Neville
Goddard (7 de enero de 1969)
TU
HACEDOR
Tu
hacedor es tu esposo, el Señor de las Huestes es su nombre. Por él
todas las cosas son hechas, y aunque él es una actividad no vista
dentro de tí, sin él no es hecho nada de lo que es hecho. Yo os
pido, como Pablo le pidió a los corintios, que os examinéis
vosotros mismos para ver si estáis manteniendo vuestra fe. Que os
probéis. ¿No te das cuenta de que Jesucristo está en tí? – a
menos, por supuesto, que dejes de cumplir con la prueba. Yo te digo:
Jesucristo es un poder dentro de tí, que tú debes encontrar y
probar. Pablo no dijo que Jesucristo hace sólo el bien, sino todo –
sea bueno, malo o indiferente. Y Blake dijo: “No conozco otro
cristianismo ni otro evangelio que la libertad de cuerpo y mente para
ejercer las divinas artes de la imaginación. Imaginación, el real y
externo mundo en el que viviremos [sic] cuando estos mortales cuerpos
vegetativos no sean más. Los apóstoles no conocían otro
evangelio.”
Ahora,
John Mills define la causalidad como la conjunción de fenómenos,
que ocurriendo, algunos otros fenómenos empiezan a aparecer en el
mundo. En otras palabras, la causalidad es el conjunto de un estado
imaginario que implica el cumplimiento del deseo, cuya sensación lo
activará y lo producirá en el mundo.
Y
H. G. Wells lo pone de este modo: “A través de las edades, la vida
es nada más que una solución continuada a un problema sintético
contínuo.” Como muchas veces te has dicho a tí mismo: si sólo
tuviera X dólares podría vivir cómodamente, luego aparece la
inflación y eres forzado a utilizar tu poder creativo para construir
una solución imaginaria a tu nuevo problema.
El
Webster define un cuerpo sintético como la recopilación de
elementos separados que producen una nueva forma. En este mundo nunca
encontrarás permanencia, pues algo penetrará en el estado que estás
ocupando ahora y te forzará a concebir una nueva solución. Así es
como está hecho. No juzgues el problema – más bien pregúntate
cuál podría ser su solución. Supón que estuvieras en la cárcel.
La solución sería estar fuera de la cárcel, perdonado y durmiendo
en tu propia casa. Así, mientras aún estás enfrentándote con el
problema, y durmiendo en tu catre en la cárcel, cerrarías tus ojos
a la celda y sentirías que ya estás en casa, como un hombre libre.
Entonces quédate dormido permitiendo al hacedor de todas las cosas
crear eso que será visto de eso que no aparece.
Hace
unos años una señora en mi audiencia de San Francisco se levantó y
dijo: “Mi hermano está en el ejército. No sé lo que hizo para
provocar su castigo, pero ha sido sentenciado a seis meses de trabajo
forzado, y yo quiero que esté libre.” Después de establecer el
hecho de que él iría a su apartamento si estuviera libre, la insté
a imaginar que él estaba ahí ya. Esa noche esta señora imaginó
que oía la campanilla de la puerta. Corriendo escaleras abajo abría
la puerta para encontrar a su hermano ahí, un hombre libre. Ella
ensayó esa escena una y otra vez hasta que le pareció natural. Una
semana después, estando sentada en su apartamento, la campanilla de
la puerta sonó. Ella corrió escaleras abajo, abrió la puerta, y
abrazó a su hermano – que le dijo que estaba honorablemente
liberado. Quién interpuso la acción contra él o quién le liberó
no lo sé. Yo sólo sé que el hermano no se escapó del castigo,
pues la señora vino a mi reunión el domingo siguiente y compartió
su historia con todos los que estábamos allí. Ahora, si ella no
hubiera conocido y puesto en práctica este principio, podría haber
permanecido en casa enojada y frustrada durante seis meses hasta que
su hermano fuera liberado.
