11.
NAVIDAD
“He
aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su
nombre Emanuel, que traducido quiere decir: Dios con nosotros.”
[Mateo 1:23]
Una
de las afirmaciones más controvertidas del Nuevo Testamento tiene
que ver con la concepción virginal y posterior nacimiento de Jesús,
una concepción en la que el hombre no tomó parte. Está recogido
que una virgen concibió un hijo sin la ayuda de ningún hombre,
luego en secreto y sin esfuerzo dio a luz a su concepción. Esta es
la fundación sobre la que se asienta toda la Cristiandad.
Al
mundo cristiano se le pide creer esta historia, porque el hombre debe
creer lo increíble para expresar plenamente la grandeza que él es.
Científicamente,
el hombre podría estar inclinado a descartar la Biblia entera como
falsa porque su razón no le permitiría creer que el nacimiento
virginal es fisiológicamente posible, pero la Biblia es un mensaje
del alma y debe ser interpretada psicológicamente si el hombre va a
descubrir su verdadera simbología. El hombre debe ver esta historia
como un drama psicológico en vez de como una afirmación de un hecho
histórico. Al hacerlo así, descubrirá que la Biblia está basada
en una ley que si uno se la auto-aplica dará lugar a una expresión
manifiesta que trascenderá sus sueños más descabellados de
realización. Para aplicar esta ley de auto-expresión, el hombre
debe ser educado en la creencia y disciplinado para estar de pie
sobre el estrado de que “todas las cosas son posibles para Dios”.
[Mateo 19:26; Marcos 9:23, 10:27, 14:36; Lucas 18:27; Hechos 8:37]
Las
fechas dramáticas destacadas del Nuevo Testamento, a saber, el
nacimiento, muerte y resurrección de Jesús, fueron sincronizadas y
fechadas para que coincidieran con ciertos fenómenos astronómicos.
Los místicos que recogieron esta historia observaron que en ciertas
estaciones del año cambios benéficos en la tierra coincidían con
cambios astronómicos de arriba. Al escribir este drama psicológico
ellos han personificado la historia del alma como la biografía del
hombre. Usando estos cambios cósmicos, han marcado el nacimiento y
resurrección de Jesús para transmitir que los mismos cambios
benéficos tienen lugar psicológicamente en la conciencia del hombre
cuando él sigue la ley.
Incluso
para aquellos que no logran entenderla, la historia de la Navidad es
una de las más bellas historias jamás contadas. Cuando se expone a
la luz de su simbología mística, se revela como el verdadero
nacimiento de cada manifestación del mundo.
Este
nacimiento virginal está registrado como habiendo tenido lugar el 25
de diciembre o, como ciertas sociedades secretas lo celebran, el día
de Nochebuena, a medianoche del 24 de diciembre. Los místicos
establecieron esta fecha para conmemorar el nacimiento de Jesús
porque estaba en consonancia con los grandes beneficios terrenales
que este cambio astronómico representa.
Las
observaciones astronómicas que inspiraron a los autores de este
drama a usar estas fechas se hicieron todas en el hemisferio norte;
por lo que desde un punto de vista astronómico lo contrario sería
cierto si fueran vistas desde las latitudes sureñas. Sin embargo,
esta historia se registró en el norte y, por lo tanto, está basada
en la observación septentrional.
El
hombre descubrió muy pronto que el sol juega un papel sumamente
importante en su vida, que sin el sol la vida física como la conocía
no podría existir. Así que estas fechas más importantes en la
historia de la vida de Jesús están basadas en la posición del sol
como es vista desde la tierra en las latitudes norteñas.
Después
de que el sol alcanza su punto más alto en el cielo en junio,
gradualmente desciende hacia el sur, llevándose con él la vida del
mundo vegetal de modo que para diciembre casi la totalidad de la
naturaleza ha sido silenciada. De continuar el sol descendiendo hacia
el sur, toda la naturaleza se aquietaría hasta la muerte. Sin
embargo, el 25 de diciembre, el sol comienza su gran desplazamiento
hacia el norte, trayendo consigo la promesa de salvación y vida
nueva para el mundo. Cada día, cuando el sol se eleva a lo más alto
en el cielo, el hombre gana confianza en ser salvado de la muerte por
frío y hambre, pues él sabe que a medida que se mueve hacia el
norte y cruza el ecuador toda la naturaleza se levantará de nuevo,
será resucitada de su largo sueño invernal.
