~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


sábado, 28 de diciembre de 2013

Neville Goddard en una foto de 1971

Margaret Broome y Neville Goddard en una foto de 1971, poco antes de su muerte. Margaret Broome fue una de las estudiantes de Neville y tiene 2 libros en los que compiló muchas de sus conferencias. Hay muy pocas fotos de Neville. Esta es una muy buena.

Imágenes integradas 1

martes, 24 de diciembre de 2013

La historia de María - El Nacimiento Virgen

Es casi Navidad otra vez - el día perfecto para celebrar y explorar el poder María y el proceso del Nacimiento Virgen.

Sumerjámonos en Neville ahora, de modo que puedas tener la mejor Navidad que jamás hayas tenido.

La historia de María - El Nacimiento Virgen


mary_carulmare 

Aplica este principio y sabrás qué es 'ponme a prueba y ve'. La historia de María es la historia de cada hombre. María no fue una mujer - dando nacimiento de una manera milagrosa a un tal llamado 'Jesús'. María es la conciencia de ser, que siempre permanece virgen, no importa a cuántos deseos dé nacimiento. Ahora mismo mírate a tí mismo como esta virgen María - siendo fecundada por tí por medio del deseo - haciéndote uno con tu deseo hasta el punto de encarnar o dar nacimiento a tu deseo. – Neville Goddard

Fecúndate a tí mismo. Hazte uno con tu deseo - hasta el punto de ENCARNARLO. No esperes y mira "si sucede en el exterior" de tí, encárnalo COMPLETAMENTE. Siente tu ideal como real. Siéntete como "el sano", "el rico", "el realizado" - y eso es lo que tú verdaderamente eres.  

Por ejemplo: Se dice de María (quien ahora sabes que eres tú mismo) que ella no conoció varón. Sin embargo ella concibió. Esto es, tú, Juan Pérez, no tienes razón para creer que eso que ahora deseas es posible, pero habiendo descubierto que tu conciencia de ser es Dios, tú haces de esta conciencia tu esposo y concibes a un niño (manifestación) del Señor, “Pues tu hacedor es tu esposo; el Señor de las huestes es su nombre; el Señor Dios de toda la tierra será llamado." Tu ideal o ambición es esta concepción - el primer mandato para él, que ahora es para ti mismo, es "Ve, no se lo digas a nadie." Esto es, no comentes tus ambiciones o deseos con otro pues el otro sólo se hará eco de tus miedos presentes. El secreto es la primera ley a ser observada al realizar tu deseo. – Neville Goddard

Utilizando las lecciones que compartimos aquí, has descubierto que TU conciencia de ser es DIOS. Una vez que has hecho esto, ahora puedes experimentar la CONCEPCIÓN - que es el paso antes del NACIMIENTO. La concepción sucede dentro de la maravillosa imaginación humana. El nacimiento sucede en el mundo físico.

Lo segundo, como se nos dice en la historia de María, es "Magnificar al Señor". Hemos identificado al Señor como tu conciencia de ser. Por lo tanto, 'magnificar al Señor' es reevaluar o expandir la concepción presente de uno, del ser de uno, hasta el punto en que esta reevaluación (identificación con el estado del deseo cumplido) se vuelva natural. Cuando esta naturalidad es alcanzada, tú das nacimiento convirtiéndote en eso con lo que tú eres uno en conciencia. – Neville Goddard

Expande tu concepción presente de tí mismo - encarna y da nacimiento a lo que has concebido - porque el nacimiento naturalmente sigue a la concepción. Tú haces esto haciéndote UNO en conciencia con tu objetivo - tu ideal. Entierra el viejo tú - de modo que NUNCA lo encuentres otra vez. Y abraza, encarna y disfruta el nuevo tú. Mi abuela me decía cuando yo era pequeño, "Una vez que eres Madre, eres siempre madre." Era una mujer muy sabia, y sus obras se me pegaron y me guiaron para el resto de mi vida. Una vez que has concebido y luego has dado nacimiento a tu objetivo, tu ideal - siempre serás la madre de tu hijo - pues tú has sido transformado. Llamamos a esto caminar en la fe, asumir el estado del deseo cumplido, sentirlo real.

Olvida la "leyenda de la Navidad", y abraza tu poder - el poder de María - el poder de nacer virgen. Y recuerda la verdad acerca de tí esta época de festividad.

Feliz Navidad.
Traducido por Javier Encina


martes, 17 de diciembre de 2013

25 de Diciembre: Día del Sol Invictus


Cuando hablamos del solsticio de verano, noche del 23 al 24 de Junio, decimos que es la noche más corta del año (el Sol está más tiempo en el horizonte). En su lado opuesto tenemos el solsticio de invierno, en el cual ocurre lo contrario, el astro alcanza su cenit en el punto más bajo y de esa manera, es la noche más larga del año.

Durante miles de años, nuestros ancestros han celebrado, a su manera, una serie de fiestas mezcla de tradiciones persas, romanas, nórdicas y anglosajonas, que tienen como culto al Sol.

Con el cristianismo, se adaptaron fácilmente estas costumbres, convirtiendo a Jesús en la "Luz del Mundo".

En las festividades invernales, por un lado tenemos el recuerdo a nuestros familiares difuntos y por otro son fiestas de resurrección, se trata de un ciclo festivo de 12 días que van del 25 de Diciembre al 6 de Enero.

El papa Liberio así como los exegetas de la época sabían que el 25 de Diciembre era una fecha muy conveniente para sus propósitos, aún careciendo de veracidad. En ella nacían casi todos los dioses solares jóvenes: Horus, Osiris, Apolo, Mitra, Krishna... porque su culto nada tenía que ver con su personalidad, sino, con su aspecto astronómico y simbólico.

Las vidas de estos dioses solares tienen un gran paralelismo entre sí, nacidos en cuevas o pesebres, de una madre virgen y todos murieron asesinados y resucitaron el tercer día.

En la mitología egipcia, Isis quedaba embarazada en el mes de marzo, dando a luz a Horus a finales de Diciembre, su imagen, la de un niño recién nacido, era sacada del templo para ser adorada por el pueblo.

En los mitos persas, Mitra había nacido de una joven virgen, un 25 de Diciembre en una gruta, adorado por pastores, fue perseguido y asesinado resucitando al tercer día (esto ocurrió cinco siglos antes que Jesucristo).

El origen mitraico

El culto a Mitra se trataba primordialmente del culto al Sol–padre de todas las religiones. El dios Mitra, era descrito pictóricamente vistiendo una túnica frigia, surcando el cielo montado en una carroza. Esta religión llegó al mundo romano desde la India por vía de Persia, siendo resistida principalmente por la hostilidad romana hacia sus enemigos los persas. Esta tendencia cambia hacia el año 60 A.C, cuando las legiones de Pompeyo trajeron el mitraismo de Siria.

El triunfo sobre la muerte, así como el autocontrol y resistencia sobre los placeres sensuales (origen que dio a la iglesia lo que hoy se conoce como celibato) eran especialmente apreciados entre los rangos militares romanos.

La idea teológica de Mitra se centraba alrededor de la muerte y resurrección del dios, el mitraismo y cristianismo comparten la misma teología:

Mitra como Jesús, tuvo doce discípulos con quienes estaría en la última cena sacramental. Al igual que Cristo, Mitra se sacrificó a sí mismo para redimir al género humano. Descendiendo al mundo subterráneo, conquistaría a la muerte, para renacer a la vida al tercer día. Entre sus muchos títulos, se le conocía como La Luz, La Verdad, El Dios Pastor. Aquellos que le adoraban, invocando su nombre podían curar a los enfermos y realizar milagros. Mediante el rito de beber su sangre y comer su carne (el sacrificio del toro) sus fieles podían conquistar también la muerte. Entonces tras el Día del Juicio, los muertos resucitarían.

El 25 de Diciembre

Tras esto nadie ponía la mano en el fuego para mantener que Cristo nació realmente el 25 de Diciembre. Leyendo a Lucas fue más probable que naciera en primavera, debido a que unos pastores pernoctaban al relente de la noche, cuando apareció la señal lumínica que indicaba el lugar del parto (algo inaudito en invierno, por las duras condiciones climáticas de Palestina).

Según Malaquías, el mesías es "Sol de Justicia" y cita San Juan como "La luz del mundo".

Muchos teólogos, tomando como referencia los evangelios, propusieron varias fechas para celebrar el naticílio de Jesús, se barajaron el 25 de Marzo, el 15 de Abril, el 25 de Mayo (esta por Clemente de Alejandría)... Era tal el desbarajuste de fechas, que, un Papa llamado Fabían (s.III), decidió dar fin al tema fijándola al día 25 de Diciembre y calificando de sacrilegio a quienes intentaran especular con el día de nacimiento del nazareno.

Algunas iglesias cristianas orientales, ajenas a la católica, fijaron la fecha del 6 de Enero (la iglesia Armenia) y la del 8 de Enero (la iglesia Copta).

En todas las divinidades de tipo solar, su nacimiento coincide con el solsticio de invierno, lo que significa que nuestro astro, en su punto más alejado de la Tierra, se irá acercando para darnos su luz y calor.

Todos esos dioses deben cumplir esa misión, pasando por una serie de sacrificios (incluida la muerte) para redimir a la humanidad, son salvadores o libertadores, y como tal, son considerados por todas las culturas y religiones.

FUENTE: http://elbulotraselmisterio.blogspot.com.es/2012/06/25-de-diciembre-dia-del-sol-invencible.html

martes, 3 de diciembre de 2013

CREACIÓN - FE (Neville - 20 de mayo de 1968)

Neville Goddard (20 de mayo de 1968)


CREACIÓN - FE



El misterio de la creación ha de ser entendido en términos de fe; ¿entonces qué es la fe? Es la seguridad de las cosas que se esperan; la convicción de las cosas no vistas con el ojo mortal. A través de la fe nosotros entendemos que el mundo fue creado por la palabra de Dios, de modo que lo que es visto fue hecho de cosas que no aparecen.

“Muchos suponen que antes de la creación todo era soledad y caos. Esa es la idea más perniciosa que puede entrar en la mente del hombre, pues priva a la Biblia de toda sublimidad y vuelve la naturaleza del hombre que mantiene esa idea un pequeño gusano escarbando fuera de él mismo. “La eternidad existe, y todas las cosas en la eternidad, independientemente de la creación, que fue un acto de misericordia.” (William Blake)

Todas las cosas existen, y el misterio de su creación debe ser entendido en términos de fe. Pero la fe no da realidad a lo que no se ve. ¡La fe es lealtad a la realidad no vista! Sólo en este sentido puede el significado de la fe ser entendido.

Si tú tienes una meta, aunque no sea vista, ya existe. Tu ojo mortal normal no puede verla, pero reorganizando la estructura de tu mente, tú puedes verla claramente. Si, como los días se siguen unos a otros, tú permaneces leal a esta realidad no vista, y tu meta es alcanzada, tú habrás descubierto el misterio de la creación.

La eternidad existe y todas las cosas en la eternidad independientemente de tu acto creativo. Tú puedes continuar construyendo sólo sobre lo que tu ojo mortal ve, y perpetuar lo mismo una y otra vez, permaneciendo para siempre donde estás. Pero si tú sabes que todas las cosas existen, aunque no sean vistas en ese momento, y tienes acceso a ellas a través de tu imaginación, puedes reorganizar tu patrón de pensamiento y cambiar tu mundo permaneciendo leal a tu construcción no vista. Y cuando se exteriorice convirtiéndose en un hecho que puedes compartir con los demás, entonces habrás encontrado el secreto de la creación, que fue un acto de fe.

El capítulo 11 del Libro de Hebreos cuenta fantásticas historias de lo que los antiguos realizaron – ¡y ellos lo hicieron todo! Comenzando con Enoch, todos los personajes son nombrados, así como sus logros. Luego se dice: “Ellos recibieron las promesas, pero no la promesa.”

Habiéndoseles prometido que si ellos podían creer, llegaría a pasar, creyeron y recibieron las promesas. Pero nadie supo el cumplimiento de la promesa hasta que irrumpió en uno. Entonces él supo que por el acto mismo de fe, podía dejar esta esfera y entrar en la celestial.

La promesa de Dios se ha cumplido en mí. Yo lo he recogido para la posteridad tan vívidamente y tan exactamente como he podido en mi libro Resurreccción. Puedes leer mis experiencias y creerlas o no creerlas. Depende de ti. Quizás en el momento actual no quieras dejar esta esfera y entrar en el reino de los cielos.

Ahora bien, “Por la fe entendemos que el mundo fue creado por la palabra de Dios”, la cual es Su poder y sabiduría, llamado Cristo. Cualquier otro Cristo que el que es crucificado, enterrado y resucita en ti es falso. Y cualquiera que enseñe un Cristo fuera es un falso maestro.

Pablo nos dice: “El misterio escondido desde las edades, Cristo en ti, es la esperanza de gloria.” Cualquier esperanza que tengas de entrar en una gloria que trascienda todo poder y sabiduría terrenales está ya en ti, pero escondida. Cristo es el camino, el patrón a seguir para entrar en esa gloria.

Si todo existe, sea visible o invisible, entonces mi padre y mi madre que han partido de este mundo existen, y se revelarían en cualquier cosa que yo lleve a cabo aquí. Aunque mi madre dejó este mundo en 1941 y mi padre en el 59, yo puedo traerlos al ojo de mi mente y oírlos hablar de su orgullo por su hijo. Creyendo que todo lo que yo puedo concebir es parte de la estructura del universo, puedo asumir que ellos están completamente conscientes de mis logros, de modo que escucho su alegría.

Ahora, ¿puedo permanecer fiel a esa escena? Mi fe no va a darle realidad, pero mi lealtad a la realidad no vista lo hará. Escucho y recuerdo lo que oí, y por la mañana continúo recordándolo. Entonces, a su debido tiempo, cuando eso a lo que he sido fiel se exteriorice, yo habré encontrado el gran secreto de la creación.