Todas
las cosas son hechas por tu imaginación, pues sin imaginar nada se
hace. La imaginación no está limitada a este nivel de conciencia.
Hay niveles y niveles de imaginación, como tus sueños y visiones
demuestran. Este mundo está sostenido por la Imaginación Divina,
que es la imaginación humana en un nivel más alto. Nuestra
imaginación está con baja intensidad, pero nosotros somos llamados
a ejercer este poder, a examinarnos para ver si estamos manteniendo
nuestra fe. A este nivel, la fe no es completa hasta que, a través
de experimentación, se convierte en experiencia. Experimenta con
esta afirmación: “Lo que quiera que tú desees, cree que lo has
recibido y lo habrás recibido.” (Marcos 11). Si la fe no es
completa hasta que a través de experimentación se convierte en
experiencia, debes tomar un objetivo no visto y colocarlo en un
conjunto de estados mentales que implicarían su cumplimiento.
Entonces este deseo debe ser activado entrando en su centro,
sintiendo su realidad, y caminando en la fe de que sucederá. Yo te
digo: de un modo que no podrías concebir, lo que tú has asumido
vendrá a tu mundo.
No
tienes que construir un puente de incidentes para pasar a través de
él; simplemente te mueves hacia el cumplimiento de lo que ya has
preparado para tí mismo. Luego cumple otro deseo del mismo modo, y
cuando aparezca sabrás exactamente qué hacer cuando te enfrentes
con algún problema. Tú simplemente vuélvele la espalda
construyendo una escena imaginaria que implicaría el cumplimiento de
su solución. Actívala y déjala que llegue a ser.
Desgraciadamente
es muy fácil hacer de la aceptación del cristianismo un sustituto
por el que vivir. En Nueva York sólo hay más de un millón de
personas dando ayuda, y me atrevo a decir que el 90 por ciento de
ellas declaran ser cristianas, sin embargo no conocen el significado
del cristianismo. Cristo no está en el exterior, sino dentro de tí.
Y cuando Él aparezca tú serás como él. Eso es lo que se nos ha
prometido en el libro de Juan. ¿Verás a alguien en el exterior que
se parezca a tí? ¡No! Cristo está en tí, y él hace todas las
cosas. ¡Ponlo a prueba y descubrirás que él es tu imaginación!
Cuando
era un muchacho yo vivía en Barbados. Inescolarizado, sin bagaje
alguno, soñaba con venir a América. Me enamoré tanto de la idea,
que a la edad de 17 mis padres me pusieron en un barco hacia América
con 600 $ en el bolsillo. Ellos pensaban que yo volvería una vez que
el dinero se hubiera ido, pero yo quería vivir en América por
malamente que yo hubiera venido y hacerla mi hogar.
¿Estás
dispuesto a enamorarte tanto de un deseo? ¿Estás dispuesto a
enamorarte de su cumplimiento que imaginas que es tuyo ya? Si es así,
yo te prometo que se plasmará en tu mundo. Y cuando lo haga, habrás
encontrado a Cristo, o las palabras de las escrituras: “Por él
todas las cosas son hechas y sin él no es hecho nada de lo que es
hecho”, son falsas.
¡Cuando
pongas a prueba a tu imaginación descubrirás que es Él quien
produce tu deseo y el Hacedor de todas las cosas! Yo lo he comprobado
innumerables veces. He enseñado este principio a otros que lo han
comprobado y compartido sus experiencias conmigo. Ahora yo sé quién
es realmente Jesucristo. Las palabras, “A menos que creas que yo
soy él, morirás en tus pecados”, no son dichas en el exterior,
sino en el interior. Ahora vistiendo un ropaje de carne, mis palabras
parecen venir de fuera, y un día yo pareceré morir y convertirme en
un hecho histórico. Pero yo no estoy hablando como un hombre
externo. Estoy hablando como el verdadero Jesucristo, que viene a
cada individuo desarrollando su historia como se recoge en las
escrituras. Hay sólo una historia, y sólo un ser para interpretar
el papel. Ese ser es Dios. Es él solo quien actúa y está en todas
las cosas.
