~ "La imaginación crea la realidad." (Neville Goddard) ~


viernes, 22 de abril de 2011

LECCIÓN 3 - PENSAR CUATRIDIMENSIONALMENTE (Neville - 1948)

Neville Goddard (1948)


LECCIÓN 3 - PENSAR CUATRIDIMENSIONALMENTE



Hay dos perspectivas de hecho sobre el mundo que posee todo hombre, y los antiguos narradores de historias eran plenamente conscientes de estas dos perspectivas. Llamaron a una “la mente carnal” y a la otra “la mente de Cristo.”

Reconocemos estos dos centros de pensamiento en la declaración: “El hombre natural no percibe las cosas del Espíritu de Dios: porque son locura para él: ni las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” I Cor. 2:14

Para la mente natural, la realidad se limita al instante llamado ahora, este mismo momento parece contener la totalidad de la realidad, todo lo demás es irreal. Para la mente natural, el pasado y el futuro son puramente imaginarios. En otras palabras, mi pasado, cuando utilizo la mente natural, es sólo una imagen de la memoria de las cosas que fueron. Y para el enfoque limitado de la mente carnal o natural el futuro no existe. La mente natural no cree que podría revisitar el pasado y verlo como algo que está presente, algo que es objetivo y concreto para ella misma, tampoco cree que el futuro exista.

Para la mente de Cristo, la mente espiritual, que en nuestro lenguaje llamaremos el enfoque de la cuarta dimensión, el pasado, el presente y el futuro de la mente natural son un todo presente. Esto abarca toda la gama de impresiones sensoriales que el hombre ha encontrado, encuentra y encontrará.

La única razón por la que tú y yo estamos funcionando como lo estamos haciendo hoy, y no somos conscientes de la perspectiva mayor, es simplemente porque somos criaturas de hábito y el hábito nos vuelve totalmente ciegos a lo que, de lo contrario, deberíamos ver; pero el hábito no es ley. Actúa como si fuera la fuerza más irresistible en el mundo, sin embargo, no es una ley.

Podemos crear un nuevo acceso a la vida. Si tú y yo empleáramos unos minutos todos los días en retirar nuestra atención de la región de la sensación y concentrarla en un estado invisible y permanecer fieles a esta contemplación, sintiendo y percibiendo la realidad de un estado invisible, nos haríamos, con el tiempo, conscientes de este mundo mayor, este mundo dimensionalmente más grande. El estado contemplado es ahora una realidad concreta, desplazada en el tiempo.

Esta noche mientras volvemos a nuestra Biblia juzga tú mismo en cuanto a dónde estás en tu desenvolvimiento presente.

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Nuestra primera historia para esta noche es del capítulo 5º del Evangelio de Marcos. En este capítulo hay tres historias contadas como si fueran experiencias separadas de los personajes dominantes.

En la primera historia se nos dice que Jesús se encontró con un hombre loco, un hombre desnudo que vivía en el cementerio y se escondía detrás de las tumbas. Este hombre apeló a Jesús para que no expulsara a los demonios que le acosaban.

Pero Jesús le dijo: “Sal del hombre, espíritu inmundo.” Marcos 5:8

Así, Jesús expulsó a los demonios que ahora pueden destruirse, y encontramos a este hombre, por primera vez, vestido y en su sano juicio y sentado a los pies del Maestro. Captaremos el sentido psicológico de este capítulo cambiando el nombre de Jesús por el de razón iluminada o pensamiento cuatridimensional.

Cuando avanzamos en este capítulo se nos dice que Jesús ahora se encuentra con el Sumo Sacerdote cuyo nombre es Jairo, y Jairo el Sumo Sacerdote de la Sinagoga tiene una hija que se está muriendo. Ella tiene 12 años, y él apela a Jesús para que vaya y cure a la niña.

Jesús consiente, y mientras él se pone en marcha hacia la casa del Sumo Sacerdote una mujer en la plaza del mercado tocó su ropa. “Y Jesús, sabiendo inmediatamente en sí mismo que había salido virtud de él, se volvió a la presión y dijo: ¿Quién tocó mi ropa?” Marcos 5:30

La mujer que fue sanada de un flujo de sangre que había tenido durante 12 años confesó que ella le había tocado. “Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.” Marcos 5:34

Mientras continúa hacia la casa del Sumo Sacerdote le dicen que la niña ha muerto y no hay necesidad de ir a resucitarla. Ella ya no está dormida, sino que ya está muerta.

“Tan pronto como Jesús oyó la palabra que fue dicha, le dijo al jefe de la sinagoga: No temas, sólo cree.” Marcos 5:36

“Y cuando estuvo dentro, les dijo, ¿Por qué hacéis este bullicio, y lloráis? La doncella no está muerta, sino dormida.” Marcos 5:39

Con esto la multitud entera se burlaba y se reía, pero Jesús, cerrando las puertas contra la multitud burlona, llevó con él a la casa de Jairo a sus discípulos y al padre y la madre de la niña muerta.

Entraron en la habitación donde la doncella estaba tendida. “Y tomó a la doncella de la mano, y le dijo: Doncella, Yo te digo, levántate.” Marcos 5:41

“De este profundo sueño ella se despertó y se levantó y caminó, y el Sumo Sacerdote y todos los demás estaban atónitos. Y les trasmitió directamente que ninguna persona debería saberlo; y mandó que se le diera algo de comer.” Marcos 5:43

Vosotros estáis esta misma noche, mientras estáis sentados aquí, retratados en este 5º capítulo de Marcos. Un cementerio tiene un sólo propósito: es simplemente un registro de la muerte. ¿Estás tú viviendo en el pasado muerto?

Si estás viviendo entre los muertos, tus prejuicios, tus supersticiones y tus falsas creencias que mantienes tú vivas son las tumbas detrás de las que te escondes. Si te niegas a dejarlos ir, estás igual de loco que el loco de la Biblia, que suplicaba a la razón iluminada que no los expulsara. No hay ninguna diferencia. Pero la razón iluminada es incapaz de proteger a los prejuicios y a la superstición contra las incursiones de la razón.

