~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


sábado, 25 de mayo de 2013

LA BIBLIA, TU BIOGRAFÍA (Neville - 5 de febrero de 1963)

Neville Goddard (5 de febrero de 1963)


LA BIBLIA, TU BIOGRAFÍA



Cuando te digo que la Biblia es tu biografía, estoy diciendo de hecho que tú eres Dios, y lo digo en serio. Se nos dice en el Salmo 82: “Yo digo, 'Vosotros sois dioses, hijos del Altísimo, todos vosotros; sin embargo, moriréis como hombres y caeréis como cualquier príncipe.'” Así que yo quiero decir exactamente lo que el salmista dijo: que vosotros sois dioses. Pero el hombre tiene tal concepto extraño de la palabra “Dios”.

El correo de esta mañana me trajo una carta. Yo no conozco a la señora – ella afirma que tiene ochenta y dos años. Ella decía: “Yo voy a devolver tu último libro, La Ley y la Promesa.” Ella no puede devolvérmelo a mí porque yo no se lo vendí. Ella puede haberlo devuelto a mi editor o a alguna tienda que le vendió el libro. Ella dijo: “Yo leí las 156 páginas, las cuarenta historias contadas sobre la promesa, y no se le da ningún crédito a Dios; ni uno que recibió la respuesta a sus oraciones le agradeció a Dios, y así que es un libro sin Dios.” Así que ella se lo va a devolver a alguien. No la critico. Ella tiene ochenta y dos años e indudablemente como mi propia madre y padre, que tenían conceptos extraños y maravillosos de Dios, pero Dios en el exterior de sí mismos. El Dios a quien ellos se referían estaba en el exterior, y ella, sin duda, se refería a un padre creador externo y ése es su Dios. Si ella siente de ese modo sobre ello tú no puedes culparla cuando ella lee esto, ya que yo los he juntado a los dos y he identificado a Dios con la imaginación humana. Identificando a los dos y haciéndolos uno, borré la visión que ha atormentado al hombre. Pues se nos dijo: “Todas las cosas fueron hechas por Él, y sin Él no se habría hecho nada de lo que fue hecho.” Entonces descubrimos que nosotros podríamos imaginarnos ser lo que queríamos ser y – permaneciendo fieles, permaneciendo leales a esa asunción – se convertiría en un hecho externo en nuestro mundo. Si “todas las cosas fueron hechas por Él, y sin Él no se habría hecho nada de lo que fue hecho”, y nosotros hicimos esto como un experimento y funcionó, bueno entonces – ¡descubrimos a Dios! Y Él no era un ser en el espacio que regresaría. Le encontramos en nosotros mismos como nuestra maravillosa imaginación humana. En eso fallamos muchas veces – ciertamente, estamos aún desgarrados entre el concepto de Dios, el padre de David, y lo que nosotros mismos descubrimos; así que estamos aún bajo la influencia de un antiguo concepto de Dios. Entonces ella va a devolver el libro... y vamos todos a sentir que mañana ella verá quién es Dios realmente, pero no la juzguemos – ni duramente tampoco. Déjala exactamente tal como es, porque al menos ella cree en Dios, que es mucho más grande que no creer en ningún poder creador en este mundo.

Ahora volvamos al Libro de los Libros. No puedes leerlo diciendo: bueno, he abierto el libro y he leído desde el Génesis al Apocalipsis. Hay sesenta libros en lo que llamamos La Biblia. Es una biblioteca. El Antiguo Testamento es algo que casi no puedes creer – ciertamente no con sentido – sin la clave que se nos da en el Nuevo. El Nuevo está completamente escondido en el Antiguo y el Antiguo está hecho manifiesto en el Nuevo. Así que nos dirigimos al primer libro, el libro del comienzo, el Libro del Génesis y – escucha cuidadosamente – estamos tratando con un misterio. Cuando yo hablo de un misterio no estoy hablando de una materia que debemos mantener secreta, sino de una verdad que es misteriosa en su carácter. Y el Libro del Génesis tiene una extraña inversión de orden a través de él: “El primero será el último y el último primero.” Esta inversión de orden comienza justo en el principio mismo.

Veamos lo que primero se afirma en el libro. “En el principio Dios” – ese es el comienzo. El final del libro: “En un ataúd en Egipto”. “En el principio Dios – en un ataúd en Egipto”. Y el que está colocado en un ataúd es el hombre. Luego [él] fue llamado José, y José murió. Tenía 110 años y fue embalsamado y colocado en un ataúd en Egipto. Así que aquí encontramos el principio y el fin. “Yo soy el principio y el fin. El alfa y el omega, el primero y el último.”