Cuando
el Antiguo Testamento se cumpla en tí – un indivíduo – no serás
un espectador observando el drama, sino el actor central. Y, sabiendo
que es Dios solo quien actúa, tú sabes que eres Él. Y cuando
cuentas tu historia, aquellos que te oyen verán el ropaje de carne
que vistes, y pensarán que tienes un demonio y estás blasfemando el
nombre de Dios. Pero sabiendo que tu padre es el que los hombres
llaman Dios – tú conoces a tu padre, mientras los hombres no
conocen a su Dios.
Mientras
estoy vistiendo un ropaje de carne yo conozco mi origen y destino,
pues las escrituras se han desarrollado en mí. Muchos de los que
oyen mi confesión no están esperando este tipo de revelación, así
que me excluyen como uno que blasfema el nombre de Dios. Pero las
palabras de las escrituras están dichas desde dentro. Esta
afirmación te la estás diciendo a tí mismo: “A menos que crea
que yo soy él, moriré en mis pecados.” Pecar es perder tu deseo.
Si no crees que tú eres su creador, estás errando tu blanco. ¡Debes
creer para lograr! Debes asumir que ya eres la persona que tú
quieres ser, a fin de llegar a serla. Aunque tu asunción es negada
por la razón y tus sentidos, si persistes en tu asunción se
materializará en un hecho. Así es como algo se hace de lo que no
aparece.
Sabiendo
lo que quieres, asume que tu deseo ya está cumplido imaginando que
un círculo de amigos te están felicitando. Quédate dormido
sabiendo que los que empatizarían contigo ya han atestiguado tu
buena fortuna. Sabiendo que has puesto el cumplimiento de tu deseo en
movimiento, camina confiado de que lo que estás asumiendo es verdad.
Y cuando suceda, comparte tu experiencia con otros, con la esperanza
de que ellos lo intentarán y funcionará para ellos. No me importa
lo que los demás piensen, pues he descubierto que mi Padre – al
que el mundo adora y llama Dios – ¡es mi propia maravillosa
imaginación humana!
La
gente compra imágenes de Jesús y las cuelga en la pared para
postrarse ante ellas, sin embargo las imágenes son tan distintas
como el artista que las pinta. Cuando Cristo aparece, tú serás como
él. Esto lo sé por experiencia. Cuando Cristo apareció en mí yo
era el que interpretaba su papel. Puesto que sólo Dios actúa y está
en todos los hombres, Dios se pone en el papel central y desarrolla
el drama eterno en cada indivíduo, que entonces sabe que él es
Dios.
El
año pasado dí diez conferencias en San Francisco. Justo antes de la
primera reunión una señora me dijo que ella pensaba que yo era el
maestro de la verdad más grande del mundo. Se lo agradecí y comencé
la conferencia afirmando que el hombre es todo imaginación y Dios es
el hombre. Que el cuerpo eterno del hombre es la imaginación, y que
es Dios mismo. Luego conté la historia de una señora que se
encontró sentada en una silla en una habitación muy grande, cuando
apareció un carruaje autopropulsado. La puerta se abrió y salí yo,
vistiendo una capa y llevando un maletín. Personificando el poder
absoluto, yo entré en la habitación y comencé a proclamar el poder
de Dios. Mientras ella me miraba, se dijo: “Ese es Neville, y sin
embargo es Dios.” Sin darle ninguna señal de reconocimiento, yo
terminé mi prédica, me volví y – como a petición – apareció
el carruaje, yo entré en él y desapareció.
