Neville
Goddard (11 de abril de 1969)
LA
IMAGEN PERFECTA
“Él
es nuestra paz, quien a ambos nos hará uno derribando el muro de la
hostilidad, para que pueda crear en sí mismo a un nuevo hombre en
lugar de los dos, trayendo así paz.” Este ser de paz es una
persona, no una doctrina o filosofía. Él es una persona que derriba
el muro de la hostilidad entre el tú que está sentado aquí y tu
verdadera identidad, que es un hijo de Dios, uno con su Padre.
Ahora,
una señora escribió diciendo: “Me vi radiantemente perfecta en
una visión, sin embargo, sabía que éramos dos. Recordando las
palabras 'Sed perfectos', sabía que al mismo tiempo no lo era, pero
ahora mi reflejo presente es uno de perfección. Luego me desperté,
salí de la cama y tropecé en la puerta, entonces perdí los
estribos y les grité a mis hijos por verter jabón sobre mi bonita
alfombra limpia. Así que debe haber sucedido en alguna otra
dimensión de mi ser, pues desde luego yo no soy perfecta aquí.”
Ella está en lo cierto. Mientras llevamos estas vestimentas de carne
y sangre, perdemos la paciencia, corremos hacia las puertas y hacemos
todas las cosas que la gente hace aquí. ¿No fue el perfecto, el
hombre modelo, quien llamó a Herodes “ese zorro”, y a los
escribas y fariseos “sepulcros blanqueados, hermosos por fuera pero
llenos por dentro de hipocresía e iniquidad”? Mientras estás
aquí, encerrado en tu cuerpo de carne y sangre, ciertamente perderás
la paciencia. Tal vez no como lo hiciste antes de que fueras
perfecto, pero sí hasta cierto grado en tanto continúes aquí.
Ahora,
¿cómo el que es nuestra paz derriba el muro de la perdición y hace
de nosotros dos uno? Cumpliendo su deseo primordial, que era:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza.”
Dios se quedó dormido a su verdadera conciencia y comenzó una buena
obra en ti, que llevará a termino el día de Jesucristo – que es
descrito como siendo la imagen perfecta de Dios, el que refleja e
irradia la gloria de Dios. Cuando su buena obra esté terminada en
ti, entonces tú – la imagen – serás superpuesto sobre él, y te
conocerás como el Padre. Sólo hay Dios en el mundo. Habiendo tomado
sobre sí la limitación del hombre (como tú eres) él está
trabajándote a su imagen desde dentro. Y cuando tú – el hecho,
seas tan perfecto como él – el Hacedor, surges como único hombre,
mejorado a causa de la experiencia de hacer una imagen que irradia y
refleja tu gloria. De modo que su visión era perfecta, basada toda
en las escrituras.
Hay
otra hermosa [visión]. Esta señora dijo, “Me encontré en un
bosque, sentada en el suelo [con la espalda] apoyada en un árbol,
cuando oí una voz llamando, 'Padre, Padre', pero no respondí,
porque no quería ser descubierta. De pronto apareciste tú, vestido
como un pastor, y me dijiste: '¿Por qué no me contestas? Te he
estado buscando.' Y yo respondí: 'Tú estás siempre buscándome y
encontrándome, a pesar del hecho de que el Buen Libro dice que puedo
descansar en el Sábado.' Entonces me miraste y dibujaste la sonrisa
de un padre indulgente; sin embargo, por extraño que parezca, yo –
muy femenina – sentí que yo era el padre.”
En
el capítulo 4 de Gálatas se dice: “Cuando hubo llegado el momento
plenamente, Dios envió el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones,
clamando: '¡Abba! ¡Padre!'” Pero el Padre, profundamente dormido
en el hombre, no quiere ser encontrado, aunque el Hijo siempre está
llamando: “Despiértate, ¿por qué duermes, Oh Señor?
¡Despierta!” Y cuando aquel que es llamado el Hijo de Dios
despierta a la Paternidad, es enviado al mundo para despertar a sus
hermanos, pero encuentra que ellos todavía quieren posponer el día
del despertar, queriendo aún aferrarse a estas pequeñas prendas de
carne y sangre. Pero yo siempre te encontraré y no te dejaré
descansar, pues “En verdad, en verdad os digo, que los muertos
oirán la voz del hijo de Dios y los que la oigan vivirán.” Esta
señora oyó la voz y la reconoció, por lo que no está lejos de
despertar. Enviado como pastor, el hijo de Dios hace la voluntad del
Padre llamando al Padre (en el hombre) para que despierte y se
levante de entre los muertos.