No hay un hombre en este mundo que tenga un prejuicio, independientemente de la naturaleza del prejuicio, que pueda sostenerlo a la luz de la razón. Dime que estás en contra de una determinada nación, una determinada raza, un cierto “ismo”, un cierto algo – no importa lo que sea –, no puedes exponer esa creencia tuya a la luz de la razón y mantenerla viva. Para que pueda mantenerse viva en tu mundo debes esconderla de la razón. No puedes analizarla a la luz de la razón y mantenerla viva. Cuando este enfoque cuatridimensional viene y te muestra un nuevo acceso a la vida y expulsa de tu propia mente todas esas cosas que te acosan, tú estás entonces limpio y vestido en tu sano juicio. Y te sientas a los pies de la comprensión, llamada los pies del Maestro.

Ahora vestido y en tu sano juicio puedes resucitar a los muertos. ¿Qué muertos? La niña de la historia no es una niña. La niña es tu ambición, tu deseo, los sueños incumplidos de tu corazón. Esta es la niña alojada dentro de la mente del hombre. Pues como ya he señalado antes, todo el drama de la Biblia es psicológico. La Biblia no hace referencia alguna a ninguna persona que haya existido, o a ningún acontecimiento que haya ocurrido en la tierra. Todas las historias de la Biblia se desarrollan en la mente del hombre individual.

En esta historia Jesús es el intelecto despierto del hombre. Cuando tu mente funciona fuera del ámbito de tus sentidos presentes, cuando tu mente es sanada de todas las limitaciones anteriores, entonces tú ya no eres el hombre demente, sino que eres esta presencia personificada como Jesús, el poder que puede resucitar los anhelos del corazón del hombre.

Tú eres ahora la mujer con el flujo de sangre. ¿Qué es este flujo de sangre? Una matriz que sangra no es una matriz productiva. Ella lo mantuvo durante 12 años; fue incapaz de concebir. Ella no podía dar forma a su anhelo debido a la persistencia del flujo de sangre. Se te dice que su fe lo cortó. Cuando la matriz lo corta puede dar forma a la semilla o idea.

A medida que tu mente se limpia de tu anterior concepto de tí mismo, tú asumes que eres lo que quieres ser, y permaneciendo fiel a esa asunción, das forma a tu asunción o resucitas a tu hija. Tu eres la mujer limpiada del flujo de sangre, y avanzas hacia la casa de la niña muerta.

La niña o estado deseado por ti es ahora tu concepto fijo de tí mismo. Pero ahora, habiendo asumido que yo soy lo que anteriormente deseaba ser, no puedo continuar deseando lo que soy consciente de ser. Así que no lo comento. No le hablo a nadie respecto a lo que yo soy. Es tan obvio para mí que soy lo que yo quería ser, que camino como si lo fuera.

Caminando como si fuera lo que anteriormente quería ser, mi mundo de enfoque limitado no lo ve y piensa que ya no lo deseo. La niña está muerta dentro de su mundo; pero yo, que conozco la ley, digo, “La niña no está muerta”. La doncella no está muerta, sino sólo dormida. Yo ahora la despierto. Yo, por mi asunción, despierto y hago visible en mi mundo lo que asumo, pues las asunciones si se sostienen invariablemente despiertan lo que afirman.

Cierro la puerta. ¿Qué puerta? La puerta de mis sentidos. Simplemente excluyo completamente todo lo que mis sentidos revelan. Niego la evidencia de mis sentidos. Suspendo la limitada razón del hombre natural y camino en esta audaz afirmación de que yo soy lo que mis sentidos niegan.

Con la puerta de mis sentidos cerrada, ¿qué llevo a ese estado disciplinado? No llevo a nadie a ese estado sino a los padres de la niña y a mis discípulos. Cierro la puerta a la burlona multitud que se ríe. Ya no busco confirmación. Niego completamente la evidencia de mis sentidos, que se burlan de mi asunción, y no comento con los demás si mi asunción es posible o no.

¿Quiénes son los padres? Hemos descubierto que el padre-madre de toda creación es la YO SOYdad del hombre. La conciencia del hombre es Dios. Yo soy consciente del estado. Yo soy el padre-madre de todas mis ideas y mi mente permanece fiel a este nuevo concepto de mí mismo. Mi mente está disciplinada. Yo llevo a ese estado a los discípulos, y excluyo de ese estado todo lo que lo negaría.

Ahora la niña, sin ayuda de nadie, ha resucitado. La condición que yo deseaba y asumía que tenía, se objetiva dentro de mi mundo y da testimonio del poder de mi asunción.

Juzga tú mismo, yo no puedo juzgarte. Estás viviendo ahora en el pasado muerto, o estás viviendo como la mujer cuyo flujo de sangre ha sido detenido. ¿Podrías realmente responderme si te hago la pregunta:

“¿Crees ahora que tú, sin la ayuda de nadie, sólo necesitas asumir que eres lo que quieres ser para hacer real esa asunción dentro de tu mundo? ¿O crees que primero debes cumplir una cierta condición impuesta por el pasado, que debes ser de cierta orden, o de cierto 'algo'?”

No estoy siendo crítico de ciertas iglesias o grupos, pero hay quienes creen que nadie fuera de su iglesia o grupo aún no está salvado. Yo nací protestante. Hablas con un protestante; sólo hay un cristiano, el protestante. Hablas con un católico; ¿por qué no hay nadie en el mundo que sea cristiano más que un católico? Hablas con un judío, y los cristianos son paganos, y los judíos son los elegidos. Hablas con un musulmán; judíos y cristianos son los infieles. Hablas con alguien más y todos esos son los intocables. No importa con quién hables, ellos son siempre los elegidos.

Si crees que debes ser uno de esos para salvarte, sigues siendo aún un demente escondido detrás de esas supersticiones y esos prejuicios del pasado, y estás rogando no ser limpiado.

Algunos de vosotros me decís: “No me pidas renunciar a mi creencia en Jesús el hombre, o en Moisés el hombre, o en Pedro el hombre. Cuando me pides renunciar a mi creencia en esos personajes estás pidiendo demasiado. Déjame esas creencias porque me consuelan. Yo puedo creer que ellos vivieron en la tierra y continuar siguiendo tu interpretación psicológica de sus historias”.

