~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


miércoles, 1 de diciembre de 2010

CRÉELO EN TU INTERIOR (Neville - 6 de octubre de 1969)

Neville Goddard (6 de octubre de 1969)


CRÉELO EN TU INTERIOR



La realidad objetiva de este mundo es producida solamente por la imaginación humana, en la que todas las cosas existen. Esta noche espero enseñarte a cómo apropiarte subjetivamente de eso que ya existe en ti, y convertirlo en un hecho objetivo. Tu vida no es más que la representación externa de tu actividad imaginaria, pues tu imaginación se cumple en lo que tu vida llega a ser.

El último año que Robert Frost estuvo con nosotros, fue entrevistado por la revista
LIFE y dijo: “Nuestros padres fundadores no creyeron en el futuro, lo creyeron en su interior”. Esto es verdad. Habiendo roto con Inglaterra, nuestros padres fundadores podrían haber establecido su propia realeza aquí haciendo rey a uno de ellos, perpetuando de este modo una familia real. Podrían haber elegido una forma de dictadura, pero se pusieron de acuerdo en imaginar una forma de gobierno que no había sido probada desde la época de los Griegos. La democracia es la forma de gobierno más difícil del mundo, sin embargo nuestros padres fundadores acordaron creerla en su interior. Sabían que podría tener lugar, porque conocían el poder de la creencia – el poder que espero enseñarte que eres, esta noche.

Decir: “Voy a ser rico”, no va a hacer que suceda; debes creer en la riqueza afirmando en tu interior: “Soy rico”. Debes creer en el tiempo presente, porque el poder activo creativo que eres, es Dios. Él es tu conciencia, y Dios solamente actúa y es. Su nombre por siempre y para siempre es “YO SOY”, por lo tanto, él no puede decir: “Yo seré rico” o “Yo era rico” sino “¡Yo Soy rico!”. Afirma lo que quieres ser consciente del aquí y ahora, y – aunque tu mente racional y tus sentidos lo nieguen – si lo asumes con sentimiento, tu actividad interna, establecida y perpetuada, se objetivará en el mundo exterior – que no es más que tu actividad imaginaria objetivada. Intentar cambiar las circunstancias de tu vida antes de que cambies su actividad imaginaria, es esforzarse en vano. Esto lo sé por experiencia. Yo tenía un amigo que odiaba a Roosevelt y él quería cambiarle. Cada mañana mientras se afeitaba, mi amigo regañaba a Roosevelt. Encontraba una gran alegría y satisfacción en esta rutina diaria, pero a pesar de todo no podía entender por qué Roosevelt permanecía igual. Pero te digo, si quieres que alguien cambie, debes cambiar tu actividad imaginaria, porque es la única y sola causa de tu vida. Y puedes creer cualquier cosa dentro de ti si no aceptas los hechos que te dictan tus sentidos; pues nada es imposible de imaginar, y la imaginación – persistida en tu interior y creída – creará su propia realidad.

Ahora, todas las cosas existen en Dios, y él existe en ti y tú existes en él. Tu cuerpo eterno es la imaginación humana, y eso es Dios mismo. Tu imaginación es, en efecto, un cuerpo en el que todas las cosas están contenidas. Cuando imaginas, la cosa misma sale de ese cuerpo divino, Jehová. La historia de Jesús es un maravilloso misterio que no puede ser resuelto hasta que descubras, desde la experiencia, que él es tu propia maravillosa imaginación humana.

Se nos dijo que Dios habla al hombre en un sueño y se revela a sí mismo en una visión. Ahora, la visión es un sueño despierto como esta habitación, mientras que un sueño ocurre cuando no estás completamente despierto. Hace unos años esta visión fue mía: Fui llevado en espíritu a una de las primeras mansiones en la 5ta Avenida de Nueva York a comienzos de siglo. Cuando entré, vi que tres generaciones estaban presentes y escuché al hombre mayor hablándoles del secreto de su abuelo a los demás. Estas son sus palabras: “El abuelo solía decir, mientras estaba de pie en un solar vacío: 'Recuerdo cuando esto era un solar vacío.' Y entonces describiría una representación verbal de lo que él quería construir allí. Lo veía vívidamente en el ojo de su mente mientras hablaba, y con el tiempo se estableció. Fue por la vida de esa manera, realizando objetivamente lo que primero había afirmado subjetivamente.”

