Neville
Goddard (22 de noviembre de 1966)
OCUPANTE
O RECLUSO
El tema de esta noche es "Ocupante o recluso".
Un ocupante estableció el título de la propiedad habitando en ella y es libre de ir y venir como elija. Un recluso está confinado. Sea una cárcel o un asilo, el recluso está restringido por ley, sin embargo es tan libre como el ocupante, pero él no lo sabe.
Ahora bien, Cristo es lo que quiere decir Dios por hombre, y si tú sabes quién es Cristo, entonces sabrás que Cristo es lo que quiere decir Hombre por Dios. "Cristo en vosotros es la esperanza de gloria; por lo tanto, hagamos al hombre a nuestra imagen, como Cristo es la imagen del Dios invisible." Así Cristo, tu propia maravillosa imaginación humana, es lo que quiere decir Dios por Hombre, y cuando el hombre habla de Dios él está hablando de su propia maravillosa imaginación humana, vinculándolos al decir: Dios es el Hombre y el Hombre es Dios. Son verdaderamente uno, pues Dios es el Hombre infinito y el Hombre, confinado a sus sentidos, es Dios finito. Esta noche voy a tratar de mostrarte la diferencia entre los dos, y cómo ambos son libres, pero no lo saben.
En el comienzo del libro de Juan, Jesús es preguntado: "¿Dónde vives?" Y él responde: "Ven y ve." Ahora, si yo te invito a seguirme mientras me muevo hacia mi lugar de residencia, tú tendrías que moverte; así que habría movimiento. Nosotros estamos siempre habitando en y pensando desde un estado de conciencia. ¿Sabes dónde tú habitas? Es el lugar (el estado) al que tú conscientemente regresas. Ese es tu lugar de residencia. Una señora me llama una y otra vez diciéndome que a la gente de su oficina no le gusta ella. Ella se va a otro trabajo y llama otra vez para decir que la gente en esta oficina se han vuelto en su contra. Al encontrar otro trabajo se repitió la misma historia. Cuando le pregunto cómo sabe ella que no les gusta, me dice que se ponen en un rincón y cuchichean sobre ella. Ella está tan convencida de que esto es cierto, que va de trabajo en trabajo encontrando sólo a aquellos a quienes ella le disgusta, y aunque yo le digo que el mundo es todo imaginación, ella no puede creerlo. Pero yo te digo: el mundo de fuera, que parece verdaderamente tan real, es un mundo de imaginación. Imagínate que la gente está contra ti, que están constantemente hablando de ti, y tú irás de un trabajo a otro y verás las mismas experiencias repetirse; pues la gente está sólo personificando tus pensamientos. ¿Entonces dónde estás habitando? Esta noche yo quiero mostrarte cómo moverte, cómo ocupar un estado y no ser su recluso.
Cada estado, independientemente de lo que sea, está esperando ocupación. La gran tragedia del mundo es la construcción perpetua, la ocupación aplazada. Construye tu estado soñado en el ojo de tu mente e independientemente de lo que el mundo te pueda decir díte a tí mismo: "Puede ser." Puedes no tener el bagaje educativo, no estar en el círculo social adecuado, no tener los fondos necesarios para cumplir tu deseo, pero si te mueves al estado y lo ocupas, en tu imaginación, pensando desde su cumplimiento, el mundo personificará tus pensamientos y objetivará el estado que tú has ocupado.
Ahora escuchad estas palabras de Mateo 10. "No penséis que vine a traer paz a la tierra. No vine a traer paz, sino una espada para poner a un hombre contra su padre, a una hija contra su madre y a una nuera contra su suegra, pues los enemigos del hombre son los de su propia hogar." Estas palabras son eternamente ciertas. Tú no tienes otro enemigo que ese de tu propio hogar. Tu padre, madre, hija, nuera o suegra no son tu hogar, ellos son tus íntimos. Tu hogar es tu imaginación, donde todos tus enemigos viven. Personificados como tus compañeros de trabajo, vecinos, aquellos que encuentras durante el día, los ladrones que te roban la cartera, su vida está en ti. Tus pensamientos son tus enemigos, pues el mundo es tus pensamientos expulsados.
Puedo deciros lo maravilloso que es recibir vuestras cartas, que yo pueda compartir vuestros sueños y experiencias con los demás. Compartiré una carta con vosotros ahora. Esta señora escribe: "Debido a una larga enfermedad, empecé a sentirme insegura, así que me fui a la cama asumiendo que ahora estoy muy segura. Esa noche soñé que estaba con un niño pequeño y una mujer mayor. Al ver algo que él deseaba, el niño empezó a quejarse, diciendo que era demasiado caro y que costaría 250.000 dólares. Yo le dije que no se preocupara porque él ya tenía miles de millones de dólares. Cuando empezamos a salir, la señora se resistió diciendo que fuera estaba demasiado oscuro, pero yo le dije que estaría bien porque yo tenía una luz. Mientras yo hablaba la pared se abrió y nos movimos a otra habitación llena de una maravillosa luz azul.”
"Luego unos días después, soñé que estaba en un campo de trigo cosechado donde quedaban algunos tallos. Entonces vi a tres búfalos que venían hacia mí y, aunque yo no tenía miedo de ellos, me escondí, y cuando estaba escondida, me desperté."