Dios
entró en este mundo con el único propósito de hacerte perfecto
como él es perfecto. Cuando su trabajo esté terminado, él se
superpondrá a esa imagen y ellos serán perfectamente uno. Esta
señora supo que ella era perfecta. Recordó las palabras: “Sed
perfectos.” La frase completa es: “como vuestro Padre celestial
es perfecto.” Sí, sed perfectos para entonces llegar a ser uno con
vuestro Hacedor; despertad de este sueño de la vida y resucitad de
este mundo de muerte a un mundo de vida eterna. Sin la resurrección
padecerías circuitos infinitos, repitiendo los mismos estados una y
otra vez. Pero después de moverte alrededor del círculo
innumerables veces, se forma la imagen perfecta, sacándote del
círculo para entrar en una espiral y subir como la persona que lo
creó todo.
Puedes
unirte a todas las doctrinas, firmar todos los contratos entre
personas y naciones; sin embargo, no conocerás la perfección hasta
que Él (en ti) te encuentre perfecto y los dos en ti se conviertan
en uno. Así que aquel que es tu paz te hará uno con él derribando
el muro divisorio de la hostilidad. Luego, sin contárselo a los
demás caminarás sabiendo quién eres en realidad. Si se lo cuentas
al mundo, ellos sólo se reirán de ti porque – mientras estés en
este mundo, como mi amiga que tuvo la visión – correrás hacia una
puerta y perderás la paciencia. Cada uno está aquí para un
propósito definido, que se desvela a través de revelaciones, dando
así propósito a toda la vida. Sin propósito, ¿qué tiene el mundo
que ofrecer? Si poseyeras todo lo que pudieras comprar con dinero, si
tuvieras todo el dinero necesario para vivir cómodamente – y tu
alma es llamada, ¿qué importaría?
El
mundo puede llamarte muerto, quemar tu cuerpo y esparcir tus cenizas,
pero tú eres inmortal y no puedes morir. En lugar de estar muerto,
te encuentras en un mundo igual que este, caminando mentalmente por
las mismas vías una y otra vez. O quizás no experimentarás las
mismas situaciones, pero tu mundo será igual de sólidamente real.
Volverás a [ser] una hermosa forma de veinte años de edad, a
casarte y envejecer, y perderás la paciencia cuando te golpees con
una puerta – hasta que tu imagen sea tan perfecta que sea
superpuesta sobre su Hacedor. Luego de ti depende conocerte como el
único cuerpo, el único Espíritu, el único Señor, el único Dios
y Padre de todo. Ese es el gran cuerpo viviente del Señor
Resucitado. Parece increíble, pero es cierto. Estás destinado a
conocerte como el creador del mundo. Estás destinado a participar en
la unidad de ese único cuerpo, ese único Espíritu, ese único
Señor, ese único Dios y Padre de todo. Lo sé, porque lo he
experimentado. Fui enviado de regreso para contar mis experiencias
con la esperanza de que aquellos que están a punto de moverse al
mismo cuerpo, como el mismo Espíritu, puedan oír mis palabras y ser
alentados por ellas.
Pablo
hace la declaración: “Me presento ante vosotros en el juicio por
la esperanza en la promesa que Dios hizo a nuestros padres. Oh Rey
Agripa, ¿por qué debería parecer increíble para cualquiera de
vosotros que Dios resucitó a los muertos? ¿No es esta la promesa a
nuestros padres?” Busca en las escrituras y encontrarás que la
promesa fue hecha en el capítulo 46 del Génesis. “El Señor habló
a Israel en visiones de la noche diciendo, 'Jacob, Jacob.'” (Como
sabes, el nombre de Jacob fue cambiado a Israel que significa “un
hombre que gobierna como Dios porque sabe que él es Dios.) Jacob
responde, “Aquí estoy”, y el Señor dijo, “Yo soy Dios, el
Dios de tu padre. No temas descender a Egipto, porque allí haré de
ti una gran nación. Yo bajaré contigo a Egipto y también te sacaré
de nuevo.” Egipto no es un pequeño lugar en el norte de África;
este mundo de muerte es Egipto, donde todo aparece, crece, mengua y
desaparece. He bajado a Egipto contigo y voy a cumplir mi promesa y
sacarte. Cuando este mundo estaba llegando a su fin, Pablo se
encadenó ante el príncipe cuyo reino estaba desapareciendo; pero no
podía renunciar a él, y dijo: ¿”Por qué crees que es increíble
que Dios resucite a los muertos?” y el rey no pudo responder.