Dios nos dice que Él no crea algo de la nada, ¡pues todas las cosas son! Que Él llama a una cosa que no es vista ahora como si fuera vista, y lo no visto se convierte en visto. (Romanos 4:17) En lugar de llamar a algo de la nada, tú simplemente reorganizas eso que ya es, hasta que implique lo que tú quieres. Luego, permanece leal a esa realidad no vista.

La fe contiene un poder que puede ligarte a un mundo donde tú eres eterno. Pablo nos dice que pongamos nuestra fe, no en las obras de los hombres, sino en el poder de Dios. ¡Y ningún poder terrenal – sea atómico, megatones de multimegatones – puede compararse a ese poder!

¿Puedes concebir ser un poder tan grande que si lo deseas puedas detener el mundo? ¿Que puedas hacer que se quede quieto y verlo como muerto? Entonces libéralo y deja que el mundo continúe cumpliendo sus llamadas intenciones.

¿Podrías tratar con tal poder cambiando tus intenciones, haciendo así que el mundo sea reanimado y haga lo opuesto? Ese es el poder que será tuyo cuando sepas que tú eres uno con el cuerpo de amor, llamado el Salvador Eterno.

Contempla este pensamiento. En este nivel tú puedes lograr cualquier objetivo, y probarte a ti mismo que los estados invisibles, cuando son adecuadamente reorganizados, exteriorizarán lo que ellos implican, pues la potencia de cada acto imaginario está en su implicación.

Escucha atentamente tus pensamientos invisibles. ¿Qué oyes? ¿Qué están tus palabras implicando? Esa es su potencia. ¿Qué es lo que quieres? Nómbralo y reorganiza la estructura de tu mente para implicar que ya no lo deseas, ¡porque ya lo tienes!

Quizás otro te ha ofendido o te ha causado dolor. No importa lo que haya sido; cuando tú conoces esta ley, puedes perdonar a cualquiera reorganizando la estructura de tu mente y liberarle ¡imaginando que nunca sucedió!

Como ves, hay dos cosas que desagradan a Dios. Una es la falta de fe en “Yo soy Él”, y la otra es comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, usándote a tí mismo como el criterio en cuanto a lo que es bueno y lo que es malo. A menos que tú creas que eres el aparente otro que causó dolor, continuarás reproduciendo la misma infelicidad y errarás tu blanco en la vida muriendo en tus pecados. Así, ¡sin fe es imposible agradarte a ti mismo!

Por el momento, ¡piensa en todo como existiendo ahora mismo! Aunque no visto por tu mente mortal, tu deseo existe y puede ser visto en tu imaginación. Aunque tu padre y tu madre no puedan ser vistos por el mundo, ellos existen, y el amor que ellos te tienen nunca ha pasado. Debido a que todas las cosas son, tú puedes utilizarlos a ellos o a aquellos que están ahora en tu mundo.

Si, por ejemplo, tus amigos se enteran de tu buena suerte, ¿empatizarían contigo o estarían envidiosos? No elijas a uno que simpatizaría contigo, pues tú no quieres simpatía. Tú quieres o empatía o envidia. Si conoces a alguien que, cuando se entere de tu buena suerte se volvería loco de envidia, utilízalo. O si conoces a uno que se regocijaría por tu buena suerte, toma esa imagen.

Es tu elección, pero tú debes permanecer leal a la realidad no vista que has construido. Tu fe no le dará realidad, pues la fe es tu lealtad a la realidad no vista. “Abraham creyó, y le fue tenido en cuenta por justicia”, y todas las cosas vienen de Abraham.

Alguien una vez definió la fe así:

Creer lo que es increíble,
O no hay virtud en absoluto.

Esperanza es esperar cuando las cosas son desesperadas,
O no hay virtud en absoluto.

Y amar es perdonar lo que es imperdonable,
O no hay virtud en absoluto.

Estas son las tres virtudes de las que el mundo civilizado depende: Fe, Esperanza y Amor.


Tú puedes no ser capaz de ver el cumplimiento de tus deseos con tu ojo mortal. Tus sentidos y tu razón pueden negar su existencia, pero éste es el modo en que Dios creó el mundo. Tú estás invitado a imitarle como un hijo querido, permaneciendo fiel a la realidad no vista en tu mente hasta que se haga vista en tu mundo. Y cuando lo haga tú habrás demostrado la ley de Dios.

Entonces ese gran momento llegará cuando lo que te fue prometido en el principio erupcione, y el poder creativo que una vez tú supiste que eras, sea restaurado; sólo que magnificado a causa de tu viaje a este mundo de muerte.

Todas las promesas de Dios han encontrado su Sí en mí. Yo permanezco contigo ahora sólo para animarte a moverte a una conciencia enteramente diferente. No hay nada aquí, sin embargo, que te ayude respecto a ese mundo. Cómo puedes tú entender el poder de Dios, cuando tú sólo conoces el poder para quemar madera y hervir agua. Eres consciente de que una bomba puede matar a millones; sin embargo tú también sabes que el que creó y tiró la bomba murió, igual que los millones que mató; así que no tienes nada para comparar al poder de ese mundo, ya que trasciende cualquier cosa conocida para el hombre.

Yo he descrito el patrón para entrar en ese mundo. Consiste en una serie de cuatro acontecimientos místicos que, cuando se experimentan, liberan al individuo de este nivel y abren la puerta al mundo de la promesa. Yo he compartido mis experiencias; sin embargo los hombres – creyendo que yo soy Neville que morirá como todo el mundo aquí – no creen que ellos son el Mesías que ha de venir, de modo que ellos hacen oídos sordos hacia mí.

Pero yo continuaré compartiendo mis experiencias y las dejaré en mis libros, como hizo Pablo en forma de cartas, y aquellos que experimentaron las visiones recogidas en los evangelios. Aquellos que escribieron los evangelios sabían lo que ellos habían experimentado; pero el hombre ha malinterpretado el mensaje, creyendo que Jesucristo es externo a él mismo y no dándose cuenta de que él es el poder creativo y la sabiduría de Dios.

Mis visiones son paralelas a las recogidas en el Libro de Lucas. Lucas no afirma que sus experiencias fueran cronológicamente exactas, sino que él se siente más cualificado para escribir material de la fuente. Yo lo he contado cronológicamente, tal como me sucedió.

Ahora, yo te digo esto: Como difieren las personas, así lo harán las experiencias. Dos personas aquí han tenido ese nacimiento. En un caso no hubo testigos; por tanto su testigo es las Escrituras. En el otro caso, la señora tuvo tres testigos: dos hermanos y un amigo en que ella piensa como un hermano. Así, debido a que nosotros diferimos en el reino, las visiones diferirán, pero el patrón seguirá siendo el mismo.

Incluso si tú no has tenido las experiencias, tú puedes construir una escena que implicaría que las Escrituras se han cumplido en ti. ¿No sería maravilloso si tú pudieras decir a tu amigo más próximo, o a tu más encarnizado adversario: “No hay duda en mi mente de que he nacido desde arriba, pues yo he tenido a ese niño envuelto en pañales en mis manos.?” ¿Cómo te sentirías si eso fuera verdad? ¿Qué escena construirías? Recuerda, todas las cosas existen.

Las Escrituras existen, así que úsalas para construir tu escena. Se dice que tres hombres estuvieron presentes en el nacimiento. La tradición eclesiástica afirma que los tres reyes eran hermanos; pero los amigos pueden ser utilizados como testigos, pues la escena que estás creando es con la finalidad de implicación, pues de ahí contiene el poder. Pero uno debe levantar al niño y colocarlo en tus brazos.

Imagina, y luego observa el misterio de la creación desarrollado en términos de fe, permaneciendo leal a la realidad no vista de eso que ya existe. “Os ha nacido este día un Salvador...” ¡Y el único salvador es el Señor Dios! El niño envuelto en pañales es sólo una señal, dada para decirte que lo que yo te he contado es cierto. Imagina algo que implicaría que el nacimiento de Dios ya ha sucedido. Permanece fiel a esa escena, y cuando suceda no habrá incertidumbre por tu parte.

¡La historia de la salvación ha acabado! Nosotros no estamos aquí para sembrar, pues los campos ya están blancos con la cosecha. Debido a que todas las cosas son, y la cosecha es, tú no estás aquí para labrar la tierra y plantar la semilla, sino para recoger lo que tú no sembraste. Si tú sabes que la fe es simplemente lealtad a la realidad no vista, puedes construir una escena, permanecer leal a ella y cosecharla, pues todo está ya completado.

Dios concibió la historia de la salvación, la planeó y la cumplió convirtiéndose en la humanidad. Creyendo que Él ya cumplió su propósito, la humanidad es elevada para entrar en el reino una vez más, y la segunda venida de Dios ha sido cumplida.

Pero hasta que el hombre individual crea en su propia maravillosa imaginación humana, Dios permanece prisionero dentro de él. ¡Si tú no cosechas la promesa de Dios, es sólo porque no crees!

Ahora quiero compartir el sueño de una amiga, ya que contiene un mensaje para todos nosotros. Ten en cuenta que el soñador es proteico. Como el dios legendario, Proteo, que servía a Neptuno y asumía cualquier figura o forma a su servicio, Dios es el soñador en ti y asume las formas de todos los personajes en tu sueño.

En el sueño de esta señora, ella encuentra a su madre, sin embargo sabe que ella es ella misma. Su esposo, sin embargo su padre, había desaparecido, y su madre decía: “Escucha, yo puedo oír su voz.” Entonces la escena cambió, y ella y su madre están conversando con cuatro hombres pequeños, cada uno de un pie de alto. Cuando ella miró a los ojos a uno de ellos, se dio cuenta de que era su padre. Llamando la atención de su madre sobre este hecho, su madre se acercó, le tocó y dijo algo en código. Entonces de pronto ella supo que su padre no era libre para identificarse y despertó sollozando.

Este sueño habla de volúmenes. Recuerda, todos los sueños son egocéntricos, con Dios como el soñador. Todo el mundo está buscando al Padre, la causa de los fenómenos de la vida, no dándose cuenta de que Él está prisionero en todos. ¡La creencia, sin embargo, le liberará!, si imaginas a David ante ti y sientes la relación Padre/Hijo. Permanece leal a esa escena; ¡liberarás a tu Padre celestial!

Debido a la anterior educación religiosa de uno, cuando se oye que la verdad le hará libre, se debate entre las dos. Pensar que uno puede venir a oír mi mensaje, sin embargo creer aún en lo que enseñan las iglesias, es como lo que alguien una vez me dijo: “Yo he abandonado toda creencia en la numerología y astrología, pero la luna está pasando por Venus esta noche y debido a que está en mi segunda casa yo se qué esperar mañana.” Ellos han abandonado completamente su creencia PERO... Ese gran “PERO” sucede en todos.

La visión de esta señora era muy clara. Su padre, conversando en un grupo de cuatro y no siendo libre para adelantarse e identificarse, es el hombre de cuatro caras del que habla Ezequiel. En su visión, cada criatura viva tiene cuatro caras. Junto a cada criatura había una rueda, con ruedas dentro, todas moviéndose en la misma dirección.

Esto ha sido una perfecta revelación para ella, si ella la aceptara, diciéndole que ella está conmigo o contra mí. Ojalá que tú seas caliente o frío – creyendo en mis palabras o yéndote, no teniendo que ver nada conmigo otra vez – en lugar de ser tibio y permanecer en la cerca, calentado por mis palabras pero no queriendo ponerlas en uso en forma de creencia.

Yo he tenido gente que dice: “Yo vendré a oírte. Eres interesante, pero yo sé que a fin de salir adelante en la vida yo debo conocer a la gente adecuada y estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Esa es la realidad a la que elijo anclarme.” Esto es lo que su maravillosa visión me reveló.

Otra señora escribió, compartiendo un sueño muy largo lleno de simbología de las Escrituras. El agua cristalina subiendo. Troncos cortados a la altura de hombres que estaban transportándolos verticalmente. Un perro con cara humana. Un trozo de cuerda volviéndose animada y actuando como una serpiente, enredando al perrito. Cada símbolo era perfecto, y adecuadamente ordenado revela el misterio de la salvación. La madera es la columna vertebral sobre la que Dios es crucificado como Hombre. Caleb, el símbolo de la fe, lleva una cara humana, muere sólo por un momento, pues la fe está destinada a ser liberada.

Otra señora escribió diciendo: “Yo desperté riendo, oyendo estas palabras: 'Es tan fácil saber que tú eres Dios. Todo lo que necesitas hacer es expandirte.'” Esto es verdad. William Blake comenzó su gran poema “Jerusalem”, en la sexta línea, diciendo: “¡Despierta! Despierta Oh durmiente de la tierra de las sombras, ¡despierta! ¡Expándete! Yo estoy en ti y tú en mí, mutuos en el amor divino.” El secreto del amor es la expansión. Contrae tus sentidos y verás multitudes. Expándelos y verás a un único Hombre, ¡un único Amor!

Medita en este gran misterio de la creación en términos de fe. Todos los ministros, rabinos y predicadores enseñan la fe, – ¿pero la fe en qué? ¿En pequeños iconos? ¿Una vela encendida? Nuestra asistenta viene todos los lunes y siempre le damos nuestras velas usadas. Esta tarde le dimos dos, que ella llevará a su iglesia para encenderlas. ¡Ella tiene fe en un vela encendida desechada!

Todas estas cosas están en el exterior. La fe en cualquier poder aparte de Él que está dentro de ti es falsa, y cualquiera que enseñe un poder en el exterior es un falso maestro. Cristo en tí es tu esperanza de gloria, y no hay otro poder.