Te digo: todo en tu mundo externo fue primero apropiado subjetivamente, no me importa lo que sea. El deseo puede ser tu solar vacío en el que puedes hallarte, recordando cuando lo que ahora tienes era sólo un deseo. Si ahora digo: “Recuerdo cuando di una conferencia en el
Woman's Club de Los Ángeles” estoy dando a entender que yo ya no estoy allí y que estoy donde quiero estar. Recordando cuando eras pobre, te he sacado de la pobreza y te he puesto en la comodidad. Puedo recordar cuando estabas enfermo, al sacarte de la enfermedad y colocarte en el estado de salud. Si recuerdo cuando eras desconocido, eso implica que ahora eres conocido. Cambiando mi recuerdo de la imagen de ti, puedo ahora recordar cuando tú, con toda tu fama y fortuna, eras desconocido y no tenías dinero. Ese era el secreto del éxito del abuelo.

Esto es lo que aprendí en la visión. No dejes de lado este pensamiento pues me vino en una visión. En el 12º capítulo del Libro de los Números se dice que Dios habla al hombre por medio de los sueños y se da a conocer a través de la visión. Si Dios se te da a conocer a través de la visión y te habla en el sueño, ¿qué es más importante que recordar tus sueños y visiones? No puedes comparar el diario de la mañana o cualquier libro que puedas leer, con tu visión de la noche, pues esa es una instrucción de la profundidad de ti mismo.

Dios en ti te habla en un sueño, como lo hizo conmigo cuando me llevó en un viaje en el tiempo a esa mansión hermosamente personalizada en el cambio de siglo. Como espíritu, era invisible a los presentes, pero oía más claramente que ellos, y comprendía las palabras más gráficamente que ellos, porque tenían sus millones; ¿y quién le va a decir a alguien que ya tiene millones cómo obtenerlos? Me introduje en su entorno para conocer su historia, con el fin de compartirla con los que querrán oír y creer mis palabras y luego probarlas.

Esto no quiere decir que, sólo porque has escuchado mi visión vas a disfrutar de la riqueza; debes aplicar lo que has escuchado y recordar cuándo. Si dijeras: “Recuerdo cuando no podía permitirme el lujo de gastar 400 dólares al mes para el alquiler”, estás dando a entender que bien puedes permitírtelo ahora. Las palabras: “Recuerdo cuando era un esfuerzo vivir con mi sueldo mensual”, implica que has trascendido esa limitación. Puedes colocarte en cualquier estado recordando cuándo. Puedes recordar cuando tu amiga expresó su deseo de casarse. Recordando cuando estaba soltera, te estás persuadiendo (convenciendo) de que tu amiga ya no está en ese estado, ya que la has movido de un estado a otro.
 

Cuando digo que todas las cosas existen en la imaginación humana, me refiero a infinitos estados [de conciencia]; pues todo lo que sería posible de experimentar por ti ahora, existe en ti como un estado del que tú eres su poder operante. Sólo tú puedes hacer que un estado cobre vida. Tienes que entrar en un estado y animarlo a fin de que se plasme (manifieste) en tu mundo. Puedes luego volver a dormirte y creer que el hecho objetivo es más real que su estado subjetivo al cual has entrado; pero te puedo decir: todos los estados existen en la imaginación. Cuando un estado es penetrado subjetivamente, se vuelve objetivo en tu mundo vegetativo, donde tendrá muchos altibajos y desaparecerá; pero su forma eterna permanecerá para siempre, y puede ser reanimado y traído de vuelta a la existencia a través de la semilla del pensamiento contemplativo. Así que te digo: la cosa más creativa en ti es entrar en un estado y creerlo existente.