Nuestro
día se mide desde la medianoche hasta la medianoche, y, desde que el
día visible comienza en el este y termina en el oeste; los antiguos
decían que el día nació de esa constelación que ocupaba el
horizonte oriental (del este) a medianoche. En la víspera de
Navidad, o medianoche del 24 de diciembre, la constelación de Virgo
se levanta en el horizonte oriental. De modo que está recogido que
este hijo y salvador del mundo nació de una virgen. También está
recogido que esta madre virgen estaba viajando en medio de la noche,
que se detuvo en una posada y se le dio la única estancia disponible
entre los animales, y allí en un pesebre, donde los animales comían,
los pastores encontraron al Santo Niño.
Los
animales con los que la Santa Virgen estaba hospedada son los
animales sagrados del zodiaco. Allí, en ese círculo en constante
movimiento de los animales astronómicos, se encuentra la Santa
Madre, Virgo, y allí podrás verla cada medianoche del 24 de
diciembre, parada en el horizonte oriental cuando el sol y salvador
del mundo comienza su viaje hacia el norte.
Psicológicamente,
este nacimiento tiene lugar en el hombre el día en que el hombre
descubre que su conciencia es el sol y salvador de su mundo. Cuando
el hombre conoce el significado de esta afirmación mística, “Yo
soy la luz del mundo” [Mateo 5:14; Juan 8:12], se da cuenta de que
su YO SOY, o la conciencia, es el sol de su vida, sol que irradia
imágenes sobre la pantalla del espacio. Estas imágenes son a
semejanza de lo que él, como hombre, es consciente de ser. En
consecuencia, las cualidades y atributos que parecen moverse sobre la
pantalla de su mundo son en realidad proyecciones de esta luz desde
su interior.
Las
innumerables esperanzas y ambiciones irrealizadas del hombre son las
semillas que están enterradas dentro de la conciencia o útero
virginal del hombre. Allí permanecen como las semillas de la tierra,
sostenidas en el desierto congelado del invierno, esperando a que el
sol se mueva hacia el norte o a que el hombre regrese al conocimiento
de quién es él. Cuando regresa, él se mueve hacia el norte a
través del reconocimiento de su verdadero ser al afirmar, “YO SOY
la luz del mundo”.
Cuando
el hombre descubre que su conciencia o YO SOY es Dios, el salvador de
su mundo, él es ahora como el sol en su paso por el norte. Todos los
impulsos y ambiciones ocultos serán entonces calentados y
estimulados hacia el nacimiento por este conocimiento de su verdadero
ser. Él afirmará que es lo que hasta ahora esperaba ser. Sin la
ayuda de ningún hombre, se definirá como lo que desea expresar.
Descubrirá que su YO SOY es la virgen concibiendo sin la ayuda del
hombre, que todas las concepciones de sí mismo, cuando son sentidas
y fijadas en la conciencia, se encarnarán fácilmente como
realidades vivas en su mundo.
El
hombre un día se dará cuenta de que todo este drama tiene lugar en
su conciencia, que su conciencia no condicionada o YO SOY es la
Virgen María deseando expresar, que a través de esta ley de
auto-expresión él se define como lo que desea expresar y que sin la
ayuda o cooperación de nadie expresará lo que conscientemente ha
afirmado y definido de sí mismo ser. Él entonces entenderá: por
qué la Navidad se fijó el 25 de diciembre, mientras que la Pascua
es una fecha movible; por qué toda la Cristiandad descansa sobre la
concepción virginal; que su conciencia es el vientre de la virgen o
novia del Señor que recibe impresiones como auto-impregnaciones y
luego sin asistencia encarna estas impresiones como las expresiones
de su vida.
Traducido
por Manu Anderson
Tomado
del libro YOUR
FAITH IS YOUR FORTUNE, capítulo 11 “Christmas”, Neville Goddard
(1941)
© Todos los derechos reservados
© Todos los derechos reservados
Muchas gracias Manu..
ResponderEliminarGracias, Me gusto este enfoque sobre la Navidad y razonamientos que no conocia.
ResponderEliminarGracias, Me gusto este enfoque sobre la Navidad y razonamientos que no conocia.
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarGracias
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