El mundo fue construido en el ojo de la mente, de las cosas no vistas por el ojo mortal, y hecho vivo por la fe. La eternidad existe y todas las cosas en la eternidad, independientemente del acto creativo, que es la asunción de la realidad no vista y la lealtad a su encaje.

A pesar de la negación por tus sentidos y tu razón, si eres fiel a tu asunción no vista, se exteriorizará. Así es como todos los mundos llegan a ser, pero los hombres no entienden esto. Estructurando su mundo basados en la evidencia de sus sentidos, siguen perpetuando lo que no desean.

Sabiendo lo que quieres, cierra los ojos y entra en su cumplimiento, sabiendo que Dios está viendo lo que tú estás viendo. Que Él está oyendo lo que tú estás diciendo, y lo que Dios ve y oye y a lo que permanece leal, Él lo exterioriza.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es CREATION - FAITH (Neville Goddard 5-20-1968)



domingo, 6 de octubre de 2013

NINGÚN OTRO FUNDAMENTO (1) (Neville - 4 de noviembre de 1968)

Neville Goddard (4 de noviembre de 1968)


NINGÚN OTRO FUNDAMENTO (1)



Definiendo a Cristo como el poder y la sabiduría de Dios, Pablo hace esta afirmación: “Ningún otro fundamento puede nadie poner que el que está puesto, el cual es Cristo. Si construyes sobre él con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno u hojarasca, tu obra se hará manifiesta. Será revelada por el día. Si la obra sobrevive, recibirás una recompensa. Si es destruida, sufrirás pérdida; pero tú mismo serás salvado, pero sólo a través del fuego.” Luego él añade este pensamiento: “¿No sabéis que sois el templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1 Cor. 3)

Pablo se hizo un apóstol con el propósito de poner el fundamento de Jesucristo. No hizo compromiso de sí mismo como un hombre físico, sino que fue reclutado, llamado y enviado a través de un acto de gracia. Cuando yo fui reclutado, llamado y enviado, fue con el mandato: “Abajo las sangres azules.” En otras palabras, abajo con todo el protocolo de la iglesia, con cualquier cosa que interfiera con el acceso directo del individuo a Dios. Sólo hay un fundamento sobre el que construir. Ese fundamento es Yo soy, ¡y no hay otro!

Siempre está ahí la tentación de construir sobre otros fundamentos. Esta mañana he recibido una carta de una cadena que me decía que recibiría una gran fortuna si enviaba veinte copias de la carta a los amigos. Si no lo hacía, algo terrible me sucedería. Después de leer la estupidez, la tiré a la basura. Si hubiera aceptado esa carta, habría estado construyendo sobre un fundamento distinto del único fundamento, que es Cristo.

En su infancia, el hombre piensa que todo fuera de sí mismo es la causa de los fenómenos de la vida. Muchos creen en la astrología. Debo confesar que en un tiempo yo también lo hice. Hace años yo enseñé astrología a una querida amiga que era profesora jubilada de universidad. Deseosa de aumentar sus ingresos de jubilación, ella se convirtió en astróloga. Un día la encontré llorando. Parecía que estaba sentada junto a una ventana abierta cuando una brisa voló los papeles, provocándole trazar la carta a un hombre que había nacido diez años después que su cliente. Sin darse cuenta de esto, se convenció a sí misma – y al hombre – que la suerte de su negocio sería un éxito. El cliente se comprometió a enviarle 100 $ si esto fuera cierto.

Norma vio en la carta lo que el hombre quería oír, y ella creyó en sus dichosos jeroglíficos. Eso es todo lo que importaba. Ella se auto-convenció, así que todo estaba hecho. Esto se basa en el fundamento: “Todo lo que deseéis, creed que lo habéis recibido y lo habréis hecho.”

Pero en este tiempo yo había superado mi creencia en los huesos de mono, la astrología, las hojas de té, la numerología, o cualquier cosa fuera de mi propia maravillosa imaginación humana; habiéndome puesto a prueba a mí mismo, yo sabía que todo era posible para la imaginación. Aunque le dije esto a Norma, no podía consolarla. Pero esa noche yo estaba allí cuando un mensajero de Western Union le trajo un cheque de 100 $ del hombre que se lo había prometido. A pesar de que Norma entendió la verdad del único fundamento, la astrología le trajo un pequeño ingreso, así que siguió siendo una astróloga profesional hasta su muerte.

Norma no es la única. Muchos ministros, sacerdotes o maestros, saben que lo que ellos enseñan no es verdad, pero no están dispuestos a ponerse sobre sus propios pies y creer en el único fundamento. Pero yo fui enviado con las palabras, “Abajo con las sangres azules”, sabiendo que tenía que eliminar a todo intermediario entre yo mismo y mi Dios – pues él y yo éramos uno.

Dios es tu propia maravillosa imaginación humana y nunca hubo otra. Él de hecho tomó sobre sí todas las limitaciones y debilidades de la carne, para que tú – a tu vez – puedas descubrir quién es Dios, creer en ti mismo, aplicar tu creencia, y despertar un día a darte cuenta de que tú eres Él en todo el sentido de la palabra.

Fui enviado por el mismo ser que envió a Pablo. Me puse de pie en presencia del Señor Resucitado. Respondí a su pregunta, y mientras nos abrazamos nos fusionamos en un solo cuerpo. En ese momento yo estaba unido al Señor convirtiéndome en un solo espíritu con él. Entonces me envié a mí mismo, así que cuando tú me ves, ves al que me envió, ya que no estoy nunca solo. No puedes verme con el ojo mortal, pues yo soy espíritu, uno con mi remitente espiritual. Lo mismo es cierto en esta afirmación: “Hay sólo un fundamento, que es Jesucristo, y fuera de mí no hay otro.” (1 Cor. 3)

Ahora bien, si soñar es morar en la irrealidad, no conocida como tal, ¿qué es la vida sino un largo sueño ininterrumpido? Muchas veces me he ido a la cama, cerrados mis ojos mortales, para ver una habitación – vívida en cada detalle, sin embargo no vista desde mi dormitorio. Mientras mi cuerpo está estirado en la cama, he entrado en esa habitación, la cual – al entrar – se hizo tridimensional para mí. Mientras lo hacía, ese mundo se cerró a mí alrededor y este mundo fue eliminado. Mi esposa, mis hijos, todo lo que conozco como real aquí, no era sino un sueño – una imagen de la memoria – comparado con el mundo en el que había entrado.

Una noche en particular yo estaba de pie en el vestíbulo de un hotel. Recordando lo que había hecho para llegar allí, traté de explicarle a dos señoras que era un sueño. Ellas se asustaron tanto, me di cuenta de que debo volver a la cama antes de que llamen a la policía y me detengan. Así que cerré los ojos al vestíbulo del hotel y los abrí pensando que vería el dormitorio familiar donde mi cuerpo físico estaba, sólo para descubrir que todavía estaba en el vestíbulo. Entonces me di cuenta de que, aunque había entrado en un mundo completamente diferente conscientemente, yo no sabía cómo regresar.

Aunque no conocía ningún camino que me llevara de vuelta, yo sabía que sentir era el secreto. Así, mientras estaba en un cuerpo sólidamente real, me imaginé que mi cabeza estaba sobre una almohada. Insistí hasta que supe que yo estaba allí. Entonces me di cuenta de que mi cuerpo estaba muerto. Que yo era una presencia viva que había entrado en él. Me pareció una eternidad antes de que pudiera mover mi dedo meñique, el brazo desde el codo hacia abajo, y finalmente sentir el calor del cuerpo de mi esposa y saber que había regresado.

El mundo en que entramos por la noche es tan real como éste. Como este mundo, todo ahí contiene en sí mismo la capacidad de significado simbólico. Al final de tu sueño despierto (o de noche), trata de interpretarlo simbólicamente, ya que sólo hay un fundamento para tus sueños, y ese es tu propia maravillosa imaginación humana.

Un amigo escribió contando un sueño que, aunque parecía como si años separaran los acontecimientos, tuvo lugar en una noche. En cuatro momentos diferentes, él entró en un establecimiento de comida muy lujoso en Inglaterra, donde fue reconocido y saludado como realeza. Decidiendo camuflarse, él entró por la puerta trasera, cuando el maitre lo señaló y le dijo a un camarero: “Él realmente es el Señor.”

Esta experiencia es más que un sueño; es un recuerdo de una experiencia previa que ahora debe ser interpretada en un nivel diferente. Mi amigo ha alcanzado el punto en que su mundo de sombras le está reconociendo como el Señor. Sólo cuando él alcance el final de su viaje, la confirmación vendrá a dar testimonio de su verdadera identidad.

Puedo deciros a todos: no importa qué papel juegues en este sueño de vida. Lo que importa es que estás destinado a convertirte en el Señor. Tú podría estar jugando el papel de un ladrón, un juez, un preso o un guardián, pero un día despertarás y sabrás que tú mismo eres el Señor.

Ahora, cuando piensas en tu sueño de la noche, parecerá que es una experiencia en un mundo de sombras; pero si te hubieras despertado ahí habrías conocido su realidad. Si yo no hubiera entrado deliberadamente en el hotel, sino que inconscientemente me hubiera encontrado allí, lo habría llamado un sueño; pues una experiencia, intencionadamente ejecutada, parece real – mientras las que se deslizan inadvertidamente parecen irreales. Sin embargo todas las irrealidades, que no se sabe que son tales, son reales, pues la realidad de un sueño no difiere de la realidad de este mundo – pues él, también, es un sueño.

No dejes que nada se interponga entre tú y ese fundamento del que Pablo habla y define como el poder creador de Dios y la sabiduría de Dios, no importa lo que pueda parecer. No permitas que nadie se interponga entre tú y Dios, pues Dios es tu propia maravillosa imaginación humana, ¿y quién puede llevarte ahí?

Cada momento del día estás pensando. Sé cuidadoso con lo que piensas, pues tus pensamientos serán probados por el fuego, y si sobreviven, recibirás una recompensa. Tu pensamiento (tu imaginación) es a prueba de fuego. Pero si crees que el cumplimiento está condicionado a una cadena de cartas, a otra persona, o a ir a la iglesia y rezar a un Dios desconocido, entonces algo se ha interpuesto entre tú y el único fundamento. Nada debe interponerse entre tú y tu imaginación (pensamiento), que es el Señor Jesucristo.

Créeme. Haz de tu imaginación el único fundamento sólido. Haz esto y disfrutarás de una libertad que no has conocido antes. ¡Es una libertad fantástica! ¡Sólo imagina y está hecho!

La imaginación es el único fundamento. Ningún otro fundamento puede poner nadie que el que está puesto, que es Jesucristo. El hombre ha tratado de poner otros fundamentos en los muchos ismos del mundo. Esos no son Jesucristo, pues él es la Yosoidad del hombre, la imaginación humana del hombre, y no hay otro Dios. Escucha, Oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es uno, cuyo nombre por siempre y para siempre es ¡YO SOY!

Acepta la conciencia como tu modo de vida, y encontrarás una libertad que nunca has conocido antes. Te harás consciente del hecho de que todos y todo eres tú mismo empujado fuera. Despertarás como Dios, el padre de toda vida, para darte cuenta de que aunque las cosas parezcan muertas no lo están, pues nada muere en Cristo.

Sé que en mi propia búsqueda puse muchos fundamentos. Me enseñaron a creer que comer carne era uno, así que durante siete años yo fui un vegetariano estricto. Yo estaba tan bien que no era bueno para nada. No comía carne. No fumaba. No bebía y era célibe. A mi corta edad no me daba cuenta de que mi intento de ser célibe venía de mi completo disgusto en mi primer matrimonio, así que cuando nos separamos tomé el voto de celibato. Yo no estaba físicamente preparado para ello, ya que era todo un hombre, pero afortunadamente la dieta de hambre de vida vegetal ayudó a mi decisión.

En ese momento yo era bailarín profesional. Mientras viajaba por el país yo iba a un restaurante y pedía sopa, siempre que no tuviera caldo de carne. Ahora, ¿qué restaurante digno de ese nombre haría una sopa sin caldo de carne? Bueno, yo creía al camarero y tenía una buena comida de vez en cuando. Entonces, un día antes de irme a Barbados, mi amigo Ab me dijo: “Tú morirás, pero por supuesto no morirás.”

Su profecía resultó ser cierta, pues cuando volví, yo había muerto a todo lo que no había hecho durante los últimos siete años. Él sabía que había llegado el momento de romper ese hechizo dentro de mí. Yo espero que no tengas que pasar por esto. Sólo hay un fundamento y ningún otro fundamento – ya sea la dieta o el celibato – puede poner nadie, sino el que está puesto, que es la imaginación humana.

Mi amiga Norma sabía que sus jeroglíficos no significaban nada, sin embargo ella no podía renunciar al dinero que sacaba de su clientela. Tenía a casi todo el mundo en el Metropolitan Opera como clientes. Ves, sólo porque uno rompa en el mundo artístico, no significa que sea sabio. Puede ser tan estúpido como todos de puertas afuera.

Le dije a Norma: “Tú sabes que yo no creo en la astrología ya, sino que creo en mi poder intuitivo. Dime lo que quiere el hombre y yo te mostraré cómo verlo en las cartas, para que te puedas auto-convencer. Y cuando lo estés, ¿dónde está el poder del convencimiento, sino en tu imaginación? ¡Ciertamente no está en la carta!”

Os exhorto a no ir a nadie en el exterior. El deseo que tú buscas está alojado dentro de ti. Puedes llegar a auto-convencerte de cualquier cosa, y si lo haces, se proyectará en tu pantalla del espacio. Toma el oro, la sabiduría de la verdad revelada. Toma la plata, el conocimiento que viene de la experiencia, o las piedras preciosas de nobles y amorosos pensamientos, pues el fuego no los destruirá. Cuando tengas duda, haz lo amoroso. Si piensas que algo terrible va a suceder, quítalo de tu mente. No hay ningún complot para destruirte como individuo, raza o nación. ¡Eso no está en las Escrituras! La causalidad está en la mente del que está auto-convencido, y no hay ninguna otra causa, pues el mundo es la conciencia empujada afuera.