En el capítulo 14 y 15 del Deuteronomio se nos dice: "Cuando recojas tu cosecha en el campo, no pongas bozal al buey, sino permítele coger lo que quiera. Después de la cosecha no regreses por una gavilla olvidada, sino déjala para el transeúnte, el huérfano y la viuda. Y si acaso vareas los olivos, no vuelvas a pasar por las ramas otra vez, sino déjalas para el transeúnte, el huérfano y la viuda. No coseches hasta el final, sino deja algo y recuerda que tú fuiste una vez un esclavo en Egipto."
El tres, en las Escrituras, representa la resurrección. "Al tercer día la tierra surgió de las profundidades." El búfalo, como el buey, come lo que ve y lo que necesita que tú estés dispuesto a dejarle para que ellos se alimenten, como el símbolo del forastero, el huérfano y la viuda. Mi padre terrenal tomó esa historia del Deuteronomio hasta tal punto que él nunca terminaba su plato en casa. Cuando tenía todo lo que deseaba él llenaba su plato una vez más, tomaba un pequeño bocado y dejaba el resto para los sirvientes. Mi madre había instruido a los sirvientes para que no comieran de los platos de la mesa, sino de todo lo que quedaba en los platos, así que mi padre se aseguraba de que tuvieran una comida completa de su plato cada vez. Hacía lo mismo en Nueva York, y yo no podía convencerlo de que los camareros no la tocarían. Él dejaba comida para el transeúnte, se la comieran o no. Ese era mi padre terrenal.
Y así era con la señora en su sueño. Dejó los granos para el transeúnte y aquellos que pudieran necesitarlo, recordando cuando ella era una esclava en la tierra de Egipto. Así que puedo decirle, tú estás teniendo sueños bíblicos, y cuando estos sueños aparecen tú, Dios dormido, estás cerca del desarrollo de Cristo. Pues Cristo es lo que quiere decir Dios por Hombre, y Cristo despierto es lo que Hombre despierto quiere decir por Dios.
Cuando Cristo (la imaginación) comienza a agitarse en ti, sal del todo y abandónate completamente a un estado. Determina si hundirte o nadar, atrévete a moverte de un estado a otro. Hace muchos años Blake me mostró cómo moverse, cómo ver al Hombre infinito como uno. Diciéndome que me dejara ir y cayera hacia atrás, yo caí, igual que he hecho desde un alto trampolín a una piscina, pero esta vez caí a través del espacio interestelar, y cuando vine a descansar vi a un ser celestial en la distancia. Al principio apareció como un solo Hombre cuyo corazón era como un rubí llameante. Cuando me acerqué vi que este corazón llameante contenía a toda la humanidad, a todas las naciones, a todas las razas. Cada ser en el mundo estaba contenido en el corazón del Hombre. Así es como aprendí a moverme de un estado a otro. Simplemente déjate ir y caer hacia atrás a otro estado... desde uno que no es querido a otro que es querido.
Ahora, otra señora escribe diciendo: "En mi sueño, me encontré con una escena tras otra, cada una cambiando a medida que me acercaba. Podía ver la escena y conforme yo pensaba, la escena se reorganizaba para plasmar mis pensamientos. Entonces me di cuenta de que yo era la causa de su cambio. Ahora me doy cuenta de que incluso mientras estoy soñando estoy haciendo." Llena de alegría, porque ella había recordado el principio de la revisión mientras soñaba, se sentó a la mesa de desayuno que tenía café, cuando oyó una voz dentro decirle: "Muévete al estado de amor." Entonces la habitación empezó a retroceder y se sintió caer hacia atrás. La sensación era tan grande que ella rompió la sensación y la habitación volvió a la normalidad una vez más. Ella lamentó su acción inmediatamente, pero confesó: "Ahora sé cómo moverme."
Si tú sabes cómo moverte, eres libre. Así que ¿estás ocupando tu estado actual o eres su recluso? Si eres su ocupante, puedes moverte y ser otro del que eres ahora. Pero debes estar dispuesto a quedarte dormido en el estado deseado y llevarlo al sueño donde se vuelve natural. Luego, habitando en ese nuevo estado de conciencia día tras día, el mundo recogerá la atmósfera de tu sueño y lo cumplirá. No le pidas a nadie que te ayude; sólo ocupa tu estado deseado, a sabiendas, no sin saberlo como antes. Blake lo vio tan claramente diciendo: "Yo no considero que el justo o el malvado estén en un estado supremo, sino que están cada uno de ellos en estados del sueño en que el alma puede caer en su sueño mortal de bien y mal." Ahora, Blake nunca usaba una palabra de una manera laxa. Cuando hablaba de caer en, él quería decir exactamente eso. Deseando ver al Hombre único que contiene todo, él me dijo que cayera hacia atrás, y lo hice.
Todo el mundo puede hacerlo. Nadie es menos que otro. Cristo en TI es la esperanza de gloria. No Cristo en unos pocos elegidos, sino Cristo en TODOS, pues Cristo es lo que quiere decir Dios por hombre. ¿No se nos dijo que diéramos a luz a Cristo? ¿Que él permanece con nosotros en la labor hasta que Cristo sea formado en nosotros? Cuando Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen", él estaba diciendo: "Hagamos al Hombre que es Cristo"; pues Cristo es el Hombre y cuando el Hombre sabe quién es Cristo, él sabe que son uno. Dios se hizo Hombre para que el Hombre pueda hacerse Dios. No somos una cosita, sino Cristo, y podemos ser todo lo que queramos ser si ocupamos un estado y no somos su recluso.