Yo digo: Sal del pasado muerto. Sal de ese cementerio y camina, sabiendo que tú y tu Padre sois uno, y tu Padre, a quien los hombres llaman DIOS, es tu propia conciencia. Esa es la única ley creadora en el mundo.

¿De qué estás consciente de ser? Aunque no puedas ver tu objetivo con el enfoque limitado de tu mente tridimensional, eres ahora el que tú has asumido que eres. Camina en esa asunción y permanece fiel a ella.

El tiempo, en esta dimensión de tu ser, late lentamente y tú puedes, incluso después de objetivar tu asunción, no recordar que hubo un tiempo en que esta realidad actual no era más que una actitud mental. Debido a la lentitud del latir del tiempo aquí a menudo no ves la relación entre tu naturaleza interna y el mundo externo que da testimonio de ella.

Juzga tú mismo la posición que ahora ocupas en este 5º capítulo de Marcos. ¿Has resucitado a la niña muerta? ¿Sigues aún necesitando tener esa matriz de tu mente cerrada? ¿Está aún sangrando y por lo tanto no puede ser fértil? ¿Eres ahora el demente que vive en el pasado muerto? Sólo tú puedes juzgarlo y responder a estas preguntas.

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Ahora pasamos a una historia en el capítulo 5º del Evangelio de Juan. Esta te mostrará qué bellamente los narradores antiguos hablaban de las dos perspectivas distintas sobre este mundo – una, el limitado enfoque tridimensional, y la otra, el enfoque cuatridimensional.

Esta historia habla de un hombre inválido que es rápidamente sanado. Jesús viene a un lugar llamado Bethesda, que por definición significa la Casa de los Cinco Pórticos. En estos Cinco Pórticos hay innumerables inválidos – cojos, ciegos, paralíticos, atrofiados y demás. La tradición decía que en ciertas épocas del año un ángel descendía y agitaba el estanque que había cerca de esos Cinco Pórticos. Cuando el ángel agitaba el estanque, el primero en entrar era sanado siempre. Pero sólo el primero, no el segundo.

Jesús, viendo a un hombre que era cojo desde el vientre de su madre, le dijo: “¿Quieres ser sanado?” Juan 5:6

“El inválido le respondió: Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada, pues mientras yo voy, otro desciende antes que yo.” Juan 5:7

“Jesús le dijo: Levántate, toma tu cama y anda.” Juan 5:8

“E inmediatamente el hombre fue sanado, y tomó su cama y caminó, y ese mismo día era el Sabbath.” Juan 5:9

Lees esta historia y piensas que un extraño hombre que poseía poderes milagrosos de repente le dijo al paralítico: “Levántate y anda.” No puedo repetir más a menudo que la historia, incluso cuando introduce innumerables individualidades, tiene lugar dentro de la mente de cada hombre.

El estanque es tu conciencia. El ángel es una idea, llamada el mensajero de DIOS. Siendo la conciencia Dios, cuando tienes una idea estás albergando a un ángel. En el instante en que eres consciente de un deseo tu estanque ha sido agitado. El deseo agita la mente del hombre. Querer algo es ser agitado.

En el momento mismo en que tienes una ambición, o un objetivo claramente definido, el estanque ha sido agitado por el ángel, que era el deseo. Se te dice que el primero en el estanque agitado es siempre sanado.

Mis más cercanos compañeros en este mundo, mi esposa y mi hijita, son para mí, cuando me dirijo a ellas, segundos. Yo debo hablar a mi esposa como “tú eres”. Debo hablar a cualquiera, no importa lo cercanos que sean, como “Tú eres”. Y después de eso la tercera persona: “Él es”. Sólo hay una persona en este mundo con quien puedo usar la primera persona del presente y ésa es yo mismo. “Yo soy”, se puede decir sólo de mí mismo, no se puede decir de otro.

Por lo tanto, cuando estoy consciente de un deseo que yo quiero ser, pero aparentemente no soy, siendo agitado el estanque, ¿quién puede entrar en ese estanque antes que yo? Sólo yo poseo el poder de la primera persona. Yo soy ese que quiero ser. Excepto que yo crea que yo soy lo que quiero ser, permanezco como era antes y muero en esa limitación.

En esta historia tú no necesitas a nadie que te meta en el estanque cuando tu conciencia es agitada por el deseo. Todo lo que necesitas es asumir que eres ya lo que antes querías ser y estás en él, y nadie puede entrar antes que tú. ¿Qué persona puede entrar antes que tú cuando te vuelves consciente de ser lo que quieres ser? Nadie puede estar antes que tú cuando sólo tú tienes el poder para decir YO SOY.

Esas son las dos perspectivas. Eres ahora lo que tus sentidos negarían. ¿Eres suficientemente audaz para suponer que tú eres ya lo que quieres ser? Si te atreves a asumir que eres ya lo que tu razón y tus sentidos ahora niegan, entonces estás en el estanque y, sin ayuda de nadie, tú también te levantarás y tomarás tu cama y caminarás.

Se te dijo que eso sucedió en el Sabbath. El Sabbath es sólo el sentido místico de quietud, cuando estás despreocupado, cuando no estás ansioso, cuando no estás buscando resultados, sabiendo que las señales siguen y no preceden.

El Sabbath es el día de reposo en el que no hay trabajo. Cuando tú no estás trabajando para hacerlo así estás en el Sabbath. Cuando no estás preocupado en absoluto por la opinión de los demás, cuando caminas como si tú fueras, no puedes levantar un dedo para hacerlo así, estás en el Sabbath. No puedo estar preocupado respecto a cómo será, y aún decir que yo soy consciente de serlo. Si soy consciente de ser libre, seguro, sano y feliz, mantengo esos estados de conciencia sin esfuerzo o trabajo de mi parte. Por lo tanto, estoy en el Sabbath; y debido a que era el Sabbath él se levantó y caminó.