Veamos cómo la cosa se desarrolla para nosotros. En el primer capítulo, el propósito de Dios se establece: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que tenga dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y sobre la bestias, y sobre toda la tierra, y sobre todo lo reptante que se arrastra sobre la tierra.” Démosle dominio – ése es el propósito de Dios, no su acto creador todavía. Su acto creador viene en el segundo capítulo, pero ese es el propósito de Dios, expresado: Él va a hacer al hombre a su imagen y darle completo dominio sobre todas las cosas.

En el segundo capítulo viene el acto creador, y Dios del mismo “polvo de la tierra hizo al hombre y sopló en su nariz el aliento de vida; y el hombre se convirtió en un ser vivo.” Ahora salta del segundo capítulo, versículo 7, al versículo 21: ahí encontrarás el acto creador. Él expresa esto en el versículo 7 y luego completa el acto creador del 21 a través del versículo 24. “Y Dios hizo que cayera un profundo sueño sobre el hombre y se quedó dormido,” y luego viene el acto creador de la división del hombre. Hombre-mujer Él los hace ahora.

El hombre no es un hombre, el hombre no es una mujer – el hombre es la imagen de Dios, un ser por encima de la organización del sexo. Pero está destinado a ser ese ser; no está aún completado. Para llegar a ese nivel donde todo está sujeto a su poder creativo, pasa a través de esta imagen dividida de sí mismo, llamada hombre-mujer. Luego se nos dice: en el estado dividido es llevado a un mundo de experiencia. Aquí había un mundo de inocencia, porque aquí él está muerto, de modo que el muerto no podía de ninguna manera ser tentado, la tumba no podía violar nada – está muerto. Sin embargo, él es vivificado, es vivificado por el hundimiento de Dios en sí mismo, pues Dios – no olvides el último verso: “En un ataúd en Egipto”... Pero la historia es, habiéndolo hecho a la imagen de sí mismo, la imagen no tiene poder en sí misma. Sólo se vuelve animada y viva y sensible si Dios se sumerge en su propia imagen. Así que Dios se sumerge en su imagen y en ese estado la imagen se divide, hombre-mujer, como somos. Y luego viene la historia más horrible del mundo: que Dios está en ella, esa imagen de sí mismo, el tormento mismo de la eternidad.

Es necesario tomar la imagen que estaba muerta y justo hecha sensible, hecha viva – pero sólo hecha viva (que es un estado sensible) – y luego convertirlo en un ser dador de vida, sólo por Dios. Así le tomó a la historia entera de 6.000 años (llamados “seis días”) completar la obra de Dios. Aquí, tú y yo somos los seres.

No estoy hablando de teoría esta noche, estoy hablando de experiencia. Yo te digo que la historia es verdadera de principio a fin, y si no puedo estar aquí ante vosotros y demostrar a vuestra propia satisfacción el poder que es Dios, es sólo porque estoy aún vistiendo este ropaje de carne. Y así en tanto que lo esté vistiendo, la gloria de la herencia celestial no puede ser actualizada por mí, o al menos no está realizada plenamente en mí mientras vista y continúe vistiendo este ropaje de carne. Pero todo lo dicho en la Biblia lo he experimentado. He experimentado las profundidades de mi alma y es todo verdadero de principio a fin.

Hace unos años William Blake – él murió en 1827, y lo encontré en estas esferas celestiales, el majestuoso patriarca, y él me dijo: “Quédate quieto. Ahora cae hacia atrás y déjate llevar – no te restrinjas, simplemente cae.” Yo le obedecí y me sentí como una estrella que cae a través del espacio interestelar infinito. Cuando volví en mí, miré y vi a este ser centelleante, esta criatura celestial, humana y sin embargo no humana – humana sí, pero era todo luz, todo fuego y el corazón era como rubíes vivos. Mientras miraba, me estaba mirando a mí mismo. Aquí yo estaba mirando a mi propio ser. Me acerqué para descubrir que todo el vasto mundo del hombre estaba encerrado dentro de mí. La humanidad en su plenitud estaba encerrada dentro de ese ser único, y yo lo soy. Todas las naciones, todas las razas del mundo estaban justo en ese cuerpo. Mientras miraba el pedazo de mí que lo contenía todo, entonces me sentí cristalizar, y aquí estoy en este mundo de sombras una vez más. Esa historia es cierta de cada ser en el mundo. Y luego Blake me reveló lo que quería decir cuando dijo: “Todo lo que contempláis, aunque parece fuera está dentro, en tu imaginación, de la que este mundo de mortandad no es más que una sombra.” Yo nunca entendí plenamente esas palabras antes, pero entonces con esta visión lo entendí. Entonces comprendí más claramente que nunca antes su visión llamada la “Visión del Juicio Final”, donde todos los personajes de la Biblia no son personajes en absoluto, sino sólo estados de conciencia.