En la edición del 18 de noviembre de la revista Time, el portavoz oficial del Vaticano decía: "Las enseñanzas de la Iglesia Católica deben ser consideradas como ciertas y cada vez que cambien, es sólo un cambio de un estado de certeza a otro estado de certeza." Ahora, ¿no estamos viviendo en el País de las Maravillas de Alicia? Todo lo que tú haces es cambiar de un estado de certeza a otro estado de certeza. Puedo decirte: la verdad no puede contradecirse a si misma. Si es ahora falso, fue siempre falso. En el capítulo 8 de Corintios leemos las palabras: "El alimento no te encomendará a Dios. Tú no eres mejor si comes, ni peor si no lo haces." Sin embargo, durante 1.100 años, la doctrina de no comer carne en Viernes fue una certeza, inspirada por alguien a quien la carne posiblemente le desagradaba; pero debido a que él hablaba como si hubiera recibido la información de lo alto, nadie se atrevió a romperla. Ahora, al actual Papa indudablemente le gusta comer carne, así que cambió de un estado de certeza a otro estado de certeza. Ahora, si esto no es Alicia a Través del Espejo no sé lo que es. ¿No dijo el Sombrerero Loco: "Las palabras que yo digo significan lo que yo quiero que signifiquen" y procedió a dar nuevos significados a las palabras? Pero yo te digo: la verdad no puede contradecirse a sí misma. Si no era verdad cuando se registró, no fue nunca verdad, y si fue verdad entonces, siempre será verdad.
Cristo se define a si mismo como la verdad y Cristo es tu propia maravillosa imaginación humana. Con él todas las cosas son posibles. No importa lo que el mundo te diga, si sabes quién es Cristo, nada es imposible para ti. Si te sientes seguro o inseguro, amado o no amado, conocido o desconocido, es sólo un estado cuyo ocupante es Cristo. Él toma el estado de seguridad en sí mismo y lo lleva como un ropaje, sabiendo que él lo hará vivo. Ese poder está en ti, ansioso por hacer tu voluntad. Deliberadamente muévete al estado de ser conocido, de ser próspero o famoso cayendo en él. Vístete con ese estado, pues tú eres Cristo. No hay nada más que Dios en este mundo y Cristo es lo que quiere decir Dios por hombre.
Hecho a imagen de Dios, Cristo está EN ti. Nunca lo encontrarás afuera. Cuando ves a Cristo, te estás viendo a ti mismo. Ese día tú no perderás tu identidad, sino que verás un estado de belleza, majestad, grandeza y fuerza. Cada característica noble en el mundo será encarnada en ese estado que tú reconocerás como tú mismo. Cuando veas a tu Hijo él se parecerá exactamente a ti, pero elevado a un nivel más alto de majestad. Mirándote a tí mismo ves a Cristo. Esto lo sé por experiencia.
Todo aquí en la tierra no es más que una caricatura del ser que tú realmente eres. Pero mientras estemos llevando estas máscaras podemos aplicar este maravilloso principio, no sólo para nosotros mismos, sino para todo el mundo. La señora que llama me dice que ella nunca hace lo que yo le pido. "Señor, ¿cuánto tiempo, cuánto tiempo Oh Señor debo perdonar a mi hermano? Setenta veces siete." Yo debo seguir poniendo a la señora en el estado de ser querida y amada hasta que ella permanezca ahí, aunque tenga que hacerlo setenta veces siete. Nunca puedo rendirme, nunca volver la espalda y descartar a nadie como sin esperanza. Nada está sin esperanza a menos que tú renuncies a la esperanza. No los perdones 490 veces, sino hasta que hayas sido efectivamente testigo del cambio. Cuando realmente consigas ponerla en el estado en que esté su lugar de residencia y ella lo ocupe, el mundo lo reflejará. Entonces y sólo entonces puedo relajarme, pues ella ha vuelto a mí. Dios es uno, así que no puede haber ella y yo, ya que eso harían dos, así que ella, que soy yo mismo extendido, vuelve a mí. Yo lo haré y lo haré y lo haré, incluso si el teléfono suena cada día, hasta que ella ocupe el estado que ella desea.
Sí, somos suficientemente humanos para decir: ¡Oh Señor, ¿cuándo permanecerán en el estado en que yo los he puesto? Pero continua haciéndolo; es bueno para ti. Lo haces una y otra vez hasta que de pronto se fija y permanecen ahí. Y recuerda, cada uno es tú mismo hecho visible, así que no puedes descartar a ningún ser en este mundo. Nadie se puede perder, porque tu Padre está en todos. Él está en mí y por lo tanto no me puede perder. Si no estuviera en mí y sólo en ti, entonces él podría descartarme, pero no puede, porque él habita en mí. Y él habita en ti, por tanto no puede descartarte, y debido a que él es uno, llevamos uno la carga de otro. Ayuda a todo el mundo que lo pida. Incluso si los resultados no son inmediatos y las cosas parecen sin esperanza recuerda, nada está desesperado, es sólo un estado como lo es cada cosa en este mundo.
Y cuando ves los estados eternos te quedas asombrado pues, por extraño que parezca, son todos humanos. Cada estado que he visto está personificado. La esperanza, el amor, la fe, todos personificados.