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Nuestra siguiente historia es del 4º capítulo del Evangelio de Juan, y la has oído una y otra vez. Jesús llega al pozo y hay una mujer llamada la mujer de Samaria, y él le dijo: “Dame de beber.” Juan 4:7

“Entonces le dijo la mujer de Samaria, ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy mujer samaritana? Pues los judíos no se tratan con los samaritanos.” Juan 4:9

“Jesús respondió y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dijo: Dame de beber, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.” Juan 4:10

La mujer al ver que él no tiene nada con qué sacar el agua, y sabiendo que el pozo es hondo, dice: “¿Eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y del cual bebió él mismo, y sus hijos y su ganado?” Juan 4:12

“Jesús respondió y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua volvería a tener sed, mas el que bebiere del agua que yo le de, no tendrá sed jamás; pues el agua que yo le daré será en él una fuente de agua brotando para la vida eterna.” Juan 4:13,14

Entonces él le dice todo respecto a sí misma y le pide que vaya y llame a su marido. Ella respondió y dijo: “No tengo marido.” Juan 4:17

“Jesús le dijo: Bien has dicho, 'No tengo marido', pues has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es tu marido.” Juan 4:17, 18

La mujer, sabiendo que esto era cierto, va a la plaza del mercado y le dice a los demás, “He encontrado al Mesías.”

Ellos le preguntan, “¿Cómo sabes que has encontrado al Mesías?”

“Porque él me ha dicho todas las cosas que he hecho.” responde ella. Aquí hay un enfoque que entra en todo el pasado al menos, y le habla ahora respecto al futuro.

Continuando con la historia, los discípulos vienen a Jesús y dicen: “Maestro, come.” Juan 4:31

“Pero él les dijo: Yo tengo una comida para comer que vosotros no conocéis.” Juan 4:32

Cuando ellos hablan de una cosecha en cuatro meses, Jesús responde: “¿No decís: Aún faltan cuatro meses hasta que llegue la cosecha? He aquí, yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos; pues ya están blancos para la cosecha.” Juan 4:35

Él ve cosas que la gente espera para cuatro meses, o espera para cuatro años; él las ve ahora en un mundo dimensionalmente más grande, que existe ahora, que tiene lugar ahora.

Volvamos a la primera parte de la historia. La mujer de Samaria es el tú tridimensional, y Jesús en el pozo es el tú cuatridimensional. La controversia empieza entre lo que tú quieres ser, y lo que la razón te dice que eres. El tú mayor te dice que si te atrevieras a suponer que eres ya lo que quieres ser, te convertirías en ello.

El tú menor, con su enfoque limitado, te dice: “¿Por qué no tienes un cubo, no tienes una cuerda y el pozo es hondo. Cómo podrías nunca alcanzar la profundidad de ese estado sin los medios para ese fin?”

Respondes y dices, “Si sólo supieras quién te pide a tí de beber tú le pedirías a él.” Si sólo supieras qué en tí mismo está urgiéndote a encarnar el estado que ahora buscas, tú suspenderías tu corta visión y le dejarías hacerlo por tí.

Entonces él te dice que tienes cinco esposos, y tú lo niegas. Pero él sabe mucho mejor que tú que tus cinco sentidos te preñan mañana, tarde y noche con sus limitaciones. Te dicen qué hijos tendrás esta noche, mañana y los días por venir. Pues tus cinco sentidos actúan como cinco esposos que constantemente preñan tu conciencia, que es la gran matriz de DIOS, y mañana, tarde y noche te sugieren y te dictan lo que debes aceptar como verdad.

Él te dice el que te gustaría tener, pues tu esposo no es tu esposo. En otras palabras, el sexto aún no te ha preñado. Lo que te gustaría ser es negado por esos cinco, y ellos mantienen el poder, ellos dictan lo que tú aceptarás como verdadero. Lo que te gustaría aceptar aún no ha penetrado en tu mente y preñado tu mente con su realidad. El que tú llamas esposo no es realmente tu esposo. Tú no estás pariendo su semejanza. Parir su semejanza es la prueba de que tú eres su esposa; por lo menos lo has conocido íntimamente. Tú no estás pariendo la semejanza del sexto; estás pariendo sólo la semejanza de los cinco.

Entonces uno se vuelve hacia mí y me dice todo lo que siempre he sabido. Vuelvo atrás en el ojo de mi mente y la razón me dice que a lo largo de mi vida siempre he aceptado las limitaciones de mis sentidos, los he considerado siempre como un hecho, y mañana, tarde y noche he testimoniado esa aceptación.

La razón me dice que sólo he conocido esos cinco desde el momento que nací. Ahora me gustaría salir de la limitación de mis sentidos, pero aún no he encontrado dentro de mí el valor para asumir que yo soy lo que esos cinco negarían que soy. Así que aquí sigo, consciente de mi tarea, pero sin el valor de ir más allá de las limitaciones de mis sentidos, y de lo que mi razón niega.

Él le dice a estos, “Yo tengo comida que no conocéis. Yo soy el pan que cayó del cielo. Yo soy el vino.” Yo sé lo que quiero ser, y porque yo soy ese pan lo festejo. Asumo que yo soy, y en lugar de festejar el hecho de que estoy en esta habitación hablando contigo y tú me estás escuchando y que estoy en Los Ángeles, festejo el hecho de que estoy en otra parte y camino aquí como si estuviera en otra parte. Y gradualmente me convierto en lo que festejo.

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Dejadme contaros dos historias personales. Cuando yo era niño vivía en un entorno muy limitado, en una pequeña isla llamada Barbados. La comida para los animales era muy, muy escasa y muy cara porque teníamos que importarla. Soy de una familia de 10 hijos y mi abuela vivía con nosotros haciendo 13 a la mesa.

Una y otra vez yo puedo recordar a mi madre diciéndole a la cocinera al principio de la semana, “Quiero que apartes tres patos para la cena del domingo.” Esto significaba que tomaría de la piara del patio tres patos y los encerraría en una jaula muy pequeña y los alimentaría, los atiborraría mañana, tarde y noche con maíz y todas las cosas que ella quería a los patos para la fiesta.

