolutamente sensacional!”, es algo tan contrario a su naturaleza. Una cosa es buena… eso es suficientemente bueno. A ti te están pagando por eso. Tú ganas $2,500; luego ganas $3,000 por un guión; y cada tres semanas, traes uno porque es un show de media hora, sale semanalmente; así que cada tres semanas estás obteniendo un cheque por $3,000 y ahora estás obteniendo uno por $3,500. Y aun así el hombre, y de esto estoy seguro, como todos los guionistas, no fue contratado solamente para escribir, y nada más que para eso. Si él tiene tiempo extra, fuera del que usa para escribir estos guiones, hay otras ofertas para su talento como guionista. No está confinado a eso. Y por lo tanto, a este hombre que no le interesa que lo exploten, él lo hizo explotar, y le aumentó gradualmente de: “¡Genial, tan sólo genial!” a: “¡Tremendo!” y luego finalmente la explosión. Y él me dijo en su carta: “Tenemos la más cálida y amistosa relación.”
Así que les pido que hagan lo mismo. No me importa lo que sea en este mundo: Ten claro lo que quieres, concibe una escena que implique el cumplimiento de ese deseo, y luego internamente mantén estas conversaciones mentales desde la premisa del deseo cumplido. Si puedes ver al mismo tiempo que puedes escuchar, como en un set de televisión, está bien, ponlos juntos, es mejor. Pero si no puedes realmente visualizar, y no muchos pueden visualizar, encontrarás el “escuchar” muy, muy simple. Pero cuando comienzas a visualizar, déjame que te diga, es la cosa más emocionante del mundo, poder ser capaz de realmente ver. Igual a esto… estar en un sueño despierto. Es como estar en un sueño, sólo que despierto. Así que cuando lo sueltas y vuelves a este nivel donde todavía no ha sucedido, no tienes miedos, no tienes dudas. El mundo entero es una máscara. Tú sabes que lo has visto. Todavía lo estás viendo en el ojo de tu mente ahora; pero tú realmente lo has visto, y lo has escuchado, así que debe suceder. Tú lo has visto y lo has oído.
Entonces, si conoces a alguien que está atravesando un infierno absoluto, y te piden lo que sea, ellos están en tu mundo, sepáralos, y escúchalos decirte que ellos ahora tienen lo que estaban buscando, tal y como si ya lo tuvieran. Y luego déjalo ir. No levantes un dedo para hacer que suceda. No te pongas al teléfono y llames a un amigo para pedirle que interceda, para que te ayude. ¡No hagas nada! Simplemente cree en la realidad de tu acto imaginario; porque si vas al final, entonces no puedes preocuparte por los medios para alcanzar ese final. Eso negaría el final, por cualquier medio que podrías entretener, para ayudar a su nacimiento, porque tú has ido más allá del embarazo, directo al nacimiento. Así que tú lo has visto, y lo has escuchado; ahora déjalo en paz y permite que trabaje. Déjame que te diga: ¡Funcionará! Luego encontrarás a Dios. Y cuando llegues al gran final, yo diría, el último estrecho, el estrecho final, cuando ya te irás a casa, realmente te vas a casa, dejando atrás este mundo, esta era por completo; ahí vendrán una detrás de otra las experiencias místicas más fantásticas donde todo lo que se dijo de Jesucristo, tú lo experimentarás. Y tú sabrás sin ninguna duda quién es Jesucristo realmente: que él verdaderamente nace de manera sobrenatural, nace del cráneo del hombre; cómo descubre la paternidad de Dios; y cómo él asciende hacia el cielo. Todo lo que se dijo de él, te sucede a ti. Y luego sabes qué tan verdadera es la historia, qué tan completas y fantásticamente maravillosas son las Escrituras cuando uno las experimenta.
Entonces, les pido que se unan a mí en poner a pruebo este, el más grande de los misterios. Ponlo a prueba. Comienza con algo simple. La persona común que tendría un animal destructivo como un gato, no consideraría eso como un problema simple, y aún así, en 48 horas fue resuelto. Pero un punto que él hizo, cuando el hombre le dijo, él uso las palabras, “él se expresó a si mismo cuando me dijo ¡Tremendo! Se expresó con el entusiasmo que igualaba mi imaginación.” El mundo es sólo respuesta, infinita respuesta, es un eco, y el mundo entero solamente hace eco. Entonces, ¿qué eco en este caso? Cuando él dijo “¡Tremendo!” tú puedes ver que era el acto imaginario del guionista. Él realmente captó el humor que era muy enérgico, así que cuando la palabra “¡Tremendo!” salió, no era un simple: “Oh, pienso que es tremendo”, él explotó con: “¡Tremendo!”, para igualar el estado imaginario del hombre que le hizo decir: “¡Tremendo!”.
Por lo tanto, cáptalo y siéntelo, y usa tu imaginación como un gran actor lo haría. Él tiene que ponerse a sí mismo en el papel e interpretarlo. Y en el grado en que él lo sienta, él va más allá de las candilejas. Si él no se identifica con el personaje que está tratando de representar, nunca irá más allá. Él tiene que convertirse en el personaje. Así que este se convirtió en el personaje que escucha al actor a quien le escribió las líneas, y al actor se le dio una línea para que dijera: “Tú dices: ¡Tremendo!, y ahora escucha cuidadosamente, porque tú tienes que decirlo porque yo estoy dirigiéndolo; no quiero ningún pequeño tremendo, yo quiero que realmente entregues todo. Así que ahora te voy a dar el humor que quiero que adoptes.” Entonces él le da el humor, y la palabra sale exactamente para igualar su acto imaginario.