Ahora, la causalidad es el ensamblaje de estados mentales, que al suceder crea aquello que el ensamblaje implica. Digamos que tengo dos amigos que sentirían empatía conmigo (no confundir con simpatizar) si escucharan mis buenas noticias. Los pongo juntos y escucho (todo en mi imaginación) como hablan de mí y de lo que ha sucedido en mi vida. Siendo verdaderos amigos, escucho sus palabras de alegría y veo su felicidad reflejada en sus caras. Luego me permito hacerme visible a ellos y sentir su apretón de manos y su abrazo mientras acepto sus felicitaciones como un hecho. Ahora he ensamblado un estado mental, que al ocurrir, creó aquello que el ensamblaje implicaba; por lo tanto soy su causa. Mientras camino, creyendo firmemente en la realidad de lo que he hecho, y que ese acto imaginario se convierte en un hecho, puedo cuestionarme sobre la forma en que ocurrió. Entonces, recordando mi acto imaginario diría: “Lo hice”. Si lo hice, entonces ¿no lo hizo Dios? Sí, porque Dios y yo somos el único “YO SOY”.

¿Vas a seguir creyendo que hay otro en el exterior? ¿O vas a creer la gran confesión de fe, que te insto a aceptar? Es el gran Shemá: “Escucha, oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es Uno”. Si el Señor es uno no puede ser dos; por lo tanto, si su nombre es YO SOY y tú dices “YO SOY”, debes ser uno con el Señor que trajo el mundo a la existencia.

Escucha estas palabras: “Por medio de la fe entendemos que el mundo fue creado por la palabra de Dios, de modo que las cosas que son vistas fueron hechas de cosas que no se veían”. Aquí vemos que la palabra de Dios es una actividad imaginaria que, unida a la fe, creó el mundo. Y la fe no es más que la apropiación subjetiva de una esperanza objetiva. Ahora, cuando hablas de tu deseo conmigo, no puedes ver mi acto imaginario relativo a ti. Si me dices que necesitas un trabajo y yo acepto ese pensamiento, cuando pienso en ti recuerdo tu necesidad. Pero si cambié tus palabras y te escuché decirme que amabas tu trabajo, podría recordar cuando necesitabas uno; porque ahora mi banco de memoria contiene el hecho de que tú tienes un trabajo que te gusta mucho. Y cuando nos reunamos otra vez me dirás que lo tienes y estarás sólo trayendo la confirmación de mi acto creativo imaginario.

Ahora, si la imaginación trabaja de esta manera y se prueba a sí misma en el ensayo una y otra vez, ¿qué importa lo que el mundo piense? No te cuesta nada intentarlo y el cambio que producirá para ti en la vida será muy significante. Inténtalo, porque lo demostrarás en la ejecución.

Esto puede estar en conflicto con lo que crees que Dios es. Tal vez todavía necesitas que sea alguien en el exterior, de modo que hay dos [yoes] de ti y no uno. Está bien si es así, pero te digo: Dios no se convirtió en ti para que hubiérais tú y Dios. Se convirtió en ti, para que pudieras llegar a ser Dios. Si Dios se convirtió en ti, su nombre debe estar en ti, y lo está; porque si te pregunto algo, debes primero estar consciente de la pregunta antes de que puedas responder, y tu conciencia es Dios.

Puedes no ser consciente de quien eres, de donde te encuentras o de lo que eres; pero sabes que existes. Consciente de lo que tus sentidos y razón dictan, puedes creer que estás limitado, que eres indeseado, ignorado y maltratado; y tu mundo confirma tu creencia en tu actividad imaginaria. Y si no sabes que tu conciencia está causando este maltrato, culparás a todos menos a ti; sin embargo te digo que la única causa de los fenómenos de la vida es una actividad imaginaria. No hay ninguna otra causa.

Si crees en los horrores del mundo tal como te son dados en el diario y en la televisión, tu creencia causa que los horrores continúen. Al creer las noticias de una escasez, comprarás lo que no necesitas aceptando ciegamente la presión de perpetuar una actividad imaginaria que te mantiene asustado. A lo largo de las escrituras se te dice que no dejes que se turbe tu corazón, que no te preocupes y que no temas. Si el miedo pudiera ser eliminado, no habría ninguna necesidad de psicólogos o psiquiatras. Es un montón de tonterías de todos modos. Cada día esta rama de la medicina cambia sus conceptos y siempre están en conflicto con respecto a como es la actitud del hombre hacia la vida.

Te digo: el vasto mundo entero está en tu imaginación humana ahora, y puedes producir de ella cualquier deseo creyéndolo existente.