Así que esta noche tómame en serio. Ocupa un estado. No te conviertas en su recluso. Llevas una vestimenta de muerte, y mientras estés aquí estás enraizado en el infierno; aspira al cielo y florece en la tierra mientras todo el drama de Dios se desarrolla dentro de ti. Luego, la vestimenta se retira, la carga se elimina y eres liberado sabiendo que estoy en el mundo, pero no soy de él. Así que confía, yo he vencido al mundo.
En el mundo tienes aflicción, pues estás enraizado en el infierno, la región del miedo; pero aspiras al cielo, el reino de la esperanza de que el sueño de Dios de hacerte a su imagen tenga éxito; los dos están casados produciendo una visión que se desarrolla dentro de ti como una flor cuando las Escrituras se cumplan.
El mundo está hecho de estados, todos estados del alma, que a veces hacen el papel del necio, otras veces del más sabio de los hombres, pero ningún ojo mortal puede ver al ocupante del estado; sólo la vestimenta que lleva. Ningún ojo mortal puede ver la vestimenta que yo llevo, pues es el cuerpo del Cristo resucitado. Yo soy ahora uno con Cristo y Cristo es Dios y no hay nada sino Dios; por lo tanto no hay nada sino Cristo. Fundido con ese Cuerpo Resucitado, eres uno para siempre con el cuerpo de amor; sin embargo caminas por la tierra como un hombre mortal, hasta que cada pequeño brote se desarrolle.
Así que esta noche aprende cómo moverte. No se necesita tiempo para moverse de un estado a otro, sólo la voluntad de dejarse ir. No puedes servir a dos señores. O me crees, o no. O estás conmigo, o contra mí. Quema tus puentes y abandónate completamente a la persona que quieres ser. La razón no puede comprender, por tanto dirá que no puede ser. La razón nunca encontrará a Cristo, pues Cristo viene sólo a través de la revelación.
Nunca te avergüences de tener miedo, pues ¿quién no ha tenido miedo en este mundo? ¿Qué persona puede decirme que no ha tenido miedo de ir al infierno? ¿No se nos dijo que Cristo descendió a los infiernos? Pero él aspiraba al cielo y esa es su esperanza. Las tres grandes virtudes en el mundo son fe, esperanza y amor. La mayor es el amor, pues cuando todo florece no hay nada sino el amor que lo hizo todo. A pesar de todo el horror, el amor fue la guía, pues no hay nada sino amor. Así que al final nadie será más grande que el otro, porque no hay otro, hay sólo uno, y ese uno es Dios.
Intenta esta sencilla técnica de caer hacia atrás, pero sabe a dónde estás yendo. Simplemente déjate ir y caer en el estado de seguridad. Permanece ahí hasta que se sienta natural, entonces te encontrarás regresando a él a menudo, mientras se vuelve cada vez más cómodo. Y el estado al que más constantemente regresas constituye tu lugar de residencia.
Recuerda, todo permanece tal como está a menos que tú lo muevas. Esta habitación permanecerá como está hasta que tú te muevas; pero si te mueves lo más mínimo, la habitación, aunque siga siendo la misma, se verá diferente. El mundo está terminado, sin embargo se ve tan diferente cuando se contempla desde otro estado de conciencia. Nadie es más grande o más importante que tú. Ellos son sólo un estado, y muchos de ellos ni siquiera lo saben. De hecho, la mayoría de ellos no saben nada de lo que tú has oído esta noche. Eres bienaventurado porque has oído lo que se te ha dicho, "Gracias Padre, que escondiste estas cosas de los sabios y los necios y las revelaste a los pequeños, pues de los tales es tu beneplácito."
Nunca encontrarás a Cristo en los libros científicos, pero sabrás de él a través de oirlo de alguien que ha experimentado quién es él, y tú lo crees o no. Si tú me crees puedes ponerme a prueba. Lord Lindsay dijo una vez a los que vinieron a él, "Ustedes ministros están cometiendo un error. En vuestro púlpito estáis discutiendo por el cristianismo y nadie quiere escuchar vuestro argumento. Ustedes deberían ser testigos. ¿Esto funciona? Entonces compartidlo con el resto de nosotros." Él estaba hablando de este nivel de moverse de estado a estado, no de la promesa, pues eso viene cuando el árbol comienza a florecer. Florece en la tierra, pero hasta que la promesa se desarrolle, comparte tus experiencias de moverte para que todos puedan disfrutar de la libertad y la prosperidad del mundo.
Esta noche espero que oigas lo suficiente para querer probarlo. Trata de caer en un estado y permanecer ahí hasta que se sienta natural. Se siente natural ir a casa esta noche y te sentirás relajado cuando llegues. He estado viviendo en mi casa desde hace siete años y, no importa dónde vaya, siempre se siente tan bien estar en casa de nuevo. Ahora, muévete a un estado y quédate ahí hasta que te sientas igual de cómodo en él como en tu casa. Podrías no sentirte en casa en un lugar suntuoso, pero si permanecieras ahí el tiempo suficiente, empezarías a sentirte como en casa, pues te acostumbrarás a él y no sentirás su extrañeza nunca más.
Elige, esta noche, dónde te gustaría vivir, pues el mundo es tuyo y cada estado dentro de él. Depende totalmente de ti donde vivas.
Ahora entremos en el silencio.