No estás predestinado a ser sabio o tonto, rico o pobre. Depende totalmente de ti lo que construyas sobre el único fundamento. Si tuvieras padres sabios y te dijeran que podrías vivir en confort y libertad, ser honrado y querido, a causa de tu contribución al mundo, y tú los creyeras, te convertirías en ello. Muchos padres comparan a sus hijos con los hijos de los vecinos y les encuentran faltas, pensando que es la manera de alzarlos; pero no lo es. En su lugar, se les hace sentir pequeños y no queridos. Pero si haces sentir a un niño noble e importante, se convertirá en ello.

En las Escrituras, el que afirmó que su padre era Dios y que él era uno con su padre, fue acusado de blasfemia; pero él caminó como si lo fuera. Si tú hicieras la obra de Dios, debes asumir que tú eres él. No puedes hacer la obra de uno que no sientes que eres. Debes proclamar que tu conciencia es Jesucristo, a fin de saber quién eres tú realmente.

Yo te digo que el mundo en que entras esta noche cuando pones la cabeza sobre una almohada es igual de real que éste. Los hombres afirman que es una sombra e irreal, sin embargo, desde estos llamados sueños interpretan su estado de conciencia. ¿Cómo puede nadie interpretar lo que es irreal? La realidad de ese mundo como opuesto a éste se produce únicamente desde el nivel en que la conciencia está enfocada. Si tú estás pensando desde ese mundo, parece la única realidad. Enfoca tu atención en este nivel, sin embargo, y ese mundo parecerá irreal. Entonces, la objetividad y la subjetividad están solamente determinadas por el nivel de conciencia en que el individuo se enfoca.

Espero que me tomes en serio, en cuanto a que no hay otro fundamento. No necesitas haber nacido en una determinada nación, raza o creencia religiosa para experimentar tu deseo. Tú puedes convertirte en la dama o el caballero que quieres ser estando sobre el único fundamento. Mucha gente exitosa no tuvo fundamento social, económico o político para llegar a donde están. Simplemente creían en sí mismos. Imaginaron que eran lo que ellos querían ser viviendo como si lo fueran. Luego, de un modo que nadie podría concebir, su asunción se exteriorizó.

La mayoría de las personas, después de exteriorizar su deseo, olvidan la escalera por la que ellos ascendieron. Espero que tú no lo hagas. No tienes que presumir, pero si alguien te preguntara cómo has logrado tu meta, diles cómo – a pesar de los requisitos llamados mundanos – creíste que ya eras la persona que tú quería ser, y poseías la porción del mundo que querías poseer. Haz esto, para que puedas animarles a hacer lo mismo.

¿Puedes creer en este solo y único fundamento? Si la palabra Jesucristo te molesta, utiliza otra. A mi me encanta la palabra porque sé lo que significa. Jesucristo es el poder y la sabiduría de Dios, que es tu propia maravillosa imaginación.

Atrévete a asumir que tienes tu deseo. Tú puedes sentir que no tienes la sabiduría para encontrar los medios para conseguirlo, pero lo haces. Si se requiere que mil o diez mil personas jueguen sus papeles para llevarte a la encarnación de lo tú has asumido que eres, ellos jugarán sus papeles, a sabiendas o sin saberlo. No tienes que preocuparte en cuanto a quién va a ayudarte. Simplemente atrévete a asumir que eres lo que tú quieres ser, y obligarás a todos a jugar su papel para lograr tu asunción. Así es la vida.

Vive de modo que tu mente pueda almacenar un pasado digno de recordar, porque cualquier parte de tu pasado que no pueda soportar el fuego sufrirá pérdida. Construye noblemente, pues continuarás enfrentándote a tu pasado hasta que Dios despierte dentro de ti.

Cuando este glorioso conocimiento despierta y te das cuenta de que tú eres del que se habla en las Escrituras, te emocionarás sin medida. ¡Lo sé! Y voy a decirte por experiencia que la Biblia es tu biografía y tú estás destinado a experimentar todo lo registrado ahí como uno llamado Jesucristo. Nunca hubo otro. ¡Él siempre has sido tú!

Tú eres el lugar donde mora Dios y el espíritu de Dios mora en ti. Su morada es santa. Ese lugar eres tú, por lo tanto tú debes ser Dios. ¿Cómo sabrás esto? Muriendo a tus ilusiones. Todo fundamento, toda creencia que no sea la creencia en ti mismo, es una ilusión que debe morir, pues ningún otro fundamento puede poner nadie que el que está puesto, que es Jesucristo, ¡y ese ser eres tú!

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es NO OTHER FOUNDATION (1) (Neville Goddard 11-04-1968)




domingo, 25 de agosto de 2013

ALCANZA EL ESTADO DE ÁNIMO (Neville - sin fecha)

Neville Goddard (sin fecha)


ALCANZA EL ESTADO DE ÁNIMO



Encontrarás el mensaje de esta noche muy práctico. No creo que moleste a nadie, pero hay ajustes que hacer en cuanto a lo que el hombre cree que es Dios, y lo que Dios es realmente. Se nos dice en las Escrituras, en el nacimiento de los gemelos, que el gran drama comienza “en tus miembros...” y estoy hablando ahora no de cualquiera, sino de tu individualidad:

“En tus miembros yacen dos naciones, razas rivales desde su nacimiento; una ganará el dominio, la más joven sobre la más vieja reinará.” (Genesis 25:23, traducción de Moffatt)

Estas están en tu individualidad. Se nos dice que la más joven, que naturalmente es la segunda – el “segundo hombre” – es el Señor de los Cielos. Ese es el segundo hombre; Él duerme en ti. Tú le despertarás, y Él se convertirá en el Maestro. Él reinará. Por el momento, en la mayoría del mundo, están totalmente inconscientes de esto. Entonces, Él duerme, y así Él no reina. Ese conocido en las Escrituras es llamado Jesucristo. El Señor Jesucristo es tu propia maravillosa imaginación humana. ¡Ese es Dios!

Ahora, el mundo entero, y todo dentro de él, no es nada más que el apaciguamiento del hambre. Eso es todo en la vida: el apaciguamiento del hambre. Y hay infinitos estados desde los cuales el Señor puede ver al mundo apaciguar ese hambre. El “primer hombre” no puede hacerlo. Él puede alimentarse sólo de lo que sus sentidos dictan. Donde quiera que esté, él se alimenta de los hechos de la vida como él ve los hechos.

Se necesita al “Segundo Hombre” para desembarazarse de esa restricción y entrar en un estado – cualquier estado en el mundo – y alimentarse de él, y luego – con el tiempo – traer al “primer hombre” para alimentarse de él.

Se nos dice en el capítulo 14 de Juan: “Que vuestro corazón no esté perturbado, ni tengáis miedo. Creéis en Dios, creed en mi también.” (Juan 14:1) Ahora, este no es un hombre hablándote desde fuera. “Cree también en mi.” “Creéis en Dios, creed también en mi.” En el mismo capítulo Él te va a decir ¡que Él es Dios! ¿Pero qué hombre creería realmente que esta presencia dentro de él es Dios?

Ahora, Él te dice: “Estad tranquilos y sabed que Yo soy Dios.” (Salmo 46:10) Este no es otro hombre hablándote, aparte de ti mismo, “Estad tranquilos, y sabed que 'Yo Soy' es Dios.” ¿Puedes creer eso? Si puedes creer eso, entonces todas las cosas son posibles para ti. Pues “todas las cosas son posibles para Dios.” (Mateo 19:26) ¿Puede un hombre realmente creer eso? Eso es lo que se me dice en el Salmo 46, “Estad tranquilos, y sabed que Yo ...” Pon la palabra correspondiente ahí ahora.

Ahora, se nos ha dicho que Él duerme, y entonces viene la llamada: “Despiértate. ¿Por qué duermes, Oh Señor? No nos rechaces para siempre.” (Salmo 44:23) Éste duerme en el hombre. El Hombre tiene que despertarlo. ¡Él no sabe que su propia maravillosa imaginación humana es Dios!

Ahora, “En la casa de mi Padre hay muchas moradas. ¿Si no fuera así, Yo os hubiera dicho que voy a preparar un lugar para vosotros? Cuando vaya vendré de nuevo, y os recibiré en mí, para que donde Yo estoy, ahí podáis estar vosotros también.” (Juan 14:2, 3) Ahora, esta conversación tiene lugar en tu individualidad, entre los dos.

Yo estoy hablando ahora a mi yo, “En la casa de mi Padre” – Yo soy el Padre “... hay innumerables moradas” – estados de conciencia. “¿Si no fuera así, os habría dicho que voy a preparar un lugar para vosotros? Y cuando vaya, vendré de nuevo, y os recibiré en mí, para que donde Yo estoy podáis estar vosotros también.”

Yo me encuentro aquí, y mis sentidos me atan aquí a esta habitación, pero yo no quiero estar aquí. Quiero estar en otra parte. Yo conozco mi saldo en el banco. Conozco mis obligaciones en la vida. Estoy atado por lo que conozco. El “hombre externo” se alimenta de eso, pero él quiere más que eso. Hay algo en mí – el “Segundo Hombre” que ha nacido del Cielo – que está diciéndome que hay “innumerables moradas” a las que yo puedo ir – tú no puedes ir –, Yo puedo ir y prepararlas para ti. Pero, “cuando Yo vaya a prepararlas para ti, vendré de nuevo y te recibiré en mí mismo, para que donde yo estoy, ahí estéis vosotros también.” Ahora, ¿cómo lo hago?

Yo echo una mirada a mi mundo, y estoy muy restringido. Todo sobre mí es algo que me gustaría romper – trascenderlo, convertirme en una persona más grande, una persona más segura, donde yo esté haciendo una tarea mayor en el mundo. Todas esas cosas me gustaría hacerlas, pero la razón me dice que no estoy haciéndolas, y mis sentidos confirman a mi razón. Ahora, ¿hay algo en mí, que es mi Verdadero Yo, que puede hacerlo? Sí, mi imaginación puede hacerlo.

En mi imaginación, yo voy y preparo el estado. Realmente voy al estado y lleno ese estado con mi propio ser, y veo el mundo desde ese estado. No pienso en él; pienso desde él. Cuando pienso desde él, estoy realmente preparando ese estado.

Entonces regreso a donde yo dejé a éste – “el hombre externo” –, y una vez más me fusiono con él, y nos hacemos uno, otra vez. Ahora lo llevo a través de un puente de incidentes – una serie de acontecimientos – que me lleva hacia lo que yo he preparado, y lo llevo conmigo y entro en el estado mismo. Él se alimenta ahora, literalmente, de ese estado. Esto es lo que yo llamo orar. Yo no voto por él, no hago petición, no pido a ningún ser en el mundo – a nadie, incluyendo al que el mundo diría que es Dios. Pues cuando encuentras a Dios estando tranquilo, y sabes que “Yo Soy” es Dios, ¿entonces a quién puedes dirigirte para algo en este mundo, si realmente crees en las Escrituras: “Estad tranquilos y sabed que Yo soy Dios”? Entonces, ¿a quién podrías dirigirte? Es una comunión interna con el Yo. Pero el hombre le habla a un dios fuera y suplica a un dios fuera, y mendiga a un dios fuera.

Esto me recuerda una fiesta que William Lyons Phelps dio. Si tú no sabes quién es – de hecho, quién fue –, él fue uno de los educadores verdaderamente grandes en nuestro país en este siglo veinte: William Lyons Phelps. Él y la Sra. Phelps conversaban con Edna Ferber, la escritora. Cuando se sentaron a cenar, la Sra. Phelps le dijo: “William, ¿te importaría dar gracias?” Él cerró los ojos, inclinó la cabeza, y después de quizás diez o quince segundos dijo: “Amén.” Y ella le dijo: “¿Por qué, William, yo no oí una palabra de lo que dijiste?”; y él le dijo: “Yo no estaba hablando contigo, querida...”

La gente se sienta a dar las gracias así: “Bendice las manos que prepararon esta comida”, todas esas palabras no significan nada. Vé adentro, y no hagas petición: aprópiate. Orar no es más que la apropiación subjetiva de la esperanza objetiva. Yo espero esto y esto; Yo lo quiero como un hecho objetivo. Ahora, yo debo ir adentro y apropiármelo subjetivamente.

Así que, orar es la apropiación subjetiva de la esperanza objetiva. Eso es lo que yo llamo “fe en Dios”, lo cual no es más que fe en mi Ser, pues el Ser del hombre – la verdadera identidad del hombre – ¡es Dios! Ese es el “Jesucristo” de las Escrituras.

“¿No os dais cuenta de que Jesucristo está en vosotros? Poneos a prueba a vosotros mismos y ved.” Eso es lo que se nos dijo que hiciéramos en la Segunda Carta de Pablo a los Corintios. Léelo en el capítulo 13, versículo 5 de Corintios II. “Examinaos a vosotros mismos, para ver si os estáis manteniendo en la fe. Poneos a prueba. ¿No os dais cuenta de que Jesucristo está en vosotros?” (Corintios II 13:5, Versión Standard Revisada).

Bueno, si Él está en mí, ¿entonces dónde iré yo a encontrarlo? ¿Cómo me dirigiré a Él? Él está en mí. Él es mi propio Ser. Yo simplemente estoy en comunión con mi Ser.

Hay innumerables estados en el mundo; así yo singularizo el estado que yo quiero expresar en este mundo, y no te pregunto a ti o a nadie más en el mundo si es bueno para mí. Yo no consulto a nadie. ¿Entra dentro del marco de la Regla de Oro? ¿Lo que estoy pidiendo ahora, lo pediría para otro? ¿Pediría a otro, si lo que estoy buscando ahora para otro es algo que yo pediría para mí mismo? La Regla de Oro es: “Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti.” Si tú mantienes eso en mente, no puedes equivocarte.