Te
digo: Dios literalmente asumió las debilidades y limitaciones de la
carne, con el fin de conocerte y hacerte a su imagen. Y cuando esa
imagen sea perfecta como Él es perfecto, no serás ya dos sino uno.
Entonces despiertas del sueño de la vida y asciendes a tu verdadero
ser, llamado el reino de los cielos. Nuestra comunidad está en el
cielo y somos residentes en esta extraña tierra donde estamos
esclavizados. Pero ten fe y pon tu esperanza completamente en ese
momento del tiempo cuando la imagen sea perfecta. Entonces se
desvelará dentro tuyo para revelarte como el ser que lo hizo. Aunque
tú eres el hecho, eres el Hacedor; pues el Hacedor derriba el muro
de hostilidad entre ti, haciéndoos a ti y a Él uno. Entonces
regresas a tu estado celestial como el que descendió, pero
grandemente mejorado debido a tu viaje a Egipto.
Habiéndome
impuesto a propósito esta limitación sobre mí mismo, sentí como
si estuviera hablando con otro, pidiéndole cosas y dándole las
gracias por su cumplimiento. Ahora no tengo sentido de otro. Me
siento solo como el que me formó a su semejanza; pues cuando
desperté Él y yo no éramos dos nunca más, sino uno. Esta señora
me vio vestido como un pastor. Ella vio correctamente; pues aunque el
Padre y el hijo son uno, es el Espíritu de su hijo quien es enviado
al corazón, clamando: “Padre, Padre.” Ella oyó el grito y supo
que ella no era sólo Hombre, sino un padre; sin embargo en este
mundo ella es una gran dama. Ella escuchó mi llamado, pero no
queriendo ser molestada no respondió; pero puedo decirte, el Hijo de
Dios nunca dejará descansar al Padre. Él está siempre llamando:
“¡Despierta dormilón! ¿Por qué duermes, Oh Señor?” Pero el
Padre en ti no puede despertar hasta que haya completado su trabajo.
Él lo comenzó en ti y lo llevará a su cumplimiento en el día de
Jesucristo.
Ese
día, la imagen de Dios mismo es formada en ti, y te despiertas para
expresar esa imagen irradiando y reflejando la gloria de Dios. Noche
tras noche yo estoy clamando y clamando al Padre en todos; y aquellos
que oigan mi voz empezarán a despertar del sueño de la vida y
comenzarán su viaje de vuelta al ser que eran antes de que el mundo
fuera, para encontrarse siendo más gloriosos, más maravillosos, de
lo que eran cuando descendieron.
Esta
noche algunos amigos están aquí que no me han oído hablar en
muchos años. Cuando estuvieron conmigo la última vez yo estaba
hablando sólo de la ley, puesto que la promesa no se había cumplido
en mí. Así que por su bien dejadme decir: la promesa es la ley en
un nivel más alto, y la ley es muy simple.
Hay
un número infinito de estados. El estado de salud, el estado de
enfermedad, el estado de riqueza, el estado de pobreza, el estado de
ser conocido, el estado de ser desconocido – todos son sólo
estados y todo el mundo está siempre en un estado. Todos tenemos un
estado en el que nos sentimos muy cómodos, por lo que regresamos a
él momento tras momento. Ese estado constituye nuestra morada. Si no
es un estado agradable, siempre podemos salir de él. Cómo se hace
esto es el secreto que compartiré ahora con vosotros. Todos los
estados son mentales. No puedes sacarte de tu estado presente tirando
de cuerdas en el exterior. Tienes que ajustar mentalmente tus
pensamientos para que procedan del estado deseado, todo dentro de ti
mismo. Caíste en tu estado actual ya sea de manera deliberada o
involuntariamente; y porque tú eres su vida, el estado empezó a
tomar vida y a crecer como un árbol, produciendo su fruto que a ti
no te gusta. Su fruto puede ser el de pobreza, o angustia, pena o
dolor.