Continué
diciendo a todos que la vida misma es una gloriosa obra, que fue
concebida por Dios, dirigida por Dios, y cada papel está siendo
interpretado por Dios. Que este mundo es como un glorioso poema, que
existe no por sí mismo, sino por el que lo concibió. Habiéndose
enamorado Dios del mundo que había concebido, Él quiso que todos
los personajes existieran por sí mismos. Pero, no encontrando a
nadie para interpretar los papeles, Dios murió a su verdadera
identidad a fin de tomar sobre él la limitación de los personajes
de su obra. Ahora, interpretando el papel de cada indivíduo, Dios
experimenta todas las tribulaciones de ser hombre, hasta que Él
despierte en el personaje que Él está interpretando. Yo sé que soy
Neville, un personaje de la obra, pero también sé que soy Dios.
Esta señora, que sólo unos minutos antes me había dicho que yo era
el maestro de la verdad más grande del mundo, estaba tan
impresionada que nunca volvió a las otras conferencias. Ella había
esperado que yo me conformara a su pequeño concepto de Dios y no lo
hice. En vez de eso, proclamé atrevidamente que éramos todos Dios,
incluso aunque no fuéramos todos conscientes de ello. A menos que la
historia contada en los evangelios respecto a Jesucristo despierte y
se desarrolle en el indivíduo, ese indivíduo no sabe que él es el
Cristo.
Pablo
descubrió que Cristo es su imaginación humana e instó a cada uno a
comprobarlo por sí mismo. Como Pablo, yo te insto a poner a prueba a
tu imaginación humana. No necesitas dinero o tiempo para ir a
cualquier parte en tu imaginación, sin embargo puedes ponerte ahí,
igual que si hubieras hecho el viaje. Si lo haces, y tus
circunstancias cambian de modo que el dinero y el tiempo aparecen,
permitiéndote ir, ¿no has descubierto que Jesucristo es tu
imaginación? Esto es lo que las escrituras enseñan, pero el hombre
ha personificado la historia y hecho de Jesucristo un pequeño ídolo
para postrarse ante él, cuando el verdadero Dios es la imaginación
humana. Todas las cosas son hechas por la imaginación humana.
Imagina algo que ahora no es un hecho. Persiste en tu acto
imaginario, y cuando se convierta en un hecho, has encontrado a Dios.
Y una vez que lo has encontrado, ¡nunca lo dejes ir!
Al
final del drama se dijo que uno que conocía a Jesús le traicionó.
Ahora, para traicionar a alguien, ¡debes conocer su secreto! Así
que el que conoce su secreto le traiciona. ¡Ese es uno mismo! Dios
es auto-revelado. A menos que Dios se te revele, ¿cómo tú le
conocerías? Volviéndose a aquellos que no le conocían, Jesús
dijo: “Ahora que me habéis encontrado, no me dejéis ir, pero
dejad ir a todos esos.” Deja ir toda creencia en un poder en el
exterior, pero no dejes ir la creencia en tu poderosa imaginación –
pues la verdad está dentro de tí. Cuando encuentras al Hacedor en
tí, entonces no importa qué argumentos los sacerdocios puedan dar,
no les creas, pues el Cristo que buscas es la imaginación humana.
Mañana
puedes olvidar y ser penetrado por rumores que perturban tu cuerpo y
te hacen sufrir. Cuando esto sucede debes reestablecer tu armonía
imaginando que las cosas son como tú deseas que sean. Viviendo en
este maravilloso mundo, no podemos detener la penetración. Para
percibir a otro, ese otro debe primero penetrar en tu cerebro; por lo
tanto, él está dentro de tí como también fuera e independiente de
tu percepción. Ciudades, montañas, ríos y arroyos deben primero
penetrar en tu cerebro para que seas consciente de ellos. En ese
momento de conciencia están dentro de tí, incluso aunque aún
mantengan una cierta independencia de tu percepción y estén fuera.
Intenta esta penetración interna seriamente y descubrirás que todo
lo que necesitas hacer es ajustar tu pensar. Que tú eres todo
imaginación y debes estar donde piensas que estás. Si quieres
contactar con un amigo simplemente ajústate a su comunidad haciendo
allí, “aquí” y luego, “ahora”. Visítalo en su casa
haciéndola penetrar dentro de tí. Dale tu mensaje y ve sus ojos
iluminarse con el placer de tus palabras.
