Neville
Goddard (28 de octubre de 1968)
LIBERTAD
Cuando se le preguntó: “¿Cuál es el mayor de todos los mandamientos?” Dios respondió: “Escucha Oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es uno.” ¡Acepta este mandamiento! Vive según él y serás libre de todas las causas secundarias. Hay sólo un Dios. Él es el padre de todos nosotros que está por encima de todo, a través de todo y en todo. Él es una individualidad universalmente difusa cuyo nombre por siempre y para siempre es YO SOY. Tú puedes no ser consciente de quién eres, qué eres, o dónde estás, pero siendo consciente estás mentalmente diciendo “Yo soy”. Cada ser consciente dice “Yo soy” y si hay sólo un “Yo soy”, entonces yo soy un individuo ¡difuso! Yo soy la única causa de todo lo que es. Todas las cosas fueron hechas a través de imaginar, y sin consciencia no fue hecho nada de lo que fue hecho.
En el capítulo 8º de Mateo, uno de los milagros de las escrituras es recogido como una parábola escenificada. Se dice que cuando él entro en la barca se quedó dormido y una gran tormenta se levantó, de modo que ellos le despertaron diciendo: “Señor, perecemos, sálvanos.” Y él dijo: “¿Por qué estáis asustados, oh hombres de poca fe?” Luego se levantó y reprendió al viento y al mar y hubo una gran calma. Si hay una sola causa, entonces el que sofocó el viento y el mar es el que causó la tormenta. No puede haber otro. Si hay confusión en tu vida y tú la resuelves en tu imaginación y el mundo da testimonio de lo que tú has hecho, tú causaste el cambio. Y puesto que no hay otra causa, ¿entonces no causaste tú la confusión también? Hay sólo un Dios y Padre de todos nosotros que está por encima de todo, a través de todo y en todo. Si Él está en cada ser que dice “Yo soy”, y hay sólo un Dios, nadie puede acusar a otro; pues el nombre de Dios no es “él”, sino “Yo soy”. No importa lo que parezca en el exterior, yo soy su causa. Asume la plena responsabilidad por las cosas que observas, y si no te gusta lo que ves, sabe que tienes el poder de cambiarlas. Entonces ejerce ese poder y observarás el cambio que has causado. Si estás verdaderamente dispuesto a asumir esa responsabilidad, eres liberado.
Si esta individualidad universal difusa está en todos, entonces la encarnación debe ser considerada bajo una luz diferente. Nos enseñaron que la encarnación tuvo lugar hace 2000 años por un único individuo, que fue el Dios encarnado. Pero yo te digo: la humanidad es la encarnación. La figura central – personificada como Jesucristo – es la perfecta figura arquetípica que cada uno debe expresar. Él es llamado el verdadero testigo, el primogénito de los muertos. Ahora encarnado en tu cuerpo de carne y sangre, estás muerto en el sentido de que has olvidado que tú eres el creador de todas las cosas, y no te ves creando nada de lo que observas. El periódico de la mañana te cuenta lo que ella, él y ellos están haciendo, y no puedes relacionar sus acciones con nada de lo que tú has hecho. Sin embargo, hay sólo una causa, sólo un Dios, que es residente en ti como tu conciencia; tu propia maravillosa imaginación humana.
La parábola nos cuenta que Dios entró en una barca y se quedó dormido. La humanidad es esa barca, el arca donde Dios Padre crea mientras dormita. Incluso aunque no conozcas a la gente sobre la que lees, si la lectura te perturba, tú eres la causa de ese conflicto. Todo imaginación, yo estoy soñando, causando el infortunio y la infelicidad de aquellos cuyas vidas yo he tocado con el sentimiento. Cuando despiertas y recuerdas tu sueño, ¿siempre conoces a la gente ahí? ¿Conoces a los que fueron hijos tuyos en el sueño? ¿A la gente que te asustó? Nunca los vistes antes, así que ¿cómo podrían ellos ser otros que los que tú causaste? No los reconoces, sin embargo tú – el soñador – causaste que ellos hicieran lo que hicieron. Lo mismo es verdad aquí. Si las acciones de un aparente otro causan una respuesta motora en ti, incluso aunque no le conozcas, tu consciencia es la causa de la tormenta. Pero cuando despiertes, la memoria regresará y habrá una maravillosa calma.
