~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


lunes, 23 de mayo de 2016

LA LEY DE LA LIBERTAD (Neville - 13 de marzo de 1964)

Neville Goddard (13 de marzo de 1964)


LA LEY DE LA LIBERTAD



El tema de esta noche es: “La Ley de La Libertad”. En esta serie presente, les pido a todos que lo intenten, que lo prueben y luego compartan con nosotros los resultados, para que así yo pueda compartirlo con otros lo que ustedes han comprobado con esta maravillosa ley nuestra. Lord Lyndsay dijo una vez a un grupo de clérigos: “Ustedes, ministros, están cometiendo un error. En sus púlpitos están discutiendo el Cristianismo, y nadie quiere escuchar sus argumentos. Ustedes deberían ser testigos: ¿Acaso esta cosa funciona?; y luego compartirlo con el resto de nosotros.” Entonces, esto es lo que les estoy pidiendo que hagan, compártanlo. Yo les digo que funciona. Hemos encontrado aquello que el mundo entero está buscando y funciona. Pero tú no lo sabrás solo con escuchar sobre esto. Para estar convencido, debes ponerlo a prueba y comprobarlo, y tú puedes comprobarlo.

Ahora, vayamos al gran libro, la biblia. Tú juzgarás hasta qué punto lo aceptas, al testimonio de Jesús. Porque repetimos, aquí, noche tras noche, que es muy importante que escuchemos el testimonio de Jesús y que respondamos a él. Entonces hago la declaración aquí, parafraseando a Blake, que: “Todo lo que observas, aunque aparenta estar afuera, está dentro, en tu Imaginación, de la cual este mundo de mortandad es tan solo una sombra.” Y digo eso de manera literal. Esto no es solamente un hermoso pensamiento poético debidamente expresado por Blake; él lo dijo con intención literal. Entonces la Biblia dice esta declaración - la leerán en el capítulo 6 del libro de Juan. Realmente se lo llama el capítulo de la secesión, porque en este capítulo se repite una audaz declaración por todo el capítulo, y en el mismísimo fin, ellos se separaron. Y la declaración que lo causó fue esta: “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final.” (Verso 44). Y luego se nos dice que él preguntó una simple pregunta: “¿Y suponte que ves al Hijo del hombre ascender al Cielo?” (Versículo 62). No hubo respuesta; nadie le creyó. Y luego dijo: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí a menos que se lo haya concedido el Padre.” Nadie. (Versículo 65). Y luego, el evangelista dijo, de la historia que estaba escribiendo y ahora editando: Y Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que lo iba a traicionar. (Versículo 64). Lo sabía desde el principio, quiénes no le creían, y quién iba a traicionarlo.

Ahora, leemos la historia cuidadosamente, y él dijo, él lo repite otra vez, “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga.” Luego se nos dice que muchos, en ese momento, muchos de los discípulos se fueron, para nunca más caminar con él, para nunca más ir con él. Bueno, ¿Quiénes son los discípulos que se fueron? No pudieron ir hasta el final; hicieron parte del camino; pero no pudieron ir hasta el final. Ningún hombre te juzga, porque el drama está tomando lugar dentro de nosotros. Escuchamos el testimonio, ya sea que lo escuchamos desde la plataforma o lo leemos en un libro, o quizás tenemos la experiencia, pero ¿hasta qué punto podemos ir hasta el final?

Se nos dice que hay una ley, la ley de la cosecha idéntica; que: “No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla, pues todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará” (Gálatas 6: 7). Y luego se nos dice: “Y el Señor dijo: “Produzca la tierra hierba, plantas que den semilla, y árboles frutales que den fruto según su especie”. (Génesis 1: 11). Sin variación, cada uno según su especie. Ahora, creo que el mundo entero va a aceptar eso en el mundo vegetal; y luego se dirigirán al mundo animal y lo aceptarán, que las palomas produzcan palomas, los hombres producen… Los hombres y mujeres producen, bueno, hombres (la especie). Entonces, podemos tomar a la ley en el mundo natural y ver que sí funciona. ¿Podemos dar un paso más allá de aquella barrera, y llevarla ahora al mundo mental? ¿Podemos ahora, realmente producir un acto mental, un acto imaginario, y observar su funcionamiento? ¿Y luego admitir, cuando veamos el fruto, que el acto imaginario fue la semilla plantada por nosotros, y la cosa que ahora vemos reflejada, es realmente el resultado, o el fruto de él? ¿Podemos aceptarlo? Bueno, podemos. Confió en que todos aquí podrán aceptar esto. Creo que la mayoría de ustedes lo harán, es por eso que están aquí. Pero ¿Puedes ir más allá, y decir que ningún hombre - y ahora, esto es literal - “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final.”? ¿Puedes ir hasta ese punto?

Bueno, ellos no pudieron ir hasta ese punto. Podían ir hasta el punto de relacionar un evento externo a un acto imaginario interno. Pero no pudieron creer ni por un momento, que encontrarse con un total extraño en el mundo, ese extraño viene para interpretar un papel en mi vida; que él no puede venir a menos que mi Padre lo traiga; y Yo y mi Padre somos uno. Yo soy el Padre y el Padre está en mí, así que nadie viene a mi vida e interpreta cualquier papel en mi vida, excepto en lo que yo lo estoy atrayendo, sea bueno, malo o indiferente. Él tan solo no podrá venir. Bueno, el hombre todavía no es lo suficientemente grande para poder aceptar tal amplio círculo. No pueden estrecharlo hasta ese punto para incluir al mundo entero; y que todo lo que está sucediendo en su vida individual, él es la causa de ello. Él no puede relacionar estos eventos, cuando son tocados por seres vivientes en el mundo, con todo lo que él ha hecho interiormente. No puede creerlo ni por un momento. Pero les digo, sean ustedes los que juzgan si lo creen o no. Porque él dijo: “Yo conozco a todos desde el principio” ¿Por qué conocía a todos desde el principio? Bueno, ¿Quién es él para hacer todo esto? ¿Acaso no se nos dijo: “¿quién de los hombres conoce las cosas profundas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?”? (1ra. Corintios 2: 11). Pero ¿Quién es el espíritu en ti? Les digo, es Jesucristo. “He sido crucificado con Cristo; no soy yo quien vive, sino Cristo que vive en mi”. Léanlo en el capítulo 2, versículo 20 de Gálatas. He sido realmente crucificado con él y no soy yo quien vive, sino Cristo que vive en mí. Así que el espíritu en mi sabe desde el comienzo, si yo he creído o no.

Mientras estoy sentado aquí esta noche, ¿lo creo? ¿Hasta qué punto creería en esta ley de la libertad, donde no hay ninguna cosa que está sucediendo, que yo no haya causado, ni una en mi mundo? ¿Bueno, quién me traicionó? Yo conocía aquél que me traicionó. Pero nadie puede traicionarme a menos que tengan mi secreto, les digo que nadie. No puedes traicionar al hombre a menos que tú sepas el secreto del hombre. Y para conocer el secreto del hombre, tú tienes que estar en el espíritu de ese hombre. Entonces, ¿Quién podría traicionar al hombre, sino él mismo? Por lo tanto, “Ningún hombre me quita la vida, yo la doy de mi propia voluntad… tengo el poder para entregarla, y tengo el poder para volverla a tomar.” Ningún hombre me quita la vida. Así que él sabía quién era el que lo iba a traicionar, y quién debía traicionarlo porque es él mismo. Él es auto-traicionado. Conoce los secretos hasta el punto de que todo lo que está sucediendo en su mundo es, porque él es la única causa de todas las cosas que él enfrenta, que él experimenta. No hay otra causa. Él lo sabe. Entonces, ha traicionado su experiencia creativa dentro de sí mismo. Sabe cuál es la causa de eso. La ha encontrado dentro de él mismo; su propio maravilloso imaginar humano; es el espíritu de Cristo en él, lo que es realmente la causa del fenómeno de su vida. Entonces, ahora él es auto-traicionado. Lo compartirá con el mundo, pero ¿Quién lo va a aceptar? Se lo contará al mundo y entonces los hombres juzgarán ellos mismos hasta qué punto creerán. Pero cuando él llega a esa declaración, que ningún hombre puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga, hasta ahí llegamos.Ahora, déjenme que comparta con ustedes lo que me dieron. El caballero que está aquí esta noche, y esta es su historia como me la dio el martes pasado por la noche, luego de la reunión. Me dijo: “La semana pasada, yo estaba teniendo serias dificultades con una historia. Estaba satisfecho con el diálogo, las escenas estaban todas bien individualmente, pero por alguna que otra razón, yo no estaba satisfecho con la historia. Así que el domingo por la mañana, al darme cuenta que la historia era el problema y no mi tratamiento de la historia, hice lo siguiente. Me puse a mí mismo en los zapatos de Robert Louis Stevenson, y luego me imaginé cómo se había sentido él, luego de haber escrito una buena historia. Luego volví, y me puse mis propios zapatos y traté de igualar aquel sentimiento, que yo había imaginado que sería el sentimiento de Stevenson, de lo que habría sentido cuando produjo una buena historia.” Esa fue la técnica que el utilizó. Él dijo: “todo esto sucedió cuando yo estaba teniendo mi caminata mañanera. Cuando volví a casa, comencé a enlistar punto por punto a mi esposa, de lo que pensaba que estaba mal con la historia. Y luego, punto por punto, como si alguien estuviese parado detrás mío, y me hubiese provocado, de repente la solución para cada punto vino a mi mente, como si alguien estuviese parado detrás mío y lo pensó. Y toda la cosa vino a mi mente, punto por punto.” Ahora, él dijo: “debería agregar que, mientras yo estaba afuera, mi esposa había imaginado (la frase): ¡Cosas Maravillosas están sucediendo!, ¡Cosas Maravillosas están sucediendo!”; él dijo: “estoy seguro que tu esposa entendería que cuando un hombre está en casa todo el día, la mujer tiene que usar generalizaciones, amplias generalizaciones. Así que podrá comprender esto, porque mi esposa y yo pasamos 24 horas al día, siete días a la semana juntos; y estamos en el mismo lugar.” Él, el escritor, usa su hogar como yo uso mi hogar.