¿Que hay de malo en pedir algo en este mundo para otro que tú pedirías para ti mismo? ¿Hay algo malo en estar seguro? Nada. ¿Algo malo en estar limpio y saludable y decente? ¿Algo malo en ser alguien que contribuye al bien del mundo? ¿Qué hay de malo en eso? ¿Hay algo malo en estar felizmente casado, orgulloso de la chica que lleva tu nombre, o ella orgullosa del hombre cuyo nombre lleva? ¿Qué hay de malo en eso?

Olvida eso. El mundo entero es un campo para cosechar. Tú no escoges a esta o a esa mujer. Escoges el estado. Yo quiero ser dichosamente feliz, y si lo fuera, ¿cómo vería el mundo? ¿Y cómo el mundo me vería a mí? Bueno, aíslate del mundo y ve adentro y aprópiate de ese estado. Y desde dentro, deja que tus amigos te vean, como ellos tendrían que verte si lo que ahora estás asumiendo que eres realmente es cierto.

Por eso es por lo que he titulado la charla de esta noche “El estado de ánimo” – Alcanzar el estado de ánimo. Todo está basado en ese estado de ánimo. El capítulo 25 del libro del Génesis: “Y ella dio a luz gemelos, pues en sus miembros estaban estas razas rivales – razas rivales desde su nacimiento”, llamadas en las Escrituras “Esaú” y “Jacob”; y tú piensas que fueron dos individuos que vivieron hace miles de años. No, ¡ellos están justo aquí en cada uno en este mundo! Estos son los eternos estados de conciencia personificados en las Escrituras como dos muchachos.

Las Escrituras no es una historia secular. Es una historia de salvación. Y así, ellos no vivieron hace miles de años; ellos viven ahora en ti, y tú tienes que dar nacimiento a ambos. Tú has dado nacimiento al primero. El primero es tu “hombre externo”, el hombre que es ahora un hombre de los sentidos – un hombre que está cubierto de pelo, como nos han dicho. Esaú vino primero, y él estaba cubierto de pelo por todas partes. Seas mujer u hombre, estás cubierto de pelo por todas partes. Ese es el tú externo, el hombre del mundo sensorial.

Luego viene el “Segundo Hijo”, y él es el muchacho de piel más suave, llamado Jacob. El nombre “Jacob” significa suplantar. Él va a suplantar a su hermano; él es el segundo, pero él vendrá el primero. El Segundo Hombre es el Señor del Cielo, y el Segundo Hijo es tu propia maravillosa imaginación humana. Cuando tú lo sacudes y lo despiertas y lo haces venir a existir, puedes hacer maravillas en este mundo.

Inténtalo ahora mismo. Tú sentado aquí en esta sala – yo de pie aquí; yo podría, en un abrir y cerrar de ojos, ponerme fuera de esta sala y verla desde ahí, y ver el interior de esta sala, no desde este atril, sino verla desde fuera. Eso es ejercer el Hombre Interno. Ve fuera mentalmente, no físicamente, y ve esta sala desde fuera. Mientras estoy aquí sentado, yo puedo ponerme en la planta baja de mi habitación de hotel, y entonces ver esta sala y pensar en ella, pero pensando desde la planta baja de mi habitación. Yo puedo ponerme en cualquier parte del mundo y pensar desde ella, y pensar en el mundo y en todo lo demás. Ese es el secreto: pensar desde lo que yo quiero, en vez de pensar en lo que yo quiero.

Cuando yo sé lo que quiero en este mundo, cuando estoy pensando en ello, está siempre más allá de mí. Cuando yo sé lo que quiero, yo entro en ese estado y pienso desde él. Ponte mentalmente en tu propia casa esta noche ahora, y ve este edificio – este club – desde tu casa, y ves este edificio, no desde él; tú piensas en él, y estás viéndolo desde tu habitación.

Ahora, el estado de conciencia al que tú más constantemente regresas es el lugar que tú realmente habitas – ese estado habitual desde el cual ves el mundo. ¿Lo ves desde la pobreza, diciendo “Yo soy pobre”? ¿Andas por la calle sintiendo “Qué pobre soy”? Tú estás viendo el mundo desde el estado de pobreza entonces. ¿Estoy viendo el mundo desde el estado de uno que es completamente desconocido y no querido? Bueno, esa es mi casa. El lugar al cual habitualmente regreso constituye mi lugar de habitación. Yo no necesito habitar ahí.

“En la casa de mi padre hay innumerables moradas. ¿Si no, os hubiera dicho que voy a a preparar un lugar para vosotros?” Y cuando yo vaya y prepare el lugar, regresaré de nuevo y os llevaré conmigo, para que donde yo estoy – en ese estado preparado – vosotros estéis también. Así, yo ahora tomo un estado. Yo quiero ser conocido. Yo quiero contribuir al bien del mundo. Yo quiero también vivir bien – y quiero decir bien. Yo quiero sentirme seguro, no sólo financieramente, sino seguro socialmente, que cuando entre en una habitación no esté avergonzado, no importa quienes sean ellos. Ellos pueden tener todos los títulos del mundo; pueden venir de todas las grandes universidades del mundo y ser honrados por el mundo, pero yo quiero estar en su presencia y no sentirme pequeño. Yo quiero sentirme una persona; no tener que agachar la cabeza de vergüenza debido a alguna restricción en mi pasado. Si yo hubiera nacido “detrás de la bola 8”(1) socialmente, financieramente, intelectualmente, no importa. Yo quiero sentirme importante; yo quiero sentirme grande; yo quiero sentirme bueno.

Muy bien, ¿qué estado sería ese si fuera verdad? Yo concibo un estado que, si fuera verdad, haría que todos mis deseos se realizaran. Voy a ese estado. Ahora, la primera vez que yo entro en ese estado y veo el mundo desde él, es maravilloso, pero no puedo nunca re-entrar en ese estado. Por lo tanto, no es mi casa. Yo quiero hacer de ese estado mi casa perpetua, de modo que yo automáticamente habite en ese estado; y si lo habito así de automáticamente estoy en ese estado; se convierte en mi lugar de habitación. Así que, “Yo iré y prepararé un lugar para ti.” No te estoy hablando a ti; me estoy hablando a mí mismo: “Yo te llevaré a ti, Neville, nacido detrás de la bola 8 – nacido desconocido, no querido, pobre; todo lo que es simplemente detrás de la bola 8 –, y yo voy a llevarte a ti, Neville, ahora que tú me has encontrado a mí, al Segundo Hombre, al Señor del Cielo, tu propia maravillosa imaginación humana, ahora que tú me despertaste, yo iré.”

Y yo habitaré en el estado y me sentiré que soy Neville – ese “hombre externo” que yo acabo de dejar en la silla o en la cama, y veré el mundo como Neville lo vería si él estuviera conmigo ahora. Yo veo el mundo desde ese estado. Y luego, cuando me parece natural, regreso al “hombre externo” físico que dejé en una silla, que dejé en la cama, y mientras regreso nos fusionamos y nos convertimos en una persona, no dos. Entonces me muevo a través de un puente de incidentes que realmente, racionalmente, yo no construí – simplemente apareció – y me muevo a través de una serie de acontecimientos que yo no determino razonablemente, simplemente suceden. Me moveré a través de ese puente de acontecimientos al estado en que yo entré y ahora habito. ¡Pero cuando llegue ahí, parecerá tan natural!

El hombre que pensaba, debido a sus pasadas limitaciones, que él no podría nunca entrar en ese estado – ahora él se encuentra en ese estado. No importa a quien encuentre, los encuentra desde ese estado, y es perfectamente natural para él. Esta es la historia que las Escrituras te enseñan a ti, a mí y a cada uno en el mundo. Pero hasta que tú encuentres a Dios, que es tu propio Ser, tú no vas a hacerlo. “Estad tranquilos, y sabed que 'Yo Soy' es Dios.” ¡No hay otro Dios!

¿Y tú piensas que eso es blasfemia? Muy bien, el que enseña la historia fue también acusado de blasfemia, pues Él dijo: “Yo soy Dios”, y ellos tomaron piedras para apedrearle. No significa que un hombre está haciendo una atrevida afirmación en el exterior. El “hombre externo” toma los hechos de la vida – estas son las “piedras” – para apedrearle, y entonces Él cita las Escrituras, y cita el Salmo 82:

“¿No está escrito en vuestras Escrituras que yo digo: 'Vosotros sois dioses, todos vosotros hijos del Altísimo'? Si entonces Yo digo que Yo soy el Hijo de Dios, y el Hijo de Dios y Dios son uno y el mismo Ser, ¿por qué me apedreáis cuando las Escrituras os enseñan que vosotros sois hijos de Dios?” (Ver Juan 10:34-37)

Así que no pudieron apedrearle entonces porque Él estaba sólo citando su libro. Bueno, yo estoy sólo citando esta noche vuestro libro, que es mi libro. Es el libro para liberar a cada hombre en este mundo, si sabes quién eres tú realmente. ¡Tu verdadera identidad es Jesucristo! Y Jesucristo no es un ser que vino hace dos mil años y luego partió. Él dijo: “Yo estoy con vosotros siempre, incluso hasta el mismo fin de los tiempos.” (Mateos 28:20)

Si Él está conmigo siempre, ¿dónde está Él? Él dijo: “Yo estoy con vosotros siempre, hasta el mismo fin de los tiempos.” ¿Entonces dónde está Él? Yo ciertamente se dónde Él está.

La conversación ahora – yo estoy citando del capítulo 8 del Libro de Juan – está teniendo lugar en ti. Nadie más está oyéndolo. Yo estoy ahora sólo citando de un pasaje del capítulo 8 de Juan: “Vosotros sois de abajo, Yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, Yo no soy de este mundo. Yo digo que moriréis en vuestros pecados a menos que creáis que Yo soy Él.” (Juan 8:23, 24) Yo estoy sólo citando del capítulo 8 del Evangelio de Juan.

En las Escrituras, arriba y dentro son lo mismo; abajo y fuera son lo mismo. Así, cuando tú lees: “Yo soy de arriba”, Él te está diciendo: “Yo soy de dentro”, pues Él te dice: “El Reino de los Cielos está dentro de ti.” (Lucas 17:21) Así, Yo soy de arriba, por tanto Yo soy de dentro. Tú, – el “hombre externo” – eres de fuera, por tanto eres de abajo. Eres de este mundo. Yo no tengo que permanecer anclado a lo que mis sentidos dictan y me dicen que Yo soy. Yo no tengo que estar aquí. Tú, mirándome desde fuera, como el “hombre externo”, dirás: “Neville está en el estrado.” Conociendo mi mundo externo completo, conocerías mis restricciones, mis limitaciones. Tú no conoces mis ambiciones, mis sueños, mis deseos. Yo, y sólo yo, conozco mis ambiciones y mis deseos. El “Hombre Interno” los conoce, y Él sabe cómo entrar en estos estados y preparar un estado para que el “hombre externo” lo llene. El “hombre externo” no puede hacerlo. El “hombre externo” está completamente anclado por sus sentidos y confirmado por su razón.

Ahora déjame compartir contigo una sencilla historia. En el tiempo que esto sucedió, parecía una cosa imposible. Justo después que la guerra hubo acabado, tomé el primer viaje con mi mujer y mi hija pequeña a la isla de Barbados en las Indias Occidentales. Yo no hice preparativos para regresar. Zarpé desde Nueva York. Pensé que iría y estaría unos meses en la isla con mi familia, que eran todos de Barbados, no haciendo ningún preparativo para mi regreso.

Entonces llegó el momento para mi regreso, pues yo tenía un programa en Nueva York para la primera semana de Mayo. Yo llegué a Barbados a final de Diciembre y pasé estos cuatro meses celestiales – o casi cuatro. Cuando fui a la compañía de vapores, me mostraron una lista que era tan larga como de aquí a ahí (indicando) de gente esperando para tomar el barco. Eso era sólo en la isla de Barbados. Había listas igualmente largas en las demás islas: Trinidad, San Vicente, Granada – todas las islas, y sólo dos barcos cubriendo todas las islas: uno pequeño que llevaba sesenta pasajeros y otro que llevaba ciento veinticinco pasajeros; y cientos y cientos en cada isla esperando.

Bueno, ellos dijeron, “Bueno, Sr. Goddard, usted no podría salir de esta isla hasta el mes de Octubre lo más pronto.” Yo dije: “¿Ese es su veredicto definitivo?” Ellos dijeron: Bueno, eso es definitivo. Mire la lista, y esto es sólo en Barbados.”

Estamos ahora en el mes de Abril. Yo nunca pensé en solicitar antes de eso. Mi hermano Victor dijo: “¿Cómo demonios has podido dejar Nueva York – la capital financiera del mundo – ellos sabían ahí todo de cómo hacer estas cosas. ¿Por qué no arreglaste ahí para regresar cuando tú saliste?” Yo dije: “Nunca se me ocurrió. Realmente no importa.”