Esta era una dieta totalmente diferente de la que normalmente alimentábamos a los patos, porque manteníamos a aquellas aves vivas alimentándolas con pescado. Los manteníamos vivos y gordos con pescado porque era muy barato y abundante, pero tú no podías comer un ave alimentada con pescado, no como a tí y a mi nos gusta un ave.

La cocinera tomaría tres patos, los ponía en una jaula y durante siete días los atiborraba con maíz, leche agria y todas las cosas que queríamos saborear en las aves. Luego, cuando se mataban y servían para cenar siete días después, eran deliciosas aves alimentadas con leche, alimentadas con maíz.

Pero ocasionalmente la cocinera olvidaba apartar las aves, y mi padre, sabiendo que teníamos patos, y creyendo que ella había llevado a cabo la orden, no enviaba nada más para cenar, y tres pescados llegaban a la mesa. No podías tocar esas aves pues tanto eran la encarnación de lo que comieron.

El hombre es un ser psicológico, un pensador. No es en lo que le alimenta físicamente, sino en lo que le alimenta mentalmente en lo que él se convierte. Nos convertimos en la encarnación de aquello de lo que mentalmente nos alimentamos.

Ahora aquellos patos no podían ser alimentados con maíz por la mañana y pescado por la tarde y otra cosa por la noche. Tenía que ser un cambio completo de dieta. En nuestro caso no podemos tener un poquito de meditación por la mañana, blasfemar por la tarde, y hacer otra cosa por la noche. Tenemos que seguir una dieta mental, durante una semana debemos cambiar completamente nuestro alimento mental.

“Todo lo que es verdad, todo lo que es honesto, todo lo que es justo, todo lo que es puro, todo lo que es de buena relación; si hay alguna virtud, y si hay alguna alabanza, pensad en esas cosas.” Fil. 4:8

Como un hombre piensa en su corazón así es él. Si yo pudiera ahora seleccionar el tipo de alimento mental que quiero expresar dentro de mi mundo y festejarlo, me convertiría en él.

Déjame decirte por qué estoy haciendo lo que estoy haciendo hoy. Fue en 1933 en Nueva York, y mi viejo amigo Abdullah, con quien estudié hebreo durante cinco años, fue realmente el comienzo del acabar con todas mis supersticiones. Cuando fui a él, yo estaba lleno de supersticiones. Yo no podía comer carne, no podía comer pescado, no podía comer pollo, no podía comer ninguna de esas cosas que vivían en el mundo. No bebía, no fumaba, y estaba haciendo un tremendo esfuerzo para vivir una vida de celibato.

Abdullah me dijo: “No voy a decirte 'tú estás loco' Neville, pero tú tienes que saberlo. Todas esas cosas son estúpidas.” Pero yo no podía creer que fueran estúpidas.

En noviembre de 1933, despedí a mis padres en la ciudad de Nueva York, cuando embarcaron para Barbados. Yo había estado en este país 12 años sin deseos de ver Barbados. No tenía éxito y me daba vergüenza ir a casa a ver a los miembros exitosos de mi familia. Después de 12 años en América yo era un fracaso a mis propios ojos. Yo estaba en el teatro y hacía dinero un año y lo gastaba al mes siguiente. No era lo que yo llamaría por sus criterios ni por los míos una persona de éxito.

Imaginaos, cuando me despedí de mis padres en noviembre no tenía ganas de ir a Barbados. El buque partió, y cuando estuve en la calle algo me poseyó con un deseo de ir a Barbados.

Era el año 1933, yo estaba desempleado y no tenía dónde ir, excepto una pequeña habitación en la calle 75. Me fui directamente a mi viejo amigo Abdullah y le dije: “Ab, una extraña sensación me está poseyendo. Por primera vez en 12 años quiero ir a Barbados.”

“Si quieres ir, Neville, tú has ido.” respondió.

Eso era un lenguaje muy extraño para mí. Estoy en Nueva York en la calle 72 y él me dice que he ido a Barbados. Yo le dije, “¿Qué quieres decir con 'yo he ido', Abdullah?”

Él dijo: “¿Realmente quieres ir?”

Yo respondí, “Sí.”

Él entonces me dijo: “Cuando salgas por esa puerta ahora ya no estás caminando por la calle 72, estás caminando por las calles bordeadas de palmeras y cocoteros; esto es, Barbados. No me preguntes cómo vas a ir. Tú estás en Barbados. No dices 'cómo', cuando 'estás allí'. Estás allí. Ahora camina como si estuvieras allí.”

Salí de su casa en una nube. Estoy en Barbados. No tengo dinero, no tengo trabajo, ni siquiera estoy bien vestido, y sin embargo estoy en Barbados.

Abdullah no era el tipo de persona con el que podías discutir. Dos semanas después no estaba más cerca de mi objetivo que el día que le dije que quería ir a Barbados. Yo le dije, “Ab, confío en ti implícitamente pero hace un tiempo que no puedo ver cómo esto va a funcionar. No tengo ni un centavo para mi viaje, empecé a explicar.”

¿Sabes lo que hizo? Era tan negro como el as de picas, mi viejo amigo Abdullah, con su turbante en la cabeza. Cuando me senté en el salón de su casa, se levantó de la silla y se dirigió hacia su despacho y cerró la puerta, lo que no era una invitación a seguirle. Cuando salió por la puerta me dijo: “He dicho todo lo que tengo que decir.”

El 3 de diciembre yo estaba ante Abdullah y le dije otra vez que no estaba más cerca de mi viaje. Él repitió su afirmación, “Tú estás en Barbados.”

El último barco para Barbados que podía llevarme allí por la razón que quería ir, que era estar allí para Navidad, salía a mediodía del 6 de diciembre; el viejo Nerissa.

En la mañana del 4 de diciembre, no teniendo trabajo, no teniendo a donde ir, dormí hasta tarde. Cuando me levanté había una carta de correo aéreo de Barbados debajo de mi puerta. Al abrir la carta un pequeño trozo de papel planeó hasta el suelo. Lo cogí y era un cheque por 50,00 $.