El tema de esta noche es "Ocupante o recluso".
Un ocupante estableció el título de la propiedad habitando en ella y es libre de ir y venir como elija. Un recluso está confinado. Sea una cárcel o un asilo, el recluso está restringido por ley, sin embargo es tan libre como el ocupante, pero él no lo sabe.
Ahora bien, Cristo es lo que quiere decir Dios por hombre, y si tú sabes quién es Cristo, entonces sabrás que Cristo es lo que quiere decir Hombre por Dios. "Cristo en vosotros es la esperanza de gloria; por lo tanto, hagamos al hombre a nuestra imagen, como Cristo es la imagen del Dios invisible." Así Cristo, tu propia maravillosa imaginación humana, es lo que quiere decir Dios por Hombre, y cuando el hombre habla de Dios él está hablando de su propia maravillosa imaginación humana, vinculándolos al decir: Dios es el Hombre y el Hombre es Dios. Son verdaderamente uno, pues Dios es el Hombre infinito y el Hombre, confinado a sus sentidos, es Dios finito. Esta noche voy a tratar de mostrarte la diferencia entre los dos, y cómo ambos son libres, pero no lo saben.
En el comienzo del libro de Juan, Jesús es preguntado: "¿Dónde vives?" Y él responde: "Ven y ve." Ahora, si yo te invito a seguirme mientras me muevo hacia mi lugar de residencia, tú tendrías que moverte; así que habría movimiento. Nosotros estamos siempre habitando en y pensando desde un estado de conciencia. ¿Sabes dónde tú habitas? Es el lugar (el estado) al que tú conscientemente regresas. Ese es tu lugar de residencia. Una señora me llama una y otra vez diciéndome que a la gente de su oficina no le gusta ella. Ella se va a otro trabajo y llama otra vez para decir que la gente en esta oficina se han vuelto en su contra. Al encontrar otro trabajo se repitió la misma historia. Cuando le pregunto cómo sabe ella que no les gusta, me dice que se ponen en un rincón y cuchichean sobre ella. Ella está tan convencida de que esto es cierto, que va de trabajo en trabajo encontrando sólo a aquellos a quienes ella le disgusta, y aunque yo le digo que el mundo es todo imaginación, ella no puede creerlo. Pero yo te digo: el mundo de fuera, que parece verdaderamente tan real, es un mundo de imaginación. Imagínate que la gente está contra ti, que están constantemente hablando de ti, y tú irás de un trabajo a otro y verás las mismas experiencias repetirse; pues la gente está sólo personificando tus pensamientos. ¿Entonces dónde estás habitando? Esta noche yo quiero mostrarte cómo moverte, cómo ocupar un estado y no ser su recluso.
Cada estado, independientemente de lo que sea, está esperando ocupación. La gran tragedia del mundo es la construcción perpetua, la ocupación aplazada. Construye tu estado soñado en el ojo de tu mente e independientemente de lo que el mundo te pueda decir díte a tí mismo: "Puede ser." Puedes no tener el bagaje educativo, no estar en el círculo social adecuado, no tener los fondos necesarios para cumplir tu deseo, pero si te mueves al estado y lo ocupas, en tu imaginación, pensando desde su cumplimiento, el mundo personificará tus pensamientos y objetivará el estado que tú has ocupado.
Ahora escuchad estas palabras de Mateo 10. "No penséis que vine a traer paz a la tierra. No vine a traer paz, sino una espada para poner a un hombre contra su padre, a una hija contra su madre y a una nuera contra su suegra, pues los enemigos del hombre son los de su propia hogar." Estas palabras son eternamente ciertas. Tú no tienes otro enemigo que ese de tu propio hogar. Tu padre, madre, hija, nuera o suegra no son tu hogar, ellos son tus íntimos. Tu hogar es tu imaginación, donde todos tus enemigos viven. Personificados como tus compañeros de trabajo, vecinos, aquellos que encuentras durante el día, los ladrones que te roban la cartera, su vida está en ti. Tus pensamientos son tus enemigos, pues el mundo es tus pensamientos expulsados.
Puedo deciros lo maravilloso que es recibir vuestras cartas, que yo pueda compartir vuestros sueños y experiencias con los demás. Compartiré una carta con vosotros ahora. Esta señora escribe: "Debido a una larga enfermedad, empecé a sentirme insegura, así que me fui a la cama asumiendo que ahora estoy muy segura. Esa noche soñé que estaba con un niño pequeño y una mujer mayor. Al ver algo que él deseaba, el niño empezó a quejarse, diciendo que era demasiado caro y que costaría 250.000 dólares. Yo le dije que no se preocupara porque él ya tenía miles de millones de dólares. Cuando empezamos a salir, la señora se resistió diciendo que fuera estaba demasiado oscuro, pero yo le dije que estaría bien porque yo tenía una luz. Mientras yo hablaba la pared se abrió y nos movimos a otra habitación llena de una maravillosa luz azul.”
"Luego unos días después, soñé que estaba en un campo de trigo cosechado donde quedaban algunos tallos. Entonces vi a tres búfalos que venían hacia mí y, aunque yo no tenía miedo de ellos, me escondí, y cuando estaba escondida, me desperté."