Me senté en mi habitación de hotel en Barbados y me puse cómodo, y luego asumí que estaba en un pequeño barco – una chalupa, llevándome al barco esperando en la bahía. Podía sentir mecerse el pequeño barco. En ese barco coloqué a mi familia – unos cuantos miembros de mi familia: mi hermano Victor, mi hermana Daphne, y uno o dos más, y naturalmente mi mujer y mi hija pequeña. Entonces sentí llegar al barco junto al barco principal que nos llevaría de vuelta a Nueva York. Y entonces, en mi imaginación, asumí que mi hermano Victor tomaba a mi hija y subía a la pasarela y caminaba con ella y yo ayudaba a mi mujer después, y luego a mi hermana Daphne, y luego subí yo, y nos fuimos. Cuando llegué a lo alto de la pasarela – todo en mi imaginación, dándole toda la vividez sensorial, dándole todos los matices de la realidad – yo no tenía adjudicado camarote, así que no podía bajar al camarote. Yo simplemente volví a lo alto de la pasarela, caminé tres o cuatro pasos, y luego puse las manos en la barandilla, de modo que podía oler la crudeza del mar, podía sentir la sal llevada por el viento. Yo podía sentirla en la barandilla, y entonces miré hacia la isla con nostalgia. Estaba dejando una isla perfectamente encantadora con tantos miembros de mi familia, y sin embargo yo tenía un sentimiento dividido. Estaba feliz de irme porque tenía que volver a Nueva York en mi camino a Milwaukee, y luego, al mismo tiempo, estaba escindido en mi emoción porque había una tristeza – como una dulce tristeza dejándolos y aún feliz de irme.

Y ese es el estado de ánimo que yo alcancé. Yo alcancé esa sensación. Yo no te puedo decir, si tú no has tenido la experiencia de ir a algún lugar estando dividido entre querer ir y sin embargo de mala gana, porque estás dejando algo precioso tras de ti. Bueno, ese era mi estado de ánimo. Yo alcancé el estado de ánimo. Y luego seguí mirando a la isla, y luego lo rompí y aquí estoy, sentado en mi silla en la habitación del hotel ¡en Barbados!

A la mañana siguiente sonó el teléfono. Cuando respondí, era la Compañía de Vapores Alcoa llamando: “Sr. Goddard, acabamos de recibir un telegrama de Nueva York cancelando un pasaje en el próximo barco, que podría dejarle en Nueva York a primero de Mayo. ¿Lo desearía para usted, su mujer y su hija? Es un camarote más pequeño, realmente, hay sólo dos literas, pero su hija pequeña tiene sólo tres años, y así ella podría dormir con usted o con la Sra. Goddard, pero hay dos literas, y hay un baño privado. Todo es perfecto, pero usted sabe; el barco es pequeño; sólo llevará sesenta pasajeros.”

Yo dije: “Bajaré ahora mismo.” Así que bajé, y pensé que descubriría algunos detalles más. Pregunté a la agente: “¿Por qué la cancelación?” “Bueno”, dijo ella, “yo podría sólo especular. Ellos no nos lo dijeron; nos telegrafiaron. Hubo una cancelación para el viaje de vuelta.” Yo dije: “Muy bien, está cancelado. Por qué no se lo dio a alguno de los otros que estaban esperando?” Había cientos y cientos esperando. “Bueno”, dijo ella, “tenemos una señora aquí – una señora americana que ha estado molestándonos semana tras semana para salir de Barbados de vuelta a Nueva York, así que la llamamos primero, y ella dijo, 'No me conviene irme ahora.' Así que entonces le llamamos a usted porque tienen que ir tres, y pensé que podría utilizar la habitación para ustedes tres. Y no notificaremos a ninguno de los otros cientos que están esperando.”

De modo que no hice más preguntas. Lo tomé y volví a tiempo para mi deber en Nueva York y luego mi deber en Milwaukee.

Cuando la primera vez cuento esa historia, la reacción habitual es: ¿Fue eso hacer una cosa justa? ¿Puedes imaginarte eso? ¿Fue eso hacer una cosa justa con todos los demás que estaban esperando? Yo no estaba dirigiendo la Compañía de Vapores Alcoa. Yo estaba aplicando el principio de Dios. No hubiera importado si un millón de personas estaban ahí; yo habría saltado por encima de un millón. Ese no es asunto mío. Yo estoy simplemente aplicando la ley de Dios: “Lo que desees, cree que lo has recibido, y lo habrás recibido”, como se me dice en el capítulo 11 del Libro de Marcos, versículo 29; y haga lo que haga, diga lo que diga, si no dudas eso vendrá a pasar; será hecho para ti. Bueno, yo hice lo que se me dice en las Escrituras que debía hacer; creer que lo había recibido, y actuar sobre esa creencia. Así, yo actué sobre la creencia. ¿Qué haría yo si fuera verdad? Yo subiría a la pasarela.

En aquellos días, en 1945, no teníamos un puerto de aguas profundas; ahora tenemos uno. Pero entonces tú tenías que salir hacia el barco con una pequeña chalupa, de modo que yo hice exactamente lo que hubiera tenido que hacer si iba a bordo del barco. Así que yo fui a bordo del pequeño barco, y luego, cuando llegamos al barco grande, aunque parezca extraño, mi hermano Victor subió con mi hija pequeña en los brazos – el primero en salir. Y luego vino mi mujer, vino mi hermana, justo en el orden que yo lo había imaginado. No me hubiera importado si ese orden se rompía o no, pero sucedió en el orden que yo lo imaginé.

Así que yo te digo que lo he encontrado. ¿A quién? ¿Encontrado a quién? He encontrado al Señor Jesucristo. ¿Tú lo hiciste? ¿Qué aspecto tiene? ¡Tiene el mismo aspecto que yo! ¿Tú le has encontrado? Bueno, no se parece a mí, porque cuando tú le encuentres, ¡Él se va a parecer exactamente a ti! Ese es el Señor Jesucristo: igual que tú. No hay otro Señor Jesucristo.

Él realmente se convirtió en tí, para que tú puedas convertirte en el Señor Jesucristo. Y cuando le ves, Él es igual que tú.

Así, no te dirijas a nadie en este mundo y digas “Ahí está”, pues eso es mentira, o “Aquí está”; eso es mentira. Así que a cualquiera que te diga que Neville es el Señor Jesucristo, tu Jesucristo, ¡niégalo! Niégalo completamente. Neville no es el Señor Jesucristo para ti. Pero yo he encontrado al Señor Jesucristo en mí como mi propia maravillosa imaginación humana, y yo comparto contigo lo que he encontrado.

Un día tú lo encontrarás como tu propia maravillosa imaginación humana. Entonces llegará el día en que todo lo dicho del Señor Jesucristo en las Escrituras vas a experimentarlo en una experiencia en primera persona del presente del singular – todo lo dicho sobre él. Entonces sabrás quién es el Señor Jesucristo, quién es el Padre, quién realmente es Dios.

Mientras tanto, ponlo a prueba. Ve a la prueba extrema. Yo te digo que lo encontrarás sin fallar nunca. Él es tu propia maravillosa imaginación humana.

Bueno, en esta historia que empezamos esta noche, los dos hijos son llevados ahora al padre. El padre es Isaac, e Isaac es ciego. Había dos hijos, el primero es Esaú. Él está cubierto de pelo. Ese es cada hijo nacido de mujer; ese es el “hombre externo”, pues el pelo significa la cosa objetiva más externa en el mundo. En el hombre, el pelo viene primero, luego llegas a la piel, luego llegas a la grasa, luego llegas a los huesos; pero el pelo es la parte más externa del hombre. Así que él está cubierto de pelo. El siguiente no tiene pelo. Él es lampiño; es Jacob. La palabra significa suplantador.

El padre ha pedido una comida. Por eso es por lo que os dije antes que el mundo entero – la vida entera – no es más que el apaciguamiento del hambre. De modo que el padre tiene hambre, y él quiere un venado convenientemente preparado como a él siempre le gusta y le da esa orden a su primer hijo, Esaú. Esaú era cazador. Él va a cazar el venado, y lo prepara para complacer a su padre.

Jacob escucha la petición de su padre. Recuerda, su nombre es “el suplantador”, pero la orden le fue dada a su hermano Esaú; así que él sacrifica un chivo y lo despelleja, y se pone la piel sobre el cuerpo para engañar a su padre haciéndole creer que es Esaú. Él prepara el chivo y se lo lleva a su padre. Y él dice: “Padre”, e Isaac responde: “Sí, hijo mío.” Entonces Isaac dijo: “Yo estoy ciego, hijo mío; no puedo ver. Ven cerca que yo pueda sentirte, que pueda tocarte.” Y cubierto con la piel del chivo, él se acerca, e Isaac extiende su mano y le toca. Él dijo: “Sabes, tu voz suena como la de mi hijo Jacob, pero te siento como mi hijo Esaú”, y luego le dio la bendición. Y entonces, habiéndole dado la bendición, Jacob desaparece.

Luego su hijo Esaú llega con el venado, y él dijo: “¿Quién eres tú?” Él dijo: “Yo soy tu hijo Esaú.” “Bueno”, dijo, “debe haber sido tu hermano quien vino, y yo pensé que eras tú, y le di la bendición; y yo no puedo revocarla. No puedo volverla atrás. Yo lo bendije, y la bendición sigue siendo suya.”

Así, tú cierras los ojos y eres Isaac; no puedes ver. Isaac es ciego. Cierra los ojos y no puedes ver la habitación. Ahora, interiormente tienes los dos hijos. La habitación externa es tu Esaú. Elimínala completamente, y los dos se van a cazar. Esaú viene después; Jacob llega primero, y él da los matices de la realidad a su padre. Su padre es su propio maravilloso “YO SOY”. Bueno, ¡ese es Dios! El nombre de Dios para siempre es “YO SOY”. Así, YO SOY está esperando sentir los matices de la realidad de lo que él quiere, y él siente que es tan real, tan natural.

Ahora, él sabe que esto es subjetivo, así que dice: “Tú suenas como Jacob, pero ven más cerca, hijo mío, que yo pueda sentirte”; y él lo siente como yo sentí la barandilla sobre el barco, como yo podía oler la sal del mar en el viento, como yo podía ver mentalmente la isla, como yo podía sentir el barco rodando a poca distancia bajo mis pies. Todo esto era el matiz de la realidad. Esto, ahora, es Esaú; parece real, y así yo le estoy dando una realidad a este estado – yo le estoy dando una bendición a él.

Entonces abro los ojos para encontrar que estoy sentado en una silla en mi habitación de hotel. Bueno, de pronto Esaú regresa. Bien, Esaú era el lugar que yo dejé. La habitación en que estaba sentado era mi Esaú; ese era el mundo objetivo. Vuelve y yo digo: “¿Qué he hecho?” Fui a un estado y lo vestí con la realidad. Le di todos los matices de un mundo objetivo, y me parecía tan real que le di la bendición para ser real – para nacer. Ahora este vuelve, y sin decir una palabra, me está diciendo: “Tú te engañaste. Tú fuiste engañado por mi hermano, el estado subjetivo llamado Jacob.” Y yo me digo – sabiendo quién es Dios realmente: que Él no puede retirar Su bendición. Él le dio el derecho a nacer, el derecho a convertirse en objetivo, el derecho a convertirse en real, y en 24 horas nació – fue real.

Y entonces, tres semanas después yo zarpé en ese barco y completé el viaje entero. Lo he repetido una y otra vez, y nunca falla. Y aquellos que lo crean y lo pongan a prueba no pueden fallar. No pueden fallar. Este es el principio de las Escrituras.

Así que ¿le darás efectivamente los matices de la realidad? ¿Creerás efectivamente, ante todo, que el Dios que tú ahora adoras como algo fuera, realmente existe dentro de ti como tu propia maravillosa imaginación humana? Si creyeras eso, y no pensaras que soy un blasfemo por decirlo y pensar que soy algo maldito por haberlo pronunciado – pero puedo decirte, yo espero por tu bien que lo creas. Pero realmente, en el fondo de mi corazón, si lo crees o no, no me preocupa, porque llegará el día que tú tendrás que creerlo porque lo experimentarás. Si sólo puedo ayudarte a acelerar ese día, eso es por lo que estoy aquí. Pero decirte realmente que te voy a golpear la cabeza y hacer que lo creas, no. No soy indiferente a que lo creas; yo sólo puedo apelar a que lo creas por tu propio bien, para que puedas tomar cualquier cosa que tengas y trascenderla por el uso de esta ley. Lo que tengas en este mundo, puedo decirte, ¡nadie está realmente satisfecho! Yo cené bien hoy, pero mañana voy a tener hambre. Y el hambre está siempre con el hombre, y Dios es la satisfacción última del hambre, pero eso no ha llegado aún a la mayoría.

Él nos dice en el capítulo 8, versículo 11, de Amos: “Yo enviaré una hambruna sobre el mundo; no será un hambre de pan, o una sed de agua, sino de oír la palabra de Dios.” Ahora, eso llega al final mismo, pues el hombre medio no está hambriento de la palabra de Dios. Él es complaciente. Él dirá: “¡Yo soy cristiano!” ¡Y qué! “Yo soy cristiano. Voy a la iglesia. Yo contribuyo a la iglesia”, y así él piensa que eso significa todo lo que él hace como cristiano – se detiene justo ahí.

Bueno, el hambre no es satisfecha, porque cuando Él envía ese hambre sobre el individuo, nada sino una experiencia de Dios puede satisfacerla. Hasta que Él envía ese hambre, todas las demás hambres se pueden satisfacer; como el hambre de seguridad, el hambre de un trabajo mejor, el hambre de un aumento de autoridad en tu posición actual, el hambre de – lo que sea. Toda hambre puede ser satisfecha si tú aplicas este principio. Pero entonces vendrá ese día que Él enviará la hambruna sobre ti; pues tú eres la tierra de la que Él habla. Esto no tiene nada que ver con el mundo; la hambruna en el mundo, o si hay hambruna por todo el mundo, porque ellos no saben cómo satisfacerla. Hay hambruna, pero esa no es la hambruna de la que Él habla. Él dice que no es un hambre de pan, no es una sed de agua, ¡sino de oír la palabra de Dios!