Dios, la individualidad universalmente difusa, está dormido en cada uno. Su revelación trascendente es personificada como uno llamado Jesucristo. Esta personificación despierta la memoria en ti en cuanto a quién es realmente Dios Padre. Dios no dividió el “Yo soy” y dio a cada uno de nosotros una porción de él mismo. Él dio a cada uno, individualmente, su ser entero. “Yo soy” no puede ser dividido, y yo soy Dios Padre. Si tú aún no has descubierto esto, yo estoy todavía dormido. A fin de descubrir tu paternidad, debes encontrar al hijo de Dios, predicho ser tuyo. Mientras estás dormido en el estado de Saul, tú no lo reconoces, y cuando preguntas: “¿De quién eres hijo tú, joven?”, él responde: “Yo soy el hijo de Jesse, el 'Yo soy'.” Cuando tú despiertas y reconoces al hijo de Dios, David, ¿no eres tú Jesse? ¿No eres tú Dios, cuyo nombre por siempre y para siempre es “Yo soy”?
Toma a David para revelarte a ti mismo; sin embargo tú eras su padre antes de que te quedaras dormido. Ahora soñando tu vida en la existencia, luchas contra aparentes otros, llamándolos demonios y Satanás. Tú dotas a tu mundo de sombra de causalidad, convirtiéndote por ello en un ser dividido, cuando Dios no está dividido. No hay demonio. No hay Satanás. No hay ser fuera de tu propia maravillosa imaginación humana.
“Yo, incluso yo, soy él. Yo mato y yo hago vivir. Yo hiero y yo sano y nadie puede librarse de mi mano.” (Deut. 52) “Yo soy el Señor y no hay otro Dios. Yo formo la luz y creo la oscuridad. Yo hago la prosperidad y creo la desgracia. Yo soy el Señor y no hay otro; aparte de mí no hay ningún Dios.” (Isaías 45) Él que crea el mal crea el bien, la prosperidad y la desgracia, la luz y la oscuridad. Él que mata es el que hace vivir, y él que hiere es el que sana y no hay otro Dios. Si tú realmente crees que tú eres del que aquí se habla – que eres tú quien crea el mal, el bien, la prosperidad y la desgracia; que nadie puede librarse de tu mano – entonces eres liberado. Nunca creerás de nuevo en otro, sino que sabrás que tu vida es auto-creada. Que tú creas las tormentas, así como la paz y la calma. Ya no creerás más que él, ella o ellos lo hicieron, pues los reconocerás como espejos reflejando tanto la tormenta o la paz y la calma dentro de ti.
Habiendo entrado en la barca (llamada el arca) Dios se quedó dormido y ahí permanece hasta que la paloma le trae noticias de que la inundación de la ilusión ha terminado. Dramatizado como una parábola escenificada, se dice que Noé extiende su mano y trae a la paloma dentro del arca con él. Esta es una bella y verdadera imaginería. En mi visión, la paloma descendía a través de lo que parecía ser agua cristalina. Parecía flotar usando sus alas como un cisne. Posándose sobre mi dedo extendido ella me colmó de besos mientras la visión llegaba a su fin.
Por ser cada uno la totalidad de Dios, cada uno personificará el perfecto espécimen arquetípico llamado Jesucristo. Perdidos en la confusión, no sabiendo que la humanidad es la encarnación, los hombres piensan que este espécimen arquetípico es el Dios encarnado. Sin embargo, el único gran mandamiento es: “Escucha, Oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es uno.” La palabra Israel significa “el hombre que gobierna” – no como un dios, sino como Dios, porque él sabe que él es Dios. Y la palabra traducida como “Señor” es YO SOY. Ahora déjame traducir esto para ti: Escucha, Oh hombre que gobierna como Dios, el YO SOY, nuestro “Yo soy” es un YO SOY. No somos un puñado de pequeños “Yo soys”. Nuestro “Yo soy” es el único YO SOY que es Dios Padre. Si esto es verdad, entonces Dios no puede ser dividido y la totalidad de él está donde quiera que tú estés, donde quiera que yo soy. ¡No hay él, ella o ellos en “Yo soy”!
Si tú aceptaras completamente esto, te liberarías. Puede que no veas inmediatamente el efecto de lo que has hecho en tu imaginación, pero debe venir, porque no hay otro creador que lo detenga. Todas las cosas son hechas a través de la consciencia, y sin ella no es hecho nada de lo que es hecho. Es la imaginación la que proclama: “Yo mato y yo hago vivir, yo hiero y yo sano. Yo formo la luz y creo la oscuridad. Yo formo el mal y hago el bien, la prosperidad y la desgracia, y no hay otro.”
Cuando los jesuitas hablan de Satanás, los demonios y diablos, es porque ellos no conocen el mayor mandamiento. Todos los diez mandamientos están basados en el negativo “tú no harás”, excepto uno, que es: “Ama a tu padre y a tu madre.” El mandamiento encontrado en el 6º capítulo del Deuteronomio, con diez palabras, contiene todos los Diez Mandamientos en una presentación enteramente diferente, como: “Escucha, Oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es uno.”