Cuando hablamos de Abraham, Isaac y Jacob, y todos esos personajes – no son personas como nosotros; son estados de conciencia, y los individuos son sólo representantes o visiones de estos estados eternos como fueron revelados al hombre mortal (como nosotros somos) en la serie de visiones divinas como fueron recogidas para nosotros en nuestra Biblia. Yo las he visto en mi visión y tú y yo podemos estar en cualquiera de estos estados en cualquier momento – un cierto patrón a través del cual pasamos. Pero podemos estar en cualquier estado y hacerlo. ¿Quién lo hace? No digas: ¿Dios puede hacerlo? ¿Dios puede hacer cualquier cosa? Pero yo cambiaría la palabra – si no te ofendieras – y eso significa: lo que anteriormente llamé “Dios”, (y lo sigo haciendo, porque me gusta el nombre) yo lo llamo “imaginación divina”, y la imaginación divina y la imaginación humana son una, no son dos.

Un acto imaginario es un hecho objetivo inmediato. Funcionando a baja intensidad como estamos, un acto imaginario es realizado en un proceso de tiempo. Y así cada visión cuando está ahí yo asumo que lo soy, pero en el momento la razón lo niega y mis sentidos lo niegan, pero yo asumo que lo soy. Y si lo asumo y me parece real y natural, cuando rompa el hechizo yo sé que la he plantado, y entonces tiene su propia hora señalada. Cada visión tiene su propio período de gestación, como nos fue dicho por el profeta: “Tiene su propia hora señalada, madura, florecerá, si parece lenta entonces espera, es seguro, no será tarde.” Si lo ves claramente en el ojo de tu mente, si estuvieras realmente en la imagen, se volverá tan objetiva como esta sala lo es ahora – y de nuevo estoy hablando por experiencia. Sentado en mi silla en casa o recostado en un sofá o en mi cama, de repente – sin estar mis ojos físicamente abiertos – veo un mundo que no vería si sé dónde estoy físicamente, y no puedo negarlo. Es tan real como eres tú. Es objetivo, es aparentemente sólidamente real, y la conciencia sigue a la visión y yo entro en el mundo que estoy observando. Y entrando en mi imagen se cierra alrededor de mí; y este mundo que es aparentemente el único mundo que debo conocer, es desconectado; y yo soy parte del mundo que contemplaba, estoy en él. Exploro ese mundo y es tan sólidamente real como este mundo, y no puedo encontrar mi camino de vuelta a este mundo.

Luego descubrí el camino de vuelta, y el camino era la sensación. Estando en ese mundo sin calles que lleven a este mundo, asumí que mi cabeza estaba en una almohada sobre la cama en la habitación, en la casa, en la ciudad que yo conocía tan bien; y sintiéndola de pronto me encontré como si estuviera vertical. Me sentía en una posición horizontal y estoy de vuelta; pero estoy cataléptico – no puedo mover el cuerpo. Está tan congelado como este pequeño instrumento aquí en la mesa, igual de sólido, igual de rígido. Dentro de, digamos, medio minuto, pude mover el dedo y luego el codo, y luego, después de un gran esfuerzo pude mover un párpado y abrirlo. Cuando abrí los párpados miré los objetos familiares en la pared que yo conocía tan bien. Estoy de vuelta en este mundo y ahora este mundo ha desconectado ese mundo. Yo te digo: hay mundos dentro de mundos.