En el capítulo 14 y 15 del Deuteronomio se nos dice: "Cuando recojas tu cosecha en el campo, no pongas bozal al buey, sino permítele coger lo que quiera. Después de la cosecha no regreses por una gavilla olvidada, sino déjala para el transeúnte, el huérfano y la viuda. Y si acaso vareas los olivos, no vuelvas a pasar por las ramas otra vez, sino déjalas para el transeúnte, el huérfano y la viuda. No coseches hasta el final, sino deja algo y recuerda que tú fuiste una vez un esclavo en Egipto."
El tres, en las Escrituras, representa la resurrección. "Al tercer día la tierra surgió de las profundidades." El búfalo, como el buey, come lo que ve y lo que necesita que tú estés dispuesto a dejarle para que ellos se alimenten, como el símbolo del forastero, el huérfano y la viuda. Mi padre terrenal tomó esa historia del Deuteronomio hasta tal punto que él nunca terminaba su plato en casa. Cuando tenía todo lo que deseaba él llenaba su plato una vez más, tomaba un pequeño bocado y dejaba el resto para los sirvientes. Mi madre había instruido a los sirvientes para que no comieran de los platos de la mesa, sino de todo lo que quedaba en los platos, así que mi padre se aseguraba de que tuvieran una comida completa de su plato cada vez. Hacía lo mismo en Nueva York, y yo no podía convencerlo de que los camareros no la tocarían. Él dejaba comida para el transeúnte, se la comieran o no. Ese era mi padre terrenal.
Y así era con la señora en su sueño. Dejó los granos para el transeúnte y aquellos que pudieran necesitarlo, recordando cuando ella era una esclava en la tierra de Egipto. Así que puedo decirle, tú estás teniendo sueños bíblicos, y cuando estos sueños aparecen tú, Dios dormido, estás cerca del desarrollo de Cristo. Pues Cristo es lo que quiere decir Dios por Hombre, y Cristo despierto es lo que Hombre despierto quiere decir por Dios.
Cuando Cristo (la imaginación) comienza a agitarse en ti, sal del todo y abandónate completamente a un estado. Determina si hundirte o nadar, atrévete a moverte de un estado a otro. Hace muchos años Blake me mostró cómo moverse, cómo ver al Hombre infinito como uno. Diciéndome que me dejara ir y cayera hacia atrás, yo caí, igual que he hecho desde un alto trampolín a una piscina, pero esta vez caí a través del espacio interestelar, y cuando vine a descansar vi a un ser celestial en la distancia. Al principio apareció como un solo Hombre cuyo corazón era como un rubí llameante. Cuando me acerqué vi que este corazón llameante contenía a toda la humanidad, a todas las naciones, a todas las razas. Cada ser en el mundo estaba contenido en el corazón del Hombre. Así es como aprendí a moverme de un estado a otro. Simplemente déjate ir y caer hacia atrás a otro estado... desde uno que no es querido a otro que es querido.
Ahora, otra señora escribe diciendo: "En mi sueño, me encontré con una escena tras otra, cada una cambiando a medida que me acercaba. Podía ver la escena y conforme yo pensaba, la escena se reorganizaba para plasmar mis pensamientos. Entonces me di cuenta de que yo era la causa de su cambio. Ahora me doy cuenta de que incluso mientras estoy soñando estoy haciendo." Llena de alegría, porque ella había recordado el principio de la revisión mientras soñaba, se sentó a la mesa de desayuno que tenía café, cuando oyó una voz dentro decirle: "Muévete al estado de amor." Entonces la habitación empezó a retroceder y se sintió caer hacia atrás. La sensación era tan grande que ella rompió la sensación y la habitación volvió a la normalidad una vez más. Ella lamentó su acción inmediatamente, pero confesó: "Ahora sé cómo moverme."
Si tú sabes cómo moverte, eres libre. Así que ¿estás ocupando tu estado actual o eres su recluso? Si eres su ocupante, puedes moverte y ser otro del que eres ahora. Pero debes estar dispuesto a quedarte dormido en el estado deseado y llevarlo al sueño donde se vuelve natural. Luego, habitando en ese nuevo estado de conciencia día tras día, el mundo recogerá la atmósfera de tu sueño y lo cumplirá. No le pidas a nadie que te ayude; sólo ocupa tu estado deseado, a sabiendas, no sin saberlo como antes. Blake lo vio tan claramente diciendo: "Yo no considero que el justo o el malvado estén en un estado supremo, sino que están cada uno de ellos en estados del sueño en que el alma puede caer en su sueño mortal de bien y mal." Ahora, Blake nunca usaba una palabra de una manera laxa. Cuando hablaba de caer en, él quería decir exactamente eso. Deseando ver al Hombre único que contiene todo, él me dijo que cayera hacia atrás, y lo hice.
Todo el mundo puede hacerlo. Nadie es menos que otro. Cristo en TI es la esperanza de gloria. No Cristo en unos pocos elegidos, sino Cristo en TODOS, pues Cristo es lo que quiere decir Dios por hombre. ¿No se nos dijo que diéramos a luz a Cristo? ¿Que él permanece con nosotros en la labor hasta que Cristo sea formado en nosotros? Cuando Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen", él estaba diciendo: "Hagamos al Hombre que es Cristo"; pues Cristo es el Hombre y cuando el Hombre sabe quién es Cristo, él sabe que son uno. Dios se hizo Hombre para que el Hombre pueda hacerse Dios. No somos una cosita, sino Cristo, y podemos ser todo lo que queramos ser si ocupamos un estado y no somos su recluso.