Tal vez no puedas aceptar mis palabras ahora. Quizás sientas la necesidad de culpar a otro – de tener un chivo expiatorio y creer que la causa es algo que comiste o bebiste – ¿pero por qué lo hiciste? ¿Qué causó que hicieras exactamente lo que hiciste? ¡Una perturbación en ti! La tormenta en ti causó que la glándula estuviera en desorden. La glándula no puede ser la causa de tu trastorno, pero tu sueño puede serlo. El mundo, no conociendo la causa exclusiva, tratará de encontrar algo en el exterior. ¡Pero no hay causa secundaria!
Recibí una carta esta semana de una señora que compartió este sueño auto-revelador diciendo: “Yo estoy en un lugar totalmente desprovisto de comodidades. No hay cortinas en las ventanas o alfombras en el suelo. Mis hijos – con monos limpios – están sentados en sillas de espalda recta contra una pared, mientras mis hijas – con largos vestidos de algodón almidonados – están enfrente. Con mucho aspecto de los niños cuáqueros de aquí, mis hijos parecen estar sin emoción, sin sentimientos o capacidades creativas. ¡Estamos esperando al padre! Un muchacho entra con un mensaje diciendo que el trabajo que tenía que hacerse en los niños está acabado, y por lo tanto el padre no va a regresar. “Entonces la escena cambia y estamos en la casa de una granja. Yo miro por la ventana para ver los campos de granos dorados maduros para la cosecha. Mi hijo mayor, ahora radiantemente feliz, entra corriendo en la casa exclamando que, por primera vez, él ha creado por si mismo. Su entrada fue como mágica, transformando la habitación, mientras todos mis hijos comenzaron a utilizar sus talentos – creando, riendo, animados y vivos. Antes, como autómatas, ellos sólo habían obedecido al padre ejecutando su voluntad, pero ahora que su trabajo ha terminado, él se ha retirado, y ellos se han convertido en creadores en si mismos.
Qué bella experiencia. Ella vio el mundo en forma de miniatura. La retirada del padre es recogida como su muerte. Él nos dice: “A menos que Yo muera vosotros no podéis vivir, pero si Yo muero me levantaré otra vez y vosotros conmigo. Un momento y no me veréis más, otro momento y me veréis como vosotros mismos.” Habiéndose retirado para habitar dentro, es desde ahí desde donde tú te mueves, y no desde fuera. Todo lo que Yo – el padre – soy, tú sabrás que tú mismo lo eres. Si Dios es el Padre de toda vida, entonces tú eres el Padre. Si él es un creador, tú eres un creador. Todo lo que Dios es, tú sabrás que tú mismo lo eres.
Ahora, Dios sale del desierto con señales y maravillas. La señal más destacada es la de la serpiente ardiente, pues todo el que la ve, vive. Cuando tu viaje fuera de Egipto comienza, la serpiente ardiente es liberada mientras la cortina es rasgada de arriba a abajo y todas las rocas son escindidas. Tú estás destinado a cumplir las escrituras y, como yo, sabrás por experiencia personal que eres Dios Padre. Yo he compartido mis visiones contigo, diciéndote cuán cierta y maravillosa es la historia de las escrituras realmente y que hay sólo un camino de salvación. Aunque se han escrito innumerables volúmenes dándote muchos caminos de redención, hay sólo uno. Yo soy el camino, y no hay otro camino.
Mateo cuenta la historia de su despertar de una forma dramática. Clamando “ellos” le despertaron, diciendo: “Señor, perecemos, sálvanos.” Es el viento sobrenatural el que te despierta, y tú eres su causa. Despertando dentro de tu barca (tu arca) la dejas atrás cuando entras en un mundo enteramente diferente como Dios Padre. Habiendo impuesto intencionadamente la restricción de la muerte sobre ti mismo, sabiendo que tú tenías el poder y la sabiduría para vencerla, te acostaste y te quedaste dormido en el arca. Y cuando el momento se cumple, despiertas dentro de ese arca, sales, y presencias el simbolismo de tu nacimiento desde arriba. Unos meses después cumples el Salmo 89 cuando encuentras a David y tu memoria regresa.
En el Libro de Samuel, Saul (el rey demente) hace una promesa, a cualquiera que derribe la gigante oposición a Israel, de que él liberaría a su padre. (Esto es hecho descubriendo al padre del hijo) Así, Saul pide a David que identifique a su padre, y David dice: “Yo soy el hijo de Jesse, el YO SOY.” Así, el padre es liberado cuando David derriba al gigante, que – en tu sueño de muerte – se te opone, y tu memoria regresa en cuanto a quién eres tú realmente.