Yo estoy dándote la palabra de Dios como yo personalmente la he experimentado. De modo que, esta noche, inténtalo. Cierra los ojos a lo obvio. Ese es Esaú; envíale a cazar. Y luego auto-engáñate. En su ausencia, trae al “segundo hijo”, que es el Señor del Cielo, y vístelo con los matices de la realidad, y siente cuán real es. Dale toda la vividez sensorial, y cuando tome todos los matices de la realidad, ¡abre los ojos! Entonces Esaú vuelve de la caza, y entonces tú le dices lo que has hecho, y él grita porque tu hijo – el “Segundo Hombre” – te ha engañado y le ha traicionado la segunda vez.

Cada día puedes aplicar este principio y volverte auto-engañado, pero funciona. Pero siempre mantenlo dentro del marco de la Regla de Oro, de modo que nadie sea dañado. No importa quién obtuvo el pasaje ni importa lo que llevó a la mujer a no tomarlo. No importa qué llevó al pasajero de Nueva York a cancelarlo. Yo no tengo quejas, ni palabras. Simplemente hice lo que fui llamado a hacer. Yo quería salir. Yo me encontré encerrado – encerrado hasta Octubre como más pronto, con mis compromisos en Milwaukee en marcha. Yo no podía hacer eso. Tenía que volver, y volví. ¡Lo hice!

Así que yo te digo, este principio no puede fallarte. Pero nosotros somos el poder operante. Y no te pongas de rodillas y reces a un dios externo. Haz exactamente lo que el gran Willian Lyons Phelps hizo, y dile al mundo entero: “No estoy hablando contigo, querida,” – estoy comunicando con mi Ser. Y si doy gracias por lo que ha sucedido, no te las doy a ti; doy al Ser dentro de mí, constante alabanza por este poder milagroso que está alojado dentro de mí. Y caminas en la conciencia de ser constantemente lleno de alabanza por este poder milagroso que se convirtió en ti, ¡para que tú puedas convertirte en Él! Y ese poder es el Señor Jesucristo que está en ti, y no hay otro.

Así, cuando el mundo entero está buscando que Él venga de fuera, como el gran evangélico hoy ha dicho: “Es inmanente. Él está en nosotros. Él ha venido. Y yo estoy aquí para darle gracias a Él.” Él esperará para siempre en vano. Pues cuando Él viene, no viene de fuera. Cuando Él viene, surge desde dentro, ¡y tú eres Él! De modo que él está llegando a millones de personas, pero él está en el jardín de infancia. ¿Y qué esperas? Él no puede darles más que leche. Pero con el tiempo, tú tienes que ser destetado, y tomar carne, y luego el verdadero significado del gran misterio de la fe cristiana.

El mundo lo ha aceptado en una anécdota. Todo eso está muy bien, pero no por siempre y para siempre seguir viendo sólo la anécdota. Aprende a extraer el significado de la historia, y espera que se desarrolle dentro de ti.

Mientras tanto, aplica lo que has oído esta noche, y antes de que me vaya de la ciudad al final de la próxima semana, deberías ser capaz de decirme que lo que esta noche deseas, lo tienes.

Ahora entremos en el silencio.


(1) Se utilizaba para dar a entender que se está en una posición difícil y complicada. (Lo que pasa en el billar: si cuelas la bola 8 pierdes, y si estás detrás de ella, te bloquea el tiro y estás en situación comprometida)



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es CATCH THE MOOD (Neville Goddard – no date)




lunes, 12 de agosto de 2013

Links actualizados para descargar los PDF

Ya tenéis operativos los links para descargaros todas las conferencias de Neville traducidas en PDF:



Avisadme si alguno fallara o de cualquier otra cosa. Gracias.
Manu LDA

viernes, 14 de junio de 2013

YO SOY LA CAUSA (Neville - 19 de octubre de 1969)

Neville Goddard (19 de octubre de 1969)


YO SOY LA CAUSA



De acuerdo con un principio rabínico, lo que no está escrito en las Escrituras no existe. La historia de Jesucristo sigue este principio.

El desconocido autor del Libro de Lucas (como todos los demás) escribió sólo acerca de sus propias experiencias. Volviéndose a su disciplinada mente en autocontemplación, él es Jesús volviéndose a sus discípulos y diciendo: “'Las Escrituras deben ser cumplidas en mí. Todo lo que está escrito sobre mí debe ser cumplido.' Comenzando con Moisés y los profetas y los salmos, él les interpretó en todas las Escrituras las cosas relacionadas con él mismo. Y se dijeron unos a otros: '¿No ardieron nuestros corazones mientras él abrió a nosotros las Escrituras?' Entonces él les dijo: 'Todo lo escrito sobre mí en la ley de Moisés y los profetas y los salmos debe ser cumplido.' Luego él abrió sus mentes para entender las Escrituras.” Lucas está hablando del Cristo en tí, pues cualquier Cristo que venga de fuera es un falso Cristo, enseñado por falsos maestros.

Pedro nos dice: “Burladores vendrán en los últimos días burlándose y diciendo: '¿Dónde está la promesa de su venida? Siempre desde que los padres cayeron dormidos, todas las cosas han continuado como eran desde el principio de la creación.'” Ciertamente lo hacen. Corrupción, guerra, política sucia, pobreza – lo que sea, todo continuará por siempre en esta era; así que no busques señales de su venida en el mundo externo, ya que esta era continuará produciendo pobreza, corrupción, guerra y cosas desagradables. Pero cuando Cristo viene es como un ladrón en la noche. Cuando tú menos lo esperas, Cristo despierta dentro de tí para revelarte a ti mismo.

“De muchos y variados modos Dios habló desde la antigüedad a nuestros padres por los profetas, pero en estos últimos días Él nos ha hablado por su Hijo”, pues cuando el Hijo aparece él revela a Dios como su Padre. Hasta que el Hijo de Dios se revela en el Hombre, el Hombre busca en el exterior para descubrir cómo las cosas son hechas, pero él no puede encontrar al Hacedor. Nuestro mundo es obra de Dios, como se nos dice en el salmo 19: “Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia su obra.” Nuestros científicos han descubierto cómo ir a la luna, desde la cual regresaron con tierra. Luego la analizaron y descubrieron que estaba muerta. No importa dónde el hombre vaya, él descubrirá que todo está muerto, pues la obra de Dios está aquí y sólo aquí. Pero, no importa cuánto su obra sea analizada, no revelará a su hacedor.

Hoy tres de nuestros ciudadanos recibieron el Premio Nobel por su gran trabajo al tratar de analizar esta maravillosa tierra nuestra. Ellos encontrarán muchas cosas maravillosas sobre ella, pero nunca encontrarán a su hacedor. Él viene sólo cuando el individuo encuentra al Hijo, pues es el Hijo de Dios quien revela a su hacedor. Yo te digo: la Biblia es toda sobre ti. Es tu propia biografía espiritual personal. Cada hijo nacido de mujer está recogido en la Biblia – no como John Brown o Mary Smith – sino como Jesucristo; pues Él es el verdadero ser del niño, y el Antiguo Testamento es un proyecto profético de su vida.

Cuando tú lees el capítulo 9 de Isaías, puedes preguntarte de qué trata todo, pero yo puedo decirte que nada podría ser más cierto. Escucha cuidadosamente: “Nos ha nacido un niño, un hijo nos ha sido dado; y el gobierno estará sobre su hombro y su nombre será llamado 'Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de la Paz.” Estas revelaciones no vienen en el orden que los profetas las recogieron (o algunos escribas cambiaron), pero los nombres son ciertos y son revelados en perfecto orden.

El primer nombre que se te dio cuando caíste dormido fue “El Shaddai”, que significa “Dios Todopoderoso o Poderoso Dios”. ¡Pero un día tú despertarás! Ahora completamente individualizado, sentirás una vibración tan grande que pensarás que vas a morir; pero lejos de morir, la vibración te despertará de tu largo, largo sueño. Despertarás dentro de ti mismo para descubrir que has sido sepultado ahí durante innumerables siglos. Puedes no saber cómo llegaste ahí y por qué, pero yo te diré: tú viniste voluntariamente. Nadie tomó tu vida, la pusiste tú mismo.

Tú tienes el poder para ponerla y el poder para levantarla de nuevo. Tú deliberadamente entraste en el cráneo humano y te pusiste tú mismo para soñar el sueño de la vida. Los místicos afirman que tú has estado soñando ahí durante 6000 años. Yo no he tenido ninguna visión para apoyar tal intervalo de tiempo, pero puedo decir que cuando me sucedió a mí sentí como si hubiera estado sepultado por innumerables eras. Por un momento me pregunté cómo llegué ahí, y luego recordé las Escrituras: “Él no está muerto, sino dormido, yo voy a despertarle.” Un día tú también oirás la voz del Hijo de Dios y despertarás de tu sueño de muerte, pues cuando Dios envíe a su Hijo a tu corazón gritando “Padre”, tú lo oirás y despertarás de tu largo sueño autoimpuesto.

Requiere un enorme poder que Dios Poderoso se agite y despierte para encontrar el símbolo de su nacimiento como el de un niño. Tú puedes pensar que el niño que ha nacido y el hijo que es dado es uno y el mismo, pero no lo son. El hijo aparece 139 días después. Es él quien te revela como Dios, el Hacedor y creador de todo ello. Antes de ese momento en el tiempo tú – como un científico – buscas fuera de ti mismo la causa de toda vida, pero cuando David – el único hijo engendrado de Dios – viene de dentro y te llama Padre, tú has encontrado la causa. Y cuando tu hijo te revela como el Padre, la causa de toda vida, tú llevarás el nombre de Padre Eterno.

Ahora, la tercera gran revelación es la de Consejero Maravilloso. Y en las Escrituras el Consejero Maravilloso es asociado con una serpiente. Referida como la más sabia de todas las creaciones de Dios, fue la serpiente quien sugirió comer del árbol del conocimiento. Y cuando se le dijo que él moriría, la serpiente dijo: “No, tú verdaderamente no morirás. Pues Dios sabe que cuando tú comas de él tus ojos se abrirán y tú serás como Dios, conociendo el bien y el mal.” El Consejero Maravilloso no mintió, pues creyendo ser tú, experimentó la muerte pero realmente no murió.

Aún cuando partimos de este mundo y parece que morimos, no lo hacemos. En su lugar somos restituidos a la vida en un mundo como éste, para continuar nuestro viaje por innumerables siglos.

Ahora, en el mismo capítulo 3 del Génesis, el Señor dijo a los dioses: “He aquí que el hombre se ha hecho como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal”, como la serpiente dijo que sería. Sólo viniendo a este mundo de experiencia puedes tú comer del árbol del conocimiento del bien y del mal y hacerte como los dioses. Así vemos que el tercer título, Consejero Maravilloso, tiene mucho que ver con la serpiente. Se nos dijo que: “Nadie asciende al cielo sino el que desciende del cielo, el hijo del hombre; y como Moisés levantó a la serpiente en el desierto, así debe el hijo del hombre ser levantado.” Cuando tú lees estas palabras, no tienen sentido; pero cuando las experimentas – y tú lo harás – el tercer título de Consejero Maravilloso te es conferido a tí.

Tus ojos se abrirán entonces, y tú conocerás el bien y el mal por experiencia. Tú sabrás que no morirás, sino que regresarás al estado celestial del que tú – el hijo del hombre – descendió. Y tú ascenderás como una serpiente incandescente.

Ahora, la serpiente de las Escrituras es descrita en el capítulo 6 del Libro de Isaías como el serafín que rodea el trono de Dios. El serafín es [sic], por definición, un ser incandescente con rostro humano, voz humana y manos humanas. Isaías le da seis alas: dos para cubrir su rostro, para cubrir sus pies (que es un eufemismo para sus órganos creativos) y él vuela con dos; pero más allá de eso, este ser celestial, la más sabia de todas las creaciones de Dios, no es descrito. Esta es vuestra verdadera identidad, pues vosotros sois los dioses que bajaron.

Tú no eres ninguna pequeña ameba que salió del lodo; tú viniste del cielo y te vaciaste de todo lo que eras a fin de asumir las limitaciones y las debilidades de la carne humana. Tú no estás aparentando que eres hombre; tú te convertiste en hombre asumiendo la pobreza, aunque eras rico. Tú asumiste la debilidad, aunque eras fuerte. Tú – un ser infinito – asumiste todas esas cosas para su experiencia. El mundo entero proclama tu gloria, pero sólo aquí en esta pequeña tierra esta maravillosa obra es revelada.

Antes de que viniéramos aquí éramos hermanos, y un día despertaremos y regresaremos a nuestra hermandad como Dios Padre, el cual requiere de todos los hermanos para formarse.

Ahora el cuarto título, Príncipe de la Paz, es enviado en forma de una paloma. Esto no te sucede físicamente a ti, y cuando sucede tú eres el único que lo sabe. Lee el primer capítulo, versículo 10, del Evangelio de Marcos cuidadosamente, y verás que sólo aquel sobre quien la paloma desciende fue consciente de ello: “Cuando él salió del agua, inmediatamente vio abrirse los cielos y el Espíritu descendió sobre él como una paloma.” Tú estás destinado a tener esta experiencia cuando el cuarto título, el Príncipe de la Paz, te es conferido. Tú llevarás los cuatro títulos, y haciéndolo así cumplirás las Escrituras. Habiéndolo predicho tú vienes a cumplirlo dentro de tí mismo.

El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía, y el nombre por el que es llamado es la Palabra de Dios. Él es la palabra de Dios que no puede volver a Dios vacía, sino que debe ser cumplida para lo que él la destinó y prosperar en la cosa para la que fue enviada. Tú eres la palabra de Dios que era en el principio. Tú estabas no sólo con Dios, tú eras Dios. Luego te fragmentaste en muchos hijos, y se requiere de todos los hijos para formar al Padre.

Tú viniste a este mundo para experimentar sus horrores, no para cambiarlos. Nuestros políticos prometen eliminar la guerra y la pobreza, sin embargo admiten que han vendido más de 13 mil millones de dólares en armas convencionales a naciones dominadas por la pobreza, al igual que el mundo comunista. Nuestros políticos han obligado a los países que no pueden alimentarse por sí mismos a comprar lo que nosotros estamos fabricando.

