~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


jueves, 23 de abril de 2015

CAMBIANDO EL SENTIMIENTO DEL “YO” (Neville - 1953)

Neville Goddard (1953)


CAMBIANDO EL SENTIMIENTO DEL “YO”



Para el beneficio de los que no estuvieron presentes el domingo pasado, déjenme que les haga un resumen rápido de lo que hemos expresado aquí. Declaramos que el mundo es una manifestación de la conciencia, que el ambiente, las circunstancias y las condiciones de la vida del individuo son tan solo la proyección hacia afuera del particular estado de conciencia en el que aquel individuo permanece. Por lo tanto, el individuo ve lo que sea que es él, por virtud del estado de conciencia desde el cual el mira al mundo. Cualquier intento de cambiar el mundo exterior antes de que cambie la estructura interna de su mente, es trabajar en vano. Todo sucede en orden. Todos aquellos que nos ayudan o nos ponen trabas, aunque lo sepan o no, son los sirvientes de esta ley, que constantemente moldea las circunstancias externas en armonía con nuestra naturaleza interna.

El domingo pasado les pedimos que distingan entre la identidad del individuo y el estado que están ocupando. La identidad del individuo es el Hijo de Dios. Es este tú, del que estoy hablando, y al que le estoy hablando, o que hablo de mí mismo, me refiero realmente a nuestra imaginación. Eso es permanente. Se fusiona con un estado y ése ser mismo, cree ser el estado con el que está fusionado, pero en cualquier momento del tiempo es libre de elegir el estado con el cual se identificará.

Y eso nos trae al tema de hoy, – Cambiando el sentimiento del “YO” –, y espero no recibir la misma reacción que fue escrita en el capítulo 6 del libro de Juan. Porque se nos dijo que cuando esto fue dado al mundo, todos lo abandonaron, y tan solo unos pocos se quedaron. Porque cuando él les dijo que no había nadie a quien cambiar excepto a uno mismo, ellos dijeron que esto era una enseñanza muy, muy difícil. Es algo muy difícil. ¿Quién puede escucharlo? Porque él dijo, “Ningún hombre viene a mi salvo que yo lo llame”. Y luego se dice que cuando lo repitió tres veces lo abandonaron, para nunca más caminar junto a él. Y él, se dirigió a los que permanecieron y les preguntó: ¿Ustedes también se marcharán?; y ellos le respondieron diciéndole: ¿A quién podríamos acudir? Tú tienes la palabra de la vida eterna. En otras palabras, es muchísimo más fácil cuando puedo culpar a alguien por mis desgracias, pero ahora que se me dijo que ningún hombre viene a mí a menos que yo lo llame, que yo soy el único arquitecto de mis fortunas y de mis desgracias, es algo difícil de decir, y entonces fue escrito “es algo difícil de decir. ¿Quién puede escucharlo? ¿Quién puede aceptarlo? ¿Y quién puede creerlo?; y entonces él dijo: Y ahora me santifico a mí mismo para que ellos también sean santificados a través de la verdad” (aprox. Juan 17:19), porque si esto es la verdad, entonces no hay nadie a quien cambiar, a nadie a quien completar, nadie a quien purificar salvo a mí mismo.

Así que empezamos con el “Yo”. La mayoría de nosotros, no tenemos la menor idea del propio ser que realmente apreciamos. Nunca le hemos observado verdaderamente al ser, así que no conocemos a este “ser”, porque el “yo” no tiene ni cara, ni forma, ni figura, pero sí se moldea a sí mismo en la estructura de todo a lo que le da consentimiento, de lo que cree, y muy pocos de nosotros sabemos realmente en lo que creemos. No tenemos la menor idea de las innumerables supersticiones y prejuicios que están formando este “YO” interno y sin forma, moldeándolo en una forma que luego es proyectada, como el ambiente de ese hombre, como las condiciones de su vida.

Así que, léelo cuidadosamente cuando llegues a tu casa, “Ningún hombre viene a mí salvo que yo lo llame. Ustedes no me eligieron a mí; yo los elegí a ustedes”. (aprox. Juan 6:44); “Ningún hombre me puede quitar la vida; yo mismo la entrego” (Juan 10:18). No hay ningún poder que me quite nada que no sea parte de la organización interna de mi mente. “Todo lo que me has dado, me lo he quedado, y nada se pierde, salvo el hijo de la perdición o la creencia en Dios, y como nada puede ser perdido salvo la creencia de perder, yo no asumiré ahora la pérdida de nada de lo que me hayas dado que sea bueno. Así que me santifico a mí mismo para que ellos sean santificados por la verdad.” (Leer Juan 17: del 12 al 19)

Ahora, ¿Cómo vamos a cambiar el “yo”? Primero que nada, debemos descubrir el “yo”, y hacemos esto al observar sin juzgar, a nuestro ser. Esto revelará a un ser que te dejará perplejo. Estarás totalmente… no diría aterrado, pero quizás avergonzado en admitir que nunca haz conocido criatura tan primitiva. A punto tal que si hubiera sido Dios mismo el que se acercara a esta forma despreciable, lo hubieras negado mil veces antes de que el gallo pudiera cantar. No podrás creer que éste es el ser con el que has andado, y al que has protegido, al que has excusado y justificado. Luego comienzas a cambiar a este ser, a través de la observación no crítica, y descubres a ese ser. Porque la aceptación del propio ser es la esencia del problema moral del mundo. Es el epítome de la verdadera observación de la vida, porque es la única causa de todo lo que observas.

Tu descripción del mundo es una confesión de tu propio ser que tú no conoces. Tú describes a otro, tú describes a la sociedad, tú describes lo que sea, y tu descripción de la cosa que observas, revela a alguien que conoce esta ley, quién eres realmente. Así que primero tienes que aceptar a ese propio ser. Cuando ese ser es aceptado, puedes comenzar a cambiar. Es mucho más fácil tomar las virtudes de los evangelios y aplicarlas como la palabra de la vida, amar al enemigo, bendecir a aquellos que nos maldicen, y alimentar a los hambrientos. Pero cuando el hombre descubra que, el ser que debe ser alimentado, el ser que debe ser vestido, el ser que debe ser protegido, el enemigo más grande de todos, es ese propio ser, entonces ahí se avergüenza, completamente avergonzado de que eso eran aquellos seres; porque era más fácil cuando tenía que compartir con otro algo que poseía, o llevar un abrigo que me sobra y dárselo a otro, pero sé que la verdad no es esa. Comienzo con mi propio ser, habiendo descubierto esto, y comienzo con el cambio de ese ser.

Ahora, déjenme que les cuente una historia. Hace unos años atrás, yo estaba en esta ciudad dando una serie de conferencias cerca de ese lago – no me puedo ni acordar el nombre del lago, pero hablé en la zona de Parkview Manor – y en esa audiencia había un caballero que buscaba quién lo escuche antes de la reunión. Y cruzamos la calle y fuimos a un pequeño parque que había allí, y él me dijo que tenía un problema que no tiene solución. Yo le dije: “No existe semejante cosa como un problema que no tiene solución”. Él dijo: “Pero, usted no conoce mi problema. No es un estado de salud, se lo aseguro; se trata de la piel que yo tengo”. Yo le dije: ¿Qué problema tiene con su piel? Yo la veo maravillosa”. Él me dijo: “Mire el pigmento de mi piel. Yo por accidente de nacimiento, ahora soy discriminado por ella. Las oportunidades para progresar en este mundo me son negadas tan solo por el accidente de nacimiento, porque nací como hombre de color. No tengo las oportunidades para avanzar en cualquier campo; hay vecindarios en los cuales me gustaría vivir y desarrollar una familia, y no puedo mudarme allí; donde me gustaría abrir un negocio, y no puedo mudarme a esa área.”

Luego le conté mi propia experiencia personal, de cuando vine a este país. Yo no tenía su problema, pero yo era un extranjero entre medio de los Norteamericanos. A mí no me pareció difícil. Él me dijo: “Pero ese no es mi problema, Neville. Otros han venido aquí hablando con un acento, pero no tienen mi piel, y yo nací Norteamericano.” Luego le conté una experiencia que tuve en la Ciudad de Nueva York. Si yo tuviera que nombrar a un hombre al que considero mi maestro, yo hablaría de Abdullah. Yo estudié con este caballero por cinco años. Él tenía el mismo color de piel, el mismo pigmento que este caballero. Él no permitía nunca que nadie se refiera a él como un hombre de color. Él estaba muy orgulloso de ser un negro y no quería ninguna modificación de cómo Dios lo había hecho. Se dirigió hacia mí y me preguntó: ¿Alguna vez has visto una foto de la Esfinge?, yo le dije: “Sí”. Él me dijo: “Personifica a los cuatro cuartos del Universo. Tienes al león, al águila, al toro y al hombre. Y aquí está el hombre que es la cabeza.

La corona de esa criatura llamada la Esfinge, que todavía desafía el conocimiento del hombre para descifrarla, fue coronada con la cabeza de un humano. Y mira cuidadosamente a la cabeza, Neville, y verás que quien sea que moldeó esa cabeza debe haber sido un negro. Quien sea que la haya modelado tenía la cara de un negro, y si eso aún, desafía la capacidad del hombre para descifrarlo, yo estoy muy orgulloso de ser un negro.” Yo he visto a científicos, doctores, abogados, banqueros de todo tipo de niveles, tratando de conseguir una reunión con Abdullah, y todos los que iban a él se sentían honorados al ser admitidos a su hogar y obtener una entrevista con él. Si a él lo invitaban a algún evento, que lo invitaban siempre, él era siempre el invitado de honor. Él me dijo: “Neville, debes primero comenzar contigo mismo. Encuentra a tu propio ser, nunca estés avergonzado por el ser que tú eres. Descúbrelo, y comienza el cambio de ese propio ser.”