Hay
todo tipo de frutos desagradables. Pero tú puedes separarte de tu
cosecha desagradable haciendo un ajuste en tu imaginación humana.
Pregúntate lo que te gustaría cosechar. Cuando sepas lo que es,
pregúntate cómo te sentirías si tu deseo estuviera listo para ser
cosechado ahora mismo. Cuando conozcas el sentimiento, trata de
atraparlo. En mi propio caso me resulta más fácil capturar el
sentimiento imaginando que estoy con gente que conozco bien y que
ellos me están viendo como lo harían si mi deseo fuera ahora un
hecho. Y cuando la sensación de realidad me posee, me quedo dormido
en esa asunción. En ese momento he entrado en un estado. Ahora, debo
hacer ese estado tan natural como hice mi estado presente.
Conscientemente debo regresar a mi nuevo estado constantemente. Debo
sentir su naturalidad, como la de mi propia cama por la noche. Al
principio mi nuevo estado parece poco natural, como si llevara un
nuevo traje o sombrero. Aunque nadie sabe que tu traje es nuevo, eres
tan consciente de él que crees que todo el mundo está mirándote.
Estás consciente de su forma y de su sensación hasta que se vuelve
cómodo. Lo mismo sucede con tu nuevo estado. Al principio eres
consciente de su rareza; pero llevándolo regularmente, el nuevo
estado se vuelve cómodo, y su naturalidad causa que tú
constantemente vuelvas a él, haciéndolo así real.
Ahora
bien, la mayoría de nosotros, sabiendo lo que queremos, lo
construimos en nuestro ojo mental, pero nunca lo ocupamos. Nunca nos
movemos al estado y permanecemos allí. Yo llamo a esto construcción
perpetua, ocupación aplazada. Podría soñar con poseer una casa
hermosa y esperar ir allí un día; pero si no la ocupo ahora, en mi
imaginación, lo pospongo para otro día. Puedo desear que mi amigo
tenga un trabajo mejor. Puedo imaginarle teniéndolo; pero si no
ocupo ese estado creyendo que él ya está ahí, meramente he
construido el estado para él pero no lo he ocupado. A lo largo del
día puedo desear que él o ella sean diferentes, pero si no entro en
el estado y les veo desde él, no ocupo el estado, por lo que
permanecen en el estado desagradable relativo a mí. Este es el mundo
en el que vivimos.
No
puedes concebir una cosa que no sea parte de un estado, pero la vida
de cualquier estado está en el individuo que lo ocupa. No puede
dársele vida a un estado desde fuera, porque el nombre de Dios es
“Yo soy”. No es “Tú eres” o “Ellos son”. ¡El nombre
eterno de Dios es Yo Soy! Esa es la vida del mundo. Si quisieras
darle vida a un estado, debes estar en él. Si estás en un estado
hermoso, amable y gentil, estás viendo a los otros hermosamente,
viviendo con gracia, y disfrutando la vida al máximo.
Ahora,
para hacer ese estado natural, debes ver a cada uno en tu mundo como
hermoso, amable y gentil. Otros pueden no verles en esa luz, pero
realmente no importa lo que ellos piensen. Estoy bastante seguro de
que si hiciera una encuesta sobre lo que la gente piensa de mí, no
habría dos que estuviesen de acuerdo. Algunos dirían que soy un
impostor, mientras que otros dirían que soy la cosa más cercana a
Dios. Encontraría una gama extendiéndose desde el diablo hasta
Dios, todo basado en el estado en que la persona se encuentra cuando
le piden que me defina.
Puedes
ser lo que quieras ser si conoces y aplicas este principio, pero tú
eres el poder operante. No opera por sí mismo. Puedes conocer la ley
de la A a la Z, pero conocerla no es suficiente. El conocimiento debe
ser llevado a la acción. “Yo soy” es el poder operante en ti.
