EL
DESEO
El
deseo es un regalo de Dios. Al hombre no se le pide hacer nada más
que aceptar el regalo simplemente dando gracias por la realidad
invisible antes de observarla en su mundo exterior. A través del
deseo, Dios nos invita a elevar nuestra conciencia a niveles cada vez
más altos de conciencia.
Durante
nuestro viaje a través de este sueño de la vida, es necesario
experimentar todos los estados posibles para que así podamos
regresar como Dios, el Padre, pero mejorado por haber experimentado
tanto lo bueno como lo malo. El deseo de hacer más, ser más y tener
más de lo que actualmente estás expresando es el impulso para la
expansión.
Puedes
preguntar si un deseo de matar o herir a alguien puede ser inspirado
por Dios. La respuesta es que ningún hombre desea en realidad matar
o hacerle daño a otro. Él puede desear ser libre de ese aparente
otro y, a través de su limitada comprensión, siente que la única
manera en que puede lograr esa libertad es destruyendo al otro. El
hombre no se da cuenta de que el deseo de libertad contiene en sí
mismo el poder y los medios para realizarse. Debido a su falta de fe,
el hombre distorsiona estos regalos de Dios. No se da cuenta de que
Dios, la sabiduría y el poder en su interior, tiene caminos que él,
como hombre, no conoce y esos caminos son inescrutables.
Aprende
a ser agradecido por los deseos que te han sido dados. Ellos ya
existen y están listos para encarnarse en tu mundo. No se te pide
hacer nada para ayudar a que se realicen excepto liberar tu mente de
cualquier duda en cuanto a la forma en que se producirán y
aceptarlos completamente como si fueran un regalo de un ser querido.
~Neville
Goddard
Traducido
por Manu LDA
Tomado
de Rare
Lectures by Neville Goddard
Gracias, Manu por traducir a Neville Goddar,
ResponderEliminarun abrazo de corazón.