Su uso de palabras me fascina, porque no todos entienden el lenguaje del baseball, cuando él dijo: “Me tiró una curvada…" eso significa algo completamente diferente. No era lo que esperaba. Ese era el guión que él ya había leído y lo pronunció: “Bueno.” Yo no quiero eso, yo quiero que pronuncie esta nueva declaración y diga que es realmente genial, “¡Genial, tan sólo genial!” Respecto al nuevo guión. Yo ni siquiera había empezado el nuevo guión, y tú usaste mis palabras pero medio que lo has antedatado. Has ido atrás en el tiempo y lo has dicho por el otro guión.” Y luego, el hombre vuelve, y realmente lo dice, pero luego que el cambió la palabra de eso, a: “¡Tremendo!”. Eso es realmente descubrir cómo usar tu imaginación. Pero si no lo haces, y piensas que es sólo en este nivel, nunca despegarás. Quiero que todos aquí realmente lo crean y lo prueben.
Si les quito esta noche – si están aquí por primera vez – les quito o les sacudo sus creencias en un Dios personal fuera de ti mismo, un salvador personal fuera de ti mismo, no me voy a disculpar, porque yo sé que es verdad lo que les he dicho. No estoy teorizando; estoy hablando desde la experiencia. Así que cuando me subo a esta plataforma y les digo que yo conozco la realidad que es Dios, no me importa lo que el mundo entero diga al respecto. Cuando dicen, “¿No quieres decir que Dios realmente se paró delante de ti, o que tú te paraste frente a él, y has visto a la cara del hombre?” Yo digo que sí, lo hice… y es el hombre. YO SOY es Espíritu, pero necesita al hombre, su forma perfecta, para realmente expresar lo que sea en este mundo. Asume la forma del hombre. Entonces cuando ves al "YO SOY" en la forma, la forma es el hombre. Tal como la pequeña niña le dijo a su abuela, “¿Sabes qué? Anoche fui arriba en mi sueño, arriba directo al sol. ¿Y sabes qué? Él tenía una cara. ¿Y sabes qué? Él tenía manos y tenía pies. ¿Y sabes qué? El océano, el gran océano, le habló al sol. ¿Y sabes qué? El sol bajó a la tierra. ¿Y sabes qué? Él tiene piernas, y puede caminar, y caminó directo hacia mí, y me besó en la mejilla, y estaba caliente. Ahora, ¿no es un sueño muy muy tontito, abuela? Pero es verdad. No hay nada más que Dios. Y Dios es el hombre. Entonces cuando a Blake se le preguntó: “Cuando ves el sol, ¿ves a un gran genio?” Y él dijo: “¡No! Veo una multitud de ángeles cantando Santo, Santo, Santo.”
¡Él sueña como hombre! No hay nada más que el hombre, porque el hombre y Dios son uno, Dios es el hombre. Así que les pido que tomen lo que les di esta noche, y se lo lleven a casa y lo prueben. No les cuesta nada. Solo el esfuerzo y el pequeño tiempo que gastarán en hacerlo. Pero tengan en cuenta que cuando lo hagan, lo crean. Porque las palabras son: “Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como también a ellos; pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó, por no ir acompañada por la fe en los que la oyeron.” (Hebreos 4:2) Así que cuando lo hagas esta noche, hazlo, pero sabiendo que eso en sí mismo es un acto creativo, ese acto imaginario. Y se fiel a él. Ahora, la fe no le da sustancia a ese acto imaginario, a esa realidad invisible, sino que la fe es fidelidad a la realidad invisible. Tú simplemente le eres fiel. Hiciste una promesa. Muy bien, ahora eres fiel a la realidad invisible.
¿Hay
alguna pregunta?
(Pregunta inaudible)
Neville: Las tres pruebas son frases del libro de Deuteronomio. El único diablo en este mundo son los hechos del hombre, las dudas del hombre. Puedes personificar a la duda, y darle a la duda una voz para que hable, y te arrojará todos los hechos de la vida, que estarían en conflicto con tu sueño, y que el sueño en sí mismo, ya era realidad antes de que esté vistiendo una forma, así que la duda te está diciendo: “Si crees que puedes hacer estas cosas, entonces ¡lánzate abajo desde aquí! Porque le ha dado poder a los ángeles para que te levanten, no sea que tu pie tropiece en piedra.” (Lucas 4:9-11)
(Aquí se termina la cinta)
(Pregunta inaudible)
Neville: Las tres pruebas son frases del libro de Deuteronomio. El único diablo en este mundo son los hechos del hombre, las dudas del hombre. Puedes personificar a la duda, y darle a la duda una voz para que hable, y te arrojará todos los hechos de la vida, que estarían en conflicto con tu sueño, y que el sueño en sí mismo, ya era realidad antes de que esté vistiendo una forma, así que la duda te está diciendo: “Si crees que puedes hacer estas cosas, entonces ¡lánzate abajo desde aquí! Porque le ha dado poder a los ángeles para que te levanten, no sea que tu pie tropiece en piedra.” (Lucas 4:9-11)
(Aquí se termina la cinta)
Traducido
por Laura Arrojo
La conferencia original en inglés es OUR REAL BELIEFS (Neville Goddard – 03-06-1964)
La conferencia original en inglés es OUR REAL BELIEFS (Neville Goddard – 03-06-1964)
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