Aquí tú puedes tomar una imagen – la imagen de tu éxito, si tú quieres éxito, la imagen de tu despertar si lo quieres – cualquier imagen, y luego la contemplas. Y tal vez la veas como yo te estoy viendo ahora, y entonces la conciencia puede (y espero que lo hará) seguir tu visión, y caminarás directo a esa imagen y se cerrará a tu alrededor como lo hizo esta. Y tú la has plantado. Entraste a esa época, por así decirlo, y la fertilizaste; y lo que tuviste en mente es la imagen, y la visión tiene su propia hora señalada. No trates de acelerarla – madura, florecerá. Pero si – porque eres impaciente – te parece lento, entonces espera, no será tarde, ni para sí misma ni para un mundo, a menos que sean de la misma especie y maduren en el mismo intervalo de tiempo. Un pollo empolla en veintiún días, algunas cosas salen en cinco meses, algunas cosas salen en un año y algunas salen en dos años. Y así plantamos cosas en este mundo y cada una tiene su propio período de gestación. No pienses ni por un momento en el mundo como lo conocemos y como somos, que lo estás pensando ahora y entonces fuerzas la maduración por así decirlo. Déjalo – llegará según tu deseo cuando su propio tiempo se complete.

Dios es real. Tú no puedes cuestionarlo – yo no puedo – pero en 1963, el mundo científico lo cuestionaría. Yo no conozco todos los usos de la palabra “Dios”, pero me gusta. Pero si ayudara a alguien, yo uso la palabra que más utilizo: “imaginación”, porque para mí, cuando pienso en Dios, quiero decir lo mismo que cuando digo “imaginación divina.” Cuando hablo de Cristo quiero decir imaginar divino, Dios en acción. Se nos dice: “Dios es Cristo reconciliando al mundo consigo mismo.” El imaginar es Cristo, que es Dios en acción. Así la imaginación en Cristo con su imaginación, imaginando, está reconciliando al mundo entero consigo mismo. Pero si te ofende, vuelve a la palabra “Dios”, pero no pongas a Dios en el exterior como algo separado de ti, porque no lo está.

El nombre revelado de Dios para este mundo es “YO SOY”. Ese es su gran nombre. ¿Puedes decir “yo soy”? Eso es Dios. ¿Qué estoy haciendo? Estoy pensando que tú no eres bueno – bueno, eso es lo que tú estás haciendo, eso es Dios en acción. ¿Y sabes?: vivirás para ver el día en que tengas razón. ¿Así que “yo estoy” haciendo qué? Cualquier cosa en este mundo, todo las cosas son posibles para Dios. Cuando dices: “Yo no creo esto y lo otro.” Perfecto, ese es tu privilegio; ¿pero quién no está creyéndolo? “Yo soy”, dices – bueno, eso es Dios. No lo creas. “No soy bueno, no puedo ganarme la vida.” Bueno, ese es tu privilegio; créelo y puedo decirte cómo es Dios de verdadero: Él lo demostrará. Al final, estás aliviado y me dirás: “Te dije que no es bueno.” ¿No te das cuenta que estás poniéndolo en movimiento y lo estuviste fecundando en tu mundo, pues el único nombre revelado de Dios es “YO SOY.” Así que, ¿qué estás imaginando?

Hoy, en el New York Times, Brook Atkinson tiene este artículo. Acaba de regresar de Leningrado. Ellos no estaban preocupados, cuando empezó a pasar, al examinar su equipaje respecto al licor o al tabaco, que es el tema que todos buscan, porque detrae ingresos. Estaban sólo preocupados por las ideas. Dijeron: “¿Tienes alguna revista?” Él dijo: “No, ninguna.” “¿Tienes la Biblia?” Él dijo, “No.” Eso es lo único que le preguntaron en segundo lugar. “¿De verdad quieren decir eso? ¿Tienes una Biblia?” Es lo único que ellos realmente querían probar más allá de la duda que él no traía a Rusia. Y podían leer – sabían el hebreo, el griego, tenían las diferentes concordancias. Podían mirar hacia atrás y encontrar el verdadero significado de Dios, y descubrir que realmente significa “imaginación”. Eso es exactamente lo que la palabra significa. La palabra “alfarero” en hebreo significa imaginación. ¿Y quién hace algo? Si Dios me hizo de arcilla, del polvo, ¿no fue un alfarero? Y yo – el que fue hecho, y Él – el hacedor. El hacedor fue la imaginación, y luego la imaginación se hundió en lo hecho y entonces me dio a sí mismo.

Toma ese “libro de falsedad” [a través] “La frontera”, para que el hombre pueda descubrir quién es realmente Dios, que Él existe, y ellos ahora – sin el consentimiento del Sr. Khrushchev – asumirán que tienen una forma diferente de gobierno, y ningún poder en el mundo puede dejar de exteriorizarse en el mundo si ellos lo hacen. Así que, ni cigarrillos, ni licor, ni nada – pieles, diamantes, llévalo todo, son todo parte de nuestro modo de vida, pero no lleves la Biblia.