En primer lugar, debes saber lo que quieres, luego crea una imagen [en tu imaginación] que lo cumpla. ¿Sabrían tus amigos lo que es y hablarían de ello? Imagina que están contigo ahora hablando de tu deseo cumplido. Podrías estar en un cóctel o en la cena de una fiesta que se está dando en tu honor. O tal vez es un pequeño encuentro mientras tomáis el té. ¡Crea una escena en el ojo de tu mente y cree en su realidad en tu interior! Ese estado invisible producirá el estado objetivo que deseas, pues toda realidad objetiva está producida solamente por la imaginación.

La ropa que ahora llevas puesta fue primero imaginada. La silla en la que estás sentado, la habitación que te rodea – no hay ninguna cosa aquí que no fuera primero imaginada; así que puedes ver que la imaginación crea la realidad. Si no lo crees, estás perdido en un mundo de confusión.

No hay ficción. Lo que hoy es ficción mañana será un hecho. Un libro escrito hoy como una historia ficticia sale de la imaginación de quien lo escribió, y se convertirá en un hecho en el mañana. Si tienes una buena memoria o un buen sistema de investigación, puedes encontrar los hechos de hoy. No todos los hechos se registran, porque no todos los pensamientos se escriben; sin embargo todas las personas imaginan. Un hombre que se sienta injustamente encarcelado y desee vengarse alborotará el mundo, porque todas las cosas por ley divina se mezclan con los demás seres. No puedes detener la fuerza que viene de alguien que está imaginando, porque detrás de la máscara que lleva, tú y él sois uno. Empieza ahora a tomar conciencia de lo que estás pensando, porque tal como piensas, imaginas. Sólo entonces puedes dirigir un buen rumbo hacia tu objetivo definido. Sin embargo, si pierdes de vista ese objetivo, puedes y serás movido por los aparentes otros seres. Pero si mantienes tu mente centrada en la conciencia de permanecer [enfocado] en tu meta, no puedes fallar.

El final de tu viaje es donde empieza tu viaje. Cuando me dices lo que quieres, no trates de decirme ni el medio ni la manera necesarios para conseguirlo, porque ni tú ni yo los conocemos. Sólo dime lo que quieres para que yo pueda oírte decirme que lo tienes. Si intentas decirme cómo se va a cumplir tu deseo, primero debo borrar ese pensamiento antes de que pueda reemplazarlo con lo que quieres ser. El hombre insiste en hablar de sus problemas. Parece disfrutar al contarlos una y otra vez y no puede creer que lo único que necesita hacer es formular su deseo claramente. Si crees que la imaginación crea la realidad, nunca te permitirás preocuparte por tus problemas, pues te darás cuenta de que al hacerlo los perpetúas aún más.

Así que te digo: lo más importante que puedes hacer es creer existente una cosa, al igual que nuestros padres fundadores hicieron. No tenían ningún ejemplo actual de democracia. Existió en Grecia hace siglos, pero falló porque los griegos cambiaron su actividad imaginaria. Podríamos hacer eso también. No pienses ni por un segundo que tenemos que continuar como una democracia. Podríamos estar bajo una dictadura dentro de veinticuatro horas, pues todo es posible. Si te gusta la democracia, debes estar constantemente vigilante para mantener vivos sus conceptos dentro de ti. Es la forma más difícil de gobierno. Un hombre puede expresar su opinión y organizar una protesta aquí, pero en otras formas de gobierno no podría hacer eso. Si quieres disfrutar de la libertad de una democracia, debes mantenerla viva siendo consciente de ella.

Ahora, si mantienes (sigues) esta ley, no tienes que transmitir lo que quieres; simplemente asumes que lo tienes, pues, a pesar de que tu mente racional y tus sentidos externos lo nieguen, si persistes en tu asunción tu deseo se convertirá en tu realidad. No hay límite para tu poder de creencia, y todas las cosas son posibles para el que cree. Sólo imagina qué enorme poder es ése. No tienes que ser agradable, bueno o sabio, porque cualquier cosa es posible para ti cuando crees que lo que estás imaginando es cierto. Ése es el camino hacia el éxito.

Creo que cualquier hombre que haya tenido éxito en la empresa de su vida ha vivido como si fuera exitoso. Viviendo en ese estado, él puede nombrar a aquellos que le ayudaron en la consecución de su éxito; y puede negar que siempre estuvo consciente del éxito, pero su conciencia forzó la ayuda que recibió.