La carta era de mi hermano Víctor y decía: “No te estoy pidiendo que vengas, Neville, esto es una orden. Nunca hemos tenido una Navidad en la que todos los miembros de nuestra familia estuvieran presentes al mismo tiempo. Esta Navidad se podría hacer si tú vinieras.”

Mi hermano mayor Cecil se fue de casa antes de que el menor naciera y luego empezamos a irnos de casa en diferentes momentos, así que nunca en la historia de nuestra familia estuvimos todos juntos al mismo tiempo.

La carta continuaba: “No estás trabajando, sé que no hay ninguna razón por la que no puedas venir, por lo que debes estar aquí antes de Navidad. Los 50,00 $ incluídos son para comprar algunas camisas o un par de zapatos que puedas necesitar para el viaje. No necesitarás propinas; usa el bar si vas a beber. Iré al barco y pagaré todas tus propinas y gastos efectuados. He cablegrafiado a Furness, Withy & Co. en Nueva York y les dije que te emitieran un billete cuando aparecieras en su oficina. Los 50,00 $ son simplemente para comprar algunas cosas esenciales. Puedes inscribirte como desees a bordo del buque. Te iré a buscar y cuidaré de todos tus gastos.”

Fui a Furness, Withy & Co. con mi carta y les dejé leerla. Ellos dijeron: “Hemos recibido el cable Sr. Goddard, pero lamentablemente no nos queda ningún pasaje para la travesía del 6 de diciembre. Lo único disponible es tercera clase entre Nueva York y Santo Tomás. Cuando lleguemos a Santo Tomás tenemos unos cuantos pasajeros que bajarán. Usted puede entonces viajar en 1ª clase de Santo Tomás a Barbados. Pero entre Nueva York y Santo Tomás debe ir en tercera clase, aunque puede tener los privilegios del comedor de 1ª clase y andar por las cubiertas de la primera clase.”

Yo dije, “Aceptaré.”

Volví a mi amigo Abdullah la tarde del 4 de diciembre y dije: “Funcionó como un sueño.” Le dije lo que había hecho, pensando que estaría feliz.

¿Sabes qué me dijo? Dijo: “¿Quién te dijo que vas a ir en tercera clase? ¿Te vi en Barbados, al hombre que eres, yendo en tercera clase? Tú estás en Barbados y fuiste allí en primera clase.”

No tuve un momento para volver a verle antes de que embarcara al mediodía del 6 de diciembre. Al llegar al muelle con mi pasaporte y mis papeles para subir a bordo de ese buque, el agente me dijo: “Tenemos buenas noticias para usted, Sr. Goddard. Ha habido una cancelación y va a ir en 1ª clase.”

Abdullah me enseñó la importancia de permanecer fiel a una idea y no transigir. Yo me tambaleé, pero él se mantuvo fiel a la asunción de que yo estaba en Barbados y había viajado en primera clase.

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Ahora, volviendo a la importancia de nuestras dos historias de la Biblia. El pozo es hondo y no tienes cubo, no tienes cuerda. Faltan cuatro meses para la cosecha y Jesús dice: “Yo tengo una comida para comer que no conocéis. Yo soy el pan del cielo.”

Festeja la idea, identifícate con la idea como si hubieras ya encarnado ese estado. Camina en la asunción de que eres lo que quieres ser. Si festejas eso y permaneces fiel a esa dieta mental, lo cristalizarás. Lo traerás a este mundo.

Cuando regresé a Nueva York en 1934, después de tres meses celestiales en Barbados, bebía, fumaba, y hacía todo lo que no había hecho en años.

Me acordé de lo que Abdullah me había dicho, “Después de haber comprobado esta ley te volverás normal, Neville. Tú saldrás de ese cementerio, saldrás de ese pasado muerto en el que piensas que estás siendo santo. Pues todo lo que realmente estás haciendo, sabes, de que estás siendo tan bueno, Neville, no sirve para nada.”

Regresé a esta tierra como una persona completamente transformada. A partir de ese día, que fue en febrero de 1934, comencé a vivir cada vez más. Honestamente, no puedo decirte que siempre he tenido éxito. Mis muchos errores en este mundo, mis muchos fracasos, me condenarían si te dijera que he dominado tan completamente los movimientos de mi atención que puedo en todo momento permanecer fiel a la idea que quiero encarnar.

Pero puedo decir con el antiguo maestro, a pesar de que parezca haber fracasado en el pasado, sigo adelante y lucho día tras día para convertirme en lo que yo quiero encarnar en este mundo. Suspende el juicio, niégate a aceptar lo que la razón y los sentidos ahora dictan, y si permaneces fiel a la nueva dieta, te convertirás en la encarnación del ideal al que permaneces fiel.

Si hay un lugar en el mundo que sea distinto a mi pequeña isla de Barbados es Nueva York. En Barbados el edificio más alto es de tres plantas, y las calles están bordeadas de palmeras y cocoteros y todo tipo de cosas tropicales. En Nueva York tienes que ir a un parque para encontrar un árbol.

Sin embargo tuve que caminar por las calles de Nueva York como si caminara por las calles de Barbados. Para la imaginación de uno, todo es posible. Caminé, sintiendo que estaba de hecho caminando por las calles de Barbados, y en la asunción de que casi podía sentir el olor de las callejuelas bordeadas de cocoteros. Empecé a crear dentro del ojo de mi mente la atmósfera que físicamente encontraría cuando estuviera en Barbados.

Mientras permanecía fiel a esta asunción, alguien canceló el pasaje y yo lo recibí. Mi hermano en Barbados, que nunca pensó que yo fuera a casa, tiene la urgencia imperiosa de escribirme una extraña carta. Nunca me había escrito, pero esta vez me escribió, y pensó que él originó la idea de mi visita.

Fui a casa y pasé tres meses celestiales, volví en 1ª clase, y traje de vuelta una buena suma de dinero en el bolsillo, un regalo. Mi viaje, si hubiera tenido que pagarlo, habría sido de 3.000 $, sin embargo lo hice sin un centavo en el bolsillo.