Bueno, yo le dije a este caballero exactamente lo que me enseñó Abdullah, que no había causa afuera del orden de su propia mente. Si él era discriminado, no era por culpa del pigmento de su piel, aunque él me haya mostrado carteles gigantes que le prohibían acceso a ciertas áreas. Los carteles estaban allí sólo porque en las mentes de algunos hombres se formaron tales patrones y atraen hacia ellos lo que ahora condenarían. No hay poder afuera de la mente del hombre que pueda afectar al hombre, y que él, por el orden de su propia mente, al dar consentimiento a estas restricciones desde la cuna y siendo condicionado lentamente durante su juventud, llegando a su adultez creyendo que será siempre atacado, entonces tendrá que ser siempre atacado, porque “ningún hombre viene a mí salvo que yo lo llame”.

Entonces alguien viene, para condenarme o alabarme. No podrían venir a menos que yo los haya llamado. No me refiero a un hombre llamado Neville, me refiero a ese ser secreto que no se llama Neville. El ser secreto es la suma total de todas mis creencias, es todas las cosas a las que les doy consentimiento, que forman un patrón de estructura, ese ser secreto atrae hacia sí mismo las cosas que están en armonía consigo mismo. Bueno, este hombre se fue y luchó consigo mismo. Él no podía creer todo lo que le dije, no aquella noche, pero el domingo pasado por la mañana, vino hacia mí y renovamos la amistad. Me llevó al lado, para mostrarme los frutos de esta enseñanza.

Me dijo: “Neville, me llevó casi tres años para realmente superar esa idea fija de que yo, por accidente de nacimiento, sería un ciudadano de segunda, pero la superé. Ahora, aquí está mi oficina en Wilshire Boulevard. Elegí ésta, no porque era la única que me ofrecieron; de hecho me han ofrecido otras cuatro oficinas igualmente hermosas. Elegí ésta porque tenía mejores facilidades telefónicas, pero las otras eran igual de buenas. Ahora, ésta es mi oficina. Tú no podrías adivinar mi salario con solo ver mi oficina, aunque sea tan bonita. Todo es agradable en esta oficina, Neville, pero este año recibiré un cuarto de millón de dólares.” Bueno, en Norteamérica eso es una fabulosa suma de dinero. Sería deslumbrante en cualquier otra parte del mundo, pero aun así en la fabulosa Norteamérica, que un hombre reciba un cuarto de millón de dólares es realmente algo de las grandes ligas. Y ese era el hombre que hace unos años me dijo que el mundo entero estaba en su contra por la mera razón de accidente de nacimiento. Él sabe ahora, que él es quien es por virtud del estado de conciencia con el cual él se identifica, y la elección es suya si quisiera volver a las restricciones de su niñez cuando se creía esa historia, o continuar en la libertad que ha encontrado.

Así que tú y yo podemos ser cualquier cosa que deseemos ser en este mundo, si claramente definiéramos nuestro objetivo en la vida, y lo ocupáramos constantemente. Debe ser habitual. El concepto que tenemos de nuestro propio ser que es noble, no debemos ponérnoslo tan solo por un momento y sacárnoslo cuando salgamos de esta iglesia. Aquí nos sentimos libres; sentimos que tenemos algo en común; por eso es que estamos aquí, pero ¿nos pondremos ese concepto noble, que ahora sostenemos de nuestro propio ser, cuando salgamos por esas puertas y nos subamos al autobús? ¿O volveremos a las restricciones que sosteníamos, antes de venir aquí? La elección es nuestra, y la lección más difícil de aprender es que no hay nadie en este mundo que puedas atraer hacia a ti, a menos que tú, y solamente tú, lo llames.

Así que no hagas lo que hicieron miles de años atrás, porque eso es el comienzo de la separación de la gran verdad. Así que se nos dijo que ellos le dieron la espalda, para nunca más volver a escucharla, y tampoco les agradó a los pocos que permanecieron, pero ¿a dónde podrían ir, si esta es la palabra de la verdad eterna? No es que vaya a suceder hoy en día, pero si esta es la ley de ser, y sigue vigente en todas las dimensiones de mi ser, si esto es eternamente verdad, entonces déjame aprender la lección ahora, aunque tenga que luchar conmigo mismo como lo hizo él, hace tres años.

Así que el cambiar el sentimiento del “yo”, es una cosa selectiva, porque innumerables estados son infinitos estados, pero el “YO”, no es un estado. El “YO”, cree ser el estado, cuando entra en él y se fusiona con él. Este hombre, fue presentado con un estado, y sin la facultad de discernir en su juventud, él se fusionó con ese estado y creyó que estas restricciones eran ciertas, y le llevó tres años para desasociar el “YO” de esas ideas fijadas con las que ha vivido por tantos años. Ahora, a ti te podrá llevar tan solo un momento, o quizás tú también necesites tus tres años. No puedo decirte cuánto tiempo te va a llevar, pero te puedo decir lo siguiente: Puede ser medido por el sentimiento de naturalidad. Tú puedes llevar puesto un sentimiento, hasta que se sienta natural. En el momento en que ese sentimiento se convierta en natural, comenzará a dar fruto dentro de tu mundo.

He contado esta historia en una pequeña reunión aquí en la ciudad, y no muchos hicieron preguntas al respecto. Pero tres personas preguntaron: “Pero ese hombre, seguro tenía dinero desde antes. Él seguro conocía a la gente indicada. Él debía tener seguramente, de alguna manera, fondos para comenzar, porque: ¿Cómo puedes salir a prestar cien millones de dólares y llamar a eso, un hecho real, que realmente tienes eso para prestar, y decirme que no había nadie que lo haya tenido antes, o tú, tú mismo, no lo tenías?”. Yo no le pregunté al caballero los hechos individuales del caso. Yo fui a la oficina, la vi, yo no miré sus libros contables; él me dio esta información voluntariamente, y me habló del número de un cuarto de millón de dólares por año. Yo no he chequeado ni verificado de ninguna forma esta declaración; yo le creí implícitamente. Pero yo no me dejaré llevar por aquellos que creen que a menos que tengas ciertas cosas para comenzar, no puedes aplicar esta ley.

Tú puedes comenzar ahora desde cero, y elegir el ser que quieres ser. Tú no vas a cambiar el pigmento de tu piel, pero te darás cuenta que tu acento, o tú pigmento de piel, o tú tal llamado “origen racial”, no serán tus trabas, porque si un hombre es alguna vez trabado, sólo puede ser el estado de conciencia en el cual él mora lo que lo está trabando. El hombre es liberado o suprimido por razón del estado de conciencia en el que persiste. Si tú persistes en él, bueno, te diré “entonces persiste en él”, pero te advierto que a nadie le importará, y eso es un golpe terrible cuando un hombre descubre que a nadie, a nadie más que a él mismo le importa. Así que nos encontramos a nosotros mismos llorando con nosotros mismos en la esperanza de que otros vengan a llorar con nosotros. Y que horrible baldazo de agua fría cuando llega el día en que nos damos cuenta que nunca le importó a nadie realmente.

Cuando descubrimos eso, nos sacudimos hasta salir de ese estado, y osadamente nos apropiamos del regalo que nuestro Padre nos dio desde antes de que el mundo existiera. Así que déjenme que les muestre el regalo. Ustedes han leído el Padre Nuestro, posiblemente todos los días, pero ustedes leyeron una oración que es una traducción de una traducción, que no revela lo que el evangelista quería decir. La verdadera traducción, la encontrarán en el trabajo de Ferrar Fenton, donde la oración original fue escrita en el modo pasivo imperativo, que es una orden permanente, algo que debe ser hecho absoluta y continuamente. Para que ahora puedas observar a tu universo como una vasta maquinaria interconectada donde todas las cosas suceden.

No hay nada que tenga que crearse, todas las cosas están sucediendo, así que fue escrita de esta manera: “Tu voluntad debe estar siendo hecha. Tu Reino debe estar siendo traído.” Es la única manera en que lo podrías expresar si quisieras expresar el modo imperativo pasivo. Pero desde el latín del cual nuestra traducción fue hecha, no hay modo imperativo pasivo. Así que la tenemos de la manera en que la tenemos, pero no revela la intención de los misterios. Si tú vieras, que todas las cosas son ahora, que tú no te conviertes, tú simplemente eliges el estado que ocuparías. Al ocuparlo, pareciera que te estás convirtiendo, pero esto ya es un hecho, cada aspecto de ese estado en el más minúsculo detalle, ya está elaborado y ya está tomando lugar. Tú, al ocupar el estado, pareciera que vas a través de la acción de desarrollar ese estado, pero el estado ya está completamente terminado y ya está tomando lugar. Así que, ahora puedes elegir el ser que quieres ser y, al elegir cualquier ser que no sea el que ya estás expresando ahora, tú comienzas a cambiar el sentimiento del “YO”.

Ahora, ¿cómo sabré que he cambiado el sentimiento del “YO”? Al comenzar, primero, con una observación no crítica de mis reacciones a la vida, y luego notando mis acciones cuando pienso que estoy siendo identificado con mi elección. Si yo asumo que soy el hombre que quiero ser, déjame que observe mis reacciones. Si son las mismas que eran antes, yo no me he identificado con mi elección, porque mis reacciones son automáticas así que si yo hubiera cambiado, yo cambiaría automáticamente mis reacciones a la vida. Así que el cambio del sentimiento del “YO” resulta en un cambio de reacción, y dicho cambio de reacción es un cambio de ambiente y de comportamiento.