Pon tu conciencia en el centro de tu deseo. Persiste, y tu deseo se
objetivará. Aprende a usar la ley, porque hay un largo intervalo
entre la ley y la promesa. Los que me han oído antes de 1959 no
están familiarizados con mis experiencias desde entonces, y mis
palabras pueden pareceros extrañas. No puedo negar la ley, porque no
he venido a anular la ley y los profetas, sino a cumplirlos. Esto he
hecho.
Os
he dicho que en la resurrección, el Hombre está por encima de la
organización de sexos, y ese Hombre puede cambiar su sexo a
voluntad. Esta semana recibí una carta hablando de una visión que
da testimonio de la verdad de esta afirmación. Este señor está
casado con una chica encantadora y es en todo un hombre, sin embargo
esta es su experiencia. Él decía, “Me encontré tumbado en una
cama sintiéndome como si fuera una mujer. Deseando a un hombre de
ascendencia oriental y piel olivácea, asumí que lo había
encontrado. Al instante apareció y, aunque no se realizó ningún
acto, sentí la emoción de imaginarlo y del cumplimiento instantáneo
de mi acto imaginario. Entonces me desperté.” La visión de este
hombre verifica lo que os he estado contando: que en la resurrección
el Hombre cambia su ropaje sexual a voluntad, y estando por encima de
la organización de sexos, no necesita la imagen divina de
hombre/mujer para crear. Creo que su visión es maravillosa. Cuando
regresó a este mundo, él estaba sorprendido por la experiencia;
pero os digo a todos: estáis destinados a saber que sois cada ser
del mundo, ¡sin excepción!
Al
igual que esta señora que es tan femenina, respondiendo cuando un
pastor la llamó “padre”. Aunque no quería responder a mi
llamada, ella sabía que yo siempre la encontraría. Siempre lo haré,
porque yo – la Palabra de Dios – fui enviado como el hijo de
Dios, y no voy a retornar a mi padre vacío. Debo traer de vuelta ese
propósito por el cual él me envió. Agité el sentimiento de la
paternidad de Dios en ella, y traeré de vuelta conmigo a aquellos
que mi padre me dio.
Pero
mientras estés en este mundo del César es importante que domines la
ley. Piensa de cada uno como representando un estado. No hay tal cosa
como un hombre bueno o un hombre malo, sólo estados buenos o malos
como tú los concibas que son; pero el ocupante de cada estado es
Dios. Blake dijo en su “Visión del Juicio Final”: “En esto
será visto que yo no considero que ni el justo ni el malvado están
en un estado supremo, sino a cada uno de ellos estados del sueño en
que el alma puede caer en sus sueños mortales de bien y mal cuando
abandona el Paraíso siguiendo a la serpiente.” Identifícate con
un estado y eres considerado por los demás bueno o malo; pero tú
sólo estás en un estado. Esta noche si estás desempleado, o
encuentras difícil obtener un ascenso en tu trabajo actual,
recuerda: la solución a tu estado actual ¡sigue siendo un estado!
Espero
haber dejado claro como moverse a estados. Se hace a través del acto
de asumir con sentimiento y persistencia. Asume salud. Sitúate en su
centro y vístete con su sentimiento. Persiste en reclamar un cuerpo
sano y una mente sana, y tu asunción se solidificará en un hecho
mientras penetras y objetivas el estado de salud.
Ahora
entremos en el silencio.
Traducido
por Manu LDA
La
conferencia original en inglés es THE
PERFECT IMAGE (Neville 04-11-1969)
Muchas gracias por la labor que estás realizando. Es una valiosa ayuda.
ResponderEliminarEn cuanto a Neville, no he leído a nadie que explique con tanta claridad como tenemos que hacer las cosas para llegar al éxito, si es que realmente aceptamos seguir sus consejos.
Ha sido todo un hallazgo dar con este señor y con este blog.
Lo bueno de haber dado con este autor, es que hacía días que me estaba haciendo una pregunta, y "casualmente", vi el libro "La Fe es tu Fortuna" y aquí encontré la respuesta. Y lo más divertido es que cogí el libro y lo cerré al ver que trataba de la Biblia. Pero algo me hizo volver a abrirlo y vaya sorpresa más agradable.
Me encanta como interpreta las historias de las metáforas, aunque no deja de ser
muy subjetiva, pero es muy interesante y puedo aprender mucho.
Vuelvo a darte las gracias y felicidades a todos los que hacéis posible la realización de este blog.