En este país nuestro nosotros no estamos enseñando la Biblia. Estamos enseñando ritual y ceremonia y es todo vago, no tiene nada que ver con la Biblia. La Biblia es la revelación de Dios de sí mismo al hombre. Si nunca viste el interior de una iglesia no tiene ninguna diferencia. De hecho, se nos dice en la Biblia que no construyamos una iglesia, pero el hombre insiste en construir iglesias. “No construyas ningún templo para mí, Yo construiré uno para ti.” Esto es lo que Él construye, pero no construyas uno para mí. (Segundo Samuel 7) No me construyas ningún tabernáculo en este mundo – Yo construiré uno para ti, y algún escriba, para justificar la construcción de tabernáculos, insertó el versículo 13, que todos los estudiosos están de acuerdo que es una inserción. No se encuentra en el manuscrito antiguo.

Yo te digo que el drama comienza de esta manera: Dios nos hizo y estamos muertos y no hay manera de hacernos vivir y creadores como Él lo es, a menos que Él se entierre en nosotros, y este es el misterio de la vida a través de la muerte. Juan 12:24: “Un grano de trigo a menos que caiga en la tierra y muera, queda solo, pero si cae y muere lleva mucho fruto.” Así que Él se planta en nosotros y es crucificado en nosotros. Escucha sobre la crucifixión. “La crucifixión ha terminado.” (Romanos 6:5) Tú no vas a ser crucificado de nuevo, ya estás crucificado. “Si hemos sido unidos con Cristo en una muerte como la suya, ciertamente estaremos unidos con él en una resurrección como la suya.” La resurrección ha de ser, tiene lugar individualmente. Y puedo decirte por experiencia: es cierto. El acto más poderoso de Dios es la resurrección y cada individuo será resucitado, y el día que lo seas, tú serás el ser más sorprendido del mundo, porque hasta ese momento no tenías idea de que estabas muerto; no tenías idea de que estabas sepultado; parecía tan natural caminar en esta tierra y desempeñar el papel que estás desempeñando y pensar que estás vivo. Te mueves de la cuna a la tumba pensando que estás vivo, y en este momento de repente eres resucitado. En el momento de la resurrección te despertaste, consciente de ello en tu ser sorprendido.

José tenía 110 años de edad cuando se fue. En hebreo, cada letra, cada número tiene un determinado significado. 100 es la letra con su valor simbólico del dorso del cráneo, qoph [pron. “koof”]. Diez es la mano, la yod, y la yod empieza el nombre de Dios. Si pudieras cortar la mano del hombre, él no sería creador; sólo simplemente nada. La mano da forma, la mano moldea, es un símbolo de la creatividad – y así en el dorso del cráneo de un hombre un acto creativo está transcurriendo, como se nos dice en Filipenses: “Él que comenzó una buena obra en mí la llevará a la perfección en el día de Jesucristo.” Él la empezó en ti, la inició, Él la completará, y una obra está transcurriendo en el hombre de la que el hombre está totalmente inconsciente. Él está siendo formado a imagen de Dios. Cuando esa imagen esté completa a satisfacción de Dios – imaginar divino – él despierta. Él le despierta donde comenzó la obra: la comenzó en el dorso de su cráneo; él despierta en su cráneo para descubrir que está sepultado. Hay un momento de pánico y luego haces un esfuerzo para salir de este fabuloso sepulcro, y sales de tu cráneo como alguien naciendo, y ese es tu yo espiritual. Tú no sabes nada sobre ello; está siendo hecho para ti – olvídalo. Tú naciste físicamente por la acción de un poder no tuyo propio. Tú nacerás espiritualmente por la acción de poderes más allá del tuyo.

No trates de ser santo. Dios no está haciendo gente buena, gente santa. Dios está haciendo creadores, igual que Él mismo. Si piensas que eres santo, esa no es la llave para el paraíso. No importa lo bueno que seas, no importa cuán santo pienses que eres, la santidad no es la llave que te permite entrar en esa gracia especial, tu creatividad. Dios lo está haciendo por ti, trabajando sobre ti, llevándote a la completa fructificación y plenitud. Intenta este principio de imaginar, y si hay una cosa que yo creo que el hombre podría hacer para ayudar – como algo dentro de un cascarón podría ayudar al pájaro – la clave nos es dada en el Libro de Job. Él se quejaba y se quejaba de todas las cosas que le estaban sucediendo, pero su cautiverio fue levantado cuando oró por sus amigos. Si tú utilizaras tu imaginación amorosamente en nombre de otro y te alegraras de su buena suerte sin ninguna recompensa para ti, verías cómo esto empezaría a desarrollarse dentro de ti.

