Unas
palabras del editor del libro:
Hojeando
la copia de Neville de este libro, me encontré una foto de él en
uniforme del ejército, insertada como marcador de lectura. Estaba
fechada en 1943 y, por detrás, llevaba su propia dedicatoria
indicando que éste era el soldado mencionado en la primera historia
(pág. 89).
[Nótese
también que Neville a menudo contaba esta misma historia en sus
conferencias como la suya propia.]
HISTORIA
DE UN CASO REAL 1
“Esta
es una historia con la que estoy personalmente familiarizado con cada
detalle de la misma.
En
la primavera de 1943 un soldado recientemente llamado a filas fue
destinado a un gran campamento militar en Louisiana. Él estaba
intensamente ansioso por salirse del ejército, pero sólo de una
manera totalmente honorable.
La
única manera de hacerlo era solicitando un licenciamiento. La
solicitud entonces requería la aprobación de su oficial al mando
para hacerse efectiva. Según las normas del ejército, la decisión
del oficial al mando era definitiva y no podía ser apelada. El
soldado, siguiendo todo el procedimiento necesario, solicitó su
licenciamiento. Al cabo de cuatro horas esta solicitud fue devuelta –
marcada como 'denegada'. Convencido de que no podría apelar la
decisión de ninguna autoridad superior, militar o civil, se volvió
hacia dentro a su propia consciencia, determinado a confiar en la ley
de la asunción.
El
soldado se dio cuenta de que su consciencia era la única realidad,
que su estado particular de conciencia determinaba los eventos que se
encontraría.
Esa
noche, en el intervalo entre meterse en la cama y quedarse dormido,
él se concentró de manera consciente usando la ley de la asunción.
En la
imaginación
se sintió a sí mismo estando en su propio apartamento de Nueva
York. Visualizó su apartamento, es decir, en el ojo de su mente él
efectivamente veía su propio apartamento, representándose
mentalmente cada una de las habitaciones familiares con todo el
mobiliario de una manera vívidamente real.
Con
este cuadro [mental] claramente visualizado, y acostado sobre su
espalda, él físicamente se relajó por completo. De esta manera
indujo un estado bordeando el sueño, conservando al mismo tiempo el
control de la dirección de su atención. Cuando su cuerpo estuvo
completamente inmovilizado, asumió
que él se encontraba en su propia habitación y se sintió estando
acostado en su propia cama – una sensación muy diferente a la de
estar acostado en un catre del ejército. En la imaginación se
levantó de la cama, caminó de habitación en habitación tocando
varias piezas del mobiliario. Luego fue a la ventana y con las manos
apoyadas en el alféizar miró hacia afuera a la calle que daba a su
apartamento. Tan
vívido era todo esto en su imaginación
que el veía en detalle el pavimento, las barandillas, los árboles y
el ladrillo rojo familiar del edificio del lado opuesto de la calle.
Luego regresó a su cama y se sintió quedándose dormido. Él sabía
que eso era lo más importante en el uso exitoso de esta ley: que
justo en el momento de quedarse dormido su consciencia estuviera
llena con la asunción de que él ya era lo que quería ser. Todo lo
que hizo en la imaginación estaba basado en la asunción de que él
ya no estaba en el ejército. Noche tras noche el soldado
representaba este drama. Noche tras noche en la imaginación él se
sentía estando licenciado de manera honorable y de vuelta en su casa
viendo todos los entornos familiares y quedándose dormido en su
propia cama.
Esto
continuó durante ocho noches. Durante ocho días su experiencia
objetiva
siguió siendo directamente opuesta a la experiencia subjetiva
que él llevaba a cabo en su consciencia cada noche, antes de irse a
dormir. Al noveno
día,
órdenes llegaron a través del cuartel general del batallón para el
soldado con el fin de que rellenara una nueva solicitud para su
licenciamiento. Poco después de que hiciera esto se le ordenó
presentarse en la oficina del Coronel. Mientras estaban hablando el
Coronel le preguntó si todavía deseaba salirse del ejército. Al
recibir una respuesta afirmativa, el Coronel dijo que él
personalmente no estaba de acuerdo, y que aunque tenía fuertes
objeciones para aprobar el licenciamiento, había decidido pasar por
alto estas objeciones y aprobarlo. A las pocas horas la solicitud fue
aprobada y el soldado, ahora un civil, se encontraba en un tren rumbo
a casa.”
Curiosidades: Aquí (en 1943) Neville tenía 38 años y con esa edad sentía que era demasiado mayor para convertirse en soldado, además de que tenía una esposa y una hija de las que hacerse cargo. Una de las consecuencias de su breve estadía y entrenamiento en el ejército fue que recibió la plena ciudadanía estadounidense, hasta ahora había sido ciudadano británico.
Curiosidades: Aquí (en 1943) Neville tenía 38 años y con esa edad sentía que era demasiado mayor para convertirse en soldado, además de que tenía una esposa y una hija de las que hacerse cargo. Una de las consecuencias de su breve estadía y entrenamiento en el ejército fue que recibió la plena ciudadanía estadounidense, hasta ahora había sido ciudadano británico.
Traducido
por Manu LDA
Tomado
del libro THE
POWER OF AWARENESS, capítulo 23, pág. 89, Neville Goddard (1952)
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