“Tengo caminos que no conocéis. Mis caminos son inescrutables.” El yo dimensionalmente mayor tomó mi asunción como una orden e influenció el comportamiento de mi hermano para escribir esa carta, influenció el comportamiento de alguien para cancelar el pasaje de primera clase, e hizo todas las cosas necesarias tendentes hacia la producción de la idea con la que yo estaba identificado.

Yo estaba identificado con la sensación de estar allí. Dormía como si estuviera allí, y todo el comportamiento humano fue moldeado en armonía con mi asunción. Yo no tuve necesidad de ir a Furness, Withy & Co. y rogarles un pasaje, pidiéndoles cancelar alguno de los que estaban reservados de 1ª clase. No necesité escribir a mi hermano y rogarle que me enviase algo de dinero o comprarme un pasaje. El pensó que él originó el acto. En realidad, hasta el día de hoy, él cree haber iniciado el deseo de llevarme a casa.

Mi viejo amigo Abdullah simplemente me dijo: “Tú estás en Barbados, Neville. Tú quieres estar allí; dondequiera que quieras estar, allí estás. Vive como si tú ya fueras y serás.”

Estas son las dos perspectivas sobre el mundo que posee toda persona. No importa quién eres. Todo hijo nacido de mujer, independientemente de la raza, nación o credo, posee dos perspectivas distintas sobre el mundo.

O eres el hombre natural, que no percibe las cosas del Espíritu de Dios, porque para tí en el enfoque natural son locura. O eres el hombre espiritual que percibe las cosas fuera de las limitaciones de tus sentidos, porque todas las cosas son ya realidades en un mundo dimensionalmente más grande. No es necesario de esperar cuatro meses para la cosecha.

O eres la mujer de Samaria o Jesús en el pozo. Eres el hombre esperando en los Cinco Pórticos la agitación y que alguien le introduzca, o eres el que puedes ordenarte a tí mismo levantarte y andar a pesar de que otros esperan.

¿Eres el hombre detrás de las tumbas en el cementerio esperando y rogando no ser limpio, porque no quieres ser limpiado de tus prejuicios? Una de las cosas más difíciles de dejar para el hombre son sus supersticiones, sus prejuicios. Se aferra a ellos como si fueran el tesoro de los tesoros.

Cuando te has limpiado y eres libre, entonces la matriz, tu propia mente es automáticamente sanada. Se convierte en el terreno preparado donde las semillas, tus deseos, pueden enraizar y crecer en la manifestación. El niño que ahora llevas en tu corazón es tu objetivo actual. Tu anhelo actual es un niño que es como si estuviera enfermo. Si asumes que eres ya lo que te gustaría ser, el niño por un momento se vuelve muerto porque no hay perturbación ya.

No puedes ser perturbado cuando tú sientes que eres lo que quieres ser, porque si sientes que eres lo que querías ser estás satisfecho en esa asunción. Para los demás que juzgan superficialmente tú pareces no desear ya, de modo que para ellos el deseo o doncella está muerto. Creen que has perdido tu ambición porque ya no hablas de tu ambición secreta. Te has ajustado completamente a la idea. Has asumido que eres lo que quieres ser. Ya sabes, “Ella no está muerta, ella no está sino dormida.” “Voy a despertarla.”

Camino en la asunción de que yo soy, y mientras camino, tranquilamente la despierto. Luego, cuando ella despierte, haré lo normal, lo natural; le daré de comer. No voy a alardear de ello y decírselo a los demás. Simplemente voy y no se lo digo a nadie. Alimento ese estado que ahora me gusta con mi atención. Lo mantengo vivo dentro de mi mundo volviéndome atento a él.

Las cosas a las que no estoy atento se desvanecen y se secan dentro de mi mundo, independientemente de lo que sean. No han acabado de nacer y luego permanecen sin alimentar. Les di nacimiento por el hecho de hacerme consciente de ser ellas. Cuando las incorporo dentro de mi mundo, ese no es el final. Ese es el principio. Ahora yo soy una madre que debe mantener vivo ese estado estando atento a él. El día que no estoy atento, le he retirado mi leche, y se borra de mi mundo, cuando me vuelvo atento a otra cosa en mi mundo.

Tú puedes estar atento a las limitaciones y alimentarlas y hacerlas montañas, o puedes estar atento a tus deseos; pero para volverte atento debes asumir que eres ya lo que querías ser.

Aunque hoy hablamos de un enfoque tridimensional y cuatridimensional, no pienses ni por un momento que esos maestros antiguos no eran plenamente conscientes de estos dos centros distintos de pensamiento dentro de la mente de todos los hombres. Ellos personificaron los dos, y trataron de mostrar al hombre que lo único que le priva de ser el hombre que podría ser, es el hábito. Aunque no es una ley, todos los psicólogos te dirán que el hábito es la fuerza más inhibidora del mundo. Restringe completamente al hombre y lo ata y lo hace totalmente ciego a lo que, de otro modo, él debería ser.

Comienza ahora a verte y sentirte mentalmente como el que quieres ser, y festeja esa sensación mañana, tarde y noche. He rastreado la Biblia buscando un intervalo de tiempo que sea de más de tres días y no lo he encontrado.

“Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo y en tres días lo levantaré.” Juan 2:19

“Preparad vuestras vituallas; porque dentro de tres días pasaréis el Jordán, para entrar a poseer la tierra que el Señor vuestro Dios os da para que la poseais.” Josué 1:11

Si pudiera saturar completamente mi mente con una sensación y caminara como si ya fuera un hecho, se me prometió (y no puedo encontrar ninguna negación de ello en este gran libro) que no necesito más que una dieta de tres días si permanezco fiel a ella. Pero debo ser honesto al respecto. Si cambio mi dieta en el curso del día, extiendo el intervalo de tiempo.

Tú me preguntas, “¿Pero cómo sé yo el intervalo?” Tú, tú mismo determinas el intervalo.