Pero déjenme que les advierta lo siguiente: Un poquito de alteración de nuestros humores (ánimos) no es una transformación; no es un cambio real de conciencia. Porque si cambiara mi humor por un momento, podría rápidamente ser reemplazado por otro humor en dirección contraria. Cuando yo dije que he cambiado, como ese caballero cambió su humor, su humor básico, su estado de conciencia, significa que habiendo asumido que soy lo que en el momento me niega, lo que mi razón me niega, permanezco en ese estado lo suficiente como para hacer que el estado sea estable. Así, todas mis energías fluyen desde ese estado. Yo ya no pienso sobre ese estado. Yo estoy pensando desde ese estado. Así que cuando un estado crece hasta permanecer estable, a punto tal que definitivamente expulsa hacia afuera todos sus rivales, entonces ese estado de conciencia central y habitual desde el cual pienso, define mi carácter, y es una verdadera transformación o cambio de conciencia.

Cuando llego a ese estado de estabilidad, entonces observa cómo mi mundo se moldea a sí mismo en armonía con mi cambio interno. Y los hombres vendrán a mi mundo, la gente vendrá a ayudarme, y ellos creerán que es idea suya la de querer venir a ayudarme. Ellos tan solo están jugando su papel. Ellos deben hacer lo que hacen, porque yo he hecho lo que hice. Habiéndome mudado de un estado a otro estado, he alterado mi relación pertinente al mundo que me rodea, y esa relación cambiada obliga un cambio en comportamiento relativo a mi mundo. Así que ellos tienen que actuar de manera diferente hacia conmigo.

Así que, al cambiar el “YO”, tú comienzas con el deseo, lo cual desarrollaremos y explicaremos mañana por la noche. Porque comienza con el deseo. El deseo es de donde comienza la acción, porque tú debes querer ser otro de quien ya eres. Nosotros fallamos, porque no nos enamoramos lo suficiente con una idea. Yo diría que, no somos movidos lo suficiente para querer ser otro del que ya somos. Si yo pudiera lograr que tú te enamores completamente de un estado, a punto tal que tu mente fuera poseída por él, yo casi que podría profetizar que tú, en un futuro no muy distante, externalizarías ese estado en tu mundo. Y la razón por la cual fallamos es porque no estamos lo suficientemente hambrientos para cambiar. Porque, o no conocemos la ley, o no tenemos la urgencia o el hambre para realmente hacer el cambio.

Porque el cambio del sentimiento del “YO” resulta en el cambio de reacción, y el cambio de reacción resulta en un cambio de tu mundo. Si a ti te gusta tu mundo, y eres complaciente al respecto, todavía no has comenzado el camino de los misterios, porque el primerísimo estado de éxtasis, apela a alguien que no es complaciente. “Bienaventurados los pobres en espíritu” (Mateo 5: 3). Tú debes ser pobre en espíritu, no complaciente y no satisfecho. El hombre que piensa que por causa de nacimiento, que la religión que heredó al nacer es suficiente para él, que no está insatisfecho; él no es, yo diría, movido. Ese ser es complaciente y por lo tanto no es pobre en espíritu; él es muy rico en espíritu. El Reino de los Cielos no es para ellos. Porque si yo pudiera provocarte, si pudiera hacerte sentir insatisfecho contigo mismo, entonces reconocerías a ese ser y te propondrías cambiarlo. Porque el único campo de actividad del hombre está dentro de él, y sobre él mismo. Tú no trabajas en el otro. El día que cambias a tu ser, ese día tu cambias tu mundo.

Ahora, veo que mi tiempo está llegando a su pronto final. Así que en los minutos restantes que tengo aquí, no te apresuraré, porque si vienes a la reunión de mañana sin tener mucha hambre, no te beneficiaría, pero sí espero, que muchos de ustedes estén allí. Aun si estás conmigo a punto tal que quieres intentarlo, yo te diría que desapruebes lo que te dije, yo aceptaría ese desafío, porque en el intento de refutarlo, yo sé que si tú fueras sincero en tu intento de lograrlo, tú lo comprobarías. Así que espero que muchos de ustedes vengan y tomen este festín con nosotros. Estaremos aquí en la ciudad en el Teatro Ebell por 15 noches, de lunes a viernes como les dijo el Señor Smith, por tres semanas consecutivas. Si no pueden venir a todas las noches, aunque espero que muchos sí puedan, entonces elijan el título que les atraiga más.

Mañana a la noche, para mi es lo básico; es la importancia de definir una meta en este mundo, de tener un objetivo, porque sin una meta, estás sin dirección. Y tú has sido advertido en el Libro, en la epístola de Santiago que: “El hombre de doble ánimo es inestable en todos sus Caminos. No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor; porque él es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra” (leer Santiago 1: del 6 al 8). Ese hombre nunca llega a su objetivo. Así que tú debes tener una meta, y mañana por la noche, les mostraremos la importancia de definir el deseo. Existen ciertas escuelas que te enseñan que debes matar el deseo; nosotros te enseñamos cómo intensificar el deseo, y os mostramos el motivo de por qué lo enseñamos, os mostramos lo que la Biblia enseña sobre el deseo.

Y ahora, les daremos la ayuda que muchos de ustedes nos han pedido hoy. Aquellos que no estuvieron aquí el domingo, déjenme que les recuerde que es una técnica muy simple. Como les dije el domingo, cada vez que tú ejercitas tu imaginación, y que lo haces amorosamente en representación de otro, tú estás mediando a Dios por el hombre. Así que nos sentamos calladamente, y simplemente nos convertimos en imitadores de nuestro Padre. Y Él llamó al mundo para que existiera, a través de ser la cosa que él llamaría. Así que nos sentamos, y escuchamos como si oyéramos a alguien felicitándonos por haber encontrado lo que buscábamos. Así que vamos al final del asunto y escuchamos tal como si lo hubiéramos oído, y miramos tal como si hubiéramos mirado, y de esta manera tratamos de sentirnos a nosotros mismos, justo en medio de la situación de nuestras oraciones respondidas, y allí esperamos en el silencio por aproximadamente dos minutos, y apagaremos las luces para ayudarte.

Y déjenme que les recuerde que si quieres limpiar tu garganta, por favor hazlo. Si quieres cambiar tu posición en la silla, hazlo. Siente como si estuvieses solo en casa, porque si no lo haces e intentas no molestar al que está al lado, no podrás ejercitar tu imaginación en representación de nadie. Ahora tomaré la silla, y tan solo escucha atentamente, como si lo hubieras oído. Te haré esta promesa: el día que estés muy quieto en la mente, y realmente estés atento, oirás como si viniera de afuera, lo que realmente estás susurrando desde adentro.



Traducido por Laura Arrojo
La conferencia original en inglés es CHANGING THE FEELING OF “I” (Neville Goddard – 1953)



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viernes, 3 de abril de 2015

ARREPENTIMIENTO, UN REGALO DE DIOS (Neville - sin fecha)

Neville Goddard (sin fecha)


ARREPENTIMIENTO, UN REGALO DE DIOS



Creo que encontrarán el mensaje de hoy, uno muy práctico. El sentido de la vida es tan solo el apaciguamiento del hambre. Y el número de estados de consciencia a través de los cuales el individuo puede buscar y observar al mundo son puramente medios por los cuales apaciguar ese hambre. Lo digo porque tu estado de consciencia está siempre siendo exteriorizado.

Si tú sabes cómo moverte de tu estado presente, si lo quisieras, al estado que quisieras exteriorizar, entonces ya tienen el secreto. Éso es lo que les vine a decir esta noche.

Porque todo lo que está en tu mundo es tu estado empujado hacia afuera, y todos los estados están contenidos en el individuo.

Cuando en la Biblia hablamos de la oración, y “oración” para el mundo significa rogar; pero no en la Biblia. Es dar agradecimiento. Es afirmarlo, no es pedirlo. Hablamos en la Biblia de arrepentimiento, y se dice que arrepentirse significa: sentir remordimiento. Éso no es lo que la Biblia enseña.

La oración y el arrepentimiento son términos casi sinónimos. Se nos dice que llevemos frutos, que refleje el arrepentimiento. Luego dice, como el personaje central de las escrituras, “tú y tus discípulos comen y beben con pecadores”, a lo que él responde “no he venido a llamar a los justos, sino a pecadores al arrepentimiento”. Deja a un lado los justos, que están tan satisfechos de sí mismos. Se quieren a ellos mismos, así que déjalos en paz. La palabra “pecado” no tiene nada que ver con romper algún código moral.

La palabra “pecado” significa “errar al blanco”. Eso es lo que significa. ¿Tienen un objetivo en la vida?, ¿algo que lograr?, bueno entonces están pecando. Podrás tener un billón de dólares, y aún así tener hambre por otro billón más, entonces si aún no lo tienes, estás pecando. Podrás comer todos los llamados “códigos del mundo”, impuestos sobre ti por el sacerdocio del mundo. Eso no significa nada. Siempre que hablemos de las escrituras bíblicas.

Arrepentirse es simplemente un cambio radical de actitud. Eso es lo que “arrepentimiento” significa. Pero si cambio radicalmente mi actitud hacia la vida, entonces veré al mundo desde ese cambio de actitud. Y ese cambio, es un cambio de consciencia. Y ese cambio se exteriorizará en mi mundo.

Ahora, el arrepentimiento es la responsabilidad del hombre, y un regalo de Dios.