Entonces, con esa confesión hecha, él dijo: “Alrededor de una hora después, yo estaba en la ducha y estaba recordando placenteramente una experiencia de hace seis años atrás… recordando esto mismo que me sucedió hace seis años… esto de que una historia estaba siendo, o parecía ser, dictada a mí, de manera parecida, y la cosa sucedió, que alguien detrás mío me estaba dictando la historia de la hora pasada. Y parecía ser seis años atrás, según recuerdo la historia, de que esto me sucedió de manera parecida; alguna presencia me dictaba, o parecía dictarme, la historia. Y luego, me golpeó como un martillo. Porque la historia de hace seis años, aquel mismo personaje en la historia de hace seis años, era Eddie. Idéntico, hasta el último detalle, era Eddie.

Si no han estado aquí cuando contamos la historia de Eddie, déjenme que les cuente el personaje que el concibió hace seis años. Él dijo, “él, estaba un poco loco. Bueno, tú sabes, Eddie fue internado en un asilo para locos, para aquellos que estaban un poco locos.” Él dijo, “el personaje era constantemente retenido y liberado por la policía. Bueno, la policía retuvo a Eddie, y cuando el asilo no lo quiso volver a ingresar, la policía no lo quería, así que lo liberaron.” Él dijo, “por razones de la trama, le tuve que dar al personaje un rengueo en el pie, en la pierna derecha - y así también Eddie tenía un rengueo en la pierna derecha.” Él dijo, “la gente del pueblo del personaje lo trataban de la manera en que la gente en mi vecindario trataba a Eddie. El personaje vivía en una tienda fuera del pueblo; Eddie vive hoy en una tienda arriba en las colinas de Hollywood. El personaje usaba el tipo de ropa, el mismo tipo de ropa que Eddie usa. El personaje tenía una fascinación con la caída atómica. De hecho él le hizo una broma al pueblo, y casi los mata de miedo, y querían lincharlo. Eddie tenía la más inusual fascinación por la caída atómica, y me dice que tiene un tubo que cuando lo frota con otro pedazo de metal, él puede causar disturbios atmosféricos en cualquier parte del planeta. Y le preocupa, porque piensa que este mal uso de su tubo el cual lo llama “aguja espacial”, es la causa de la agitación de algunas partes del mundo, como Cypress por ejemplo, así que tuvo que restringirse a sí mismo. Ahora, ha enterrado su tubo en el desierto, lo cual - dice el escritor - es quizás más seguro que donde solía guardarlo, que era debajo de mi casa.” Así que, es el mismo intenso interés. Pero, él dijo, “Esta es la increíble similitud entre estos dos - que el sentimiento que siempre he tenido por el personaje es igual al sentimiento que tenía por Eddie.”

Ahora, él dijo, “no le conté en seguida esta historia a mi esposa, quería probarlo, así que comencé a contarle a ella y describirle la historia del personaje. Y omití a propósito el rengueo en la pierna derecha, porque si lo hubiera mencionado, ella hubiese pensado en Eddie automáticamente. Así que no mencioné esa característica. Luego, omití completamente en mi vocabulario, el uso de las palabras: “no deseado”, y: “rechazado”; lo cual, dicho sea de paso, al describir este personaje, él se sentía no deseado y rechazado. Pero, a pesar de estas omisiones, ella me dijo: ¡Estás hablando de Eddie!”

Y luego, dijo: “me quedé sorprendido que mi esposa, por la descripción de un personaje que yo concebí seis años atrás, podía ver, en ese personaje - y no ver a ese personaje en sí - que yo estoy hablando solamente de un personaje que ella sabe que es Eddie. Así que yo firmé esta carta un poco “preocupado”, por la simple razón de que, habiendo escrito durante toda mi vida, he creado algunos personajes que no tengo ningún apuro en conocer en la carne.” Todos han hecho esto.

Luego él dice: “Así que rápidamente me dirigí a tu libro: La Ley y La Promesa, y volví a leer el capítulo: “No existe la Ficción”. “Y ahora”, dijo, “sacándome esto del pecho, debo decir algo bueno a favor de un Dios externo y de usar velas; porque en mi estado mental presente, creo que tal cosa, la de un Dios externo, sería más confortable que ser el Dios creando todas estas cosas que están viniendo a mi mundo cuando reflexiono sobre los personajes, como escritor, yo he concebido y proyectado en la pantalla; personajes que realmente no tengo apuro por conocer, no en la carne.” Luego dijo, “espero que guardes a esta carta en un lugar seguro, porque si alguna vez necesito prueba de insania, la tendría. Guárdala en un lugar seguro, y el día que la necesite para probar mi propia sanidad, bueno, aquí está la prueba.”

Este caballero ha ido hasta el final. Y ahora está dispuesto, por su confesión en su carta, a admitir que el personaje es Eddie, el que aparentemente vino por accidente luego de una gran tormenta; cuando todos los autos fueron lavados en el vecindario y Eddie no tenía trabajo por el día; y haciendo dedo para llegar a la colina, posiblemente donde él vivía en su tienda, este caballero amablemente le dio un aventón, y la amistad comenzó allí. Porque fuera de esta amistad, (de la cual dijo que el mismo sentimiento intenso que sentía por Eddie, lo sentía por su personaje) no tienen ningún punto de encuentro social. No andan en los mismos círculos sociales, círculos intelectuales, círculos financieros, y aun así había un sentimiento más cercano, estoy seguro, hacia Eddie, que hacia la decimonovena parte de aquellos que se movían en su círculo. Y él es el que creó a Eddie. Así que les digo, que todos… quizás no reconozcan al personaje. Quizás no eres un escritor, ni haz escrito al punto tal que puedas recordar al verdadero personaje que has creado de la nada misma, y que hubieras producido y visto la producción tú mismo, y llevado a otros a ver el personaje. Pero él lo recordó. Y luego se cruzó en carne y hueso al personaje que él había concebido seis años atrás. Entonces, como en el capítulo 6 del libro de Juan: “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final.” Yo lo resucitaré en el día final. Le conté a este caballero exactamente cómo él lo va a resucitar. El día vendrá… y cuando dice "el día final", no se refiere a un día de veinticuatro horas. Significa el último día del viaje de la cuna a la tumba, cuando sea tu ultima vez aquí, y ya no estarás más en la rueda de recurrencia.

Y cuando le llegue al individuo la última fase, él tendrá esta experiencia. Cuando menos lo espere; nunca nadie le habló al respecto; y quizás cuando te lo cuente ahora, te lo olvidarás, y olvidan las escrituras, así que cuando suceda, vendrá como una maravillosa y placentera sorpresa, porque no tienes memoria de que lo hayas escuchado de mis labios. Pero mientras que no lo sabías, nunca escuchaste sobre esto, nadie te contó sobre esto, y alguna noche - o vendrá en el día; en mi caso pareciera que siempre venía a las horas de ir al baño por la mañana - de repente serás retorcido desde adentro tuyo, como un sacacorchos, y a través de tu cráneo, tú saldrás. Y estarás vestido del cuerpo más glorioso de fuego y aire. Es así de luminoso… no necesitas estrellas, ni sol, ni luna para iluminar tu camino. Y un coro celestial llamará tu nombre, sea cual fuere tu nombre, y pronunciarán tu nombre y dirán: “¡Él ha resucitado!”; No dirán: “él” ha resucitado, sino el nombre, digamos que te llamas Juan, entonces: “¡Juan ha resucitado!”, “¡Juan ha resucitado!”, lo repetirán; y luego este coro cantará, el más glorioso y celestial coro cantará tus alabanzas porque tú has resucitado.

Y luego vendrás a un mar de imperfección infinita, de imperfección humana. El rengo estará allí, el ciego, el paralitico, el atrofiado, todo lo que tú has concebido, todo tomando forma humana; y te están esperando a ti, el redentor, para que los redimas. Y a medida que te deslizas, pareciera como que pasas deslizándote, todos serán transformados a la imagen de la perfección. Tú no levantas ni un dedo para que suceda. La gente ciega obtiene la vista perfecta, los sordos pueden oír, el rengo, el paralitico y el atrofiado, todos dejan de ser lo que eran a medida que pasas por allí. Y cuando llegas al final, y el último ha sido terminado y todos están perfectos, entonces el mismo coro celestial te exaltará y clamará: “¡está terminado!” el último llanto en la cruz. Y luego tú, a raíz de asuntos sin terminar, volverás aquí para completarlos, para contarlo, y quizás para dejarlo de una forma más permanente, en la forma de una imagen o historia. Pero lo contarás de una forma más permanente que la que tú, hasta al momento, has experimentado, porque eso es para siempre hasta donde tú sabes. Pero la contarás para el beneficio de otros; y la dirás en voz alta si es necesario; volverás aquí para completar algunos años que todavía te quedan, porque tu final está cerca.

Todos los que has creado tienen que ser resucitados. Todos tienen que ser transformados a la perfección, para que estén conforme a ti cuando tú seas resucitado. En ese mismo instante, tú eres perfecto, y entonces a medida que pasas caminando, tú los moldeas en armonía con la perfección que emana desde adentro tuyo. Y lo haces sin esfuerzo, sin tener un pensamiento; estás más allá de la mente conceptual.

No estás preocupado por estas personas, tú simplemente caminas al pasar, sabiendo en las profundidades de tu alma que todo está perfecto; y todos son reformados y moldeados en armonía con esa perfección que emana desde adentro tuyo. Así que se te dijo: “Si yo soy levantado de la tierra, yo elevaré a todos los hombres”. Los voy a reformar y transformar.

Así que ningún hombre viene a menos que yo lo llame. Entonces, si yo llamo a Eddie con un rengueo… y luego la memoria no me falla; estoy dándome una ducha, y de repente estoy contento recordando una historia de hace seis años atrás, y mientras la recuerdo y pienso en ella, de repente me doy cuenta… que he caminado estos dos últimos años en la compañía de uno que yo mismo creé, y no lo había reconocido. Aquí hay un hombre en mi propio mundo y por dos años ha estado en mi vida, y era un íntimo en mi mundo, pero no reconocí mi propia creación. Porque eso es lo que hace el mundo entero durante todo el día. Atrae solo lo que le pertenece, pero no reconoce su propia creación. Ningún hombre viene a mí salvo que yo lo traiga, porque: “mi Padre y Yo somos uno”. Así que no puede venir a menos que mi padre lo traiga. No puede venir, a menos que YO lo traiga, porque YO y mi Padre somos uno. Por lo tanto, estoy atrayendo a cada ser, hacia mi mundo, sea bueno, malo o indiferente.