Tenemos hoy día en nuestro mundo moderno una pequeña palabra que confunde a la mayoría de nosotros. Sé que me confundió hasta que profundicé más. La palabra es “acción”. La acción se supone que es lo más fundamental en el mundo. No es un átomo, es más fundamental. No es parte de un átomo como un electrón, es más fundamental que eso. Lo llaman la unidad cuatridimensional. Lo más fundamental en el mundo es la acción.

Tú preguntas, “¿Qué es la acción?” Nuestros físicos nos dicen que es la energía multiplicada por el tiempo. Nos quedamos más confusos y decimos, “La energía multiplicada por el tiempo, ¿qué significa eso?” Ellos responden, “No hay respuesta a un estímulo, no importa cuán intenso sea el estímulo, a menos que perdure durante un período determinado de tiempo.” Debe haber una duración mínima para el estímulo o no hay respuesta. Por otro lado no hay respuesta al tiempo a menos que haya un grado mínimo de intensidad. Hoy lo más fundamental en el mundo se llama acción, o simplemente energía multiplicada por tiempo.

La Biblia le da como tres días; la duración es de tres días para la respuesta en este mundo. Si yo ahora asumiera que soy lo que quiero ser, y si soy fiel a ello y camino como si lo fuera, el periodo justo más largo dado para su realización es tres días.

Si hay algo esta noche que realmente quieres en este mundo, entonces experimenta en la imaginación lo que experimentarías en la carne si realizaras tu meta y cierra tus oídos, y ciega tus ojos a todo lo que niegue la realidad de tu asunción.

Si haces esto serías capaz de decirme antes de que yo deje esta ciudad de Los Ángeles que has realizado lo que era sólo un deseo cuando viniste aquí. Será mi alegría regocijarme contigo en el conocimiento de que la niña que estaba aparentemente muerta ahora está viva. Esta doncella realmente no estaba muerta, estaba sólo dormida. Tú la alimentaste en este silencio porque tienes una comida que nadie más conoce. Le diste alimento y se convirtió en una realidad viva resucitada dentro de tu mundo. Entonces puedes compartir tu alegría conmigo y yo puedo regocijarme en tu alegría.

El propósito de estas lecciones es recordarte la ley de tu propio ser, la ley de la conciencia; tú eres esa ley. Sólo que eras inconsciente de su funcionamiento. Tú alimentaste y mantuviste vivas las cosas que no deseabas expresar dentro de este mundo.

Acepta mi reto y pon esta filosofía a prueba. Si no funciona no deberías utilizarla como un consuelo. Si no es verdad, debes desecharla completamente. Yo sé que es verdadera. Tú no lo sabrás hasta que intentes probarla o refutarla.

Demasiados de nosotros se han unido a “ismos” y tenemos miedo de ponerlos a prueba, porque sentimos que podríamos fracasar; y entonces, ¿dónde estamos? No queriendo saber realmente la verdad respecto a ello, dudamos en ser lo suficientemente atrevidos para ponerlo a prueba. Dices: “Yo sé que funcionaría de alguna otra manera. No quiero realmente comprobarlo. Mientras aún no lo haya refutado, todavía puedo ser consolado por ello.”

Ahora bien, no te engañes a ti mismo, no pienses por un segundo que eres sabio.

Comprueba o refuta esta ley. Yo sé que si intentas refutarla, la comprobarás, y seré el más rico por tú comprobarla, no en dólares, no en cosas, sino porque te convertirás en el fruto viviente de lo que creo que estoy enseñando en este mundo. Es mucho mejor tenerte como una persona exitosa, satisfecha después de cinco días de enseñanza, que tenerte saliendo insatisfecho. Espero que seas lo suficientemente valiente para desafiar esta enseñanza y comprobarla o refutarla.

Ahora, antes de que entremos en el período de silencio explicaré brevemente la técnica de nuevo. Tenemos dos técnicas al aplicar esta ley. Todo el mundo aquí debe saber ya exactamente lo que quiere. Tú debes saber que si no lo obtienes esta noche todavía estarás tan deseoso mañana respecto a este objetivo.

Cuando sepas exactamente lo que quieres, construye en el ojo de tu mente un acontecimiento simple, sencillo, que implique el cumplimiento de tu deseo, un acontecimiento en el que predomines tú mismo. En lugar de sentarte y mirarte a tí mismo como si estuvieras en la pantalla, se el actor en el drama.

Restringe el evento a una sola acción. Si vas a estrechar una mano porque eso implica el cumplimiento de tu deseo, entonces haz eso y sólo eso. No estreches manos y luego vagues en tu imaginación a una cena o algún otro lugar. Restringe tu acción a simplemente estrechar manos y hazlo una y otra vez, hasta que ese apretón de manos tome la solidez y la nitidez de la realidad.

Si sientes que no puedes permanecer fiel a una acción, quiero que ahora definas tu objetivo, y luego condenses la idea, que es tu deseo, en una sola frase, una frase que implique el cumplimiento de tu deseo, alguna frase como, “¿No es maravilloso?”

O si me sentí agradecido porque pensé que alguien fue decisivo en llevar a que mi deseo pasara, yo podría decir, “Gracias”, y repetirlo con sentimiento una y otra vez, como una canción de cuna hasta que mi mente sea dominada por la sola sensación de gratitud.

Ahora nos sentaremos tranquilamente en estas sillas con la idea que implique el cumplimiento de nuestro deseo condensada en una sola frase, o en un solo acto. Nos relajaremos e inmovilizaremos nuestros cuerpos físicos. Luego experimentaremos en la imaginación la sensación que nuestra frase o acción condensada afirma.

Si te imaginas a tí mismo estrechando la mano de otra persona, no uses tu mano física, déjala inmovilizada. Sino imagina que alojada dentro de tu mano hay una mano real más sutil, que puede ser extraída de tu imaginación. Pon tu mano imaginaria en la mano imaginaria de tu amigo que está ante tí y siente el apretón. Mantén tu cuerpo físico inmovilizado incluso aunque tú te vuelvas mentalmente activo en lo que estás ahora a punto de hacer.

Ahora entremos en el silencio.



Traducido por Javier Encina
La conferencia original en inglés es
LESSON 3 - THINKING FOURTH-DIMENSIONALLY (Neville Goddard 1948)




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