Si
Dios está en tí, ¿hay algún lugar donde Dios no esté? Y si no
hay ningún lugar donde la imaginación no esté, ¿dónde irías
para estar donde quieres estar? Si todo penetra en tí, entonces
debes elegir qué quieres y ajustarte a la sensación de que ya estás
ahí. Sabrás que has llegado cuando veas el mundo desde allí.
El
movimiento puede ser detectado sólo por un cambio de posición
relativo a otro objeto. Mientras estás físicamente sentado en una
silla tú pareces no moverte, pero debido a que todo penetra en tí,
por un ajuste mental puedes pensar desde la conciencia de ser la
persona que quieres ser. ¿Cómo sabrás que has cambiado? Por la
expresión de las caras de tus amigos. Si ellos ahora ven el nuevo
tú, entonces te has movido. Así que déjalos mirarte hasta que sus
caras te digan que están viendo eso que tú estás asumiendo que es
verdad.
Debe
haber siempre un marco de referencia desde el que moverte. Tu marco
es tus amigos, que conocerían cualquier cambio en tu vida. Si yo
muriera, el movimiento sería detectado, ya que un amigo llamaría a
otro, quien llamaría a otro, y finalmente docenas de personas
sabrían que Neville habría muerto. Si, por otro lado, me hago
millonario, ocurriría esa misma reacción en cadena.
Después
de asumir que eres ya lo que tú quieres ser, haz de tus amigos tu
marco de referencia oyéndolos felicitarte. Siente la realidad de sus
acciones. Relájate en la paz de saber que está hecho. Y cuando
llegue a pasar, has encontrado a Cristo, pues es Él quien hace todas
las cosas y sin él no es una cosa hecha que se haga. ¡Haces el
cambio de tu vida descubriendo que Cristo es tu imaginación!
Yo
te digo: Dios se convirtió en tí, con todas tus debilidades y
limitaciones, para que tú puedas convertirte en Imaginación.
Convirtiéndose en nuestra imaginación, Dios existe en nosotros y
nosotros en él. Nuestro cuerpo eterno es la imaginación, y eso es
Dios mismo. ¡Y Dios solo actúa! Puede actuar en el papel del loco o
el rey, el pobre o el rico. Cada deseo es un estado. Muévete a tu
deseo, y Dios interpretará ese papel – ¡como tú! Si deseas
riquezas, pero no conoces este poder, tu permanecerás pobre porque
estás buscando a un Dios en el exterior, tratando de coaccionarlo a
darte riqueza adquiriendo mérito. Puedes emplear tu vida adquiriendo
mérito y ser tan bueno que el mundo piense que eres maravilloso, sin
embargo sigues siendo pobre. El hombre debe buscar y encontrar su
verdadera identidad dentro de sí mismo, pues él y sólo él es el
revelador y hacedor de todo en este mundo.
No
he visto nunca a Neville hacer algo. No fuí nunca un espectador,
sino el actor interpretando el papel. Ahora vistiendo este ropaje de
decadencia, llamado Neville, cuando cuento mi historia la gente se
sorprende. Piensan que soy un blasfemo por hacer esas atrevidas
afirmaciones, sin embargo no puedo negar mis experiencias místicas
como no puedo negar la evidencia más simple de mis sentidos. Sé lo
que he comido esta noche, sin embargo su recuerdo no es tan vívido
para mí como mis experiencias de las escrituras. Así que les digo a
todos: el que hace todo es la imaginación humana. Esto puede parecer
cruel para el que esté ahora experimentando dolor, pero es verdad.