Entonces, cuando pienso que: "él está equivocado", y se cruza por mi camino por la mañana, en la tarde, y en la noche - y digo: “él no es bueno, no puedes confiar en él”, ¿A qué parte de mi mundo puedo volver hacia atrás?, ¿Hacia ese momento en que yo desconfié de mí mismo, cuando yo no podía confiar en mí mismo? No podría, tendría miedo de mi propio comportamiento si se me diera la oportunidad. Si yo creyera que podría salirme con la mía, quizás lo intentaría. No necesito ser un autor para sentarme y escribir la historia; podría interpretar la historia. Podría entrar en una tienda, y si nadie tuviera los ojos puestos en mí, y yo pensara que nadie me está mirando, yo podría contemplar con placer, un acto que si me atraparan sería de lo más embarazoso para aquellos que me aman, yo podría hacerlo. Si en el pasado, alguna vez contemplé esa idea, alguien se cruzará por mi camino y vendrá directo hacia mi mundo, e interpretará ese papel directo en mi mundo. Yo podría condenarlo por eso, pero al condenarlo a él me estoy condenando a mí mismo, porque él es mi propio ser siendo testigo de mi propia creación… solo siendo testigo.

Yo conté la historia una vez aquí, hace muchos años. Era una historia muy íntima, y ciertamente no la conté para inflar ningún ego aquí, sino para entusiasmar a cada persona en este mundo a perdonar a cada ser en este mundo. Porque tú eres la causa del comportamiento de todos aquellos que estás observando en este mundo. Y la conté de la manera más íntima porque tocó algún nervio forzosamente. Y yo fui severamente criticado por la audiencia, a causa de esto, y fui criticado al mes siguiente, por la esposa del caballero que me trajo a esta ciudad para dar una serie de conferencias. Ella me dijo: “Neville, yo pensé que eso era muy, muy inapropiado, y muchos te han criticado por ello. Me han escrito cartas y no puedo decirte de las tantas cartas que recibí que eran muy, muy duras, por lo que dijiste en la plataforma.” Yo le dije: “No lo conté por ningún otro propósito más que el de mostrarles a todos que ellos son la causa de los malos comportamientos de otros que ellos condenan. Ellos son la causa de eso.” Traté de explicarle que no estaba condenando a la persona. Me estaba poniendo a mí mismo… yo era la causa de su arresto, la causa de sus acciones.

Y esta es la historia. Yo estaba casado, separado ya hace quince años; sin divorcio y sin separación final; sin separación legal pero separado. Me casé a los 18 años, fui padre a los 19, y me separé a los 20, y luego por los próximos quince años vivimos en nuestras vidas separadas, y solo nos veíamos en la corte, cuando ella me obligaba a ir por no pagar pensión conyugal. Esa era la única vez que nos veíamos. Siempre salía de la corte con una reducción, siempre, una atrás de otra. Las siete veces anteriores, el juez dio el fallo de esta manera. Finalmente ella se dio cuenta: “Será mejor no llevarlo más, no habrá ni una cosa más para sacarle.” La próxima vez ella no recibiría nada. Así que esa era la situación.

Un día, yo sabía que quería casarme con una cierta persona, la cual es ahora la madre de mi hija. Pero yo tenía toda esta vida personal enredada - no estaba separado legalmente. No podía obtener un divorcio en la Ciudad de Nueva York salvo bajo una condición - la ley más arcaica del mundo - por lo tanto nada más que conspiraciones suceden en las cortes de divorcio en Nueva York. Porque la cosa entera está forzada sobre el hombre por esta ley arcaica. Sin embargo, yo quería este divorcio. Luego, una amiga mía íntima le contó a ella, que yo quería el divorcio, y le dijo que se fuera de la ciudad, que saliera de la ciudad. Mi amiga no quería que me divorcie y me case con la chica con la que me casé eventualmente. Entonces, yo pensé, “está bien, ahora aplicaré esta ley”, y dormí como si ya estuviese felizmente casado con la chica que ahora lleva mi nombre. Al final de la semana, mi pareja de danza, la cual pensé que era la que le habría contado y quien le había dicho que volara, (y sí, fue ella), vino a mí y me dijo que me veía como a un hermano, solo como a un hermano. Ella nunca podría casarse conmigo porque no tenía esos sentimientos hacia mí. Bueno, eso me puso muy feliz.

La otra había desaparecido ahora, para nunca más ser encontrada… o al menos eso pensaría el mundo. Pero yo todavía dormía en la asunción de que estaba felizmente casado. Una mañana, el teléfono sonó, y respondí, era la corte llamando, dijeron: “Este es el edificio Federal”. Yo dije, “¿sí?”, “¿es usted Neville Goddard?”, “Si”. “¿Y es usted el orador público que se conoce como Neville?” yo dije que sí. “Bueno, entonces, debe venir a la corte el próximo martes por la mañana a las diez.” Yo estaba muy dormido para preguntar por qué. La mañana del martes siguiente, un poco antes de las diez, he aquí, el teléfono suena otra vez. “¿Es usted Neville Goddard?”, yo dije que sí. “¿Por qué no está en la corte? ¿No lo llamamos el martes pasado para decirle que venga hoy a la corte?”, Yo dije, “¿Por qué debería estar en la corte? ¿Qué problema hay, que yo debería estar en la corte, si no he sido citado?”, luego dijo, esta persona en el teléfono: “Usted es una figura pública, y los reporteros están siempre en la corte, y les encantaría obtener la historia para los periódicos, en los periódicos de hoy.” Pero yo dije, ¿Cuál es el problema?, y ellos dijeron: “Su esposa está en juicio, así que si usted viene aquí, quizás podría darnos un poco más de información al respecto.”

Entonces fui allí, entré a la sala de la corte, justo a tiempo para ver que la traían a los estrados. Tres jueces entraron, tomaron sus posiciones, luego alguien le susurró a un juez, y luego la voz dijo, “¿Está el Señor Goddard en la sala?”, yo dije “Aquí estoy”. “¿Podría subirse al estrado?” me hicieron jurar, ahora estaba bajo juramento. “Quizás nos puede ayudar, aclarar un poco las cosas aquí.” Así que tomé el estrado. Me preguntaron si teníamos la misma fe religiosa. Yo dije, “No, ella nació Católica, y yo nací Protestante. Pero eso no es un problema; ella no es una católica practicante, ni yo soy un protestante practicante. Así que no hay ningún problema.” Luego él dijo, “Bien, entonces, ¿podría aclararnos algunas cosas?”, Yo dije: “Primero que nada, ella es ocho años más grande que yo, y ustedes saben mi edad, por lo tanto deben saber la edad de ella. Ella está indudablemente atravesando algunos disturbios emocionales, y cuando una mujer está pasando por tales estados, bueno, podría hacer alguna cosa irracional. De lo que la han culpado ahora, estoy seguro, que jamás lo ha hecho antes. Aun si tienen las evidencias para sostenerlo, yo creo que nunca antes lo había hecho. Juraría que nunca más lo haría. Les pido, por el bien de mi hijo, que vive conmigo, que si la tienen que sentenciar, entonces la ley dice que tienen que sentenciarla, pero luego sean misericordiosos y suspendan la sentencia.”

Él dijo, “nunca he escuchado en esta corte una solicitud igual a esta, en todos mis años en la magistratura, de un hombre que no tiene nada que ganar por este pedido de misericordia, cuando realmente quiere un divorcio. Porque tenemos enfrente nuestro, toda la evidencia que fue tomada de su esposa cuando ella estuvo en la cárcel la semana pasada esperando a este día de juicio.” Él dijo, “actuaré sobre su recomendación, Señor Goddard. Ahora la sentencio a seis meses y la suspendo. Nunca más quiero verla aquí.” Mary me cruzó en el pasillo, me dijo, “Eso fue algo muy decente de tu parte, Neville. Dame los papeles.” Yo le dije, “no tengo los papeles aquí conmigo… ven a casa y te los daré.” Viajamos juntos; era la primera vez en muchos, muchos años, que estábamos tan cerca, más que cuando vimos al juez. Viajamos juntos a mi hotel, y le di los papeles que no había podido entregarle por innumerables meses. Le di los papeles, y obtuve mi divorcio sin oposición.

Yo conté esta historia, para decir que yo causé que ella haga lo que hizo. Si yo no hubiese asumido que era libre para casarme con la chica que ahora lleva mi nombre, ella nunca hubiera hecho todas esas cosas, para nada. Entonces, ella entra a una tienda, y por primera vez en su vida, se lleva algo que no había pagado, y alguien la ve. Era una cosa tonta, pero de todas maneras, ella lo hizo. Y eso es lo que la trajo a la ciudad, para que yo pueda encontrarla. Y ella fue movida para pedirme que le dé los papeles, porque yo supliqué por ella. Así que, habiendo hecho todo esto, ¿Quién es el culpable? Yo era el culpable. Ella vino directo a mi mundo a interpretar un cierto rol, para darme la libertad. Estoy hablando de la Ley de la Libertad. Entonces, ¿debería ella ser condenada por actos que yo, el autor invisible, escribí para ella? No es que me senté y escribí ese rol para ella, pero yo determiné el comportamiento de ese rol, de que ella tenía que hacer algo, para que así tenga que ablandarse y me acepte los papeles. Entonces, la conté solo para mostrar que no hay que condenar a nadie. Tú y solamente tú eres el autor de las cosas que suceden en tu vida.