Creer existente tu deseo es ejercer el maravilloso poder creativo que eres. Se nos dijo en el primer Salmo: “Bendito el hombre que se deleita en la ley del Señor. En todo lo que hace, prospera.” Esta ley, como se explica en el Sermón de la Montaña, es psicológica. “Habéis oído que se dijo antiguamente, no has de cometer adulterio, pero yo os digo, cualquiera que desee a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. Aquí descubrimos que no es suficiente con frenar el impulso en el exterior. ¡Se comete adulterio en el momento en que se piensa el deseo!

Sabiendo lo que quieres, llévate hacia ello, pues el acto fue cometido en el querer. La fe debe ser añadida ahora, pues sin fe es imposible agradar a Dios. ¿Puedes imaginar un estado y sentir que tu acto imaginario es ahora un hecho? No te cuesta nada imaginar; de hecho estás imaginando a cada momento del tiempo, pero no conscientemente. Pero puedo decirte: si usas tu poder creativo imaginando que un deseo ya está cumplido, cuando lo consigas, las circunstancias parecerán tan naturales que será fácil negar que tu imaginación tuvo algo que ver con ello, y puedes fácilmente creer que hubiera ocurrido de todos modos. Pero si lo haces, habrás vuelto a dormirte otra vez.

Primero de todo, la mayoría de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de nuestra propia cosecha cuando nos confronta. Y si recordamos que una vez lo imaginamos, la razón nos dirá que habría ocurrido de todos modos. La razón te recordará que conociste a un hombre (aparentemente por accidente) en una fiesta que estaba interesado en hacer dinero. Cuando escuchó tu idea, te envió a ver a su amigo, y mira lo que sucedió – así que realmente, hubiera sucedido de todos modos. Entonces, por supuesto, es fácil ignorar la ley, pero “Bendito es el hombre que se deleita en la ley del Señor. En todo lo que hace prospera”.

No olvides la ley mientras estés viviendo en el mundo del César, y aplícala sabiamente; pero recuerda que no estás justificado por su uso. La justificación viene a través de la fe. Debes tener fe en la increíble historia en la que Dios prometió manifestarse de ti, ¡como tú! Esta es la promesa de Dios para todos, y a todos se les pide que la crean.

No es lo que eres sino lo que le confías a Dios hacer, eso es lo que te salva. Y en la medida en que confíes en Dios para que te salve, serás salvado. Pero él nos ha dado una ley psicológica para amortiguar los inevitables golpes de la vida. La ley es simple: “Como siembres, así cosecharás”. Es la ley de igual engendra igual. Como imagines, así será tu vida. Sabiendo lo que quieres, asume la sensación que sería tuya si lo tuvieras. Persiste en esa sensación, y de una manera que no conoces ni podrías concebir, tu deseo se convertirá en un hecho. El abuelo hizo su fortuna estando en un solar vacío y diciéndose para sí mismo: “Recuerdo cuando esto era un solar vacío”. Entonces él describiría una hermosa representación verbal de la construcción que deseaba [ver establecida] allí. Esta es una técnica maravillosa. Puedes recordar cuando estabas enfermo, eras desconocido, pobre o un fracasado. Recordando cuando eras, implica que ya no eres eso, y tu poder está en su implicación.

Usa la ley y te llevará de éxito en éxito según como concibas lo que el éxito es. En lo que a mí concierne, el éxito es cumplir la promesa, y no puedes hacer eso a través de la ley. La promesa se cumple a través de la fe. ¿Te estás manteniendo fiel a la fe? Examínate para ver si lo estás. Te he contado una historia eterna. Créela pero no la cambies. La historia es ésta: Dios se convirtió en ti para que tú puedas convertirte en Dios. Usa la ley para amortiguar los golpes mientras Dios mantiene su promesa; y entonces un día, cuando tu viaje haya terminado, dirás: “En tus manos encomiendo mi espíritu. Tú me has redimido, oh Señor, Dios fiel”. Este es el clamor en la cruz. Encomienda tu espíritu a tu acto imaginario, relájate y quédate dormido sabiendo que su redención está asegurada. Entonces cuando menos lo esperes, Dios te demostrará que te ha redimido a través de despertar en ti, como tú. Luego nacerás, no de la sangre ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Manu LDA
La
conferencia original en inglés es BELIEVE IT IN (Neville Goddard 10-6-1969)