Déjenme que les muestre a qué me refiero. “Yo y mi Padre somos Uno.” Aún así voy a mi Padre, porque mi Padre es más grande que yo. Somos uno, pero mi Padre es más grande que yo. Yo voy a mi Padre. ¿Cómo es que llegamos a esta declaración tan particular? ¿Qué significa?

En la función como “enviado”, yo ahora soy inferior a mi Ser Esencial, que es el que me envía, pero sólo en la posición de “enviado” estoy restringido. Debo vivir por la Fe. ¿Fe en qué? Fe en el que me envía, que soy yo mismo, el Padre, porque yo y mi Padre somos uno. Pero cuando fui enviado a este mundo, para experimentar la muerte, y para experimentar la restricción del hombre, yo soy aparentemente inferior a mí mismo, el que me envía.

Así que cuando me arrepiento, voy al que me envía. Primero hago lo que debo hacer. Entonces digo que el arrepentimiento es la única responsabilidad del hombre y un regalo de Dios. Entonces, ¿cuál es mi responsabilidad? Yo quiero cambiar mi mundo. Entonces me pregunto, ¿Qué vería si mi mundo cambiara? ¿Cómo vería al mundo, si mi mundo fuera exactamente lo que deseo que sea? ¿Cómo lo vería? Bueno, entonces vedlo. En los ojos de tu mente, evoca una imagen que implicaría que ya es verdad. Vívelo como si ya fuera verdad. En el ojo de tu mente.

Yo sé que no puedo hacerlo. Pero en la profundidad de mi propio ser, el Padre es el que tiene el poder para hacerlo realidad. Entonces voy a mi Padre. ¿Cómo voy a mi Padre? Primero que todo hago lo que me ha dicho que haga. Represento una escena que implicaría el cumplimiento de mi sueño. Luego voy a mi interior completamente, hacia él, que soy yo mismo, mi Ser esencial, pero trasciende mi mente racional; yo no sé, desde este nivel, cómo puede hacerse. Pero lo que sí sé, es que si tengo fe en él, que es mi propio ser, será cumplido en mi mundo.

Está dicho en las escrituras: Sin fe es imposible agradarle. Y aquellos que fueron atraídos hacia él, deben creer que él existe. Y que él recompensa a los que lo buscan. ¡Debo creer que él existe! Y creer que recompensa a los que lo buscan. Pero sin fe es imposible agradarle. ¿Qué es fe? El mismo capítulo de hebreos lo define para nosotros. La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. A través de la Fe los mundos mismos fueron creados, por la palabra de Dios. Entonces lo que se ve, fue hecho de cosas que no se ven.

En mi mundo todavía no ha aparecido. Les digo que todo está contenido dentro de mi imaginación. Entonces representaré la escena que implicaría que es real. Y luego, en mi interior, doy las gracias.

Ahora, se nos muestra la más maravillosa oración jamás expresada, la encuentran en el libro de Juan, capítulo 11. Él está parado ante las puertas de la muerte, y levantó sus ojos y dijo “Gracias Padre que me has escuchado. Yo sabía que tú siempre me escuchas.” Bueno, no puedo negar que las profundidades de mi propio Ser saben lo que estoy haciendo. Lo que estoy diciendo internamente. Entonces puedo decir realmente: “Padre, gracias.” Él ha escuchado lo que dije, pero ¿es confirmado entonces por alguna declaración de las escrituras? Sí.

Otra vez en Juan, pero ahora en su carta, la Primera Carta. Y ahí dice, “Si creemos que él nos escucha en lo que sea que le pidamos, sabemos que ya hemos obtenido lo que le hemos pedido.” Si puedo simplemente asumir que soy el hombre que quisiera ser, definitivamente la profundidad de mi Ser ha visto esa asunción, ha escuchado esa asunción. Entonces, ¿Puedo realmente creer que eso es todo lo que tengo que hacer?

Bueno, tengo que confesar que no puedo hacerlo desde este nivel, no soy lo suficientemente sabio desde este nivel, para divisar los medios necesarios para exteriorizar lo que ya asumí ser.

¿Lo has Probado Neville? Innumerables veces. Cuando estaba completamente dejado afuera en cierta área, como si estuviera encarcelado, no en una prisión federal, pero en un estado de encarcelamiento.

Te encuentras en una isla, donde disfrutaste unos cuatro casi cinco meses, pero tienes un compromiso en América al que tienes que volver. Y luego que te digan que no hay posibilidades de volver hasta principios de Septiembre, y tú compromiso es en Milwaukee en la primera semana de Mayo. ¿Qué vas a hacer entonces? No hay posibilidades, no hay barcos que tomen más pasajeros, y la lista de espera son miles de personas de todas partes de las Indias. Todas esperando. Y tú te encuentras en la Isla de Barbados sin hacer ninguna reserva para tu regreso a América cuando partiste hacia Barbados cinco meses antes. Entonces, ¿qué hice? Simplemente me senté en una silla en la habitación de mi hotel y asumí que estaba en un pequeño bote que se acercaba hacia el Barco principal; en esa época se usaba un pequeño bote para llevarte hacia el Barco que te esperaba a media milla en el mar. Y luego caminé sobre la rampa de desembarco, así que simplemente pisé sobre ella, y caminé hacia arriba sobre la rampa. En el ojo de mi mente.

Si mi mente divagaba, que lo hacía, volvía hacia ese primer paso y caminaba otra vez. Si divagaba otra vez, antes de que llegara a arriba de todo, volvía a caminarla. Encerraba a la mente como encerraría a un caballo. La mente es un animal rebelde. Entonces la encerraba para que no se escape. Y caminé paso tras paso. Cuando llegué a arriba, me di vuelta y puse mis manos imaginarias en la barandilla. Y podía oler la sal del mar en el aire. Miraba hacia la Isla de Barbados con nostalgia, emociones encontradas. Feliz porque estaba navegando hacia América, pero triste porque dejaba atrás a mi maravillosa gran familia.

Y luego, en ese humor, me adormecí por un momento, me dormí una pequeña siesta. Al día siguiente me telefoneó la misma compañía que me había dicho que no había posibilidades de que puediera salir de la isla hasta principios de Septiembre, y me dijeron que había una cancelación ese día en América, y me lo ofrecieron a mí a pesar de que había una lista de miles de personas en espera.

No es de mi incumbencia saber por qué ella o él canceló el pasaje. Mi oración fue escuchada. Hice lo que fui llamado a hacer; porque el arrepentimiento es un cambio radical de actitud.

Ella me dijo, “No puede salir”, bueno yo dije, “Ya Salí; estoy en un barco; un barco que se dirige hacia la Ciudad de Nueva York.” Eso es todo lo que quería hacer, entonces hice mi responsabilidad, y la segunda parte del arrepentimiento es el regalo de Dios.

Entonces Dios tiene la manera de exteriorizarlo, que es lo que llamó a ese hombre o mujer o lo que sea a cancelarlo; me dijeron luego, que ella tenía miedo, por alguna razón que no me explicaron, tenía miedo de hacer el viaje.

Entonces un pasaje estaba disponible ahora, y yo obtuve aquella habitación. Había camas cucheta, y mi hija tenía tan solo 3 años así que podía dormir con su madre y yo sólo tenía que subir a la cama de arriba y luego tomar mis 11 días en la ciudad de Nueva York.

Hice lo que fui llamado a hacer, era mi responsabilidad; representar una escena que implique el cumplimiento de mi deseo. Y luego, rendirme completamente a mi Padre porque él tiene el poder para exteriorizarlo.

Yo no sé cómo hacerlo desde este nivel. No tengo la sabiduría, no tengo nada en este nivel para hacerlo, así que mi fe es Fe en mi Padre, en su poder para exteriorizar lo que yo he hecho; todo en la imaginación.

Eso es orar, eso es arrepentimiento. No me senté y sentí en ningún momento que hice algo que estaba mal y que por eso no podía salir de la Isla. Ningún sentimiento de arrepentimiento de remordimiento como lo enseña el mundo; eso no es arrepentimiento. El arrepentimiento es simplemente un cambio radical de actitud. Eso es lo que significa la palabra: “Metanoia” (que significa “transformación de la mente”). Radicalmente hasta la raíz, tú cambias tu actitud.

Al cambiar mi actitud, cambio mi estado de consciencia. Y porque todos los estados de consciencia están siendo exteriorizados en el mundo, ése estado se exteriorizará en mi mundo, en una manera que yo desconozco.

Se nos dijo, “Mis caminos no son tus caminos.” “Mis caminos no se pueden explicar.” Tan solo confía en mí. Así que sin fe no puedes agradarle a Dios, se nos dice. Si quiero ir a él, primero tengo que creer que él existe, y que recompensa a aquellos que lo buscan. Y lo busco al proyectar para mí, aquello que deseo en este mundo. A eso me refiero con “oración”. La oración es la Meditación Atenta con Dios. Eso es lo que es.

Como se nos dice en el cuarto Salmo, el versículo cuatro: “Meditad en vuestro corazón, sobre vuestro lecho, y callad.” ¿Meditar con quién? No necesito la intervención de ningún cura, ningún rabino, ni ningún ser celestial. ¡Estoy meditando conmigo mismo!

La profundidad de mi propio Ser es Dios Padre. Ése es mi Ser esencial. Y él es uno con la mente superficial, llamada Neville. Y en la capacidad de la función del enviado, llamado Neville, soy inferior a mi Ser, el que me envía; pero el enviado y el que me envía son uno.