Por lo tanto, ¿condenarías a un hombre? Este caballero escribe en un guion, un rengueo en la pierna izquierda. Y aquí viene un hombre con un rengueo en la pierna izquierda. Él escribe todo en un personaje imaginario, y este no es imaginario para nada. No puedes distinguir entre lo que el mundo llama imaginario y realidad, no puedes; todo esto es uno. La gente no puede ir más allá de cierto límite… entonces puedes decir, "bueno, asumiré que yo soy lo que quiero ser, y las cosas suceden en mi mundo de esta manera. Pero no me digas ahora que realmente yo la creé a ella en ese rol." Así fue. Por eso muchos se fueron para nunca más caminar con él. Nunca. Y él se dirige ahora, a los doce que todavía permanecieron, y dijo, “¿Ustedes también se irán?” y Pedro respondió: “¿A quién iremos? Tú tienes las palabras de la vida eterna; y nosotros creemos, y hemos llegado a conocer que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” (Juan 6: 68, 69). Bueno, ¿a quién le habla Pedro? No le está hablando a otro. Quien sea que es el personaje escrito en este drama como Pedro, llegó a esa posición dentro de sí mismo.

Es la cosa más difícil de aceptar en el mundo. Porque esta es la causa de la secesión. Ellos se separaron en ese momento, porque no podían aceptar el hecho de que ellos son realmente la causa de estas cosas que están viviendo y moviéndose en su mundo; algunos lisiados, algunos limitados, algunos mutilados; ¿y ellos son la causa de eso? Ellos no lo aceptarán. Él dijo, está bien. Ellos lo dejaron, para nunca más caminar con él. Y luego Pedro dijo, “bueno, ¿a quién iremos? Tú tienes las palabras de la vida eterna. Y estas son verdaderas, así que ¿a quién iremos? Porque sabes que hemos creído y que hemos llegado a conocer que tú eres el Hijo del Dios Viviente.” ¿Conocer qué? Vayamos ahora a Mateo y verán la respuesta. “¿Quién dicen que yo soy?”, “Algunos dicen Juan el Bautista, otros dicen Elías que volvió, otros Jeremías, y otros dicen los profetas antiguos.” Él no responde a eso. Él hace otra pregunta, “Pero, ¿quién dices tú que yo soy?” y Pedro se pone como el orador, y responde: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Él le dijo, “Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 16: 13 al 17). Bueno, ¿Quién es el Padre que está en los cielos? Él dijo, “Yo soy el Padre. Cuando me ven a mí, ven al Padre.” Bueno, entonces ¿Quién otro, más que el espíritu en el hombre, ha revelado quién es Cristo realmente? Ningún profeta que vuelve, ninguna reencarnación, sino que el hombre tiene a Cristo dentro suyo. Y él está despertando más, y más y más.

El caballero que escribió la historia sobre Eddie dijo, “Sabes, hasta ahora yo quería realmente despertar e intenté despertar. Pero ahora estoy tratando desesperadamente de volver a dormirme otra vez.” En otras palabras, él, no quiere eso - realmente no está queriendo decir eso - no quiere lo que acabó de descubrir, esta enorme responsabilidad, ser responsable de los personajes que ha creado. Y todos están caminando en la tierra, y uno atrás de otro, entrará en su círculo, y se hará íntimo. Como este, al cual realmente le tiene mucho cariño, uno que creó y lo dotó de todas estas cosas extrañas, un desbalance mental peculiar, un rengueo en su pierna derecha, rechazado por la sociedad, sucio, y repelente en muchos sentidos. Hace todo esto para el personaje, y luego se enamora del personaje. Así que puedes ver a las palabras: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Lucas 23: 34). Están interpretando todos estos papeles porque los hombres y mujeres imaginativos están escribiendo dramas. Y el mundo está para siempre cayendo bajo los hechizos de hombres y mujeres imaginativos. No importa lo que te diga el mundo, siempre están cayendo bajo el hechizo de aquellos que están escribiendo intensamente con emoción.

Así que hoy, inténtalo. Espero - pero tú eres el que juzga - espero que puedas ir hasta el final. Y no le digas a nadie si vas hasta el final, porque el Espíritu en ti sabe si puedes realmente ir hasta el final, o si te darás la vuelta esta noche y solamente tomarás una porción. Pero aun una pequeña porción de esto, tómala. Así que esta es la ley, la ley de la cosecha idéntica: “Así como un hombre siembra, cosechará”. Sin importar lo que aparenta ser, realmente, tú lo cosecharás. Y descubrirás, en el final, todo está simplemente siendo testigo del hombre, de lo que el hombre está haciendo. Como Blake dijo: “Fui al páramo y lo silvestre, a las espinas y cardos del desecho, y me dijeron cómo fueron engatusados y llevados afuera, y obligados a ser castos.” Y no creerás ni por un momento, que Blake está diciéndonos que las supresiones impuras de las ansias normales y naturales del cuerpo animal que tenemos puesto, son las causas de las espinas y los cardos del desecho. La sociedad ha reprimido todas las ansias normales y naturales del cuerpo humano animal - porque estos son cuerpos animales los que estamos usando - y al poner una represión sobre las ansias naturales, ahí vienen las espinas y los cardos del desecho. ¿Y qué botánico creerá eso? No lo creerá ni por un segundo, y piensa que va a matarlas a todas con algún insecticida o alguna otra cosa, y él va afuera y quema las cosas. Todas volverán, mientras que el hombre camine sobre la tierra, y haya quien pueda poner estas restricciones en saludables cuerpos en crecimiento… y las llamamos leyes morales. No hay ni una otra cosa en este mundo más que el hombre, porque Dios es la única realidad, y Dios es el hombre, y el hombre es Dios. “El hombre es todo Imaginación. Y Dios es el hombre, y existe en nosotros y nosotros en él. El cuerpo eterno del hombre es La Imaginación, y eso es Dios mismo.” (Blake, Anotaciones a Berkeley, Laocoon.)

Por lo tanto te digo, ya sea que eres un escritor como este muchacho escribe, e indudablemente escribe extraordinariamente bien para ganar la cantidad de dinero que gana, dicho por él mismo. Él lo escribió, y por suerte pudo darse cuenta. Pero vivió con eso por dos años, hasta que pudo darse cuenta que era su propia creación. Y lo que hizo para rectificar los problemas que tenía con la historia, siendo él escritor, tomó a un gran escritor imaginativo - porque cualquiera que pueda escribir Doctor Jekyll y Mister Hyde, lo es - y entonces, muy bien, tienes ciertamente un ideal en eso, cuando tomas a Robert Louis Stevenson, y puedes ponerte en sus pies, en los zapatos de este escritor imaginativo - y luego, justo detrás de él, hay alguien, y es Stevenson. Él lo atrapó con un humor. Puedes darte cuenta, por el humor que llevas puesto, con quién vas a encontrarte en este mundo. Tú te vistes de un humor, y ellos vienen. Y él atrapó ese humor. Se preguntó cómo sería ese humor, ¿cómo sería? ¿a quién le pregunta? Está preguntando qué sentiría Stevenson, ¿cómo se sentiría luego de haber terminado lo que él consideraba un buen guion, una buena historia? Y habiendo atrapado ese humor, dijo él, “volví a mis propios zapatos; y luego intenté igualar mis propios sentimientos, con lo que yo había imaginado en cómo se habría sentido Stevenson. Y entonces, cuando logró unirlos… cuando dos se ponen de acuerdo, hasta para tocar cualquier cosa en esta tierra, será establecido para ellos en este mundo, si los dos se ponen de acuerdo. Él llamo a aquel con quien quería estar de acuerdo en humores, y entonces, pareciera como si alguien estuviese parado detrás de él, y le dictara la solución de cada punto, a medida que él los iba mencionando, y todas vinieron a su mente. No hubo ningún problema para este hombre, un escritor, en sentarse y largarlo todo de un tirón, luego de que todos los puntos estaban resueltos en su mente. Luego, mientras se duchaba y se sentía muy contento por lo que acababa de ocurrir, felizmente recordó una experiencia de hace seis años atrás. Y mientras lo contemplaba, como un martillo a la cabeza… ¿quién hubiera pensado que estaría caminando con su propia creación dos años atrás, y no lo reconoció? Y no quería contarle todo a su esposa. Él pensó, “Voy a probarlo primero, antes de contarle todo a ella”. Entonces, describió al personaje, dejando afuera cosas pertinentes como el rengueo de la pierna derecha, y el uso de las dos palabras, “indeseado, rechazado”, y dejando afuera las cosas que le darían la señal, aun así ella pudo reconocer que el personaje era Eddie.

Así que, esta historia puedes tomarla en serio. Esta noche, ¿cómo se sentiría? Si quieres dinero, bueno, hazte a ti mismo, como alguno que tiene montones de él. ¿Cómo se sentiría para él, si realmente quiere dinero? Porque mucha gente lo tiene, sin ningún pensamiento sobre el dinero, pero si alguien realmente quiere dinero, ¿Cómo sería luego de que realmente se pasó al otro lado de gran manera? Y luego tratas de igualar tu sentimiento, con aquello que has imaginado que él habrá sentido cuando el hizo lo que se considera la gran fortuna. Iguala el sentimiento… iguala el sentimiento y observa lo que sucede. Tan solo inténtalo. Lo que estamos haciendo aquí, estamos experimentando, porque este es el gran problema del mundo. Como dijo Fawcett: “El secreto de imaginar es el problema más grande, a cuya solución todos deberían aspirar”. Primero que nada, el poder infinito está en ella, si lo resuelves; infinita sabiduría e infinito deleite. Si contiene todo esto y podemos resolver el problema, entonces, ¿Por qué no intentarlo?

Así que les pedimos a todos que lo intenten y que luego lo compartan con nosotros para que yo así pueda compartirlo como lo hice esta noche con la carta de este caballero. De nuevo, lo repito, espero que él continúe y lo comparta conmigo para que yo así pueda compartirlo con ustedes, estas pequeñas amorosas facetas de este gran diamante. Porque él pudo poner sus pies imaginarios en zapatos imaginarios, y sentir lo que el gran Stevenson debió haber sentido cuando estaba satisfecho con la historia, y luego se sacó los zapatos y se puso sus propios zapatos, todo en la Imaginación; porque él estaba haciendo su caminata mañanera cuando todo esta estaba ocurriendo en su mente. Y la gente que va caminando verá a un hombre caminando al pasar, y posiblemente lo ignoren, ni lo consideren, o quizás se preguntan qué está pasando por su cabeza. Pero nadie más que el Espíritu del hombre podría saberlo. ¿Quién sabría ni por un instante, que Stevenson estaba caminando allí? Pero mientras él tenía puesto los zapatos de Stevenson, Stevenson estaba allí, a punto tal que, si tú fueras sensitivo, no podrías ver al hombre que estaba allí, al que su esposa podría ver; tú verías a Stevenson. Realmente lo verías, porque: “Todas las cosas por una ley divina, en uno con el otro ser se mezclan”, (Blake). Por lo tanto, no están afuera en el espacio o afuera en el tiempo, solamente están tan lejos como les permitas que lo estén.