Así que aquí está este libro nuestro, el principio de todo, verdaderamente. Es la imaginación divina, y la imaginación divina se entierra en el hombre, en un ataúd en Egipto. La palabra “ataúd” es la misma que la palabra “arca”. La letra qoph es esto, y tú y yo no tenemos idea – yo sé que yo no tenía ninguna. Yo aún pensaba que yo estaba vivo. Yo pensaba que todo el mundo estaba vivo o muerto. Se hacían o llenos de sueños o visiones, o de inconsciencia, pero cuando desperté, entonces yo estuve vivo, despierto. No me di cuenta de que era un sueño dentro de un sueño. Aquí estamos soñando las más fantásticas pesadillas en el mundo. El día vendrá en que despertarás y verás, como lo describe Blake: “Contemplo las visiones de mi sueño mortal de seis mil años fascinantes en torno a tus faldas como una serpiente de piedras preciosas y oro. Sé que es mi Ser, oh Divino Creador y Redentor.” Él no tenía idea de que había dormido durante 6.000 años en su extraño sueño. Un día él fue resucitado y contempló a este redentor suyo como una serpiente de piedras preciosas y oro, y supo que era él mismo.

Dios mismo ha transferido así a la persona en que se convirtió, el ser que fue llevado del estado de inocencia al mundo de la experiencia, y ahora despertó en un mundo completamente sujeto al poder imaginativo. Cuando lo vi no tenía ni idea de que era yo. Yo no tenía la menor idea de que el hechizo verdaderamente me llevó de un estado de inocencia para su propio propósito, y aunque me llevó a través de estas horribles pesadillas de 6000 años, me llevó como el único modo en que podría despertar y llevarme al estado en el que no sólo era responsable, sino que me convertí en un creador y preparado para vivir en un nivel superior, con los dioses. Todos en el mundo pasarán a través del mismo estado, pues la Biblia es tu biografía. El único tema en la Biblia es Dios, y porque es tu biografía es todo sobre ti, y tú eres Dios. Así que deja de buscar a Dios en el exterior. Él se hundió en ti. Ahora compruébalo. “Poneos a prueba. ¿No os dais cuenta de que Jesucristo está en vosotros? – ¡a menos, claro está, que no cumpláis con la prueba!” (Segundo Corintios 13:5)!

Yo te digo que yo sé que Blake no ha muerto, porque yo me encontré con él. Murió aparentemente para el mundo, dejando tras él sólo las obras que nos dio en forma impresa. Yo hablé con él. Fue él quien de hecho me dijo qué hacer para ver lo que escribió en su “Jerusalén”; cómo ver a un hombre que contiene todo el mundo entero. No tenía ni idea cuando él me lo dijo, de que cuando llegara a un descanso me vería a mi mismo como ese hombre. Simplemente le obedecí y caí hacia atrás y vine lanzado a través del espacio como un meteoro, y luego, cuando llegué a un descanso, aquí está este ser celestial, ser radiante, todo en llamas, y vi que era yo mismo. Cuando me acerqué a él, contenía todas las naciones del mundo – de hecho me vi conteniendo a todas las naciones del mundo – y, entonces me explicó: “Todo lo que contemplas, aunque parece fuera, está dentro, en tu imaginación, de la que este mundo de mortandad no es más que una sombra.” Toma cualquier imagen en el mundo y entra en ella, y la imagen se vuelve objetivamente real dentro de tu mundo. Todo está contenido dentro de ti. Saca la pobreza – está ahí; saca la riqueza – está ahí; saca el reconocimiento – está ahí, saca el estado desconocido – está ahí; todo está ahí y cada estado está personificado. Así que te acercas a un estado y el estado está personificado, y cuando encuentras el estado, tú entras en el estado, y entonces lo exteriorizas en tu mundo. “Estáis viviendo en un mundo de sombras”, dice él, hasta el día en que hayas resucitado. Continuarás tu viaje por un tiempo, contando la historia a medida que la encuentres a aquellos que escuchen, y luego, cuando te quites el ropaje esta vez, te lo quitarás por última vez. Nunca te lo pondrás de nuevo. No hay ropaje de carne en la resurrección.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es THE BIBLE – YOUR BIOGRAPHY (Neville Goddard 02-05-1963)




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