Tú y Dios Padre sois uno. Pero en la función del enviado, eres como un embajador, no hablas con la misma autoridad que tiene aquel que te envió para representarlo. Entonces, me represento a mí mismo en el mundo de la muerte. Pero el que me envía es más grande que yo. Y aún así, él y yo somos uno.

Esto es lo que recibo de las escrituras. Y esto es lo que pongo en práctica. Y esto es lo que enseño a todos aquellos que me escuchen. Tú eres Dios Padre. Ese es quien eres verdaderamente. Pero todavía no lo sabes. Va a venir un día en que lo sabrás, y sólo lo sabrás cuando su hijo aparezca delante de ti. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por siempre. No lo veas como nombre y apellido (Jesús como nombre, y Cristo como apellido). Es Padre e hijo.

El Cristo es el Mesías, ése es el hijo; Jesús es lo mismo que Jehová, ése es el Padre. Cuando los pones juntos dices Jesucristo. Así puedes decir “yo y mi padre somos uno”. Entonces míralo como a uno solo, sí; pero separados, con un propósito en este mundo. Entonces él se envía a sí mismo, envía a su hijo, ¿quién es su hijo? El que lo revelará a ti como Dios el Padre. Porque nadie ha visto al padre, pero sólo su único hijo que es el amado de su corazón; él lo dará a conocer. Y ¿quién es ése hijo? David. Cuando David aparezca, sabrás exactamente quién eres.

En el minuto que aparezca, la memoria vuelve y eres Dios Padre, y el hijo que estaba contigo antes de que el mundo se creara, se para delante de ti. Así que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por siempre, como lo lees en el capítulo 13 de Hebreos: “el mismo para siempre”. Esto está contenido en la mente del hombre, es a lo que se refiere el tercer capítulo de Eclesiastés, que Dios puso la eternidad en la mente del hombre, y aún así el hombre no puede descubrir lo que Dios ha hecho desde el principio al fin.

¿Qué es lo que hizo? Se puso a sí mismo y a su hijo en la mente del hombre. Y cuando el hombre complete su viaje, el secreto saldrá y en ese momento el hijo aparecerá y la identidad del individuo se revelará, que es Dios el Padre. Pero esta relación fue antes de que el mundo fuera.

Entonces todos en este mundo están destinados a despertar como Dios Padre. Y la relación es para siempre, no puedes cambiarla. Cuando seas llamado para el arrepentimiento la historia comenzará, el Reino de Dios está a mano; arrepiéntete y cree en el evangelio. Cree en las buenas noticias, arrepiéntete, y todos los sacerdotes del mundo te dicen que debes amoldarte y continuar así, porque te arrepientes de cosas que has hecho. La Biblia no enseña eso para nada. Arrepiéntete, cambia tu actitud si quieres cambiar tu mundo. Tratar de cambiar las circunstancias antes de que cambies tu estado de consciencia, es luchar en contra de la naturaleza de las cosas; no puedes hacerlo. ¿Cómo puedes cambiar algo y aún mantenerlo dentro de ti?

Así que esta noche, sin pedirle permiso a nadie, sin pedirle a nadie que medie por ti para Dios, vas a tu interior y meditas en tu corazón. ¿Cómo sería el mundo si yo ya fuera la mujer o el hombre que deseo ser?

Bueno, entonces vedlo; obsérvalo. Si no ves ningún cambio, entonces no hay cambios. El hombre puede detectar movimiento en este mundo sólo cuando hay cambios en algo que parece estar fijo. Bueno, entonces si mi estado presente está fijo aparentemente, y luego cambio mi actitud hacia el mundo, y dejo que el mundo me vea como un hombre cambiado. Si veo un mundo cambiado en vez del mundo que solía ser, entonces yo he cambiado.

Si esta noche, estoy financieramente avergonzado, ¿Cómo sería si no lo estuviera? Si fuera afluente, ¿mis amigos lo notarían? ¿Mi esposa lo notaría? Sí; claro que lo notarían. Bueno, entonces dejo que lo noten. ¿Lo hago al decírselos? No. Lo hago todo en mi imaginación. Porque el hombre es todo imaginación y Dios es el hombre, y existe en nosotros y nosotros en él; el cuerpo eterno del hombre es la imaginación, y eso es Dios mismo.

Ese es el cuerpo divino que se habla en las escrituras como Jesús, ¿y donde vive? Vive en ti. Blake lo dice de una manera maravillosa: “¿Por qué estamos parados aquí, temblequeando, llamando a Dios por ayuda; y no a nosotros mismos en quien Dios mora?

Él mora en nosotros, entonces ¿dónde lo voy a encontrar? ¿En una iglesia? ¿En una sinagoga? ¿En un tal llamado lugar santo? No. Si estoy en un bar, tomando una cerveza o un buen whisky, allí esta él, está en mí donde sea que yo vaya, y sabe con qué me estoy entreteniendo. Y exteriorizará lo que sea que yo esté entreteniendo. Entonces cambio radicalmente mi estado mental. Y ese cambio radical se exteriorizará a sí mismo, si me rindo completamente a él en la fe de que él tiene la habilidad para hacerlo. Me libera de toda responsabilidad de divisar los medios que serán necesarios para realizarlo. Yo no sé cómo lo hará. No soy lo suficientemente sabio para saber cómo lo va a hacer, solo sé que funcionará.

Así que todos los que saben este secreto son libres. Eres libre por el conocimiento de la oración.

Ahora, la “oración del señor” no es la técnica. La conocen; y la recitan semana tras semana en las iglesias del mundo, pero no es como está escrita en las escrituras.

Un amigo que ya partió de este mundo, me dio la traducción literal del griego. Lo que tenemos en nuestra Biblia está traducido del latín, que no tiene pasivo imperativo. Entonces no podían formar la oración del evangelista. El Pasivo imperativo es algo que hay que hacerlo absolutamente y continuamente. Éste es el verso: “Padre nuestro que estás en los cielos, tu nombre debe estar siendo santificado, tu Reino debe estar siendo restaurado. Tu voluntad debe estar siendo hecha.”

Así es como fue escrita. Es una Obra teatral que se está haciendo para siempre. Sin ninguna referencia de su duración, de su posición en el tiempo, de su repetición. Es para que tome lugar siempre. Y esa obra, la obra del Padre y del Hijo toma lugar en el hombre. Y en el final, cuando el individuo aquí sea llevado a ése lugar, se dará cuenta. Realiza dentro de sí mismo la obra eterna. Y cuando toda la obra sea realizada dentro de él, él habrá cumplido lo que vino a hacer. Porque el único propósito de la vida, realmente es cumplir las escrituras.

¿Por qué estamos aquí en este mundo de lágrimas, el mundo de terror? Nos dimos a nosotros mismos una ley, por la cual su conclusión es explotar, el inevitable estallido. Porque te metes bastante seguido en un estado sin desearlo, y no sabes que estás en ese estado hasta que se exterioriza. Y no te gusta lo que se está exteriorizando. No permanezcas allí y te hundas en la miseria; sal de allí.

No condenes a nadie por haber caído ahí, no juzgues a nadie. Tan solo sal de allí. Sales de ese estado, con solo preguntarte una simple pregunta: ¿Cómo sería si…? Y luego lo imaginas como si fuera verdad. Y ese es el secreto de la oración. ¿Cómo sería si ya fuera el hombre o la mujer que deseo ser? Y luego me atrevo a asumir que ya lo soy. Y luego puedo decir “Padre, gracias.” Ciertamente has oído y ciertamente has visto lo que hice. No puedes menospreciar a mi Ser profundo, aquel que es mi Ser esencial, y decirme que no sabe lo que la mente superficial está haciendo. No puede no saber lo que mi mente superficial está haciendo.

Ayer vi en el diario que el segundo hombre que pisó la luna, cuando volvió de ese fantástico viaje – que Armstrong fue primero y él segundo – estaba al borde de un brote psicótico, y buscó ayuda psiquiátrica. Y todas las historias que leyó sobre su viaje, dijo que eran totalmente falsas. Y todos dijeron, “deseo que sean verdad”. No hay una cosa en esa revista que haya sido cierta a los ojos de los que tuvieron la experiencia. Y luego en el artículo mencionaba una frase de Carl Jung: “Es mucho más fácil para el hombre visitar Marte o la Luna, que penetrar en su propio ser.”

Entonces pisas la luna, un hecho fantástico. Eso no es nada comparado a penetrar tu propio ser y encontrar la causa del fenómeno de la vida. Encontrar al Padre en ti, que es donde está. No está afuera. Y porque no está afuera, nunca está lejos como para estar “cerca” porque cerca implica separación. Entonces puedo decir, “Yo y mi padre somos uno.” Ni siquiera está cerca, no importa que tan cerca esté, no lo está. Porque cercanía implica separación, y no está separado porque yo y mi padre somos uno. Es mí Ser esencial.

Me dio la libertad de elegir a qué estado quiero entrar. Sabiamente o neciamente. Que él lo exteriorizará para mostrarme exactamente qué hice. Pero me da la libertad de cambiarlo, puedo dejar el estado si deseo salirme de él.

Pero muchas personas se hunden en la miseria de esos estados, mañana tarde y noche y son totalmente ignorantes de que son ellos mismos los que lo están haciendo. Dirán: “Oh si claro, pero…” y cinco segundos después van inmediatamente de nuevo a ese estado. He tenido entrevistas con gente que me decía “Esto es lo que yo quisiera. Pero primero debo decirte que…”.