Y a tus humores, tú pueden llamarlos, a cualquier ser en este mundo. Puedes llamar a cualquiera que ya haya partido hace innumerables siglos, llámalo al sentir que eres él. Ponte a ti mismo en sus zapatos y llámalo. Luego, si tienes un problema, comparte tu problema. Tendrás la misma sensación de que alguien está parado detrás de ti, indicándote la solución punto por punto, acumulándose todo en la cabeza. Si crees que Blake, que murió en 1827, podría realmente resolver cierto problema para ti, siente la presencia de Blake. Porque ellos no están exteriorizados afuera, como el mundo lo pensaría, digamos en el tiempo pasado en 1827. Ciertamente él no está en ninguna pequeña tumba en Inglaterra; no hay nadie allí. Por lo tanto, ellos están tan lejos como tú les permitas estar. Así que el volvió a leer el capítulo llamado: “No hay Ficción”, y descubrió algo el escritor, que humorosamente dijo en la carta: “Habiendo escrito toda mi vida, he creado tales personajes que te aseguro que no tengo ningún apuro de encontrármelos en la carne.” Pero no importa, el día vendrá en que te moverás hacia afuera, en forma espiralada cuando menos lo esperes, y sin esfuerzo caminarás y redimirás a cada uno de ellos. A cada uno que se nos ha dado para la obra teatral aquí, porque ellos son creados voluntariamente o involuntariamente. Así que les pido que se sumen conmigo, pónganlo a prueba, y no se retrasen con sus cartas, tráiganmelas, y cuantas más sean posibles mejor, para que yo pueda alentar a otros para que también lo intenten.

Cuando vayan a sus casas, lean este capítulo 6 del libro de Juan. Realmente es el capítulo de la separación: todos se fueron, para nunca más caminar con él, y solo unos pocos se quedaron. Él se dio vuelta… y ellos dijeron, “¿A quién iremos? Tú tienes las palabras de la vida eterna. Te hemos creído y te hemos llegado a conocer” (es decir, no sucedió en una noche) y hemos llegado a conocer que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” Pero el Hijo del Dios Viviente es Dios mismo… tu llegas a conocerlo. Pero no le estás hablando al hombre: tú has encontrado una presencia creativa dentro de ti. Y aunque el mundo trate de hacerte sentir que esa presencia creativa es un poder - hablan de él como “eso”, no lo personalizan - tú si lo haces. Es a TI mismo a quien has encontrado. ¿Acaso no eres una persona? Así que si Cristo está en ti como el poder creativo en ti, tú lo estás haciendo, y tú eres una persona, por lo tanto, Cristo es una persona. Así que él dijo, “¿Es, tu Cristo, una persona? Él siempre habla de Cristo como un poder creativo; él no es tan solo una persona, él es la única persona. Él es el hombre celestial… tú estás encontrando en ti mismo aquel hombre celestial, el hombre que no puede morir, el inmortal tú. Ahora, cuando lo encuentres, no le dejes ir. Deja a todo lo demás ir, pero no lo dejes ir a él. Así que cuando Pedro le escribe a Timoteo, le dijo: “Yo sé a quién le he creído” - no a qué - a quién, y ahora está hablando de Cristo. Y aun así, el define a Cristo como: “el poder y la sabiduría de Dios”. Habiéndolo definido como poder y sabiduría, él lo personifica. Porque es él mismo… eso es lo que encontró. Él se encontró a sí mismo. Tú nunca lo encontrarás afuera.

Entonces, ¿hasta qué punto, esta noche, puedes ir con el testimonio de Cristo Jesús? ¿Puedes ir hasta el final, y decir que no hay hombre, ni mujer, masculino, femenino, que pueda venir a ti a menos que mi Padre que me envió lo traiga? Y yo lo resucitaré en el día final… deja esa sección aparte… eso va a suceder de todas maneras. Pero ¿hasta qué punto puedes aceptar ese testamento de que nadie puede venir a mí a menos que mi Padre que me envió lo traiga? Y yo y mi Padre somos uno, porque yo estoy en mi Padre, y mi Padre está en mí, ¿puedo ir hasta allí de lejos? ¿Y luego ir hasta el final, que nadie que esté en este mundo puede cruzar mi camino que yo no lo haya llamado? Aquellos que vienen a mis círculos más íntimos; ellos son cosas en las que yo realmente he estado pensando. Tú comienzas a pensar sobre los tales llamados tiranos del mundo, y formando en el ojo de tu mente, y descubrirás que él realmente no vive en Rusia, vive en la puerta de al lado, y viene justo a ti. Y luego te preguntas cómo puedes deshacerte de él. Tú has estado creando en el ojo de tu mente un cierto algo, y entra justo en tu mundo. Tú los trajiste a ti, tal como los has traído de un panel.

Ahora, vayamos al silencio.


Pregunta: ¿Quién es la mujer en Apocalipsis, que tiene la luna bajo sus pies?

Neville: Todo en las escrituras, desde el comienzo al final, es todo sobre ti. No sobre las vestiduras que llevas puestas, sino de ti, el que está vistiendo esas vestiduras. Todo desde el principio al fin es tu verdadera auto-biografía. Mucho de esto, todavía no has experimentado, pero todavía será tuyo para que lo re-experimentes, por lo tanto, verdaderamente una auto-biografía. Por ahora quizás lo leas como una biografía, pero no pienses que es de otro; es todo sobre ti. La más delirante revelación se probará a sí misma como verdadera; un día la vas a experimentar. Todo es sobre ti. Cuando el niño fue traído y rápidamente llevado al cielo, tú tendrás esa experiencia. El niño desaparecerá de aquellos que intenten destruirlo. Y todos los poderes destructivos del mundo son engendrados por ti, todos en el estado del sueño, cuando el hombre estaba completamente dormido. Así que tú eres ese ser. Espero que esta noche hayas visto quién era Judas. No era algún ser que traicionó a quien el completo mundo cristiano cree ser el Señor. Nadie pudo haber traicionado a un hombre a menos que sepa el secreto de aquel hombre; y ninguna persona conoce el secreto del hombre más que el espíritu de ese hombre que está en él. Así que ¿Quién es Judas? La palabra Judas significa: “la alabanza a Jehová”. Judas es alabanza. Pero el hombre piensa que el drama sucedió hace 2000 años. Está tomando lugar, todo aquí. Él dijo: “ningún hombre me quita la vida, la entrego yo mismo”. Si ningún hombre toma mi vida, entonces ¿de qué lo estás culpando? La entrego yo en cada vestidura que se mueve sobre la faz de la tierra. “A menos que muera, no podrán vivir. Pero si yo muero, me levantaré de nuevo, y vosotros conmigo.” (Blake, Jerusalén, Placa 96). Así que él se convirtió en el hombre para que el hombre pueda convertirse en Dios, y lo hizo voluntariamente. Tú puedes imaginar; bueno, eso es Cristo, ese es el poder de Dios. Y es personificado - aunque es un poder, porque tú eres una persona, entonces, es una persona. Cada acto malvado en el mundo, necesita a un hombre como representante, por lo tanto, es el hombre. Cada acto noble, necesita a un hombre como un representante, por lo tanto es el hombre. Como verán, todo está personificado. Por lo tanto las escrituras personifican los poderes. Si, así es; son poderes, son personificados.

Pregunta: ¿Cuál es el simbolismo de los dos ladrones en la cruz, en el momento de la crucifixión, uno a su izquierda y el otro a su derecha?

Neville: Ya hablaremos de eso en algún futuro cercano, desde esta plataforma. Pero respondemos que algunos claman que el hombre es constantemente robado, al mirar atrás, o al mirar hacia adelante. Él esta tan preocupado sobre lo que hizo o lo que va a hacer, con lo que anteriormente se encontró, y lo que espera encontrarse, que omite el eterno presente el cual es: YO SOY. Cristo se define a sí mismo como: “YO SOY el camino, YO SOY la verdad, YO SOY la vida, YO SOY el pan celestial, YO SOY la verdadera vid, YO SOY la resurrección”; todos en el presente. Pero el hombre va para atrás, y piensa en él, como algo del pasado, y espera encontrarse con él en algún momento en el futuro… y está en el eterno presente. Él está solo en el presente, así que el hombre es robado por dos ladrones con los que camina durante todo el día, porque Cristo es crucificado aquí en el presente. Yo he sido crucificado; en Gálatas 2: 20, dice: “Yo soy crucificado con Cristo, y no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mi” - él está presente, y su nombre es Jesús, y es: YO SOY. La palabra Jesús es Jehovah, y Jehovah es Yod He Vau He, y es definido como YO SOY. Así que, mi ladrón a mi izquierda, y mi ladrón a mi derecha… yo siempre estoy mirando hacia el pasado o el futuro, y omitiendo la única realidad que resucita, la cual es el presente. Y solo lo que YO SOY podrá alcanzar el cielo; solo lo que YO SOY, será lo que estoy extrayendo hacia afuera. Así que no esperes para asumir que: ‘yo soy lo que sería’, porque la razón lo niega. Ignora a la razón, ignora a los hechos de la vida, y atrévete a asumirlo, porque todas las cosas son posibles para YO SOY. Así que las dos cosas están con nosotros mañana, tarde y noche. Nos andamos preguntando… “Me pregunto si… ¿habré hecho la cosa indicada en aquella fiesta, anoche? ¿Habré dicho la cosa indicada? ¿Habré causado una buena impresión?”; eso es un ladrón. Y ahora, se me invita a una para mañana, entonces, “Me pregunto si… ¿me ataré la lengua? O ¿acaso tengo un bonito vestido?; ¿Tendré tiempo para ir a la peluquería?” y todas estas cosas; y nos preocupamos por mañana, cuando solo tenemos el hoy, es ahora, esto es el YO SOY.