En la edición del 18 de noviembre de la revista Time, el portavoz oficial del Vaticano decía: "Las enseñanzas de la Iglesia Católica deben ser consideradas como ciertas y cada vez que cambien, es sólo un cambio de un estado de certeza a otro estado de certeza." Ahora, ¿no estamos viviendo en el País de las Maravillas de Alicia? Todo lo que tú haces es cambiar de un estado de certeza a otro estado de certeza. Puedo decirte: la verdad no puede contradecirse a si misma. Si es ahora falso, fue siempre falso. En el capítulo 8 de Corintios leemos las palabras: "El alimento no te encomendará a Dios. Tú no eres mejor si comes, ni peor si no lo haces." Sin embargo, durante 1.100 años, la doctrina de no comer carne en Viernes fue una certeza, inspirada por alguien a quien la carne posiblemente le desagradaba; pero debido a que él hablaba como si hubiera recibido la información de lo alto, nadie se atrevió a romperla. Ahora, al actual Papa indudablemente le gusta comer carne, así que cambió de un estado de certeza a otro estado de certeza. Ahora, si esto no es Alicia a Través del Espejo no sé lo que es. ¿No dijo el Sombrerero Loco: "Las palabras que yo digo significan lo que yo quiero que signifiquen" y procedió a dar nuevos significados a las palabras? Pero yo te digo: la verdad no puede contradecirse a sí misma. Si no era verdad cuando se registró, no fue nunca verdad, y si fue verdad entonces, siempre será verdad.
Cristo se define a si mismo como la verdad y Cristo es tu propia maravillosa imaginación humana. Con él todas las cosas son posibles. No importa lo que el mundo te diga, si sabes quién es Cristo, nada es imposible para ti. Si te sientes seguro o inseguro, amado o no amado, conocido o desconocido, es sólo un estado cuyo ocupante es Cristo. Él toma el estado de seguridad en sí mismo y lo lleva como un ropaje, sabiendo que él lo hará vivo. Ese poder está en ti, ansioso por hacer tu voluntad. Deliberadamente muévete al estado de ser conocido, de ser próspero o famoso cayendo en él. Vístete con ese estado, pues tú eres Cristo. No hay nada más que Dios en este mundo y Cristo es lo que quiere decir Dios por hombre.
Hecho a imagen de Dios, Cristo está EN ti. Nunca lo encontrarás afuera. Cuando ves a Cristo, te estás viendo a ti mismo. Ese día tú no perderás tu identidad, sino que verás un estado de belleza, majestad, grandeza y fuerza. Cada característica noble en el mundo será encarnada en ese estado que tú reconocerás como tú mismo. Cuando veas a tu Hijo él se parecerá exactamente a ti, pero elevado a un nivel más alto de majestad. Mirándote a tí mismo ves a Cristo. Esto lo sé por experiencia.
Todo aquí en la tierra no es más que una caricatura del ser que tú realmente eres. Pero mientras estemos llevando estas máscaras podemos aplicar este maravilloso principio, no sólo para nosotros mismos, sino para todo el mundo. La señora que llama me dice que ella nunca hace lo que yo le pido. "Señor, ¿cuánto tiempo, cuánto tiempo Oh Señor debo perdonar a mi hermano? Setenta veces siete." Yo debo seguir poniendo a la señora en el estado de ser querida y amada hasta que ella permanezca ahí, aunque tenga que hacerlo setenta veces siete. Nunca puedo rendirme, nunca volver la espalda y descartar a nadie como sin esperanza. Nada está sin esperanza a menos que tú renuncies a la esperanza. No los perdones 490 veces, sino hasta que hayas sido efectivamente testigo del cambio. Cuando realmente consigas ponerla en el estado en que esté su lugar de residencia y ella lo ocupe, el mundo lo reflejará. Entonces y sólo entonces puedo relajarme, pues ella ha vuelto a mí. Dios es uno, así que no puede haber ella y yo, ya que eso harían dos, así que ella, que soy yo mismo extendido, vuelve a mí. Yo lo haré y lo haré y lo haré, incluso si el teléfono suena cada día, hasta que ella ocupe el estado que ella desea.
Sí, somos suficientemente humanos para decir: ¡Oh Señor, ¿cuándo permanecerán en el estado en que yo los he puesto? Pero continua haciéndolo; es bueno para ti. Lo haces una y otra vez hasta que de pronto se fija y permanecen ahí. Y recuerda, cada uno es tú mismo hecho visible, así que no puedes descartar a ningún ser en este mundo. Nadie se puede perder, porque tu Padre está en todos. Él está en mí y por lo tanto no me puede perder. Si no estuviera en mí y sólo en ti, entonces él podría descartarme, pero no puede, porque él habita en mí. Y él habita en ti, por tanto no puede descartarte, y debido a que él es uno, llevamos uno la carga de otro. Ayuda a todo el mundo que lo pida. Incluso si los resultados no son inmediatos y las cosas parecen sin esperanza recuerda, nada está desesperado, es sólo un estado como lo es cada cosa en este mundo.
Y cuando ves los estados eternos te quedas asombrado pues, por extraño que parezca, son todos humanos. Cada estado que he visto está personificado. La esperanza, el amor, la fe, todos personificados.