¡No me digas nada! Dime sólo lo que quieres. Son sólo estados. Insisten en revolcarse en la miseria del pasado. Hay una anciana que le encanta confesarse una y otra vez al cura. Sé sobre un problema que tuvo cuando era una jovencita, y le digo, “Sabes querida, esto me lo cuentas una y otra vez”, y ella me dice, “Si, pero ¡es que me encanta hablar de eso!” Ese es el tema. Les encanta hablar de todas las miserias del mundo.

Les digo, olvídenlo. Sepan exactamente qué quieren de este mundo, atrévanse a asumir que ya lo son, y entréguense completamente, ríndanse a las profundidades de su Ser, y él tendrá los medios que ustedes no conocen. Él lo exteriorizará en tu mundo.

La oración en el sentido real, es la subjetiva apropiación de la esperanza objetiva. ¿Qué es lo que esperas? Bueno, ahora subjetivamente aprópiate de ello. Esa apropiación subjetiva de la esperanza objetiva, es el arte de la oración. Porque tu Padre sabe exactamente de qué te apropiaste. Él lo vio. Y él no te está juzgando, él te lo va a dar. No te preguntará nada, te dará exactamente aquello que te has apropiado.

Yo me apropié de un viaje, cuando me dijeron que no podía salir de la isla por meses y meses. Mantuve mi cita en Milwaukee. Llegué a la ciudad de Nueva York la primera semana de mayo, y volé a Milwaukee y así mantuve mi cita.

Así que lo mismo es verdad para todos los que están en este mundo. Yo no soy único en el sentido de que no soy diferente de todo hijo nacido de mujer. Tú eres único, y yo soy único en el sentido de que no podemos ser duplicados. Y por eso todos tienen que ser redimidos, porque es el todo, y si no algo faltaría del todo. Así que te puedo decir que todos serán redimidos.

Quizás tengas que atravesar el infierno antes de que te despiertes. Pero aún así serás salvado, todos serán salvados. Porque el Todo hace al Uno que es Dios.

Pero, ¿para qué esperar? ¿Y para qué seguir teniendo trabas y golpes en este mundo, cuando puedes aprender el significado verdadero de las escrituras sobre el arrepentimiento? Y no vayas a decirle a nadie que estás pecando y que te de algo para hacer, para poder arrepentirte. Todo eso son tonterías.

No me importa lo que hayas hecho. Tu Padre no te condena. Es el estado en el que estabas cuando cometiste ese acto, y el hombre juzga al individuo y no al estado. Juzga al estado, pero no al individuo en ese estado. Estaba tan solo metido en ese estado involuntariamente.

Blake decía: “Yo no considero que ni el justo ni el malvado estén en un estado supremo, sino que están en todos los estados dormidos en los cuales el alma puede caer en sus sueños mortales del bien y del mal.”

Cada persona cae en un estado. Entonces, ¿por qué condenar al hombre o a la mujer por el estado en el que cayó? Sácalo de ese estado. Todas las cosas son redimibles.

¿Cómo lo sacas? Pregúntale qué es lo que quiere. Quizás no quiere salir de ese estado. Si quisiese salir de ese estado, le preguntas qué es lo que quiere, y en el ojo de tu mente te lo representas como a ese hombre o mujer que ellos quisieran ser. Y luego ríndete completamente a tu Padre, porque él sabe cómo hacerlo, sabe cómo producirlo en ellos.

Un amigo mío fue a san Francisco a pedido mío, uno al que le enseñé la Ley y le expliqué lo más que pude la Promesa. Antes de que él puediera dar una conferencia en San Francisco, una ciudad a la que nunca había ido, estaba caminando con su perro por la calle y un hombre se le cruzó, tambaleándose un poco, y le pidió dinero, porque no tenía empleo y necesitaba ayuda, sabía que era para tomar pero mi amigo no juzga por esa razón, no le importa si se toma todo el alcohol del mundo. Pero mi amigo pensó que podría aplicar este principio así que le dijo, “No tengo dinero, pero lo que tengo te lo doy.” El hombre no entendía a qué se refería, pero le agradeció y se fue. Mi amigo no dio un paso más sin antes hacer lo que era su responsabilidad. Se representó a ese hombre dentro de sí mismo como si ya tuviera un trabajo, sin necesidad de pedirle nada a nadie. Y luego siguió caminando con su perro.

Una semana después, estaba caminando por la calle, un hombre viene hacia él y le dice, “No sé si me recuerda;” mi amigo le dijo, “Oh, sí claro que lo recuerdo.” El hombre le dijo, “Quiero agradecerle por no darme ayuda cuando se la pedí la otra semana. Porque si me la hubiera dado, hoy también le estaría pidiendo dinero. Pero me enojé tanto conmigo mismo, porque usted me rechazó, y yo estaba en esa posición de mendigo, que fui al otro día a buscar empleo y conseguí uno maravilloso, y ahora estoy trabajando.” Todo lo que hizo mi amigo fue imaginarlo con un trabajo.

Así que se nos dice en el Libro de Hechos, “No tengo ni plata ni oro, pero lo que tengo te lo doy.” Puedes dar cualquier regalo de tu imaginación, ¡así que dadlo! Y luego ríndete completamente a la profundidad de tu propio Ser, sabiendo que tiene el poder creativo de exteriorizarlo. Todos pueden hacerlo. No tienes que graduarte de ningún lugar en este mundo. Si quieres un título, bueno consíguete un título. Son todos comprados de todas maneras. Puedes poner 30 dólares en el correo, enviarlos a la India y te darán un título. ¿Quieres algo más elevado? Obtén algo más elevado, lo que sea que desees. Pero sin exámenes ni estudios puedes conseguirte un título de cualquier manera. Esas son las tonterías más grandes. Y tantos hoy en día se llaman “doctor de esto y lo otro” y pagaron ese título.

Quédate con los más grandes hechos, el mejor libro de todos, la Biblia, que nunca cambia. Pero es el libro más malinterpretado del mundo. Porque se enseña como historia secular y no lo es. Es historia divina, es la historia de la salvación, y estos personajes no son personas como tú, son eternos estados de consciencia. Pero son personificados cuando tú cuentas la historia. Hemos tomado la personificación como personas. Y las personas que explican las instrucciones como las instrucciones. Mientras sigamos explicando la Biblia como historia secular, nunca conoceremos la Biblia.

Así que te digo, lo que hayas hecho hoy, si no te gusta, cámbialo a otro estado. No trates de eliminarlo, no permanezcas en ese estado porque si no lo volverás a hacer. Lo harás una y otra vez mientras permanezcas en ese estado. Podrás afirmar de aquí a la eternidad: “Nunca más haré éso,” y te encontrarás quizás 24 horas después haciéndolo otra vez. Sal de ese estado, y que sea como si nunca hubieras hecho éso, en toda la eternidad. Porque ahora, no es parte tuya, no es parte de tu estado nuevo. Pero no eres un estado. Eres todo imaginación, y la imaginación no es un estado, todo lo demás son estados pero no la imaginación. La imaginación es el individuo en sí, ése es Dios, tu hermosa imaginación humana. Cuando dices YO SOY, ése es Dios por siempre y para siempre.

Así que mi nombre está en él, y por eso ¿a dónde iré para buscar a Dios?

Ahora sin fe en Dios, en tu maravillosa imaginación humana, no puedes agradarle. Entonces, ¿quién vendrá a él? Primero tienes que creer que él existe. No tengo que preguntarte si estás consciente de ser. Ya sabes con certeza que tienes consciencia de ser, bueno, eso es decir YO SOY. Entonces hasta ese punto sí sabes que existes. Quizás creas que morirás cuando el cuerpo físico se muera. Yo te digo que no mueres con el cuerpo físico. Quizás creas que el cambio de estado es un cambio en el sentido de la muerte, pero no es así.

El individuo se mueve de estado a estado, pero los estados permanecen eternos para que otros ocupen esos estados. Yo dejo detrás a la ciudad de Los Ángeles y me muevo a otro lugar, pero la ciudad de Los Ángeles permanece. Yo soy el peregrino, el que se mueve. Y el peregrino es tu maravillosa imaginación humana, ése es tu Ser inmortal. No puedes morir, no puedes ir a la eterna muerte en aquello que no puede morir. Ése es tu Ser inmortal. Pero permanecerás en este mundo hasta que descubras quién eres. Y nadie en el mundo te podrá convencer, más que el hijo.

Cuando el hijo aparezca todos los argumentos se terminan. Sabrás exactamente quién eres. Sabrás que eres Dios Padre. No hay otra cosa que te pueda convencer de esto. Podría intentar convencerte hasta el fin de los tiempos, pero nada te convencerá más que cuando veas a David. Cuando veas a David, el salmista. Él es el Mesías, él es el Cristo. Y Jesús es el Dios Jehová. Ése es el misterio.

David en el espíritu lo llamó “mi Señor” como un hijo le habla a su padre “mi Señor”. Cuando esto fue escrito, los hijos le decían a sus padres “mi señor”. Abraham lo llamó: “Mi Padre.”

Espero que lo tomen en serio esta noche, y realmente vivan por La Ley. No te va a fallar, te lo aseguro. Puedes cambiar tu mundo y hacerlo conforme a tu estado ideal. Enséñale a aquellos que lo quieren escuchar. Muchos no lo harán, pero no te preocupes. Si no te escuchan, déjalos en paz. No trates de forzarlos a que lo entiendan. Pero les digo que el crecimiento espiritual es la transición gradual de un Dios de tradición a un Dios de experiencia. Y gradualmente crecerán y crecerán hasta olvidar las tradiciones y encontrarán al Dios de la experiencia. Cuando lo encuentren, no lo dejarán ir. Sabrás que todas las cosas están sucediendo en tu maravillosa imaginación humana.