Bueno, veo que se me ha acabado el tiempo. Así que realmente inténtenlo, y compartan con nosotros en forma escrita sus resultados. Gracias.



Traducido por Laura Arrojo
La conferencia original en inglés es THE LAW OF LIBERTY (Neville Goddard – 03-13-1964) 



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lunes, 2 de mayo de 2016

TÚ PUEDES PERDONAR EL PECADO (Neville - 29 de marzo de 1963)

Neville Goddard (29 de marzo de 1963)


TÚ PUEDES PERDONAR EL PECADO



"Tú puedes perdonar el pecado." Eso, para la mayoría de la gente, es blasfemia como oirás más adelante, al citar las Escrituras. Es muy común entre todos nosotros atribuir nuestros males y dificultades a cosas externas – como las condiciones actuales del mundo, a nuestro entorno, o simplemente a cosas. Y estas cosas pueden ser cosas que no existen en nuestro mundo, o cosas que tenemos en nuestro mundo, pero aún así cosas, mientras que desde el principio la verdadera causa de nuestros males es el pecado. Así que se nos dice que él fue llamado Jesús porque vino a salvar a los hombres de sus pecados; su única preocupación era salvar a los hombres del pecado.

Ahora, ¿qué es el pecado? Pecar significa "errar el blanco," "perder el rumbo," "no alcanzar tu meta" en la vida. Si no tienes un blanco (un objetivo o deseo) no puedes pecar. Si tienes una meta en este mundo y no la realizas y la pierdes, entonces has pecado. Así que su propósito es mostrar al hombre cómo no pecar en este mundo. No hay condenación. Dime tu pecado – dime tu meta, y yo te diré la palabra de Dios. Eso es lo que él dijo. Él ha venido sólo para mostrarle al hombre cómo no perder su objetivo en este mundo.

Ahora vayamos a Marcos 2:3 – tenemos lo mismo pero con un giro diferente en Mateo 9:2. Es la historia del paralítico. Se nos dice que él estaba predicando la palabra, es decir, la historia de la salvación, y trajeron a un paralítico llevado por cuatro hombres; y al ver su fe, le dijo al paralítico: "Hijo mío, tus pecados te son perdonados." (Marcos 2:5) Y algunos escribas que estaban sentados alrededor cavilaban en sus corazones: "¿Por qué habla este hombre así? ¡Es blasfemia! ¿Quién puede perdonar pecados, sino solamente Dios?" Y conociendo lo que ellos cavilaban en sus corazones, él les dijo: "¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico, 'Tus pecados te son perdonados,' o decirle, 'Levántate, toma tu lecho y anda'?" Así que le dijo: "Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa." Y el paralítico se levantó enseguida y siguió su camino. Luego se nos dice, ". . . todos se asombraron y glorificaron a Dios . . ." que había dado tal autoridad a los hombres, pues fue un hombre quien lo hizo. Nosotros somos ese hombre. Es a nosotros a quienes esa autoridad para perdonar el pecado se nos ha dado. Y el mundo pensó que ellos simplemente tuvieron el poder exclusivo de un ser fuera del hombre. Léelo en Marcos 2 y Mateo 9.

Ahora, ¿qué es esta capacidad para perdonar el pecado? Sabemos que "pecar" significa errar el blanco. El que lo perdonó se hacía llamar "la Verdad". Él dijo: "Yo soy la Verdad. Si conocéis mi palabra y permanecéis en mi palabra, entonces conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres." (Juan 8:31, 32) Pues toda la historia comienza con él enseñando la verdad – la palabra. Ahora, él se hace llamar "la Verdad". Si yo te pregunto esta noche: "¿Qué te gustaría ser en este mundo?" Y tú lo nombras – "Me gustaría ser _______________ (sin importar lo que sea)", y yo me dirijo a ti y te digo: "Tú eres eso, lo eres; ahora mismo lo eres" – tú dirías: "¿Lo soy? ¡No puedo creerlo!" Entonces tú estás negando la verdad. Él dijo: "Yo soy la Verdad" – YO SOY todo en este mundo; todo lo que el hombre pueda alguna vez imaginar, YO [lo] SOY. Entonces, tú imaginas lo que te gustaría ser. Si no puedes permanecer fiel y leal a esa visión de ti mismo, entonces estás pecando. No pecar es tener una meta. ¿Cuál sería? Si yo permanezco fiel a esa visión como si fuera cierto, ningún poder en este mundo podría impedirme realizarla – ningún poder en absoluto. Yo podría realizarla. ¿Cómo? No me preguntes. Pero si es necesario que el mundo entero de tres mil millones de habitantes (más de 7.000 millones en la actualidad) jueguen su parte para ayudarme a cumplir mi visión, ellos la jugarían sin saber que lo están haciendo. No habría ninguna diferencia si lo supieran o no. Ellos tendrían que contribuir al cumplimiento de mi visión, si yo permanezco leal a esa visión.

Así que, ¿cómo sería si yo fuera la persona que me gustaría ser? Si yo pregunto esta noche, "¿Hay alguien en esta sala que sea rico?" Y nadie dice, "Yo soy rico" – esa no es tu meta, y si la es, estás errando el blanco. Si hay alguien en esta sala – hombre o mujer – que sea conocido, que esté contribuyendo al bien del mundo, y nadie responde, "Yo soy él," entonces o bien no es tu meta – o si es tu meta, la estás perdiendo. Por tanto, el nombre es "YO SOY él," como se dice en Juan 8:24, "Yo te digo que morirás en tus pecados; pues a menos que tú creas que yo soy él, morirás en tus pecados." Este no es un hombre hablándome. Esto tiene lugar en las profundidades del alma del hombre. Si tú no crees ahora que YO SOY quien me gustaría ser, entonces estás perdiendo tu objetivo y estás pecando. Así que no viene de fuera; no es causado por nada del exterior en absoluto. Mis problemas de salud no están causados por las condiciones ni por el entorno, o cualquier otra cosa; están causados sólo por el pecado – y pecar es errar el blanco. Sólo hay un ser – una persona en el mundo – que puede acertar ese blanco, y es Dios. Dios perdona el pecado, como se nos dice en Isaías: "Yo soy el Señor, yo soy tu Salvador, y no hay ningún otro Salvador." "Yo, yo soy el Señor, y aparte de mí no hay ningún Salvador. Antes de mí no hubo ningún Dios, ni habrá ninguno después de mí. Yo soy el Salvador." (Isaías 43:3; 43:11)

Serás salvado de lo que eres. Sólo hay un ser en el mundo que puede salvarte, y ese Ser es "YO SOY". Por lo tanto, tú te salvas a ti mismo. ¿Cómo sería si fuera cierto – si yo fuera ahora el hombre o la mujer que me gustaría ser? Asúmelo y atrévete a creerlo y a caminar como si fuera cierto, y ningún poder en este mundo podrá impedir que llegue a suceder – ¡ningún poder! No hay nadie más grande que Dios. Di, "Yo soy" – eso es Dios. ¿Estás en presencia de alguien y porque esa persona tiene una pequeña etiqueta – o porque él es el Primer Ministro, o la Reina, o el Presidente de cierto país, tú crees que él es más grande que tú? Estás errando el blanco. No puedes estar en presencia de nadie que sea más grande que tú, si tú sabes quién eres. No vas a alardear de ello delante de ellos, a sabiendas, pero tampoco nadie será más pequeño – todos son Dios. Entonces se te dice que vayas y les digas. (Ezequiel 3:18, 33:8) – "Ve y diles. Si no se lo dices, y ellos pecan y tú no se lo dices – ellos morirán en sus pecados, pero su sangre estará sobre tu cabeza. Si tú se lo dices y ellos no se arrepienten, ellos morirán en sus pecados, pero la sangre no estará sobre tu cabeza. Así que diles." Así que Jesús se hizo confesar que él les diría, de modo que la sangre no pudiera estar sobre su cabeza.

En Hechos 20:26, 27 Pablo hace la confesión: ". . . pues no rehuí declarar a vosotros todo el propósito de Dios. Por tanto, os doy testimonio en este día de que soy inocente de la sangre de todos, pues no rehuí declarar a vosotros todo el propósito de Dios." Les dijo eso, que él no podía llevarse ese secreto a la tumba y no compartirlo con el mundo. Así que yo se lo he dicho a todos, que este es un principio que no puede fallar.

Ahora volvamos al paralítico. Tú viniste aquí esta noche por tu propio pie, por así decirlo. Si yo te digo que nosotros somos el paralítico de las Escrituras, tú te quedarás sorprendido. Ellos fueron llevados al lugar por cuatro hombres. ¿Sabes quiénes son los cuatro hombres? Los antiguos siempre nos llamaban por los cuatro sentidos – los cuatro ríos que corrían por fuera del Edén. No hablaban de cinco, hablaban siempre de cuatro. Unieron el gusto y el tacto porque dependían del contacto. Para probar o tocar algo, debe contactarse. Pero separaron la vista, el oído y el olfato. Estos tres fueron separados en el gran simbolismo de las Escrituras. Pero el gusto y el tacto fueron unidos. Los llamaban los cuatro sentidos, y nosotros vinimos aquí esta noche a cargo de estos cuatro hombres. Yo conozco mi balance bancario, y en dos semanas el Tío Sam quiere parte de lo que yo gané. Ni siquiera conozco al Tío Sam. Me dicen que él existe en algún lugar, pero yo no sé dónde; así que se supone que debo pagarle el día 15 del mes que viene "x" número de dólares. Independientemente de cómo yo viva, debo guardar algo para pagarle. Es la tierra del César, soy plenamente consciente de eso. Puedo ver mi balance bancario. Yo sé lo que está en mi mundo. Puedo tomar mis sentidos y llevarlos a participar en lo que está teniendo lugar.