Aunque respondo a un nombre terrenal y firmo mis cheques con él, ¡yo sé quién soy! Puedo decirte quién soy con la esperanza de que me creas, pero en verdad, yo me estoy dirigiendo sólo a mí mismo, pues yo soy en ti y tú eres en mí y somos uno. Cada uno tendrá la misma experiencia y al final todos regresaremos al único cuerpo, único Espíritu, único Señor y único Dios y Padre. Todos nosotros regresaremos de la victoriosa marcha a través de la muerte como el mismo Dios, pero expandidos más allá de nuestros sueños más locos a causa de esta excursión de la mente a un mundo de muerte que parecía tan definitivo. Yo no puedo prometerte que, si tú aceptas esto al cien por cien, no tendrás un dolor de cabeza mañana, o el jefe no te despedirá. Pero si tú aceptas esto, sabrás que tu jefe no tenía elección en la materia. Sabrás que tú causaste el despido. Tal vez tus sueños trascendían tu limitado puesto actual en ese negocio, y sólo siendo despedido podían ellos realizarse.
Un día yo fui despedido de J.C. Penney Co. Después de haber estado trabajando durante un año y medio, manejando el ascensor y siendo su chico de los recados, ganando 22 $ a la semana y pagando 5 $ de alquiler, no lo podía entender cuando me dejaron ir. Pero mis sueños, mis deseos, trascendían mi puesto ahí, de modo que tenían que hacer lo que hicieron a fin de que mis deseos se realizaran. Créeme, tú eres la causa de los fenómenos de tu vida – sean buenos, malos o indiferentes. Si para ti las noticias son desagradables, tú eres el soñador de esa tormenta desagradable. Pero vendrá el día en que despiertes para descubrir que la tormenta ha terminado. Que hay sólo una causa, ¡y esa es la consciencia! Yo sé que es más fácil dar consejo y mostrar a la otra persona dónde está equivocada que reconocer que ella sólo está reflejando lo equivocado en ti. Es difícil de aceptar el concepto de que el mundo está dando testimonio de tus pensamientos, pero es verdad. Si no te gusta algo o alguien, no lo mires a él o a ellos; mira dentro al que está causando la imagen.
Hay sólo un Dios, una causa de toda vida. Él no sólo está por encima de todo y a través de todo; está en todo. La individualidad universalmente difusa está en cada uno de nosotros en su plenitud. Habitando en cada individuo corporalmente, el padre duerme hasta que la tormenta cesa. Entonces despierta y reprende a la tormenta que él creó durante su sueño, y hay una gran calma. Si aceptaras esto como tu filosofía de vida, y no te volvieras a la izquierda o a la derecha, sino que afirmaras que solamente tú eres el responsable de los fenómenos de tu vida, encontrarías mucho más fácil vivir. Pero si, a veces, la vida parece demasiado difícil de soportar, y tú encuentras una causa secundaria, has creado un demonio. Los demonios y los satanases están formados de la indisposición de los hombres para asumir la responsabilidad de su vida. Ver otro otro que uno mismo es construir una imagen dorada. Pedir a un cura perdón. Llamarle padre, a pesar de que se nos dijo no llamar a ningún hombre en la tierra padre. Viéndolo como una autoridad, el hombre se prostituye siguiendo a una falsa imagen artificial.
Así, ¿qué es lo que la libertad vale para ti? Si te detienes sin alcanzar lo último, no quieres realmente la libertad. Si fueras esclavo, ¿qué no estarías dispuesto a dar de lo que tienes – en su totalidad – para liberarte? ¿Crees realmente que hay un solo Dios, que está en ti en su totalidad, y su nombre es “Yo soy”? Créelo, aunque hayas olvidado quién eres, dónde estás o que tienes un hijo; un día el viento te despertará durante una tormenta, y mientras sales del arca la tormenta se abatirá. Entonces la memoria regresará, cuando el que siempre ha sido tu hijo esté ante ti y te llame padre, cuando las escrituras se desplieguen en el interior; y entonces sabrás que la historia eterna estuvo siempre ahí. Fue un libro sellado hasta ser desplegado desde el interior.
Deja que el mundo permanezca en la tormenta si ellos quieren, pero si tú aceptas mis palabras te liberarás de cualquier causa secundaria, y tú que has estado causando tu tormenta encontrarás la paz y serás verdaderamente liberado.
Ahora entremos en el silencio.
Traducido
por Javier Encina
La
conferencia original en inglés es FREEDOM
(Neville Goddard 10-28-1968)
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