Ahora vayamos al silencio.



Traducido por Laura Arrojo
La conferencia original en inglés es REPENTANCE, A GIFT OF GOD (Neville Goddard – no date)



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miércoles, 1 de abril de 2015

LIBERA A BARRABÁS Y CRUCIFICA A JESÚS (Neville - 17 de octubre de 1957)

Neville Goddard (17 de octubre de 1957)


LIBERA A BARRABÁS Y CRUCIFICA A JESÚS



Como ya saben, sentimos que la vida tiene que ser un incremento perpetuo de las cosas que amas! Eso, para mí es: El Arte De Vivir. En la habilidad del hombre de vivir en el final, de vivir en el sentimiento del deseo cumplido, yace la capacidad del hombre de vivir una vida más abundante. No me importa cuál es tu objetivo; sentir que ya lo tienes, es vivir una vida más abundante.

Primero, esta noche, hablemos de tres que estaban despiertos, y por tres, me refiero a tres hombres. Todo el propósito de la vida es despertar y unirse al coro de la humanidad despierta, que es Dios. Hablaremos del gran poeta, uno que pasó de esta esfera hace dos o tres años, Walter de La Mare.

Así fluye la experiencia, el vasto exterior.
Es el microcosmos del alma interior.
El ojo distraído podrá dudar,
Pero ya no, cuando los sueños comienzan.”

Piénsalo! Este vasto “exterior” es el microcosmo del alma interior. El ojo distraído no puede creerlo, pero tú tomas esto, y lo expandes a innumerables niveles y ves que el “vasto exterior” es tan solo el microcosmos del alma interior. ¿Cómo puede el hombre creerlo?

Y ahora hablaremos del gran poeta, Shakespeare: Todo en el mundo es una proyección de algo que se activó en mi interior. Me encuentro con un amigo y digo que lo amo y que veo en él algo que me gustaría cambiar. Todo en este mundo es el microcosmos de la inmensidad de mi propio ser. Todo en el mundo “no importa lo que es, todo lo llamado maléfico podría ser cambiado, si el hombre al observarlo, lo destilara hacia afuera.” Si yo supiera esto, podría mirar a lo que sea, cualquier condición, como un científico observaría a una mezcla burbujeante, y sabría que podría extraer algo de ello que sea bueno. Blake nos dice: “Aquel que no imagina en más fuertes y más amplios lineamientos, y en más fuerte y brillante luz, más de lo que su pereciente y mortal ojo puede ver, no imagina para nada.” Esto es, de alguna forma, una parábola. Una parábola es una historia que se cuenta para ilustrar una verdad.

En 2da. Corintios 3:6, en la carta que Pablo escribe a los Corintios – estos no son gente de Corinto. Ustedes son Corintios, porque estas son historias de los misterios, y así es este Corinto, así que las cartas son dirigidas a aquellos que están interesados en elevarse a otro nivel de conciencia: “Somos los pastores de un nuevo pacto, no escrita en código sino en espíritu.” Ahora, recuerden la enseñanza: “La letra mata, pero el espíritu da vida.” Así que somos pastores de un nuevo pacto. Se tú el juez, porque yo no estoy aquí para juzgarte. Pero si vengo y suspiro en tu oído que estás albergando a un ladrón, ¿reaccionarías con violencia? Se tú el juez, pero te contaré una historia, en el código escrito en forma de carta. Esta es la historia de Jesús y Barrabás.

Era la época del año en que se acostumbraba a liberar a un hombre que estaba en prisión. “¿A quién quieren que libere? ¿Barrabás o Jesús? Y ellos aclamaron “Libera a Barrabás! Crucifica a Jesús!” “Y cuando la esposa de Pilato le dijo, ¿harás esta cosa? Él se lavó las manos,” etc.

Ahora, toma esto, y esto es el código – ¿Pero qué significa realmente? ¿Que eso realmente sucedió? Somos advertidos de aquellos que “se apartan de la verdad” y aquellos que piensan que la resurrección ya sucedió, se han alejado de la verdad, ya que si ya hubiera sucedido, yo no podría conocer el poder que resucita cada sueño en el mundo. La resurrección debe suceder en cada momento en el tiempo, en cada hombre. La Pascua Judía no sucede en cierto momento del año, como la Pascua (que celebramos). La Pascua Judía sucede en cada momento del día, si estamos dispuestos a pasar a otro estado. Siempre debe haber un cambio de estado a un estado más alto. Entonces ¿a cuál me harás liberar? ¿Al ladrón o a Jesús? ¿De cuál te liberarás, y a cuál te aferrarás? Debo liberar al ladrón, porque lo estoy albergando. ¿Quién es? Si en este momento quieres algo y la razón te dice que no puedes tenerlo, entonces estás entreteniendo al ladrón que te roba de ser aquello que deseas ser en este mundo. Éste es el “hijo de Satanás”, algo en mí que me roba de aquel otro Hijo que me salvará. Lo que me salvará de lo que soy, es Cristo Jesús. ¿Y qué es lo que te detiene de obtener aquello que deseas? Ése es Barrabas.

Entonces, crucifican a Jesús; ellos fijan el estado deseado. Todo el drama sucede dentro de ti. Debes liberar a Barrabás y crucificar al Señor. Debes aprender el arte de hacerlo. Lo puedo decir de mejor manera contándote un caso, una historia que he recibido. Esto es lo que me dijo: Ella tenía una vecina que estaba divorciada hace 19 años, y que estaba hasta las orejas de deudas. Ella trabajaba duro pero ni le alcanzaba para sobrevivir en el día a día. No podía pagarse unas vacaciones, aunque le tocaban. Y en cuatro semanas la universidad comenzaría y su hijo quería ir a la universidad, pero no había medios para que él puediera ir. Ella rezaba por su problema, pero sin resultado alguno, y luego le pidió a esta señora, la que me escribió la carta, que rezara por ella. Esta señora le explicó esta lección que les estoy dando a Uds. ahora, y luego hizo lo que contaré para su vecina. Primero le preguntó, ¿Qué es lo que realmente quieres? Bueno esta mujer había estado divorciada por 19 años y había perdido su fe en los hombres, pero aún así dijo que por sobre todas las cosas le gustaría estar felizmente casada y libre de toda deuda.

Cada noche por un mes, esta señora de nuestra clase, iba a la de su vecina y hablaba con ella y le hacía pensar sobre las cualidades que más quería en un marido: caballerosidad, amabilidad, tolerancia, que sea atento, honesto, etc. Tenía que mencionar una y otra vez, todas las cualidades que sentía que debía tener un hombre. Y luego la señora le preguntó: “¿Puedes sentir el abrazo de un hombre así? Y la otra señora dijo: “Sí, creo que puedo.” Y luego la señora hizo algo más. Fueron a través de toda la ceremonia de casamiento, la parte en que se ponen los anillos, y escuchando las palabras que los pronunciaron marido y mujer. Y luego dejó a su vecina con la sugerencia de que durmiera en ese estado y le prometió que ella haría lo mismo – es decir, dormiría en el estado de haber visto a su vecina ya casada.

Hicieron esto por 4 semanas. Y luego un hombre llegó a la oficina de ella (de la vecina) y hablando, él le preguntó a dónde se iría de vacaciones. Ella estaba avergonzada de admitir que no iba a ningún lado, así que le dijo que pensaba en quizás ir a las Sierras Altas, y el hombre dijo: “Entonces debes ser mi invitada, ya que yo soy dueño de un hotel allí.” Él reservó habitaciones para tres de ellos: la mujer y su hijo, y la señora que la ayudó. El hombre era muy amable y de gran ayuda para ellos. Le contó a la señora, que había perdido a su esposa hace unos meses. Pero también le dijo que no se volvería a casar. La señora se había encariñado con él y estaba angustiada por esto, y le dijo a la señora que la había ayudado, “¿Que haré ahora? Él nunca se volverá a casar. Ya me lo dijo.” La señora le dijo, “Tú estás felizmente casada, así que no vamos a discutir esto. Has dormido cada noche en el sentimiento de tener un marido maravilloso, un hombre que tiene todas las cualidades que deseas. Entonces ¿cómo es que me discutes este asunto? Estás casada.”

Esto sucedió hace dos años. Ahora ella está casada con este hombre desde hace dos años. Sí, él cambió de opinión sobre volver a casarse. Él enviará al hijo de esta mujer a la universidad. Ella le dijo recientemente a la mujer que la ayudó con sus enseñanzas: “No tienes idea lo amable y bueno que es, que maravilloso.” La mujer dijo: “¿Cómo qué no?” Ella le dijo: “Yo preparé estas cualidades contigo y te ayudé. ¿Te piensas que no sé cómo es él?”

Ahora, volviendo a la crucifixión. Debes liberar a la conciencia de Barrabás, el ladrón. Esta mujer se robó a si misma por 19 años. Se robó a si misma de las cosas hermosas de la vida. Finalmente se enfrentó a la elección: O Barrabás debía ser liberado o Jesús debía ser liberado, o crucificado. Si quiero ser lo que sea en este mundo, y digo que no puedo serlo, entonces me robo a mí mismo de la habilidad de serlo. El hombre puede ser lo que sea que quiera ser en este mundo, porque el hombre despierto es el hijo de Dios. Hay sólo un hijo y ése es Cristo Jesús y ese hijo es la Imaginación Humana, el único Cristo Jesús en el mundo. Nunca habrá otro. Entonces miro hacia afuera, al mundo, y pienso que me sobrepasa y no doy cuenta que tan solo es el microcosmos del alma en mi interior. Si no lo sé, comenzaré el sueño para probarlo. ¿Puedes sentir brazos que te abrazan alrededor tuyo? Esta mujer comenzó su sueño y lo realizó. El mundo entero externo tan sólo refleja el alma interna. La Pascua significa pasar a ser otro. Cuando éramos niños nos dijeron que Jesús se sacrificó a sí mismo por nosotros, 2000 años atrás. Éso es creer en una mentira. Te alejas de la verdad si crees que la crucifixión ya ha sucedido. No está terminada, es un hecho constante en cada momento del tiempo. No ha pasado, y debe suceder continuamente. El drama completo se desarrolla dentro de nosotros. Podemos destilar hacia afuera todo lo bueno que haya en cualquier situación. Puedes hacerlo como lo haces con una mezcla, que destilas la esencia de ella.