Fui traído aquí esta noche a hombros de estos hombres. Él me dice: tus pecados te son perdonados, y, camina. ¿Cómo puedo hacerlo, sabiendo lo que debo pagar el día 15, sabiendo lo que debo hacer entre ahora y el día 15? ¿Cómo lo haré? Tus pecados te son perdonados, pero ¿quién puede perdonar sino Dios? Sólo Dios puede perdonar, y Dios es YO SOY. Muy bien, voy a ver ahora el mundo como yo lo vería si ahora fuera 1 de Mayo y todas las cosas detrás de mí estuvieran completamente pagadas, pagadas en su totalidad.

Supongamos que yo estuviera en paro (sin empleo). Fui traído aquí esta noche a hombros de estos hombres. Sé que tengo que pagar el alquiler y comprar comida – todas estas cosas – ¡y él me dice que mis pecados me fueron perdonados, que me levante y tome mi lecho y camine! ¿Cómo? Fui traído aquí sobre los hombros de cuatro hombres y se me dice que me levante – ignoro a estos cuatro y camino por mis propios medios ahora. No camino en base a lo que los cuatro me permiten ver, oír, y oler, y ser. Salgo de aquí sin la ayuda de estos cuatro. Camino por mí mismo. ¿Cómo? Ignoro la evidencia de los sentidos. Ellos me trajeron aquí. Ignoro por completo lo que me dicen que realmente tengo en este mundo, y veo lo que me gustaría ver y asumo que las cosas son lo que me gustaría que fueran, e influencio a cada ser en el mundo para que juegue su parte para cumplir lo que yo estoy asumiendo que soy en este mundo. Vine como paralítico, y me marcho por mi propio pie. Esa es la historia.

Cada ser en el mundo está llamado a levantarse y marcharse por su propio pie, porque él perdona tu pecado. Él viene al mundo sólo para liberar al hombre del pecado, sin importar lo que tú hayas hecho alguna vez en este mundo. No mires atrás a como son las cosas; mira las cosas como deberían ser, el hombre o la mujer que te gustaría ser, y asume que tú eres y ves eso sólo. Y entonces sabrás lo que es perdonar el pecado. ¿Quién perdona? Dios perdona. Él te perdonó. Yo asumí. ¿Quién asume? Yo asumo, ése es – Dios. "YO SOY" es Su nombre. YO ESTOY asumiendo que YO SOY el hombre que me gustaría ser. Ese es Dios. Comienzo a nombrarlo y camino en ese estado, y ese es Dios. No hay nada más que Dios. Olvida lo que hayas hecho, o lo que aparentemente estés haciendo, y sueña con el hombre o la mujer que te gustaría ser y atrévete a asumir que lo (la) eres.

Ahora se nos dice por el gran Blake: "El espíritu de Jesús es continuo perdón del pecado" – perdón del pecado a cada momento del tiempo. Esta noche, cuando entremos en el silencio podemos sentarnos aquí por un minuto y perdonarnos unos a otros. Supongamos que yo pudiera escuchar a todo el mundo aquí levantarse y contar la historia más fantástica en el mundo sobre ellos mismos o un amigo, o un pariente – o alguien. Supongamos que yo, realmente queriendo que se cuente desde este estrado, me siento en el silencio y escucho eso y sólo eso – la historia más fantástica en el mundo que pudierais contarme individualmente. Si yo salgo de aquí esta noche convencido de lo que escuché y permanezco fiel a lo que he imaginado y escuchado, debo escucharlo – ningún poder puede detenerlo, si yo permanezco fiel. Si alguien dice que no ha funcionado, yo no hago preguntas, pero en lo que a mí respecta, ha funcionado. Estoy seguro cuando sé que la visión que yo estoy sosteniendo para ti "tiene su propia hora señalada, madurará y florecerá. Si parece que tarda en llegar, espera. Es seguro, no será tarde." Si yo realmente asumo que las cosas son como a mí me gustaría que fueran de cada persona aquí, y permanezco fiel, sé que la historia es o bien verdadera o falsa. Yo sé que es verdadera. No puede fallar. No hay ningún poder en el mundo que pueda hacer que falle.

Otra palabra para pecado en la Biblia es "ofensa". La tenemos en nuestro maravilloso Padre Nuestro: "Perdónanos nuestras ofensas, así como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden." Se trata de una infracción menor de este principio. "Cometer ofensa" significa un desliz individual, una recaída temporal. Tú y yo comenzamos a hablar de una personalidad. ¿Qué estoy haciendo? Él sólo está en un estado. Por lo tanto, debo creer que él está desempleado cuando tú y yo entramos en la discusión. Hablo de un hombre que está desempleado y lo vemos como desempleado y comenzamos a decir: "Bueno, las condiciones son malas," o "Tal vez él no era lo suficientemente bueno para el trabajo," y tú y yo estamos hablando de un hombre que está desempleado y sólo vemos el estado. Estoy cometiendo ofensa. Él [solamente] está en el estado. Pero puedo caer en esta pequeña trampa. Todos lo hacemos, todos los días, a lo largo del día.

Leemos el periódico, y un hombre es llamado un gran hombre porque él pasa a ser Presidente, o tal vez alguna otra persona en este mundo. Leemos a algún columnista opinando sobre él y nos dejamos llevar por lo que el columnista nos dice, y de repente comenzamos a pensar como el columnista querría que pensaras, y estás cometiendo ofensa. "Señor, perdónanos nuestras ofensas, así como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden." Es un ligero desvío de nuestro objetivo. Somos apartados por lo que leemos, o escuchamos, o vemos en este mundo. Así que eso es cometer ofensa. Entonces, hablo de alguien que no puede encontrar trabajo – bien, ¿estará él cualificado? Estoy preguntando todas estas cosas, y son irrelevantes para este principio. Tampoco con este principio tienen ningún valor en absoluto. ¿Qué es lo que él quiere? Él quiere un trabajo. ¿Y cuánto quiere ganar? Él nombra una cifra. Supongamos que él tuviera lo que quería – entonces déjame asumir que es cierto y comienzo a ver el mundo como yo lo vería para él si fuera cierto y siento la alegría que sería mía si él ahora tuviera un empleo remunerado, ganando esa cantidad de dinero. Esto es o bien verdadero, o falso. Yo te digo: es verdadero.

Hoy tú y yo podemos recitar El Padre Nuestro – pero realmente recitarlo – y pedir perdón por nuestras ofensas y dejar que él muestre misericordia por nosotros haber errado el blanco por así decirlo. Lee la historia. Él es traído sobre las espaldas de cuatro hombres. Él mismo no tenía fe. Pero a pesar de lo que ellos sabían, todavía había cierta fe, y le llevaron ante la presencia de Dios, sabiendo que Dios podía perdonar el pecado. Y él dijo: "A causa de vuestra fe" – él habla ahora a los que le trajeron; él no le habló al hombre al principio, luego se dirige al paralítico: "Hijo mío, tus pecados te son perdonados." He aquí una fe vicaria. Entonces, yo puedo tener fe por ti si tú no la tienes por ti mismo. Tú puedes tenerla por mí si yo no la tengo por mí mismo. Muy a menudo la fe vicaria es más fácil que la fe directa. Si yo puedo dirigirme a ti, si tú realmente crees que un acto imaginario es un hecho, y puedes realmente creer que yo soy ahora lo que me gustaría ser, y aunque por el momento yo dudo y no soy fiel, tú puedes decir – a pesar de mí mismo tú puedes sacarme de mi estado – por un minuto tendré fe. Los que le llevaron sobre sus espaldas mostraron fe al traerle ante la presencia de Dios. Dios les felicitó por su fe. Y se dirigió al paralítico y le dijo: "Hijo mío, tus pecados te son perdonados." Los que le oyeron pensaron que era blasfemia. ¿Quién podía perdonar pecados, sino sólo Dios?

Él perdonó el pecado, pues él era el "YO SOY". "A menos que creáis que YO SOY él, moriréis en vuestros pecados." Así que te pido esta noche, vuélvete a tu prójimo, y tal vez puedas oír lo que el otro quiere y regocijarte por su buena fortuna, y ellos pueden regocijarse por tu buena fortuna. Realmente siente que es cierto, y ve el mundo como sería si ellos fueran lo que querían ser – y llegarán a serlo.

Por lo tanto, esta es la historia de nuestra capacidad para perdonar el pecado. Ellos tuvieron miedo cuando vieron lo que sucedió y entonces crucificaron a Dios por haber dado tal autoridad (poder) a los hombres. Se nos dice: "Si lo retienes, es retenido. Si lo liberas, es liberado." Veo a un hombre y lo juzgo por mis sentidos. Le retengo. Pero podría liberarle viéndole erguido sobre sus propios pies y moviéndose en este mundo de una manera gloriosa. Así que el material que yo antes descartaría como no bueno, no lo descarto más. Lo tomo y lo uso. Tomo al mismo hombre que yo antes descartaría y lo veo teniendo un empleo remunerado, siendo amado, y amoroso, y creo que lo que estoy viendo para él es cierto; y en la medida en que yo soy fiel a esa idea de él, se vuelve realidad en este mundo.

Ese es nuestro poder. Tenemos poder para perdonar el pecado. Si tú no tienes una meta en este mundo, no puedes pecar. Y no tiene nada que ver con cuestiones morales. No. ¿Tienes una meta? ¿Tienes algún objetivo en este mundo? Entonces esta es la forma de realizarlo: Supón que fuera cierto. En Romanos 8:4 se nos dice: ". . . no caminamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu." La carne son mis sentidos. Mis sentidos niegan que yo soy lo que me gustaría ser. No caminemos conforme a la carne – caminemos conforme al Espíritu. El Espíritu es verlo en mi imaginación como si fuera cierto.

Esta noche puedo ir a casa y encontrarme un armario vacío o un aviso en mi puerta: "Tienes de plazo hasta mañana." Muy bien. Imaginaré que todo ya está resuelto. Y si yo creo en lo que imagino, no significaría nada la amenaza que me fue dada – si yo realmente lo creo. "Ahora créelo," se nos dice. Si lo crees, se cristalizará en un hecho. Realmente no importa qué amenaza en este momento mis sentidos me dicen que hay – tengo que ignorarlo. Tengo que ignorar a los cuatro que me trajeron a este lugar. Ahora no iré más encima de estos cuatro. Simplemente caminaré conforme al espíritu y no conforme a la carne.