Luego, con una mirada piadosa, piden a la gente que firme papeles para detener la guerra. Pero tú no puedes detenerla. Este mundo nunca intentó ser distinto de lo que es: un mundo de pobreza, un mundo de guerra, un mundo de política sucia, un mundo de corrupción. Simplemente lee los periódicos y verás lo que está teniendo lugar en las altas esferas. Tú no vas a cambiarlo; seguirá y seguirá porque la historia de Cristo es de redención. Él se redime a si mismo levantándose de este mundo en un movimiento en espiral.

Este mundo está basado en un principio circular que se repite una y otra vez, mientras la redención está basada en un principio en espiral. Rompiendo la rueda de la recurrencia, uno se mueve en un movimiento en espiral – como el serafín – y es redimido. Se nos dijo que: “Como la luminosidad brilla del este al oeste así será la venida del hijo del hombre.”

La gente está buscando que la luminosidad se encienda en el exterior, pero se enciende dentro. Tu cabeza es el Monte de los Olivos, y tu cuerpo es ese que es escindido de este a oeste. Una mitad se mueve al norte y una mitad se mueve al sur, dejando un gran valle. En la base de tu columna verás una laguna de palpitante luz líquida dorada que es la sangre de Dios. Fundiéndote con ella, asciendes a tu cráneo como una serpiente incandescente y tu cráneo reverbera como un trueno.

Yo te estoy contando lo que tú vas a experimentar, puedas aceptarlo o no y yo sé que nunca lo refutarás. Yo te he despertado, momentáneamente, pero tú puedes volver a caer dormido otra vez y continuar tu sueño, del cual tú eres su único autor. Es muy fácil ser atrapado en la realidad que tú, tú mismo, estás haciendo, incluso aunque lo que veas pueda asustarte.

Puedes tener muchos horrores en tu sueño y creer que lo que estás viendo es una realidad fuera de ti mismo y más allá de tu control, pero sólo tú estás escribiendo el guión. ¿No has tenido un sueño donde te asustabas mortalmente, no sabiendo que tú eras su causa? Lo mismo está ocurriendo en el sueño despierto, pero el hombre no sabe que esto también es un sueño, hasta que él despierte de él de la manera que yo te he contado.

Una noche cuando duermas algo te despertará, y despertarás para encontrarte en tu cráneo. Tú sabes que es tu sepultura, donde sólo los muertos son colocados; pero tú sabes que estás muy vivo. Alguien debe haber pensado tu muerte para haberte colocado ahí, o puedes haber entrado en el lugar voluntariamente y haber caído dormido hasta tal profundidad que los demás pensaban que estabas muerto. Pero cuando el tiempo se cumplió tú oíste el grito del hijo de Dios que te despertó, y cuando sales de esa tumba naces desde arriba. Esto es esencial, pues a menos que tu nazcas desde arriba tú no puedes entrar en el reino de Dios.

Todo el mundo está en este mundo porque ha nacido desde abajo (desde el útero de la mujer), pero mientras está aquí debe nacer desde arriba (desde el cráneo). Ese que sale no tiene madre, ni padre, ni comienzo de los días o final de los días; pues ese que nace desde el cráneo es consciente de ser el hacedor de todo. Tú descubrirás esta gran verdad sólo cuando el Hijo de Dios esté ante ti y te revele a ti mismo.

Este diminuto planeta parece sólo una mota cuando es visto desde el espacio exterior, sin embargo es tan importante; pues sólo aquí puede este experimento biológico, que expande el poder y la sabiduría de Dios, ser acunado. Sin este mundo, Dios no podría crecer en sabiduría. Él se estancaría si no pudiera expandirse más allá de lo que es. Dios es una siempre creciente iluminación, un siempre creciente poder creativo, una siempre creciente sabiduría y – por razón de esta única pequeña mota llamada tierra, donde Él viste esos simples ropajes de mortandad – Dios está manteniendo la promesa que se hizo a si mismo: despertar dentro de si mismo y cumplir el papel recogido en las Escrituras.

La historia de Cristo no es la que el mundo está contando. Él no va a cambiar el mundo. La generación de mañana puede pensar que ella será diferente, pero la pobreza existirá entonces como existe ahora. Habrá cambios en la pasión y finalmente regresarán a lo que eran. Es como una rueda. Es un principio circular donde nada cambia. El individuo cambia sólo cuando él deja la rueda en un movimiento en espiral, y entonces es cuando es redimido. Él regresa al mundo del que vino, mejorado por razón de su experiencia de muerte en este mundo llamado tierra.

El principio de los rabinos es cierto, así que repitámoslo: Lo que no está escrito en las Escrituras no existe. Los presidentes, reyes y dictadores del mundo no están recogidos en las Escrituras, por lo tanto no existen. Ellos son solamente papeles que Dios está interpretando mientras Él pasa a través de estados. El papel de un presidente, un rey o un dictador es un estado, y cuando se entra en él, es animado. Parece tan real para su ocupante y para aquellos que lo observan, pero es sólo un estado.

Tú puedes interpretar cualquier papel – sea un rico o un pobre, un mendigo o un ladrón, conocido o desconocido – una vez que tú sabes que son sólo papeles, sólo estados de conciencia. Pero si no sabes esto, y no estás dispuesto a abandonar tu estado presente, permanecerás ahí, mirando a tu deseo y no desde él. Tú puedes convertirte en lo que quieras ser en un abrir y cerrar de ojos por el simple acto de la asunción.

Y el día que te atrevas a permanecer fiel a tu asunción, comenzará a exteriorizarse. Y cuando lo haga tú puedes volver a dormir, igual que haces en tus sueños nocturnos. Volviéndote poseído por el sueño que tú creaste en tu sueño, observas tu propia creación; y si es un sueño noble, puedes volverte tan envanecido en tu propio concepto que olvides a su creador. O puedes crear algo innoble y volverte tan inmerso en ello que creas en su realidad. Cualquier cosa puede ser creada por una mera asunción. Cuando yo me atreví a asumir que era el hombre que yo quería ser, no lo comenté con los demás; yo simplemente persistí en mi asunción y la observé solidificarse en un hecho. Ese acto persistente me enseñó que este mundo era un sueño.

Mi hermano mayor a los 18 años no tenía dinero ni proyecto de obtenerlo. Pero él tenía un sueño. Él soñaba con poseer un edificio que alojara el negocio familiar. Dos veces al día, en su camino al trabajo y de vuelta, él se detenía frente a un edificio que ocupaba un bloque entero en la zona más amplia de la calle principal, y ahí imaginaba ver las palabras “Goddard e Hijos” en su marquesina.

Él persistió en este acto durante dos años, cuando un día un completo extraño compró el edificio para la familia, confiando que lo pagarían en un periodo de diez años. Ese edificio, que se convirtió en la base del crecimiento de nuestra familia, comenzó en la imaginación de mi hermano. No teniendo nada en el exterior con que contar, mi hermano tuvo las agallas para imaginar y creer que su imaginación crearía su realidad. Hoy día no pienso que pudieras comprárselo a la familia con múltiples millones, porque su negocio en bruto excedió el año pasado los 30 millones $.

Haz como hizo mi hermano y descubre la profundidad de Dios en tí. Pon a prueba tu imaginación, pues no hay otro Dios. Si la pones a prueba y descubres que es Él quien crea todas las cosas produciendo una prueba tangible de su realidad en lo que hiciste, entonces nadie será capaz de convencerte de que lo que sucedió fue una coincidencia.

Mi hermano vivía por y construyó su fortuna sobre la base de la imaginación. Por supuesto, habiendo creado tan vasta empresa, él puede irse a dormir y creer que sus mil empleados son la causa de su increíble riqueza. Todos nosotros estamos inclinados a olvidar que somos los hacedores de todo lo que está sucediendo, y – olvidándolo – culpamos a nuestro sueño. El mundo eres tú mismo exteriorizado; pero es tan fácil colocar la culpa en un aspecto exteriorizado de uno mismo en vez de en tí, el hacedor del sueño.

Aprende a utilizar tu imaginación conscientemente, pues no te fallará en este nivel o en el más alto nivel. Pero tú no puedes partir de este mundo cambiando tus pensamientos. Sucederá en la plenitud del tiempo, cuando el Padre en tí que cayó dormido comience a removerse. Entonces Él te despierta, y cuando lo hace, tú – Dios Poderoso – recibirás el nombre y llevarás los especiales poderes de Padre Eterno, Consejero Maravilloso y Príncipe de la Paz. Y tu reino ahí no tendrá fin, pues sabrás que tú mismo eres el Jesucristo que los hombres adoran externamente.

Los ministros de este mundo están hablando de Su venida, tratando de interpretar señales en el exterior. Pero yo te digo, Jesús no viene al final de la historia humana, pues Él viene individualmente. Esta noche uno de vosotros podría experimentar su venida. Nadie lo sabe sino el Padre en ti. Desde que el Padre cayó dormido, todas las cosas han continuado como eran desde el principio de la creación. Así que no busques ningún cambio en el exterior.

Cuando los políticos prometen cambio, no discutas; sonríe, ya que lo hacen a través de los siglos, sabiendo que no van a cambiar nada. El mundo está hecho de infinitos estados en los que el hombre cae involuntariamente – o deliberadamente, como mi hermano hizo. Él era un chico pobre que deliberadamente se movió al estado de riqueza. No sabiendo cómo iba a suceder, él simplemente persistió en su asunción y se materializó en hecho.

¿Te gusta lo que el espejo te refleja y tu escenario te dice? Si no es con lo que te gustaría vivir, no lo aceptes. En cambio, mira en el espejo de tu mente y asume que eres lo que te gustaría ser. Declarando que tú lo eres ya, no mires hacia otro lado y olvides la imagen reflejada ahí, sino persiste en tu asunción. Vive con esa conciencia mañana, tarde y noche como si fuera cierto, y ningún poder puede impedirte experimentar su verdad.

Este es un mundo de efectos, como se nos dice en el Libro de Santiago. Si miras en el espejo y, viéndote a tí mismo, miras a otra parte y olvidas a qué clase de hombre quieres parecerte, continuarás perpetuando tu desagradable estado. Pero si miras en el espejo de tu mente y – viendo lo que tú deseas ver, continúas pensando desde ese estado, lo verás reflejarse en tu mundo. Luego un día partirás del mundo y regresarás al mundo del que descendiste, pues tú eres el Elohim, el Dios del que se habla en las Escrituras.

No tengas miedo de reclamar tu derecho de nacimiento. Un Dios fuera nunca existió; por lo tanto, no hagas mezquinas imágenes de Él y las pegues en tu pared para adorarlo. ¿Hay alguna cruz o imagen de Jesucristo en el mundo que no haya sido hecha por un hombre?

No hay descripción de una persona llamada Jesucristo, sin embargo hay innumerables retratos de Él por todo el mundo cristiano y la gente se inclina ante lo que está hecho por manos humanas. Lee el Salmo 115 y ve lo que el salmista dijo sobre cualquier imagen ante la que se inclinan como algún poder que puede ayudar o impedir: “Ellos tienen bocas, pero no hablan; ojos, pero no ven. Ellos tienen oídos, pero no oyen; narices, pero no huelen. Ellos tienen manos, pero no sienten; pies, pero no andan; y no hacen salir ningún sonido de su garganta. Aquellos que los hacen son como ellos; así son todos los que confían en ellos.” Si alguien dijera: “Mira, ahí está él, o aquí está él”, no le creas, pues cuando el Padre de toda vida aparezca, ¡tú le conocerás porque serás uno con él!

La Biblia es toda sobre tí, y tú estás aquí en la imagen final para cumplir lo que tú dictaste antes de que vinieras. Los profetas que tú inspirastes fueron sólo órganos de revelación. Y el Hijo de Dios, por su misma naturaleza, revela a Dios como su Padre. Así que cuando el único hijo engendrado de Dios esté ante ti y te revele como su Padre, ¿no eres tú Dios Padre? Esto lo sé por experiencia personal. No estoy especulando. No estoy teorizando. No lo oí de un hombre, ni me fue enseñado.

Como Pablo, vino a través de una revelación del verdadero significado de Jesucristo. Está todo en las Escrituras y cada uno lo experimentará. Y cuando nos quitemos estos ropajes y nos elevemos, tú y yo – como los hermanos que han regresado – estaremos en un estado de éxtasis, pues todos nosotros tendremos el mismo hijo. Si tu hijo es mi hijo, y nuestro hijo es su hijo, ¿no somos un padre? No hay múltiples hijos – sólo uno. Estamos todos individualizados. Nunca perderemos nuestra individualidad; sin embargo somos uno en espíritu porque tenemos el único hijo; por tanto somos hermanos que colectivamente formamos a Dios Padre.

Las Escrituras están basadas en el principio que el Verdadero Hombre viene aquí a cumplir. Todo lo que se dijo sobre el Verdadero tú en la ley de Moisés y los profetas y en los salmos debe y será cumplido. Es mi placer y mi privilegio abrir tu mente para puedas entender las Escrituras. Eso es todo lo que yo estoy aquí para decirte. Pero realmente tú nunca entenderás mis palabras hasta que las experimentes; y lo harás.

No hay aristocracia de privilegio en esta historia. ¡Todos nosotros somos uno! Uno no es mejor que el otro. Yo he despertado del sueño de la vida. Ahora yo sólo espero que otros despierten. No hay nada que yo quiera más que el despertar de todos, porque sin todos el Padre no está completo. Así que yo cuento mi historia una y otra vez hasta que todo el mundo la oiga y ponga su esperanza plenamente en esta maravillosa historia que un día debe erupcionar dentro de ellos.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es I AM THE CAUSE (Neville Goddard 10-19-1969)