Te han dicho que el viejo Testamento es de un pacto, y que el Nuevo Testamento es otro pacto. No lo creas. Hay sólo un Libro. Cuando encuentras el espíritu del libro que te hará libre, eso es El Nuevo Pacto. La letra mata, más el espíritu da vida. Toma el mismo “código” y re-léelo, y golpéalo como si fuera la roca y luego saca el agua y conviértela en vino. Roca, como les dije, significa hecho literal. Agua significa entendimiento psicológico; vino significa la aplicación de esa verdad. Si tú sabes ésto, cada sueño en el mundo puede ser realizado. En la capacidad de vivir en el sueño cumplido yace tu capacidad de vivir una vida más abundante. Estas historias que les cuento son la “piedra” si las tomas literalmente, pero “agua” si las entiendes, y luego se convertirán en “vino” si tú aplicas lo que has aprendido. Puedes obtener todos los resultados como esta señora los obtuvo.

Pero la mujer que ahora está casada, aunque sea feliz puede caer en un estilo de vida y olvidar como todo esto le ha sucedido. La gente rápidamente “se recupera” de esta enseñanza. Puedo contarte muchas historias de amigos míos que querían ayuda y que querían que sus sueños se convirtieran en realidad. Y mientras yo escuchaba, oía y observaba como si mirara lo que ellos querían ver, y la cosa se convirtió en realidad en su mundo. Esta la historia de mi cuñado, la conté en uno de mis libros. Él sabe que la historia está allí, y aunque todos mis otros libros están a la vista en su librería, éste en particular lo puso tan arriba que nadie puede alcanzarlo. Es una persona tan fijada en hechos y realista que aunque el sueño que el más quería en el mundo se convirtió en realidad, ahora esta avergonzado cuando piensa de qué manera se convirtió en realidad. Él está muy con “los pies sobre la tierra” para querer recordarlo.

Entonces les digo, debemos recordar la historia de la crucifixión. Como dijo Pablo “morir diariamente”. Yo debería estar insatisfecho: yo debería tener siempre una “insatisfacción divina” y trascender y trascender, para convertirme en uno de los hermanos despiertos. No puedo vivir de lo que aprendí hoy. Extiende los límites de tu tienda. No sólo debo crecer, pero debo superarme, o no estaré creciendo. No dejes que nadie te diga que este mundo es tu fin. Tú eres un ser fabuloso. Tú no cambias de mundos por viajes espaciales; tú cambias por un cambio de conciencia. Subjetivo u objetivo es determinado por el nivel en que mi conciencia está enfocada.

Te pido que construyas un pequeño drama que implique que ya has logrado tu sueño. Esta señora fue a través de su ceremonia de casamiento y con el hombre que tenía todas las cualidades que ella quería. Y en cinco semanas el drama comenzó a desarrollarse. Todo esto llevó 3 meses y ahora esta mujer está felizmente casada. Todo lo que deseas está dentro de ti, porque el vasto exterior es sólo el microcosmos de tu alma interior. Pero aunque dudes, no dudarás más cuando el sueño comience. “Aquel que no imagina en más fuertes y más amplios lineamientos, y en más fuerte y brillante luz, más de lo que su pereciente y mortal ojo puede ver, no imagina para nada.”

Huele una rosa. Obsérvala. Tú puedes verla y olerla en el grado en que tu atención se centre en ella. Si dejas que posea tu mente, la verás y la olerás. Eso es ser creativo. Tú ves lo que quieres ver, y entra en ello y vívelo como si fuera verdad. Otros lo llamarán fantasía y cuando se convierta en realidad, ellos creerán que lo has hecho de esta manera. Pero deja que los demás crean lo que quieran creer. Le dije a un amigo que era crítico, que ni se esforzaba en saber de qué estaba siendo crítico: tu gusto y tu opinión no califican para que tú puedas criticar. Tú debes primero saber lo que yo estoy tratando de hacer, y luego podrás atreverte a opinar. Pero si no sabes lo que estoy haciendo o tratando de hacer, entonces ¿cómo puedes presumir criticar?

Todo en este mundo es hecho con la imaginación, pero muchos no lo ven. Pero, ¿conoces algo que haya sido hecho sin que primero haya sido imaginado? Pero tú haces tu sueño y caminas en él como si fuera verdad, y otros vendrán como los trabajadores, persiguiéndote para ejecutarlo.

Edison le dijo a Tesla que no sería posible alterar la corriente. Edison dijo que no podía ser, pero Tesla le dijo: “Lo puedo ver. Puedo ver la máquina, estoy arrancándola y deteniéndola, sacándole las obstrucciones antes de que la haga en el laboratorio.” Lee esta historia en el libro llamado “Genio Pródigo, la historia de Tesla. (ed. La vida de Nikola Tesla).” Lo llamaron loco antes de que muriera. ¿Quieres saber por qué? Él dijo que se estaba comunicando con Edison, que estaba muerto. Porque otros no podían entender esto, lo llamaron a Tesla, un loco.

Eclesiastés 3: “Yo soy el principio y el fin” y “no hay nada que vendrá que no haya sido y es”. La Creación está terminada. Tan sólo vamos incrementando porciones en nuestra conciencia, de lo que ya existe. Si todo ya existe, ¿todavía soy creativo? Lo soy en este sentido: me convierto en un seleccionador de aquel aspecto de la realidad a la que quiero responder y luego la traigo a mi mundo. Es como tomar el alfabeto. Shakespeare y Blake usan sólo 26 letras. Un idiota usaría exactamente 26 letras. Pero piensa en la diferencia. Piensa en un alfabeto infinito y luego seleccionaremos lo que queramos de ese alfabeto. Pero tú te pones en relación con él y luego se convierte en realidad en tu mundo.

Los dos puntos más importantes en mi mundo, yo diría, son mi personalidad y luego mi relación con la realidad. Cualquier cambio real en mi personalidad debería cambiar a mi mundo externo. Puedo interferir con la acción mecánica de mi cerebro al aceptar lo que mi cerebro no registra. Si puedo imaginar, y luego producir en mí mismo un cambio de personalidad y luego funciona, la única condición impuesta en el hombre es: que él crea que ya tiene aquello que desea. Y uno que confirma esto: “Cuando te pares en oración, si tienes algo en contra de tu hermano, perdónalo,” etc. ¿Tú crees que esto se refiere a tener algo en contra de alguien? No. Perdonar, en el sentido místico pone a prueba la habilidad del hombre en introducirse y vivir la naturaleza de lo opuesto. Yo creo que no puedo hacer algo. Esa creencia es la que debo perdonar. Si puedo hacer esto, entonces me estoy perdonando a mí mismo. Si puedo pensar en un amigo que está enfermo y aceptar el hecho de que está enfermo, entonces tengo eso en contra suya. Debo perdonarlo viéndole saludable, y en el grado en que yo me persuada a mí mismo, estoy perdonando aquello que tenía en contra de él.

¿Puedes perdonar a un hombre con murmurar algunas palabras y decir que lo has perdonado? Puedes perdonar sólo cuando un “completo” cambio de conciencia tome lugar. Cuando pienso en ti, debería ver un diferente tú, un nuevo tú. Si no veo un diferente tú, entonces no te he perdonado. Esta señora de la que les hablé hoy “perdonó” a su amiga, porque la vio felizmente casada. Y ese matrimonio fue consumado.

Te digo que no importa cuál es tu sueño, puede ser realizado, tú realizarás la crucifixión. Si piensas que “la resurrección ya se ha efectuado, tú te has alejado de la verdad” (2da. Timoteo 2:18). Debe seguir sucediendo eternamente. Está en tus manos lo que hagas de ahora en más. Todos pueden hacerlo. Ese es el propósito de esta plataforma – para que no sólo realices tus sueños aquí, sino que también despiertes y te introduzcas en otros mundos. Hay mundos dentro de este mundo, y hay mundos dentro de mundos. Yo lo sé – los he visto y he estado en ellos. No me importa lo que la gente me diga que si lo puedo hacer o no. Yo sé que lo puedo hacer, y lo hago. Sé que vivo en un hogar en el Oeste de Los Ángeles, y vengo aquí los lunes y jueves por la noche. Si quieres puedes decirme que no vengo aquí, así como decirme que no puedo entrar en otra esfera. Yo no puedo llevarte conmigo, ya que el mundo llama “realidad” a aquello que puede ser compartido. Pero no fue una ilusión subjetiva; fue real.

Hay muchas cosas que por ahora no pueden ser compartidas, porque el trasfondo del otro mundo no es algo que la gente esté lista para recibir. Pero eso no lo hace menos real. Con el tiempo, todo será revelado.

Ahora vayamos al silencio.



Traducido por Laura Arrojo
La conferencia original en inglés es RELEASE BARABBAS AND CRUCIFY JESUS (Neville Goddard 10-17-1957)



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