Yo he sufrido. Yo he conocido el dolor físico. Incluso aunque puedo
decir que he cogido la gripe, yo sé que la cogí dentro de mí. Leí
el periódico donde me enteré que el 50 por ciento de la gente tenía
la gripe, y – convirtiéndome en una estadística – la hice el
cincuenta y uno. Experimenté sus molestias y dolores, y aprendí una
lección. Ahora yo sé que incluso aunque he experimentado el drama
de Jesucristo, aún estoy sujeto a todo lo que el hombre está
sujeto. Sé que no puedo señalar a ninguna otra causa que mi propia
imaginación, pues la causa no puede venir de fuera. Si tengo dolor,
la causa es mía. Se nos dijo en Gálatas que Dios – tu imaginación
– no es burlado. Que como siembres, así cosecharás. “¿Ves los
campos de allá? El sésamo era sésamo, el maíz era maíz, el
silencio y la oscuridad conocían, y así es el destino de un hombre
nacido.”
Así
que repito: la causalidad es la conjunción de estados mentales, que
al ocurrir producen eso que la conjunción implica. Reúne un estado
mental que implique que tú eres ya lo que quieres ser. Entra en ese
estado. Permanece ahí hasta que te hagas uno con él realizando
actos internos como si fueran externos. Continúa haciéndolo así y
observa, pues tu mundo externo cambiará a medida que esos actos
internos se convierten en hechos en tu mundo. Y no pienses que
encontrarás nunca un lugar donde detenerte. Ningún estado que hayas
creado nunca durará inamovible, imperturbable, para siempre –
porque cada momento del tiempo estás siendo penetrado. Tu idea de
perfección y armonía hoy será perturbada mañana, forzándote a
utilizar tu talento para construir un cambio imaginario.
Tu
partida de este mundo será así sólo para aquellos que no pueden
seguirte a otra sección del mismo mundo. Ahí tú continuarás
imaginando hasta que la historia del evangelio se repita en tí. Lo
hará, pues es la historia de Dios despertando y naciendo en el
hombre. Donde Dios no está en el hombre como su imaginación humana,
la historia no puede ser repetida. Pero cuando irrumpe y Cristo se
despliega dentro del individuo, él deja que una sección de tiempo
entre en una edad completamente nueva llamada el reino de Dios.
Tú
puedes comprobar que eres todo imaginación si lo crees, pues tú
vives por tus creencias. De palabra no es suficiente. La creencia
debe hacerse viva. ¿Crees realmente que tu imaginación hace todas
las cosas? Entonces ponte a prueba a tí mismo y ve. Cuando te
enfrentes a algún problema inmediatamente construye una solución
imaginaria. Entra en esa imagen y permanece en su verdad. Siempre
recuerda quién es el hacedor, pues él hace las cosas de lo que no
aparece. Él es como azogue(1),
pero tú puedes comprobarlo mejor en un sueño despierto.
Fawcett
dijo: “La imaginación divina es como la imaginación pura en
nosotros mismos. Vive en la profundidad misma de nuestra alma
subrayando todas nuestras facultades, incluyendo la percepción, pero
fluye en la superficie de nuestra mente menos disfrazada en forma de
fantasía creativa.” Todos los sueños proceden de Dios sean de día
o de noche. Todo es precedido por un sueño, ¡llamado acto
imaginario!
Tómame
en serio y pon a prueba al hacedor en tí. “Examináos para ver si
os estáis manteniendo en vuestra fe. Poneos a prueba. ¿No os dais
cuenta de que Jesucristo está en vosotros? A menos que, de hecho,
dejéis de someterlo a prueba.” (Corintios II, 13) ¡Espero que
descubras que no has fallado!
Ahora
entremos en el silencio.
(1)
El nombre antiguo del elemento químico mercurio. (N.T.)
Traducido
por Javier Encina
La conferencia original en inglés es YOUR MAKER (Neville 01-07-1969)
La conferencia original en inglés es YOUR MAKER (Neville 01-07-1969)
Excelente muchas Gracias por traducirlos todos, te lo agradezco mucho.
ResponderEliminarGracias, gracias, gracias
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