Por tanto, te pido que lo pruebes. Si lo pones a prueba no puedes fallar y – cuando hayas realizado tu objetivo, te pido también que lo compartas conmigo para que yo pueda compartirlo con la audiencia.

Hace unos tres meses un hombre se sentó en esta audiencia, y esta mañana he recibido una maravillosa y dulce carta suya. Él esperaba un gran extra en su salario. Había trabajado duro con todas las promesas, y una chica que nunca estuvo en el trabajo – pero que por ser "una de las chicas favoritas del jefe" – se llevó el extra. Él, que había hecho todo el trabajo, no se llevó prácticamente nada. De modo que él y yo acordamos mentalmente que tendría el trabajo más maravilloso, con más dinero y todo. Esto está sucediendo ahora en abril. Parecería que tardó mucho en llegar, pero hoy él está en ese trabajo, ganando más dinero – más de lo que esperaba – con más responsabilidad y oportunidades, y todo. Yo permanecí fiel a esa carta que yo sabía que vendría cuando él la escribiera. Y lo único que hice fue oírle decirme (en mi mente) lo que me diría si fuera cierto, y nunca vacilé.

Así que sólo te pido que seas lo más fiel posible a cualquier estado imaginario en este mundo, no importa lo que sea. Dios reside en cada uno de nosotros. Todo el mundo tiene que decir: "YO SOY". Ese es Dios. Yo soy Einstein, yo soy Neville. YO SOY es Dios. Neville es una cosita que descansa sobre el fundamento que es Dios. Yo soy rico – eso es una cosita sobre el fundamento de Dios, y Dios es infinito, Dios es todo. Por lo tanto, cualquier cosa que digas, antes de que la digas, tú dices: "YO SOY" – y escuchas y observas a los cuatro hombres que lo trajeron, lo trajeron paralizado. Él no es eso en absoluto. Pero ellos lo niegan – los cuatro sentidos lo traen y los cuatro sentidos lo niegan, los cuatro sentidos lo ignoran.

Cuando tú recurres al nombre de Dios, no dices: "En el nombre de Dios, esto y lo otro"; tú pides con el nombre de Dios, y pedir con el nombre de Dios es sentir: "YO SOY rico, saludable, seguro" – y entonces lo crees. Si tú pides con el nombre de Dios y lo crees mentalmente, verás el mundo como nunca lo habías visto antes de hacer la afirmación sentida, y si permaneces fiel a esa afirmación sentida, debe cristalizarse en tu mundo.

Este es el principio y va con cada ser en el mundo, independientemente de su nacionalidad o color de piel. Todo es Dios. Todo el mundo tiene que decir "YO SOY" antes de decir: "Yo soy esto y lo otro . . ." "Yo soy un hombre," – dices: "YO SOY" antes de decir "un hombre". "Yo soy americano", "Yo soy indio", "Yo soy japonés", "Yo soy chino". ¿Qué clase de ser te gustaría ser? Lo nombras. "YO SOY" lo está haciendo. Toma este fabuloso mundo nuestro y toma todos tus sueños y colócalos sobre el único fundamento – no hay ningún otro fundamento aparte de Dios – y Dios es YO SOY.

De modo que el paralítico vino aquí esta noche en todos nosotros, y nosotros fuimos traídos sobre los hombros de cuatro hombres, y los cuatro son nuestros cuatro sentidos: vista, olfato, oído, gusto y tacto. El gusto y el tacto se unen en uno solo porque dependen del contacto. Estas son las cuatro corrientes – los cuatro ríos de la vida que vienen desde el Jardín del Edén. ¡En cualquier momento del tiempo estamos en la presencia del YO SOY! Dejémosle que perdone mi pecado. Yo me perdono a mí mismo al atreverme a asumir que soy lo que me gustaría ser, y al asumir eso camino en esa asunción y se cristaliza en hecho. Ningún poder en el mundo puede detenerlo – ¡ninguno!

Cuando hablamos del pecado, no dejes que nadie te asuste con el pecado. Él viene a perdonar al pecador. Su único interés está en el pecador. Las llamadas violaciones morales – ¡olvídalas! Yo no te pido que las violes, sino que las olvides. Todo será subsanado. Es mi deber. A través de la conciencia de Pablo, Ezequiel, Jesús – "Si yo no os cuento lo que sé sobre la ley de Dios, entonces vuestro pecado está sobre mi cabeza; pero si os cuento y todavía no me creéis, moriréis en vuestros pecados, pero vuestra sangre no estará sobre mi cabeza." Así que Pablo dijo: "Yo les contaré. Les he anunciado todo el consejo de Dios a ellos, así que soy inocente de su sangre."

Hay infinitos estados. Un hombre cae en un estado y entonces él está en el estado, pero él no es el estado. Sácalo del estado preguntando mientras él está en el estado: "¿Qué te gustaría?", y él nombra el estado al que le gustaría entrar. Y le colocas en ese estado preguntando cómo sería si él fuera ahora lo que le gustaría ser; y permaneces fiel – dejándolo donde está – pero tú permaneces fiel a este concepto y él sale de ese estado. Reflexionando, él podría decir: "Habría ocurrido de todos modos." Bueno, está perfectamente bien – ya tú sabes. Cuéntale a todo el mundo la historia, y diles que depende totalmente de ellos. Si ellos creen – como se nos dice: "Si no creéis que YO SOY Él moriréis en vuestros pecados." (Juan 8) Cuando lo lees, podrías pensar que un hombre te está diciendo: "Yo soy Dios, y tú no." La historia entera tiene lugar en el alma del hombre. Esa es la historia.

Ahora él nos dice la verdad: "Conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres." Y ellos se quejaron: "Somos libres." Aquí están esclavizados, y creemos que somos libres. Somos norteamericanos, somos libres. ¿Hasta qué punto somos libres? No puedes pagar el alquiler o comprar comida, y creemos que somos libres. Sólo puedo ser libre si conozco el arte de perdonar el pecado, y el único que puede perdonar el pecado es Dios – y el nombre de Dios es "YO SOY".

En este mundo de hoy, en nuestra tierra maravillosa, hay cientos de miles en las cárceles físicamente – pero son norteamericanos. Hay cientos de miles sin empleo, que no pueden pagar el alquiler. ¿Libres? Son norteamericanos. Yo digo, ve y cuéntale a cada ser en el mundo la historia de Dios – como se nos dice en el Antiguo y Nuevo Testamento – y libéralos. Ellos pueden ser libres si saben quiénes son. Yo debo contarles la historia. No hay ni un solo ser en la cárcel esta noche . . si le preguntas quién es él y qué edad tiene, te dirá: "Yo soy John Smith, y tengo . . ." y él te dirá su edad. Pero antes de todas estas cosas, él te dice "Yo soy". He visto esto, como puedes ver. Asusta a la gente, como se te dice en Mateo 9:8: "Cuando las multitudes vieron esto, sintieron temor, y glorificaron a Dios, que había dado tal poder a los hombres."

En San Francisco, cuando yo conté esta historia, una señora que estaba sentada en mi audiencia acababa de recibir una notificación del ejército referente a que su hermano había sido juzgado, en un consejo de guerra, y condenado a seis meses de trabajos forzados. Ella se fue a casa y dijo: "Si este hombre está diciendo la verdad, yo puedo ponerlo en libertad." Se sentó en un lugar donde ella podía ver si alguien entraba. Se perdió en el estado imaginario en el que el timbre sonaba y bajaba corriendo las escaleras, abría la puerta, y abrazaba a su hermano que estaba allí esperando. Lo hizo durante una semana entera. El domingo siguiente por la mañana, antes de venir a mi conferencia, sucedió. Y cuando ella vino a mi conferencia, no pudo reprimir el impulso de levantarse de un salto de su asiento en medio de una audiencia de 1000 personas y decir que debía contar la historia, y la contó. El hermano fue dado de baja del ejército con todos los honores, a pesar de que fue sometido a un consejo de guerra y condenado a seis meses de trabajos forzados.

Todo el mundo puede ser perdonado. Él no es el mismo ser que era – lo que sea que hiciera para merecerse el consejo de guerra – ¿por qué debería él pagar hasta la última gota, si ella podía redimirle sacándole del estado que lo llevó a hacer lo que sea que hizo? Si yo soy sacado del estado y puesto en otro estado – si yo tuviera a alguien esta noche que fuera la bestia más horrible del mundo y estoy decidido a hacer de él una persona buena y amorosa, luego él entra en mi mundo y demuestra su bondad con sus actos, con todo – él ya no es el mismo ser que era cuando me desagradaba – la misma alma inmortal, sí, pero él está en un estado diferente. Siempre estuve juzgando el estado, ¿pero debería mantenerlo en ese estado y hacerle pagar un precio que sólo pertenece a ese estado? Como ves, hay tal cosa en este mundo como la misericordia de Dios. Ningún pecado puede ser expiado a menos que Dios intervenga y sea misericordioso – pues tú eres Dios y puedes intervenir. Él te lo dio a ti. Sólo Dios puede perdonar el pecado, y tú puedes perdonar el pecado: por lo tanto, ¿no eres tú Él? Dios es misericordioso. ¿No puedes ser misericordioso y transformar completamente a cualquier ser en el mundo? Y, ¡oh! ¡Qué emocionante es transformar a un ser y verlo diferente en un corto periodo de tiempo!

Así que te pido que lo pruebes, no puede fallar. Pero cree en la afirmación de la oración del Señor: "Perdona nuestras ofensas." Nosotros realmente hemos cometido ofensas. Hemos oído un rumor y nos lo hemos creído. Vemos las señales de "Prohibido el paso" por todo el lugar, pero igualmente pasamos. No lo hagas. No importa lo que oigas de nadie, no lo escuches a menos que sea algo hermoso, pues ellos sólo están hablando de un estado, y están manteniendo a esa persona en un estado. No les escuches. Saca a todo el mundo de cualquier estado indeseado, pero no te olvides de sacarte a ti mismo también. Ponte en el estado más glorioso de ser exitoso, ser querido, ser feliz. Pruébalo. Te prometo que no te fallará.

Ahora vamos a entrar en el silencio.



Traducido por Manu Anderson
La conferencia original en inglés es YOU CAN FORGIVE SIN (Neville Goddard – 03-29-1963) 



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