Así que esta noche tómame en serio. Ocupa un estado. No te conviertas en su recluso. Llevas una vestimenta de muerte, y mientras estés aquí estás enraizado en el infierno; aspira al cielo y florece en la tierra mientras todo el drama de Dios se desarrolla dentro de ti. Luego, la vestimenta se retira, la carga se elimina y eres liberado sabiendo que estoy en el mundo, pero no soy de él. Así que confía, yo he vencido al mundo.
En el mundo tienes aflicción, pues estás enraizado en el infierno, la región del miedo; pero aspiras al cielo, el reino de la esperanza de que el sueño de Dios de hacerte a su imagen tenga éxito; los dos están casados produciendo una visión que se desarrolla dentro de ti como una flor cuando las Escrituras se cumplan.
El mundo está hecho de estados, todos estados del alma, que a veces hacen el papel del necio, otras veces del más sabio de los hombres, pero ningún ojo mortal puede ver al ocupante del estado; sólo la vestimenta que lleva. Ningún ojo mortal puede ver la vestimenta que yo llevo, pues es el cuerpo del Cristo resucitado. Yo soy ahora uno con Cristo y Cristo es Dios y no hay nada sino Dios; por lo tanto no hay nada sino Cristo. Fundido con ese Cuerpo Resucitado, eres uno para siempre con el cuerpo de amor; sin embargo caminas por la tierra como un hombre mortal, hasta que cada pequeño brote se desarrolle.
Así que esta noche aprende cómo moverte. No se necesita tiempo para moverse de un estado a otro, sólo la voluntad de dejarse ir. No puedes servir a dos señores. O me crees, o no. O estás conmigo, o contra mí. Quema tus puentes y abandónate completamente a la persona que quieres ser. La razón no puede comprender, por tanto dirá que no puede ser. La razón nunca encontrará a Cristo, pues Cristo viene sólo a través de la revelación.
Nunca te avergüences de tener miedo, pues ¿quién no ha tenido miedo en este mundo? ¿Qué persona puede decirme que no ha tenido miedo de ir al infierno? ¿No se nos dijo que Cristo descendió a los infiernos? Pero él aspiraba al cielo y esa es su esperanza. Las tres grandes virtudes en el mundo son fe, esperanza y amor. La mayor es el amor, pues cuando todo florece no hay nada sino el amor que lo hizo todo. A pesar de todo el horror, el amor fue la guía, pues no hay nada sino amor. Así que al final nadie será más grande que el otro, porque no hay otro, hay sólo uno, y ese uno es Dios.
Intenta esta sencilla técnica de caer hacia atrás, pero sabe a dónde estás yendo. Simplemente déjate ir y caer en el estado de seguridad. Permanece ahí hasta que se sienta natural, entonces te encontrarás regresando a él a menudo, mientras se vuelve cada vez más cómodo. Y el estado al que más constantemente regresas constituye tu lugar de residencia.
Recuerda, todo permanece tal como está a menos que tú lo muevas. Esta habitación permanecerá como está hasta que tú te muevas; pero si te mueves lo más mínimo, la habitación, aunque siga siendo la misma, se verá diferente. El mundo está terminado, sin embargo se ve tan diferente cuando se contempla desde otro estado de conciencia. Nadie es más grande o más importante que tú. Ellos son sólo un estado, y muchos de ellos ni siquiera lo saben. De hecho, la mayoría de ellos no saben nada de lo que tú has oído esta noche. Eres bienaventurado porque has oído lo que se te ha dicho, "Gracias Padre, que escondiste estas cosas de los sabios y los necios y las revelaste a los pequeños, pues de los tales es tu beneplácito."
Nunca encontrarás a Cristo en los libros científicos, pero sabrás de él a través de oirlo de alguien que ha experimentado quién es él, y tú lo crees o no. Si tú me crees puedes ponerme a prueba. Lord Lindsay dijo una vez a los que vinieron a él, "Ustedes ministros están cometiendo un error. En vuestro púlpito estáis discutiendo por el cristianismo y nadie quiere escuchar vuestro argumento. Ustedes deberían ser testigos. ¿Esto funciona? Entonces compartidlo con el resto de nosotros." Él estaba hablando de este nivel de moverse de estado a estado, no de la promesa, pues eso viene cuando el árbol comienza a florecer. Florece en la tierra, pero hasta que la promesa se desarrolle, comparte tus experiencias de moverte para que todos puedan disfrutar de la libertad y la prosperidad del mundo.
Esta noche espero que oigas lo suficiente para querer probarlo. Trata de caer en un estado y permanecer ahí hasta que se sienta natural. Se siente natural ir a casa esta noche y te sentirás relajado cuando llegues. He estado viviendo en mi casa desde hace siete años y, no importa dónde vaya, siempre se siente tan bien estar en casa de nuevo. Ahora, muévete a un estado y quédate ahí hasta que te sientas igual de cómodo en él como en tu casa. Podrías no sentirte en casa en un lugar suntuoso, pero si permanecieras ahí el tiempo suficiente, empezarías a sentirte como en casa, pues te acostumbrarás a él y no sentirás su extrañeza nunca más.
Elige, esta noche, dónde te gustaría vivir, pues el mundo es tuyo y cada estado dentro de él. Depende totalmente de ti donde vivas.
Ahora entremos en el silencio.
Traducido
por Javier Encina
La
conferencia original en inglés es OCCUPANT OR INMATE (Neville
Goddard 11-22-1966)
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